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Sub-Eje Temático 2: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA:

Jurisdicción: Concepto.
En nuestro concepto la jurisdicción es un poder-deber de ejercicio obligatorio, ejercido por el
Estado a través de órganos específicos a fin de dirimir mediante resoluciones fundadas las
cuestiones litigiosas que les son sometidas por los justiciables.

Caracteres.

1. Pública: Porque ejercen órganos del Estado de ese carácter que instruyen el proceso
mediante requerimientos. Este acto promotor inicial puede ser efectuado por particulares en el
proceso civil, familiar, a través del acto promotor: la demanda. En cambio, en el proceso penal el
acto promotor es efectuado por un funcionario del Estado, generalmente, el ministerio público
fiscal.
2. Única: “el ejercicio de la función judicial corresponde exclusivamente al Poder judicial de la
provincia”. Ello implica que se trata de un poder “único” sin perjuicio que esté integrado por un
conjunto de facultades que se manifiestan en distintas oportunidades en el trámite procesal. Por
eso, no es posible fraccionar la función jurisdiccional.
3. Exclusiva y Excluyente: La exclusividad está dada ya que solamente el Estado es quien está
habilitado legítimamente para administrarla a través del tribunal como representante del órgano
jurisdiccional. Es excluyente ya que repele toda interferencia que pueda realizarse respecto del
ejercicio de la función jurisdiccional. La limitación opera tanto para los particulares, como para los
otros poderes. Existe una ausencia de subordinación de poderes y está prohibida la intromisión en
el actuar del órgano jurisdiccional.
4. Indelegable: Esto es así porque, aunque cuando el Estado designa a un juez, ejecuta
inicialmente una delegación reglada en este sujeto de la facultad de administrar justicia hasta su
total agotamiento. Esta delegación resulta absolutamente intransferible para el juez al cual ha
sido otorgada. Sin embargo, ello no impide que, en ciertos casos, la ley autorice la delegación, en
otros órganos jurisdiccionales, para la comisión de medidas específicas por diferentes razones.
5. Inderogable: Lo que supone la no disponibilidad de su atribución en otros órganos. Ello es así
ya que se trata de un poder-deber que proviene de la soberanía del Estado y, por ende, no puede
ser modificado por voluntad de los justiciables. Pero puede señalarse, sin embargo, que en casos
especiales la ley otorga a los particulares un reducido ámbito para elegir otros métodos para la
resolución de su conflicto.

Límites.
1. La primera delimitación que presenta la jurisdicción está referida al aspecto geográfico. Atento
que la jurisdicción es una potestad que emana de la soberanía del Estado, solamente puede ser
ejercida dentro de su límite territorial.
2. El segundo límite, se configura con la presentación del caso concreto al tribunal. El caso se
compone de un conflicto de intereses que se afirma como existente por un sujeto investido del
poder de acción y que luego del despliegue de la función jurisdiccional a través del proceso
obtiene solución por la actuación del derecho, previa fijación de los hechos. El caso concreto,
opuesto a lo abstracto, debe ser real, existente y actual. Ello es así ya que a los tribunales les está
vedado resolver cuestiones abstractas, académicas o doctrinarias.
3. El tercer límite se verifica en la denominada excitación extraña. Nuestro sistema procesal civil
de carácter dispositivo requiere, para la actuación del órgano jurisdiccional, de la excitación
extraña, que se manifiesta habitualmente por la presentación de la demanda o también por otros
requerimientos. En el proceso penal la excitación extraña por regla general está a cargo del
ministerio público fiscal.
4. El cuatro límite es la ley que predetermina el accionar al juez tanto en el gobierno del proceso
(aspecto instrumental) como en el contenido de la decisión del pleito (aspecto sustancial).
Planteado el litigio, el juez debe resolverlo aplicando el derecho precreado. Por cierto, que la
situación que se afirma debe ser al menos inicial e hipotéticamente reconocer amparo legal, para
provocar el ejercicio.

Competencia: Concepto.

La competencia es susceptible de ser definida en un doble enfoque: subjetivo y objetivo. El


primero, tiene en cuenta el órgano que entenderá en el caso planteado y en este sentido se ha
dicho que “es la aptitud del juez para ejercer su jurisdicción en un asunto determinado” (Alsina).
La competencia es, por lo tanto, la facultad de cada juez o magistrado de una rama jurisdiccional
para ejercer la jurisdicción en determinados asuntos y dentro de cierto territorio.
En sentido objetivo consiste en la órbita jurídica dentro de la cual el juez administra justicia. En
rigor, el criterio objetivo se manifiesta en reglas jurídicas, cuya aplicación permite distribuir la
competencia entre los diversos órganos jurisdiccionales coexistentes, asignándoles una específica.

Caracteres
1). Debe estar prevista legalmente: Esto es así, por cuanto este carácter refleja una garantía
constitucional, en el sentido de que el justiciable debe saber de antemano que existe un órgano
jurisdiccional con competencia atribuida en la ley para conocer del asunto que le aqueja. La regla
general, entonces, es que el legislador fija en el derecho objetivo, normas específicas que asignan
el conocimiento de ciertas causas a un juez determinado.
2). Es de orden público: Ello significa que, en principio, los particulares no pueden disponer de la
regla de la competencia, ni modificarla en cuanto a su distribución, salvo supuestos especiales que
la misma ley autoriza. Tal sucede, como se dijo, para la materia civil en el caso de la competencia
territorial y también en el desplazamiento a la jurisdicción arbitral, cuando queda librada a la
voluntad de las partes.
3). Es indelegable: Esto importa que los actos atribuidos al juez, deben ser cumplidos
indefectiblemente por él mismo. Sin embargo, ello no impide que por razones de auxilio judicial
pueda encomendarse la comisión de cierta actividad procesal a otros órganos. En este caso, se
trata de una delegación de función; vale decir, el tribunal puede encomendar el cumplimiento de
una determinada actividad a un órgano judicial diferente.
4). Es improrrogable: Existe consenso doctrinario, en el sentido de que la competencia por regla
general no es prorrogable. La atribución de competencias a los diferentes órganos jurisdiccionales
se fundamenta en razones de política procesal, que procuran asegurar un servicio de justicia
eficiente. La decisión en la distribución pertenece a la ley, de modo que las partes no podrán
conferir otras competencias ya sea por razón de la materia, del grado y del valor a un órgano
jurisdiccional diferente al asignado por la ley. Es así que los jueces tienen el deber de controlar de
oficio su observancia, dentro de marco legal adjetivo y el ministerio público es parte necesaria en
estas cuestiones ya que le corresponde velar por su custodia.

