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RECICLAJE
Los materiales reciclables son muchos, e incluyen todo el papel y cartón, el vidrio, los
metales ferrosos y no ferrosos, algunos plásticos, telas y textiles, maderas y
componentes electrónicos. En otros casos no es posible llevar a cabo un reciclaje debido
a la dificultad técnica o alto coste del proceso, de modo que suele reutilizarse el material
o los productos para producir otros materiales y se destinan a otras finalidades, como el
aprovechamiento energético.
1.1 Definición
Se piensa que la popularidad del término reciclar ayuda al acuerdo global de una
verdadera definición. Sin embargo, en nuestros tiempos encontramos que no existe una
verdadera definición de lo que este término implica.
Una definición bastante acertada nos indica que reciclar es cualquier proceso donde
materiales de desperdicio son recolectados y transformados en nuevos materiales que
pueden ser utilizados o vendidos como nuevos productos o materias primas (BARELÓ,
2001).
1.2 Vectores contaminantes
Para hablar sobre el reciclaje es importante conocer sobre cuáles son los vectores
contaminantes en los cuales debemos tener conciencia para al igual cuidar y acabar con
la contaminación mundial. De los cuales nos referimos:
Aire: en donde se acumula todos los olores y los contaminantes de las fábricas,
el tráfico y entre otras cosas.
La importancia del reciclaje para nuestra sociedad actual radica en que nos permite hacer
una utilización racional de recursos naturales, especialmente de los no renovables, lo
cual se traduce en su preservación, la protección del medio ambiente y la disminución de
la contaminación.
Por otro lado, el reciclaje hace posible la disminución de los costes de producción para
algunas industrias, mientras que para los ciudadanos puede ser beneficioso en el sentido
de que les permite generar ingresos mediante la venta de material reciclable a las
empresas recicladoras.
Si bien todos estos enfoques son totalmente razonables, vale la pena recordar que el
motivo principal del reciclaje es la necesidad. Dicho en otras palabras, debemos reciclar
porque de lo contrario tendríamos todo tipo de problemas, como el almacenamiento de
los residuos, la contaminación de las aguas, el deterioro de la calidad del suelo, etc.
Reciclar es un proceso simple que nos puede ayudar a resolver muchos de los problemas
creados por la forma de vida moderna.
En el aspecto financiero, podemos decir que el reciclaje puede generar muchos empleos.
Se necesita una gran fuerza laboral para recolectar los materiales aptos para el reciclaje
y para su clasificación. Un buen proceso de reciclaje es capaz de generar ingresos
(RODRÍGUEZ, 1998).
1.5 Obstáculos para el reciclaje
El reciclaje tiene beneficios obvios, sin embargo también existen algunos obstáculos que
hay que superar.
Tal vez, el principal problema al que se enfrentan las personas cuando quieren generar
un proceso de reciclaje, es la falta de educación de la sociedad en general sobre este
aspecto. Las sociedades en general no entienden lo que le está pasando al planeta,
especialmente en lo que se refiere a los recursos naturales.
En el transcurso de esta Escuela descubrirás lo que puedes hacer a favor del medio
ambiente. Hay muchos pequeños hábitos que pueden tener un efecto enorme si se
convierten en práctica común (RECICLAJE, 2005).
El ciclo del reciclaje o ruta del reciclaje consiste en la recolección de desechos de una
manera sustentable para el medio ambiente en relación al ciclo tradicional de la basura.
El ciclo del reciclaje comienza con el consumo y la acción de las ‘3R’ del reciclaje:
reducir el consumo de generadores de basura, reutilizar aquello que ya se tiene y reciclar
el resto de la basura clasificando por el tipo de residuos: vidrio y cristales, papel y cartón,
envases (plásticos, latas y tetra pak), orgánicos, peligrosos y tecnológicos.
