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Entre los dos sistemas se halla la Arteriola Eferente que ayuda a modular la
presión hidrostática de los dos lechos capilares.
El hígado tiene una circulación "especial" en el sentido que recibe sangre arterial
(arteria hepática, rica en O2) y y sangre venosa (sangre que la vena porta
"recoge" del sistema digestivo, páncreas y bazo, pobre el O2). Las ramas de
ambos sistemas se ramifican siguiendo un patrón común, siempre juntas. La
sangre llega a los lobulillos hepáticos a través de las ramas terminales de ambos
sistemas (ramas que forman las triadas portales).
A diferencia, la bilis sigue un camino opuesto: desde el centro del lobulillo hacia la
periferia, donde es recogida y drenada del órgano a través de las vía biliares.
- Arterias:
- Arteriolas:
Las arteriolas son las ramificaciones terminales de las arterias, tienen un calibre
pequeño y se van dividiendo y haciéndose más pequeñas hasta formar los
capilares. La túnica media posee una fina capa de musculatura lisa, a menudo
formada por una o dos capas de células musculares. En general, una arteria que
entra en un órgano se divide de 6 a 8 veces antes de hacerse lo suficientemente
pequeña para considerarse arteriola.
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Las arteriolas son las principales estructuras de resistencia vascular y por ello es
dónde se produce el mayor cambio de presión arterial. En las arteriolas la presión
arterial se incrementa significativamente. El alto incremento de presión, debido al
principio de Bernoulli, se traduce en una alta reducción de la velocidad del flujo
sanguíneo. El mayor incremento de presión y mayor reducción de la velocidad del
flujo sanguíneo se produce en la transición de las arteriolas a los capilares y
permite el intercambio de gases y nutrientes hacia fuera del vaso gracias a la
menor presión osmótica en el exterior.
- Capilares:
Los capilares son los vasos sanguíneos de menor calibre. Tienen un diámetro que
oscila entre 5 y 10 minicrémetros. Se sitúan entre las arteriolas y las vénulas y
junto a ellos forman la llamada microcirculación. El diámetro es tan pequeño que
los eritrocitos se ven obligados a pasar prácticamente de uno en uno. Se
distribuyen formando una red en los tejidos que riegan, conocida como lecho
capilar, dónde se produce el intercambio de gases, nutrientes y productos de
desecho. Los capilares están formados por una fina túnica íntima constituida por
sólo una capa de células endoteliales. No tienen túnica media ni adventicia.
Existen tres tipos principales de capilares:
Capilares continuos: formados por la túnica íntima, con las células dispuestas en
una capa continua, y una lámina basal de tejido conectivo que la rodea. Sólo
permite el intercambio de pequeñas moléculas, cómo agua e iones, que pasan
entre las grietas intercelulares. También pueden difundir sustancias lipídicas a
través de las membranas celulares en favor del gradiente de concentración.
Capilares fenestrados: la túnica íntima presenta poros entre sus células. Los poros
tienen un diámetro de 60 – 100 nanómetros de diámetro y a través de ellos
pueden pasar moléculas de mayor tamaño, por ejemplo algunas proteínas. La
lámina basal que rodea este tipo de capilares es continua.
- Vénulas:
Las vénulas son pequeños capilares que se forman desde los capilares cuándo
estos se van uniendo (anastomosis) y formando vasos más grandes que van
recogiendo la sangre tras su paso por lo capilares. El diámetro de las vénulas
puede variar entre 7 y 50 μm y se van uniendo entre sí hasta formar las venas.
La estructura de las vénulas cuenta con las tres capas, la túnica íntima, media y
adventicia. La túnica media está muy poco desarrolla, incluso en vénulas muy
pequeñas puede estar ausente. Esto hace que la pared de las vénulas sea más
delgada que la pared de las arteriolas. Además, la pared de las vénulas es muy
porosa permitiendo que fluido y células puedan moverse fácilmente a través de
ella.
- Venas:
Las venas son vasos sanguíneos de gran calibre que salen de los órganos y llevan
la sangre de vuelta al corazón. En la circulación sistémica llevan sangre pobre en
oxígeno desde los órganos al corazón; en la circulación pulmonar llevan sangre
rica en oxígeno desde los pulmones al corazón.
Existe una gran diferencia entre las venas y las arterias. Si bien ambas son tipos
de vasos sanguíneos, su función en el cuerpo humano es muy diferente.
En primer lugar, las arterias son las encargadas de trasladar la sangre desde el
corazón hacia el resto del cuerpo, mientras que las venas hacen todo lo contrario,
es decir, llevan la sangre desde el cuerpo hacia el corazón.
A raíz de lo anterior, podemos decir que las arterias son las encargadas de llevar
oxígeno y nutrientes a todas las células de nuestro cuerpo, para así eliminar las
sustancias tóxicas y el dióxido de carbono.
Por otra parte, las venas casi no contienen oxígeno, ya que su recorrido es al
revés, lleva la sangre desde los órganos hacia el corazón.
Por último, el color de la sangre que llevan las arterias es de un rojo más brillante
que el de las venas, esto se explica porque llevan oxígeno y las venas llevan co2.
Componentes y funciones:
Interviene en la coagulación.
Cumplen, por tanto, la función respiratoria y tienen una vida media de cuatro
meses. Cada persona tiene entre 4.000.000 y 6.000.000 por mm cúbico.
