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Intro
2.3 Elaboración del contrato
De la operación a celebrar
Sector económico
En la compra que implica exportación e importación, las partes deben contar con
la seguridad de que no existen limitaciones para la salida o ingreso de las
mercancía, o bien que las restricciones arancelarias y no arancelarias vigentes en
cada país pueden ser satisfecha. Igualmente se requiere contar con la certeza de
que no existen obstáculos o éstos pueden ser satisfactorios para el pago en
divisas y la salida de las mismas con motivo de la exportación-importación.
Requerimientos y facilidades fiscales
En caso que las normas de uno u otro país exijan la inscripción en determinados
padrones para exportar o importar, conviene asegurarse que no existen
obstáculos para ello. Si el importador puede obtener una reducción en el pago de
las cargas por importación a condición de incorporarse a tiempo necesario para
dicho trámite con la finalidad de estar en condiciones de aprovecharla. En México
se cuenta con programas de fomento de importación, de devolución de impuestos
a exportadores y programas de promoción sectorial que permiten a los
beneficiarios una reducción en los aranceles de importación por cientos productos
que se empleen en la fabricación de bienes de exportación. Si las cotizaciones se
elaboran considerando las ventajas de utilizar los programas aludidos, es
necesario obtener los programas autorizados por las Secretaría de Economía y de
Hacienda, para hacer efectivos sus beneficios. La misma recomendación es válida
para los compradores que importan productos mexicanos.
2.3.2 Declaraciones
En esta sección se asientan en forma concisa los datos principales de cada una
de las partes señalando su nombre, domicilio, actividad principal, carácter con el
que comparte y, principalmente, el interés que persigue al celebrar el contrato.
Para su elaboración se requiere contar con la información anotada en el apartado
anterior ya que de ella se tomarán. Además de los nombres completos de las
empresas y sus representantes, los números y fechas de los instrumentos
constitutivos así como de los poderes de los notarios o autoridades ante los cuales
se otorgaron tales instrumentos. Si se requiere de alguna autorización o concesión
especial para celebrar el contrato deberá citarse e incluirse como anexo tal
autorización. Es importante señalar que aún cuando la Convención sobre
Representación en la Compraventa Internacional de Mercancía, D.O.F. 18 de
marzo de 1988, reconoce el otorgamiento de poderes sin requisito de forma
escrita, México ha hecho expresa reserva en relación con este punto. De modo
que los poderes que otorguen las empresas establecidas en este país para su
valides deben ser otorgados por escrito.
Art. 8.- “A los efectos de esta Convención, las declaraciones y otros actos de una parte
deberán interpretarse conforme a su intención cuando la otra parte haya conocido o no haya
podido ignorar cuál era esa intención”.
Número 1 del Art. 35. El vendedor deberá entregar mercaderías cuya cantidad, calidad y tipo
correspondan a los estipulados en el contrato y que estén envasadas o embaladas en la forma fijada
por el contrato.
Además de la calidad debe precisarse el material con que se elaboren los bienes
materia del contrato, así como las eventuales limitaciones sobre los procesos
productivos. Cada vez más países requieren que ciertos productos se embarquen
en materiales reciclables, de modo que las autoridades podrán rechazar
mercancías que no cumplan dicho requisito aún en los empaques o embalajes.
Las cajas de cartón en que se empacan vegetales frescos, por ejemplo, en ciertos
países no deben llevar grapas metálicas en los puntos de unión. El
desconocimiento de estos requisitos puede causar sorpresas desagradables de
consecuencias costosas. Es importante que se solicite al comprador, para efectos
del contrato, información sobre estas y otras posibles restricciones con el fin de
adecuar los procesos y, en su caso, las cotizaciones.
Empaque y embalaje
La principal obligación del comprador es pagar el precio, el cual debe ser cierto y
en dinero. Ello no implica que en todos los contratos se señale con precisión la
cantidad a pagar por cada unidad de mercancía, si bien cuando no se precisan
deben establecerse los procedimientos para determinarlo. El precio de las
mercancías se integra por los costos en que incurre el vendedor más sus
beneficios. La exportación siempre es una operación que implica más de un
contrato pues además de la compraventa debe efectuarse el traslado de las
mercancías desde las instalaciones del vendedor-exportador hasta el lugar
señalado por el comprador-importador.
