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Alumno: Piergiácomi, Martín

Fecha: 14/mayo/2018

Observación de las prácticas de la clase

1) Los alumnos

Los alumnos de los videos se muestran, en general, entusiasmados con las actividades que proponen las docentes.
Podemos observar que muchos alumnos conocen los libros que le son presentados y, aunque pueden no recordar algún
dato específico del libro (el título, el autor, etcétera), las maestras los ayudan con pistas para que puedan recordar dicho
dato. Esta situación es clara en el primer video, por ejemplo, en el cual la maestra Alejandra de 1° año presenta diversos
textos.

Por otro lado, en el segundo video observamos que cuando la maestra Guillermina, de sala de cinco años, los incita a
extenderse a lo largo y ancho del aula para iniciar la lectura, en un principio son pocos los que se acercan a tomar libros,
pero luego de un rato todos tienen materiales para trabajar. Se los ve interesados en la tarea; algunos leen de forma
individual y otros colectivamente. Algunos se mantienen de pie, otros sentados en sillas y otros en el piso, ya que la
maestra les da libertad para elegir el lugar que les sea más cómodo para leer. Una vez llegado el momento de
intercambiar lecturas entre compañeros, la maestra toma nuevamente el rol de organizadora de la actividad y los
alumnos le acercan los libros que leyeron. Podemos observar que algunos parecen prestarle más atención a los libros
que eligieron y que tienen en sus manos que a lo que la maestra está leyendo, lo cual demuestra interés del niño por
aquella lectura de su elección.

Una vez finalizado el intercambio, la maestra propone ordenar los libros en la biblioteca, lo cual forma parte de la
actividad propuesta. Una vez más los niños parecen reaccionar con entusiasmo, ya que el video muestra, en sus últimas
imágenes, que los libros están correctamente dispuestos en la biblioteca.

2) El maestro

La maestra se muestra, en todos los videos, como un lector experimentado, porque si bien deja a los alumnos elegir
libremente los libros que quieren leer y les da un tiempo para que interactúen con ellos, es ella quien los introduce a los
mismos buscando que llamen su atención. Podemos observar que contextualiza las obras, relaciona autores, destaca
características de ciertos libros en particular y presenta lecturas nuevas, lo cual significa que es un modelo de lector que
incita a los alumnos a la exploración.

En cuanto a la ubicación de la maestra con respecto al grupo, podemos ver que varía en función del video. En el caso del
primero, la maestra Alejandra de 1° año está de pie, junto al pizarrón, frente a los alumnos, quienes se encuentran
sentados en sus bancos. Desde esa posición muestra, uno a uno, los libros de la biblioteca del aula. Se observa que los
alumnos, quizás por tener a la vista libros que llaman su atención pero no pueden tocarlos, interactúan en su mayoría
respondiendo a las consignas de la maestra. En el cuarto video la situación cambia, ya que la maestra Guillermina, de
sala de cinco años, hace que los niños se sienten alrededor de una tela circular donde deja a la vista de ellos los libros
que va presentando. Una vez que les da una consigna, les permite elegir un lugar del salón para sentarse a explorar los
libros, y es ella quien se va moviendo alrededor de la habitación para dedicarle algunos minutos a cada alumno o grupo
de alumnos.

3) El contenido enseñado

Podemos ver en los videos diferentes tipos de escritos. Los de los primeros dos videos son similares, ya que podríamos
agruparlos dentro de la categoría de libros de literatura, pero en el último video se trata de materiales informativos. La
maestra propone la búsqueda de determinada información y orienta a los alumnos en su búsqueda, presentándoles
textos que contienen la información buscada y textos que no (nuevamente funciona como lector experimentado). En
este caso la lectura es distinta a la de los dos videos precedentes, ya que ahora se trata de encontrar una información
puntual y precisa en un libro que tiene probablemente un volumen superior a los de literatura infantil (enciclopedias,
por ejemplo). Otra diferencia que observamos en este video es que, a diferencia de los anteriores, en este caso la
maestra pone especial énfasis en la técnica de lectura: mientras lee señala siempre la palabra que está leyendo, por
ejemplo, y en cierto momento deja que los niños lean por su cuenta. Además, organiza a los grupos para realizar la
actividad, ya que se trata de una experiencia nueva para ellos.