Determinación de la competencia en materia civil, penal, laboral y familiar.


El legislador ha distribuido la competencia entre los distintos jueces, teniendo en cuenta
criterios “ordenadores”. La doctrina ha señalado que “no todos los jueces tienen la misma
competencia; su potestad de juzgar está limitada por la Constitución Nacional o por la ley
atendiendo a la organización propia del sistema federal, a la materia; al territorio; al valor; al
grado, etc.
Si un juez resulta competente es implícito que tiene jurisdicción, pero puede tener jurisdicción y
no ser competente para un determinado asunto”. Por ello se ha dicho que “la competencia es la
medida de la jurisdicción”(Palacio).
“Las reglas de atribución de competencia por materia, valor o grado tienden fundamentalmente
a asegurar la eficiencia de la administración de justicia. Ellas se fundamentan en consideraciones
que atienden al interés general, en tanto que las reglas que fijan la competencia territorial,
propenden a facilitar la actuación procesal de las partes”.

Clasificación de la Competencia
La competencia se clasifica y se distribuye conforme a reglas y pautas de la Constitución
Nacional, constituciones provinciales y leyes formales. Por ello, se manifiesta con similitud en casi
todos los ordenamientos formales.
- La primera gran escisión en la competencia está fundada en un criterio institucional y tiene
origen en el doble orden judicial, fijado por la Constitución, cuando organiza a nuestro país. La
primera existe en virtud de la reserva efectuada por las provincias de organizar su Poder
Judicial (art. 1 y 5 C.N.). La federal de excepción se fundamenta en los artículos 116, 117 y
75, inciso 12 de la C.N.
- Especialización y naturaleza de las causas: las diversas ramas del derecho se hacen
cada día más complejas por la mayor cantidad de situaciones que el ordenamiento jurídico
tiende a resolver y por las modificaciones sociales, económicas o laborales, ello permite
concluir que sería inconcebible que un magistrado tuviera que conocer todas las ramas del
derecho y resolver con serenidad y justicia en cada una de ellas. A través de la competencia,
a cada magistrado se facilita la tarea de comprender cuál es la naturaleza de la cuestión a
resolver, el objeto del litigio, el estado civil de las personas, el valor económico de la
pretensión. Esto es lo que se denomina competencia material y permite dividir la
jurisdicción en civil, comercial, familia, penal, laboral, etc.
- Territorio: tampoco es posible que un mismo tribunal atienda los conflictos
suscitados en un extenso ámbito territorial o densamente poblado. Surge la competencia
territorial por la que se distribuyen zonalmente las causas de una misma materia entre
diversos tribunales. Esta distribución persigue la aproximación del tribunal a la persona,
cosa o hecho que debe considerarse como el centro del despliegue jurisdiccional en la
correspondiente causa. En razón del territorio, la competencia puede distribuirse por el
lugar de la cosa, el domicilio del demandado, el lugar de cumplimiento del contrato o el
lugar del contrato.
- Funcional: este criterio se funda en la conveniencia de establecer la diversificación
del órgano jurisdiccional para el ejercicio de la función cognoscitiva y la ejecutiva. En los
sistemas que admiten más de una instancia, el criterio funcional se manifiesta en la
existencia de tribunales de mérito y tribunales de alzada. Se trata de la competencia por
razón del grado y en el fuero de familia permite distinguir entre los jueces de familia y la
Cámara de juicio; en el fuero laboral entre el juez de conciliación y la Cámara de juicio; en
el fuero civil entre el juez de primera instancia y la Cámara en lo Civil.
- Turno: entre jueces de una misma circunscripción judicial que atienden la misma
materia y dentro del mismo grado, existe además otra división del trabajo en virtud de la
cual se distribuyen las causas que ingresan. Existen dos métodos: la recepción de causas
dentro de un período limitado de tiempo (utilizado en materia penal, cada fiscalía de
instrucción se encuentra de turno una semana); y la recepción de un número determinado
de causas (se utiliza en materia civil).
1. Institucional - federal o de excepción
- provincial u ordinaria
CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DE LA COMPETENCIA
2. Territorial - fórum rei sitae (lugar de la cosa)
- fórum domicilii (domicilio del demandado)
- fórum solutionis (lugar de cumplimiento del contrato)
- fórum contractus (lugar del contrato)
3. Material Naturaleza de la pretensión - civil y comercial
- sociedades y concursos
- familia
- laboral
- penal (correccional y de menores)
- contencioso administrativo, electoral.
4. Funcional - 1ra instancia
- 2da instancia
- impugnativa extraordinaria
5. Turno - cantidad de causas
- temporal
- territorial, etc.