Las formas más usuales de efectuar una compraventa en la cual las partes tienen
sus establecimientos en países diferentes se detallan en los Términos
Internacionales de Comercio, conocidos como Incoterms, a los que ya se hizo
referencia. Cuando se pacta una compraventa “Ex Fábrica” (EXW-Ex Works), la
cotización del vendedor sólo considerará el costo de las mercancías y la utilidad
esperada. Si se pacta cualquiera de las cláusulas del Grupo “F”, que no obligan al
vendedor a proporcionar el transporte principal, la cotización se integrará por el
costo de las mercancías adicionado de los gastos que haya que erogar para poner
las mercancías en el lugar señalado para su envío.
El vendedor debe tener presente durante la negociación que cada prestación que
acepte otorgar a su contraparte seguramente implicará un costo, el cual sólo se
recupera a través del precio acordado. Los cargos pueden incrementarse en forma
unitaria o sobre los lotes enviados. El costo por enviar un contenedor cargado al
cincuenta por ciento puede ser igual que al enviar uno lleno, pero una sola pieza
adicional puede requerir un contenedor más, en cuyo caso los costos de se
incrementarían más que proporcionalmente. Esta consideración es útil si la
cotización pactada incluye el transporte principal de las mercancías, bajo los
términos de los Grupos “C” o “D” de los Incoterms.
Figura 6.
Formación de precio de exportación, es el que se expone de manera detallada, útil y práctica los
conceptos y técnicas necesarios para determinar el precio en las transacciones
internacionales, de conformidad a las distintas opciones de transporte y otras condiciones.
Precio no determinado
Figura 7.
Cuando el contrato haya sido válidamente celebrado pero en él ni expresa ni tácitamente se haya
señalado el precio o estipulado un medio para determinarlo, se considerará, salvo indicación en contrato,
que las partes han hecho referencia implícitamente al precio generalmente cobrado en el momento de la
celebración del contrato por tales mercaderías vendidas en circunstancias semejantes, en el tráfico
mercantil de que se trate.
No obstante, siempre habrá un riesgo al no precisar el precio desde un principio.
Es posible que el exportador acostumbre conceder descuentos sobre el precio
normal a partir de ciertos volúmenes o que haya acumulado inventarios y esté
dispuesto a reducir precios para recuperar liquidez. Un comerciante hábil puede
detectar estas situaciones y aprovecharla a través de una buena negociación.
Las partes deben fijar el precio de las mercancías, o establecer reglas para su determinación cuando
consideran que no es posible fijarlo desde el momento de contactar, de conformidad a algunas de las
siguientes opciones:
Se establece un precio exacto por las mercancías señaladas, en cuyo caso hay conocimiento de
éste desde el principio;
Se recomienda que sea fijado por un tercero escogido por ambas partes, en cuyo caso deberá
aceptar el precio que dicho tercero establezca;
Se señala que el precio será el que rija en el mercado, en cuyo caso debe determinarse en qué
mercado, para qué tipo de bienes, si es el promedio, el más alto p el más bajo, en la fecha de la
operación o, si en ésta no hubiera precio, en el día anterior o siguiente, etc.
Al actuar como importador, puede resultar tentador evitar las diversas actividades
que se requieren para internar las mercancías. Sin embargo, si el comprador
realiza al menos las operaciones y trámites a partir de que la mercancía está en
frontera, puede beneficiarse de programas de reducción, aplazamiento o
devolución de cargas fiscales, sólo autorizadas a empresas establecidas en el
país. Igualmente puede gestionar ante los responsables del despacho, agentes y
apoderados aduanales la adecuada clasificación arancelaria, de modo que sólo se
cubran los aranceles a la tasa que corresponda. Por otra parte, al ordenar el
importados por su cuenta las formalidades y trámites inherentes a la internación
de las mercancías, podrá controlar su adecuada realización, lo cual es importante
en razón de la responsabilidad fiscal que mantienen quienes poseen mercancías
de procedencia extranjera.
