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LA PUNTA DEL ICEBERG

L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en


seguridad y defensa de Chile

Pablo León - Cristián Faundes - Marjorie Gallardo - Editores


Osvaldo Cerpa - Andrea Gaete - Cari Marowski

CEE®
LA PUNTA DEL ICEBERG

L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la


segundad y defensa de Chile

3
CEE#
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LA PUNTA DEL ICEBERG


La aspiración marítima boliviana y sus
implicancias en la seguridad y defensa de Chile

©Derechos Reservados
Centro de Estudios Estratégicos CEEAG

Primera Edición, agosto 2015


100 ejemplares (tapa dura)
800 ejemplares (tapa rústica)
ISBN: 978-956-358-862-0
Inscripción Registro de Propiedad Intelectual N° 255917

Diseño y diagramación
Cristian Manríquez Otárola

Impreso en Andros Impresores


Hecho en Chile / Printed in Chile

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la portada, puede ser


reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna por ningún medio sin
permiso previo del CEEAG.
Las ideas expresadas en este libro son de responsabilidad exclusiva de quienes las emiten
y no reflejan ni comprometen al Ejército de Chile ni al Gobierno de Chile.
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Indice
i
Prólogo
(phile-Bolivia: Una Visión desde la Estrategia 13
fosé Rodríguez Elizondo

Introducción 23

Primera parte - Estudio Multidimensional 29

Capítulo 1 : Dimensión Geográfica 31


Bolivia: Potencial Geográfico en el Corazón del Continente
Marjorie Gallardo

Capítulo 2: Dimensión Histórica 41


De la Emancipación Colonial al Estado Plurinacional Boliviano
(1825-2009)
Marjorie Gallardo

Capítulo 3: Dimensión Política 49


El Camino Institucional a la Consolidación del Estado-Nación
Cristián Faundes y Osvaldo Cerpa
I
Capítulo 4: Dimensión Económica 69
Configurando una Nueva Estructura Económica
Cristián Faundes

Capítulo 5: Dimensión Social 77


Una Compleja Estructura Social en Movimiento
Andrea Gaete

Capítulo 6 : Dimensión Defensa 99


La Organización y la Política de Defensa Boliviana, una Fuerza
en Proceso de Transformación
Crl. Cari Marowski

Capítulo 7: Dimensión de las Relaciones Exteriores de Bolivia 111


Atenas Movedizas, Avances y Retrocesos en la Política Exterior
Boliviana
Cristián Faundes

Capítulo 8: Dimensión de la Relación Trilateral entre Chile, 129


Bolivia y Perú Acuerdos, Ambiciones y Contención, Relación
Trilateral en la Aspiraciónmarítima
Cristián Faundes

7
La Punta del Iceberg

Segunda parte - Análisis de los Escenarios Futuros 141

Capítulo 9: Análisis de Actores y Dinámicas 143


Marjorie Gallardo, TCL. Pablo León, Cristián Faundes y Andrea Gaete

Capítulo 10: Escenarios Futuros De Bolivia, sus Implicancias 167


en el Conflicto con Chile y la Defensa en Particular
TCL. Pablo León, Marjorie Gallardo, Cristián Faundes

Capítulo 11: Implicancias de los Escenarios de Bolivia para la 181


Seguridad y Defensa de Chile
TCL. Pablo León Gould

Conclusiones 197

Fuentes Bibliográficas 203

8
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Lista de gráficos y tablas

