UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA EQUINOCCIAL

Jhandry Geovanny Cuenca

Ingeniería de Petróleos
Ética Profesional 9 “TD”
04 de Julio de 2018

CRÍTICA A LA PELÍCULA ANON

Anon nos lleva en cierto modo a un tiempo utópico en el que no existe el

anonimato ni el crimen, un mundo que nos lleva a cuestionar la percepción que
toman nuestros sentidos con el ambiente, donde poco a poco la tecnología se
convierte en nuestro antagónico principal, y de cierta forma podemos percibir
como esta ha invadido nuestra privacidad comprometiendo la vida diaria de cada
persona y acercándola a la realidad. Un futuro cercano donde las personas
llevarán puesto implantes que permiten grabar todo lo que uno hace y/o ve, al
igual que sus recuerdos ignorando su derecho a la privacidad y, por lo tanto, eso
hace que los crímenes no existan. Sin embargo, de pronto se suceden una serie
de asesinatos sin resolver.

Poco a poco la película centra su foco en un detective que está investigando las
muertes de personas que fueron hackeadas y donde sus ojos fueron
reemplazados por el punto de vista del asesino quitándoles la oportunidad de
escapar de las garras del homicida. Todo parece indicar que la responsable es
una chica cuyos datos no aparecen en la base de datos del sistema, y es por ello
que el detective intentará recurrir a los servicios de la hacker para intentar
determinar su identidad y si ella es la responsable de los extraños asesinatos en
serie. El film nos expone las oscuras implicancias y usos que puede tener la
tecnología en un futuro próximo donde no solo invadirá la privacidad de la gente
(cosa que ya podemos ir viendo hoy en día) sino todos los usos ilícitos que se le
puede dar a cuestión. Un punto crucial en la investigación nos muestra que los
recuerdos de cada persona pueden ser violados deteriorando la esencia del ser
humano y jugando con la percepción de la mente y la fantasía, a este paso solo
nos volveremos seres homogéneos, sin identidad, valores o diversidad.
Entonces ¿cuál es el propósito de nuestra vida? Si dejamos que la tecnología
nos domine, llegaremos a ser personas dependientes de la memoria de cada
máquina sin importar nuestro pensamiento.

Y ¿Dónde están los límites éticos de las profundas trasformaciones que estamos
viviendo aquí y ahora? Porque el cambio social es inevitable y ANON nos
muestra con una cruel originalidad los peligros de la tecnología en la sociedad
desde diferentes perspectivas. Con ese trasfondo crítico se exploran las
diferentes caras de un mundo trágico no muy alejado al nuestro. El hombre está
hecho para autodestruirse. El nihilismo existencial se lleva mucho, y Naon
muestra la cara oscura del hombre con más hechos y menos palabras.