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Piaget estableció que las personas pasan por 4 estadios o periodos diferenciales a la vez mostraba
su interés por conocer los tipos de pensamiento u operaciones mentales que tú u otras personas utilizan
en el momento de resolver un determinado tipo de problemas. Piaget no enfatiza en los contenidos, sino
más bien en las operaciones o acciones mentales. Por ejemplo: algunos problemas los hemos resuelto
mediante el pensamiento abstracto, pero si de repente nos preguntan ¿Cuántos días quedan para
finalizar el año?, comenzamos a contar con auxilio de nuestros dedos, volviendo así a métodos primitivos
anteriormente usados. Pasemos entonces a conocer las etapas:
5.1) SENSORIO MOTRIZ (0-2años):
La primera etapa del desarrollo cognitivo de Piaget, es la que denomina como sensorio-motora en la
misma hay ausencia de función simbólica, por lo tanto el lactante no presenta ni pensamientos ni
actividad vinculada a representaciones que permitan evocar las personas o los objetos ausentes.
Piaget destaca la importancia de esta primera etapa: ". el desarrollo mental durante los primeros 18
meses es particularmente rápido y de importancia especial, porque el niño elabora a ese nivel el conjunto
de las subestructuras cognoscitivas que sirvan de punto de partida a sus construcciones perspectivas e
intelectuales ulteriores, así como cierto numero de reacciones afectivas elementales, que determinaran de
algún modo su afectividad subsiguiente."
La inteligencia senso-motora existe antes del lenguaje, es por lo tanto una inteligencia práctica. De todas
formas el niño va construyendo un complejo sistema de esquemas de asimilación y organizando lo real
según un conjunto de estructuras espacio-temporales y causales. Dada la falta de lenguaje y función
simbólica, esas construcciones se basan exclusivamente en percepciones y movimientos.
Estadio 1: comprende el primer mes de vida del individuo.
El organismo es activo, esta presente en las actividades globales y espontáneas, cuya forma es rítmica.
Los reflejos del recién nacido (succión, reflejo palmar) dan lugar al ejercicio reflejo, ósea una
consolidación por ejercicio funcional.
NOCION DE CONSERVACION.- Aparece una cualidad cognitiva que es la conservación; significa que
para el niño ciertas cualidades físicas de los objetos permanecen constantes, a pesar de
transformaciones o cambios. Y estas pueden ser sustancia, peso o volumen. Por ejemplo, como la idea
de que el volumen de un líquido permanece idéntico sin importar el tamaño ni la forma del recipiente
donde se vacié.
OPERACIONES LÓGICAS.- A partir de esta aparecen las opresiones de clasificación y seriación. La
primera se establece como un proceso de agrupamiento de objetos o acontecimientos conforme a ciertas
cualidades o criterios, hallando relaciones entre objetos o acontecimientos a través del análisis y la
comparación de las cualidades del objeto. Por ejemplo, estamos frente a un niño de 7 años y ponemos en
la mesa 5 margaritas y 12 rosas. Ahora le preguntamos
¿Hay más rosas o flores? Un niño ubicado en esta podrá responder que hay mas flores porque se
encuentra en la capacidad de reconocer que la clase de flores incluye a las rosas y margaritas. En
conclusión, puede realizar inclusiones. Por otro lado, la seriación es la capacidad que tiene el niño
para ordenar. Puede constituir una serie ordenada de objetos; los criterios pueden ser espacio, tiempo y
tamaño. Por ejemplo: se le presenta en conjunto de barritas del mismo color pero diferente tamaño y se le
da la consigna que "ordene las barritas".
Rápidamente el niño establece su escala de mayor a menor o de menor a mayor. Es el momento en el
cual pueden operar con representaciones mentales.
Sin embargo, un logro semejante no habría podido tener lugar si antes el niño no hubiese
manipulado materialmente objetos en los primeros meses de su vida, si no hubiese sido capaz
de representarse interiormente objetos y acciones sobre esos objetos, y si no hubiese sido
capaz de articular representaciones intuitivas, ya en los umbrales del pensamiento operatorio.
Debemos entonces preguntarnos en primer lugar, ¿qué es esta noción que el niño debe poseer,
y a la que debe llamarse número? Para Kant, el número era el esquema puro de la cantidad
(Kant, 1966:145), concepción gnoseológica que se aproxima bastante a la idea de número que
aquí nos interesa destacar, es decir, el número como indicador de cantidad y de orden, y de
aquí la distinción entre números cardinales y ordinales, respectivamente.
Esto significa que podamos decir que el niño adquirió la noción de número ante todo y en
principio cuando es capaz de utilizarlo con el fin de expresar cantidades y ordenamientos
jerárquicos.
