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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DEL ZULIA


FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS
PROGRAMA DE DERECHO DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA
NIVEL ESPECIALIZACIÓN

ANÁLISIS DE LA TEMPORALIDAD DE LA MEDIDA DE PROTECCIÓN DE


COLOCACIÓN FAMILIAR O EN ENTIDAD DE ATENCIÓN

Trabajo Especial de Grado presentado para optar al título de


Especialista en Derecho de la Niñez y la Adolescencia.
Autora: Abg. María Eugenia Medina
Tutora: Abg. María Eugenia Hernández Guerra

Maracaibo, Abril 2016


FRONTISPICIO

ANÁLISIS DE LA TEMPORALIDAD DE LA MEDIDA DE PROTECCIÓN DE


COLOCACIÓN FAMILIAR O EN ENTIDAD DE ATENCIÓN
______________________________________
Autora
Abg. María Eugenia Medina
C.I. No. V-7.756.952
Teléfono: 0414-6347200
Dirección: Villa Arenales Casa Nro. 8
Correo Electrónico: mariaeumedina@gmail.com

______________________________________
Tutora:
Abg. María Eugenia Hernández Guerra
ANÁLISIS DE LA TEMPORALIDAD DE LA MEDIDA DE PROTECCIÓN DE
COLOCACIÓN FAMILIAR O EN ENTIDAD DE ATENCIÓN

Abogada: Medina Flores María Eugenia


C.I. 7756952

Calificación: _______________________

Observaciones

______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________

Nombre: ___________________________ Apellido: ___________________________


Cédula de Identidad No. _____________

Firma (Evaluador)

Maracaibo, Abril 2016


DEDICATORIA
A mi esposo e hijos, por su apoyo e infinita paciencia
AGRADECIMIENTO

A DIOS, que está por encima de Todo


A mi hermosa familia, eternos acompañantes en todos mis propósitos.

A mis tutoras Académica y Metodológicas, María Eugenia Hernández Guerra, Nelly


Manasia y Nereida Antúnez, por su incondicional apoyo en la elaboración de esta
Investigación.
Medina Flores, María Eugenia. Análisis de la Temporalidad de la Medida de
Protección de Colocación Familiar o en Entidad de Atención. Trabajo Especial de
Grado presentado para optar al Título de Especialista en Derecho de la Niñez y la
Adolescencia. Universidad del Zulia. Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. División
de Estudios para Graduados. Programa Derecho de la Niñez y de Adolescencia.
Maracaibo-Venezuela 2016. 99 p.

RESUMEN

La normativa jurídica vigente venezolana consagra el derecho que le asiste a los


niños, niñas y adolescentes a vivir, ser criados o criadas y desarrollarse en su familia
de origen, y excepcionalmente cuando sea imposible o contrario a su interés superior
tendrá derecho a una familia sustituta de conformidad con la ley, definida como toda
aquella que no siendo familia de origen, protege a través de una decisión judicial a un
niño, niña o adolescente privado permanente o temporalmente de su medio familiar,
por carecer de padre o madre, o se encuentren afectados en la titularidad de la Patria
Potestad; o en el ejercicio de la Responsabilidad de Crianza, integrada por una o más
personas, señalando entre sus modalidades: la colocación familiar o en entidad de
atención, la tutela y adopción. La presente investigación tiene como objetivo general
analizar los aspectos fundamentales que implican la temporalidad de la medida de
colocación familiar o en entidad de atención decretada por el Juez de Protección, toda
vez que la misma en su condición de medida de protección cuenta con un carácter de
provisionalidad, cuyos objetivos específicos consisten en revisar los aspectos
doctrinales y legales de la misma, las causas tipificadas en la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes para determinar la temporalidad de la
medida y establecer algunos elementos que configuran la discrecionalidad del juez en
su revisión. En cuanto al nivel de la investigación, se define descriptiva, bibliográfica
con algunas características de campo. Se revisaron 47 expedientes sentenciados por
medida de protección de colocación familiar o en entidad de atención en el Circuito
Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Estado Zulia, sede Cabimas,
durante el período 2010 hasta el 2012, arrojando como conclusión la falta de revisión y
seguimiento oportuno de las medidas señaladas.

Palabras Clave: Familia Sustituta. Colocación Familiar. Entidad de Atención.


Temporalidad. Discrecionalidad del Juez.

Correo electrónico: mariaeumedina@gmail.com


Medina Flores, Maria Eugenia. Analysis of the Temporality of the Protection Action
of Family Placement or in Atention Entity. Trabajo Especial de Grado presentado
para optar al Título de Especialista en Derecho de la Niñez y la Adolescencia.
Universidad del Zulia. Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. División de Estudios
para Graduados. Programa Derecho de la Niñez y de Adolescencia. Maracaibo-
Venezuela 2016. 99 p.

ABSTRACT

The Venezuelan juridical normative in force consecrate the right of children and
adolescents to live, to grow up and develop in their original family, and If and only if it is
impossible or against his benefit he will have the right of a substitute family in
accordance with the law, defined like any family that not being the original family, protect
by means of a juridical decision a child of adolescent deprived permanently or
temporally of his familiar surroundings, either because of the lack of a mother or a
father, because they are affected on the ownership of custody; or during the performing
of the Breeding responsibility, which may be integrated for one or more people, pointing
between its modes: Family placement or Attention entity, guardianship or adoption. The
current research is made looking for analyse the fundamental aspects that involve the
temporality of the action of Family placement or Attention entity decreed by the
Protection Judge, this action counts with a provisional character, which specific
objectives consist in check the doctrinal and legal aspects of itself, in the typified causes
on the Law for the protection of children and adolescent to rule the temporality of the
action and determine some elements that configure the discretion of the judge in his
revision. As to the research level, it can be defined as descriptive, bibliographic with
some field characteristics. Forty seven sentenced records were checked for protection
action of Family placement or attention entity in the juridical circuit of protection of
children and adolescents of Zulia state, Cabimas headquarter, between 2010 and 2012,
getting as closure the lack of appropriate following and checking of the pointed actions.

Keywords: Substitute Family. Family Placement. Placement in the attention entity.


Temporality. Judge discretion.

e-mail: mariaeumedina@gmail.com
ÍNDICE DE CONTENIDO

Pág.
FRONTISPICIO
......................................................................................................................................

CARTA DE CALIFICACIÓN
......................................................................................................................................

DEDICATORIA
......................................................................................................................................
AGRADECIMIENTO
FALTA
......................................................................................................................................
RESUMEN
......................................................................................................................................
ABSTRACT
COLOCARLE LA
......................................................................................................................................

ÍNDICE
NUMERACIÓN DE
A CONTENIDO
......................................................................................................................................

ÍNDICE
LOS ÍNDICES DE CUADROS
......................................................................................................................................
ÍNDICE DE GRÁFICOS
......................................................................................................................................
ÍNDICE DE ANEXOS
......................................................................................................................................
INTRODUCCIÓN
......................................................................................................................................

CAPÍTULO I CONSIDERACIONES GENERALES DE LA MEDIDA DE


PROTECCIÓN DE COLOCACION FAMILIAR O EN ENTIDAD DE ATENCIÓN.

1.1. Doctrina de Protección Integral


.................................................................................................................................
1. 2.Sistema de Protección

1. 3. Mecanismos del Sistema de Protección

1. 4. Principio del Interés Superior del Niño


.................................................................................................................................
1. 5. Conceptualización, Modalidades y Requisitos de Procedencia de la Medida
de Protección de Colocación Familiar o en Entidad de Atención.

1.5.1. La Medida de Protección de Colocación Familiar

1.5.2. Entrega Voluntarias


1.5.3. Principios para determinar la modalidad de Familia Sustituta

1.5.4. La Medida de Colocación en Entidad de Atención

1.5.5. Requisitos para la procedencia de la Medida de Protección de Colocación


Familiar o en Entidad de Atención

1.6. Causas Tipificadas en la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas


y Adolescentes para determinar la Temporalidad de la Medida de Protección de
Colocación Familiar o en Entidad de Atención

1.6.1. Revisión y Modificación de la Medida de Protección de Colocación


Familiar o Entidad de Atención.

1.6.2. Interrupción de la Medida de Protección de Colocación Familiar

1.6.3. Revocatoria de la Medida de Protección de Colocación Familiar o


Entidad de Atención

1.7. Aspectos relacionados con la Discrecionalidad del Juez en el dictamen y


revisión de la Medida de Protección de Colocación Familiar o en Entidad de
Atención

1.8. Sistema de Variable


1.8.1. Definición Nominal
.................................................................................................................................
1.8.2. Definición Conceptual
.................................................................................................................................
1.8.3. Definición Operacional
.................................................................................................................................
1.9. Consideraciones del Análisis de Resultados………………………………..
CAPÍTULO II FUNDAMENTOS DOCTRINALES DE LA MEDIDA DE
PROTECCIÓN DE COLOCACIÓN FAMILIAR O EN ENTIDAD DE ATENCIÓN
......................................................................................................................................

CAPÍTULO III FUNDAMENTOS LEGALES DE LA MEDIDA DE PROTECCIÓN DE


COLOCACIÓN FAMILIAR O EN ENTIDAD DE ATENCIÓN
......................................................................................................................................

CAPÍTULO IV CAUSAS TIPIFICADAS QUE DETERMINAN LA TEMPORALIDAD


DE LA MEDIDA DE PROTECCIÓN DE COLOCACIÓN FAMILIAR O EN ENTIDAD
DE ATENCIÓN
......................................................................................................................................

CAPÍTULO V DISCRECIONALIDAD DEL JUEZ EN EL DICTAMEN Y REVISION


DE LA MEDIDA DE PROTECCIÓN DE COLOCACIÓN FAMILIAR O EN ENTIDAD
DE ATENCIÓN
......................................................................................................................................

CONCLUSIONES
......................................................................................................................................
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
......................................................................................................................................
ÍNDICE DE CUADROS

Pág.

CUADRO N° 01 Operacionalización de las Variables...................................................

CUADRO N° 02 Expedientes por Medida de Protección de Colocación Familiar o en


Entidad de Atención.........................................................................................................

CUADRO N° 03 Causas de Procedencia de la Medida de Protección de Colocación


Familiar o en Entidad de Atención...................................................................................

CUADRO N° 04 Revisión- Modificación- Revocatoria e Interrupción de la Medida de


Protección de Colocación................................................................................................

CUADRO N° 05 Revisión de la Medida de Protección en Entidad de Atención...........

CUADRO N° 06 Revisión y duración de la Medida de Protección de Colocación


Familiar ...........................................................................................................................

CUADRO N° 07 Revisión y duración de la Medida de Protección de Colocación en


Entidad de Atención.........................................................................................................
INDICE DE GRÁFICOS

Pág.

GRÁFICO N° 01 Causas de Procedencia de la Medida de Protección de Colocación


Familiar o en Entidad de Atención...................................................................................

GRÁFICO N° 02 Revisión de la Medida de Protección de Colocación Familiar o en


Entidad de Atención.........................................................................................................

GRÁFICO N° 03 Tiempo de la Medida de Protección de Colocación Familiar o en


Entidad de Atención.........................................................................................................
INDICE DE ANEXOS

Pág

ANEXO N° 1 Lista de Cotejo .....................................................................................

ANEXO N° 2 Entrevista Semi-Estruturada.................................................................


15
INTRODUCCIÓN

La Convención Sobre los Derechos del Niño, en lo adelante CIDN aprobada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en Noviembre de 1989 y ratificada por
Venezuela en 1990, trajo consigo una serie de modificaciones en el tratamiento de la
infancia, sustituyéndose la Doctrina de Situación Irregular por la Doctrina de Protección
Integral, siendo su punto central el reconocimiento a los niños, niñas y adolescentes
como sujetos de derechos, el interés superior de estos, la prioridad absoluta, la
participación y el rol fundamental de la familia como garantías de los derechos de los
niños, niñas y adolescentes.

La CIDN, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) y la


Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA) 2007,
establecen mecanismos de protección a las familias como asociación natural de la
sociedad y espacio fundamental para el desarrollo integral de los niños, niñas y
adolescentes y prevé el derecho de los mismos a vivir, ser criados o criadas y a
desarrollarse en el seno de su familia de origen y sólo cuando ello sea imposible o
contrario a su interés superior, tendrán derecho a una familia sustituta, de conformidad
con la ley, todo en atención a los principios de la Doctrina de Protección Integral.

La familia sustituta es considerada como toda aquélla que no siendo familia de


origen, acoge por decisión judicial, a un niño, niña o adolescente privado permanente o
temporalmente de su entorno familiar, bien por carecer de progenitores, se encuentren
estos afectados en la titularidad de la Patria Potestad o Responsabilidad de Crianza,
comprendiendo las modalidades: colocación familiar o en entidad de atención, la tutela
y la adopción, tal como lo señala la LOPNNA, siendo el objetivo general de la presente
investigación, realizar un análisis de los aspectos fundamentales de la temporalidad de
la medida de protección de colocación familiar o en entidad de atención, como una de
las formas de manifestación de la familia sustituta.

Se plantean como objetivos específicos referidos a la medida de colocación


familiar o en entidad de atención, revisar sus fundamentos doctrinales, precisar sus
bases legales, las causas tipificadas en la LOPNNA para determinar la temporalidad
de la medida, así como los aspectos relacionados a la discrecionalidad del juez en el
dictamen de la medida y revisión.
Se realiza la indagación de algunos antecedentes Internacionales y Nacionales
relacionados de forma directa como indirectamente con el objeto general de la
presente investigación, y autores como (Gamarra, 2013) desarrolló un estudio titulado
“El Interés Superior del Niño y Adolescente en la Adopción Internacional en el Perú”,
con el propósito de conocer acerca de la necesidad de contar con un sistema adecuado
de protección a los niños y adolescentes, (Del Valle, 2009), llevó a cabo la
investigación titulada “El Acogimiento Familiar en España. Implantación y Retos
Actuales, por su parte (Molina, 2006) realizó trabajo sobre “La Figura de Familia
Sustitutas dentro del Ordenamiento Jurídico Guatemalteco, como una opción para la
Restitución del Derecho a una Familia a Niños, Niñas y Adolescentes con necesidad de
Colocación Familiar”.

Asimismo (Del Rosario, 2009), llevó a cabo una investigación titulada, “Análisis de la
Discrecionalidad en el Decreto de Medidas Preventivas por Jueces de Protección del
Niño, Niña y Adolescente en Venezuela”, (Gámez, 2008) desarrolló una investigación
denominada “Análisis de las medidas preventivas como mecanismo para la disminución
de la violencia al niño y al adolescente en el marco de la Legislación Venezolana y por
último (Perfeti, 2007), con la investigación titulada “Situación de Niños y Niñas que se
encuentran en Colocación Familiar o Entidad de Atención 2004-2005, con el propósito
de conocer las circunstancias familiares que dan origen a la separación, los criterios con
base a los cuáles, la autoridad judicial toma las decisiones en torno a las medidas de
colocación familiar, o en su haber, de entidad de atención, entre otros antecedentes.

Por otra parte, en cuanto al contenido de la investigación, se encuentra conformada


por las bases teóricas relacionadas directamente con los fundamentos doctrinarios
que sustentan la medida de colocación familiar o en entidad de atención, tales como: la
Doctrina de Protección Integral, el Sistema de Protección con los mecanismos que
hacen posible su eficacia, vale decir, Medidas de Protección, Programa, Entidades
entre otros; el Principio de Interés Superior estrechamente vinculado con el derecho a
opinar y ser oído que le asisten a todos los niños, niñas y adolescentes, los cuales
deben ser garantizados por todos los integrantes del Sistema de Protección, en las
decisiones dónde se involucren los derechos de la infancia.
De igual manera, se hace referencia a los fundamentos legales, en los cuales se
sustenta la medida, determinándose la normativa relativa a la definición de familia
sustituta, colocación familia o en entidad de atención, los principios que deben tomar
en cuenta el juez o jueza a los fines de determinar el tipo de familia sustituta que
corresponde en cada caso, así como los requisitos de procedibilidad de la medida de
colocación familiar o en entidad de atención y sus diferentes manifestaciones, así como
la figura de las entregas directas o voluntarias.

Constituyen objetos de la presente investigación, el examinar aspectos


relacionados con las causas tipificadas en la ley que determinan la temporalidad de la
medida de colocación familiar o en entidad de atención a través de sus diferentes
mecanismos, como lo son las figuras de revisión y modificación de la medida, la
interrupción de la colocación familiar y la revocatoria de la colocación familiar como en
la entidad de atención.

Se analiza la actuación de juez de protección y su poder discrecional en el


dictamen y revisión de la medida de colocación familiar o en entidad de atención, en
cuanto al tiempo que aplica para la revisión y seguimiento de las aludidas medidas, lo
que coadyuva a que no se prolongue su vigencia y se garantice de forma
adecuada el derecho de los niños, niñas y adolescentes a permanecer en su entorno
familiar de origen, y en caso de no ser posible su reintegro, a una familia de
conformidad con la ley.

En otro orden, se ameritó la revisión bibliográfica, además implicó el traslado al


Circuito Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción
Judicial del Estado Zulia, con sede en Cabimas, a los fines de recabar la información
necesaria de los expedientes, con la condición de sentenciados por medida de
protección de colocación familiar o en entidad de atención, durante el período 2010 al
2012, enmarcando la investigación como descriptiva, de campo, cuya presentación de
los resultados se desarrollan bajo un esquema cuantitativo. Finalmente se precisan las
conclusiones y recomendaciones, además de establecer las Referencias Bibliográficas.
18
CAPITUL0 I

CONSIDERACIONES GENERALES DE LA MEDIDA DE PROTECCIÓN DE


COLOCACIÓN FAMILIAR O EN ENTIDAD DE ATENCIÓN

En el presente trabajo de investigación, se desarrollan los contenidos teóricos


referidos a la medida de colocación familiar o en entidad de atención, sus
fundamentos doctrinales y legales, estableciendo su conceptualización y requisitos de
procedencia en sus diferente modalidades, las causas que tipifica la LOPNNA para
determinar la temporalidad de la medida, así como los elementos que configuran la
discrecionalidad del juez en el dictamen de la medida y su revisión, aspectos todos de
importancia en la aplicación de la aludida medida .

1.1. Doctrina de Protección Integral

Necesariamente para comprender a cabalidad los fundamentos doctrinales de la


institución de protección de colocación familiar o en entidad de atención, se requiere
partir de la noción de Derecho y en este sentido como indican, Abramovich y Pautassi,
existen numerosas acepciones y denominaciones en relación con el hecho de ser
portador de un derecho.

En líneas generales, señalan los autores, se trata de una pretensión justificada


jurídicamente, que habilite a un ciudadano o ciudadana, para hacer o no hacer algo, y a
la vez, puede reclamar a terceros que hagan o no hagan algo. Es decir, existe una
norma jurídica que le otorga a una persona una expectativa positiva –de acción- y una
negativa –de omisión- creando al mismo tiempo sobre otros sujetos obligaciones y
deberes correlativos (Abramovich, y Pautassi, 2009).

Por su parte, Pautassi, explica que son numerosas las características constitutivas
de un derecho, pero adquiere centralidad la posibilidad intrínseca de dirigir un
reclamo ante una autoridad independiente del obligado –habitualmente un juez–
para que haga cumplir la obligación o imponga reparaciones o sanciones por
el incumplimiento.
19
Esta característica como explica la citada autora, se denomina “justiciabilidad o
exigibilidad judicial”, y supone una garantía del cumplimiento de las obligaciones que se
desprenden del derecho de que se trate. Por ende, el reconocimiento de derechos
impone la creación de acciones judiciales o de otro tipo, que permitan al titular del
derecho reclamar frente a una autoridad judicial u otra con similar independencia, ante
la falta de cumplimiento de su obligación por parte del sujeto obligado (Pautassi, 2012).

A este respecto, (Abramovich y Courtis, 2002), describen dos tipos de derechos,


a saber:

 Los derechos individuales o también denominados “derechos de primera


generación”, que se encuentran reconocidos e incluidos en las constituciones políticas
modernas, definidos como aquellas libertades y garantías de los ciudadanos y que
definen a su titular a priori. Entre otros, podemos mencionar el derecho a expresar las
ideas propias; a profesar una religión, a comerciar, a ejercer el derecho a voto. En este
grupo se incluyen los derechos civiles y políticos.

 Los derechos colectivos, son los derechos económicos, sociales y culturales,


usualmente considerados “derechos de segunda generación” e incluidos posteriormente
también en las constituciones políticas, cuya principal diferencia con los anteriores es
que no se encuentra su titular identificado a priori y por ello refieren al derecho a la
educación, al derecho a recibir una alimentación adecuada, al derecho al trabajo en
condiciones dignas, al derecho a la salud, entre otros.

Esta distinción entre tipos de derechos, no confiere argumentos para objetar el


mismo valor a ambos, por cuanto no existen desde el punto de vista de la doctrina
como señala (Gargarella, 2005), fundamentos para hacer tal distinción entre unos y
otros derechos, y sobre las cuales se basa un status jurídico disímil que se les adjudica,
y en este sentido, ambos, deben considerarse tan “operativos” o tan “ideales” como los
mismos derechos individuales. Es decir, constituyen una obligación jurídica y no una
mera manifestación de buena voluntad política, con prerrogativas para los particulares y
obligaciones para el Estado y sus instituciones.
20
Consecuentemente, el incorporar el debate de la doctrina del enfoque de
derechos, exige el reconocimiento de una relación directa existente entre el derecho, el
empoderamiento de sus titulares, es decir, los ciudadanos y las ciudadanas, las
obligaciones correlativas y las garantías, todo lo cual, conjuga en una potencialidad que
puede actuar como una forma de garantizar situaciones que tiendan a la equidad en el
marco de situaciones sociales marcadamente desiguales como las que se han
perpetrado en América Latina, al punto tal que en la actualidad es el continente más
desigual del mundo. Precisamente la perspectiva de derechos, impacta esencialmente
en la fijación de un marco conceptual para el desarrollo de políticas públicas que
puedan considerarse compatibles con la noción de derechos.

