Efectivamente, los orígenes de Marx se sitúan en el entorno de la izquierda hegeliana,
junto a los hermanos Bauer y Bakunin. Sin embargo, las voluntades de cambio en Alemania dirigidas por los pensamientos hegelianos son insuficientes para el joven Marx, por lo que decide emprender una revisión crítica de los postulados de su inspirador y, fruto de ello, nace La crítica de la filosofía del Derecho de Hegel (1843). Por hacer un breve resumen, aunque admira de Hegel su visión teleológica del desarrollo histórico, el uso de la dialéctica como método cognitivo, el principio de contradicción y la comprensión de la sociedad civil como campo de lucha, señala que el autor olvida analizar al Estado como un medio al servicio de los fines de las clases dominantes.
El materialismo histórico o materialismo dialéctico.
Desarrollado este termino inicialmente en el Manifiesto y con mayor profundidad en el prólogo de su libro Crítica de la Economía Política (1859), Marx entiende que la sociedad está formada por una infraestructura de tipo económico que determina el conjunto de relaciones que se dan entre los sujetos. El modelo productivo de cada época (comunismo primitivo, feudalismo, capitalismo…) funda un cuerpo filosófico, jurídico, político y artístico, es decir, una conciencia social que en última instancia sirve para su legitimación y mantenimiento. Los momentos históricos de crisis se producen, por tanto, cuando las relaciones creadas por la infraestructura (la superestructura ideológica) entran en contradicción y ya no son útil para el desarrollo de la fuerza de producción.
Hay un destino, un final.
Las etapas históricas tienen un sentido total pues nos acercan al momento de plenitud, de realización, que es la sociedad comunista. De la definición de sociedad comunista que da Marx podemos entender fácilmente que jamás ha existido tal estadio en nuestro mundo por lo que es conveniente afirmar que desconocemos los efectos del comunismo.
La sociedad comunista debe ser y es, para Marx, “transparente, sin clases ni Estado, y cada hombre tendrá según sus necesidades”.
La lucha de clases es el motor de la historia.
Teórico del conflicto. Si la historia se mueve hacia algún lugar, está claro que se mueve gracias a algo, y ese algo es el conflicto social en forma de lucha de clases. Esta visión de la sociedad permite dividir a los que en ella habitan entre opresores y oprimidos, categorías generales que son de aplicación para cualquier momento histórico. Los cambios en el reparto de fuerzas se producirán por una toma de conciencia de los oprimidos de su miserable situación. El conflicto en el mundo capitalista tiene algo de peculiar y es que , por primera vez, el enfrentamiento entre burgueses (opresores) y proletarios (oprimidos) es directo y abierto. A esto se añade que es la clase revolucionaria opresora, así define Marx a la burguesía, la que ha generado en su contradictorio modelo