La noción de número es construída por el niño en el periodo de las operaciones concretas (7-11
años aproximadamente). Consecuentes con un enfoque genético, repasemos brevemente qué
logros adquiere en el niño en el periodo inmediatamente anterior (preoperacional, 2-11 años), y
rescatar aquellos logros específicos que servirán de base para la posterior construcción de
aquella noción.
El niño adquiere la idea de número cuando va adquiriendo la capacidad para clasificar y seriar,
es decir, para realizar operaciones de clasificación y seriación. Estos logros son característicos
del pensamiento operacional concreto, pero tienen su génesis en el pensamiento intuitivo,
preoperacional.
En otro experimento típico se le presenta al niño una hilera de objetos y se le pide que tome la
misma cantidad de objetos de una pila próxima. En una primera etapa probablemente el niño
haga una nueva hilera de la misma longitud, aunque contenga más objetos más próximos entre
sí. Se trata de una simple correspondencia perceptual: ve ambas hileras iguales. Más adelante,
el niño hará una correspondencia de uno a uno: toma un objeto y lo pone frente al primero de
la hilera original, y luego hace lo mismo con los demás. Sin embargo, si achicamos una de las
dos hileras formadas, el niño afirmará que en una hay más objetos que en la otra. Sólo más
tarde no se 'engañará' al respecto por efecto de la ilusión perceptiva, y sostendrá la
conservación de la cantidad más allá de aquella ilusión (Flavell, 1991:333; Piaget, 1968:83), lo
cual ya implica un logro del periodo operacional.
Entremos ahora en pleno periodo operacional concreto. Entre los 7 y los 11 años el niño
construirá, entre otras, dos estructuras operatorias de importancia para nuestro tema: los
agrupamientos lógicos (que son 9) y los grupos aritméticos (que son 2).
Ahora bien: la noción de número y la capacidad de realizar operaciones aritméticas como suma,
resta, etc., con ellos, sólo se adquieren con los grupos artiméticos...pero estos no podrían
construírse de la nada: requieren previamente por lo menos dos de los nueve agrupamientos
lógicos: el agrupamiento I que le permite al niño armar clases primarias, y el agrupamiento V
que le permite seriar asimétricamente.
Procuraré simplificar mi explicación sin recurrir a tecnicismos matemáticos. Diré entonces que el
niño puede saber qué son los números y operar en consecuencia con ellos, no sólo cuando
puede clasificar y seriar, sino además cuando puede realizar estas dos últimas operaciones en
un todo coordinado. Piaget, en efecto, concibe las clases (clasificar), las relaciones (seriar) y los
números como dominios cognoscitivos que se desarrollan al mismo tiempo en forma
entrelazada y mutuamente dependiente: "clases, relaciones y números forman un todo
psicológica y lógicamente indisociable, cada uno de cuyos tres términos completan a los otros
dos" (Piaget, 1979:154).
Utilizando una metáfora, así como no tiene sentido preguntarse cuál pierna es más importante
para caminar, así tampoco tiene sentido preguntarse qué es más importante para la marcha
intelectual del niño: si las operaciones de clasificación-seriación, o el dominio del número:
ambas esferas del conocimiento se complementan y se consolidan apoyándose mutuamente.
Nos resta explicar, por consiguiente, la imbricación psicológica de este trípode clase-serie-
número.
Si tomamos varios objetos cualesquiera de nuestro entorno cotidiano (una flor, una mesa, un
televisor), advertimos que tienen atributos diferentes en cuanto a color, forma, tamaño, etc.,
pero podemos abstraer -cortar, separar, aislar- estas cualidades diferenciales y atender sólo a lo
que tienen en común. Un filósofo diría: estos objetos tienen en común el hecho de 'ser': son
entes. Pero también podemos hacer una abstracción matemática, y decir que estos objetos
tienen en común el hecho de constituír una unidad: esta flor es una, aquella mesa es una, etc.
El número resulta, ante todo y aunque no únicamente, de una abstracción de las cualidades
diferenciales, que tiene por resultado hacer cada elemento individual equivalente a cada uno de
los otros: 1=1=1, etc.
Una vez que el niño es capaz de esta abstracción, ahora está en condiciones de clasificarlos
según inclusiones. Por ejemplo, la clase formada por el elemento 1 puede incluírse en la clase
1+1, y esta a su vez en una clase mayor como 1+1+1, etc. En otras palabras, el 1 está incluído
en el 2, el 2 en el 3, etc. "Un número entero es -señala Piaget- una colección de unidades
iguales entre sí, y, por lo tanto, una clase cuyas subclases se hacen equivalentes mediante la
supresión de las cualidades [diferenciales]" (Piaget, 1968:82-83). De esta forma empieza a
llegar el niño a la idea de número gracias a que puede clasificar, y, a su vez, puede clasificar
gracias a que dispone de elementos equivalentes entre sí a los que llegó por abstracción.