En este orden de ideas, la Doctrina de la Protección Integral opera como


ordenadora de las relaciones entre la infancia y el Estado con sus instituciones,
estructurando su normativa a partir del reconocimiento de derechos y deberes
recíprocos, siendo como sostiene el autor, (Do Amaral Silva, 2001) sumamente
respetuosa de la relación niño-familia, enfatizando el papel de las políticas sociales
básicas y de protección y limitando la intervención tutelar del Estado a una última
instancia, cuando se supone que han fallado los esfuerzos de la familia y los programas
generales. De este modo, el enfoque de los derechos humanos, permite organizar
desde una perspectiva diferente las políticas públicas de infancia teniendo en cuenta los
intereses de la niñez y su participación en la sociedad.

En tal sentido, un sistema de protección integral está conformado por todos


aquellos organismos, entidades y servicios que diseñan, planifican, coordinan, orientan,
ejecutan y supervisan las políticas públicas, en todas las instancias: nacional, provincial
y municipal, que están destinados a la promoción, prevención, asistencia, protección,
resguardo y restablecimiento de los derechos de niños, niñas y adolescentes y
fundamentalmente por sus interrelaciones.

Por ello, se hace necesario como afirma (Pautassi, 2012 p. 283)...“pensar en una
multiplicidad de actores relacionados. El conjunto de interacciones que se estructuran y
fluyen en torno a corresponsabilidades que tiene todos los actores es lo que permite
hablar de sistema”.
21
Todo este conjunto de reflexiones en torno a la doctrina, dio paso del modelo de la
situación irregular, al de protección integral a partir de la CIDN, que implica el
reconocimiento de los niños, niñas y adolescentes como sujetos plenos de derechos,
reconociéndoles una gama de derechos en los ámbitos civil, político, económico, social
y cultural hasta los 18 años. Esto implica que en todas las acciones relacionadas con
los niños, sean emprendidas por instituciones sociales públicas o privadas, tribunales,
autoridades administrativas o cuerpos legislativos, los intereses de los niños, niñas y
adolescentes serán de importancia primordial.

En este sentido, la Doctrina de la Protección Integral dejó al descubierto los


problemas de legalidad de las intervenciones tutelares y su impronta de
“criminalización” de la pobreza, dejando a atrás la noción de “menores vulnerados” sino
en todo caso de vulneración de derechos, que comprende e incluye a todos los niños,
niñas y adolescentes por igual, en cuanto “sujetos de derechos” (Cárcova, 2001).

Ciertamente como explica el mencionado autor, el carácter universal de la Doctrina


de la Protección Integral, se refleja en la participación, suscripción y ratificación por más
de 191 países, quienes se comprometieron a adecuar su legislación
a los principios y derechos que ésta consagra. Se trata de un marco jurídico
vinculante a cuestiones fundamentales relacionadas con los niños, niñas y
adolescentes y la familia.

Es importante resaltar, que la doctrina constituye una conquista muy importante en


el campo de la niñez, poniendo de manifiesto una nueva toma de conciencia frente a la
grave desprotección y violación de los derechos de los niños, que se observa en el
mundo, cuya aprobación representa la culminación, como se señala, de un largo
proceso iniciado en 1924 con la Declaración de Ginebra, y continuado con la
Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 y la Declaración Universal de
los Derechos del Niño por las Naciones Unidas de 1959.

Continuando la idea, se acota que el 20 de noviembre de 1989, fecha del trigésimo


aniversario de la Declaración de los Derechos del Niño, la Asamblea General de las
Naciones Unidas en Nueva York, aprobó unánimemente la CIDN, la cual demandó un
proceso de 10 años de reflexión y de consulta (Laje y Cristini, 2010).
22
Se crea así un espacio de críticas, al sistema tutelar de menores y al sistema
jurídico que lo sustentaba, y en este orden de ideas, tal como expresan Laje y Cristini,
siguiendo la CIDN, transforma aquel niño, niña y adolescente, objeto de protección y
control, en sujeto de una amplia gama de derechos y libertades; aclara el significado de
prácticamente todos los derechos humanos para los niños, niñas y adolescentes;
establece un Comité Internacional de Expertos especializados en los derechos del niño,
con nuevas competencias para la promoción de tales derechos, como para el control en
la aplicación de la CIDN (Laje y Cristini, 2010).

Es importante señalar en esta materia, que se sustituye la categoría “menor” por la


de “niños y adolescentes” como una categoría más amplia e incluyente. Plantea un
nuevo rol del Estado, de un Estado asistencialista y paternalista a un Estado articulador,
con el deber y compromiso de promover, promocionar y articular la participación de la
comunidad, de organismos gubernamentales y no gubernamentales y de los jóvenes.

En tal sentido la CIDN, no puede considerarse en palabras de (Entelman, 2001 p.


423),...“un texto meramente declarativo, una declaración de buenas intenciones, sino
que es un compromiso asumido por los Estados parte...” para adoptar, tal como se
señala en el Artículo 4 de la CIDN:

Todas las medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar


efectividad a los derechos reconocidos en la presente Convención. Respecto
de los derechos económicos, sociales y culturales, los Estados parte
adoptarán estas medidas hasta el máximo de los recursos de que dispongan
y cuando sea necesario dentro del marco de la cooperación internacional.
(ONU, 1990).
23
Partiendo de lo expresado, el fundamento central de toda política destinada a la
expansión de los derechos previstos en la Doctrina de Protección Integral, consiste en
establecer los mecanismos para garantizarlos, impidiendo que sean violados, con una
nueva percepción de la misma, y al respecto (Bolaños, 2006), señala que mas allá de
las normas que señala la Doctrina, la misma encierra una filosofía de pensamientos,
destinada a abordar estructuralmente todo cuanto es necesario en el área de la
infancia, teniendo como fundamentos un conjunto de principios de naturaleza jurídica
sistemáticamente articulado, de manera que se logre un modelo social, político,
jurídico que respete los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes
como sujetos de derecho y con una marcada orientación garantista.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, elaborada por la


Asamblea Nacional Constituyente y aprobada mediante la consulta popular en fecha
15-12-1999, según gaceta Oficial Nº 5. 453, en su Capítulo V, referente a los “Derechos
Sociales y de las Familias”, aborda lo relacionado a los derechos de los niños, niñas y
adolescentes, acogiendo los principios, sobre los cuales se erige la Doctrina de
Protección Integral, desarrollando el contenido esencial de la CIDN.

Específicamente, los Artículos 75 y 78 de la carta magna, resultan esenciales toda


vez que en ellos se establecen los principios básicos que prevalecen, en cuanto a la
forma y manera en que debe ser concebida la protección de los derechos de los niños,
niñas y adolescente, basamento de la nueva Doctrina de Protección Integral que
sustituye la Doctrina de la Situación Irregular, en tal sentido se señala lo siguiente:

La Constitución acoge expresamente y desarrolla los principios y el


contenido esencial de la Convención sobre los Derechos del Niño a saber: a)
Los niños, niñas, y adolescentes como sujetos plenos de Derecho y como
ciudadanos y ciudadanas. b) El papel fundamental y prioritario de las familias
en la vida de los niños, niñas y adolescentes. c) La corresponsabilidad del
Estado, las familias en la vida de los niños, niña y adolescente. d) La
corresponsabilidad del Estado, las familias y la sociedad en la protección
integral de la infancia y la adolescencia. e) Los principios del Interés Superior
del Niño y de la Prioridad Absoluta. f) La creación de un sistema de
protección integral de carácter descentralizado. (Cornieles, 2001 p.39).
24
En tal sentido, el Artículo 78 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, establece:

Los Niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derechos y estarán


protegidos por la legislación, órganos y tribunales especializados, los cuales
respetarán, garantizarán y desarrollaran los contenidos en esta Constitución,
la ley, la Convención sobre los Derechos del Niño y demás tratados
internacional que en esta materia haya suscrito y ratificado la República. El
Estado, las familias y la sociedad, asegurarán, con prioridad absoluta,
protección integral, para lo cual se tomará en cuenta su interés superior en
las decisiones y acciones que les conciernan. El Estado promoverá su
incorporación progresiva a la ciudadanía activa y crearán un sistema rector
nacional para la protección integral de los niños, niñas y adolescentes.
(Asamblea Nacional, 1999).

La norma transcrita, reconoce la jerarquía constitucional de la CIDN,


contemplando así los principios fundamentales de la Doctrina de la Protección Integral,
señalando los siguientes aspectos: Los niños, niñas y adolescentes como sujetos
plenos de derecho, el interés superior, la prioridad absoluta, el papel fundamental y
prioritario de las familias en la vida de los niños, niñas y adolescentes y la
corresponsabilidad del estado, las familias y la sociedad en la protección integral de la
infancia y la adolescencia.

Asimismo, la LOPNNA, promulgada según Gaceta Oficial Nº 5.266, de fecha 02-


10-1998, y con vacatio legis desde esa fecha hasta el 01-04-2000, fecha en la cual
entró en vigencia, sufriendo su primera reforma según Gaceta Oficial Nº 5.859
Extraordinario, de fecha 10-12-2000, desarrolla los principios fundamentales de la CIDN,
particularmente la Doctrina de la Protección Integral, mediante la cual se garantiza a todos
los niños, niñas y adolescentes el disfrute pleno y efectivo de sus derechos, sin ningún tipo
de discriminación, y con la concurrencia o participación entre la familia, el estado y la
sociedad, a través del principio de corresponsabilidad, con prioridad absoluta, que no es
más que el trato preferencial en todos los niveles y ámbitos en el que el interés de los
niños, niñas y adolescentes así lo exijan, principios fundamentales que sustentan la
Doctrina de Protección Integral.

En este orden, se puede definir la Doctrina de Protección Integral:


25
Como el conjunto de acciones, políticas, planes y programas, que con
prioridad absoluta, se dictan y ejecutan desde el Estado, con la firme
participación y solidaridad de la familia y la sociedad, para garantizar que
todos los niños, niñas y adolescentes, gocen de manera efectiva y sin
discriminación, de los derechos humanos a la supervivencia, al desarrollo y
la participación, al tiempo que atiende las situaciones especiales en que se
encuentran los niños individualmente considerados, o determinado grupo de
niños que han sido vulnerados en sus derechos. (Buaiz, 2000 p. 14).

Por ello, se considera la Doctrina de la Protección Integral como producto en gran


medida de la CIDN, la cual favoreció la elaboración de instrumentos legales nacionales
para tutelar de modo más directo los intereses de los niños, niñas y adolescentes,
amplía la esfera de los derechos a proteger, dotándolos de contenido más concreto, y
les reconoce la condición de sujetos activos de derechos, otorgándole intervención en
todos aquellos asuntos que interesan a su propia vida y a su destino, teniendo en este
contexto, que los mismos son titulares de todos los derechos fundamentales de la
persona humana, pues éstos son derechos humanos del mismo, y se distinguen a los
derechos humanos de adultos

1.2. Sistema de Protección

La efectividad en materia de políticas de Protección Integral de los Derechos de


Niños, Niñas y Adolescentes, no puede descansar solamente, en la recepción
normativa de los derechos, sino que deben además los Estados prever el diseño y
ejecución de mecanismos que garanticen la efectividad de los mismos, por cuanto se
requiere como afirma Pautassi:

Una protección real, tangible, una continuidad y coherencia entre los


derechos declarados y los mecanismos jurídicos para asegurar su protección
y cumplimiento, para que se transformen en una vivencia que acompañe a
los niños, niñas y adolescentes en su vida cotidiana. (Pautassi, 2012 p. 284).
26
Debe en consecuencia, crearse organismos que como instancias del Estado,
garanticen la aplicación de la norma para que los mecanismos previstos favorezcan el
proceso de denuncia, reclamo y sanción cuando los derechos de niños, niñas y
adolescentes sean conculcados. En otras palabras, se requiere de una política social
que consolide los espacios de control y los canales para el restablecimiento de los
derechos cuando estos son afectados.

El objetivo de la LOPNNA, como establece su articulado, específicamente en su


Artículo 1º, consiste en garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes que se
encuentren en el territorio nacional, el ejercicio y disfrute pleno y efectivo de sus derechos
y garantías. Sin embargo, como expresan (Laje y Cristini, 2010), de nada vale consagrar
derechos y darles contenido, sin crear los mecanismos efectivos y eficientes para
garantizarlos, siendo así como la ley concibe el denominado Sistema de Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes, definido en el Artículo 117 de la LOPNNA como:

“El conjunto de órganos, entidades y servicios que formulan, coordinan,


integran, orientan, supervisan, evalúan, controlan las políticas, programas y
acciones de interés público a nivel nacional, estadal y municipal, destinadas
a la protección y atención de todos los niños y adolescentes y establecen los
medios a través de los cuales se asegura el goce efectivo de los derechos y
garantías y el cumplimiento de los deberes establecidos en la Ley. (Asamblea
Nacional, 2007).

Ciertamente, sólo mediante políticas, programas y acciones formuladas,


coordinadas, supervisadas y ejecutadas por los actores del sistema, es que se logrará
dar efectivo cumplimiento a los derechos de los niños, niñas y adolescente, cuya
construcción obedeció a cinco (5) criterios a saber: integralidad, eficacia,
participación/articulación, descentralización y redistribución de las funciones judiciales;
los cuáles siguiendo a (Morais, 2000), se explican de la siguiente forma:

La Integralidad: El estado tiene el deber de garantizar tanto los derechos


colectivos y difusos como los derechos individualmente amenazados o violados, a los
niños, niñas y adolescentes sin ningún tipo de discriminación, privilegiándose la
protección social a través de la implementación de políticas públicas destinadas a
garantizar derechos básicos de niños, niñas y adolescentes, de forma prioritaria.
27
La Eficacia: Consiste en reconocer a los niños, niñas y adolescentes como sujetos
de derecho, por lo que el estado se encuentra obligado a crear mecanismos efectivos en
pro de la defensa y garantía de sus derechos individuales, colectivos y difusos. De allí que
existan, actores, instancias, órganos, estrategias y procedimientos tanto en el ámbito
administrativo como judicial, un sistema de medidas sancionatorias para quienes siendo su
obligación, no garanticen, amenacen o violen esos derechos; así como mecanismos que
prevean recursos económicos necesarios para brindar la protección integral.

La Participación-articulación: Consiste en la responsabilidad concurrente de


garantizar derechos por parte de la familia, el Estado y la comunidad, a través de la
corresponsabilidad que se le otorga a estos entes, de allí que a través de este
principio se definen los roles del estado, la familia y la sociedad.

Se define los roles y la modalidad de participación de cada uno de los


actores, tanto en la toma de decisiones como en las acciones destinadas a
ejecutarlas y en el control de las mismas; diseña una estructura
administrativa y judicial coherente, articulada, integrada por entidades
gubernamentales y no gubernamentales, planificadoras, coordinadoras,
deliberativas, contraloras y ejecutoras para crear una red eficiente de
atención, defensa y garantía de los derechos del niño, niña y adolescente
(Morais, 2000, p. 68).

Descentralización: No es más que la transferencia de poder, autoridad y recursos


del gobierno central a los municipios, toda vez que una forma más efectiva
de resolver los problemas de la infancia, consiste precisamente en la posibilidad de
resolver los conflictos en su ámbito local, sin la necesidad de tener que trasladarse a
otras instancias.

Redistribución de las funciones judiciales: El sistema tiene como norte dejarle


al juez solo los conflictos de índole jurídico, por lo que los conflictos sociales se harán a
través de otros organismos dispuestos para ello.
28
Por su parte, (Nevado, 2004) establece que el Sistema de Protección debe
enmarcarse dentro de una nueva concepción, y dado el principio de corresponsabilidad,
debe propiciarse manera que su gestión no sea sólo de un grupo de personas, sino que
se logre democratizar, de manera que la misma sea más eficiente, buscando el
bienestar a través de estrategias eficaces y concertadas que permitan la protección en
el ámbito de los derechos e los niños, niñas y adolescentes. Asimismo (Nevado, 2004
p. 208 ) señala, “Este sistema tiene, el gran reto de transformar las estructuras de la
sociedad venezolana como mandato explícito de la Convención Sobre los Derechos del
Niño (CIDN) y como deuda mora con nuestros ciudadanos más pequeño”.

1.3. Mecanismos del Sistema de Protección

Al hacer referencia a los medios con los que cuenta el Sistema de


Protección para cumplir con sus objetivos, el Artículo 118 de la LOPNNA señala,
lo siguiente:

“Para el logro de sus objetivos, el Sistema Rector Nacional para la Protección


Integral de Niños, Niñas y Adolescentes cuenta con los siguientes medios: a)
Políticas y programas de protección y atención b) Medidas de protección. c)
Órganos administrativos y judiciales de protección. d) Entidades y servicios
de atención. e) Sanciones. f) Procedimientos. g) Acción judicial de
protección. h) Recursos económicos” (Asamblea Nacional, 2007).

De igual forma, los Artículos 123 y 124 de la LOPNNA, definen y especifican de


forma enunciativa los programas, como “…el plan desarrollado por personas
naturales, jurídicas o entidades de atención, con el objeto de proteger, atender,
capacitar, fortalecer los vínculos familiares, lograr la inserción social, entre otros,
dirigidos a garantizar los derechos de los niños, niñas o adolescentes” (Asamblea
Nacional, 2007).

De nada vale establecer derechos, si no se cuenta con los mecanismos


pertinentes o vías idóneas para garantizarlos, por lo que las políticas
y programas destinados a la protección de los derechos de la infancia,
son esenciales para garantizar la efectividad del sistema de protección, en tal sentido,
se señala:
29
“Los programas son la esencia misma del Sistema. No será arriesgado
afirmar que sin programas, no habrá un Sistema eficiente, porque es través
de ellos que se concretan todas las decisiones que se tomen para garantizar
el efectivo cumplimiento de los derechos de niños y adolescentes”
(Morais, 2000 p. 70).

En cuanto a las Entidades de Atención, el Artículo 181 de la LOPNNA, señala:

Las entidades de atención son instituciones de interés público que ejecutan


proyectos, medidas y sanciones. Estas pueden ser constituidas a través de
cualquier forma de organización o asociación pública, privada o mixta, que
permita la ley. Las entidades, de atención, creadas por organismos del sector
público, son públicas, a los efectos de esta ley. Las entidades de atención del
Sistema Rector Nacional para la Protección Integral de Niños, Niñas y
Adolescentes sólo ejecutan las medidas de abrigo y colocación, las cuales
son dictadas por autoridad administrativa o judicial, según sea el caso.

A su vez, las entidades de atención del Sistema Penal de Responsabilidad del


Adolescente sólo ejecutan la sanción socioeducativas de semi-libertad y privación de
libertad, dictada por la autoridad competente (Asamblea Nacional, 2007).

Del mismo modo, Moreno (2001, p.141) señala al respecto, “son instituciones en
la medida en que un grupo de ciudadanos y ciudadanas decidieron organizarse o
asociarse en forma pública, privada o mixta, para lo cual cumplieron con todos los
requerimientos exigidos por la Ley”. El papel o rol de las entidades de atención es
fundamental dentro del Sistema de Protección, ya que son responsables de concretar,
con el apoyo de la familia y el estado, la protección a través del diseño, ejecución,
evaluación e implementación de los programas, medidas y sanciones previstas
en la ley.

Por otra parte, la LOPNNA dispone, en su Título III, Capítulo III, lo relativo a las
medidas de protección, definidas específicamente en el Artículo 125, el cual establece
que las medidas de protección “son aquellas que impone la autoridad competente
cuando se produce en perjuicio de uno o varios niños, niñas o adolescentes
individualmente considerados, la amenaza o violación de sus derechos o garantías, con
el objeto de preservarlos o restituirlos” (Asamblea Nacional, 2007).
30
De manera que, las medidas de protección, como uno de los mecanismos
para hacer efectivo el sistema de protección, son consideradas como
todas aquellas órdenes que impone la autoridad competente, cuando hay
violaciones o amenazas de derechos individuales de niños, niñas o adolescentes
(Morais, 2000).

Las Medidas de Protección, son consideradas como todas aquellas que impone la
autoridad competente cuando se produce en perjuicio de uno o varios niños, niñas o
adolescentes individualmente considerados, la amenaza o violación de sus derechos
o garantías, con el objeto de preservarlos o restituirlos, y van dirigidas a la sociedad,
particulares, progenitores, representantes, responsables o de la propia conducta del
niño, niña o adolescente, señalando: el abrigo, la colocación familiar y la adopción
(Olivier, 2013).

Dada las consideraciones anteriores, el Sistema de Protección, para cumplir con


su cometido, que no es otro que garantizar los derechos de los niños, niñas y
adolescentes, cuenta con una serie de mecanismos, entre los cuales merecen
destacar, los programas y las entidades de atención, materializada dicha protección a
través de las medidas de protección, que han sido diseñadas en el ordenamiento
jurídico para contrarrestar las posibles amenazas o violaciones de los derechos y
garantías de los niños, niñas y adolescentes.

1. 4. El Principio del Interés Superior del Niño

El principio del Interés Superior del Niño, puede considerarse como el reflejo del
carácter integral de la CIDN y su importancia reside en que como principio absoluto,
presenta concordancia vinculante con la Doctrina de Derechos Humanos, por cuanto
considera que niños, niñas y adolescentes son parte de la humanidad y sus derechos
no se ejercen separados o de manera contraria al de otras personas.