El ciclo del reciclaje implica procesos diferentes para la reutilización de cada tipo de
residuo. El ciclo de reciclaje del papel, ciclo de reciclaje del vidrio, ciclo de reciclaje del
aluminio, ciclo de reciclaje del plástico o ciclo de reciclaje de pilas tienen plantas
recicladoras especiales y específicas para garantizar que los productos reutilizados sean
seguros para la humanidad y el medio ambiente (MOPT, 1997).
2. Las tres erres (3R)
Es una regla para cuidar el medio ambiente, específicamente para reducir el volumen de
residuos o basura generada. En pocas palabras, las 3R te ayudan a tirar menos basura,
ahorrar dinero y ser un consumidor más responsable, así reduciendo tu huella de
carbono. Y lo mejor de todo es que es muy fácil de seguir, ya que sólo tiene tres pasos:
reducir, reutilizar y reciclar (Ambiente, 2005).
Cuando hablamos de reducir lo que estamos diciendo es que se debe tratar de reducir o
simplificar el consumo de los productos directos, o sea, todo aquello que se compra y se
consume, ya que esto tiene una relación directa con los desperdicios, a la vez que
también la tiene con nuestro bolsillo. Por ejemplo, en vez de comprar 6 botellas pequeñas
de una bebida, se puede conseguir una o dos grandes, teniendo el mismo producto pero
menos envases sobre los que preocuparse.
Al decir reutilizar, nos estamos refiriendo a poder volver a utilizar las cosas y darles la
mayor utilidad posible antes de que llegue la hora de deshacernos de ellas, dado que al
disminuir el volumen de la basura.
Esta tarea suele ser la que menos atención recibe y es una de las más importantes, que
también ayuda mucho la economía en casa.
Las sociedades del mundo siempre han producido residuos, pero es ahora, en la
sociedad de consumo, cuando el volumen de las basuras ha crecido de forma
desorbitada. Además se ha incrementado su toxicidad hasta convertirse en un gravísimo
problema. Estamos inmersos en la cultura del usar y tirar, y en la basura de cada día
están los recursos que dentro de poco echaremos en falta. Cada ciudadano genera por
término medio 1kg. de basura al día, lo que da 365 kg. por persona al año, y a su vez
40.150.000.000 kg. al año en Guatemala. Esta basura doméstica va a parar a vertederos,
barrancas, a la calle y a veces a incineradoras. Buena parte de esa basura, el 60% del
volumen, lo constituyen envases y embalajes, en su mayoría de un solo uso,
normalmente fabricados a partir de materias primas no renovables, o que aun siendo
renovables se están explotando a un ritmo superior al de su regeneración (p. Ej. La
madera para la fabricación de celulosa), y difícilmente reciclables una vez se han
utilizado.
A lo anterior tenemos que añadir que en el hogar también se producen residuos derivados
de pinturas, disolventes, insecticidas, productos de limpieza. Toda esta basura puede ser
llevada a vertederos, pero ocupa mucho terreno y contamina suelos y aguas. Incinerarla
tampoco es la solución, pues se emiten contaminantes atmosféricos y se producen
cenizas y escorias muy tóxicas. Se trata, en definitiva, de que pongamos en práctica la
consigna de las tres erres, Reducir, Reutilizar y Reciclar, en este orden de importancia
(Ambiente, 2005).
2.4 Consejos para usar la regla de las 3r: reducir, reutilizar y reciclar
Reducir = Disminuir la cantidad de recursos que utilizamos por medio de otros hábitos
y/o técnicas; por ejemplo no pedir bolsas en los supermercados a menos que sea
necesario, reducir el consumo de papel etc (colaboradores, 1989).
Reutilizar = La mayoría de los materiales que usamos día a día pueden ser reutilizados
de alguna manera: imprimir el papel por los dos lados, reutilizar la madera de tarimas,
donar libros, aparatos eléctricos etc.
Reciclaje = Debe de ser la última opción si es que las otras dos R´s no funcionaron o en
su defecto, el reciclaje es inevitable. El reciclaje es una manera de aprovechar los
materiales, sin embargo hay que recordar que al reciclar se gasta energía y se contamina
al reprocesar. La mayoría de todos los materiales que usamos pueden ser reciclados y
usados en otras aplicaciones; materiales como el vidrio, pueden reciclarse 40 veces por
ejemplo. Es nuestro compromiso reciclar lo mayor posible y disminuir la producción de
basura.