Esta clasificación es una condición necesaria, pero aún no suficiente para la constitución de la
noción de número. Estos elementos equivalentes deben poder ser, además de clasificables,
seriables, o sea ubicables en una secuencia de menor a mayor, o viceversa: 1 1 1, etc. El último
paso será seriar las subclases sucesivas, es decir:
En tanto que el sujeto consideraba los elementos individuales en sus cualidades diferenciales,
podía reunirlos en clases según cualidades equivalentes (todos los rojos, o todos los grandes,
etc), o bien reunirlos en series (del más grande al más chico, etc), pero no podía agruparlos
'simultáneamente' como equivalentes (clases) y diferentes (series). El número es, por el
contrario, una colección de objetos concebidos a la vez como equivalentes y diferentes, siendo
sus diferencias solamente posiciones de orden. Nos indica, en fin, Piaget, que "esta reunión de
la equivalencia y la diferencia supone en este caso la eliminación de las cualidades (abstracción)
de donde se sigue precisamente la constitución de la unidad homogénea 1 y el paso de lo
lógico a lo matemático" (Piaget, 1979:154).
LAS ROTACIONES EN LA ESCRITURA DE LOS NIÑOS La directora de un buen colegio
de Lima me ha consultado el problema de una niña de segundo grado, que
lee bien, incluso en la segunda lengua que se trabaja en la institución, y
que construye textos, pequeñitos, sí, pero que dicen lo que quiere exponer
en ellos. Todos están contentos con sus logros, pero les preocupa un hecho
que los desconcierta: con frecuencia, la niña escribe palabras con alguna
grafía “al revés”, incluso su propio nombre, que tiene una letra molesta que
le voltea de vez en cuando. Como el problema aludido es muy frecuente en
los primeros grados de muchas escuelas, he escrito una nota al respecto,
con la idea de incluirla en mi blog. Algunos niños que se encuentran todavía
en la etapa de aprendizaje de la escritura trazan ciertas grafías y números
como si estos hubieran rotado sobre su eje vertical. No es raro, por
ejemplo, que, al hablar sobre las partes de la cara, escriban “doca” en vez
de “boca” o que al escribir el “7” o el “4” lo hagan como si las cifras
miraran para el otro lado. Por lo general, esto se produce con una sola
grafía de la palabra y no con todas, y no impide que sus autores lean
correctamente lo que han escrito o que resuelvan operaciones aritméticas
sin que el cambio de dirección de los números afecte el hallazgo del
resultado. Este fenómeno es llamado, sencillamente, rotación[1].
No obstante que son frecuentes los casos de niños que rotan grafías, no
existe al presente una explicación fehaciente y definitiva sobre las causas
de este fenómeno. Pueden levantarse algunas hipótesis, que conviene
mencionar porque tendrían que ser tomadas en cuenta para programar una
ejercitación especial orientada a superar ese problema.Se trata de niños
que, para reconocer un signo gráfico, toman en cuenta la forma de sus
elementos más que a su dirección. Una “bolita” y una “raya” pueden bastar
para trazar una “b”, que será “b” para ellos aunque hayan trazado “d”. No
ven esto como problema porque la totalidad de la palabra dice lo que ellos
quieren (en el caso del ejemplo, “doca” está diciendo, para ellos, “boca”).
Se trata de niños que necesitan reforzar todavía la organización del
espacio plano (el de la hoja de papel), que para efectos de la lectura y
escritura debiera tener lados (izquierda, derecha; arriba, abajo) y
direcciones (de izquierda a derecha, de arriba abajo). Es probable que estos
niños no consigan proyectar su lateralidad al papel (i) porque no han sigo
guiados para hacerlo o (ii) simplemente porque ellos mismos no son
conscientes de la lateralidad en su cuerpo. Puede ser que haya actuado una
cierta deficiencia en el trabajo del docente durante la etapa de aprendizaje,
que se puede haber mostrado en situaciones como las siguientes:
DESARROLLO EMOCIONAL
Cuando hablamos de inteligencia emocional, es necesario hablar de Daniel Goleman. Este es
el autor de un gran libro llamado Inteligencia emocional. Goleman, aporta una nueva dimensión
a las emociones con la concepción del término inteligencia emocional.
Al hablar de inteligencia emocional nos referimos a la toma de conciencia de nuestras
emociones, a la comprensión de los sentimientos de los demás, tolerar las presiones y
frustraciones, acentuar nuestra capacidad de trabajo en equipo y adoptar una actitud empática
y social, que nos brindará mayores posibilidades de desarrollo personal.