Se debe señalar, que no es un principio ex–novo, ya que aparece en la


Declaración de los Derechos del Niño, cuando señala su Artículo 2…“Al promulgar
leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el Interés
Superior del Niño” (ONU, 1959), y que en la CIDN, aparece de igual forma, enunciado.
31
Se trata, como bien afirma, (Do Amaral Silva, 2001), de un principio hermenéutico
que implica la obligación de satisfacer los derechos y en este sentido, funciona como
garantía, en cuanto es un vínculo normativo idóneo para asegurar la efectividad a los
derechos subjetivos, aunado al derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo.

El Interés Superior del Niño, es un principio que se encuentra enunciado, en el


Artículo 3° de la CIDN, en los siguientes términos:

“En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones
públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que
se atenderá será el Interés Superior del Niño" (ONU, 1990).

Según (Buáiz, 2000 p. 16), "...consiste en un principio jurídico-social de aplicación


preferente en la interpretación y práctica social de cada uno de los derechos humanos
de los niños y adolescentes". Se podría decir que este interés tiene un efecto limitante
en la potestad discrecional de los entes mencionados en la disposición, en el sentido
de que al momento de tomar decisiones deberán primero medir las consecuencias para
el bienestar del niño.

Este principio, igualmente forma parte de las disposiciones Directivas de la


LOPNNA, de acuerdo con lo establecido en el Artículo 8°, según el cual, es un principio
rector para la aplicación e interpretación de la Ley, de obligatoria observancia en la
toma de decisiones concernientes a los niños, niñas y adolescentes, con la finalidad de
garantizar su desarrollo integral, así como el pleno disfrute de sus derechos (Asamblea
Nacional, 2007).

De allí, que como principio rector, debe necesariamente ser considerado como
criterio esencial al momento de interpretar y aplicar el articulado de la Ley extensible a
todas aquéllas normas, decisiones, instituciones, planes y políticas que conciernan a
los niños, niñas y adolescentes.

Conforme al literal (a), del Parágrafo Primero del artículo bajo análisis, para
determinar el Interés Superior de Niños, Niñas y Adolescentes, en situaciones
concretas, se deberá apreciar la “opinión de los niños, niñas y adolescentes”
(Asamblea Nacional, 2007).
32
Se hace necesario hacer un alto, para resaltar la importancia de esta disposición,
toda vez que ha sido la excepción, y no la norma, permitir a los niños, niñas y
adolescentes expresar libremente qué opinan, piensan y sienten acerca de
determinados asuntos que afectan de manera notable su vida en los diversos ámbitos;
no es exagerado afirmar, que es incalculable el daño que puede causarse a un niño,
niña o adolescente cuando se toman decisiones de gran importancia para su vida
presente y futura sin consultar su parecer.

Igualmente se aprecia, un sentido de equilibrio entre los derechos y garantías de los


niños, niñas y adolescentes, y sus deberes; el bien común; y los derechos de otras
personas. No obstante, el parágrafo segundo del citado artículo, establece que en caso de
conflicto entre los derechos de los niños, niñas y adolescentes y otros derechos e intereses
legítimos, prevalecerán los primeros. Este principio también fue incorporado en la
Constitución, al establecer en su Artículo 78, que el Estado, las familias y la sociedad,
deberán tomar en cuenta el interés superior de los niños, niñas y adolescentes, al momento
de tomar decisiones y acciones que les conciernan a éstos (Asamblea Nacional, 1999).

El Artículo 80 ejusdem, se encuentra íntimamente relacionado con el ejercicio del


principio del Interés Superior, ya que establece las pautas para el ejercicio del derecho
a opinar y a ser oído, es decir, que esa opinión sea tomada en cuenta en función de su
desarrollo, y el cual debe ser ejercido de forma personal y directo, por parte del niño,
niña o adolescente del que se trate, salvo la limitación, que sea contrario al interés
superior del mismo, en cuyo caso, se ejercerá por medio de sus padres o
representantes (Asamblea Nacional, 2007).

Asimismo, del contenido del citado artículo, se infiere que cuando se requiera la
comparecencia del niño, niña o adolescente a los fines de escuchar su opinión,
deberán cumplirse ciertas condiciones cónsonas con su situación personal y desarrollo,
edad, etc., a la vez que se exige, en el caso de niños, niñas y adolescentes con
necesidades especiales, como pudiera ser el caso de la sordomudez, retardo mental,
enfermedad, etc., la garantía de contar con la asistencia de profesionales en el área de
necesidad, o que tengan con el mismo, una especial relación de confianza que permita
recabar su opinión de manera fidedigna y objetiva.
33
Por otra parte, la LOPNNA en cuanto a la forma de ponderar dicha opinión, la
misma será vinculante, sólo si la ley lo establece. Y por otro lado, por tratarse de un
derecho, su ejercicio es libre, por lo que el niño, niña o adolescente no debe ser
constreñido a opinar, especialmente cuando se trate de procedimientos administrativos
y judiciales (Asamblea Nacional, 2007).

Dado lo anterior, cuando se habla del principio del Interés Superior del Niño, no
se hace referencia a lo que es más conveniente para el niño, o lo que el juez
considera mejor para la vida de los mismos, significa simplemente decidir sobre los
derechos humanos que les asiste, y debe prevalecer en su aplicación una serie de
parámetros que están por encima de otros intereses inclusive de igual rango, ni el
interés de los padres, ni la sociedad o del Estado pueden ser considerados prioritarios
por encima de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. La Sala Constitucional
a través de todas sus jurisprudencia ha sido pacifica en la aplicación de este Principio,
el cual ha prevalecido para la solución de la complejidad de las situaciones que
involucran a los niños, niñas y adolescentes (Zuleta de Merchan, 2012).

En razón de todo lo anterior, se puede concluir que el Principio del Interés


Superior del Niño, es un criterio de obligatorio cumplimiento para las familias, la
sociedad y el Estado en la toma de todas las decisiones donde se involucren los
derechos de los niños, niñas y adolescentes, teniendo como norte que dichas
decisiones sean las más convenientes para el desarrollo integral de los mismos.

1.5. Conceptualización, modalidades y Requisitos de Procedencia de la Medida de


Protección de la Medida de Protección de Colocación Familiar o en Entidad de
Atención

Resulta oportuno recordar, lo contemplado en el preámbulo de la CIDN, con


relación al hecho de que los niños, niñas y adolescentes deben permanecer dentro de
su familia de origen, en tal sentido señala:
34
Los Estados parte convencidos de que la familia, como grupo fundamental
de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos
sus miembros, y en particular de los niños, debe recibir la protección y
asistencia necesaria para poder asumir plenamente sus responsabilidades
dentro de la comunidad”. Reconociendo que el niño, para el pleno y
armonioso desarrollo de su personalidad debe crecer en el seno de la familia,
en un ambiente de felicidad, amor y comprensión… (ONU, 1990).

Esto confirma, la importancia que se le otorga a la familia en la crianza y


protección de los niños, niñas y adolescentes y en la necesidad y obligación por parte
de los estados de apoyar a las familias para que puedan asumir a cabalidad con
sus responsabilidades.

En este orden de ideas, merece atención destacar el contenido del Artículo 75 de


la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que prevé la protección de la
familia y lo que debe entenderse por estas, al considerarla... “como asociación natural
de la sociedad y como el espacio fundamental para el desarrollo integral de las
personas.” Asimismo, consagra el derecho de “los niños, niñas y adolescentes a vivir,
ser criados o criadas y a desarrollarse en el seno de su familia de origen”, y solo
cuando sea “imposible o contrario a su interés superior, tendrán derecho a una familia
sustituta, de conformidad con la ley” (Asamblea Nacional, 1999).

De lo anterior se deduce que efectivamente, la constitución reconoce el derecho


de todos los niños, niñas ya adolescentes a vivir, criarse y desarrollarse en el entorno
de su familia de origen, es decir, su familia biológica o consanguínea, y que solo por vía
de excepción, es decir, como último recurso a ser separados, contemplando para estos
casos, la posibilidad de la familia sustituta de conformidad con la ley, como vía de
solución cuando se produce dicha separación.
35
Asimismo la LOPNNA en el Artículo 26, a través de todos sus parágrafos,
establece igualmente, el derecho humano a una familia para todos los niños, niñas y
adolescentes. En tal sentido señala el citado artículo, el deber de proporcionarles a los
mismos…“un ambiente adecuado con condiciones de afecto, seguridad, solidaridad,
esfuerzo común, comprensión y respecto”, que traiga como consecuencia su
“...desarrollo integral”, y a ser separados “excepcionalmente”, cuando su “interés
superior así lo exija” (Asamblea Nacional, 2007).

Asimismo, se infiere del artículo en comento, el carácter excepcional de la


separación, que debe realizarse conforme a ley, es decir el principio de legalidad y el
debido proceso de la “medida de separación” y la prohibición de separar
a grupos de hermanos, la criminalización de la pobreza, así como la obligación
por parte del estado de realizar acciones para la integración o reintegración familiar, la
creación y el mantenimiento de programas y medidas de protección especiales
para los niños, niñas y adolescentes privados de su familia de origen (Asamblea
Nacional, 2007).

De igual manera, el señalado instrumento jurídico, dedica todo un titulo a las


Instituciones Familiares, específicamente el Título IV, el cual trata en su Capítulo III, lo
referente a la familia sustituta, conformada por la colocación familiar o en entidad de
atención, la tutela y la adopción. Se regula en este capítulo, específicamente la figura
de la colocación familiar o en entidad de atención, determinándose su finalidad,
alcance, supuestos bajo los cuales procede y bajo que términos y condiciones debe
ser impuesta por la autoridad competente.

En cuanto a la medida de protección de colocación familiar la misma se presenta


en sus dos singularidades: la colocación familiar propiamente dicha y la colocación en
entidad de atención.

En este orden, señala el Artículo 394 de la LOPNNA:


36
Se entiende por familia sustituta aquélla que, no siendo la familia de origen,
acoge, por decisión judicial, a un niño, niña o adolescente privado
permanente o temporalmente de su medio familiar, ya sea por carecer de
padre y de madre, o porque éstos se encuentran afectados en la titularidad
de la Patria Potestad o en el ejercicio de la Responsabilidad de Crianza.
La familia sustituta puede estar conformada por una o más personas y
comprende las modalidades de: colocación familiar o en entidad de atención,
la Tutela y la adopción. (Asamblea Nacional, 2007).

Por otra parte, el Artículo 126, literal (i) de la LOPNNA, en concordancia con el
Artículo 129 ejusdem, señalan al hacer referencia a los tipos de medidas de protección,
una vez que se ha comprobado la amenaza o violación de uno o varios de los derechos
de niños, niñas y adolescentes individualmente considerados, que la aplicación de la
medida de colocación familiar o en entidad de atención, ha sido atribuida de forma
exclusiva para su imposición al juez o jueza de protección (Asamblea Nacional, 2007).

El Artículo 128 de la LOPNNA, al hacer referencia a la colocación familiar o en


entidad de atención, establece, el carácter temporal de la medida la cual puede
ejecutarse en familia sustituta o en entidad de atención reiterando la competencia para
el órgano jurisdiccional representado en la figura del juez o jueza.

Constituye, pues la temporalidad de la medida un aspecto complementado, de


igual forma en el Articulo 396 de la LOPNNA, al señalar la finalidad de la medida, que
no es otra que conceder la responsabilidad de crianza de un niño, niña o adolescente
de forma temporal y mientras se determine una modalidad de protección permanente
de ser el caso (Asamblea Nacional, 2007).

De manera pues, que el Artículo 396 de la LOPNNA, en cuanto a la temporalidad y


finalidad de la medida, establece lo siguiente:

La colocación familiar o en entidad de atención tiene por objeto otorgar la


Responsabilidad de Crianza de un niño, niña o adolescente, de manera
temporal y mientras se determina una modalidad de protección permanente
para el mismo. La Responsabilidad de Crianza debe ser entendida de
acuerdo a lo dispuesto en el artículo 358 de esta Ley. Además de la
Responsabilidad de Crianza, puede conferirse la representación del niño,
niña o adolescente para determinados actos. (Asamblea Nacional, 2007).
37
Siguiendo a la autora (Barrios, 2002 p. 328), al hacer referencia, a la razón para
confiar la competencia de estas materias a los jueces señala lo siguiente:

La razón para reservar la competencia en estas materias a los jueces y


excluir la vía administrativa, se encuentra en que las mismas conducen a
determinar la persona o personas a quienes se les va a confiar la
responsabilidad de los aspectos más importantes de la vida y de los
intereses de aquellos niños o adolescentes que no disponen de sus
progenitores para velar por ellos y asumir su crianza, la representación
jurídica de sus intereses y la administración de sus bienes.

En virtud de todo lo anterior se define en este trabajo de investigación, que la


colocación familiar prevista en la ley en (sus dos variantes), como la medida de
protección temporal, que bajo la modalidad de familia sustituta, se decide
exclusivamente por vía judicial y que tiene por objeto que un niño, niña o adolescente
privado temporalmente de su familia de origen sea acogido por otra familia.

De tal forma que ante la violación del derecho consagrado en el Artículo 26 de la


LOPNNA, de rango constitucional de conformidad con el contenido del Artículo 75 de la
carta magna, que le asisten a todos los niños, niñas y adolescentes de ser criado y
desarrollarse en su familia de origen, en los casos en que ello sea imposible o contrario
a su interés superior podrá hacerlo en una familia sustituta, entendida la misma en
sentido amplio, de forma temporal, acordada por el juez, concediendo la
responsabilidad de crianza o en otros casos la representación de los niños, niñas y
adolescentes sometidos a dicha medida.

La familia de origen, se encuentra definida en el Artículo 345 de la LOPNNA,


concibiendo la misma como aquella,...“integrada por el padre y la madre, o por uno de
ellos y sus descendientes, ascendientes y colaterales hasta el cuarto grado de
consanguinidad”. De manera, que este artículo, alude a un conjunto de personas unidas
por vínculos consanguíneos que constituye una familia ampliada, abandonándose el
concepto tradicional de la familia de origen, el cual se considera como familia nuclear,
entre cuyos miembros existe la relación de parentesco más estrecha, que es la filiación
en sentido estricto, adentrándonos en una nueva concepción de lo que se debe
entender por familia de origen la cual se extiende a otros familiares, entendiéndose la
misma como familia de origen ampliada. (Asamblea Nacional, 2007)
38
1.5.1. La Medida de Protección de Colocación Familiar

Una de las modalidades o manifestaciones de la figura de la familia sustituta, es la


colocación familiar propiamente dicha la cual puede ser ejecutada o acordada en una
persona o pareja de personas que reúna condiciones especificas que permitan la
protección del niños, niñas y adolescentes.

Las personas que aspiran sean tomadas en cuenta para asumir la colocación
familiar de un niño, niña o adolescente deberán estar inscritas en un programa, tal
como lo dispone el Artículo 123 y siguientes de la LOPNNA, y específicamente en el
literal “c” del Artículo 124 ejusdem, que hace referencia a los programas de familias
sustitutas, cuya finalidad radica precisamente en la selección, capacitación y apoyo a
quienes decidan involucrarse en este tipo de actividad.

La colocación familiar puede ser otorgada a una sola persona o pareja de


cónyuges. En todo caso, estas personas deben ser seleccionadas bajo
criterios objetivos que permitan determinar que están capacidad y en la
posibilidad de asegurar al niño/o adolescente el ejercicio pleno de sus
derechos y garantías. (Guevara, 2005 p 272).

En tal sentido, el Artículo 399 de la LOPNNA, establece los atributos o cualidades


de las personas que pueden asumir a un niño, niña o adolescente bajo la figura de
colocación familiar, señalando:

La colocación familiar puede ser otorgada a una sola persona, o a una pareja
de cónyuges y por parejas conformadas por un hombre y una mujer, que
mantengan una unión estable de hecho que cumpla los requisitos
establecidos en la ley. Estas personas deben poseer las condiciones que
hagan posible la protección física del niño, niña o adolescente, y su
desarrollo moral, educativo y cultural (Asamblea Nacional, 2007)

A su vez, el Artículo 401 de la LOPNNA, en cuanto a la Capacitación y supervisión


de las personas a quienes se les otorgue un niño, niña o adolescente en colocación
familiar, consagra lo siguiente:
39
Las personas a quienes se otorgue un niño, niña o adolescente en
colocación familiar deben estar inscritas en un programa de colocación
familiar, en el cual se les capacite y supervise. Excepcionalmente se puede
otorgar dicha colocación a quienes no estuvieren inscritos o inscritas en uno
de estos programas, en cuyo caso, deberán proceder a inscribirse de
inmediato, a los fines indicados (Asamblea Nacional, 2007).

Seguidamente, y en el mismo tenor, el Artículo 401-A de la LOPNNA, señala lo


relativo a la inscripción, evaluación, capacitación y registro, indicando al respecto:

“Para que a una persona o pareja pueda concedérsele una colocación


familiar por un Tribunal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, debe
inscribirse en un programa de colocación familiar, a fin de ser previamente
evaluada bio-psico-social y legalmente, para determinar su idoneidad. Una
vez determinada tal idoneidad, la persona debe ser capacitada por el
mencionado programa, mediante cursos de formación y orientación para
familias sustitutas en modalidad de colocación familiar. Concluida la
capacitación, se le incorporará al registro de elegibles en materia de
colocación familiar. Copia de este registro debe remitirse al Tribunal de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, a los Consejos Municipales de
Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes y a los Consejos de Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes. El registro de elegibles se debe actualizar cada
tres meses” (Asamblea Nacional, 2007).

Por su parte el Artículo 402 de la LOPNNA, establece que el Consejo de


Protección debe llevar el registro de las personas elegidos para llevar a cabo la medida
de Colocación Familiar, en tal sentido señala: “El Consejo de Protección debe llevar un
registro de las personas a quienes se les ha otorgado colocaciones familiares y de
aquéllas que resultan elegibles para ello, así como de los programas respectivos”
(Asamblea Nacional, 2007).

De manera pues, que esta manifestación de la colocación familiar, como se ha


determinado debe cumplir con unos parámetros legales antes de ser elegidos como
candidatos los interesados en proporcionar a un niño, niña adolescente una familia
sustituta bajo la modalidad de colocación familiar, tales como la inscripción previamente
por ante el programa creado a tal efecto, así como la determinación de la idoneidad de los
mismos sometidos a una evaluación de sus condiciones “bio-psico-social-legal”, que
permitan determinar que se encuentran aptos para ofrecer, la protección física, moral,
educativa y recreacional del niño, niña y adolescente que será sometido a dicha medida.
40
Continuando la idea anterior, con el otorgamiento de la colocación familiar, la persona
que deba de asumirla ejerce la Responsabilidad de Crianza de los niños, niñas y
adolescentes sujetos a la medida, por lo que las decisiones de estas privan sobre la
opinión de sus progenitores, tal como lo señala el Artículo 403 de la LOPNNA: “Las
decisiones relativas a un niño, niña o adolescente, tomadas por la persona que ejerza la
Responsabilidad de Crianza de los mismos en virtud de una colocación, privan sobre la
opinión de sus padres y madres” (Asamblea Nacional, 2007).

1.5.2. Entregas Voluntarias

Por otra parte, no puede dejarse de mencionar, los casos en los cuales los
progenitores delegan la custodia como atributo de la responsabilidad de crianza a un
tercero, mediante la figura conocida en la doctrina y jurisprudencia como entrega
directa, bien a un tercero que puede ser o no miembro de la familia extendida o
ampliada, como por ejemplo los abuelos, tíos, hermanos, en base a factores
relacionados directamente con condiciones de precariedad de la familia de origen,
desinterés, falta de integración familiar, progenitores dependientes de sustancias
alcohólicas, estupefacientes u otros psicotrópicos, para obtener beneficios).

Al respecto el Artículo 400 de la LOPNNA, regula la posibilidad de entrega por los


padres o madres a un tercero para su crianza, señalando lo siguiente:

Cuando un niño, niña o adolescente ha sido entregado o entregada para su


crianza por su padre o su madre, o por ambos, a un tercero apto o apta para
ejercer la Responsabilidad de Crianza, el juez o jueza, previo el informe
respectivo, considerará ésta como la primera opción para el otorgamiento de
la colocación familiar de ese niño, niña o adolescente (Asamblea Nacional,
LOPNNA 2007).

En todo caso resulta importante, señalar que el mismo artículo establece parámetros
que deben ser respetados, como lo constituye el objeto de la entrega, la cual radica en la
delegación de la responsabilidad de crianza, por parte del los progenitores o solo uno de
ellos, además de la idoneidad por parte de la persona seleccionada por los progenitores,
por lo que en todo caso dichas condiciones deben ser valoradas por el juez a quién en
definitiva le corresponderá aprobar o no la colocación familiar.
41
1.5.3. Principios para determinar modalidad de la familia sustituta

Resulta importante considerar que existen en la LOPNNA parámetros generales


dirigidos a orientar al Juez, en cuanto a la modalidad de familia sustituta que
corresponde aplicar en cada caso en específico, en el sentido de favorecer la medida
de protección que garantice el Interés Superior del niño, niña o adolescente,
establecidos en el Artículo 395 ejusdem.
Al respecto señala lo siguiente:

A los fines de determinar la modalidad de familia sustituta que corresponde a


cada caso, el juez o jueza debe tener en cuenta lo siguiente.
a) El niño, niña o adolescente deber ser oído u oída y su consentimiento es
necesario si tiene doce años o más y no discapacidad mental que le impide
discernir.
b) La conveniencia de que existan vínculos de parentesco, ya sea por
consanguinidad o por afinidad, entre el niño, niña o adolescente y quienes
puedan conformar la familia sustituta.
c) La responsabilidad de quien resulte escogido o escogida para
desempeñarse como familia sustituta es personal e intransferible.
d) La opinión del equipo multidisciplinario.
e) La carencia de recursos económicos no puede constituir causal para
descalificar a quien pueda desempeñarse eficazmente como familia sustituta.
La familia sustituta sólo podrá residir en el extranjero cuando la modalidad
más conveniente para el niño, niña o adolescente sea la adopción, o cuando
este conformada por parientes del niños, niñas o adolescente (Asamblea
Nacional, 2007).