3. TIPOS DE RECICLAJE
Se le denomina como reciclaje a los diversos procesos que tienen como fin, la
recuperación o reutilización de los materiales que han sido desechados, obteniendo
materias primas de productos previamente elaborados, para con dichas materias elaborar
otros productos, sin que se tenga que extraer su equivalente de materia prima de la
naturaleza, contribuyendo de esta manera a la conservación de los recursos (Gargallo,
1999).
Los tipos de reciclaje se pueden clasificar, por el método que se utilice, por el tipo de
materiales que se reciclen o por la escala (gran escala o pequeña escala), en que se
haga, entre otras formas de clasificación .
Reciclaje orgánico.
Reciclaje inorgánico.
Estos son separados del resto de la basura y así mismo se separan en cada tipo de
sustancia (metales, vidrios, papel, plásticos, y demás), para su ulterior procesado y
reintegración a la “vida útil”, como productos reciclados (DOMÍNGUEZ PEREZ, 1997).
Reciclaje de plástico.
Reciclaje de metales.
Se trata de los procesos que se llevan a cabo para el uso de los metales que contienen
los desechos (basuras y desechos del tipo industrial y casero).
Para esto se realiza primero la separación de los diversos componentes metálicos que
estén en la basura, separando cada tipo de metal (Aluminio, Hierro, Acero, Cobre, Plata,
Antimonio, Zinc, Oro, etc.). El cual posteriormente es fundido de nuevo para la
elaboración de nuevos objetos. En el caso de las aleaciones se usa el método de la
fundición y separación de los metales, según la temperatura en que se funde cada uno
de los metales en cuestión (en el caso de las aleaciones).
Dependiendo del metal en cuestión y la forma o componentes que estén revueltos con él
(por ejemplo en aparatos electrónicos), los procesos de reciclaje varían, por ejemplo en
el caso del aluminio (proveniente de latas, papel aluminio, o estructuras de este metal,
basta con la fundición para su posterior reutilización, pero en el caso por ejemplo, de
placas electrónicas, chips, y microprocesadores que contienen metales como oro, el
procesos más complejo, implicando en ocasiones el uso de ácidos y otros medios
químicos para la separación del metal de los demás componentes y posteriormente su
fundición y para reutilizarlos. Se destaca que el reciclaje de metales es en general, uno
de los menos complicados, siendo solamente el gasto de energía, lo que suele frenar
(económicamente), su reutilización pronta. Sin embargo por medio del reciclaje, el ahorro
en energías es mayor a la que tendría que utilizarse para la extracción de más mineral
en bruto y procesar el mineral para utilizar.
Reciclaje de vidrio.
Se trata de la recaudación y tratamiento que se realiza del vidrio que ha sido utilizado
para hacer varios objetos (botellas, cristales de ventanas, etc.), estos se recolectan y
limpian, siendo fundidos nuevamente para ser reutilizados. Al ser un material fácil que se
funde y no suele estar mezclado con otros, es relativamente fácil de reciclar, siendo que
se ahorra energía en relación a la que se tendría que utilizar para fabricar su equivalente
en vidrio nuevo. Además se contribuye al medio ambiente, puesto que el vidrio es un
material difícil de degradar (aldaz, 2010).
Reciclaje de papel.
Reciclaje de Baterías.
