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FUNDAMENTOS QUE ORIENTARON LA PRUEBA DE DANIEL LING (*)

Prof. Flga. Martha Arrocet Sütterlin


Universidad Nacional Andrés Bello

Los sonidos más débiles son aquellos que restringen la corriente respiratoria
a su máximo, como las fricativas /f/ y /s/. Los que tienen la frecuencia más alta
son estas mismas fricativas que tienen componentes de hasta 15000 hz. o más. Los
patrones del habla más largos y de más abajo tono son los que se asocian con la
prosodia, la frecuencia de voz fundamental y los componentes de su ritmo,
entonación y acentuación, que se conocen todos como suprasegmentos. Las
vocales son de mayor duración que la mayoría de las consonantes, y sus
componentes o armónicos más bajos y fuertes (F1) caen debajo de los 1000 Hz.

Los componentes más altos (F2 y F3) de las vocales caen principalmente
entre los 1000 y 3500 Hz. Las consonantes están distribuidas ampliamente a través
del rango de frecuencias del habla y varían mucho en duración e intensidad.

Así, los sonidos más cortos en el habla son las oclusivas que están al final de
sílabas o palabras tales como obsoleto. La intensidad total de lenguaje
conversacional varía normalmente dentro de un rango de 30 dB desde la
consonante más suave /f/ hasta la vocal más fuerte /o/.

Esta cantidad de variación acústica se conoce como rango dinámico del


habla. Los sonidos del habla dentro de este rango dinámico varían no sólo entre
sí, sino también de acuerdo con las palabras en las que caen, estén éstas acentuadas
o no. La acentuación en las palabras no es más que un simple cambio en la
intensidad. A la distancia de los metros (distancia media para la conversación) los
sonidos más débiles en la conversación diaria son de 30 dB mayores que el cero
audiométrico, y los más fuertes de cerca de 60 dB. La intensidad es la dimensión
más variable del habla. Dentro de esta distancia las condiciones acústicas son las
más favorables para la conversación si el ambiente está tranquilo. Si los patrones
de sonido de una cierta frecuencia ocurren en niveles de 10 dB más que los
umbrales, estos patrones serán detectados con ayuda en los individuos en ese
rango de frecuencia. Sin embargo, los impedimentos auditivos sensorioneurales
no solamente pueden filtrar sonidos, sino también distorsionarlos. Si este es el
caso, entonces los patrones del habla pueden detectarse, pero aquellos que no
tengan componentes en esta frecuencia no se pueden discriminar, identificar ni
comprender debido a esa distorsión.

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La zona clara del Lenguaje.

En el audiograma (ver audiograma con banano) se muestra la zona en que se


oye el lenguaje en volumen de voz normal y a dos metros de distancia; o sea que
podamos localizar los diferentes fonemas y señalar los formantes graves (F1) y los
formantes agudos (F2) de cada uno de ellos.

Esta zona la llamaremos zona clara del lenguaje y nos servirá para ver, de
acuerdo con el audiograma de la persona con impedimento auditivo, dónde
vendrá señalada la ganancia que le de el aparato auditivo en cada una de las
frecuencias, y así podremos determinar si se detectan los formantes graves (F1) y si
se identifican los formantes agudos (F2) . Esto nos ayudará a determinar las
ayudas sensoriales más apropiadas (auditivas visuales o táctiles) o qué
combinaciones de ellas podrán utilizarse.

Prueba de los cinco sonidos de Ling. (1976)

Es muy conveniente revisar la audición del niño antes de proporcionarle


cualquier enseñanza. Las frecuencias centrales aproximadas de los formantes de
las tres vocales /a/ /i/ /u/ y los centros de energía en las consonantes /sh/ y
/s/ están situadas en su nivel de intensidad aproximada. Para saber cómo
funciona su sistema auditivo (audición más aparato auditivo) se le dicen al niño
estos sonidos desde diferentes distancias, (Ver Protocolo que muestra las 5 distancias
que propone Ling) se les pide que con sus ojos cerrados haga una señal con la mano
para indicar cuándo sí oye (prueba de detección) y luego se le pide que repita lo
que oye (prueba de identificación).
Los maestros deben usar esta prueba de los cinco sonidos dependiendo de la
intensidad de cada sonido en la prueba que representa el mismo nivel a que se
pronuncia el lenguaje ordinario. Sí, por ejemplo, un niño responde cuando el
examinador emite una /s/ tan fuerte como puede, no puede concluirse que la /s/
puede ser audible en niveles más suaves que se usen en la conversación.