Al elaborar el contrato las partes deben tener claro cuáles serán cada una de las
obligaciones que están asumiendo. Cuando se hace remisión expresa o tácita a
determinados usos, sean de carácter generalizado y público como los Incoterms, o
bien a usos, sean de carácter generalizado y público como los Incoterms, o bien a
usos establecidos entre las partes, se estará tomando el compromiso de obrar
conforme dichos usos. Por tanto, es necesario conocer al menos su contenido. No
basta con señalar, por ejemplo, que bajo la cotización FOB (Free On Board, “Libre
a Bordo”) el vendedor cumple con colocar las mercancías en el buque. La
recopilación de los Incoterms señala hasta diez tipos de obligaciones principales a
cargo de cada una las partes, según la cotización acordada. Tanto el exportador
como el importador deben desahogar sus respectivos compromisos y será difícil
que lo hagan sin conocerlos debidamente.
Procedimientos de pago
Otro de los riesgos para el comprador es que una vez efectuado el pago las
mercancías no correspondan en la calidad o cantidad a lo convenido en el
contrato. Cuando se ha acumulado una mutua y satisfactoria experiencia entre las
partes este riesgo es reducido, pero al iniciar nuevas relaciones es necesario obrar
con prudencia y establecer las medidas necesarias para evitar sorpresas
desagradables al momento de abrir los contenedores.
Entre los muy variados mecanismos existentes para efectuar el cobro y pago en
una compraventa internacional, de manera sucinta haremos referencia a los
principales:
Si se opta por este mecanismo las partes deben elaborar un documento en el que
se señalen las condiciones del pago, los plazos y saldos máximos, a cargo de
quien corre las comisiones por situación de fondos, las penas por cheques
devueltos o retrasos en su envío, entre otros. El documento puede consistir en un
intercambio de correspondencia que hará las veces del contrato. Si de cualquier
manera las partes desean o requieren establecer las condiciones en las que
operarán, siempre será preferible que elaboren un documento completo y claro en
el que consten sus compromisos y que es precisamente el contrato.
Cuando las partes no han tenido contactos anteriores o por cualquier motivo
ambas o una de ellas requieren reducir al mínimo los riesgos en una compraventa
internacional, el mecanismo será utilizar la Carta de Crédito, también llamado
Crédito Documentario. Este instrumento descansa en la intervención de al menos
dos instituciones de crédito corresponsales, una generalmente del país del
importador y la otra del exportador.
Antes de aceptar la Carta de Crédito como medio de pago, el exportador debe responder
afirmativamente a lo siguiente:
La Carta de Crédito:
Ajuste de precios
Las principales obligaciones del vendedor son entregar las mercancías y transmitir
su propiedad. Las partes deben acordar el momento y lugar para la entrega tanto
de las mercaderías como de los documentos que permiten disponer de ellas. La
entrega se puede acordar para una fecha determinada, en forma periódica o bien
dentro de un plazo fijado por las partes. Sin embargo es posible pactar una serie
de modalidades cuyas características y obligaciones derivadas se detallan en la
Convención, en las legislaciones locales y de manera especial en los Incoterms.
Tanto en ésos como en la Convención se establecen diferentes obligaciones a
cargo del vendedor y el comprador según el acuerdo tomado. Si no se ha
establecido el lugar y la época de entrega se presume que el vendedor puede
ponerlas en su propio establecimiento a disposición del comprador.
Caso 4
Si bien los Incoterms suponen una serie de acuerdos para las partes, no agotan la
totalidad de las posibilidades por lo que deberá tenerse la precaución,
especialmente si las relaciones de negocios son recientes, de establecer con toda
claridad y precisión los plazos y las condiciones de envío o entrega. Así, si faltará
precisión en un contrato que señale envío “FOB Puerto Mexicano”, ya que el
exportador cumplirá su obligación al embarcar en un puerto del Pacífico, del Golfo
de México o del Mar Caribe las mercaderías, lo cual presenta claros
inconvenientes. Igualmente establecer la cotización “DDQ Puerto Europeo”,
implica una vaguedad perjudicial especialmente para el importador. Lo adecuado
será “FOB (o la cotización que se convenga) Puerto de Veracruz, México” o “DDQ
Marsella”.
Caso 5
La misma operación se pactó DDU Puerto de Galveston, Texas, fecha de entrega 30 de marzo.