Gráfico 1. Metodología del análisis 26


Gráfico 2. División político-administrativa de Bolivia 32
Gráfico 3. Zonas naturales de Bolivia 33
Gráfico 4. Sistema hidrográfico de Bolivia 35
Gráfico 5. Territorios perdidos por Bolivia en las guerras 44
con sus países vecinos
Gráfico 6 . Impacto de la corrupción en diferentes sectores e 63
instituciones (Bolivia)
Gráfico 7. PIB Bolivia 1990-2013 (USD a precios actuales) 69
Gráfico 8 . Incidencia de la pobreza rural en Bolivia (1999-2011) 70
Gráfico 9. Modelo de economía plural 73
Gráfico 10. Población en Bolivia. Rural y urbana (1992-2012) 78
Gráfico 11. Evolución del IDII en Bolivia 1980-2013 (en valores) 79
Gráfico 12. índice de desarrollo hum ano comparado 1980-2013 79
Gráfico 13. Inequidad en Bolivia según IDH 80
Gráfico 14. Incidencia de la pobreza urbana y rural de 84
Bolivia 1996-2012
Gráfico 15. PIB per cápita por departam ento 2008-2013 86
Gráfico 16. Mapa de la m edia luna de Bolivia 87
Gráfico 17. Permisos de residencia tem poral en Chile para 88
ciudadanos argentinos, peruanos y bolivianos
Gráfico 18. El sistema de defensa de Bolivia 103
Gráfico 19. Despliegue territorial de las FEAA. bolivianas en 104
tiempos de paz.
Gráfico 20. El presupuesto de defensa en Bolivia (2008-2014) 107
Gráfico 21. Presupuesto sector defensa de Bolivia 2005-2014 107
Gráfico 22. Actores del conflicto Bolivia-Chile 153
Gráfico 23. Dinámica de tendencias del conflicto entre Bolivia y 158
Chile en tom o a la aspiración marítima
Gráfico 24. La aspiración marítima boliviana como la 165
punta del iceberg
Gráfico 25. Escenarios plausibles en Bolivia a base de la 168
descolonización y la refundación
Gráfico 26. Conflicto Chile-Bolivia según el modelo de 182
conflicto de Galtung

9
La Punta del Iceberg

Tablas

Tabla 1. Evolución coeficiente de Gini en Bolivia 1999-2012 81


Tabla 2. Contingente de las FEAA. de Bolivia (2014) 104
Tabla 3. Despliegue de fuerzas de Bolivia en operaciones de 106
paz ONU (2014)
Tabla 4. Divisores y conectores en el ámbito geográfico 144
Tabla 5. Divisores y conectores en el ámbito internacional 145
Tabla 6. Divisores y conectores en el ámbito político 147
Tabla 7. Divisores y conectores en el ámbito socioeconómico 150
Tabla 8. Divisores y conectores en el ámbito de la seguridad y 151
defensa
Tabla 9. Implicancias para la seguridad y defensa de los 183
escenarios de Bolivia
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Agradecimientos

El C entro de Estudios Estratégicos de la Academia de G uerra del


Ejército agradece la participación desinteresada de los investigadores y
académicos que asistieron a los talleres de trabajo y entrevistas que orga­
nizamos a lo largo del 2014 con el objeto de dar forma a la investigación
que da origen al libro que aquí presentamos. Nos entregaron críticas
constructivas y perspectivas novedosas que ayudaron a enriquecer nuestra
com prensión y enfoques, ayudando en definitiva a conform ar el resulta­
do final del estudio que está en sus manos. Nos referimos con especial
afecto a Nancy Aravena Ricardi, Carmen Castañaza Morales, José Miguel
Concha Robles, Astrid Espaliat Larson, Cristián Garay Vera, Erich Haun
Visnepolsky, Crl. Diego Jim énez Ramírez, Cap. Rodrigo Lesser Concha,
María Ignacia Matus Matus, Paz Milet García, Máximo Quitral Rojas, José
Rodríguez Elizondo, General Oscar Izurieta Ferrer y Ángel Soto.
Agradecemos también las invitaciones cursadas por la Comisión de
Defensa del Senado y de la Comisión Defensa de la Cámara de Diputados
para dar a conocer nuestros resultados en marzo de 2015. Las conversa­
ciones sostenidas en el Congreso dan especial sentido a nuestro trabajo y
nos perm itieron incorporar uha nueva arista en el estudio.