Fuero Civil y Comercial: en materia civil en la Provincia de Córdoba, establece el artículo 5 del
Código ritual que la competencia se determinará por la naturaleza de las pretensiones deducidas en
la demanda y no por las defensas opuestas por el demandado.
Se organiza en doble instancia, la primera corresponde a juzgados unipersonales que resuelven en
primer grado. Sus resoluciones son recurribles ante la Cámara de Apelaciones del mismo fuero, que
son órganos colegiados integrados por tres vocales. La resolución dictada en segunda instancia
solamente admite recurso extraordinario (casación, revisión o inconstitucionalidad ante el Tribunal
Superior de Justicia).

Fuero de concursos y sociedades: entiende exclusivamente en causas vinculadas al concurso de


acreedores, la quiebra y la constitución de sociedades comerciales. Está organizado como el fuero
civil y comercial.

Fuero penal: entiende en materia de delitos y es de instancia única. Se estructura en dos etapas:
la primera es la investigación penal preparatoria a cargo de Fiscales de Instrucción o jueces de
instrucción, cuando el imputado tuviere algún privilegio constitucional. Esta etapa concluye con el
archivo de las actuaciones cuando el Fiscal no pudiere proceder o cuando el hecho investigado no
encuadre en figura penal alguna (art. 334 C.P.P.); con el sobreseimiento del imputado (art. 350
C.P.P.), cuando:
1. El hecho investigado no se hubiere cometido o no lo hubiere sido por el imputado;
2. Cuando el hecho no encuadre en figura penal;
3. Cuando medie una causa de justificación, inimputabilidad, inculpabilidad o una excusa
absolutoria;
4. Cuando la pretensión penal se haya extinguido;
5. Cuando habiendo vencido todos los términos de la investigación penal preparatoria y sus
prórrogas, no hubiere suficiente fundamento para elevar la causa a juicio y no fuese razonable
objetivamente prever la incorporación de nuevas pruebas.
Por último, la investigación penal preparatoria también puede concluir con el requerimiento fiscal
de elevación a juicio siempre que existieren elementos de convicción suficiente para sostener como
probable la participación punible del imputado en el hecho intimado (art. 355 C.P.P.).
La segunda etapa es la del juicio propiamente dicho y se lleva a cabo en una audiencia oral y pública
ante la Cámara del Crimen, colegiada con tres vocales, quienes tiene a su cargo el juzgamiento en
definitiva y el dictado de la sentencia absolutoria o condenatoria. Contra dicha sentencia solamente
caben los recursos extraordinarios ante el Tribunal Superior de Justicia.
Dentro del fuero penal también se encuentran: los Juzgados Correccionales que juzgan en única
instancia en los delitos de acción pública dolosos que estuvieren reprimidos con prisión no mayor
de tres años o pena no privativa de la libertad; delitos culposos cualquiera sea la pena y delitos de
acción privada (art. 37); los Juzgados de Menores Corrección que entienden en causas en las que
haya menores que cometen delitos; los Juzgados de Ejecución Penal que tienen la competencia que
establece el artículo 35 bis del C.P.P, el fuero penal económico que está destinado a investigar
delitos de los denominados “de cuello blanco” que tienen trascendencia económica y son de gran
complejidad.

Fuero laboral: entiende en materia de contrato de trabajo y está organizado en instancia única.
También se estructura en dos etapas, la primera ante el juez de conciliación que no dicta sentencia
y la segunda, ante la Cámara del Trabajo que lleva adelante el juicio y dicta sentencia solo recurrible
ante el Tribunal Superior de Justicia mediante recursos extraordinarios.

Fuero de familia: de instancia única que entiende en los conflictos de familia y se integra con
asesorías que intervienen en una etapa prejurisdiccional con el fin de alcanzar el avenimiento de las
partes, ejercen representación promiscua de los menores y patrocinan a las partes carentes de
recursos, le siguen los jueces de familia que tienen función conciliadora y homologan los acuerdos
celebrados sin dictar sentencia. Finalmente, si se hace necesario el juicio, este se sustancia ante las
Cámaras de Familia constituidas por tres vocales, quienes resuelven en definitiva.

Fuero contencioso administrativo: de instancia única en todas las causas salvo en aquellas en que
la provincia sea parte. En caso de instancia única se sustancia ante la Cámara mediante un
procedimiento escrito que concluye en una sentencia recurrible mediante recursos extraordinarios
ante el Tribunal Superior de Justicia. En caso de doble instancia, la primera se sustancia ante la
Cámara y la segunda ante el Tribunal Superior mediante recurso ordinario.
En la provincia de Córdoba, el máximo órgano del Poder Judicial es el Tribunal Superior de Justicia
cuya competencia y funciones se encuentran reguladas en la Constitución. Puede entender por
razón del fuero en todas las causas que lleguen ante él sin perjuicio de que la labor se reparta en
diversas salas establecidas con un criterio de especialización. A este máximo tribunal integrado por
siete miembros se llega por vía de recurso o por vía originaria. Su competencia está establecida
expresamente en el artículo 165 de la Constitución Provincial que reza:
1) Conoce y resuelve originaria y exclusivamente, en pleno:
a. De las acciones declarativas de inconstitucionalidad de las leyes, decretos, reglamentos,
resoluciones, Cartas Orgánicas y ordenanzas, que estatuyan sobre materia regida por la
Constitución, y se controviertan en caso concreto por parte interesada.
b. De las cuestiones de competencia entre poderes públicos de la Provincia y en las que se susciten
entre los tribunales inferiores, salvo que estos tengan otro superior común.
c. De los conflictos internos de las Municipalidades, de una Municipalidad con otra, o de estas con
autoridades de la Provincia.
d. De las acciones por responsabilidad civil promovidas contra magistrados y funcionarios del
Poder Judicial, con motivo del ejercicio de sus funciones, sin necesidad de remoción previa.
2) Conoce y resuelve, en pleno, de los recursos extraordinarios de inconstitucionalidad.
3) Conoce y resuelve, por intermedio de sus salas, de los recursos extraordinarios que las leyes de
procedimiento acuerden.
4) Conoce y resuelve de la recusación de sus Vocales y en las quejas por denegación o retardo de
justicia de acuerdo con las normas procesales.