1.5.4. La Medida de Protección de Colocación en Entidad de Atención

La colocación en entidad de atención, constituye la ejecución de la medida de


protección, en una institución de interés público que ejecutan programas, medidas y
sanciones dirigidas a la protección y atención de los niños, niñas y adolescentes,
otorgándole la “Responsabilidad de Crianza de los mismos, de manera temporal y
mientras se determina una modalidad de protección permanente” para el mismo, tal
como lo señala el artículo 396 de la LOPNNA (Asamblea Nacional, 2007).
42
Por su parte, el Artículo 398, ejusdem, señala un orden de prelación entre las
modalidades de la medida de protección, vale decir entre la medida de colocación
familiar propiamente dicha y la medida en la entidad de atención, las cuales se
encuentran concebidas en una relación de principal a subsidiaria y sólo procede la
colocación en entidad de atención en los casos en que no es posible colocar al niño o
adolescente en una familia, (Barrios, 2002).

De manera que el Artículo 398 de la LOPNNA, en cuanto al orden de prelación de


las referidas modalidades de la medida de protección de la colocación familiar,
establece lo siguiente:

“A los efectos de la colocación, debe agotarse las posibilidades de que la


misma sea en familia sustituta y, de no poder lograrse, se hará en la entidad
de atención más apropiada a las características y condiciones del respectivo
niño, niña o adolescente. En este último caso, el responsable de la entidad
de atención en la cual se coloque al niño, niña o adolescente, ejercerá su
Responsabilidad de Crianza y representación. A los efectos de tal
designación, el juez o jueza tendrá en cuenta el número de niños, niñas o
adolescentes que se encuentren bajo la Responsabilidad de Crianza y
representación de estas personas” (Asamblea Nacional, 2007).

En otro orden de ideas, el Artículo 181 de la LOPNNA, con relación a las entidades
de atención, consideradas como instituciones de interés público tienen como finalidad
ejecutar proyectos, medidas y sanciones, y pueden constituirse a través de cualquier
forma de organización o asociación pública, privada o mixta, que permita la ley,
señalando además en cuanto a las entidades de atención del Sistema Rector Nacional
para la Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes, que estas sólo ejecutan las
medidas de abrigo y colocación. (Asamblea Nacional, 2007).

Resulta necesario acotar, que la ley consagra principios fundamentales que rigen
la actuación de los programas que desarrollan las entidades de atención, en
tal sentido, señala (Guevara, 2005 p. 287)...preservar los vínculos familiares de los
niños y adolescentes, para ello tienen que efectuar las labores necesarias para la
reinserción familiar, así como la preparación gradual del niño o adolescente para su
separación de la entidad de atención”.
43
1.5.5. Requisitos para la Procedencia de la Medida de Protección de la Colocación
Familiar o en Entidad de Atención

El Artículo 397 de la LOPNNA, establece requisitos para que proceda la medida de


colocación familiar o en entidad de atención:

“La colocación familiar o en entidad de atención de un niño, niña o


adolescente procede cuando:
a) Transcurrido el lapso previsto en el artículo 127 de esta Ley, no se haya resuelto
el asunto por vía administrativa.
b) Sea imposible abrir o continuar la Tutela.
c) Se haya privado a su padre y madre de la Patria Potestad o ésta se haya
extinguido” (Asamblea Nacional, 2007).

Al realizar un análisis sobre el contenido de esta norma, se observa en primer


lugar, que el artículo señala unos supuestos, que bajo ninguna consideración son
acumulativos y sin ningún orden de prelación, ya que la norma en comento nada
señala al respecto (Barrios, 2002).

De allí, que el primero de ellos hace referencia al hecho de que haya transcurrido
el lapso previsto en el Artículo 127 de la LOPNNA, sin que se haya resuelto el
problema por vía administrativa, es decir, el artículo hace referencia al lapso previsto
para la medida de protección denominada abrigo, dictada en sede administrativa por
parte de los Consejo de Protección y cuya duración no debe exceder de treinta días,
por lo que transcurrido el tiempo máximo y de no haberse resuelto favorablemente la
situación del niño, niña o adolescente que ha sido privado temporalmente de su medio
familiar inmediato, le corresponde el Consejo de Protección, de forma inmediata dar
aviso al Tribunal de Protección para que este decida lo que sea más favorable al Interés
Superior del Niño, Niña o Adolescente de que se trate.
En apoyo a lo anterior, el Artículo 397-C, expresa lo siguiente:
44
De no localizarse a los progenitores o, habiéndoselos localizado sin que sea
posible la integración o reintegración familiar, cumplido el lapso de treinta
días continuos previsto en el artículo 127 de esta Ley, el respectivo Consejo
de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, remitirá el expediente del
procedimiento administrativo al Tribunal de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes, a fin de que el juez o jueza de mediación y sustanciación
proceda a dictar la correspondiente medida provisional de colocación en otra
familia sustituta o en otra entidad de atención, debidamente inscritas en el
registro que a tal efecto lleve la autoridad competente. El Tribunal de
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes deberán entregar copia
certificada del expediente al Consejo de Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes. (Asamblea, Nacional 2007).

En cuanto al segundo supuesto, resulta necesario indicar que el código civil en su


Artículo 301, señala: “Todo menor de edad que no tenga representante legal será
provisto de tutor y protutor y suplente de éste” (Congreso Nacional, 1982).

No obstante, cuando no sea posible proceder a tal apertura porque no se dispone


de las personas llamadas a ocupar los distintos cargos que prevé la ley se hace
menester entonces dictar la medida de protección por parte del tribunal, así como en el
caso de que existiendo ya el régimen tutelar, el mismo no pueda
continuar por circunstancias sobrevenidas que incidan negativamente en el
funcionamiento de la tutela.

El tercer supuesto, alude al hecho de que los progenitores se encuentren afectado


en el ejercicio de la patria potestad, institución familiar primordial en el ámbito familiar,
ya que de ella se deriva tal como lo consagra el Artículo 348 de la LOPNNA, “la
Responsabilidad de Crianza” sobre los hijos, “la representación y la administración de
los bienes de los hijos sometidos a ella”, por lo que se justifica en consecuencia la
aplicación de la medida de protección de colocación familiar o en entidad de atención
(Asamblea Nacional, 2007).

1.6. Causas Tipificadas en la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y


Adolescentes, para determinar la Temporalidad de la Medida de Protección de
Colocación Familiar o en Entidad de Atención.
45
Al examinar, las normativa jurídica establecida en la LOPNNA, con relación a la
temporalidad de la medida en cuestión, se determina que la ley consagra dispositivos
que regulan la misma ante circunstancias que puedan surgir en el devenir del
cumplimento de las medidas, tales como son: la modificación y revisión, la revocatoria
y la interrupción, todo a tenor de los artículos 131, 404 y 405 del citado texto legal
respectivamente.

1.6.1 Revisión y Modificación de la Medida de Protección de Colocación Familiar o en


Entidad de Atención.

La LOPNNA en el Artículo 131, establece un mecanismo que permite la revisión o


modificación de la medida de colocación familiar o en entidad de atención, señalando al
respecto: “Las medidas de protección excepto la adopción, pueden ser sustituidas,
modificadas o revocadas, en cualquier momento por la autoridad que las impuso,
cuando las circunstancias que las causaron cesen”. Estas medidas deben ser revisadas
por lo menos cada seis meses a partir del momento en que son dictadas, para evaluar
si las circunstancias que las originaron se mantienen, han variado o cesado, con el fin
de ratificarlas, sustituirlas, complementarlas o revocarlas según sea el caso (Asamblea
Nacional, 2007).

Se observa claramente en la norma, que se establece un tiempo mínimo, (seis


meses), para el órgano que dictó la medida haga su revisión, con el objeto de evaluar o
determinar si las circunstancias que dieron origen a la misma, han variado o cesaron,
trayendo como consecuencia un pronunciamiento, en el sentido de ratificar, sustituir,
complementar o revocar la medida, de manera que queda claramente establecido que
dicha revisión debe hacerse como mínimo cada seis meses.

Asimismo se determina sobre la posibilidad de modificar la medida de forma


potestativa del órgano que la dicto, es decir en cualquier momento, ante cualquier
variación o cesación de las circunstancias que hayan dado origen a su aplicación.

1.6.2 . Interrupción de la Medida de Protección de Colocación Familiar


46
Del contenido del Artículo 404 de la LOPNNA, señala la posibilidad de interrupción
de la colocación familiar, señalando al respecto:

Si la persona a la cual se ha concedido un niño, niña o adolescente en


colocación familiar, no pudiere, o no quisiere, continuar con el ejercicio de la
misma, debe informar de ello al juez o jueza que dictó la medida, a fin de que
éste decida lo conducente. En ningún caso el niño, niña o adolescente puede
ser entregado a terceros sin previa autorización judicial (Asamblea Nacional,
2007).

De manera, que existe otro mecanismo relativo a temporalidad de la medida de


protección en comento, referida a la interrupción de la misma, por parte de la persona
a la cual se ha concedido un niño, niña o adolescente en colocación familiar, por no
poder o no desear seguir en el ejercicio de la medida de colocación familiar, por lo que
en todo caso deberá inmediata notificárselo al juez que impuso la misma, a los fines
de decidir lo conducente.

1.6.3. Revocatoria de la Medida de Protección de Colocación Familiar o en Entidad de


Atención

Por su parte, se determina otro mecanismo dirigido a la cesación de la medida de


colocación familiar o en entidad de atención, al señalar el Artículo 405 de la LOPNNA, lo
siguiente:

La colocación familiar o en entidad de atención puede ser revocada por el


juez o jueza, en cualquier momento, si el interés superior del niño, niña o
adolescente así lo requiere, previa solicitud del colocado o colocada si es
adolescente, del padre o la madre afectados en la Patria Potestad o en el
ejercicio de la Responsabilidad de Crianza, sus parientes, del Ministerio
Público, y de cualquier persona que tenga conocimiento directo de los
hechos o circunstancias que lo justifiquen. (Asamblea Nacional, 2007).
47
Se observa, entonces que la revocatoria de la medida, regula la temporalidad de
de la medida, haciendo referencia en este articulo, que aplica tanto a la medida de
protección de colocación familiar como a la entidad de atención, y el cual señala que
procede en cualquier momento, si el interés superior del niño, niña o adolescente así lo
requiere, previa solicitud del colocado o colocada si es adolescente, del padre o la
madre afectados en la Patria Potestad o en el ejercicio de la Responsabilidad de
Crianza, sus parientes, del Ministerio Público, y de cualquier persona que tenga
conocimiento directo de los hechos o circunstancias que lo justifique, de manera que
puede surgir su activación en cualquier momento.

De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando, se asevera que la
medida de protección de colocación familiar o en entidad de atención, se encuentran
revestidas de un carácter excepcional y temporal, todo en atención al derecho que le
asisten a los niños, niñas y adolescentes de ser criado y desarrollarse en su familia de
origen, y sólo en los casos en que ello sea imposible o contrario a su interés superior
podrá hacerlo en una familia sustituta, medida acordada y controlada por el órgano judicial.

En este orden de ideas, se determina que efectivamente la intención del


legislador, es otorgarle un carácter excepcional a la medida, estableciéndose
parámetros que conllevan a regular su temporalidad, al establecer mecanismos de
revisión o modificación de por parte del juez como autoridad que la impuso, la
interrupción por parte de la persona o personas que la ejecutan; así como su
revocatoria por cualquier persona que tenga conocimiento directo de los hechos o
circunstancias que lo justifiquen.

1.7. Aspectos relacionados con la Discrecionalidad del Juez en el Dictamen y revisión


de la Medida de Protección de Colocación Familiar o en Entidad de Atención

Una vez que se activa el órgano judicial a través de una demanda o pretensión, se
da inicio a todo un conjunto, dinámico por demás, de actos procesales que informan
todo un proceso, correspondiendo a los jueces valorar los elementos probatorios
recabados, a través de parámetros, como la libre convicción y la sana critica, criterios
que permiten al juez hacerlo ajustado a su conciencia, siguiendo muchas veces las
reglas de la lógica y la experiencia.
48
En el caso de los jueces en materia de Protección, estos han sido revestidos de
amplios poderes en la forma de la conducción de los procesos, sin embargo deben
actuar conforme a los principio de la Doctrina de Protección Integral, aunado a los
principios rectores que regulan los procedimientos, y actuar con sensibilidad, inducir la
mejor opción para el niño, niña o adolescente, con conciencia, con conocimientos
jurídicos, psicológicos, sociales y auxiliares de la técnicas que le faciliten el manejo de
los principios, de la relación procesal y humana confrontada (Perdomo, 2008).

En tal sentido, el Artículo 450 de la LOPNNA, establece una serie de principios


procedimentales que dirigen la actividad del juez en el cumplimiento de tan delicado rol,
destacando los contenidos en el literal (i) y (j), los cuales señalan respectivamente, la
función para el juez de dirigir e impulsar el proceso hasta su total conclusión, incluso de
oficio, y la Primacía de la Realidad, que permite que el mismo oriente su función en la
búsqueda de la verdad, inquiriéndola por todos los medios a su alcance (Asamblea
Nacional, 2007).

Al realizar un análisis de las facultades del juez como director del proceso, se
puede determinar que las mismas se encuentran señaladas, de modo general en el
Artículo 457 de la LOPNNA, el cual establece; la posibilidad de ordenar, luego de
admitida la demanda un despacho saneador, las diligencias para dar inicio al proceso
como lo son las notificaciones respectivas, así como ordenar todas las actuaciones
preliminares para acordar medidas preventivas de ser el caso, además de decretos de
sustanciación que considere pertinente, todo en aras de garantizar los derechos de los
sujetos procesales y asegurar la inmediata preparación de las actuaciones que sean
necesaria para la audiencia de juicos (Asamblea Nacional, 2007).

De igual manera, como director del proceso, en sus diferentes fases: mediación,
sustanciación y juicio, su función va dirigida al establecimiento de los hechos, la
valoración de los medios de prueba en su idoneidad y cantidad, ordenando la
preparación de todos los elementos probatorios que requieran materializarse para llegar
a la fase de juicio, fase en la cual se debatirá el material probatorio, teniendo siempre
como norte el Interés superior del Niño, el cual constituye un soporte a toda esta
actividad jurisdiccional dirigida a la búsqueda de la verdad.
49
Sobre las bases de las consideraciones antes desarrolladas, se puede aseverar
que el juez de protección en la aplicación de la medida de protección de colocación
familiar o en entidad de atención, debe dirigir su actuación en el sentido de que la
misma cumpla con el carácter excepcional de la cual se encuentra revestida, toda vez
que la regla general es que los niños, niñas y adolescentes crezcan y se desarrollen al
lado de su familia de origen y sólo por vía de excepción a ser separados de ésta, para
lo cual se debe realizar las gestiones tendentes al restablecimiento de los vínculos del
niño, niña o adolescente con sus progenitores o con otros miembros de la familia
ampliada, tal como lo expresa el Artículo 396 de la LOPNNA, el cual establece que esta
medida es “…de manera temporal y mientras se determina una modalidad de
protección permanente para el mismo.” (Asamblea Nacional, 2007), condiciones que de
igual forma se instituye en el Artículo 75 de la carta magna.

La decisión del Juez al respecto debe estar orientada a la búsqueda del Interés
Superior del Niño, principio universal que guía e informa como motivación jurídica y
filosófica a la doctrina de protección integral, por lo que en todo caso la revisión de la
medida de protección que acuerde la colocación familiar o en entidad de atención debe
estar ajustada al tiempo que señala la ley, por lo menos cada seis meses, de las
circunstancias que dieron origen a su aplicación y solo en casos muy excepcionales,
dejar la posibilidad de la revisión en un tiempo mayor, el cual quedará sujeto al Interés
Superior del Niño, como principio limitante a la actuación del juez.

Cabe destacar, que la intención del legislador con relación al destino de esta
medida de protección, radica precisamente en la posibilidad de integración o
reintegración de los niños, niña o adolescente que se encuentren separados de su
familia de origen a su entorno familiar, de allí que la medida sea ejecutada
en el menor tiempo posible y dejar como una salida de carácter temporal o excepcional
la medida de colocación familiar o en entidad de atención, tal como se ha señalado en
normas anteriores.
50
El Artículo 397-D de la LOPNNA, relativo a la integración o reingreso de
niños, niñas y adolescentes separados o separadas de su familia de origen,
refiere lo siguiente:

Cuando la colocación familiar se haya concedido a terceras personas, como


consecuencia de la imposibilidad de lograr la integración o reintegración del
respectivo niño, niña o adolescente en su familia de origen nuclear o
ampliada, dichas personas deben colaborar con los responsables del
programa de colocación familiar, a los fines de fortalecer los vínculos
familiares con la familia del niño, niña o adolescente.
De lograrse la integración o reintegración del niño, niña o adolescente en su
familia de origen nuclear o ampliado, el Tribunal de Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes, a través de un programa de protección, debe hacer
seguimiento durante el año siguiente a la fecha en la cual se produjo dicha
integración o reintegración. Durante dicho plazo debe realizarse un mínimo
de cuatro evaluaciones integrales. Simultáneamente, se debe incluir a esta
familia de origen en aquellos programas de fortalecimiento familiar que
estime conveniente. En caso que los progenitores del niño, niña o
adolescente manifiesten su intención de lograr su integración o reintegración,
pero las evaluaciones que se les realice resulten negativas, la colocación
familiar debe continuar en la familia sustituta, hasta que se determine que
procede dicha integración o reintegración o, que la misma es inviable o
imposible. De evidenciarse inviable o imposible la integración o reintegración
familiar, la colocación familiar debe continuar mientras se determina la
adoptabilidad del respectivo niño, niña o adolescente y se tramita la
adopción” (Asamblea Nacional, 2007).

Por su parte, el Artículo 401-B ejusdem, señala en cuanto al seguimiento de la


medida:

En todos los casos, una vez decidida la colocación familiar de un niño, niña o
adolescente con la persona o pareja que seleccione el juez o jueza, el o la
responsable del correspondiente programa de colocación familiar, debe
hacer seguimiento de dicha colocación, realizando una evaluación integral y
elaborando el respectivo informe bio-psico-social-legal. De los resultados de
este seguimiento debe informar al respectivo juez o jueza de mediación y
sustanciación, cada tres meses. Asimismo, dicha información debe remitirse
a la correspondiente oficina de adopciones del Consejo Nacional de
Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, a los fines del artículo 493-D de
esta Ley (Asamblea Nacional, 2007).
51
Ahora bien, al realizar un análisis de la Ley en comento en cuanto al tiempo que debe
privar para la revisión de la medida de colocación familiar o en entidad de atención, por
parte de la autoridad competente que la dicto, vale decir, el juez o jueza de protección,
se observa que no existe mayor normativa que regule la revisión periódica de la
medida, en aras de lograr la reinserción del niño, niña o adolescente con los
miembros de su familia de origen, lo que trae como consecuencia que dichas
medidas se prologuen en el tiempo dificultándose la reinserción familiar, ya que en la
gran mayoría de los casos se van fortaleciendo los vínculos afectivos del niño,
niña o adolescentes con la familia sustituta y el debilitamiento de dichos vínculos con la
familia de origen.

Por otra parte, es importante señalar que la reinserción familiar es exitosa en la


medida que se realice en el menor tiempo posible, para lo cual se hace necesario
mecanismos que permitan una oportuna revisión, se destaca para ello la intervención
adecuada de los responsables de los programas de la familia sustituta, (personas
inscritas a tal efecto o entidades de atención), quienes a través de sus informes, deben
coadyuvar con el tribunal para lograr una pronta reinserción del niño, niña o
adolescente a la familia de origen.

No cabe duda, que la intención del legislador, con otorgarle a estas medidas, un
carácter excepcional, es precisamente el poder garantizar el derecho de los niños,
niñas y adolescentes de ser criados y desarrollarse por su familia de origen, tal como lo
establece la Constitución y la Ley especial.

Una reinserción familiar es exitosa si se realiza en el menor tiempo posible.


Para ello es fundamental contar con el programa idóneo y un procedimiento
expedito. Es preciso apuntar que los mecanismos procesales que establece
la LOPNA, no facilitan este proceso y ha correspondido a los operadores del
Sistema implementar los medios que consideren adecuados para tal fin, lo
que ha traído como consecuencia, que en algunos casos sus decisiones
estén impregnadas de sus propios juicios (Guevara, 2005 p 277).

Asimismo del contenido del Artículo 130 de la LOPNNA, se afirma una vez más
que las medidas de protección, van dirigidas al fortalecimiento de los vínculos del niño,
niña o adolescente con su familia de origen, al señalar:
52
Las medidas de protección pueden ser impuestas aislada o conjuntamente,
en forma simultánea o sucesiva. En la aplicación de las medidas se debe
preferir las pedagógicas y las que fomentan los vínculos con la familia de
origen y con la comunidad a la cual pertenece el niño, niña o adolescente.
(Asamblea Nacional).

Se observa que la intención del legislador es preservar al máximo los vínculos


familiares, pues si existen problemas, conflictos o dificultades en la familia, la separación
puede convertirse más en un factor de riesgo adicional que en uno de protección, de allí
que se busca en aras de mantener los vínculos con la familia de origen, que se afecte lo
menos posible el ejercicio de la responsabilidad de crianza por parte de los progenitores,
asimismo indica la norma que ante la aplicación de medidas de protección se favorezcan
en principio, aquellas que no impliquen la separación de los niños, niñas y adolescentes
de su familia de origen, sino que en todo caso esta sea aplicada como último recurso.