Los editores

11
La Punta del Iceberg

C o m it é A c a d é m ic o

Oral. Oscar Izurieta F.


Jorge Canelas U.
Angel Solo G.

12
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

P rólogo

Chile- Bolivia una Visión desde la Estrategia


José Rodríguez Elizondo

I
En el sector privado y en el sector público, en las personas y en los
países, los conflictos son parte im portante de la realidad. P retender
soslayarlos m ediante la vida contemplativa o actuando solo por reacción,
es idealismo puro. Por eso, en el ámbito de las relaciones internacionales
la política exterior de tiempos de paz oscila entre la negociación, la gestión
de crisis y la disuasión.
El diplomático y escritor británico Harold Nicolson llegó a identificar el
servicio exterior de los países con “un cuerpo perm anente de negociadores
profesionales”1. En otras palabras, un servicio destinado a solucionar
conflictos. El clásico Maquiavelo planteaba el tema desde el pesimismo
antropológico y en el ámbito de la defensa. En el capítulo II de El Príncipe
aconsejó abocarse a los peligros externos de inm ediato, para poder
conjurarlos. Si se dejan crecer, agregó, no tienen remedio, pues “las guerras
no se evitan aplazándolas”.
Cualquier tipología de los conflictos tiene, en prim era línea, los que
son solucionables con un mínimo com ún denom inador de sensatez.
A quellos donde los conductores políticos reconocen los lím ites del
derecho, arriesgan iniciativas oportunas, saben que negociar es un juego
de concesiones y entienden que sin negociación la disuasión luce como
amenaza. Pero, desafortunadamente, también hay conflictos de tan difícil
solución, que más parecen no tenerla.

1 H a ro ld N icolson, La diplomacia, Editorial F o n d o d e C ultura E conóm ica, M éxico 3*


ed ició n , 2010 , pg. 182.

13
La Punta del Iceberg

Entre los conflictos intratables figuran los de contenido religioso,


debido a que los dogmas de fe son innegociables. También están los que
contienen ideologías totales, ya que estas privilegian la disuasión ofensiva
para bloquear las concesiones significativas. Fue el caso de la guerra fría,
según precoz diagnóstico del diplomático norteamericano George Kennan.
Además, hay casos especiales que se dan cuando el conflicto es el hábitat
genético de un país y le imprime carácter. Es lo que sucede con Bolivia.
Naturalmente, Simón Bolívar no entró en estas disquisiciones cuando,
presionado por la guerra contra España y por Antonio José de Sucre, aceptó
instalar en 1825 la república que llevaría su nombre. Aunque su territorio,
conocido como Alto Perú, ya tenía rasgos diferenciables del Peni global,
la del Libertador fue una decisión de contenido y fin geopolíticos: se
trataba de socavar el poder peruano y term inar de una buena vez con sus
ínfulas virreinales. Esto, sin perjuicio de que, consumada la creación, el
Libertador redactara la prim era Constitución de Bolivia y le diseñara un
destino grandioso como “república predilecta”.
Esa forma de nacer condicionó el desarrollo de Bolivia. En prim er
lugar, porque sus expectativas de alto protagonismo político chocaron
contra hegemonismos ya establecidos o emergentes. En segundo lugar
(y relacionado con lo anterior) porque, lanzada a una geografía donde
otras repúblicas competían por demarcar territorios, la recién llegada
fue percibida como zona en expansión propia, zona para expansión de
otros, zona cercenada o zona por recuperar. Tres opciones en contra y
solo una a favor.
El balance histórico es duro: instalada con 2.450.000 kilóm etros
cuadrados, Bolivia hoy tiene 1.070,000 kilómetros cuadrados. Tras sucesivas
presiones, escaramuzas y guerras perdió más de la m itad del patrim onio
asignado. El diferencial fue incorporado a sus vecinos colindantes:
Argentina, Brasil, Paraguay, Chile y Perú.