Competencia Provincial: Criterios para su determinación.


De acuerdo al régimen de Estado Federal instituido en los artículos 5 y 75, inciso 12 de la C.N.,
nuestro Estado se caracteriza por la coexistencia de dos órbitas judiciales: la de las provincias y la
de la Nación.
El Poder Judicial provincial se encarga de todas las cuestiones relacionadas con el derecho común
ocurridas dentro de sus respectivos territorios, a excepción de las materias expresamente delegas
a la Nación, cuyo conocimiento compete a la Justicia Nacional.
La competencia material es el límite que la ley impone al juez para que pueda resolver sólo ciertos
asuntos relacionados con la rama del derecho aplicable. Divide en razón de las diversas naturalezas
de las causas y por el criterio de especialización.
En la Provincia de Córdoba en razón de la materia, la competencia se divide en los siguientes
fueros: Civil y Comercial, Concursos y Sociedades, Penal, Laboral, Familia y Contencioso
Administrativo.

Prórroga; Fuero de Atracción.


Desplazamiento de Competencia
Es regla general sentada por las leyes procesales que la competencia es de orden público e
improrrogable. Sin embargo, en ciertos supuestos estas reglas de asignación de competencia se
relativizan y se abren camino las excepciones. Ello sucede, por ejemplo, cuando por circunstancias
fácticas especiales se ocasiona el reemplazo de las reglas ordinarias y cobran vigencia normas
especiales. Esta circunstancia, de carácter excepcional, determina que el pleito se radique ante un
tribunal diferente del que debía intervenir. Esta movilidad de las causas hacia otros jueces
configura casos de desplazamiento de competencia que suceden por razones generales o también
atendiendo a los intereses individuales de las partes.
El desplazamiento de competencia tiene lugar “cuando un juez que sería originariamente
incompetente, adquiere, por una disposición legal, competencia para conocer en uno o más
procesos o pretensiones”. De esto se deriva que las reglas de competencia no son absolutas, ya
que ellas prevén supuestos de excepción.
Los desplazamientos sobrevienen después de iniciada la Litis, y suceden cuando se verifican
determinadas circunstancias. Así, encuentran motivo, algunas veces por la sola voluntad de las
partes intervinientes, cuando la ley lo autoriza, o en otros casos por circunstancias de conexidad o
por efecto del fuero de atracción.

1. Prórroga
La prórroga suscita un desplazamiento de la competencia hacia un juez que en principio
resultaba incompetente.
Cabe recordar, que la competencia o su contracara, la incompetencia, puede ser absoluta o
relativa. Puede calificarse, como competencia de carácter absoluto, la por materia o grado. Así,
por ejemplo, no podría iniciarse un juicio por cumplimiento de contrato ante el juez penal, ni
tampoco podría plantearse esta acción ante la Cámara de Apelaciones.
En cambio, es relativa y, por lo tanto, prorrogable, la competencia establecida para cuestiones
de corte netamente patrimonial y en relación al territorio. Así, en el marco de disponibilidad de
los particulares acerca de las reglas procesales de competencia, es aceptado que pueden
convencionalmente atribuir la territorial a un órgano judicial que legalmente carecía de ella. Ello
es posible sólo en el campo de los derechos disponibles, por lo que el presente desarrollo es
válido solamente para el ámbito del derecho procesal civil.
La prórroga de competencia por voluntad de las partes puede operar en dos formas: la expresa y
la tácita. Se resuelve en forma:
a. expresa, cuando los sujetos exponen claramente su voluntad de atribuir competencia a un
tribunal determinado exteriorizándola de antemano en forma documentada. Tal sucede, por
ejemplo, cuando partes contratantes determinan que, en caso de conflictos sobre su inteligencia,
atribuyen su conocimiento a un juez diferente.
b. tácita, lo es si el desplazamiento se opera por actitudes procesales asumidas por las partes en
el curso del juicio. Por ejemplo, cuando el actor presenta su demanda ante un tribunal diferente al
que legalmente le correspondía, y el demandado responde, sin cuestionar la competencia. Como
se advierte, en ambos casos, se verifica un supuesto negativo, que no implica el ejercicio de
facultades procesales y que deviene de una inferencia legal de la voluntad concreta de las partes
acerca de la competencia.

2. Competencia por conexidad


Otra forma de desplazamiento de la competencia se opera en virtud de la regla de la conexidad
entre dos o más asuntos; en este caso con fundamentos por razones de economía procesal, las
leyes formales establecen que sea un mismo juez quien los resuelva.
Conexión significa la vinculación, relación, enlace o nexo entre dos o más procedimientos que
determina que deben ser decididos por un mismo juez. La causa de desplazamiento de
competencia por conexidad está fundada en razones de interés público y de interés privado. La
primera, tiende a evitar el dictado de sentencias contradictorias entre asuntos que se relacionan
entre sí. Por otro lado, se funda en razones de economía procesal ya que se produce un ahorro de
costos de esfuerzos, evitando repetir los mismos actos, producir las mismas pruebas y requerir
idéntica actividad en tribunales diferentes.