El reciclado de estos materiales se realiza con mucho cuidado, por la implicación que
tienen los materiales con los que se fabrican, que son nocivos para el medio ambiente
(metales como cadmio, ácidos, y demás), que afectan tanto el agua como la tierra
contaminándola. En sí las baterías tardan aproximadamente mil años en que sus
componentes sean reabsorbidos por el medio ambiente, pero como los materiales d que
las componen son tóxicos (químicos tóxicos y metales pesados), se deben de reciclar
para evitar la contaminación y afectación del medio ambiente y la salud (tanto de plantas
y animales como del propio ser humano). En el caso de las baterías de plomo y ácido el
reciclado de los componentes es menos difícil pudiéndose separar los componentes. En
el caso de las “pilas”, estas son desarmadas y se extraen los metales de que están
compuestas, usándose métodos químicos para la extracción del magnesio, zinc y otros
componentes, así mismo se pueden incinerar para posteriormente “destilar” los metales
que contienen.
Depende del tipo de agua que se esté reciclando, pues dependiendo de la cantidad y tipo
de contaminantes que se contengan en el agua, se pueden omitir o aumentar ciertos
pasos, por lo común se usan varios procesos de filtración del agua, para eliminar los
cuerpos contaminantes que puedan estar en ella.
Se usan bio-cultivos para que los microorganismos degraden los desechos orgánicos que
se contengan en el agua, se vuelve a filtrar para la eliminación de cualquier resto, seguido
de una esterilización (generalmente realizada por medio de rallos ultravioleta), pudiendo
ser tener un proceso de evaporación y condensación para su posterior uso. La cantidad
y tipos de procesos necesarios, varían dependiendo del tipo de agua que se tenga que
reciclar, aguas negras, aguas grises, aguas residuales (como agua de lluvia), etc.
4. LA BASURA
Cada día generamos más basura, contribuyendo así a que los residuos se conviertan en
un gran problema, pero algunas soluciones están en nuestras manos. Desde el momento
de la compra hasta cuando tiramos la basura, podemos poner en práctica sencillas
medidas que reducen notablemente tanto el volumen como la peligrosidad de nuestros
residuos.
Las sociedades humanas siempre han producido residuos, pero es ahora, en la sociedad
de consumo, cuando el volumen de las basuras ha crecido de forma desorbitada. Además
se ha incrementado su toxicidad hasta convertirse en un gravísimo problema.
Al tiempo, las reservas naturales de materias primas y las fuentes energéticas disminuyen
mientras los costes de su extracción aumentan y son motivos de graves impactos
ambientales y desequilibrios sociales. Estamos inmersos en la cultura del usar y tirar, y
en la basura de cada día están los recursos que dentro de poco echaremos en falta.
Cada ciudadano genera por término medio 1 kg. de basura al día (365 kg. por persona y
año). Estas basuras domésticas (llamadas Residuos Sólidos Urbanos, RSU) van a parar
a vertederos e incineradoras. Buena parte de estos RSU, el 60% del volumen y 33% del
peso de la bolsa de basura, lo constituyen envases y embalajes, en su mayoría de un
sólo uso, normalmente fabricados a partir de materias primas no renovables, o que aun
siendo renovables se están explotando a un ritmo superior al de su regeneración (p. ej.,
la madera para la fabricación de celulosa), y difícilmente reciclables una vez se han
utilizado.
A lo anterior tenemos que añadir que en el hogar también se producen residuos derivados
de pinturas, disolventes, insecticidas, productos de limpieza, etc., considerados residuos
peligrosos porque suponen un riesgo importante para la salud o el medio ambiente, pese
a que sólo representan un pequeño porcentaje de los RSU.
Toda esta basura puede ser llevados a vertederos, pero ocupa mucho terreno y
contamina suelos y aguas. Incinerarla tampoco es la solución, pues se emiten
contaminantes atmosféricos y se producen cenizas y escorias muy tóxicas.
Se trata, en definitiva, de que pongamos en práctica la consigna de las tres erres: reducir,
reutilizar y reciclar, en este orden de importancia.
Mezcla de residuos: En el sentido más amplio del término, se refiere a todos los
desechos de residuos mezclados que es el resultado de una combinación de
materiales orgánicos e inorgánicos. En la mayoría de los países se producen residuos
mezclados, a partir de restos de comida, envases y cajas diversas. Un problema es
el de los residuos compuestos de materiales orgánicos que no pueden
descomponerse por completo, y material inorgánico relacionado con el nitrógeno y
por tanto que también forma gases tóxicos. Por ello es importante deshacerse de los
residuos generados en el día a día. Debido a los peligros de los residuos mezclados,
algunas personas separan los residuos orgánicos de los inorgánicos, y los orgánicos
los usan para crear compost.