El vendedor entrega las mercancías al porteador el día 10 de marzo, pero éstas son puestas a
disposición del comprador hasta el día 10 de abril.
Respecto de las épocas o periodos de envío o entrega se deben indicar con toda
claridad, sea mediante el señalamiento de plazos contados a partir de una fecha
cierta para ambas partes, como la de firma del contrato o la de notificación de la
carta de crédito al exportador, o bien fijando una fecha precisa, lo cual no es usual.
Conviene establecer las consecuencias del retraso en la entrega, que puede
penalizarse mediante multas o descuentos sobre el precio. Las partes deben
señalar en qué casos la demora en la entrega constituye una verdadera falta de
cumplimiento del contrato y no sólo un retraso. Si el contrato se refiere a artículos
de moda como ropa o equipo de invierno la entrega posterior a la temporada
constituirá un verdadero incumplimiento, a consecuencia del cual el importador
puede negarse a recibir las mercancías y además reclamar indemnización por
daños y perjuicios al exportador. En cambio, si la demora se considera sólo un
retraso, el importador recibirá los bienes, pero podrá reclamar las multas o
descuentos previstos para dicho evento.
Entrega de documentos
Figura 11.
Factura
Conocimiento de Embarque
Certificado de Origen
Póliza de Seguro
Certificado de Calidad
Lista de Empaque
Otros
Para una información adecuada sobre las clases y requisitos de los certificados de
origen se recomienda consultar la Guía Básica del Exportador publicada por el
Banco Nacional de Comercio Exterior, así como la asesoría de expertos del propio
banco, la Secretaría de Economía y de organismos privados como la Asociación
de Exportadores e Importadores de la República mexicana (ANIERM) y del
Consejo Mexicano de Comercio Exterior (COMCE).
Los Incoterms establecen reglas para la transmisión del riesgo sobre las
mercancías del exportador al importador. Dicha transmisión tiene entre otros
efectos el determinar a partir de qué momento los daños que sufra la mercancía
recaen sobre una u otra parte. La definición es importante en razón de que la parte
que soporte los daños será quien deba reclamar al asegurador la calificación e
indemnización por los mismos. Debido a ello, es importante dejar constancia del
estado que guardan las mercancías al momento de su embarque o de la entrega
al porteador, punto en el que bajo las cotizaciones más usuales es transmitido al
riesgo (cotizaciones FOB, FCA, FAS, CIF, CIP, CFR Y CPT). La misma
precaución es aconsejable cuando se pactan cotizaciones “De Entrega” (DDP,
DES, DEQ, DDU Y DDP), aún cuando en estos casos la inspección se efectuará al
poner la mercancía a disposición del importador en el lugar de entrega.
Durante la ejecución del contrato es posible que una o ambas partes no realicen
sus compromisos contractuales exactamente en la forma convenida. Ello no
necesariamente debe considerarse falta de cumplimiento como ya se expresó,
pero es conveniente establecer sanciones que disuadan a las partes de incurrir en
desviaciones sobre lo pactado y compensen a quien no ha dado lugar a las
desviaciones por las inconveniencias de tal conducta. Dada la dificultad para fijar
el monto de las compensaciones una vez que se ha incurrido en retraso o
desviación sobre lo pactado, conviene prever en el contrato qué situaciones se
considerarán como desviaciones o retrasos sujetas a penalizaciones y en qué
consistirán éstas. Normalmente se aplican multas o descuentos en perjuicio de
quien incurrió en tales conductas.
Garantías y seguros
Los bienes o servicios materia del contrato son adquiridos para desempeñar una
determinada función durante un lapso de tiempo. Aún cuando el exportador haya
satisfecho cabalmente sus compromisos es posible que las mercancías sufran
algún deterioro durante su empleo. Los compradores esperan que los bienes
funciones durante un periodo más o menos amplio, por lo que es común
establecer un plazo durante el cual se podrán prestar servicios de reparación o
reposición de los bienes, en caso que éstos sufran o disfunciones.
Las partes en el contrato sobre bienes como los que se mencionan, deben
establecer el tipo de respaldo o de garantías y las condiciones para hacerlas
efectivas que se ofrecerán a los adquirentes. La duración, alcance, plazo de
reclamación y situaciones no cubiertas deberán formar parte de estas previsiones.