3. Fuero de atracción.
Constituyen otro supuesto de desplazamiento de competencia, las disposiciones que consagran
el fuero de atracción ejercido en los procesos universales, v.gr., sucesiones, concursos y quiebras.
En estos casos, se justifica el desplazamiento, en la necesidad de tratar en forma conjunta
simultánea todas las pretensiones deducidas contra el caudal común. De esta forma se otorga
certeza al derecho que se declara en acciones independientes pero que se encuentran vinculadas.
En consecuencia, la particular situación de los procesos denominados “universales” ocasiona el
desplazamiento hacia el juez de la sucesión, concurso o quiebra. Claro está que ello sucederá
solamente respecto de todas las pretensiones de contenido económico deducidas contra el
patrimonio del causante, concursado o quebrado; sin embargo, este principio reconoce
exclusiones legales. Por ejemplo, se encuentra fuera del conocimiento del juez de la sucesión, la
acción personal de filiación la que deberá ser tramitada por ante el juez de Familia por tratarse de
un fuero especial.
El fuero de atracción que surge del juicio sucesorio, está contemplado en el art. 3284 CC. Se
trata de una norma de neto corte procesal con vigencia nacional, ya que impone al juez de la
sucesión el conocimiento de todas las cuestiones que versen sobre el título y bienes del causante
y respecto de las acciones personales que esgriman sus acreedores. Por su parte, la doctrina
nacional ha sentado que aquel no rige para las pretensiones de carácter real.
Cabe señalar, que el efecto del fuero de atracción, es transitorio, puesto que está destinado a
finalizar en el tiempo, cuando culmina el juicio sucesorio, es decir luego de efectuada la partición
judicial (art. 3285 CC); o, en su caso, finiquitada la quiebra o el concurso.
Competencia Federal.
Concepto.
Alsina la conceptualiza como “la facultad conferida al Poder Judicial de la Nación para
administrar justicia en los casos, sobre las personas, y en los litigios especialmente determinados
por la Constitución Nacional”.

Criterios para su determinación.


1. Territorio: Debe verificarse si existe afectación de los derechos federales o de intereses
nacionales en aquellos lugares que sean de propiedad del Estado Nacional, adquiridos a las
provincias por compra o cesión con el objeto de instalar allí establecimientos de utilidad nacional,
o se encuentren sujetos a su legislación, como por ejemplo en las dependencias de la Universidad
Nacional de Córdoba.
2. Materia: La competencia federal en razón de la materia está relacionada al conocimiento de
los litigios que impliquen aplicación de la legislación federal. Al respecto, es preciso distinguir las
distintas clases de leyes que existen en el país, en virtud de la forma de Estado ya mencionada:
a). Ley Federal: La legislación federal está conformada por la Constitución Nacional, los tratados
con las naciones extranjeras o con los organismos internacionales de carácter público y las leyes
dictadas por el Congreso que regulan la actividad propia de la Nación, y sus organismos
centralizados o descentralizados
b). Ley Común: La legislación común es aquella dictada por el Congreso de la Nación, haciendo
uso de las facultades que las provincias le delegaron en virtud del art. 75, inc. 12 CN., y
comprende las materias sustantivas o de fondo de nuestro ordenamiento jurídico, tales como los
códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, etc., e importa la posibilidad de ser aplicado tanto por
los tribunales federales como por los tribunales ordinarios de las provincias
c). Ley Provincial: La legislación provincial es la dictada por cada provincia, con validez espacial
circunscripta al ámbito territorial de la provincia que la dictó, y comprende todas aquellas
facultades no delegadas a la Nación, como por ejemplo, los códigos de Procedimiento Civil,
Comercial, Penal, del Trabajo, Etc. También es legislación local la dictada por los municipios
haciendo uso de las facultades que la Constitución, ya sea Nacional o provincial, les reconoce, y la
dictada por la Ciudad de Buenos Aires.
3. Personas: Teniendo especial consideración por la cualidad especial de las personas que son
parte en la controversia. Así, por ejemplo, surte la competencia federal si en el pleito intervienen
ministros, embajadores, o representantes de países extranjeros; también, representantes de
organismos internacionales como la ONU, la OEA, la OIT, que posean rango diplomático; cuando
actúe un extranjero -fuero de extranjería-, o vecinos de distintas provincias -fuero de vecindad-, o
por la presencia en juicio del Estado Nacional si existiere un interés federal en disputa.

El Juez o Tribunal
El tribunal es el órgano público que integra la relación procesal y es establecido
institucionalmente, por lo que resulta determinado previamente, por la ley, su función primordial
es la de impartir justicia y se personifica en la figura del juez.
El órgano jurisdiccional se manifiesta ya sea en forma unipersonal o plural, en este último caso,
generalmente, está integrado por un conjunto impar de jueces. El tribunal es la materialización
concreta del órgano decisor; es un órgano técnico, aunque excepcionalmente, se conforma con
jueces o jurados y, en otros casos, a través de jueces árbitros que son jueces particulares que
actúan en tal calidad o como amigables componedores en los supuestos que la ley autoriza.
En el ejercicio de la función jurisdiccional, el Tribunal ejerce actividades denominadas de
instrucción, ordenación y de decisión; ellas se desenvuelven dentro de un régimen de autonomía
funcional, que constituye uno de los soportes de la garantía de imparcialidad.
El juez posee la calidad de magistrado y por ello se le exigen ciertas condiciones para asumir esta
función sumamente delicada. En este orden de ideas es que se resguarda el ejercicio de su
potestad, estableciendo condiciones para su designación y a través de garantías que hacen a su
independencia, a la inamovilidad en sus funciones y a la intangibilidad de sus remuneraciones. Por
ello, se ha dicho que “su misión no puede ser ni más augusta ni más delicada, puesto que a él le
está confiada la protección, la vida y los bienes de sus conciudadanos”.
El órgano jurisdiccional actúa en diferentes materias: en lo civil, en lo penal, en lo familiar, en lo
laboral, etc. Y, según sean los intereses que se tutelan y el derecho de fondo que se pretende
realizar, serán diferentes las formas de organización de los tribunales y aun podrían resultar
cambiantes la elección de los sistemas procesales elegidos según las circunstancias. Así, se le
otorgarán mayores o menores poderes o facultades de injerencia en el trámite según la decisión
de la política legislativa tomada por el operador jurídico, en consonancia, con la Constitución
Nacional y Provincial.

