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Santiago, diecisiete de mayo de dos mil dieciocho.

Vistos y teniendo presente:


Primero: Que el abogado señor Mauricio Chocair Triviño, en
representación de los actores en autos sobre procedimiento ordinario laboral
seguidos ante el Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, dedujo
recurso de queja en contra de los miembros de la Corte de Apelaciones de
Santiago, ministro don Jaime Balmaceda Errázuriz y abogado integrante don
Rodrigo Asenjo Zegers, por dictar con falta y abuso grave la resolución de quince
de marzo de dos mil dieciocho, que confirmó la decisión de primera instancia que
acogió la excepción de prescripción, conforme el inciso segundo del artículo 510
del Código del Trabajo, declarando la extinción de las prestaciones demandadas.
Explica que los sentenciadores recurridos incurren en falta y abuso grave,
por cuanto aplicaron la norma contenida en el artículo 510 del Código del Trabajo,
sin considerar la distinción que realiza, en orden a diferenciar los derechos de
origen legal, cuyo plazo de prescripción es de dos años, de los de origen
convencional, cuyo término de prescripción es de seis meses, utilizándose, en la
especie, una doctrina que data de hace ocho años atrás, esto es, contando desde
la separación de los servicios de los actores, variando los plazos de dos años o
seis meses según se mantenga o no la relación laboral, respectivamente. Añade
que se demandan prestaciones correspondientes a la “semana corrida”, cuyo
fundamento es legal, al consagrarse en el artículo 45 del Código del Trabajo, lo
que evidencia que el plazo de prescripción aplicable es el de dos años, y no el de
seis meses que consagra el inciso segundo del artículo 510 del cuerpo legal
citado. De esta manera, concluye, el fallo recurrido vulnera dicho artículo, y la
certeza jurídica en cuanto a la manera de computar los plazos pertinentes,
violentándose, además, la naturaleza tutelar del derecho del trabajo.
Segundo: Que, al evacuar el informe de rigor, los recurridos señalan no
haber incurrido en la falta o abuso que se les reprocha, al haber decidido conforme
lo que, a su juicio, corresponde a la interpretación ajustada a derecho.
Tercero: Que el recurso de queja está reglado en el Título XVI del Código
Orgánico de Tribunales, denominado “De la jurisdicción disciplinaria y de la
inspección y vigilancia de los servicios judiciales”, y su párrafo primero, intitulado
de “Las facultades disciplinarias”, contiene el artículo 545 que lo consagra como
un medio de impugnación que tiene por exclusiva finalidad corregir las faltas o
abusos graves cometidos en la dictación de sentencias definitivas e interlocutorias

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que ponga fin al juicio o haga imposible su continuación, que no sean susceptibles
de recurso alguno, ordinario o extraordinario.
Cuarto: Que, en la especie, la discusión gira en torno a la correcta
aplicación del artículo 510 del Código del Trabajo, en lo concerniente a la regla de
prescripción procedente en el caso de solicitarse prestaciones laborales una vez
finalizada la relación laboral entre las partes.
Dicho precepto dispone, en su inciso primero, que los derechos regidos por
el cuerpo legal en comento prescriben en el plazo de dos años, contados desde
que se hicieron exigibles, y el inciso segundo que: “En todo caso, las acciones
provenientes de los actos y contratos a que se refiere este Código, prescribirán en
seis meses contados desde la terminación de los servicios.”.
Quinto: Que de su lectura fluye prístina la distinción entre derechos regidos
por el estatuto laboral y las acciones que provienen de los actos y contratos a que
se refiere dicho cuerpo legal, que debe ser comprendida a la luz del carácter
tutelar del derecho del trabajo, conforme se consagra en el artículo 5º del código
en referencia, el cual, además, regula la irrenunciabilidad de los derechos regidos
por el código, y la autonomía de la voluntad de las partes, estableciéndose que
esta última reconoce como límite los mínimos legales previstos por la ley. En otras
palabras, fuera de dicho margen, las partes son libres para pactar otras
condiciones de trabajo.
Sexto: Que, a la luz de lo expuesto debe entenderse la distinción
efectuada por el ya mentado artículo 510, que establece un plazo mayor para la
extinción de los derechos mínimos e irrenunciables que consagra el estatuto
laboral, de dos años, frente a un término de prescripción extintiva menor –de seis
meses–, para aquellas prerrogativas que se sujetan a la autonomía de las partes.
Séptimo: Que, a lo anterior, es dable agregar que el inciso segundo, que se
inicia con las expresiones “En todo caso...”, hace énfasis en que las condiciones
acordadas por las partes, es decir, aquellas que reconocen como origen la
autonomía de la voluntad, poseen un plazo de prescripción sólo de seis meses, los
que se cuentan, ciertamente, desde la terminación de los servicios.
Octavo: Que, en el presente caso, se acciona a fin de obtener el cobro del
beneficio denominado “semana corrida”, prestación que corresponde a un derecho
que tiene su fuente en la ley, de modo tal que la norma aplicable para los efectos
de declarar la prescripción de la acción destinada a su reconocimiento, es la

