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“DEL RAPTO A LA ETERNIDAD”

Invitados al cielo

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa
de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho;
voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar,
vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros
también estéis” Juan 14:1-3.

Jesús fue a preparar un lugar para nosotros en el cielo

*Yo creo que cualquier persona si hay algo que desea es que el día que parta él
o algún ser querido del escenario de esta tierra se vaya al cielo, pero lo triste es
que al cielo no se va cualquiera. Al cielo no se entra por dinero, obras, o religión.
No estoy de acuerdo con lo que dicen algunos lideres ecuménicos que todas las
religiones nos llevan a Dios. Mentira para ir al cielo no hay varias formas no
hay varias vías, no hay varios caminos sino uno solo y se encuentra en; “Jesús
le dijo: Yo soy el CAMINO, y la verdad, y la vida; NADIE viene al Padre,
sino por mí” Juan 14:6.

*Lo lindo de este tema es que nosotros como hijo de Dios tenemos esperanza
ya sea que muramos o vivamos por ejemplo tenemos la preciosa promesa, y
única en nuestra creencia, la gloriosa segunda venida de Nuestro Señor
Jesucristo por su iglesia o el arrebatamiento de la iglesia. Ninguna otra religión
en el mundo tiene una promesa tan linda y preciosa. Y eso nos hace diferentes
a todas las religiones del mundo ¿Qué? que nosotros creemos que Cristo volverá
a buscarnos para llevarnos al cielo a la casa del padre. Si dejáramos de creer en
el arrebatamiento estaríamos igual que ellos sin esperanza. El apostol Pablo
dice; “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos
transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta;
porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y
nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se
vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad” 1ª Corintios
15:51-53.
*Cuando un creyente muere, su alma es llevada de inmediato a la presencia del
Señor para experimentar todos los goces y la comodidad del cielo. “Así que
vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el
cuerpo, estamos ausentes del Señor. (porque por fe andamos, no por vista);
pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al
Señor” (2°. Corintios 5:6-8). Aunque podemos tener dificultades para imaginar
el cielo (o la eternidad), no tenemos ningún problema para entender el
significado de las cosas que no estarán. No habrá dolor, ni lágrimas, ni luto, ni
muerte. Toda frustración, todos los problemas desaparecerán. Nadie tendrá
discapacidades, y nuestros cuerpos nunca envejecerán, ni se cansarán ni se
enfermarán.

*Debido a que Jesús venia del Padre a la tierra, Él tenía un conocimiento exacto
de nuestro glorioso hogar futuro. Y es por eso que en estos pasajes leídos al
principio el Señor Jesucristo Antes de morir, dijo a sus seguidores que volvería
a la casa del Padre a preparar un lugar para ellos, y que regresaría para llevarlos
a ese nuevo y glorioso hogar (Juan 14:1-3).

Lo que nos espera en el cielo

“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni


habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
Apocalipsis 21:4.

*Es por eso que el Apocalipsis de Juan el libro de revelación nos muestra y
relata “las cosas que sucederán pronto”, es decir el rapto, y todo los eventos del
final de los tiempos dejando a la iglesia en las puertas mismas de la eternidad.

*En medio de todas las opiniones confusas y contradictorias que la gente dice
y piensa del cielo, debemos recordar que la única fuente segura de información
precisa sobre el cielo es la Biblia. Dios nos da en sus páginas destellos de
escenas celestiales. Aunque podamos anhelar tener más detalles y
descripciones, el Señor ha revelado lo que Él quiere que sepamos y, muy
probablemente, lo que podemos entender. Nuestras limitaciones humanas nos
impiden comprender adecuadamente la gloria inimaginable que hay arriba. No
tenemos ningún marco de referencia para entender todo lo que Dios ha
preparado para nosotros la biblia dice; “Antes bien, como está escrito: Cosas
que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que
Dios ha preparado para los que le aman” (1°. Corintios 2:9). Muchas veces
tenemos más preguntas que respuestas.

El indescriptible gozo y consuelo del cielo

*El versículo de Apocalipsis 21: 4 debe ser uno de los versos más alentadores,
esperanzadores y precioso de la toda la escritura. Muestra lo que sucederá con
nuestros dolores, enfermedades, tormentos, vicisitudes, miserias etc. las cuales
desparecerán para siempre en el cielo, la versión Nácar Colunga dice; “Y
enjugará las lágrimas de sus ojos, y la muerte no existirá más, ni habrá duelo,
ni gritos, ni trabajo, porque todo esto es ya pasado”. Ningún creyente quisiera
experimentar el dolor y el sufrimiento pero ello es inevitable, ya que el dolor es
parte de la vida misma, es la consecuencia de la pecaminosidad humana, de la
caída o pecado adámico. Tendremos en un momento de nuestra vida que sentir
la fuerza dolor traspasando nuestra misma alma; “Porque mi vida se va
gastando de dolor, y mis años de suspirar; Se agotan mis fuerzas a causa de
mi iniquidad, y mis huesos se han consumido” Salmo 31:10, “A causa de mi
fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí” Jeremías 8:18.