Caracteres
a) Público: el tribunal es un órgano público creado para la administración de justicia. Su
representación física es un magistrado o funcionario del Estado.
b) Permanente: en virtud del artículo 18 de la C.N. el tribunal reviste el carácter de permanente,
prohibiéndose la constitución de comisiones especiales designadas para resolver
jurisdiccionalmente un caso determinado. Los jueces no son permanentes sino inamovibles en el
cargo salvo renuncia, fallecimiento, jubilación o remoción.
c) Sedentario: no existen los tribunales ambulantes. Cada uno desempeña sus funciones en un
ámbito territorial determinado establecido como sede.
d) Letrado: el juez debe tener título de abogado, además de otros requisitos que la Constitución
establece. Los jueces de paz no necesitan ser abogados.
e) Normativo: Solamente la ley puede crear, modificar o extinguir un ordenamiento
jurisdiccional. Fuera de la ley no puede haber organización judicial.

Inhibición y Recusación
La imparcialidad del juez es el pilar básico y fundamental del sistema judicial; a tal fin, el
legislador ha previsto un medio eficaz para garantizar su neutralidad, cuando se encuentre
sospechado y, por ende, exista una inhabilidad subjetiva.
Es necesario recordar que el ordenamiento jurídico garantiza a través de sus normas la
imparcialidad del juez al momento de resolver. A tal efecto, los códigos contienen prescripciones
tendientes a sustraer al juez del conocimiento de una causa cuando pueda verse comprometida
su objetividad. Así, se prevé el apartamiento de los tribunales cuando los magistrados tengan
vínculos de afecto, de enemistad o de interés respecto de las partes, imputados o sus letrados que
puedan influir en su imparcialidad. A tal fin, la ley acuerda a los litigantes el instituto de la
recusación. Este instrumento permite eliminar de la relación procesal al juez sospechado. En
correlato, la ley les reconoce a los jueces de los distintos tribunales la posibilidad de apartarse del
conocimiento de la causa cuando se encuentren comprendidos en alguna causal de recusación.
Esto es, lo que sea ha dado en llamar la “excusación de los magistrados”. Por eso se ha dicho “que
la excusación se presenta como la contrapartida o reverso de la recusación que es un derecho de
los litigantes, al paso que la excusación configura un deber del juez”.
Algunos sostienen que “la recusación y excusación desplazan la competencia del juez o tribunal
que está entendiendo o debe entender hacia otro juez, fundándola en circunstancias subjetivas
relacionadas con los sujetos que intervienen en ese proceso”.
La recusación, por lo tanto, es el medio acordado por la ley procesal a las partes a fin de apartar
a un juez del conocimiento de una causa, cuando por algún motivo existan dudas sobre su
imparcialidad.
La institución de la recusación se vincula con el fin mismo al que aspira la justicia, es decir, trata
de impedir que los sujetos a cuyo cargo está la misión de juzgar actúen favoreciendo a alguna de
las partes en desmedro de la contraria; alcanza no sólo a los jueces de los distintos tribunales, sino
también a todos los que de alguna manera puedan influir en la suerte del proceso. La ley ha
extendido los efectos y funciones de la recusación a otros funcionarios y auxiliares. Así pueden
también ser sujetos pasivos de recusación los árbitros, peritos, conjueces, secretarios y los
miembros del ministerio público. Esta extensión a otros funcionarios, se sustenta en que si bien
no ejercen la función de resolver, su intervención es cercana a ella y puede tener incidencia en las
resultas del pleito. Por ello, también es indispensable que tengan aptitud subjetiva, esto es, sean
imparciales.
La recusación asegura la idoneidad subjetiva del órgano, resguarda el derecho de defensa en
juicio de las partes, y contribuye a generar la confianza del justiciable en los jueces.

Recusación sin causa: en el proceso civil, las partes podrán recusar sin expresión de causa al
juez, al entablar o contestar la demanda u oponer excepciones dentro de los tres días de
notificado el llamamiento de autos para definitiva o el decreto de avocamiento. A uno de los
miembros de la Cámara y del Tribunal Superior de Justicia, dentro de los tres días de llegados los
autos ante el superior, de notificado el decreto a estudio o el de integración del tribunal.
Las partes podrán ejercer una sola vez este derecho y cuando sean varios los actores o los
demandados, únicamente uno de ellos podrá hacer uso de este derecho. No procede en las
cuestiones incidentales ni en la ejecución de sentencia (art. 19 C.P.C.). Tampoco procede en los
procesos concursales (art. 18, inc. 1º), en las diligencias preparatorias de los juicios, en las que
tienen por objeto asegurar el resultado del juicio, en la ejecución de diligencias comisionadas, a
menos que fuesen probatorias y en las diligencias para la ejecución de la sentencia, a no ser por
causas nacidas con posterioridad a ella (art. 24 C.P.C.).