1.8. Sistemas de Variables

1.8.1 Definición Nominal

La temporalidad de la Medida de Protección de Colocación Familiar o en Entidad de


Atención.

1.8.2. Definición Conceptual

La definición conceptual de variable en una investigación, viene determinada por


todos aquellos fenómenos que se pueden producir en la naturaleza, sociedad y en el
conocimiento, de manera, que puede manifestarse como una característica o cualidad,
magnitud o cantidad, susceptible de cambios, objeto de análisis, medición,
manipulación o control en la investigación (Arias, 2012).De manera que la variable
puede presentarse a través de diferentes manifestaciones, susceptibles de cambios o
variaciones. En tal sentido, se puede definir “Como un aspecto o dimensión de un
objeto, o una propiedad de estos aspectos o dimensiones que adquiere distintos valores
y por lo tanto varia” (Balestrini, 2007).
53
En este caso, la investigación presentada tiene una sola variable de estudio
constituida por la temporalidad de la medida de protección de colocación familiar
o entidad de atención, la cual viene determinada por el tiempo de duración o
vigencia de la medida de protección, en razón de que dichas medidas deben durar el
menor tiempo posible, dado el carácter excepcional de la medida de colocación familiar o
entidad de atención.

1.8.3. Definición Operacional

La operacionalización de variables, en una investigación, viene determinada por un


proceso a través del cual, se va transformando la variable de conceptos abstractos a
términos concretos, observables y medibles, en dimensiones e indicadores.

De manera, que la dimensión, es un elemento integrante de la variable compleja, y


que resulta de todo un análisis o descomposición. Por otra parte, luego de establecer
las dimensiones de la variable, resulta necesario determinar los elementos, indicios o
evidencias que muestran cómo se pone de manifiesto o cómo se comporta la variable
(Arias, 2012).

En consecuencia, la definición operacional de la variable de la temporalidad de la


medida de protección de colocación familiar o entidad de atención, se manifiesta a
través de sus diferentes dimensiones, tales como, sus fundamentos
doctrinales y legales, además de determinar la causa que tipifican en la LOPNNA la
temporalidad de la medida, así como la discrecionalidad de juez para proceder a la
revisión de la misma.

Cuadro 1: Operacionalización de las Variables

Objetivo General: Analizar la temporalidad de la medida de protección de colocación


familiar o en entidad de atención.
54
Objetivo Específicos Variable Dimensiones Indicadores
Revisar los Temporalidad
fundamentos de la medida -Doctrina de Protección Integral
doctrinales de la de protección -Sistema de Protección
Fundamentos
medida de protección de colocación -Mecanismos del Sistema de
Doctrinales
de colocación familiar familiar o Protección
o en entidad de entidad de -Interés Superior del Niño
atención atención.
-Convención de los Derechos del
Niño
-CRBV. Art. 75 y 78
-Familia Sustituta. Art. 394
Lopnna
Precisar el fundamento -Colocación Familiar o entidad de
legal de la medida de Atención.
Fundamentos
protección de -Art 400 Lopnna
Legales
colocación familiar o en -Art. 396 Lopnna
entidad de atención -Principios Art. 395 Lopnna
Entidades de Atención Art.181
Lopnna
-Requisitos de la Colocación
Familiar o Entidad de Atención
Art. 397 Lopnna
Examinar las causas Causas -Revisión de la medida de
tipificadas en la Ley Tipificadas Colocación Familiar o Entidad de
Orgánica para la Atención (Art. 131 Lopnna)
Protección de Niños, -Interrupción de la Colocación
Niñas y Adolescentes, Familiar (Art. 404 Lopnna)
para determinar la -Revocatoria de la Colocación
temporalidad de la Familiar o en Entidad de Atención
medida de protección (Art. 405 Lopnna)
de colocación familiar
o en entidad de
atención dictada.
55
-Deber del Juez de Protección de
revisión de la Medida de
Determinar los Colocación familiar o Entidad de
aspectos relacionados Atención Art. 131 Lopnna)
con la discrecionalidad -Lapso de Revisión: seis meses
del juez en el dictamen Discrecionalidad por lo menos
y revisión de la medida del Juez -Integración o reingreso del niño,
de protección de niña o adolescente a su familia
colocación familiar o de origen. (Art. 397-D)
entidad de atención. -Seguimiento de la Medida (Art.
401-B)
Interés superior del Niño
56
Fuente: Medina (2016)

1.9. Consideraciones del Análisis de Resultados

Con la finalidad de abordar los objetivos de la presente investigación, se realizó una


serie de revisión documental, bibliográfica, leyes, normativas, doctrinas y jurisprudencia
para determinar los aspectos fundamentales que sustentan la medida de protección de
colocación familiar o en entidad de atención, además seleccionar una muestra
representativa intencional de los expedientes iniciados por esta causa en el Circuito
Judicial de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Estado Zulia, con sede en
Cabimas, durante el lapso comprendido desde el año 2010 hasta el 2012.

Lo antes señalado permitió obtener información en cuanto a cómo se presenta o


se manifiesta la temporalidad de la medida de colocación familiar o en entidad de
atención, obteniendo un diagnóstico general, previa descripción de lo observado, para
realizar un análisis crítico de los resultados, actividad coordinada y desarrollada
inicialmente como cursante de la XIII Cohorte en Derecho del Niño y del Adolescente
de la División de Estudios para Graduados de la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Políticas de la Universidad del Zulia, a través de la cátedra denominada Práctica
Profesional III.

La referida unidad curricular estuvo dirigida a la visita del Circuito Judicial de


Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Estado Zulia, con sede en Cabimas,
durante ocho (08) horas académicas, equivalentes a seis (06) horas calendario a la
semana, completando un total de 80 horas, período en el cual se desarrollaron
actividades tendentes a la búsqueda de información vinculada directamente con el
tema de investigación del presente Trabajo Especial de Grado.
57
Resulta importante acotar, que no se tomó una muestra de la población, sino que
la investigación recayó sobre el total de la misma, la cual viene determinada por los
expedientes sentenciados por medida de protección de colocación familiar o en entidad
de atención, durante los años 2010 al 2012, ubicando 47 expedientes, utilizándose la
Lista de Cotejo, como instrumento que permitió determinar la presencia de aspectos
relacionados directamente con el objetivo general, además de la realización de una
entrevista no estructurada o informal, orientada a objetivos preestablecidos todo dirigido al
análisis de la temporalidad de la medida de protección de colocación familiar o en
entidad de atención, variable abordada en sus diferentes dimensiones, como lo
constituyen los fundamentos doctrinales y legales de la medida, las causas que tipifica la
ley para determinar su temporalidad; y los aspectos relacionados con la discrecional del
juez para proceder a realizar la revisión de la misma.
58

CAPITULO II

ASPECTOS DOCTRINALES DE LA MEDIDA DE PROTECCIÓN DE COLOCACIÓN


FAMILIAR O EN ENTIDAD DE ATENCIÓN

En el presente Capítulo se revisan los aspectos doctrinales que sirven de


fundamento de la medida de protección de colocación familiar o en entidad de atención,
tales como la Doctrina de Protección Integral, el Sistema de Protección con los
mecanismos que cuenta para asegurar su eficacia, y el Interés Superior del Niño,
indicadores considerados a los efectos del presente objetivo de la investigación, el cual
consiste precisamente en la revisión de enfoques de diferentes autores como por
ejemplo: Bolaños, Nevado, y Zuleta de Merchán, entre otros.

Aprobada la CIDN en 1990, comienzan las transformaciones en los conceptos


doctrinarias en cuanto a la infancia, de allí que se sustituye la doctrina de situación
irregular por una nueva concepción, abandonando el concepto del niño como objeto de
derecho, para favorecer el reconocimiento de todos los niños, niñas y adolescentes, sin
discriminación alguna como sujeto pleno de derechos, y cuya protección se distribuye
entre actores, como el estado, la familia y la sociedad a través del principio de
corresponsabilidad, lo que trae como consecuencia la adecuación de la legislación
interna a un nuevo paradigma, la Doctrina de Protección Integral.
59
Es así que la Doctrina de Protección Integral, constituye un indicador importante
a los efectos de esta investigación, ya que conlleva la aplicación de los principios que
consagra la Convención sobre los Derechos de los Niños, en la legislación venezolana,
una vez ratificada en 1990, determinándose tanto en el texto constitucional, como en
la LOPNNA, el desarrollo de sus postulados, al establecer que los niños, niñas y
adolescentes son sujetos plenos de derechos, considerados ciudadanos y ciudadanas,
protegidos por la ley, a través de órganos y tribunales especiales, con la obligación
para el Estado, la familia y sociedad asegurar con prioridad absoluta la protección de
sus derechos.

Prevalece el Interés Superior de los niños, niñas y adolescentes en las decisiones


y acciones que deban ser tomadas, para lo cual se debe contar con los diferentes
mecanismos, todo enmarcado en un sistema rector nacional que garantice la
protección integral de sus derechos.

De manera, pues que la CRBV y la LOPNNA desarrollan, los principios


fundamentales de la CIDN y especialmente el paradigma sobre el cual se fundamenta
la Doctrina de Protección Integral, tal como se desprende del contenido del Artículo 78
del texto constitucional; y a lo largo de todas las disposiciones directivas de la
LOPNNA.

Al respecto de la Doctrina de Protección Integral (Bolaños, 2006 p. 12) señala:

Después de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (CIDN) las


nuevas legislaciones deben responder al paradigma de la Doctrina de la
Protección Integral (DPI). Este nuevo modelo refiere un conjunto de
instrumentos jurídicos internacionales que constituyen su marco referencial a
partir de los cuales es imperativo “construir un nuevo derecho para niños y
adolescentes, propiciar un cambio en las instituciones sociales a fin de
activar ese derecho y pasar del reproche individual de la situación del niño a
una consideración estructural del problema” (LOPNA 2000 p5). Este nuevo
derecho por construir, elaborado en base al respeto de la persona humana,
debe orientarse en base “a una serie de principios rectores que constituyen
sus pilares fundamentales, a saber: el niño y el adolescente como sujetos de
derechos, el interés superior del niño, la prioridad absoluta, la participación y
el rol fundamental de la familia en la garantía de los niños y adolescentes
(LOPNA, 2000, p5).
60
De manera, que al hacer mención de la Doctrina de Protección Integral, no se
puede dejar de lado la CIDN, instrumento jurídico internacional fundamental que
desencadenó un nuevo tratamiento en el tema de los derechos humanos específicos
de todos los niños, niñas y adolescentes, protegidos en base a los principios señalados
y desarrollados por la CIDN, y acogidos por la legislación interna, una vez ratificada
por el Estado venezolano.

Otro aspecto o indicador, es el Sistema de Protección considerado como lo señala


(Morais 2000, p.67), “la conditio sine qua non de la garantía, que a través de él, la ley
pretende alcanzar su fin último”, de allí, que es a través de las políticas, programas y
acciones formuladas, coordinadas, supervisadas y ejecutadas por los integrantes u
operadores del sistema, el que se pueda alcanzar una efectiva protección de los
derechos de los niños, niñas y adolescentes, la cual no puede descansar solamente
en la recepción de normativa que consagre los derechos y garantías, sino que aunado
a ello, debe contar con los mecanismos que garanticen la efectividad de los mismos.

El Sistema de Protección, se encuentra concebido no sólo como responsabilidad


del Estado, sino también de factores de la sociedad, diseñado para ser efectivo la
misión la cual viene determinada para garantizar efectivamente los derechos humanos
de los niños, niñas y adolescentes, además de estar conformado por órganos
administrativos y judiciales especiales, entidades y servicios, cuya función de sus
componentes es formular, coordinar, integran, orientan, supervisan, evalúan y controlan
las políticas, programas y acciones de interés público destinada a la niñez y al
adolescencia, poseyendo además una ideología propia para su funcionamiento a través
de las articulaciones intersectoriales, todo en aras de proporcionar una efectiva
protección (Nevado, 2004).
61
Por su parte, (Cornieles, 2001) señala, que la mejor forma de asegurar la vigencia
efectiva de los derechos, garantías y deberes de los niños, niñas y adolescentes es a
través de un sistema de protección que haga efectiva la corresponsabilidad que existe
entre el estado, la familia y la sociedad, que asegure la participación de la sociedad en
la planificación, ejecución y desarrollo de políticas de protección integral, que apueste la
descentralización coordinada con el poder público y que esté integrado por órganos y
tribunales especializados, todo estos criterios acogidos por la legislación.

Entre los mecanismos con los que cuenta el Sistema de Protección para lograr su
cometido; señala la LOPNNA en su Artículo 118, que son todos aquellos medios,
tales como: políticas y programas de protección y atención, las medidas de
protección, órganos administrativos y judiciales, como son los Consejos y
Tribunales de Protección en sus diferentes instancias, las entidades y servicios de
atención, sanciones, los procedimientos; la acción Judicial de Protección y los
recursos económicos.

De nada vale que se establezcan los derecho a favor de los niños, niñas y
adolescentes, si no se cuenta con los mecanismos pertinentes o vías idóneas para
garantizarlos, por lo que las políticas y programas destinados a la protección de los
derechos de la infancia, son esenciales para garantizar la efectividad del sistema de
protección, siendo los programas la esencia del sistema.

El Programa de Familia Sustituta, como mecanismo del Sistema de Protección, es


de suma importancia en cuanto a la aplicación de medida de colocación familiar o en
entidad de atención, definido por (Olivier, 2013), como aquellos desarrollados a través
de organismos públicos o privados encargados de realizar evaluaciones integrales de
la idoneidad a personas o parejas que tengan interés de manera provisional dar
protección material, moral y efectiva a los niños, niñas y adolescentes privados o
desprovistos de cuidados parentales, contribuyendo a su desarrollo integral,
confiriéndoles jurisdiccionalmente la Responsabilidad de Crianza y para lo cual deben
contar con un equipo multidisciplinario integrado por una serie de profesionales tales
como; psicólogos, psiquiatras, trabajador social y abogado.
62
Otro mecanismo del Sistema de Protección, lo constituyen las Entidades de
Atención, consideradas por la LOPNNA, en el Artículo 181 de la LOPNNA, como
aquellas instituciones de interés público que ejecutan proyectos, medidas y sanciones,
con la posibilidad de que las mismas pueden ser pública, privada o mixta que permita
la ley, y solo en las entidades de atención del Sistema Rector Nacional para la
Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes pueden ejecutarse las medidas de
abrigo y colocación (Asamblea Nacional, 2007).

Un adecuado funcionamiento de las Entidades de Atención que desarrollan los


programas de protección, permitiría el mayor número de reinserción familiar de los
niños, niñas y adolescentes separados temporalmente de su entorno, en tal como lo
refiere (Moreno, 2001); el éxito de dicha instituciones se mide por la cantidad y calidad
de procesos que se logren finalizar en aras de la reinserción de los niños, niñas y
adolescentes en los grupos familiares, estableciendo varias alternativas, biológicas,
extendidas, sustitutas o adoptivas, por lo que todo el servicio que presta la entidad debe
estar centrado en función de la reinserción familiar.

De igual manera, las Medidas de Protección, son consideradas como otro de los
mecanismo del Sistema, en tal sentido señala (Cornieles, 2005), que las mismas
forman parte de los medios con los cuales cuenta el Sistema de Protección para lograr
su objetivo de brindar la protección integral a los derechos y garantías de los niños,
niñas y adolescentes.

La LOPNNA en su Artículo 125 establece las características generales de las


medidas de protección, como lo son: a) decisiones emanadas de una autoridad
competente en ejercicio del poder público, b) medios para proteger derechos y
garantías de los niños, niñas y adolescentes individualmente considerados, c) proceden
contra aquellos actores que tienen la corresponsabilidad de asegurar la protección
integral de los niños, niñas y adolescentes, d) su objeto consiste en preservar o restituir
los derechos de los niños, niñas y adolescentes individualmente considerados
(Asamblea Nacional, 2007).
63
Dado lo anterior, el Sistema de Protección, para cumplir con su cometido, que no
es más que garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes, cuenta con una
serie de mecanismos, entre los cuales merecen destacar, los programas, las entidades
de atención, materializándose a través de las medidas de protección, que han sido
diseñadas por el ordenamiento jurídico para contrarrestar las posibles amenazas o
violaciones de los derechos y garantías de los niños, niñas y adolescentes.

La medida de protección de colocación familiar o en entidad de atención, como


formas o manifestaciones de la familia sustituta, es considerada por la legislación
venezolana, como un medida de carácter excepcional y temporal, la cual sólo puede
acordarse por vía judicial; y tiene por objeto que un niño, niña a adolescente privado de
su familia de origen, sea acogido por otra familia como primera opción, y en su defecto
o última instancia, en una entidad de atención, todo en aras de preservar o restituir el
derecho amenazado o violado, de manera que se busca con su implementación la
restitución o preservación del derecho que le asiste a todos los niños, niñas y
adolescentes de ser criado en una familia.

Lo antes expuesto, se encuentra establecido tanto en la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela (CRBV,1999), en su Artículo 75; en la Ley
Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA, 2007), en su
Artículo 26, al consagrar el derecho de los niños, niñas y adolescentes a vivir, a ser
criados o criadas y desarrollarse en su familia de origen, y excepcionalmente a hacerlo
en una familia sustituta, conforme a la ley, cuando sea imposible o contrario a su interés
el poder hacerlo en el seno de su familia de origen.

Prevé el Parágrafo Primero del Artículo 26 de la LOPNNA, que la separación de


niños, niñas o adolescentes de su familia de origen, debe darse solo si es sumamente
necesario, y de ser así debe establecerse una medida de protección por parte del ente
encargado la cual debe durar el menor posible, pues de esto depende la preservación
del interés superior (Asamblea Nacional, 2007).
64
Otro indicador considerado de suma importancia, es el Principio del Interés
Superior del Niño, el cual se encuentra contenido en el Artículo 3 de la CIDN, en el
Artículo 78 de la CRBV y desarrollado por el Artículo 8 de la LOPNNA, dirigido a
garantizar la protección de los derechos de los niños, niñas o adolescentes, toda vez
que tiene un efecto limitante en la potestad discrecional en todos los entes
(administrativos y judiciales), encargados de pla protección de dichos derechos y el cual
se encuentra estrechamente vinculado al derecho de Opinar establecido en Articulo 80
de la LOPNNA.

Al respecto, la LOPNNA establece parámetros que determinan la forma de aplicar


dicho principio en situaciones concretas, y al momento de tomar decisiones se deben
medir las consecuencias para los niños, niñas y adolescentes, todo en procura de la
búsqueda del bienestar de los mismos, así como el disfrute pleno y efectivo de sus
derechos y garantías.

Para garantizar una adecuada aplicación de este principio, se debe apreciar:

1) La opinión de los niños, niñas y adolescentes, la cual debe ser expuesta de


forma libre, directa, (salvo excepciones según la ley), sin coacción alguna y bajo
condiciones cónsonas con la situación personal y desarrollo, edad, etc., en cualquier
asunto de su interés, dentro de cualquier ámbito (estatal, familiar, social, escolar o
cualquier otro), y a que dichas opiniones sean tomadas en cuenta en función del
desarrollo evolutivo del niño, niña y adolescente, tal como lo señala el Artículo 80 de la
LOPNNA.

2) La búsqueda del equilibrio entre los derechos y garantías de los niños, niñas y
adolescentes y sus deberes, las exigencias del bien común, los derechos de las
demás personas y de los otros niños, niñas y adolescentes, y cuando sea imposible
conciliar, entre los derechos y garantías de los niños, niñas y adolescentes frente a
otros derechos e intereses legítimamente constituido deben prevalecer los primeros
(Cornieles, 2000).
65
A los fines de que exista criterios de uniformidad en la práctica judicial, en cuanto a
las condiciones y oportunidad procesal de llevar a cabo el acto de oír a los niños, niñas y
adolescentes y la forma de garantizar el derecho a opinar que les asiste de conformidad
con el Artículo 80 de la LOPNNA, la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia de la
República Bolivariana de Venezuela, elaboró unas orientaciones que sirven de guía para
todos los jueces en la celebración de ese acto, Orientaciones que surgieron mediante el
Acuerdo de fecha 25 de abril del año 2007, dada la importancia del mismo.

Al respecto, (Zuleta de Merchán, 2012) señala: Que en el Acuerdo se establecen,


entre otros aspectos, recomendaciones así como reglas procedimentales para la
conducta judicial a fin de garantizar el derecho a opinar y a ser oído; en tal sentido se
menciona un trato digno y comprensivo, simplificación del lenguaje judicial, protección
contra la discriminación, la seguridad personal y un tiempo mínimo de espera.

Asimismo, Zuleta de Merchán (2012) señala parámetros para la ponderación de la


opinión de los niños, niñas y adolescentes a objeto de determinar su interés superior,
para lo cual se debe apreciar su edad, grado de madurez y circunstancias que lo afectan,
la autonomía de su opinión, expresada de forma libre, dentro del contexto de su realidad
y experiencia familiar, cuyas relaciones son diversas y heterogéneas, en base al
principio de la equidad de género e imparcialidad, tomando siempre en cuenta que la
opinión es un elemento adicional al conjunto de fundamentos que sustentan la decisión
judicial, como acto sui generis, por lo tanto no debe estimarse como medio de prueba, ni
valorarse como tal, pero si imprescindible para determinar su interés superior.