Se incluyen también en esta categoría los residuos que se generan en los hogares de
aparatos eléctricos y electrónicos, ropa, pilas, acumuladores, muebles y enseres, así
como los residuos y escombros procedentes de obras menores de construcción y
reparación domiciliaria.
6. RECOGIDA SELECTIVA
Somos conscientes del problema de los residuos, pero ¿qué podemos hacer para
resolverlo?
Ser respetuoso con el medio ambiente no tiene por qué restarnos calidad de vida. Muchas
veces los hábitos más sencillos pueden producir grandes transformaciones cuando los
toman muchos consumidores.
Separar los residuos en distintas fracciones y dar a cada una el tratamiento adecuado es
la clave para manejar bien los residuos.
• Lleven cada una a los contenedores o puntos de recogida que les corresponde, en
el horario correcto y utilizando convenientemente el equipamiento.
El tratamiento de los residuos es más efectivo cuando se hace una separación de los
distintos materiales:
El vidrio, papel o plástico que se reciclan a partir de restos limpios son de mejor calidad
y son más susceptibles de emplearse en productos nuevos. El abono orgánico obtenido
por compostaje es tanto más "sano" para los cultivos cuanto menos ha estado expuesto
a sustancias tóxicas, y si está libre de restos plásticos no ensuciará los campos
7. CADENA DE RECICLAJE
El más básico consiste en enterrarlos en vertederos. Hasta hace pocos años éste era el
que se utilizaba en la inmensa mayoría de las poblaciones. En el mejor de los casos,
estos vertederos se cubrían diariamente para evitar la proliferación de roedores e
insectos y reducir al mínimo los olores. Sin embargo, los materiales y energía contenidos
en las basuras se perdían irremediablemente.
De un tiempo a esta parte, cada vez son más frecuentes los métodos de revalorización.
Siempre que encontremos una forma de sacar provecho de los residuos estaremos
revalorizándolos.
Por otra parte, los vertederos actuales han mejorado mucho su diseño, y sus impactos
ambientales se han reducido al mínimo.
9. LAS PLANTAS DE RECICLAJE
Una vez que los residuos urbanos han sido depositados en sus contenedores
correspondientes, los camiones los recogen y los trasladan a las plantas de reciclaje.
Los camiones de recogida traen los envases procedentes de los contenedores azules, es
decir, envases de cartón y papel al igual que periódicos y revistas, ya que solo el
contendor azul garantiza el reciclado de papel y cartón.
Según el tipo de papel y cartón que se quiera obtener se añadirá el papel recuperado que
va a reciclarse y más o menos cantidad de materia prima virgen para darle la consistencia
adecuada. Con la pasta que se obtiene, se forma una hoja húmeda que se deposita en
una cinta conducida por un rodillo que elimina los restos de agua.
Una vez que el papel reciclado ya está listo, podemos elaborar nuevos envases de papel.
A esta planta llegan los camiones de recogida procedentes del contenedor amarillo con
los envases llamados ligeros: envases de plástico, latas y briks.
Envases de plástico: Hay que separar estos envases manualmente según el tipo de
plástico del que están hechos. Una vez clasificados, se agrupan en prensas y se envían
al reciclador correspondiente según el tipo de plástico. Éstos producirán bolsas de
basura, forros polares….., etc
http://www.ehu.es/reviberpol/pdf/MAR04/Danilo2004.pdf
16:00 03/07/18
16:30 03/07/18
http://www.rcir.es/pdf/documentos/reciclaje_casa.pdf
pdf de 26 págs. Modelo de simulación de gestión de
residuos sólidos domiciliarios en la Región
Metropolitana de Chile
17:30 03/07/18
BIBLIOGRAFIA