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contemplada en el inciso primero del artículo 510 del Código del Trabajo, que
establece un plazo de dos años desde la fecha de su exigibilidad.
Noveno: Que, por ende, debió aplicarse el inciso primero del artículo 510
del Código del Trabajo, no su inciso segundo, razón por la que se debe concluir
que se ha cometido un error que importa una grave falta que hace procedente el
presente arbitrio, desde que la equivocada y mal fundada resolución impugnada
condujo a denegar a la parte demandante el acceso a un pronunciamiento judicial,
arista integrante del debido proceso garantizado constitucionalmente y que ningún
tribunal de la República puede soslayar.
Por estas consideraciones y conforme lo dispone el artículo 549 del Código
Orgánico de Tribunales, se acoge el recurso de queja deducido en contra de los
ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago, ya individualizados, por haber
dictado la resolución de quince de marzo último, y, en consecuencia, se la deja sin
efecto y se decide, conforme lo razonado en este fallo, que se revoca la sentencia
interlocutoria de dieciséis de noviembre de dos mil diecisiete dictada en los autos
RIT O-6144-2017, caratulados “Canales y otros con Telefónica Chile Servicios
Corporativos S.A.”, y, en su lugar, se declara que se rechaza la excepción de
prescripción opuesta por la demandada, debiendo continuar la tramitación
pertinente conforme al principio formativo del procedente del orden consecutivo
legal.
No se ordena pasar estos antecedentes al Tribunal Pleno, por estimarse
que no existe mérito suficiente para ello.
Acordada con el voto en contra del ministro señor Blanco y del abogado
integrante señor Gómez, quienes estuvieron por rechazar el presente recurso,
considerando que del mérito de autos, lo informado por los jueces recurridos y de
los antecedentes tenidos a la vista, se advierte que en ejercicio de sus facultades
jurisdiccionales y en uso del derecho privativo que les confiere la ley en la
interpretación de las normas jurídicas en relación con las situaciones de hecho
que deben conocer y su aplicación al caso concreto, han resuelto confirmar la
resolución en lo que representa una interpretación jurídica sobre la materia, que
no comparte el recurrente, dándose así la circunstancia antes señalada respecto
de las distintas posiciones o interpretaciones que puedan adoptar los jueces y que
no constituye falta o abuso grave que amerite acoger un recurso como el de la
especie y que, por lo tanto, sólo cabe rechazar.

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No obstante lo anterior, previenen en el sentido que debió actuarse de
oficio, para los efectos de corregir la equivocada interpretación que se ha dado al
artículo 510 del Código del Trabajo, desde que, en su concepto, es acertada la
exégesis de la norma planteada por la decisión de mayoría, las que comparten.
Regístrese y archívese.
N° 4.598-2018.
Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señor Ricardo Blanco H., señora Gloria Ana Chevesich R., señor Carlos Cerda F.,
y los abogados integrantes señora Leonor Etcheberry C., y señor Rafael Gómez B.
No firma el Abogado Integrante señor Gómez, no obstante haber concurrido a la
vista y al acuerdo de la causa, por estar ausente. Santiago, diecisiete de mayo de
dos mil dieciocho.

RICARDO LUIS HERNAN BLANCO GLORIA ANA CHEVESICH RUIZ


HERRERA MINISTRA
MINISTRO Fecha: 17/05/2018 13:49:03
Fecha: 17/05/2018 13:49:02

CARLOS JOSE CERDA FERNANDEZ ROSA MARIA LEONOR ETCHEBERRY


MINISTRO COURT
Fecha: 17/05/2018 13:50:01 ABOGADO INTEGRANTE
Fecha: 17/05/2018 13:49:04

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En Santiago, a diecisiete de mayo de dos mil dieciocho, se incluyó en el
Estado Diario la resolución precedente.

Este documento tiene firma electrónica y su original puede ser


validado en http://verificadoc.pjud.cl o en la tramitación de la
causa.
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