La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ha reiterado en sus


decisiones relativas a este derecho, la exigencia para la validez del proceso la
constancia en autos que el juez o jueza haya oído al niño, niña o adolescente, no sólo
en la jurisdicción especial de niños, niñas y adolescentes sino con la novedad de que
dicha exigencia se cumpla en los proceso en los que de alguna manera pudieran verse
involucrados los intereses de los niños, todo en atención a los fundamentos acogidos
en la CIDN, la LOPNNA y las Orientaciones emanadas de la Sala Plena del Tribunal
Supremo de Justicia.
66
Al respecto señala la Sentencia Nº 900, de fecha 30-05-2008 emanada de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, lo siguiente:

De estricto orden publico sin que existan excepciones normativas respecto a


un determinado procedimiento, siendo la única limitación la edad, y el
desarrollo intelectual del niño, niña y adolescentes por lo que el juez o jueza
debe motivar razonadamente la negativa a oír al niño, niña o adolescente
afectado. (Zuleta de Merchán, 2012 p. 80).

Por su parte en la Sentencia Nº 481, de fecha 24-05-2010, la Sala Constitucional


del Tribunal Supremo de Justicia, estableció medidas para garantizar de forma
adecuada el derecho de opinión, señalando:

La audiencia de oír al niño, niña o adolescente debe realizarse directamente


ante el juez o jueza de la causa, con la sola presencia del niño o con la
alternativa que lo acompañe el equipo multidisciplinario requerido solo por el
juez. En su actuación el Juez a quien corresponda oírle, como garante de tal
derecho, realizará el acto de la forma más adecuada a la situación personal y
desarrollo de quien opina sin más límites que los derivados de su interés
superior, de resultar lo contrario a la normativa prevista para el caso, el fallo
que se produzca sin tomar las consideraciones necesarias previstas en la ley
causará un gravamen que procesalmente sólo puede ser reparado en la
definitiva con la nulidad del fallo” (Zuleta de Merchán, 2012 p. 81, 82).

De manera, que partiendo de las premisas de la Doctrina de Protección Integral,


la medida de protección de colocación familiar o en entidad de atención, constituye uno
de los mecanismo que establece la ley para proteger a todos aquellos niños, niñas o
adolescentes, separados de su familia de origen o en su defecto proveerlos de una
familia sustituta, estableciéndose en la ley dos modalidades con respecto a la medida:
la colocación familiar y la colocación en entidad de atención, y por encima de todo
caso debe asegurarse el Principio del Interés Superior del Niño.

Ahora bien, del traslado realizado al Circuito Judicial de Protección de Niños,


Niñas y Adolescentes con Sede en Cabimas, se localizaron durante el período
comprendido desde el año 2010 al 2012, 47 expedientes con la condición de
sentenciados, clasificados de la siguiente forma: 41 casos por medida de protección de
colocación familiar y seis (06) por colocación en entidad de atención, tal como se
muestra en el siguiente cuadro:
67
Cuadro 2: Expedientes por Medida de Protección de Colocación Familiar y Colocación
en Entidad de Atención

Expedientes por Medida de Protección


Años Colocación Familiar Colocación en Entidad de Atención
2010 05 01
2011 13 04
2012 23 01
Total : 47
41 Expedientes 06 Expedientes
Expedientes
68
Fuente: Medina (2016)

En otro orden de ideas, el programa de familia sustituta, debe orientarse en el


sentido de garantizar el derecho que le asiste a los niños, niñas y adolescentes a ser
criados y desarrollarse en su familia de origen y excepcionalmente, en los casos en
que ello sea imposible o contrario a su interés superior a hacerlo en una familia
sustituta, de manera que su objetivo consiste en organizar las colocaciones familiares
mediante un proceso de selección, capacitación y apoyo a quienes se dispongan
incorporarse en el mismo.

Excepcionalmente la medida de colocación debe ejecutarse en entidad de


atención, las cuales deben estar organizadas con programas diseñados en función de
la reinserción familiar de los niños, niñas y adolescentes, todo en aras de garantizar que
las medidas se ejecuten en el menor tiempo posible, dado el carácter de temporalidad
de las mismas.

La medida de protección de colocación familiar o en entidad de atención, como


formas o manifestaciones de la familia sustituta, se encuentran revestidas de un
carácter excepcional, y una vez que se determina su procedencia debe durar el menor
tiempo posible, requiriéndose para su cumplimiento de unos requisitos bien
determinados en la legislación especial

Como se observa entonces, en el cuadro 2, se aplican las dos figuras o


modalidades de la familia sustituta, es decir, la colocación familiar y la colocación en
entidad de atención, determinándose la existencia de un número mayor de
procedimientos por asuntos de colocación familiar, que por colocación en entidad de
atención, siendo la primera mucho más frecuente y utilizada que la segunda, toda vez
que estas se encuentra concebida en la ley en una relación de principal a subsidiaria,
y sólo procederá la colocación en entidad de atención en los casos de no ser posible
colocar al niño, niña o adolescente en una familia propiamente dicha.
69
Asimismo, se cuenta con el programa creado para su ejecución, específicamente
el programa de familia sustituta, el cual es llevado por el IDENNA, Instituto Autónomo
Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, adscrito al Ministerio
del Poder Popular con competencia en materia de protección integral de niños, niñas y
adolescentes como órgano rector del Sistema de Protección.

Se determinó en cuanto al Programa de Familia Sustituta llevado por el IDENNA


Zulia, con sede en el Municipio Maracaibo, a través de información suministrada por el
Coordinador de la Oficina de Adopciones del Estado Zulia, Abogado Paul Urdaneta,
hasta la fecha, con dos equipos interdisciplinarios destinados a la realización de las
evaluaciones y el establecimiento de la idoneidad de las personas que acuden al
programa de familia sustituta.

Resaltó Paul Urdaneta, que el aludido programa abarca lo relativo a las


colocaciones familiares y a las adopciones, asignando un equipo para las
colocaciones familiares, y otro para las adopciones, lo que resulta favorable con
relación, con la fase de evaluaciones de las personas, en razón del objetivo de la
medida, ya que una es provisional y la otra permanente, por lo que cada equipo diseña
su estrategia en cuanto a la forma de realizar las evaluaciones dependiendo la
pretensión de los interesados los cuales se encuentran todos en el mismo programa
de familia sustituta a través de un sólo registro, situación que contraviene la ley, toda
vez que la LOPNNA dispone de un registro de elegibles en materia de colocación
familiar y otro para adopciones.

Destacó asimismo, Paul Urdaneta, como deficiencia del Programa, precisamente


en no poder cumplir con la fase del seguimiento de las medidas de colocación, y
menos aún intervienen en las medidas de colocación familiar en caso de que se otorgue
la misma en familia extendida o ampliada por entrega directa de los progenitores,
situación violatoria de la ley, ya que los seguimientos permiten determinar la
temporalidad de la medida, y en caso de no ser posible el reintegro del niño, niña o
adolescente a su familia de origen, realizar los trámites para dictar una medida de
carácter permanente, como lo constituye la adopción.
70
En cuanto a la colocación en entidad, la misma se ejecuta en la Entidad Aldeas
Infantiles, Entidad de Atención de índole privada, ubicada en Ciudad Ojeda del
Municipio Lagunillas del Estado Zulia, realizando con el apoyo de su equipo de
multidisciplinarios, informes evolutivos que se rinden en un lapso mayor a un poco más
de un año, determinándose que los niños, niñas o adolescentes que se encuentran en
dicha entidad permanecen mucho tiempo, lo que hace que la medida se prolongue en la
mayoría de los casos hasta que el niño, niña o adolescente alcance su mayoría de
edad, tiempo en el que tendrían que salir de la entidad, siendo la esencia de sus
informes justificar más bien la permanencia de los niños, niñas y adolescentes en la
entidad, no obstante de tener inscrito el programa de familia sustituta, situación
violatoria de la ley.

CAPITULO III

FUNDAMENTOS LEGALES DE LA MEDIDA DE PROTECCIÓN DE


COLOCACIÓN FAMILIAR O EN ENTIDAD DE ATENCIÓN

Con relación a los fundamentos legales de la medida de protección de colocación


familiar o en entidad de atención, se precisó que la misma tiene sus bases en normas
contenidas en la Convención Sobre los Derechos de los Niños (CIDN, 1990), en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV, 1999), y en la Ley
Especial que rige la materia de infancia, como lo es la Ley Orgánica para la Protección
de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA, 2007).
71
El preámbulo de la CIDN, establece la importancia que se otorga a la familia como el
grupo fundamental de la sociedad y el medio natural para el crecimiento y bienestar de
todos sus miembros, en particular de la infancia, las cuales deben recibir protección y
asistencia necesaria para asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la
comunidad, de allí que los estados partes se encuentran comprometidos en brindar apoyo
a las familias para estas puedan cumplir a cabalidad con sus obligaciones.

De manera, que el Artículo 20 de la CIDN, señala que los niños privados


temporalmente o permanente de su medio familiar, tendrán derecho a la protección y
asistencia por parte del Estado, a través de cuidados, estableciendo al
respecto la colocación en hogares de guarda, la kafala del derecho islámico, (institución
de acogimiento legal), la adopción o de ser necesario en instituciones adecuadas
(ONU, 1990).

El Artículo 78 de la CRBV, consagra que los niños, niñas y adolescentes son


sujetos plenos de derecho, los cuales deben ser protegidos por la legislación a través
de todos sus órganos y tribunales especializados, además de la obligación para el
Estado, las familias y la sociedad el asegurar con prioridad absoluta su protección,
basada en el interés superior de los mismos en las decisiones y acciones que deban
ser tomadas para garantizar la protección, para lo cual se debe contar con todo un
sistema que permita dicha protección, principios estos fundamentales en la Doctrina de
Protección Integral (Asamblea Nacional, 1999).

El Artículo 75 CRBV, señala el deber que tiene el Estado de proteger a las familias
como “asociación natural de la sociedad” y “espacio fundamental para el desarrollo
integral de las personas”, además de prever entre otras cosas, “el derecho de los niños,
niñas y adolescentes a vivir, ser criados o criadas y a desarrollarse en el seno de su
familia de origen” y sólo “cuando ello sea imposible o contrario a su interés superior,
tendrán derecho a una familia sustituta, de conformidad con la ley”, como lo constituye
la medida de protección de colocación familiar o en entidad de atención (Asamblea
Nacional, 1999).
72
Del texto constitucional se prevé, en la primera parte del Artículo en comento, “El
Estado protegerá a las familias como asociación natural de la sociedad y como espacio
fundamental para el desarrollo integral de las personas.” Al respecto (Barrios, 2001) señala,
que la norma va dirigida no sólo a la protección de la familia en singular, como termino
tradicional del concepto de familia tradicional, sino que la intención del legislador es
asegurar el compromiso del Estado de proteger a más de una entidad que pueda
enmarcarse en el termino de familia, reconociéndoles como lo establece la CRBV, un
carácter de “asociación natural de la sociedad”, es decir, como forma natural de asociarse
los individuos, cuyo espacio es vital para el desarrollo integral de los mismos.

Al respecto señala (Barrios, 2002) al referirse al derecho que le asiste a los niños,
niña o adolescentes a ser criados y desarrollarse en el seno de su familia de origen y
en caso de no ser posible o contrario a su interés superior, tendrá derecho a una familia
sustituta, de conformidad con la ley, lo que conlleva a determinar que dicha protección
se encuentra supeditada a los parámetros de la LOPNNA.

Ante la violación del derecho de los niños, niñas y adolescentes a criarse y


desarrollarse en su familia de origen, se les debe garantizar el hacerlo en una familia
sustituta, de conformidad con el contenido del Artículo 75 de la carta magna, de cuyo
contenido se desprende que todos los niños, niñas y adolescentes les asiste el derecho
de ser criado y desarrollarse en su familia de origen, y solo en aquellos casos que sea
imposible o contrario a su interés superior, podrá hacerlo en una familia sustituta
conforme a la ley, es decir, como lo reglamenta la LOPNNA.

En tal sentido, la LOPNNA, en el Articulo 394, conceptualiza la figura de la familia


sustituta, definida como toda aquella que no siendo familia de origen, protege a través
de una decisión judicial a un niño, niña o adolescente privado permanente o
temporalmente de su medio familiar, bien por carecer de padre y de madre, porque
estos se encuentren afectados en la titularidad de la Patria Potestad; así como en el
ejercicio de la Responsabilidad de Crianza, la cual puede estar integrada por una por
una o más personas, señalando entre sus modalidades: la colocación familiar o en
entidad de atención, tutela y adopción.
73
En cuanto a los requisitos para la Procedencia de la Medida de Protección de la
Colocación Familiar o en Entidad de Atención, la LOPNNA en el Artículo 397 señala,
que procede cuando haya transcurrido el lapso previsto en el Artículo 127 de esta Ley y
no se haya resuelto el asunto por vía administrativa, cuando sea imposible abrir o
continuar la tutela y cuando se haya privado al padre y madre de la Patria Potestad o
ésta se haya extinguido.

En otro orden de ideas, la LOPNNA establece la posibilidad que los progenitores


puedan delegar la custodia como atributo de la responsabilidad de crianza de sus hijos
a una tercera persona, que puede ser o no miembro de la familia extendida o ampliada,
mediante una figura conocida como entrega directa.

Ahora bien, al revisar las causas de procedencia de la medida de protección de


colocación familiar o en entidad de atención, establecida en el Artículo 397 de la
LOPNNA, de los 47 expedientes revisados, se determinó:

1.- Con relación a los 41 expedientes de colocación familiar, durante el año 2010,
en un (01) caso procedió la medida por el vencimiento del lapso previsto en el Artículo
127 LOPNNA (abrigo), en el año 2012, en un caso (01) caso la medida surge por el
vencimiento del lapso previsto en el Artículo 127 LOPNNA (abrigo), y en un (01)
expediente, por la privación de patria potestad. El resto, vale decir, en 38 casos, la
medida resultó por entrega directa por parte de los progenitores de los niños, niñas o
adolescentes a terceras personas para su crianza, integrantes o no de la familia
ampliada, como los abuelos, tíos u otros familiares. (Ver cuadro 3).

2.- Con relación a los seis (06) expedientes por colocación en entidad de
atención, la medida procedió en todos por el vencimiento del lapso previsto en el
Artículo 127 LOPNNA (abrigo), ubicando en el año 2010, un (01) caso, en el año 2011
cuatro (04) expedientes, y en el año 2012, un (01) caso. (Ver cuadro 3).

Cuadro 3: Causas de Procedencia de la Medida de Colocación Familiar o en


Entidad de Atención
74
Causas de Procedencia de la Medida de Colocación Familiar o en Entidad
de Atención
Años Colocación Familiar Colocación en Entidad de atención
01 por culminación de medida de
01 por culminación de medida de
2010 abrigo.
abrigo.
04 por entrega directa a los familiares.
12 por entrega directa a los
04 por culminación de medida de
familiares.
2011 abrigo
01 por entrega directa a terceros.
17 por entrega directa a los familiares.
04 por entrega directa a terceros.
01 por culminación de medida de
2012 01 por culminación de medida de
abrigo
abrigo.
01 por privación de patria potestad.
Total : 47
41 Expedientes 06 Expedientes
expedientes
75
Fuente: Medina (2016)

Se muestra en el cuadro 3, la presencia de una de las causales de procedencia


de conformidad con el contenido del Artículo 127 de la LOPNNA, el cual señala con
relación a la culminación de la medida de protección de Abrigo: “si en el lapso máximo
de treinta días no se hubiere podido resolver el caso por vía administrativa, el Consejo
de Protección debe dar aviso al juez competente, a objeto de que éstee dictamine lo
conducente” (Asamblea Nacional, 2007).

Siguiendo a (Cornieles, 2005), la medida de protección de Abrigo, es una medida


dictada por el Consejo de Protección, la cual se caracteriza por no ser permanente,
sino provisional, de allí que tenga una duración de 30 días como máximo, cuya
finalidad es situar al niño, niña o adolescente temporalmente en un programa
tendente a garantizar su derecho a vivir y desarrollarse en un ambiente de seguridad y
afecto, mientras se determina la conveniencia o no del reintegro del mismo a su familia
de origen.

Cuando el reintegro sea improcedente, o transcurra el lapso previsto en la ley, es


decir, los 30 días, sin que se haya resuelto el caso por vía administrativa, el Consejo de
Protección debe dar aviso al Tribunal de Protección para que dictamine lo conducente,
en cuanto al reintegro para iniciar el proceso de colocación familiar o de adopción
según corresponda.

Por otra parte, cuando el niño carezca de representante legal, bien por el
fallecimiento de sus progenitores, y no sea posible abrir la tutela, o se configure la
Privación o extinción de la Patria Potestad de los progenitores, de conformidad con las
causales contempladas en el Artículo 352 de la LOPNNA, resulta indispensable
entonces que el Tribunal dicte una medida de protección para el niño, niña o
adolescente afectado, sea provisto de un representante mientras se determina una
medida permanente, como sería el caso de la adopción. (Ver cuadro 3).
76
De manera pues, sólo en tres (03) casos de la totalidad de los expedientes por
colocación familiar analizados, se determinó que el Juez aplicó la norma relativa a las
causas de procedencia referidas a la finalización de la medida de abrigo y la privación
de patria potestad, lo que ameritó la aplicación de la medida de protección de
colocación familiar, y en los seis (06) casos por asuntos de medida de colocación en
entidad de atención, se aplicó la norma, ya que agotada la vía administrativa por la
finalización de la medida de Abrigo, una vez notificado el Tribunal por parte del Consejo
de Protección, y no siendo posible el reintegro de niño, niña o adolescente a su familia
de origen, ni en familia sustituta, se decretó la colocación en entidad de atención.

Como se observa, en el cuadro 3, en cuanto a las causas de procedencia de la


medida de conformidad con el Artículo 397 de la LOPNNA, su aplicación por parte del
juez es escaza, muy por el contrario se justifica la medida de protección de colocación
familiar a través de la entrega directa que los progenitores hacen de sus hijos o hijas, a
un tercero para que asuman el ejercicio de la responsabilidad de crianza,
todo a tenor del Artículo 400 de la LOPNNA, y que en la gran mayoría de los casos,
los progenitores mantienen la representación del hijo o hija, a menos que
el juez de protección haya conferido esta facultad expresamente al responsable de la
colocación familiar.

Resulta importante señalar, que las entregas voluntaria obedecen, en su gran


mayoría por influencias de factores o condiciones precarias de la familia de origen, o
fallecimiento de alguno de ellos, desinterés, falta de integración familiar, progenitores
dependientes de sustancias alcohólicas, estupefacientes u otros psicotrópicos, para
obtener beneficios, sin que previamente se determinen las causas de procedencia de
la medida en sí, a tenor del contenido del Artículo 397 ejusdem, es decir, el vencimiento
de la medida de abrigo, la imposibilidad de abrir o continuar la tutela o cuando se
haya privado al padre y madre de la Patria Potestad, constituyendo estos casos de
entregas voluntarias la práctica reiterada en el ámbito judicial y el mayor número de
expedientes ubicados.
77
Gráficamente se puede observar, que en cuanto a las entregas directas representa
un 81% de los casos, un 17% referido al vencimiento del Abrigo y solo un 2% la
privación de patria potestad entre las causas que dieron origen a las medidas

Gráfico 1: Causas de Procedencia de la Medida de Colocación Familiar o en Entidad


de Atención

Fuente: Medina (2016)


CAPITULO IV

CAUSAS TIPIFICADAS QUE DETERMINAN LA TEMPORALIDAD DE LA MEDIDA DE


PROTECCIÓN DE COLOCACIÓN FAMILIAR O EN ENTIDAD DE ATENCIÓN

En cuanto a las causas que establece la LOPNNA, que permiten determinar la


temporalidad de la medida de protección de colocación familiar o en entidad de
atención, se examinaron los aspectos relacionados con la revisión y modificación, la
interrupción y la revocatoria de la aludida medida, en atención a su carácter temporal y
los mecanismos con los que cuenta la ley para su reglamentación.
78
Como se ha mencionado, la intención del legislador venezolano es garantizar el
derecho de todo, niña o adolescente de crecer y desarrollarse al lado de sus padres
biológicos, considerados estos como la familia de origen y establecer una salida de
carácter temporal y excepcional cuando deban hacerlo en una familia sustituta de
conformidad con la ley, siendo la medida de protección de colocación familiar o en
entidad de atención una de ellas.

La temporalidad de estas medidas, tiene su asidero en diversas disposiciones que


han sido analizadas, merece destacar el Artículo 396 de la LOPNNA que establece el
objeto de las medidas, en cuanto a otorgar la guarda de un niño, niña o adolescente de
manera temporal mientras se determina una modalidad de protección permanente para
los mismos, y en igual sentido el Articulo 128 ejusdem, al señalar el carácter temporal
de la medida de colocación (Asamblea Nacional, 2007).

Asimismo la LOPNNA, regula las condiciones de procedencia de la medida de


colación familiar o en entidad de atención establecidas expresamente en el artículo
397 ejusdem, señalando la culminación de la medida de abrigo, la imposibilidad de
aperturar o continuar la tutela, y la privación o extinción de la patria potestad, así
como, la circunstancia cuando la separación de un niño, niña o adolescente de su
familia de origen se produce por la delegación de la custodia por parte de los
progenitores de forma voluntaria o directa, para que una tercera persona asuma su
crianza, a tenor del Artículo 400 del citado texto, siendo muchos los factores que en la
práctica influyen en esta forma de delegación de la custodia.

Por su parte, el Artículo 354 de la LOPNNA, referido a la Privación de la Patria


Potestad, establece la prohibición de separar al niño, niña o adolescente de su entorno
familiar por razones de tipo económico de sus progenitores, muy por el contrario
favorece el apoyo por parte del estado mediante la inclusión en programas de
asistencia y apoyo familiar.
79
De igual manera, el Artículo 124 de la LOPNNA, señala una gama de posibilidades
en cuanto a los Programas que determina la Ley como mecanismos para garantizar los
derechos de los niños, niñas y adolescentes, haciendo referencia a los programas de
asistencia, de apoyo u orientación familiar, la rehabilitación y prevención, entre otros,
todos dirigidos a la protección integral, a ofrecer ayuda a las familias más
desfavorecidas, aunado a la improcedencia de la privación de la patria potestad por
razones de índole económico.