- ANEMIAS:
¿Qué es la anemia y por qué se produce? Como hemos visto, los glóbulos
rojos necesitan hemoglobina, proteína rica en hierro, para transportar el
oxígeno por todo el cuerpo. Si la concentración de hemoglobina cae por
debajo de lo normal, sufrimos anemia. Para mantener un nivel normal de
glóbulos rojos es necesario que muchos órganos funcionen correctamente y
cuenten con una adecuada aportación de ciertas vitaminas (sobre todo
ácido fólico y vitamina B12) y hierro.
- LEUCEMIAS:
Aspectos generales ¿Qué es una leucemia? Es un tumor maligno de las
células precursoras de la sangre. Se origina en la médula ósea y en
ocasiones afecta a los tejidos del sistema inmune (ganglios, hígado, bazo) u
otros órganos a los que invade a través del torrente sanguíneo (médula
espinal, cerebro, testículos, etc.). • En la médula ósea normal proliferan los
distintos precursores de glóbulos rojos y blancos y plaquetas.
- LINFOMAS:
¿Qué es un linfoma? Por el sistema linfático circula la linfa, líquido que lleva
nutrientes, desechos y leucocitos del sistema linfoide por el cuerpo. Cuando los
linfocitos se multiplican de modo anómalo o no mueren cuando deberían, los
ganglios u otros órganos linfáticos pueden sufrir un linfoma. Se desconoce su
origen. Se sabe que las personas con un déficit en la inmunidad presentan un
riesgo mayor de sufrirlo. Los linfomas no son contagiosos ni se heredan
genéticamente. Tipos de linfoma Hay muchos tipos de linfoma, y su
clasificación depende de su origen, sus características y su localización. De
cómo se clasifique depende a su vez el tratamiento a seguir y sus resultados.
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- MIELOMA MÚLTIPLE:
- Síndromes mielodisplásicos:
La médula ósea es sustituida por tejido fibroso, por lo que las células de la
sangre deben ser formadas en otras partes del organismo, como el hígado o el
bazo, que se agrandan. • Es poco frecuente, se desarrolla lentamente y suele
afectar a mayores de 50 años.
Anemia, fatiga, palidez, dolor, sangrado fácil (por mala producción de células
de la sangre) o hinchazón en la tripa, molestias en el costado izquierdo, mala
digestión (por crecimiento del bazo).
La médula ósea no puede producir todas las células de la sangre, debido a una
lesión grave que hace casi desaparecer las células madre hematopoyéticas. Es
una enfermedad infrecuente y afecta a personas de todas las edades.
muy común. Los síntomas más frecuentes son dolor de pecho y brazos en
forma esporádica.
- Arritmia: Esta patología se produce porque el ritmo cardíaco se ve
alterado, provocando aceleración (taquicardia: más de 100 latidos/minuto) o
enlentecimiento (bradicardia: menos de 60 latidos/ minutos) del mismo.
Dentro de los síntomas más comunes se puede mencionar mareos, fatiga y
falta de aire.
- Fibrilación auricular: Si bien este nombre parece demasiado técnico, lo
que quiere decir que una parte del corazón (las aurículas) no laten
adecuadamente porque el flujo sanguíneo, junto al oxígeno y los nutrientes
no llega al corazón como debería. Por lo tanto su movimiento no es el
adecuado, esto puede derivar también en un ACV.
- Insuficiencia cardíaca: El corazón no bombea la sangre adecuadamente a
causa de las arterias tapadas o dañadas, de hipertensión arterial o
diabetes. Estos factores influyen directamente en que el corazón no trabaje
adecuadamente.
- Insuficiencia cardiaca congestiva: Cuando el bombeo de sangre no se
produce adecuadamente se puede acumular líquido en el corazón y
provocar una congestión en los pulmones.
- Enfermedad arterial periférica: Esta enfermedad se produce cuando se
tapan, por acumulación de grasas, las arterias periféricas del cuerpo; como
por ejemplo las arterias de las piernas. Esto, aunque parezca menos
importante, no lo es porque si no es tratado correctamente puede provocar
un ACV o un ataque al corazón. Dentro de los síntomas más frecuentes se
encuentra el dolor de piernas, cansancio, hinchazón, hormigueo o picor.
- Síndrome metabólico: Esta no es una enfermedad en sí misma, sino un
conjunto de enfermedades que pueden provocar un ataque al corazón.
Dentro de las mismas se encuentra las dislipemias, diabetes, obesidad e
hipertensión arterial. Cuando todas estas enfermedades aparecen en forma
conjunta se habla de Síndrome metabólico y necesita tratamiento médico.
- Hipertensión arterial: Si bien este puede ser un factor de riesgo
cardiovascular, también es considerada una enfermedad cardíaca que debe
ser tratada y controlada. Con estas medidas preventivas se pueden evitar
complicaciones mayores que puedan derivar en un ataque al corazón o un
problema cerebral.
- Accidente Cerebro Vascular o ACV: Esta enfermedad se produce porque las
arterias que transportan oxígeno y nutrientes al cerebro se encuentran
tapadas. Si esto no se controla adecuadamente puede provocar la falta de
irrigación en las neuronas con su consiguiente muerte o el estallido de una
arteria o vena. Esta enfermedad es muy grave y puede provocar discapacidad
o la muerte.