¿Qué se puede obtener de la observación del aula vacía?

1) Informaciones sobre el espacio de la clase: en el caso de la sala de cinco años, observamos que está compuesta
por entre quince y veinte alumnos. El número es similar en el caso del aula de primer año, pero la diferencia
reside en la manera en la cual los alumnos se disponen. También existen diferencias en el mobiliario, ya que en
el primer video los alumnos tienen sillas más grandes (es el aula de un curso de nivel primario), mientras que en
el cuarto y el quinto las sillas son pequeñas (al igual que las mesas) y los alumnos utilizan el piso del aula
(colocan los libros sobre la tela que provee la maestra). El clima de trabajo es ameno, ya que la mayoría de los
alumnos participan de las actividades propuestas, y si bien elevan la voz y buscan imponer su opinión sobre la
del resto, esto habla del entusiasmo con el cual encaran la actividad.
2) Informaciones sobre las condiciones de trabajo: Como decíamos anteriormente, las dos clases se diferencian en
la forma en la cual los alumnos están dispuestos alrededor del aula: mientras que en la sala de cinco están
sentados en el piso, de pie o distribuidos en sillas pequeñas, en la sala de primer año se encuentran todos
sentados en sus bancos frente al pizarrón. En cuanto a los carteles que están a la vista, en la sala de primer año
podemos observar el abecedario pegado a las paredes, mientras que en la sala de cinco años los carteles
muestran dibujos con la palabra que los identifica (árbol, tijera, semáforo).
3) Informaciones sobre la gestión del espacio por el maestro:
4) Informaciones sobre los trazos del trabajo hecho: esta cuestión está más presente en la sala de cinco años, ya
que se muestra una serie de hojas dispuestas horizontalmente sobre la pared que parecen ser trabajos de los
alumnos. En el caso de la sala de primer año no se observa esto pero sí la biblioteca con sus fichas, la cual está a
disposición de los alumnos (y por cómo interactúan en el video pareciera que están acostumbrados a recurrir a
ella, ya que tienen claro cuáles son los libros que están fichados y cuáles no).
5) Informaciones sobre el trabajo en proceso: El pizarrón no es utilizado en ninguna de las dos clases. En el curso
de primer año la maestra utiliza lo que parece ser su escritorio (o una mesa ubicada en el centro del aula) para
apoyar los libros que va a presentar; mientras que en la sala de cinco años la maestra los ubica en una tela sobre
el piso. En este último caso, además, los alumnos utilizan toda el aula para llevar a cabo su trabajo, mientras que
en el primero los niños sólo participan en la actividad propuesta oralmente, desde sus mesas, sobre las cuales no
hay ningún material.

 ¿Qué prácticas pueden hacerse en estas condiciones? Crear un club de lectura de los libros que los alumnos
tienen a su disposición para que ésta se desarrolle organizada y coordinadamente entre ellos, además de llevar
un registro de dicho proceso en las fichas de la biblioteca.
 ¿Qué prácticas son imposibles? Probablemente, dependiendo de la cantidad de libros de la cual el aula dispone,
no sea posible que cada alumno lea un libro, porque puede suceder que muchos alumnos se muestren
interesados por un libro en particular. Imponerles qué libros deben leer, y obligarlos a hacerlo individualmente,
puede conspirar contra la actitud interesada de los niños hacia el libro en cuestión.
 ¿Qué prácticas son posibles pero muy difíciles de realizar? Sostener la lectura como actividad con continuidad,
de forma regular, incluyendo variaciones que aumenten el nivel de complejidad de los textos propuestos así
como el interés de los niños por los mismos.
 ¿Qué prácticas son fácilmente imaginables gestionando de otro modo el espacio? Si se mantiene la actividad a lo
largo de un período considerable de tiempo, y una vez que los alumnos se conviertan en lectores más
experimentados, podrían realizarse visitas asiduas a la biblioteca de la escuela, si es que ésta dispone de una,
para que el aula se convierta en el lugar donde sólo se intercambian opiniones sobre lo leído. Esto permitiría que
los alumnos adquieran el hábito de buscar información en un espacio más complejo, incitándolos a que
indaguen ellos mismos en los materiales. Ya que no será ahora la maestra quien les otorgue los libros, se
trasladaría una cuota de la responsabilidad hacia los alumnos.

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