*Es por eso que Dios hará absolutamente todo nuevo; cielos nuevo y tierra
nueva (Isaías 66:22, 2°. Pedro 3:13, Apocalipsis 21:1), será un mundo nuevo
donde el gozo perenne será sublime, extraordinario e indescriptible,
desaparecerán para siempre todos los efectos del pecado, allí nunca jamás se
derramará una lagrima de tristeza, no habrá nunca más dolor físico ni emocional
en los creyentes, no existirán los hondos sentimientos de pesar y dolor por la
muerte de un ser querido. Dios nos consolará totalmente, hoy el también nos
consuela, pero en cielo será un consuelo eterno, para siempre, todos los
recuerdos tristes, amargos serán olvidados como dice Isaías 65:17; “Porque he
aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá
memoria, ni más vendrá al pensamiento”. El apostol fue al paraíso, al tercer
cielo a la eternidad y dijo; “Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera
del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó
palabras inefables que no le es dado al hombre expresar” 2ª Corintios 12:3-
4. Según Pablo lo que oiremos y viviremos en el cielo será inefable del griego
ANEKLALETOS “incapaz de ser narrado”, también se lee ARRETOS; “algo
no dicho, misterios, palabras demasiadas sagradas para ser pronunciadas”.

La eternidad y la Nueva Jerusalén


Pero parte de lo que no se le permitió a Pablo o no pudo dar a conocer del cielo,
de la eternidad si se le permitió a Juan él del apocalipsis. Según Juan en el cielo,
en la eternidad hay una ciudad celestial, que ya existe (Gálatas 4:26) fue
inventada y hecha por Dios mismo, la biblia le llama la nueva Jerusalén el
termino NUEVA viene del griego KAINOS (no NEOS) que significa, no solo
algo meramente nuevo, sino “algo intrínsecamente bello, renovado,
esplendoroso y refrescado”. Apocalipsis 21:9-27 la describe en detalles, esta
singular ciudad también es llamada “El tabernáculo de Dios”, la ciudad eterna,
la ciudad celesta, la ciudad del cielo, madre celestial, la Jerusalén de arriba, la
ciudad sagrada, la ciudad de Dios, la Sión de arriba. Es la ciudad que dice el
autor sagrado; “…la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y
constructor es Dios” y que espera a todos los creyentes (Filipenses 3:20,
Hebreos 11:10-16) de toda la historia, y que permanece para siempre. Sus
dimensiones son increíbles, fantásticas y singulares, es totalmente cuadrada
12.000 estadios de ancho, alto y largo es decir, un gigantesco cubo de unos
2.220 kilómetros, con una muralla de unos 70 metros de espesor, la increíble
ciudad tendrá la gloria de Dios en ella, tanto así que tiene 12 enormes puertas
con 12 ángeles con los nombres de los doce patriarcas, tiene firmes 12 cimientos
con los nombres de los 12 apóstoles (solo doce, ¡no estarán los nombres de
todos los miles de auto proclamados apóstoles actuales!). El material de aquella
ciudad es de oro puro, el mejor oro, único y brillante como una piedra preciosa
y como un vidrio limpio, el muro de Jaspe, los elementos con que esta fabricada
la ciudad de Dios, son muchos y extraordinarios, doce en total; Jaspe, Zafiro,
ágata, esmeralda, ónice, cornalina, crisólito, berilo, topacio, crisopraso, Jacinto
y amatista. Las doce puertas de la ciudad son de perlas y la calle principal de la
metrópolis es de oro puro, transparente como el vidrio. En ella no hay templo,
ni sinagoga ni mezquita, ni luz del sol ni de la luna y mucho menos luz eléctrica,
pues el fulgor de la gloria de Dios la iluminará por completo, “El cordero es su
lumbrera”, millones de salvados vivirán en ella junto a los ángeles los patriarcas
y apóstoles, en un ambiente único de amor, unidad, paz, y armonía. Habrá una
largo rio en la ciudad con agua limpia de vida y a la orilla de ese rio estará el
árbol de la vida que le dará vida a las naciones. Sus puertas nunca se cerrarán,
estarán abiertas por la eternidad y allí no habrá noche ni sombra, ni tiempo
cronológico, toda la gloria y la honra de las naciones estará impregnada en ella
¡Alabado sea Dios para siempre!

Palabras finales

*No se sabe a ciencia cierta muchas cosas del cielo; como por ejemplo ¿Qué
idioma hablaremos? ¿Nos reconoceremos totalmente con otros creyentes? ¿Qué
edad representaremos? ¿Los bebes que murieron y fueron al cielo, como se
verán en él? Etc. sin embargo, Sí la biblia dice otras muchas cosas que
experimentaremos en el cielo; seremos semejantes a los ángeles, cantaremos
junto a todos los redimidos, vestiremos de ropas blancas, adoraremos a Dios por
la eternidad, viviremos con Dios en la Nueva Jerusalén, allí no habrá dolor,
enfermedad, llanto, opresión, odio, rencillas ni muerte, amén, ¡Gloria a Dios
para siempre! Termino diciendo amigo para ir al cielo necesitas una invitación
que solo te la puede dar Jesús recibiéndolo en tu corazón y confesándolo con tu
boca recíbela hoy para ser un invitado mas al cielo, la biblia dice; “Que si
confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios
le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” Romanos 10:9-10.

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