Recusación con causa: el fundamento de este instituto se encuentra en la extensión de la


independencia del poder judicial a la persona del juez. Por razones de economía y de seguridad
jurídica, se establecen límites temporales para deducir incidente de recusación con causa. Cuando
la causa de recusación fuese anterior a la iniciación del pleito, deberá ser propuesta en el primer
escrito que se presente. Cuando fuese posterior o anterior no conocida, se propondrá dentro de
los tres días de haber llegado a conocimiento de la parte (art. 22 C.P.C.).
El tribunal competente para entender en la recusación es el superior inmediato al recusado: del
juez de primera instancia y funcionarios del Ministerio Público, la Cámara; de los vocales del
Tribunal Superior y de la Cámara, los restantes miembros.

Causales de recusación: si bien la jurisprudencia analiza las causales de recusación en sentido


restrictivo para evitar el uso inadecuado del instituto, el análisis debería realizarse en el sentido
inverso y otorgar a las causas de recusación un criterio amplio que atienda en principio al interés
particular de contar con un juez imparcial y que con posterioridad atienda al abuso en su
utilización. Por ello, los listados contenidos en los códigos adjetivos deberían interpretarse con
carácter enunciativo y no taxativo.
En general, las causales son similares en todas las ramas del ordenamiento por lo que sólo
consideraremos algunas de ellas y nos remitiremos al estudio de las restantes. En el C.P.C. se
encuentran previstas en el artículo 17; en el C.P.P.,están reguladas en el artículo 60; en la ley
procesal del trabajo en el artículo 12
Son causales de recusación:
1. El parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad en línea recta y colateral hasta el
segundo grado.
2. Interés del juez en el pleito.
3. Sociedad, salvo el caso de sociedad por acciones o cooperativas.
4. Pleito pendiente.
5. Crédito o deuda.
6. Denuncia o querella. Haber sido el juez denunciante o acusador o haber sido acusado o
denunciado por la parte.
7. Prejuzgamiento. Haber anticipado el juez opinión sobre el litigio en cualquier carácter.
8. Beneficio de importancia que haya recibido el juez o sus parientes de alguno de los litigantes.
9. Amistad o enemistad manifiesta.
10. Haber producido en el procedimiento nulidad que haya sido declarada judicialmente.
11. Haber dado lugar a la queja por retardada justicia.