Resulta oportuno destacar, lo que señala el Artículo 9 de la CIDN,

Los Estados partes velarán por que el niño no sea separado de sus padres
contra la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión judicial,
las autoridades competentes determinen, de conformidad con la Ley y los
procedimientos aplicables, que tal separación es necesaria en el interés
superior del niño. Tal determinación puede ser necesaria en casos
particulares, por ejemplo, en los casos en que el niño sea objeto de maltrato
o descuido por parte de sus padres o cuando éstos viven separados y debe
adoptarse una decisión acerca del lugar de residencia del niño (ONU, 1990).

Ahora bien, la temporalidad o transitoriedad de la medida de colocación familiar o


en entidad de atención, se encuentra estrechamente ligada con el hecho de que se
produzca un cambio en las circunstancias de las causas que originaron la misma, en
tal sentido, la LOPNNA establece en el Articulo 131 la modificación y revisión de la
misma.

En cuanto a la revisión, es una obligación que sólo procede de oficio, toda vez
que la misma norma señala sobre el deber de revisión de las medidas de protección,
constituyendo dicha circunstancia un mandato legal, el cual debe realizarse en un
lapso como mínimo cada seis meses, contados a partir del momento de su aplicación
por la autoridad que la impuso, con el objeto de evaluar o determinar si las
circunstancias que dieron origen a la misma, han variado o cesaron, lo que debe traer
un pronunciamiento por parte del órgano que la dictó, quien deberá ratificar, sustituir,
complementar o revocar la medida.
80
De manera, que se ratifica la medida de protección cuando no han variado y se
mantienen los hechos o las causas que dieron lugar a su imposición, se sustituye por
otra medida, o se complementa aplicando otras medidas adicionales, cuando han
variado los hechos o casusas que dieron lugar a la misma, y se pueden revocar
cuando ya no existen los hechos o causas que dieron lugar a su imposición. En cuanto
a la modificación de las medidas de protección, el Primer Párrafo del Artículo 131 de la
LOPNNA, señala sobre la posibilidad de modificación de las mismas en cualquier
momento, cuya única condición es que hayan variado o cesado las circunstancias que
las originaron, sin que medie tiempo alguno.

Resulta menester indicar, que la modificación puede realizarse de oficio o a


solicitud de parte interesada, considerándose interesado para iniciar e intervenir
cualquiera de los integrantes del Sistema de Protección, el niño, niña o adolescente y
de su familia, tal como lo consagra el Articulo 291 de la LOPNNA, en cuanto a las
personas legitimadas para iniciar e intervenir en los procedimientos administrativos.

Por otra parte, el Artículo 404 de la LOPNNA, regula la posibilidad de interrupción


de la colocación, de manera que si la persona a la cual se ha concedido un niño, niña o
adolescente en colocación familiar, no pudiere o no quisiere seguir en el ejercicio de la
medida, debe de forma inmediata notificárselo al juez que impuso la medida a los fines
de decidir lo conducente, quien en todo caso decidirá sobre la entrega a terceras
personas. De forma concluyente, el artículo en comento, ordena al responsable de una
colocación que no pueda o no quiera continuar con dicha responsabilidad, a informar
al juez que dictó la medida en cuestión, para que determine lo más conveniente al caso.

De igual manera, el Artículo 405 de la LOPNNA, establece la posibilidad de la


revocatoria de la medida de colocación familiar o en entidad de atención, al señalar que
procede en cualquier momento, si el interés superior del niño, niña o adolescente así lo
requiere, previa solicitud del colocado o colocada si es adolescente, del padre o la
madre afectados en la Patria Potestad o en el ejercicio de la Responsabilidad de
Crianza, sus parientes, del Ministerio Público, y de cualquier persona que tenga
conocimiento directo de los hechos o circunstancias que lo justifique.
81
Ahora bien, de la revisión realizada a los expedientes seleccionados con relación
al contenido del Artículo 131, 404 y 405 de la LOPNNA, se observan las
características relacionados con la temporalidad de las medidas de colocación familiar o
en entidad de atención y al respecto se determinó:

1.- En los 41 expedientes por colocación familiar:

De los cinco (05) casos ubicados en el año 2010, sólo en dos (02) expedientes
se produjo la sustitución de la medida por la adopción. Durante el periodo 2011, de los
13 expedientes, sólo en un (01) expediente se revocó la medida y se logró el reintegro
familiar. Y en el año 2012, en ninguno de los 23 expedientes, se dio la revisión o
modificación de la medida de colocación familiar. De manera, que la sólo se evidenció
en tres (03) expedientes, y no en 38 casos. (Ver Cuadro 4)

Cuadro 4: Revisión- Modificación- Revocatoria e Interrupción de la Medida de


Colocación Familiar

Revisión- Modificación- Revocatoria e Interrupción: Medida de Colocación


Familiar
Años Colocación Familiar Revisión – Revocatoria No Revisión
02 Expediente. Se sustituyó la
2010 05 Expedientes 03 Expedientes
medida por adopción
01 Expediente. Se revocó la medida
2011 13 Expediente y se produjo reintegro por solicitud 12 Expedientes
de interesada (progenitora)
2012 23 Expedientes Ningún Expediente 23 Expedientes
Total 41 Expedientes 03 Expedientes 38 Expedientes
82
Fuente: Medina (2016)

2.- En cuanto a los seis (06) expedientes de colocación en entidad de atención:

Se ubicó en el año 2010, un (01) expediente, el cual fue admitido y revisado.


Durante el periodo 2011, se ubicaron cuatro (04) casos, revisándose y ratificando las
medidas, (2 vienen declinados de otra jurisdicción). Y en el año 2012, se ubicó un (01)
sólo caso, en el cual se modificó la medida por colocación familiar, (en familia
ampliada). Se observa entonces, que en los seis (06) expedientes, se produjo la
revisión o modificación de la medida, tal como se determina en el siguiente cuadro. (Ver
cuadro 5).

Cuadro 5: Revisión: Medida de Colocación en Entidad de Atención

Revisión- Modificación- Revocatoria Medida de Colocación en Entidad de Atención


Colocación Entidad de
Años Revisión No Revisión
Atención
2010 01 Expediente 01 Expediente se admitió. Se ratificó 0

02 Expedientes declinados. Se ratificaron medidas


2011 04 Expedientes 0
02 Expedientes se admitieron. Se ratificaron medidas

01 Expediente admitido La medida se sustituyó por


2012 01 Expediente 0
colocación Familiar

Total 06 Expedientes 06 Expedientes 0


83
Fuente: Medina (2016)

Todos estos resultados determinan, por una parte, que la revisión de la medida no
se cumple tal como lo señala el Artículo 131 de la LOPNNA, ya que sólo son objeto de
revisión de oficio por el Juez, los casos de colocación en entidad de atención, los cuales
suman la cantidad de seis (06) expedientes, no así, los de Colocación Familiar, toda
vez que los cambios que se produjeron en los tres (03) casos, obedecen a la solicitud
de parte interesada, y no por la revisión por parte del tribunal.

Se hace hincapié, que la LOPNNA no hace distinción en cuanto a la revisión de la


medida, es decir, ésta debe realizarse en todos los casos, no sólo en los expedientes
de colocación en entidad de atención, sino también en los de colocación familiar
propiamente dicha para su respectivo seguimiento, y si la ley no hace distinción alguna,
mal puede el interprete hacerlo, según el principio general de derecho que reza en latín
“Ubi Lex Distinguit, Nec Nostum Est Distinguere" cuando la ley no distingue, tampoco
incumbe distinguir, o donde no distingue el legislador no debe distinguir el interprete.

Esto conlleva a favorecer que estas medidas se prolonguen en el tiempo, ya que


nunca se revisan de oficio por el juez, contraviniendo la ley, toda vez que la normativa
jurídica que ha sido analizada consagra el carácter excepcional de la medida de
colocación familiar o en entidad de atención, considerando en consecuencia la
temporalidad de las mismas mientras no se determine la imposibilidad o inviabilidad del
restablecimiento de los vínculos entre los niños, niñas o adolescentes con sus
progenitores o familia de origen, lo que traería entonces la modificación de la medida
por una de carácter permanente.

CAPITULO V

DISCRECIONALIDAD DEL JUEZ EN EL DICTAMEN Y REVISIÓN DE LA


MEDIDA DE PROTECCIÓN DE COLOCACIÓN FAMILIAR O EN ENTIDAD DE
ATENCIÓN
84
La LOPNNA a través de su normativa ha concedido al Juez como integrante
fundamental del Sistema de Protección, poderes en la conducción de los procesos toda
vez que se encuentra en juego los derechos de los niños, niñas y adolescentes,
consagrando una gama de disposiciones que lo fortalecen como director del proceso,
con amplias atribuciones para garantizar el cumplimiento de sus funciones conforme a
los postulados de la Doctrina de Protección Integral, revestido hoy día de un rol más
activo guiado por principios rectores que en materia de procedimientos señala la
misma ley.

Resulta innegable que el Sistema de Protección debe disponer de toda una


legislación adjetiva a tono con los principios de la Doctrina de Protección Integral
acogida constitucionalmente según los precepto del Articulo 78 de la carta magna,
dado el reconocimiento de los niños, niñas y adolescentes como sujetos plenos de
derechos, el Interés Superior del Niño, el papel fundamental y prioritario de las familias
en la vida de los niños, niñas y adolescentes, la corresponsabilidad del Estado, familia y
sociedad en la protección integral de sus derechos y la Prioridad Absoluta en la
atención de los mismos (Asamblea Nacional, 2007).

Señala (Perdomo, 2007 p.13), en cuanto a la actuación desplegada por los jueces
y juezas en la protección dirigida a la infancia, y la cual debe ir a la par de los cambios
que se han producido con la adecuación de la ley a los postulados de la Doctrina de
Protección Integral:

Los jueces y juezas en la realización de este proceso tienen una enorme


responsabilidad, debe descartarse la rutina y en cambio asumir la justicia
como valor humano. Requieren de una preparación integral, de un
entrenamiento constante, de una sensibilidad por la infancia y la
adolescencia, de una sociabilidad indispensable para comprender la tragedia
que significa el choque violento contra los valores de la familia, de una
humildad capaza de asumir la función que se desempeña como un
compromiso frente a la sociedad, frente al estado, descartar todo aquello que
signifique pasividad, omisión, inconformidad personal. Todo ello para
entender que el compromiso, la responsabilidad, la solidaridad, son el
denominador común de una justicia capaz de entender a los que acuden a
los tribunales en la búsqueda de soluciones para sus problemas.
85
De manera, que el juez de protección puede disponer de todas aquellas
diligencias que sean indispensables para el cumplimento del objeto de la Ley que no es
más que el garantizar a los niños, niñas y adolescentes sometidos a su actuación el
disfrute pleno y efectivo de sus derechos, y cuya actuación se encuentra limitada por
los principios constitucionales y legales que informa la Doctrina de Protección Integral,
y que orientan también la actividad procesal a través de los principios rectores.

Señala el Artículo 3° de la CIDN, al respecto: “En todas las medidas


concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar
social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una
consideración primordial a que se atenderá será el Interés Superior del Niño"
(ONU, 1990).

Por su parte el Artículo 78, de la CRBV establece:

Los niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho, y estarán


protegidos por la legislación, órganos y tribunales especializados, los cuales
respetarán, garantizarán y desarrollarán, los contenidos de esta Constitución,
la Convención Sobre los Derechos del Niño y demás tratados internacionales
que en esta materia haya suscrito y ratificado la República. El Estado, las
familias y la sociedad asegurarán con prioridad absoluta, protección
integral, para lo cual se tomará en cuenta su interés superior en las
decisiones y acciones que les conciernan. El Estado promoverá su
incorporación progresiva a la ciudadanía activa, y un ente rector nacional
dirigirá las políticas para la protección integral de los niños, niñas y
adolescente. (Asamblea Nacional, 1999).

Asimismo, la LOPNNA, desarrolla este principio en el Artículo 8 definiéndolo de la


siguiente forma:

El Interés Superior de Niños, Niñas y Adolescentes es un principio de


interpretación y aplicación de este Ley, el cual es de obligatorio cumplimiento
en la toma de todas las decisiones concernientes a los niños, niñas y
adolescentes. Este principio está dirigido asegurar el desarrollo integral de
los niños, niñas y adolescentes, así como el disfrute pleno y efectivo de sus
derechos y garantías. (Asamblea Nacional, 2007).
86
De las normas antes descritas, se determina que dicho principio no sólo regula la
obligación para los que operan el sistema de adoptar medidas, sino también a que las
mismas garanticen los derechos de los niños, niñas y adolescentes, y al respecto
señala (Cillero, citado por Buaiz, 2007, p.21) es “un principio garantista y una
limitación en la discrecionalidad por cuanto obliga a que en cualquier medida que se
tome respecto de los niños, se adopten sólo aquellas que protejan sus derechos y no
las que los conculquen” .

De manera pues, que constituye este principio una fórmula que limita el margen
discrecional en la toma de las decisiones de los derechos que le asisten a los niños,
niñas y adolescentes, en tal sentido (Buaiz, 2007, p. 21) establece:

Este principio trasciende la simple consideración de inspiración para la toma


de decisiones de las personas públicas o privadas, al erigirse más bien como
limitación de la potestad discrecional de éstos, constituyéndose en vínculos
normativo para la estimación, aplicación y respeto de todos los derechos
humanos de los niños.

Por su parte, Perdomo (2008, p. 319) señala que el interés superior significa un
soporte para los jueces y juezas en la aplicación de la ley, en la dirección del proceso
para otorgar la protección al niño, niña y adolescente en concordancia con el
Art. 257 de la Constitución vigente, norma que ilumina es escenario de la
actividad jurisdiccional.

La normativa jurídica que hace referencia a la medida de protección de colocación


familiar o en entidad de atención, establece el carácter excepcional de la misma, y el
deber para el juez de realizar las gestiones tendentes al restablecimiento de los
vínculos del niño, niña o adolescente con sus progenitores o con otros miembros de la
familia ampliada, todo en aras de garantizar el derecho humano que le asiste a los
mismos de criarse y desarrollarse en el núcleo de su familia de origen, o en su defecto
a hacerlo en una familia sustituta, enmarcado en la protección de su Interés Superior.
87
De allí que la ley impone la obligación a la autoridad que dicta la medida, en el caso
concreto al Juez de Protección, toda vez que la colocación familiar o en entidad de
atención es competencia exclusiva del mismo, de realizar la revisión de las circunstancias
que dieron origen a la aplicación de la misma, por lo menos cada seis meses, tal como lo
señala el Artículo 131 de la LOPNNA, no obstante, puede existir la posibilidad de que
dicha revisión pudiese ser en un tiempo mayor, el cual quedará al prudente arbitrio del juez
o jueza de protección, al señalar la misma normativa un lapso como mínimo, ya que
tampoco se cuenta con mayor normativa que establezca mas medidas al respecto en
cuanto al lapso para hacer la revisión, concediendo la norma un margen de
discrecionalidad al juez, en la selección del tiempo en que realizará la revisión.

En otro orden de ideas, el Artículo 397-D de la LOPNNA, regula otros aspectos


que pueden surgir una vez que se aplica la medida referidas a la colocación familiar
concedida a terceras personas, como de colocación en entidad de atención, y
partiendo precisamente de la condición de temporalidad de la misma, se establece la
obligación para las personas responsables de la medida, de colaborar con los
responsables del programa de colocación familiar a los fines de fortalecer los vínculos
familiares con la familia del niño, niña o adolescente todo en aras de lograr la
integración o reingreso de los niños, niñas y adolescentes separados o separadas de su
familia de origen (Asamblea Nacional, 2007).

Si se logra la integración o reintegración del niño, niña o adolescente en su familia


de origen nuclear o ampliada, el Tribunal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes,
a través de un programa de protección, debe hacer seguimiento durante el año
siguiente a la fecha en la cual se produjo dicha integración o reintegración realizándose
un mínimo de cuatro evaluaciones integrales y adicionalmente debe incluir a esta
familia de origen en programas de fortalecimiento familiar.

Asimismo, en caso que los progenitores del niño, niña o adolescente manifiesten
su intención de lograr su integración o reintegración, pero las evaluaciones que se les
realice resulten negativas, la colocación familiar debe continuar en la familia sustituta,
hasta que se determine que procede dicha integración o reintegración o, que la misma
es inviable o imposible, por lo que en todo caso, la colocación familiar debe continuar
mientras se tramita la adopción, como medida definitiva.
88
Resulta oportuno destacar, en cuanto a los casos de colocaciones en entidad de
atención y el proceso de reinserción familiar, que se debe mantener un proceso de
seguimiento y control de los casos egresados, al igual que una comunicación regular con
las autoridades competentes, de manera, de poder supervisar el proceso de protección
integral del niño, niña o adolescente egresado (Moreno, 2001).

De manera, que la intención del legislador es lograr integrar o reintegrar al niño, niña
o adolescente a su familia de origen o ampliada, para lo cual se debe contar con
programas de colocación familiar creados a tal fin, estableciendo seguimientos periódicos
que orienten al juez a determinar si la medida es temporal o definitiva en caso de ser
inviable o imposible que se produzca el retorno a la familia de origen o ampliada, para lo
cual la ley también señala la posibilidad de decretar una medida definitiva como lo
constituye la adopción.

Del contenido del Artículo 401-B ejusdem, se determina la forma en que se debe
realizar el seguimiento de la medida de la colocación familiar de un niño, niña o
adolescente con la persona o pareja que seleccione el juez o jueza, para lo cual el
responsable del programa de colocación familiar, debe hacer el seguimiento
realizando una evaluación integral, elaborando un informe bio-psico-social-legal e
informar al juez o jueza cada tres meses y remitir así mismo, a la oficina de
adopciones del Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, a los
fines del artículo 493-D de la LOPNNA, y la determinación con prontitud de aquellos o
aquellas niños, niñas y adolescentes susceptibles de reintegro familiar o a ser
adoptados (Asamblea Nacional, 2007).

En cuanto a la revisión y duración de la medida, de los expedientes por colocación


familiar se determinó:

1.- La revisión de la medida no se hizo, en los casos de colocación familiar, sólo


en tres (03) expedientes hubo cambios, que conllevó a la finalización de la medida sin
más trámite de seguimiento.

2.- En cuanto al tiempo, en los tres (03) casos en que se produjeron los cambios
de la medida, estos se produjeron al cabo de un periodo entre dos y cuatro años de
duración de las medidas (Ver cuadro 6).
89
Cuadro: Casos de Colocación Familiar (Revisión y duración de la medida)

Casos de Colocación Familiar (Revisión y duración de la medida)


Años Colocación Familiar Revisión de la medida Duración de la medida
02 Revisados 2 a 4 años.
02 Revisados
2010 05 Expedientes 03 No revisados: más de
03 No revisados
dos años.
01 Revisado: más de un
01 Revisado año.
2011 13 Expedientes
12 No revisados 12 No revisados: más de
dos y tres años.
23 No revisados: más de
2012 23 Expedientes 23 No revisados
dos años y más de un año.
Total 41 Expedientes
Fuente: Medina (2016)

Con respecto a los casos de colocación en entidad de atención, se determinó:

1.- La revisión se llevó a cabo en los seis (06) expedientes.

2.- Con respecto al tiempo en que se hace la revisión: No se realizó en el lapso


menor a los seis (06) meses, sino de forma anual y un poco más de tiempo, lo que
trae como consecuencia la prolongación de la medida. (Ver cuadro 7).

Cuadro 7: Casos de Colocación en Entidad de Atención. (Revisión y duración de la


medida)

Casos de Colocación en Entidad de Atención. (Revisión y duración de la medida)


Colocación en Entidad de
Años Revisión Duración de la medida
Atención
2010 01 01 05 años
01 caso más de 12 años
2011 04 04 01 caso: más de 13 años
02 casos: más de 04 años
2012 01 01 01 caso: más de 02 años
Total 06
90
Fuente: Medina (2016)

De los resultados explanados, se concluyó que existe un margen de discrecionalidad


en el juez en cuanto a la modalidad de medida objeto de revisión, recayendo la misma
sólo en los expedientes de colocación en entidad de atención, ya que los de modalidad
de colocación en familiar no se revisan, ni en aquellos casos en que se produce la
finalización de la medida.

Gráficamente se puede observar, de la totalidad de los 47 expedientes por


medida de protección de colocación familiar o en entidad de atención, que un 81%
corresponde a los casos que no se revisan y un 19% a los que son objeto de revisión.
(Ver Gráfico 2)

Gráfico 2: Revisión de la Medidas de Colocación Familiar o en Entidad de Atención.

Fuente: Medina (2016)


91
En cuanto al lapso para llevar a cabo la revisión, en ninguno de los casos, se
realizó en un lapso menor a los seis (06) meses que consagra la ley, sino en un tiempo
mayor, lo que trae como consecuencia que las medidas tenga una duración que oscila
entre dos (02) y cinco (05) años en los casos iniciados y admitidos por el tribunal, y en
aquellos que vienen declinados el tiempo es mayor, alcanzando la medida entre 12 y
trece 13 años. (Ver Gráfico 3)

Gráfico 3: Tiempo de Revisión de la Medida de Protección de Colocación Familiar o


Entidad de Atención.