Hasta hace poco al hablar de inteligencia solamente se contemplaba el CI detectado por los
test, pero Peter Salovey, John Mayer, y posteriormente Daniel Goleman, cuestionaron ese
único tipo de inteligencia (CI) y aportaron el concepto de coeficiente emocional (CE). Ambos
conceptos se complementan: la inteligencia emocional es una combinación del intelecto con las
emociones.
DESARROLLO SOCIAL
El estudio del desarrollo social es relativamente reciente y esto ha provocado posturas encontradas
en el campo evolutivo, y aunque todos los autores manifiestan su acuerdo en que el niño es un ser
social por naturaleza, existe desacuerdo sobre el momento de inicio de la socialización.
AGENTES DE SOCIALIZACIÓN
Para unos autores desde el momento del nacimiento existe socialización, ya que el niño necesita de
los demás para alimentarse y se comunica con ellos mediante el llanto. Para otros, en cambio, el
proceso de socialización es progresivo y no se adquiere hasta edades más avanzadas cuando se tiene
conciencia de uno mismo y de los demás.
Para la mayoría de los autores el desarrollo social comienza desde el momento en que el niño nace,
ya que el primer contacto social o la primera interacción social que se produce en su vida, es el
contacto con su madre. Los padres serán así el primer agente socializador en la vida del niño. La
familia va a ser de gran importancia ya que en la interacción padres-hijos se desarrollan patrones de
protección de actitudes y valores personales, con los que el niño generará más adelante las
habilidades sociales necesarias que le permitan relacionarse de forma satisfactoria con sus iguales.
DE 0 A 3 MESES: Hacia las tres semanas de vida, el bebé imita los gestos de los adultos
que le cuidan y es capaz de percibir y reaccionar ante las expresiones
emocionales de los demás.
A través de la interacción con su madre el niño establece lo que
llamamos vínculo, que es el lazo afectivo que se establece por la
proximidad y el cariño del otro.
ENTRE 2 Y 3 AÑOS: En este año comienza a encontrarse con los otros niños y a estar con
ellos, pero prefieren jugar solos.
En el tercer año reafirman su sentido del yo y su independencia.
Saben controlar sus esfínteres, controlan sus enfados y sus llantos y
expresan sentimientos como amor, celos, envidia o tristeza.
Las relaciones sociales con los otros niños cambian, ya que, aunque
siguen prefiriendo jugar solos, están más abiertos a comunicarse y a
compartir sus juguetes.
ENTRE 4 Y 5 AÑOS: El niño se preocupa por los demás, comparte sus cosas y demuestra su
cariño. Sus contactos sociales en este periodo no son muy grandes,
pero aprende a acomodarse al grupo, coopera y participa en el mismo,
aunque no aceptan claramente las normas del grupo.
Hay quienes hablan de una socialización terciaria, basada en la integración a otra cultura diferente a
la propia, una sociedad
con patrones nuevos para el sujeto que le requiere un proceso de resocialización. A este proceso lo
llaman “transculturación”.
Como hemos visto el niño depende de su grupo social y de sus pautas o costumbres
inculcadas desde el nacimiento para ir adquiriendo unas correctas habilidades sociales que le
permitan tener resultados satisfactorios. Por eso insistimos es fundamental el papel de la
familia y de la escuela como socializadores, ya que el aprendizaje de las habilidades sociales
se adquiere mediante información, pero también a través de la observación e imitación de los
que se ve y oye.
INTEGRACIÓN SOCIAL
La integración es la consecuencia del principio de normalización, es decir, el derecho de las personas
con discapacidad a participar en todos los ámbitos de la sociedad recibiendo el apoyo que necesitan
en el marco de las estructuras comunes de educación, salud, empleo, ocio y cultura, y servicios
sociales, reconociéndoles los mismo derechos que el resto de la población.
El niño deberá conocer las relaciones interpersonales (de autoridad/sumisión, liderazgo, amistad,
etc.) para así conocer las características de los otros y lograr una integración social.
Por otro lado, los niños de 6 a 12 años presentan una evolución que se caracteriza por lo siguiente:
El niño empieza a construir sistemas parciales aislados que organizan conjuntos de hechos sociales:
en el tema económico, es la edad en que comprende que haya un beneficio pero antes debe haber una
inversión.
Es capaz de basar sus representaciones en datos no observables y/o alejados de la propia experiencia.
Establece relaciones de causalidad objetivas e inferidas (el maestro pone una nota en función de unas
reglas establecidas, etc.).
Para llegar a una plena y correcta integración social es necesario conocer el entorno social y para
conseguirlo utilizamos gran cantidad de realidades y situaciones que nos ayudan en nuestro objetivo.