Causas
ARTÍCULO 17.- Constituyen causas legales de recusación:
1) Ser el juez cónyuge o pariente de alguno de los litigantes dentro del cuarto grado de
consanguinidad o por adopción plena, segundo de afinidad o por adopción simple.
2) Tener el juez, su cónyuge o sus parientes consanguíneos, afines o adoptivos, dentro de los
grados expresados, sociedad o comunidad con alguno de los litigantes, salvo que la sociedad fuera
por acciones.
3) Tener el juez, su cónyuge, o sus parientes consanguíneos, afines o adoptivos, dentro de los
grados expresados, interés en el pleito o en otro semejante.
4) Tener pleito pendiente con el recusante, a no ser que hubiese sido iniciado por éste después
que el recusado hubiere empezado a conocer del asunto.
5) Ser acreedor, deudor o fiador de alguna de las partes.
6) Haber sido denunciante o acusador del recusante o haber sido, antes de comenzar el pleito
acusado o denunciado por éste.
7) Haber promovido alguna de las partes, antes de comenzar el proceso, juicio de destitución en
su contra, si la acusación hubiere sido admitida.
8) Haber sido apoderado o patrocinante de alguna de las partes; emitido dictamen sobre el
pleito como letrado o intervenido en él como representante de los Ministerios Públicos o perito;
dado recomendaciones sobre la causa; o conocido el hecho como testigo.
9) Haber recibido el juez, su cónyuge o sus parientes consanguíneos, afines o adoptivos, dentro
de los grados expresados, beneficios de importancia, en cualquier tiempo, de alguno de los
litigantes, o si después de iniciado el proceso hubiere recibido el primero, presentes o dádivas
aunque sean de poco valor.
19) Ser o haber sido tutor o curador de alguna de las partes o haber estado bajo su tutela o
curatela.
11) Haber manifestado extrajudicialmente su opinión sobre el pleito a alguno de los litigantes.
12) Tener amistar íntima o enemistad manifiesta con alguno de los litigantes.
13) Haber producido en el procedimiento nulidad que haya sido declarada judicialmente.
14) Haber vencido el plazo para dictar sentencias o autos que resuelvan pretensiones
controvertidas, sin que el tribunal se hubiere pronunciado, o para el estudio sin que el vocal, o el
tribunal en su caso, lo hubieren hecho. Esta causal debe resultar de las propias constancias de
autos.
15) Haber dado lugar a la queja por retardada justicia, ante el superior, y dejado el nuevo plazo
fijado.
16) Haber dictado pronunciamiento en el pleito como juez, en una instancia inferior.
El parentesco extramatrimonial no será causa de recusación sino cuando esté reconocido o
comprobado con autenticidad.
En procesos concursales
ARTÍCULO 18.- En los procesos concursales regirán las siguientes normas respecto de
recusaciones y excusaciones:
1) No procede la recusación sin expresión de causa.
2) El apartamiento del juez del conocimiento del proceso en su integridad sólo se producirá
cuando la causal se relacione con el deudor, el acreedor peticionante dela quiebra o el síndico. Es
inadmisible la que alegue el acreedor después de la oportunidad prevista en el segundo párrafo
del art. 91 de la Ley N° 19.551.
3) Cuando la causal se relacione con los acreedores en el proceso de verificación, intervinientes
en incidentes o impugnaciones, se remitirán las actuaciones pertinentes a quien corresponda
según la Ley Orgánica del Poder Judicial, las que serán devueltas una vez firme la resolución que
recaiga.
4) Si el deudor fuere una persona jurídica, las causales también se entenderán referidas a sus
integrantes solidariamente responsables, a los que ejerzan la representación de las mismas o a
quienes pudieren resultar alcanzados por la calificación de conducta.
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Sin expresión de causa
ARTÍCULO 19.- Las partes podrán recusar sin expresión de causa:
1) Al juez, al entablar o contestar la demanda u oponer excepciones; dentro de los tres días de
notificado el llamamiento de autos para definitiva o el decreto de avocamiento.
2) A uno de los miembros de la Cámara y del Tribunal Superior de Justicia, dentro de los tres días
de llegados los autos ante el superior, de notificado el decreto a estudio o el de integración del
tribunal.
Las partes, en cada caso, podrán ejercer por una sola vez este derecho. Cuando sean varios los
actos o los demandados, únicamente uno de ellos podrá hacer uso de este derecho.
No procederá la recusación sin causa en las cuestiones incidentales ni en la ejecución de
sentencia.
Integración de la parte
ARTÍCULO 20.- A los efectos de los artículos anteriores, el litigante, su representante y su
patrocinante, se considerarán una misma persona.
Prohibición de entender
ARTÍCULO 21.- El juez que tuviere interés en un pleito pendiente ante el tribunal de que forma
parte, no podrá entender, durante el procedimiento de tal pleito, en los que estuvieren
interesados sus colegas.
Oportunidad de la recusación con causa
ARTÍCULO 22.- Cuando la causa de recusación fuese anterior a la iniciación del pleito, deberá ser
propuesta en el primer escrito que se presente.
Cuando fuese posterior o anterior no conocida, se propondrá dentro de los tres días de haber
llegado a conocimiento de la parte.
En etapa de sentencia
ARTÍCULO 23.- No podrá proponerse recusación después de citadas las partes para sentencia, a
no ser que se ofreciere probarla por confesión del mismo recusado o por instrumento público.
Improcedencia
ARTÍCULO 24.- No son recusables los jueces:
1) En las diligencias preparatorias de los juicios.
2) En las que tienen por objeto asegurar el resultado del juicio.
3) En la ejecución de diligencias comisionadas, a menos que fuesen probatorias.
4) En las diligencias para la ejecución de la sentencia, a no ser por causas nacidas con
posterioridad a ella.
Tribunal competente
ARTÍCULO 25.- De la recusación con causa de los jueces de primera instancia y de los
funcionarios del Ministerio Público, conocerá la Cámara. De las de los vocales del Tribunal
Superior de Justicia y de la Cámara conocerán los restantes miembros, integrándose el tribunal de
acuerdo con las disposiciones de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
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Requisitos
ARTÍCULO 26.- El escrito de recusación se presentará ante el tribunal competente, con copia, y
deberá contener:
1) Determinación de la causal y hechos en que se funda.
2) Ofrecimiento de la prueba, acompañando la documental que se hallare en poder del
recusante, con dos copias, o la indicación del lugar donde se encuentra.
No podrán ofrecerse más de cinco testigos.
Inadmisibilidad
ARTÍCULO 27.- La recusación será desechada sin dársele curso cuando no concurrieren los
requisitos señalados en el artículo anterior, se presentare fuera de las oportunidades previstas en
el art. 22, o las causas invocadas fueren manifiestamente improcedentes.
Adminisón. Rechazo
ARTÍCULO 28.- Si la recusación fuere desechada se mandará agregar alos autos principales. Si se
la admitiere, se formará incidente por separado, comunicándose al recusado para que informe
sobre las causas alegadas.
En caso de tratarse de juez de primera instancia, se le remitirá copia del escrito y de la
documentación agregada.
Reconocidos
ARTÍCULO 29.- Reconocidos los hechos por el recusado, se lo tendrá por apartado de la causa.
Si se tratare de un juez de primera instancia, elevará los autos junto con el informe a la Cámara,
la que dispondrá su remisión al juez subrogante para que se avoque. El secretario notificará de
oficio la providencia.
Negación
ARTÍCULO 30.- Negados los hechos por el recusado, se abrirá el incidente a prueba por el plazo
de diez días, suspendiéndose el procedimiento del principal, lo que se hará constar en el
expediente.
No obstante, la cámara, de oficio o a petición de parte, en atención a las circunstancias, podrá
disponer su continuación por ante el juez subrogante.
Si fuere necesario proveer a medidas urgentes se requerirá que la Cámara, con los antecedentes
necesarios, las provea interinamente.
producida la totalidad de la prueba ofrecida, o vencido el plazo, se dictará resolución de la que
no habrá recurso alguno.
Efectos
ARTÍCULO 31.- Rechazada la recusación se hará saber al juez subrogante para que devuelva el
expediente al recusado, en su caso.
Si se hace lugar a la recusación, se comunicará al recusado, continuando el expediente ante el
subrogante, cuan que luego desaparecieran las causas. Cuando se trate de un miembro de la
Cámara o del Tribunal Superior de Justicia, continuarán conociendo los que resolvieron el
incidente de recusación.
Excusación. Excepciones
ARTÍCULO 32.- Todo juez que se hallare comprendido en alguna de las causas de recusación,
deberá excusarse, pero el interesado podrá exigir que siga conociendo, a menos que la excusación
sea motivada por interés en el pleito o por parentesco con alguno de los litigantes.
Ministerio Público
ARTÍCULO 33.- Los miembros del Ministerio Público podrán ser recusados por las causales que
establezcan las respectivas leyes orgánicas.
Secretarios y auxiliares
ARTÍCULO 34.- Los secretarios y auxiliares pueden ser recusados por las mismas causas
expresadas o por omisión o falta grave en el cumplimiento de sus deberes, y el tribunal a que
pertenezcan averiguará verbalmente el hecho y resolverá lo que corresponda, sin recurso alguno.

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