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Aspectos que intervienen en la lectura

Los objetivos de la lectura dependen, en gran medida, de varios factores:


 La edad del lector, pues los intereses los determina la experiencia de vida previa.
 El momento de lectura, que de algún modo condiciona la disponibilidad del sujeto.
 El contexto, ya que el ambiente siempre nos predispone.
 El enfoque de la lectura, pues no se implica el sujeto lo mismo cuando lee para
recrearse como con otros fines.
 La intencionalidad, bien sea por necesidad, habituación o interés.
 La disponibilidad. El lector debe tener nociones previas sobre lo que lee, porque de
otra forma difícilmente podrá dar sentido a la lectura. Cualquier persona no puede
entender cualquier texto. Todo lector tiene su “techo de comprensión” que le permite
entender lecturas que están dentro de su campo de competencia.
 Las estrategias. El lector competente utiliza distintas estrategias y modalidades de
lectura según el objetivo de la misma (hacerse una idea, seleccionar información
relevante, buscar una información determinada, etc.).
El sujeto lee:
 Con un fin que es propio, personal, particular, que él determina y algunas veces por
motivación.
 Por simple gusto, recreándose en el contenido de su lectura.
En este sentido, muchas veces se busca jugar con el lenguaje para desarrollar la imaginación.
Incluso participar de la propia vida, proyectando en la lectura ansias, miedos, etc.

Aproximadamente el 75% de lo que se aprende llega por la vía de la letra impresa. Gran parte
de la información que recibimos cotidianamente la obtenemos fundamentalmente a partir de la
lectura que realizamos de los periódicos.
La enseñanza de la lectura no debe mantenerse aislada de las demás artes del lenguaje. El
comentario o resumen, tanto oralmente como por escrito, de un cuento leído son actividades
relacionadas de manera natural. Pero la enseñanza de la lectura puede relacionarse con la
fonética, la gramática normativa y en especial con el aprendizaje de la ortografía.
La lectura intensiva, como técnica de trabajo independiente, vincula de hecho la lectura con
todas las demás materias; la lectura artística – individual o coral – la relacionada con la
declamación, la representación escénica y la lectura creadora permiten interiorizar la lectura
como vivencia.
La percepción del lenguaje escrito es una habilidad que está vinculada con otras de igual
importancia como son la expresión escrita, así como la expresión y comprensión del lenguaje
hablado. Todas ellas se reúnen en la habilidad general del individuo de expresarse
correctamente por igual vía y captar cualquier mensaje oral o escrito.
Esto nos permite comprender la importancia de la lectura, siendo esta la vía fundamental a
través de la cual se pone en contacto el hombre con la literatura, con los conocimientos
acumulados por las distintas ciencias, con los avances de la técnica, entre otros. Existe una
estrecha relación entre la lectura y el desarrollo de otras áreas de la lengua como el
vocabulario, la ortografía, etc.
Resulta evidente la importancia de la literatura para ampliar el vocabulario de los estudiantes.
En este sentido la lectura de obras literarias proporciona al alumno un caudal inagotable de
nuevas palabras y amplía la posibilidad de utilizar otras ya conocidas con nuevas e
inesperadas acepciones. Gracias a la lectura de diversas obras el alumno irá apreciando los
estilos de diferentes autores. Así se pone de manifiesto la relación entre la lectura y la
adquisición de estilos, desarrollando el lenguaje escrito y el dominio de la composición.
La lectura es una vía de adquisición de conocimientos y formación de la personalidad, ofrece
inagotables posibilidades al hombre.
Según García Arzola (1975) el proceso de la lectura comprende las siguientes operaciones:
1. Percepción e interpretación de los símbolos gráficos,
2. Reconocimiento de palabras y signos auxiliares.
3. Comprensión de significados.
4. Emisión de sonidos correspondientes.
5. Audición y autocontrol de la cadena fónica.
Las tres primeras corresponden a la lectura silenciosa; las dos últimas se agregan cuando la
lectura es oral.
Los estudios realizados por franceses y alemanes a fines del siglo XIX y por los
norteamericanos a principios del XX permiten describir con precisión el aspecto fisiológico de
la lectura, los movimientos oculares que comprenden las pausas de la lectura, así como los
saltos y retrocesos cuando ha habido alguna duda o cuando se trata de lectores poco hábiles.
Permiten también describir las partes más significativas de las palabras, afirmar la semejanza
de la fisiología de la lectura a través de los idiomas más disímiles como lo probado por William
S. Gray en su investigación hecha con 14 idiomas: árabe, chino, español, inglés, yoruba, etc.
Este autor planteó en su libro “La enseñanza de la lectura y la escritura” lo siguiente: “para
formar buenos lectores es necesario comprender la naturaleza de las capacidades y técnicas
fundamentales e indispensables para la lectura.” Gray (1963).
Las técnicas a las que Gray hace referencia son:
 Percepción de palabras
 Comprensión del significado de lo que se lee.
 Capacidad para reaccionar sobre lo que se lee.
 Empleo o aplicación de las ideas adquiridas.
Estas son de carácter intelectual a las que podemos sumar otras relacionadas con la
producción oral de la lectura y el control de los factores que intervienen en ella.
 La articulación de los sonidos.
 La fluidez, entonación y tono de voz.
La operación más importante en la lectura es la comprensión de significados. Toda la
psicología de la lectura descansa en el mecanismo de los significados.
La comprensión cabal de un texto es el resultado de la captación e integración de los distintos
significados. Gray señala que existen tres tipos de significados: el literal, el complementario y
el implícito.
En un texto literario el significado literal es el punto de partida para llegar al significado
complementario, a la interpretación y comprensión más rica y profunda del texto.
En el texto científico el significado literal y complementario son esenciales para la comprensión,
mientras que el implícito adquiere peso en la demostración o solución del problema.
El significado literal es el que se refiere de manera directa y obvia al contenido; el
complementario incluye todos los conocimientos que a juicio del lector enriquecen o aclaran el
sentido literal. El implícito es el que puede descubrirse por inferencia, es decir, el que sin estar
escrito se encuentra como entre líneas en el texto. El más importante es el literal pero hay
ocasiones en las que el implícito permite comprender el texto en otro plano más profundo.
Además el complementario constituye una ayuda que debemos aprender a utilizar para
fortalecer el significado literal.

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