II
Con esa historia a su espalda, es sugerente que en Bolivia hoy se
reconozca solo a Chile como “mal vecino”. Sus dirigentes lo explican de
una m anera curiosa, privilegiando los méritos del agua. Según su alegato
internacionalizado, mientras otros vecinos le arrebataron territorio puro
y simple, Chile fue el único que le arrebató su “cualidad m arítim a”.
No todos perciben la peligrosa complejidad de esa construcción. Una
prim era decodificación indica que la absolución de los otros cum ple la
viejísima función de aislar al “enemigo principal”. Más allá, com prom ete a
los vecinos perdonados para que colaboren contra el vecino im perdonable

14
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

en la “recuperación” de la cualidad perdida. Esta línea de acción hasta


perm ite fusionar aspiraciones de estructura similar: “Malvinas argentinas,
m ar para Bolivia”, fue el penúltim o hallazgo del presidente Evo Morales.
Pero eso no es todo. Analizada a mayor profundidad, esa formulación
contiene una notable ambigüedad, pues los responsables bolivianos no
sitúan geográficamente la cualidad que quieren recuperar. Sus campañas
oficiales ya no transparentan, como objetivo real, el espacio marítimo que
efectivamente estuvo bajo su soberanía. De hecho, no hay definición de
espacios en su actual dem anda contra Chile ante la Corte Internacional
de Justicia (C1J).
De ese modo el gobierno de Bolivia soslaya dos cosas importantes:
una, que el país tiene acceso amplio, aunque no soberano, a los mares de
Chile y del Perú; otra, que no trata de recuperar ese m ar en el desierto
asignado por Bolívar, fijado en dos tratadoscon Chile, perdido en la guerra
del Pacífico y negociado con compensaciones en el Tratado de 1904. En
lugar de esa cualidad marítima concreta, proyectada desde un territorio
definido, lo que pretende obtener es un ¡mar siempre ajeno: el m ar de
Arica. Se trata, por tanto, de una recuperación ideológica o voluntarista.
Quizás lo señalado nos parezca novedoso a los chilenos, pero no lo
es para los peruanos. Bolivia quiso tener Arica (y Tacna, por añadidura
geopolítica) desde su nacimiento, en 1825, cuando dicha provincia estaba
bajo soberanía del Perú. Esa expectativa fue m ateria de un tratado fallido,
en 1826, e incluso estuvo entre las causas de la guerra boliviano-peruana de
1841. Luego, en 1847, los peruanos trataron de mitigarla, estableciendo en
Arica la más amplia libertad de tránsito para Bolivia. En el Departamento
de Estado de los Estados Unidos, que seguía el tema de cerca, llegó a
estimarse que “en tanto Arica continúe como un puerto peruano, será
una causa perm anente de irritación entre estas dos repúblicas8. Por eso,
para Alejandro Deustua, profesor de la Academia Diplomática peruana, los
requerim ientos marítimos de Bolivia “han sido una fuente de inseguridad
geopolítica y económica para el Perú”3.
Como Bolivia mantuvo esa posición tras la guerra del Pacífico y después
de firm ado el Tratado chileno-boliviano de Paz y Amistad de 1904, Chile y
Perú se opusieron a que participara en sus negociaciones del Tratado de
Lima de 1929. Entendible, pues este asignó ía soberanía definitiva de Arica
a Chile y de Tacna al Perú. Además, enfatizó la exclusión de Bolivia creando
2 Instructivo de 1° de ju n io d e 1948 al encarg ad o 4 e negocios J o h n A ppleton. Cit. p o r
J o rg e G um ucio G ranier e n Estados Unidos y el mar boliviano, Plural editores, La Paz 1985,
p.73.
3 A lejandro D eustua, Perú-Bolivia: apuntes sobre la relación bilateral, en recop. Perú-Bolivia:
forjando la integración, editado p o r Fundación F riedrich Ebert, Lima, 1995, p.61.