Fuente: Medina (2016)


92
Al no realizarse la revisión en menor tiempo, los casos quedan olvidados, sin el
debido apoyo del programa de familia sustituta, no se logra el restablecimiento de los
vínculos familiares, observando que en los casos de colocación en entidad de atención,
las medidas se prolongan en el tiempo, y lejos de ser las mismas excepcionales se
convierten en la regla y más aun en los casos de colocación familiar, las cuales nunca
son objeto de seguimiento a través de la revisión de las mismas, lo que trae como
consecuencia que no se pueda verificar a través de los seguimientos que ordena la ley,
si se produce alguna vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, no
obstante de ejecutarse con algún integrante de la familia ampliada, o en otros casos
con terceras personas, situación que atenta contra el Interés Superior del Niño.

Los progenitores son las personas que por ley tienen la obligación natural, de
proteger a sus hijos, la cercanía de los lazos de sangre de afectos y la responsabilidad
que en forma espontanea proviene de la procreación, los convierte en sus
guardianes perfectos, de manera que los operadores de justicia deben apostar a ello,
por lo que la ubicación del niño, niña o adolescente en familia o grupo familiar distinto a
su grupo de origen debe ser excepcional, y porque necesariamente así lo recomienda
su interés superior.

De manera, que a fin de garantizar a todo evento el derecho humano de los niños,
niñas y adolescentes a criarse y desarrollarse en su familia de origen, se permite con
toda la seguridad jurídica que esto conlleva, que pueda hacerlo en el seno de una
familia sustituta mediante la aplicación de una medida de protección, la cual se
encuentra revestida de una carácter excepcional, como alternativa de último recurso y
debe durar el tiempo más breve posible, mientras el juez realiza las gestiones
tendentes al reintegro familiar, esto permite incluso que no se fomenten vínculos de
afectos con el grupo familiar sustituto.

Resulta oportuno hacer mención, que es criterio del máximo Tribunal de la


República que los jueces de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente deben demostrar que efectivamente hacen seguimiento adecuado al
proceso, y su verdadera preocupación es la solución definitiva del destino de los niños.
93
Sentencia Nº 507 de fecha 05 de abril 2004, Magistrado Ponente Jesús Eduardo
Cabrera Romero por Recurso de Amparo Constitucional:

Para decidir, la sala Observa, que todo juez de Menores debe velar no
solamente por cubrir las necesidades básicas de los menores cuyos juicios
se ventilan ante su sede, sino además debe ser diligente en cuanto a las
actuaciones a seguir, especialmente por tratarse de menores de edad.
Limitarse a dar cobijo a los niños debidamente identificados y no ocuparse
además de su bienestar sicológico, averiguar el paradero de los padres de
dichos menores, y las razones del abandono, o sancionar la conducta de
quienes los abandonaron de ser el caso, o mediante decisión judicial iniciar
la colocación familiar o la adopción, hubiese demostrado que efectivamente
la Jueza hizo el seguimiento adecuado al proceso y su verdadera
preocupación por la solución definitiva del destino de los niños. (Zuleta de
Merchán, 2009 p. 179).

En otro orden, el hecho de la permanencia de un niño, niña o adolescente en un


grupo familiar diferente de origen, trae el fortalecimiento de vínculos de afectos, lo que
resulta desfavorable a un posible reintegro del niño, niña a adolescente, en este
sentido en Sentencia Nº 1687, del 06 de noviembre de 2008, Magistrada ponente Dra.
Carmen Zuleta de Merchán, por Amparo Constitucional interpuesta en contra del fallo
dictado por el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, Transito y de Protección del Niño
y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Miranda, caso en el cual la
madre biológica de un niño separa de forma intempestiva de la madre sustituta,
estableció al respecto:

Ciertamente la separación intempestiva del niño de su madre de crianza


sería contraria al interés superior del niño porque al haberse prolongado en
el tiempo la situación de hecho de su convivencia con la ciudadana Nancy
Omaira Espinoza Sánchez durante sus primeros años de vida, generó sin
lugar a dudas, vínculos efectivos muy fuertes, de forma tal que no resulta
conveniente su ruptura, pues ello pudiese repercutir negativamente en su
desarrollo, como lo apreció la sentencia impugnada, con base en los
informes sociales y psicológicos que cursan en autos, máxime cuando no
consta en autos prueba alguna de que el niño haya sido víctimas de maltrato.
Antes por el contario, se evidencia que las dos madres en disputa
mantuvieron al inicio una pacifica relación en torno al niño dejado en guarda
voluntariamente por su madre biológica. (Zuleta de Merchán, 2009 p. 528).
94
Además, se reitera que la decisión tiene carácter temporal, y por tanto, puede ser
modificada o revisada en cualquier momento, de conformidad con lo establecido en los
artículos 396 y 405 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente,
actualmente artículos 128 y 131 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes. (Zuleta de Merchán, 2009 p. 529).

Se observa, en esta decisión como se deja claro la posibilidad de fomentarse los


lazos de afecto entre el niño y la familia sustituta cuando dicha situación se prolonga en
el tiempo, no obstante de las posible revisiones a las que puedas ser sometido el
procedimiento, situaciones que obstaculizan la posible reintegración de los niños, niña
o adolescente al entorno de su familia de origen, de manera que mientras más rápido
se lleven a cabo las revisiones de la medida, se favorece el reintegro.

En cuanto al Interés Superior del Niño, como límite al poder discrecional del juez,
se trae a colación la sentencia de la Corte Superior Segunda del Circuito Judicial de
Protección del Niño y del Adolescente del área Metropolitana de Caracas, Asunto AP51-
R-2006-011255, de fecha 27 de julio de 2007, con ponencia del Dr. Yuri Emilio Buaiz,
en la cual se establece limitaciones de la libertad discrecional de todos aquellos que
toman decisiones respecto de los derechos de los niños o adolescentes, en base a
este principio.
95
La decisión del Juez al respecto debe estar orientada por el Interés Superior
del Niño, principio universal que guía e informa como motivación jurídica y
filosófica a la doctrina de protección integral de los niños, y que se encuentra
contenido en el artículo 3 de la Convención Internacional sobre Derechos del
Niño, suscrita y ratificada por Venezuela en fecha 29 de agosto de 1990, con
publicación en Gaceta Oficial Nº 34.541, y en el artículo 8 de la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente. Aunque la norma
precitada no hubiese remitido al interés superior del niño al juez decisor del
conflicto sobre la autorización de viaje, este principio es de obligatoria
observancia en todas las decisiones que tomen las autoridades, sean
judiciales o no, personas naturales y personas públicas o privadas. Por tanto,
interesa a esta Corte, por considerarlo útil en todos aquellos asuntos en que
se cita al Interés Superior del Niño, dejar asentado que este principio es de
carácter garantista, por cuanto constituye un mecanismo que: a) está dirigido
a la garantía efectiva de los derechos de los niños, y adolescentes, esto, es
que en todas las decisiones que respecto de los niños tomen las autoridades
o personas mencionadas, la consideración primordial es la efectividad de
sus derechos, y en tal sentido, si frente a una decisión determinada sobre un
particular caso, se afecta uno cualquiera de los derechos de los niños, esa
decisión no debe tomarse, lo que obliga a un también particular análisis por
parte de aquel o aquellas personas que están tomando la decisión , análisis
de carácter lógico y coherente, además de exhaustivo, que permita
desentrañar de forma inequívoca cómo y cuánto esa decisión perjudica,
viola o amenaza uno cualquiera de los derechos de los niños. Ello sólo
permite la excepción o excepciones que expresamente autorice la ley
positiva, como un ejemplo el artículo 26 de la ley de la materia, en su
parágrafo primero; y, b) Es un principio de limitaciones de la libertad
discrecional de todos aquellos que toman decisiones respecto de los
derechos de los niños o adolescentes, por cuanto condiciona el libre
albedrío del juez a una subsunción exclusiva de derechos, prohibiendo al
decisor de esa manera tomar decisiones que provengan de su convicción, de
sus creencias o de su parecer, ya que, se insiste, la decisión o decisiones
que no atiendan al respecto, cumplimiento y /o garantía de los derechos
humanos de los niños, violentarían este principio de interés superior. De esta
manera, la regla que opera con carácter imperativo es la prohibición de la
discrecionalidad en las decisiones de los jueces, por lo que atendiéndose
exclusivamente al interés superior del niño, ningún sentenciador debe decidir
lo que a su manera de ver es más beneficioso al niño, o aquello que su
máxima de experiencia o sana critica le indica que lo es, sino al derecho de
que se trate y a las condico0nes subjetivas de derecho que la norma
preestablezca para su garantía. En tal sentido, no opera la convicción del
juez o las reglas de la sana critica igual que en materia de derecho común, o
en materia de procedimiento civil, sino que son preeminentes en cualquier
decisión los derechos de los niños o adolescentes, lo cual tiene un evidente
significado de limitación a las potestades discrecionales del Juez (Buaiz,
2009 p. 41 y 42)
96
De manera, que el Principio del Interés Superior del Niño, constituye una garantía
que limita la potestad del juez, no obstante todos los poderes que la LOPNNA le otorga
para la conducción de los procesos sometidos a su consideración, y su aplicación no
debe ser de forma subjetiva, o a como lo conciban los operadores del sistema en
virtud de sus vivencias o experiencias.

La actuación del juez no debe estar reglamentada en base a su discrecionalidad,


sino en el respeto de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, reconocidos y
consagrados en la ley como derechos inherentes al ser humano, de estricto orden
público, intransferibles e irrenunciables, y en la medida en que una decisión afecte
negativamente estos derechos, existe la prohibición de acordarla so pena de estar
violando el principio señalado.

A lo largo de la investigación se ha determinado el carácter temporal de la medida


de colocación, cual puede ejecutarse en familia sustituta o en entidad de atención
reiterando la competencia para el órgano jurisdiccional representado en la figura del
juez o jueza. No cabe duda, que la intención del legislador, con otorgarle a estas
medidas un carácter excepcional, es precisamente el poder garantizar el derecho por
demás humano y primario de los niños, niñas y adolescentes de ser criados y
desarrollarse por su familia de origen, tal como lo establece la CIDN; la Constitución y
la LOPNNA.

La separación de niños, niñas o adolescentes de su familia de origen, debe darse


solo si es sumamente necesario, y de ser así, debe durar el menor posible, pues de
esto depende la preservación del Interés Superior de los mismos, por lo que resulta
contario que la actuación del juez en materia de revisión de las medidas aludidas, no
se cumpla a cabalidad, constituyendo la falta de revisión en un tiempo acorde y el
seguimiento de las medidas, las mayores limitaciones en la garantía de este derecho.
97
CONCLUSIONES

A continuación se presentan las conclusiones relacionadas con la presente


investigación, en cuanto a los aspectos que determinan la temporalidad de la medida
de protección de colocación familiar o en entidad de atención:

1.- Aspectos Doctrinales de la Medida de Protección de Colocación Familiar o en


Entidad de Atención

Se estableció cuatro categorías básicas acerca de la medida de protección de


colocación familiar o en entidad de atención: tales como la Doctrina de Protección
Integral, el Sistema de Protección, los mecanismos para hacer valer su efectividad y el
Principio del Interés Superior del Niño.

La medida de protección de colocación familiar o en entidad de atención como


manifestaciones de la familia sustituta, es considerada como uno de los mecanismo
con los que cuenta el Sistema de Protección para garantizar su eficacia, cuya finalidad
consiste en proteger el derecho que le asiste a los niños, niñas o adolescentes, de
criarse y desarrollarse en su familia de origen y de no ser posible hacerlo en una familia
sustituta conforme a la ley, sustentada en los Principios de la Doctrina de Protección
Integral, prevaleciendo el interés superior de los niños, niñas y adolescentes todo
conforme a los parámetros que establece la LOPNNA 2007.

De manera, que la medida de protección de colocación familiar o en entidad de


atención, constituye uno de los mecanismo que establece la ley para proteger a todos
aquellos niños, niñas o adolescentes, separados de su familia de origen o en su defecto
proveerlos de una familia sustituta, (tutela, colocación familiar o en entidad de atención
y adopción), estableciéndose dos modalidades con respecto a la colocación: la familiar
propiamente dicha y la colocación en entidad de atención.
98
Se determinó, la existencia de un número mayor de procedimientos por asuntos
de colocación familiar que por colocación en entidad de atención, siendo la primera
mucho más frecuente y utilizada que la segunda, determinándose que la revisión de las
medidas no se ejecutan de forma adecuada, lo que trae como consecuencia que se
prolonguen en el tiempo, situación que contraviene la condición de temporalidad de
dichas medidas.

2.- Fundamento Legal de la Medida de Protección de Colocación Familiar o en


Entidad de Atención.

Se estableció la importancia que reviste la normativa consagrada en la


Constitución de la República de Venezuela (1999), en sus Artículos 75 y 78, en cuanto
a la forma y manera en que debe ser concebida la protección de los derechos de los
niños, niñas y adolescente cuando han sido separados de su entorno familia de origen,
acogiendo los principios sobre los cuales se erige la Doctrina de Protección Integral
desarrollando el contenido esencial de la CIDN (1990), instrumento jurídico que de igual
manera sustenta la protección del derecho que le asiste a los niños, niñas y
adolescentes a crearse y desarrollarse en su familia de origen.

La LOPNNA, conceptualiza la figura de la familia sustituta, definida como toda aquella


que no siendo familia de origen, protege a través de una decisión judicial a un niño, niña o
adolescente privado permanente o temporalmente de su medio familiar, bien por carecer
de padre y de madre, porque estos se encuentren afectados en la titularidad de la Patria
Potestad; así como en el ejercicio de la Responsabilidad de Crianza, la cual puede estar
integrada por una por una o más personas, señalando entre sus modalidades: la
colocación familiar o en entidad de atención, tutela y adopción, estableciendo los
principios que debe tener en cuenta el Juez para determinar la modalidad de la familia
sustituta, más conveniente para cada caso en concreto.
99
Asimismo, establece los requisitos de procedencia de la medida en sí, señalando
al respecto el vencimiento de la medida de abrigo, la imposibilidad de abrir o continuar
la tutela o cuando se haya privado al padre y madre de la Patria Potestad. En otro
orden de ideas, la LOPNNA establece la posibilidad que los progenitores puedan
delegar la custodia como atributo de la responsabilidad de crianza de sus hijos a una
tercera persona, considerada o no miembros de la familia extendida o ampliada,
mediante una figura conocida como entrega directa.

La aplicación de las causas de procedencia de la medida de protección de colocación


familiar o en entidad de atención, es escaza, por el contrario se justifica la misma a través
de la entrega directa que los progenitores hacen de sus hijos o hijas, a un tercero para que
asuman el ejercicio de la responsabilidad de crianza de los mismos, representando estos
casos una práctica reiterada en el ámbito judicial, situación que desvirtúa la aplicación de la
medida, ya que se reglamenta con esto el desprendimiento de los niños, niñas y
adolescentes de su familia de origen, en base a factores tales como las condiciones
precarias, falta de integración familiar, progenitores dependientes de sustancias
alcohólicas, estupefacientes u otros psicotrópicos, etc. sin activarse previamente la
aplicación de programas, para apostar más bien por el fortalecimiento de los vínculos entre
los progenitores y sus hijos, objetos de estas medidas de entrega directa.

3.- Causas Tipificadas en la LOPNNA para determinar la Temporalidad de la


Medida de Protección de Colocación Familiar o en Entidad de Atención

La Ley establece mecanismos relacionados con la temporalidad de las medidas de


colocación familiar o en entidad de atención, mencionando al respecto: La Revisión,
que es una obligación para el juez como órgano que dicto la medida, de oficio, toda vez
que el texto jurídico, establece el deber de revisión de las medidas de protección, en un
lapso como mínimo cada seis meses, contados a partir del momento de su aplicación
por la autoridad que la impuso. Por su parte, la Modificación de las medidas, cuya
posibilidad puede darse en cualquier momento, bajo la única condición, que hayan
variado o cesado las circunstancias que las originaron, y puede realizarse de oficio o a
solicitud de parte interesada.
100
La Interrupción de la colocación, de manera que si la persona a la cual se ha
concedido un niño, niña o adolescente en colocación familiar, no pudiere o no quisiere
seguir en el ejercicio de la medida, debe de forma inmediata notificárselo al juez que
impuso la medida a los fines de decidir lo conducente.

La Revocatoria de la medida de colocación familiar o en entidad de atención, la


cual procede en cualquier momento, si el interés superior del niño, niña o adolescente
así lo requiere, previa solicitud del colocado o colocada si es adolescente, del padre o la
madre afectados en la Patria Potestad o en el ejercicio de la Responsabilidad de
Crianza, sus parientes, del Ministerio Público y de cualquier persona que tenga
conocimiento directo de los hechos o circunstancias que lo justifique.

Del resultado obtenido, se determinó, que de oficio sólo se someten a la revisión


del juez, los casos de colocación en entidad de atención no así, los de Colocación
Familiar, situación contraria a la Ley, lo que conlleva a favorecer a que estas
medidas se prolonguen en el tiempo, toda vez que la normativa jurídica que ha sido
analizada consagra el carácter excepcional de la medida de colocación familiar o en
entidad de atención.

4.- Aspectos relacionados con la Discrecionalidad del Juez en el dictamen y


revisión de la Medida de Protección de Colocación familiar o en entidad de atención:

Los jueces en materia de Protección han sido revestidos de amplios poderes en la


forma de la conducción de los procesos, sin embargo deben actuar conforme a los
principios de la Doctrina de Protección Integral, aunados a los principios rectores que
regulan los procedimientos, enmarcados en la protección del Interés Superior.
101
La intención del legislador en la aplicación de la medida de colocación familiar o
en entidad de atención es lograr integrar o reintegrar al niño, niña o adolescente a su
familia de origen, para lo cual se debe contar con programas de familia sustituta,
estableciendo los seguimientos periódicos que orienten al juez a determinar si la
medida es temporal o definitiva en caso de ser inviable que se produzca el retorno a la
familia de origen o ampliada, en cuyo caso se establece la posibilidad de decretar una
medida definitiva como lo constituye la adopción.

De los resultado, se concluye que existe un margen de discrecionalidad en el juez


en cuanto a la modalidad de la medida objeto de revisión, recayendo la misma sólo en
los expedientes de colocación en entidad de atención, ya que los de modalidad de
colocación en familia no se revisan, ni en aquellos casos donde se produce la
finalización de la misma, ni mucho menos se cumple con el seguimiento posterior.

En cuanto al lapso para llevar a cabo la revisión, en ningún caso se realizó en un


lapso menor a los seis (06) meses que consagra la ley, sino en un tiempo mayor, lo que
trae como consecuencia que las medidas tenga una vigencia perenne, y lejos de ser
excepcional se convierta en la regla, quedando los casos olvidados y sin
el debido apoyo del programa de familia sustituta, no se logra el restablecimiento de los
vínculos familiares.

De manera, que los casos de colocación en entidad de atención, las medidas se


prolongan en el tiempo, y lejos de ser las mismas excepcionales se convierten en la
regla y más aun en los casos de colocación familiar, las cuales nunca son objeto de
seguimiento a través de la revisión de las mismas, lo que trae como consecuencia que
no se pueda verificar a través de los seguimientos que ordena la ley, si se produce
alguna vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, no obstante de
ejecutarse con algún integrante de la familia ampliada, o en otros casos con terceras
personas, situación que atenta contra el Interés Superior del Niño.

Se concluye que la temporalidad de la medida de colocación familiar o en entidad


de atención, dependerá primero de la cesación de las causas que dieron origen a su
aplicación, aunado a una pronta y adecuada revisión seguimiento por parte del juez.
102
103
RECOMENDACIONES

De seguida se establecen las recomendaciones, dirigidas a subsanar las


deficiencias detectadas con la presente investigación en cuanto a los aspectos que
determinan la temporalidad de la medida de protección de colocación familiar o en
entidad de atención:

1.- Promover una reforma legislativa para establecer disposiciones más precisas
que reglamenten la temporalidad de la medida de protección de colocación familiar en
función del diagnostico obtenido, ya que se determinó que no obstante, estar claros y
definidos los aspecto doctrinarios que sustentan las medida, la tendencia en la práctica
judicial, es ha no realizarse la revisión de la misma, lo que se encuentra reñido con la
intención del legislador, toda vez que se busca a que la misma se ejecute en
el menor tiempo posible y lograr la reintegración del niño, niña o adolescente a su
familia de origen.

2.- No obstante, estar definido todo el marco legal sobre el cual descansa la
medida de colocación familiar o en entidad de atención así como sus causas de
procedibilidad, en la práctica judicial, se presentan en mayor proporción los casos de
entrega directa de los hijos e hijas por parte de sus progenitores a una tercera persona
para su crianza, de manera, que resultaría favorable fomentar la inscripción de los
mismos en programas de apoyo e integración familiar, con el objeto de fortalecer a
estas familias en el cumplimento de sus obligaciones, lo que coadyuvaría a que no se
desvirtué la aplicación de la colocación familiar, ya que estas entregas obedecen
muchas veces a la carencia de recursos económicos.

3.- En cuanto a los mecanismo dirigidos a establecer la Temporalidad de la


medida de colocación familiar o en entidad de atención, sería adecuado fortalecer los
mismos, de manera que la revisión judicial sea constante mediante la creación de un
programa que dependa su ejecución del órgano judicial, en cuanto al control en la
revisión y seguimiento de las medidas una vez decretada, lo que coadyuvaría a
determinar si las causa que dieron origen a su aplicación han presentado variaciones
que permitan su modificación o revocatoria.
104
4.- Promover una reforma legislativa para reglamentar el tiempo en el que se
procederá a realizarse la revisión de las medidas, tanto en la modalidad de la
colocación familiar como en entidad de atención, ya que se determinó que la ley
concede un margen de discrecionalidad al juez, en cuanto al tiempo y el tipo de medida
objeto de revisión, quedando a su criterio.
105
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