En algunos países las leyes en materia de responsabilidad civil son muy severas,
de modo que los comerciantes, además de ser muy cuidadosos en la selección de
sus proveedores, suelen contratar pólizas contra el riesgo de daños a los
consumidores derivados del uso o consumo de los productos suministrados. Al
efectuar los pedidos es posible que tales comerciantes en su carácter de
importadores soliciten la emisión de pólizas de responsabilidad civil, cuyo costo
puede ser a cargo del exportador o compartido. De ser el caso deberán
establecerse en el contrato los alcances y condiciones mínimas de tales
coberturas, así como la distribución de los costos. Los exportadores deben
considerar que en ciertos países una reclamación puede dar lugar a sentencias de
indemnizar con montos muy superiores al de las operaciones realizadas, por lo
que es conveniente durante la negociación asegurarse de la política vigente en el
país importador sobre el particular y las opciones al alcance de las partes.
La fijación de estos plazos obliga a las partes a prestar atención a sus respectivos
compromisos y los de contraparte, y permite asumir que se ha cumplido cuando
una vez trascurridos no se han presentado reclamaciones.
Propiedad industrial
Número 1 del Art. 79 “Una parte nos era responsable de la falta de cumplimiento de cualquiera
de sus obligaciones si prueba que esa falta de cumplimiento se debe a un impedimento ajeno a
su voluntad y si no cabía razonablemente esperar que tuviese en cuenta el impedimento en el
momento de la celebración del contrato, que lo evitase o superase o que evitase o superase sus
consecuencias dañosas”
Si bien los eventos imprevisibles o fuera del control del hombre dan lugar a la
exoneración de responsabilidad, esta circunstancia no repara los graves daños
que las partes puedan sufrir en sus economías al acontecer dichos eventos. En
consecuencia, se sugiere hacer un análisis exhaustivo de los supuestos
considerados fuera de control con el propósito de prevenir sus consecuencias. Si
el importador concede anticipos o entrega materiales para su transformación o
ensamble éstos deben respaldarse por fianzas o garantías reclamables de una
institución reconocida. Si el exportador hace entregas con pago diferido puede
acudir a instituciones de seguro de crédito para que cubran los riegos comerciales
y no comerciales sobre el crédito concedido. Todo movimiento o existencia de
materiales debe estar asegurado, así como los procesos y, de ser necesario,
hasta las personas clave en las empresas.
Por ello es conveniente señalar desde el principio los procedimientos y las causas
que pueden dar lugar a una revisión del contrato. Una causa simple es el sólo
transcurso del tiempo ya que es normal establecer dicha revisión en forma
periódica, a fin de adecuar el contrato a la evolución de los factores que rodean
sus ejecución. También puede establecerse que la modificación de determinados
indicadores puede dar lugar a la revisión, siempre que lo solicite alguna de las
partes. Tales indicadores pueden ser el índice de precios general o de cierto
sector, precios internacionales o locales de insumos clave, costos de mano de
obra, tipo de cambio, etc. Las partes pueden señalar un límite a las variaciones, a
partir del cual habrá derecho a solicitar la adecuación del contrato. Una fórmula
normal es sujetar las condiciones a una vigencia temporal fija, a partir de la cual, si
alguno de los indicadores previstos se modifica, puede solicitarse la revisión.
Las partes pueden establecer que toda modificación para ser válida debe constar
por escrito. Sin embargo esta regla no es absoluta, de tal modo que si con sus
acciones una o ambas partes dan lugar a que la otra considere modificada alguna
disposición, la parte que dio origen a dicha consideración no podrá desconocer su
responsabilidad y obligaciones (Convención Art. 29-2). Como ejemplo considérese
un contrato en el que se establezca que el aviso de llegada de las mercancías
deberá efectuarse por escrito y el exportador da el aviso por vía telefónica. Si el
importador recoge las mercaderías no podrá desconocer su compromiso de pago
arguyendo la falta de notificación escrita. A su vez el exportador no podrá negarse
a aceptar reclamaciones sobre la calidad de los bienes alegando que el aviso no
fue dado en la forma convenida.