En las edades más tempranas el conocimiento de las realidades sociales no es asimilado tal cual del
exterior por el individuo, sino que, al igual que con el conocimiento del mundo físico, lo va
construyendo activamente a partir de su experiencia de relaciones e interacciones que mantiene a lo
largo de su vida.
DESARROLLO MORAL
La palabra moral alude a las costumbres o tradiciones de una comunidad y desde pequeños
los niños se esfuerzan por adecuarse a las pautas de conducta establecidas en el medio al que
pertenecen.
Desarrollo moral:
• La conciencia moral comprende toda conducta que debe ser evitada, orientando nuestra
conducta en la dirección que consideramos correcta. Cualquier persona que se desarrolla en
sociedad.
• El ideal del yo que responde a la imagen que cada uno tiene de aquel que quiere llegar a ser.
Va a responder a nuestra conciencia moral. Problemas si el ideal del yo no es lo
suficientemente ambicioso. Ejemplo: “el macarra del barrio” no desarrollará una conciencia
moral, visto desde el punto de vista de lo correcto.
Autores como Piaget o Köhlberg sostienen que los niños no pueden emitir juicios
morales (muy relacionados con nuestra vida en sociedad) sólidos hasta que alcanzan un nivel
suficientemente alto de madurez cognoscitiva como para ver las cosas como las vería otra
persona.
El paso de una etapa a otra se ve en este autor como un proceso de aprendizaje irreversible en
el que se adquieren nuevas estructuras de conocimiento, valoración y acción. Estas estructuras
son solidarias dentro de cada etapa, es decir, actúan conjuntamente y dependen las unas de la
puesta en marcha de las otras. Kohlberg no encuentra razón para que, una vez puestas en
funcionamiento, dejen de actuar, aunque sí acepta que se produzcan fenómenos de desajuste
en algunos individuos que hayan adquirido las estructuras propias de la etapa de un modo
deficiente. En este caso los restos de estructuras de la etapa anterior podrían actuar aún,
dando la impresión de un retroceso en el desarrollo.
Kohlberg extrajo las definiciones concretas de sus etapas del desarrollo moral de la
investigación que realizó con niños y adolescentes de los suburbios de Chicago, a quienes
presentó diez situaciones posibles en las que se daban problemas de elección moral entre dos
conductas. El análisis del contenido de las respuestas, el uso de razonamientos y juicios, la
referencia o no a principios, etc. -se analizaron treinta factores diferentes en todos los sujetos-
fue la fuente de la definición de las etapas. Posteriormente, y para demostrar que estas etapas
eran universales, Kohlberg realizó una investigación semejante con niños de una aldea de
Taiwan, traduciendo sus dilemas morales al chino y adaptándolos un poco a la cultura china.
(De 10 a 13 años o más) 4 Asunción del carácter universal de las reglas sociales
(principio imparcialidad)
COMPONENTES DE LA MORALIDAD
COMPONENTES MORALES, cuanto en mayor grado se dan mayor moral del individuo.
1. Empatía: Soporte emocional primario de la moralidad. Los educadores contribuyen al
desarrollo de la empatía explicando nuestras conductas y las consecuencias de estas sobre los
demás.
3. Altruismo: Es la tendencia a cubrir las necesidades de otra persona a costa de las de uno
mismo. Los niños altruistas suelen ser activos, sociables, competentes, asertivos, avanzados
en adopción de roles y juicios morales. Nivel más desarrollado de la moralidad.
1. Orientación social: El comportamiento moral fluye de un interés por lo que concierne a los
demás. El deseo de tomar parte en la interacción social y desarrollar relaciones se considera
crítico para la salud psicológica.
4. Autoestima: Su buen desarrollo durante la infancia se relaciona con salud mental en la vida
adulta y su falta con disfunciones sociales y cierta patología mental (depresión o ansiedad). Va
a definir si nuestra ética es positiva o negativa.
ESTRATEGIAS EDUCATIVAS
El currículo escolar debe fomentar el aprendizaje de estrategias que permitan el desarrollo de:
• El sentido crítico para evaluar, desde parámetros de justicia y equidad, la realidad del entorno.
2) Las narraciones y las historias ejemplares: los cuentos son una oportunidad para
introducir al niño en el proceso cognitivo y afectivo del aprendizaje.
4) La reflexión de dilemas y el diálogo. La mayor dificultad para actuar con base en valores
es que en la vida las disyuntivas no siempre se presentan como elecciones entre lo bueno y lo
malo; a veces tenemos que elegir entre dos valores, por ejemplo la amistad y la honestidad.
5) El análisis de situaciones sociales. Esta estrategia es muy pertinente para analizar las
situaciones del mundo contemporáneo o los hechos históricos: los problemas del medio
ambiente, la violencia machista, etc.