Además, cualquier sonido del habla puede variar en el discurso diario hasta
en 12 dB dependiendo de si está o no acentuado. Un niño con problema auditivo
puede oír palabras acentuadas pero no aquéllas que no lo están. Por tanto, para
determinar si la /s/ o cualquier otro de los elementos de la prueba de cinco
sonidos de Ling podrá ser audible para el niño en conversación tranquila se debe
hacer la prueba mediante la producción de los sonidos en los niveles normales que
se encuentran en tal conversación. Esto puede lograrse si la persona que
administra la prueba proporciona primero enunciados que contienen estos sonidos
de habla en palabras no acentuadas y después las pruebas en este nivel
predeterminado.

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Los cinco sonidos seleccionados representan pistan significativas en cada
rango de frecuencia. Si no son audibles, entonces otras pistas en cada banda de la
octava tampoco lo serán. Así, los niños no detectan el sonido de la /s/ tampoco
podrán detectar la /f/ o las demás fricativas de turbulencia de alta frecuencia.

Si no pueden oír el sonido /sh/ tampoco podrán oír el segundo formante de


la vocal /i/ ni los cambios que proporcionan pistas sobre las consonantes que
preceden o siguen las vocales frontales. Si los niños con pérdidas muy profundas
no pueden oír la /u/ ni la /i/, tampoco podrán oír el murmullo de la /m/ que
ocurren alrededor de los 300 Hz.

Se pueden hacer deducciones similares en relación con los sonidos en cada


banda de frecuencia. Los maestros, médicos y padres deben conocer la distancia a
la cual cada niño puede oír los diferentes sonidos y asegurarse de que pueden
comunicarse a la distancia en la mayoría de estos sonidos puede, al menos,
detectarse.

Si la /u/ producida por un hablante en particular no contiene los


componentes F1 alrededor de los 300Hz, no debe reemplazarse por la /o/ sino por
la /m/, por que su detección por los niños con pérdida severa dependerá sobre
todo – si no exclusivamente – de la presencia de audición en el rango de frecuencia
en los 250 Hz. Por tanto, sería razonable añadir la /m/ como rutina y así crear la
prueba de los seis sonidos de Ling.

Ahora bien, la prueba de los cinco sonidos es útil como revisión rápida para
ver si los órganos auditivos del niño están funcionando en forma adecuada, o si su
funcionamiento se ha deteriorado desde que se realizó el proceso de selección de
los aparatos.
Los niños que tienen la audición de (o mejor que) 80 dB en 250 Hz, 100 dB
en 500 Hz, 110 dB en 1000 Hz, 115 dB en 2000 Hz y 85 dB en 4000 Hz deben, con
auxiliares auditivos apropiados y buenos moldes, ser hábiles para detectar (y,
quizá discriminar) entre la mayor parte de los componentes significativos del
lenguaje que caen dentro de cada una de las bandas de octava antes descritas.

El uso de la prueba de los cinco sonidos de Ling fue diseñada como una
prueba de sencilla aplicación para detectar el nivel de audición, pues sin ésta no
será posible la discriminación auditiva, la identificación ni la comprensión. Su
sencillez no niega, sin embargo, su validez.

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Umbrales con Amplificación.

Los resultados después de probar la amplificación pueden proporcionar


información sobre el nivel de audición de varios aspectos del habla y, por lo
mismo, sugieren que hay un potencial auditivo para la detección e identificación
de patrones del habla. La interpretación de los umbrales con amplificación se basa
en las propiedades acústicas del habla.