Figura 12.-
Número 2 del Art. 29 Un contrato por escrito que contenga una estipulación que exija que toda
modificación o extinción por mutuo acuerdo se haga por escrito no podrá modificarse ni extinguirse por
mutuo acuerdo de otra forma. No obstante, cualquiera de las partes quedará vinculada por sus propios
actos y no podrá alegar esa estipulación en la medida en que la otra parte se haya basado en tales
actos.
Vigencia del contrato
La duración o vigencia del contrato depende del tipo de operación que documente.
Un contrato de agencia, de distribución o de suministro se espera tenga un
periodo de vigencia que justifique las inversiones realizadas por ambas partes
para concluirlo. Un contrato para la venta e instalación de una planta industrial se
extenderá durante el tiempo necesario para fabricar, instalar y arrancar dicha
planta, y después continuará vigente para efectos de garantía, mantenimiento,
asesoría y, en su caso, reparación de los elementos de la planta. Un contrato
sobre la venta de bienes específicos y referidos a un embarque tendrá una
vigencia más limitada.
Las partes deben estar conscientes que la vigencia del contrato no se refiere
exclusivamente al periodo comprendido entre la forma del documento o la
aceptación del pedido y la entrega y pago de los bienes. Las consecuencias del
contrato se extienden en razón de la vigencia de las garantías, el plazo para
reclamaciones, los plazos legales cuando así lo dispongan las leyes aplicables,
etc. En consecuencia, conviene pactar la cooperación de ambas partes durante el
periodo de vigencia para efectos de resolver cualquier diferencia o reclamación
que surja en relación con los bienes o con el contrato.
Causas de rescisión
Un principio general del Derecho es que las partes deben cumplir sus
compromisos “Pacta sunt servanda” citan los abogados. Lo anterior significa que si
una de las partes no cumple lo que le corresponde, la otra podrá invocar dicho
incumplimiento para a su vez no efectuar las acciones a que está obligada. Sin
embargo esta suposición encierra ciertos riegos. Una parte puede retrasar la
entrega de las mercancías por demoras en el trayecto no imputables a ella, de
modo que si la otra suspende el pago la primera habrá incurrido en incumplimiento
no imputable mientras que la segunda será totalmente responsable del suyo.
Las partes pueden establecer libremente las causas que podrán dar lugar a la
suspensión de prestaciones o la terminación de las mismas, sin embargo conviene
no implantar procedimientos demasiado estrictos o cláusulas generales en las que
se señale que “cualquier incumplimiento a las condiciones del contrato dará lugar
a la recisión del mismo”. Estas cláusulas generalmente son de difícil aplicación
debido a la dinámica de las operaciones mercantiles. Las partes desean cumplir lo
convenido y para concluir el contrato generalmente han hecho inversiones
importantes de tiempo y dinero que no deben estar sujetos al riesgo de perderse
por causas mínimas. Este cuidado se incrementa si el contrato es celebrado con
empresas o instituciones de gobierno las cuales son vigiladas por burócratas
desconocedores de las circunstancias de este tipo de operaciones. Si el
exportador modifica ligeramente el empaque o embalaje de las mercancías o
retrasa algunos días la entrega, el supervisor exigirá la terminación del contrato
por incumplimiento, lo que resultará mucho más costoso que el daño real causado
por el retraso o la pequeña modificación sufrida.
Por otra parte, la cláusula de rescisión puede enfrentarse a las disposiciones
legales o contractuales sobre fuerza mayor o caso fortuito, ya que nadie está
obligado a lo imposible.
Las instituciones bancarias suelen establecer cláusulas por las que cualquier falla
en el cumplimiento de las condiciones da derecho al banco para dar por terminado
el contrato. Estas condiciones no debieran incluirse en un contrato entre
comerciantes ya que ambos están conscientes de los escollos que la vida
comercial enfrenta. Es preferible que analicen con espíritu cooperativo las causas
que sin lugar a dudas deben ser motivo de terminación del contrato y especificarlo
en las cláusulas correspondientes. En todo caso, puede señalarse que situaciones
análogas o con efectos iguales a las listas también podrán dar lugar a la
terminación.
Fuentes Consultadas: