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Los datos de los centros toxicológicos también contribuyen a mejorar los conocimientos
sobre los efectos de los químicos en la salud humana.
El modelo centralizado de los centros toxicológicos implica que pueden ser centinelas
ante la liberación de productos químicos y pueden ofrecer alertas tempranas de brotes
de enfermedades causadas por estas sustancias. Los centros toxicológicos contribuyen
a varias de las actividades básicas que necesitan los países para la aplicación del
Reglamento Sanitario Internacional (RSI, 2005), especialmente las capacidades para la
vigilancia, la preparación y la respuesta ante eventos de salud pública que podrían
incluir agentes químicos.
Por qué fueron creados?
Los centros de información toxicológica (centros " antiveneno" ) surgieron en 1953 en los
Estados Unidos, con la apertura del primero en Chicago, como resultado de la iniciativa de
un grupo de médicos pediatras. Ellos existen en todos los países europeos, en Australia y
Nueva Zelandia, en la mayoría de los países de América Latina, pero en pocos de Asia y
África. Aproximadamente 100 países de un total de 191 estados miembros de la
Organización de Naciones Unidas (58%) carecen de una estructura para enfrentar las
intoxicaciones u otros problemas toxicológicos, por lo cual fue importante la creación de
estos. Sus principales funciones son: facilitar información y asesoramiento toxicológico,
tratar los casos de intoxicaciones, proporcionar servicios de laboratorio de análisis, ejercer
la vigilancia de eventos toxicológicos, así como realizar investigaciones e impartir
educación y formación profesional en materia de prevención y tratamiento de las
intoxicaciones. En el marco de sus funciones los centros asesoran y participan activamente
en el desarrollo, ejecución y evaluación de medidas preventivas de las intoxicaciones.
Asociados a otros organismos responsables, desempeñan también una importante función
en el establecimiento de planes de contingencia en relación y en respuesta a catástrofes
de origen químico, en la vigilancia de los efectos adversos de los medicamentos y en la
solución de problemas de abuso de sustancias. En el desempeño de su misión y sus
funciones cada centro tendrá que cooperar no sólo con las organizaciones análogas, sino
también con otras instituciones interesadas en la prevención de las intoxicaciones y en la
respuesta a esos accidentes.
Se debe actuar rápidamente ya que la córnea es muy sensible. El ojo afectado se tiene que lavar
durante 15 a 20 minutos con abundante Solución Salina Normal o Suero Fisiológico, irrigando sin
ejercer presión y utilizando de 2000-5000cc en cada ojo, inspeccionando los fondos del saco.
Siempre es necesaria la valoración del especialista oftalmólogo.
Vía respiratoria
Ante un tóxico inhalado lo primero que el rescatista debe evitar exponerse al tóxico sin la
protección adecuada. Se debe retirar a la víctima del sitio y suministrar oxígeno suplementario.
Estos pacientes requieren una valoración y observación cuidadosa por el riesgo de desarrollar
edema pulmonar o broncoespasmo.
Descontaminación Gastrointestinal
• Paciente con alteración del estado de conciencia, por el riesgo elevado de producir
broncoaspiración.
Lavado Gástrico
Es la principal medida de descontaminación en intoxicaciones agudas por vía oral. Es más efectivo
si se realiza durante la primera hora postingesta. Está indicado en ingesta masivas de sustancias
particularmente peligrosas. En los casos de tóxicos que pueden tener absorción lenta, se
recomienda practicar el lavado gástrico aún si ha pasado más de 6 horas como en el caso de
antidepresivos tricíclicos, salicilatos o fenotiazinas, e incluso en el caso de fósforo blanco (“totes” o
“martinicas”) se recomienda lavado gástrico varias horas después de la ingesta.
En caso que el paciente se encuentre con alteración del estado de conciencia se debe proteger
primero la vía aérea con intubación. Se debe introducir una sonda de Levin por la nariz o la boca
Nos. 14 o 16 en adultos. Una vez verificada la posición, se instila solución salina normal o agua
destilada 100 - 150 ml y se remueven nuevamente por gravedad o succión activa. Este proceso se
debe repetir hasta completar 4 – 5 litros o hasta que no se observen restos de medicamentos o de
material tóxico en el contenido gástrico. En niños se utilizan 10 cc/kg para el lavado.
Carbón activado: Se utiliza como elemento para limitar la absorción del tóxico y debe ser utilizado
en cualquier ingesta tóxica, siempre y cuando esa sustancia tenga afinidad y sea adsorbida por el
carbón activado.
Se debe administrar en dosis de 1 gr/kg vía oral o por la sonda orogástrica después de realizar el
último lavado gástrico con solución salina normal en solución al 25% (4 cc de agua por cada gramo
de carbón activado). Se puede dar otra dosis adicional en caso de ingesta masiva del tóxico. En
algunos es útil la administración repetida (cada 6 – 8 horas) dada la circulación enterohepática o
liberación lenta de algunos compuestos como salicilatos, carbamazepina, antidepresivos tricíclicos,
digitálicos, fenitoina y teofilina, entre otros. No usar en intoxicación por sustancias pobremente
adsorbidas.
Catárticos: El objetivo de esta medida es disminuir la cantidad del tóxico existente en la luz
intestinal, facilitando el tránsito intestinal del tóxico o del complejo carbón activado-tóxico.
Aunque existe controversia acerca de su uso, se utilizan preferiblemente, laxantes salinos y no
oleosos, por existir la posibilidad de facilitarse la absorción en presencia de tóxicos liposolubles.
El polietilenglicol (Nulytely) se utiliza para irrigación y lavado intestinal cuando se requiere limpieza
del intestino antes de exámenes diagnósticos (colon por enema, urografía excretora, colonoscopia)
procedimientos quirúrgicos (cierre de colostomía, cirugía laparoscópica) y es muy útil para acelerar
la evacuación de tóxicos especialmente de aquellos que tienen lenta absorción por el tracto
gastrointestinal o poca o no absorción como el caso del mercurio metálico cuando es ingerido. Se
presenta en sobres con polvo para reconstituir, un sobre en un litro de agua. Se puede administrar
por la sonda nasogástrica en goteo continuo 15 a 25 cc/kg/hora o 1 vaso vía oral cada 15 minutos
hasta terminarla. Se usa en caso de tabletas de cubierta entérica y liberación sostenida.
Otros: Algunos compuestos tienen afinidad específica con algunos tóxicos y son muy efectivos para
limitar la absorción del tóxico. En nuestro medio son de importancia:
Una vez el tóxico ha entrado en el organismo se busca disminuir su nivel circulante, de modo que
limite su efecto; sin embargo, estos métodos deben ser utilizados de manera correcta y solamente
cuando estén indicados. Dentro de los principales métodos para disminuir la concentración de
tóxico circulante, encontramos los siguientes:
• Diuréticos Osmóticos: Manitol No se deben utilizar diuréticos cuando exista lesión renal previa o
cuando el tóxico haya producido un daño renal severo en el caso de sustancias neurotóxicas. Se
debe tener cuidado de generar gastos urinarios altos sin la adecuada administración de líquidos
adicionales, así como evitar administrar volúmenes altos de líquidos en pacientes con alteración de
la función cardiaca, ancianos o con trastornos electrolíticos.
Alcalinizar / Acidificar la orina: En el caso de sustancias tóxicas eliminables por vía renal que tengan
pH ácido como ASA, metanol y barbitúricos, se deberá alcalinizar la orina con bicarbonato de sodio
facilitando que haya un mayor porcentaje de fracción ionizada, la cual se elimina más fácilmente.
Cuando se presenten tóxicos con pH alcalino como la escopolamina se facilitará la eliminación
acidificada la orina con vitamina C.
Hemodiálisis:
• Poliintoxicaciones severas
• Insuficiencia renal
E. También son susceptibles de diálisis las siguientes drogas: antibióticos, isoniacida, quinina,
salicilatos, meprobamato, hidrato de cloral, quinidina, estricnina, paraldehído.