15

I
i
!
La Punta del Iceberg

un estatuto especial para ambas provincias, m ediante el artículo 1 ° de su


Protocolo Complementario. Esta norma exige un “previo acuerdo” entre
Chile y Perú para ceder el todo o parte de Arica y Tacna a una “tercera
potencia”. Lógicamente, esta solo puede ser Bolivia.
La razón p rin cip al de la irre d u ctib le expectativa a riq u e ñ a es
geoeconóm ica y geopolítica: Arica fue y sigue siendo el espacio vital
portuario de Bolivia, po r su cercanía a la capital y a los grandes centros de
acopio y despacho de su comercio exterior. Los lejanos puertos y caletas del
litoral efectivamente perdido nunca tuvieron ese rol. El escritor boliviano
Robert Brockmann lo ha expresado de m anera inmejorable:

“La historia de Bolivia hubiera sido por completo diferente si en el momento


de su creación como Estado hubiese contado con Arica. Pero la miopía
histórica y política, o una grave inadvertencia, una negligencia criminosa de
sus padres fundadores, le negó a Bolivia el privilegio de nacer completa o
armoniosa. Nació deforme”4.

Agregúese que la voluntad para corregir esa “m iopía” es reconocida


por conspicuos políticos e intelectuales bolivianos, entre ellos el ex-
Presidente, historiador y periodista Carlos Mesa. Antes de ser designado
vocero presidencial de la demanda contra Chile, Mesa dijo que Arica es “el
nudo gordiano de la traumática historia trilateral que nos tiene trabados a
Chile, Perú y Bolivia” y “que no hay otro camino que Arica si no querem os
ir al absurdo impracticable de partir en dos el territorio de Chile”5.

III
Vista así la actual aspiración maríúma de Bolivia es el resultado de
un largo proceso mutatorio. De ser, en su origen, un objetivo político de
Estado direccionado hacia el Perú, hoy es un objetivo nacional complejo,
direccionado contra Chile, a sabiendas de que el Perú tiene un interés
comprometido.
En la base de esa mutación está la convicción de que Bolivia perdió,
de modo sucesivo, un litoral propio subestimado y una Arica ajena, pero
siempre ambicionada. De m anera consecuente, sus gobiernos pasaron del

4 R oberto B ronckm ann, Tan lejos del mar, E ditorial Plural, La Paz, 2012, p. 58.
5 Carlos Mesa, Mar: José R odríguez Elizondo y su versión de la esperanza, texto p ub licad o
e n la revista boliviana Nueva Crónica, N° 127, p rim era quincena de ju lio , 2013. A provecho
esta n o ta p a ra llam ar la a te n ció n sobre lo in frecu en te que resulta u n ex P re sid e n te de
nu estra región en d eb ate directo con un sim ple particular, lo que evidencia el cará cte r
d e in telectual consecuente d e Mesa.