6) Actividades vivénciales y experiencias formativas. Definitivamente, los valores que se
aprenden son los que se viven. Promover el diálogo requiere que la clase sea un espacio en el
que se practique el diálogo. La tolerancia, el respeto y el resto de valores tratados deben
permear las relaciones entre el maestro y sus alumnos.
-La acción tutorial es la herramienta que junto a los proyectos de centro (PEC, Plan de
Convivencia Escolar, etc.) permitirán a los docentes y agentes de la comunidad educativa
fomentar una educación moral.
No queda claro cuando realizarla pero si queda claro que es muy efectiva.
”.
LA IDENTIDAD
La identidad es el sentimiento de
mismidad personal, o sea el conjunto de
cualidades esenciales que distinguen una
persona de otra.
Cada cambio en la vida modifica la actitud vital y la persona comienza a comportarse de manera
diferente.
Los cambios en la conducta son la punta del iceberg, porque también internamente esa nueva
circunstancia no deseada o esperada puede alterar los tejidos y los órganos; porque cada pensamiento
es también una molécula.
Para poder ayudar a alguien que tiene un problema hay que llegar a conocer las causas originales que
llevaron a esa persona a cambiar su actitud mental y también su biología.
Cada persona responde de una manera diferente frente a los estímulos que se le presentan y tiene una
determinada actitud frente a las contingencias. Por esta razón es necesario, además de atender el
problema puntual que la perturba, conocer cual es su forma habitual de vivir las experiencias.
Esa peculiaridad la hace vivir su vida a su manera y también cuando se enferme lo hará a su modo.
Porque no hay enfermedades sino enfermos.
Los problemas de identidad alcanzan el sistema inmunológico y una identidad lábil expresa esa
condición también con el cuerpo.
La falta de firmeza en las convicciones también se manifiesta. Con la forma de pararnos, de dar la
mano, con el volumen de nuestra voz, o la marcha nos identificamos.
Es para Fierro (1990) un núcleo de la personalidad presente en la conciencia de cada sujeto, que
adopta la forma de representaciones sobre sí mismo en varios aspectos (físico, sexual, académico,
profesional, ideológico, etc.), expectativas orientadas al futuro y presentaciones de sí ante los demás.
La identidad personal se conforma con lo que uno cree y con lo que los demás le muestran, y bajo
esta configuración interactúa
con el mundo que le rodea.
DESARROLLO DE LA IDENTIDAD
A partir de los seis años estamos ante un período relativamente
tranquilo en cuanto a cambios en la identidad, pero a la vez de
grandes logros.
Consolidar su identidad
Adquirir conciencia de capacidades y limitaciones
Es una edad en la que el niño desea agradar. La progresiva aparición del pensamiento abstracto.
La interacción entre iguales es fuente de desarrollo y estímulo
Hacia los ocho años va desvinculándose de la familia para pasar a depender más afectivamente del
grupo de amigos.
Hacia los diez años , el niño se encuentra integrado en la pandilla de carácter marcadamente
unisexual y nada democrática en la que existe un líder.
En confrontación con los otros y con las exigencias de los aprendizajes que realizan, los niños van
forjando su autoconcepto y autoestima, lo cual implica el conocimiento y la valoración de sí mismos.
La identidad sexual está muy marcada por los estereotipos de género: las expectativas de los demás
tienden a cumplirse. El carácter y personalidad marcan la tendencia de seguimiento de los mismos,
aunque cada vez se flexibilizan más los criterios de rol de
género.
A medida que el sujeto distingue los objetos que le rodean será capaz de establecer con ellos
relaciones. Tres son los estadios que completan el camino hasta establecer relaciones:
1. Estadio narcisista (0-2 meses): en un principio el niño sólo siente los estados de tensión y malestar,
y únicamente en esta situación se establecen conexiones con el medio.
2. Estadio preobjetal (3-8 meses): a partir del tercer mes el niño responde con una sonrisa; al quinto
mes sonríe a la vista de un juguete o biberón; a los 6-8 meses entra ya en una etapa de transición a la
otra etapa sonriendo sólo a personas conocidas
3. Estadio objetal (8-10 meses): crisis de angustia, el bebé reacciona con temor ante la vista de una
persona, aún conocida, en ausencia de su madre.
Aplicado esto a los tres primeros años de vida, evoluciona desde un conocimiento de las personas
(en el segundo trimestre de vida), a un reconocimiento de sí (18-24 meses los niños reconocen su
imagen y comienzan a usar los pronombres personales), para llegar a la adquisición del rol sexual (a
los tres años usan el conocimiento de la identidad sexual y de género).
En cambio, entre los tres y seis años de vida, el niño llega a conocer las características de los otros
aunque se base en lo externo y en las apariencias. Conoce también las relaciones interpersonales
(autoridad, sumisión, amistad.) y los sistemas e instituciones sociales (es un conocimiento basado en
rasgos o aspectos externos, perceptibles).