A continuación se presenta un resumen de las predicciones de potencial


auditivo con base en los umbrales con ayuda. Cuando esta ayuda está dentro del
espectro del habla entre 250 y 4000 Hz sugiere un potencial auditivo en el que el
niño puede:

• Detectar todos los suprasegmentos (duración, intensidad y tono


característicos del habla) y segmentos (características de las vocales y
consonantes).
• Identificar todos los aspectos suprasegmentales.
• Identificar todas las vocales.
• Reconocer la sonoridad, el modo y el punto de articulación característico de
las consonantes.
• Identificar consonantes seleccionadas (dependiendo del grado de la pérdida
auditiva).
• Detectar e identificar la mayoría de los sonidos ambientales.

Cuando los umbrales con ayuda están restringidos auditivamente dentro


del espectro del habla entre 250 y 2000 Hz, el niño puede tener dificultad
para:

• Identificar las vocales anteriores.


• Detectar las consonantes agudas como /s/, /f/, y sordas como /t/.
• Identificar las características del punto de articulaciones de los consonantes.

Cuando el niño es capaz de detectar frecuencias sólo entre 250 y 1000 Hz en


la zona clara de Lenguaje, el niño puede experimentar dificultades para:

• Identificar las vocales medias y anteriores.


• Detectar las consonantes de frecuencia medias y agudas.
• Identificar algunas características de modo de las consonantes.
• Identificar las características del punto de articulación de las consonantes.
• Identificar algunos sonidos ambientales.

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Cuando el niño tiene audibilidad dentro del espectro del habla sólo entre
250 y 500 Hz puede tener dificultades para:

• Detectar algunas vocales medias posteriores.


• Identificar las vocales anteriores, medias o posteriores.
• Categorizar la producción de consonantes según sonoridad, modo y punto
de articulación.
• Detectar algunos sonidos ambientales.
• Identificar sonidos ambientales

Prueba de los Seis Sonidos de Ling (1988)

La prueba de los seis sonidos es una tarea para detectar seis sonidos del
habla; /a/, /u/, /i/, /m/, /sh/ y /s/, presentados en un nivel de conversación
normal (Ling, 1976, 1989). Cada uno de los seis sonidos del habla representa una
información crítica en un rango de frecuencia diferente de la zona clara del
lenguaje.

Los resultados pueden usarse en varias formas para:

• Predecir la habilidad de reconocer diferentes producciones del habla.


• Supervisar cambios en la audición debido a la disfunción del oído medio.
• Medir diariamente cualquier cambio en el funcionamiento de amplificación.
• Medir los efectos de la distancia desde donde se habla en la audibilidad de
varias producciones del habla (desde 30 cm. Hasta 8m).
• Observar los cambios en niveles de audición entre auxiliares auditivos en
combinación con sistemas de FM.
• Observar las diferencias en niveles de audición con diferentes micrófonos
de FM. Las comparaciones pueden hacerse entre micrófonos
omnidireccionales, direccionales, boom y otros, cada uno de los cuales tiene
diferentes usos y características. Para seleccionarlos debe consultarse al
audiólogo.
• Si el niño detecta todos los sonidos, tiene el potencial para escuchar
completamente el rango del espectro del habla.
• Si el niño detecta /a/, /u/, /i/, /m/, /sh/ y /s/ el potencial auditivo es
similar a los umbrales con amplificaciones dentro de la zona clara del
lenguaje entre 250 y 2000 Hz.
• La detección de /a/, /u/, /i/,/m/ sugiere que hay un potencial similar a
los umbrales con amplificación dentro del espectro del habla entre 250 y
1000 Hz.

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• La detección de sólo una o dos vocales indica una habilidad limitada para
escuchar vocales y consonantes.

(*) EL MARAVILLOSO SONIDO DE LA PALABRA


Programa auditivo verbal para niños con pérdida auditiva
Daniel Ling, Cristina Moheno de Manrique.
Trillas (Págs. 39 – 48) México 2002.

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