16
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

análisis de la correlación de pérdidas al de la correlación de fuerzas, para


llegar a una conclusión pragmática: más valía luchar por la incorporación
de u n a Arica que siempre debió ser boliviana, que invertir energías en la
recuperación de un espacio doblem ente bloqueado: en lo jurídico, por
el Tratado de 1904, y en lo geográfico, por el Tratado de Ancón de 1883
que cedió Tarapacá peruana a Chile. A mayor abundam iento, Chile en
guerra había aceptado la posibilidad de ceder Arica a Bolivia, basado en la
“política boliviana” de Domingo Santa María, por obvias consideraciones
estratégicas.
M utado el objetivo, los expertos legales bajo conducción política
racionalizaron la voluntad de sobrepasar, unilateralm ente, el Tratado de
1904 con Chile y de reinterpretar el tratado chileno-peruano de 1929. Así,
sobre la base de conceptualizaciones de apariencia jurídica, comenzaría a
construirse una estrategia de acción autosustentable y de largo plazo, con
dos políticas centrales. La primera, de contenido diplomático, pivoteaba
acerca de la necesidad de sortear el cepo del statu quo, para introducir en
la agenda con Chile el tema del mar. Su fundam ento estaba en un punto
clave de la sabiduría diplomática: un tem a que no se excluye de m anera
categórica se convierte en un tema pendiente y, a la larga, en un tema
insoslayable. La segunda, de carácter comunicacional, tenía por objeto
presionar a Chile con el peso de la opinión pública internacional, para que
aceptara su responsabilidad moral en la solución del “enclaustram iento”
de Bolivia. Su fundam ento estaba en la identificación del derecho con la
justicia inm anente, subordinando su función de garantizar el respeto a
los tratados fronterizos.
Por lo señalado, las síntesis más exactas que he encontrado relativos a
la fundam entación de la aspiración boliviana no corresponden a juristas,
sino a Ramiro Prudencio Lizón, un historiador con gran experiencia
dip lom ática y al econom ista A ndrés G uzm án Escobari, experto en
relaciones internacionales. Dice el prim ero que “Bolivia no posee derechos
jurídicos sobre los territorios que perdió en la Guerra del Pacífico, pero sí
tiene derechos históricos y morales para reintegrarse al océano”6. Guzmán,
p o r su parte, reconoce que “si finalmente la vía multilateral no es el camino
que nos llevará al mar, al menos habremos recordado a Chile y a la región
que el tem a marítimo boliviano, además de ser en esencia una injusticia
que debe ser resuelta, es el conflicto más largo y problem ático que existe
entre dos países americanos”7.
6 V. Historia de la negociación de Charaña, E ditorial P lural, La Paz, 2011, p.14.
7 A p o rte d e A ndrés Guzm án Escobari e n libro Bolivia e>i democracia: 1982-2012, patrocinado
e im p reso p o r el M inisterio d e C ulturas y T urism o del E stado Plurinacional de Bolivia,
L a Paz, 2013, p.167.

17
La Punta del Iceberg

IV
El largo plazo de la estrategia boliviana puede descom ponerse en tres
etapas ya cumplidas y una cuarta en ejecución. La prim era fue un juego
de equilibrios y tentaciones, entre el ex aliado peruano y el vencedor
chileno, para sondear la posibilidad de un acceso consensuado al objetivo.
La segunda etapa vino con el tratado de 1904 que, al consolidar la
pérdida del m ar propio, fortaleció la expectativa boliviana de obtener
Arica po r “triangulación” con Chile y presión simultánea sobre el Perú.
Aquí se contaba con el eventual apoyo de los Estados Unidos, el estado de
indefinición de la soberanía sobre Tacna y Arica y la flexibilidad chilena. En
esta fase, el canciller boliviano Carlos Gutiérrez acuñó ante su hom ólogo
peruano Melitón Porras un razonamiento que después revertiría hacia
Chile: “no se podía entender que el Perú, una nación amiga y herm ana
con una costa de 2.000 kilómetros, se oponga a la única posibilidad efectiva
con que contaba Bolivia para volver al Pacífico”8.
La tercera etapa llegó, precisamente, con el fin de la indefinición. Esto
es, con el Tratado chileno-peruano de 1929 que estableció un estatuto
especial para Arica y Tacna, marcando un punto de inflexión para los
tres actores concernidos. En Bolivia se asumió, rápido, que dicho estatuto
configuraba una alianza tácita entre Chile y Perú, orientada a im pedir una
buffer zone o “espacio tapón” bajo soberanía boliviana. El ex-Presidente
Daniel Salamanca lo dijo con una metáfora que hizo fortuna: “Chile puso
un candado al m ar para Bolivia y entregó la llave al Perú”.
Consecuentes con el carácter activo de su estrategia, los actores
bolivianos no leyeron esa nueva situación desde la resignación, sino
como un desafío para inutilizar el candado. La sabiduría ancestral les
decía que siempre es m ejor enfrentar a los adversarios de a uno. Para
ese efecto, su diplomacia planteó la posibilidad de alterar el orden de los
factores: del previo acuerdo chileno-peruano sobre cesión de una parte
de Arica, se pasaría a la previa negociación chileno-boliviana, con un
posterior pronunciam iento del Perú (que optimistamente se denom inaba
“anuencia”). Obviamente, eso alteraba el producto. Un sistema concebido
para blindar la soberanía chilena sobre Arica (y peruana sobre Tacna),
se convertía en un procedim iento para legitimar la pretensión boliviana
sobre Arica.
Destaca que, entre 1949 y 1951, el gobierno de Chile aceptó ese
predicam ento según expertos de la época bajo inducción de los Estados
Unidos e inició las negociaciones directas y secretas con Bolivia conocidas