Entre los cuatro y seis años la vida emocional del niño sufre profundos cambios. Los más
importantes son:
Todo esto es debido a su mayor capacidad de control e inhibición, y a que poco a poco ha ido
aprendiendo que ciertas manifestaciones emotivas no son aceptadas socialmente.
Cabe decir que el apego y la amistad son los vínculos afectivos y sociales básicos. Es ésta una
relación afectiva que el niño establece con las personas que interactúan de forma especial con él.
Este vínculo conlleva distintas pautas de conducta que fundamentalmente pretenden conseguir la
proximidad con la persona a la que se está apegado y conductas de interacción privilegiada: llamadas
(lloros, gestos), contacto (abrazos), vigilancia y seguimiento perceptivo de esa persona, conductas
motoras de aproximación. El apego implica un modelo de representación mental, los recuerdos que
la relación deja, las expectativas que crea. Este vínculo se forma en el primer año; en el segundo se
consolida.
A partir de los seis años estamos ante un período relativamente tranquilo y de grandes logros en la
vida del niño. Adquiridos ya los primeros hábitos de la vida social (control de esfínteres, control de
reacciones agresivas, interiorización de las normas fundamentales de convivencia) el niño llegará a:
consolidar su identidad; adquirir conciencia de sus capacidades y sus limitaciones; percibir su
situación en el mundo social; aceptar las normas; adoptar comportamientos coorperativos;
evolucionar desde posiciones de heteronomía moral a posiciones de autonomía y acuerdo social;
desarrollar actitudes y comportamientos de participación, respeto recíproco y tolerancia.
Han pasado ya los conflictos originados en la socialización primera y en el aprendizaje de los hábitos
básicos de la vida social. En este período, el niño consolida su identidad, va adquiriendo conciencia
de sus capacidades y de sus limitaciones, comienza a percibir su situación en el mundo. Es una edad
en la que el niño desea agradar, tanto a los adultos, como a sus compañeros.
La progresiva aparición del pensamiento abstracto, por otro lado, hace posible que el niño comience
a ser capaz de ver las cosas y de verse a sí mismo desde el punto de vista de otros. Esta posibilidad
de descentrarse, de salir de la perspectiva egocéntrica, es la condición previa para el desarrollo de
actitudes y comportamientos cooperativos e incluso propiamente altruistas.
La interacción entre iguales durante este período, al igual que en edades anteriores y posteriores, es
fuente de desarrollo y estímulo para el aprendizaje. También es positiva la emulación (deseo de
superarse en relación a otro para conseguir un objetivo) en un contexto relacional cooperativo.
Hacia los ocho años va desvinculándose de la familia para pasar a depender más afectivamente del
grupo de amigos. Los adultos pierden la preponderancia relativa con que contaban en
años pasados. Surgen las primeras amistades fijas.
Hacia losdiez años , el niño se encuentra integrado en la pandilla de carácter
marcadamente
unisexual y nada democrática en la que existe un líder. Esta pandilla derivará al final de
la etapa en grupos mixtos donde aparecen los intereses sexuales.
En confrontación con los otros y con las exigencias de los aprendizajes que realizan, los
niños van forjando suautoconcpeto y autoestima, lo cual implica el conocimiento y la
valoración de sí mismos.
5. TIEMPO DE CONVIVENCIA
ESTRATEGIAS EDUCATIVAS
DESARROLLO MORAL
Desarrollo moral:
• El ideal del yo que responde a la imagen que cada uno tiene de aquel que
quiere llegar a ser. Va a responder a nuestra conciencia moral. Problemas si el
ideal del yo no es lo suficientemente ambicioso. Ejemplo: “el macarra del
barrio” no desarrollará una conciencia moral, visto desde el punto de vista de lo
correcto.
Autores como Piaget o Köhlberg sostienen que los niños no pueden emitir juicios
morales (muy relacionados con nuestra vida en sociedad) sólidos hasta que alcanzan un nivel
suficientemente alto de madurez cognoscitiva como para ver las cosas como las vería otra
persona.
5) El análisis de situaciones sociales. Esta estrategia es muy pertinente para analizar las
situaciones del mundo contemporáneo o los hechos históricos: los problemas del medio
ambiente, la violencia machista, etc.
-La acción tutorial es la herramienta que junto a los proyectos de centro (PEC, Plan de
Convivencia Escolar, etc.) permitirán a los docentes y agentes de la comunidad educativa
fomentar una educación moral.
No queda claro cuando realizarla pero si queda claro que es muy efectiva.
5.1 DESARROLLO MORAL SEGÚN PIAGET
NIVEL I: De los 2 a los 6 años los niños son capaces de representar las cosas y las
MORAL DE acciones por medio del lenguaje, esto les permite recordar sus acciones y
PRESIÓN relatar sus intenciones para el futuro. Sin embargo, no pueden aún realizar
ADULTA razonamientos abstractos, por lo que no pueden comprender el significado de
las normas. Esto hace que las vean como cosas correctas imposibles de
variar. La moral en esta fase de caracteriza por la heteronomia.
NIVEL II: De los 7 a los 11 años, las normas dejan de ser vistas como cosas reales que
MORAL DE tiene su origen en una autoridad absoluta y exterior (los adultos) y comienzan
SOLIDARIDAD a basarse en el respeto mutuo entre los compañeros de juego, los iguales. De
ENTRE aquí surge la noción de la convivencionalidad de las normas, que son vistas
IGUALES como productos de acuerdos entre los jugadores. Surgen sentimientos
morales como la honestidad y la justicia.
NIVEL III: De los 12 años en adelante se produce desarrollo biológico y psicológico que
MORAL DE potencia el desarrollo intelectual y moral. En esta etapa surgen sentimientos
EQUIDAD morales personalizados, como la compasión o el altruísmo. La rigidez de
aplicación de las normas y conceptos morales desaparece, completándose el
paso de la presión adulta al control individual de la propia conducta.
Bruner ha distinguido tres modelos básicos mediante los cuales el hombre representa sus
modelos mentales y la realidad, estos son los 3 modelos.
enactivo
iconico
simbolico
No obstante, tambien los adultos suelen usar este modelo cuando intentan aprender tareas
psicomotoras complejas u otros procesos complejos. Los profesores pueden inducir a los
estudiantes a usar este modelo de aprendizaje proporcionándoles demostraciones y
ofreciéndoles materiasles pertinentes, asi como actividades de representacíon de roles,
modelos y ejemplos de conductas.
EL MODELO ICONICO de aprendizaje implica el uso de imagenes o dibujos. Adquiere una
importancia creciente a medida que el niño crece y conoce los conceptos y principios no
demostrables fácilmente. Así por ejemplo, los conocimientos sobre países extranjeros, las
vidas de personajes famosos y la literatura dramática no se aprenden normalmente por medio
del modelo enactivo. Los profesores pueden lograr que se adquieran estos contenidos
educativos proporcionando alos estudiantes dibujos y diagramas relacionados con el tema y
ayudándoles a crear imágenes adecuadas. La presentación icónica es especialmente útil para
los niños en el estadio preoperatorio y en el de las operaciones concretas.
EL MODELO SIMBÓLICO de aprendizaje es el que hace uso dela palabra escrita y hablada
también consiste en representar una cosa mediante un símbolo arbitrario que en su forma no
guarda relación con la cosa representada.El lenguaje que es el principal sistema simbólico que
utiliza el adulto en sus procesos de aprendizaje, aumenta la eficacia con que se adquieren y
almacenan los conocimientos y con que se comunican las ideas. Por tan evidentes razones, es
el modelo de aprendizaje mas generalizado. Resulta más útil y eficaz a medida que el niño
pasa del estadio de las operaciones concretas al estadio de las operaciones formales.
Aspectos de una Teoría de la Instrucción
Bruner sostiene que toda teoría de instrucción debe tener en cuenta los siguientes
cuatro aspectos:
Una total comprensión del la ZDP debería concluir en una nueva evaluación del
papel de la imitación en el aprendizaje. Al evaluar el desarrollo mental, sólo se
toman en consideración aquellas soluciones que el niño alcanza sin la ayuda de
nadie, sin demostraciones ni pistas, en tanto la imitación como el aprendizaje se
consideran procesos mecánicos. Pero sin embargo, Vigotsky observa que esto
no es consistente puesto que, por ejemplo, un niño que tuviera dificultades para
resolver un problema de aritmética, podría captar rapidamente la solución al ver
cómo el profesor lo resuelve en el pizaron. Aunque si el problema fuera de
matemática avanzada, el niño nunca podría acceder a él.Zona de desarrollo
próximoEl cambio cognitivo
La ZDP suele situarse en el contexto de una prueba psicológica de capacidad
mental. Vigotsky definía la zona como la diferencia entre el nivel de dificultad
de los problemas que el niño puede afrontar de manera independiente y el de
los que pudiera resolver con ayuda de los adultos. El cambio cognitivo se
produce en esa zona, considera tanto en términos de la historia evolutiva
individual como en los de la estructura de apoyo creada por los demás y por las
herramientas culturales propias de la situación. Desde el punto de vista
metodológico el cambio cognitivo puede observarse cuando los niños
atraviesan la zona en cuestión o se desenvuelven en su marco.