8 Cit. p o r Jo rg e G um ucio G ra n ier e n ob.cit., p.257.

18
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

como del “corredor boliviano”. Fueron las primeras negociaciones formales


postratado de 1929 y fracasaron apenas el secreto se develó. De inmediato
surgió el rechazo de una élite chilena ilustrada, que sabía leer las claves
ocultas de la política exterior. Según el editorial de El Mercurio, la eventual
interferencia de Bolivia en la frontera con Perú “no sólo pone en peligro
los frutos que se pretendieron alcanzar con dicho tratado (de 1929)
sino, además, la existencia misma de este”9. Idéntica franqueza empleó el
excanciller Conrado Ríos Gallardo, negociador de ese instrum ento. En
entrevista para la revista Zig-Zag también emitió un pronóstico ominoso:
“creamos un precedente que nadie sabe a dónde nos puede conducir en
el porvenir (...) sobre la frontera chileno-peruana no existían nubes y es
posible que hoy las haya”10.
Como era previsible, el gobierno peruano no legitimó el procedimiento.
A dem ás, de m anera tácita y concediendo un éxito a los estrategos
bolivianos, se desentendió de la alianza de 1929, foijada por los presidentes
Carlos Ibáñez y Augusto Leguía. En paralelo y proyectándose a largo
plazo, su diplomacia comenzó a elaborar una doctrina bifurcada. Por una
parte, afirmaría que el “enclaustram iento” boliviano le era inoponible
y, po r otra, expresaría que el Perú no sería obstáculo para la aspiración
boliviana de una salida soberana al mar. En su esencia, era un rechazo
a la pretensión ariqueña de Bolivia y un reto singular, entendible como
“traten de recuperar el m ar que realm ente perdieron”.
De esa m anera paradójica, la aspiración boliviana comenzó a ser
definida por los tres países concernidos como un tema bilateral.

V
Visto po r el retrovisor de la historia, el daño para Chile en su relación
con el Perú fue uniformemente progresivo. En 1952 la diplomacia peruana
se negó a ratificar la fórmula del expresidente José Luis Bustamante
respecto del paralelo geográfico como límite de la frontera marítima. En
1976, en lugar de aprobar o vetar los acuerdos de Charaña, el gobierno
del general Francisco Morales Bermúdez propuso ampliar la presencia
peruana en Arica. En 1986 el presidente Alan García comunicó que no
existía un tratado específico de frontera m arítim a chileno-peruana. En
2002 el presidente Alejandro Toledo advirtió que dem andaría a Chile
ante la CIJ para definir esa frontera e interfirió en la negociación chileno-
boliviana acerca de una Zona Económica Especial. En 2008 Alan García

9 E l Mercurio, 3.9.1950.
10 Zig -Zag, 7.4.1951.

19
La Punta del Iceberg

-en su segundo período- dispuso presentar esa dem anda en La Haya, para
que la CIJ fijara la frontera marítima.
Los gobiernos de Bolivia, por su parte, perseverarían en la tercera
etapa de su estrategia hasta agotarla. Internacionalizaron sistemática e
increm entalm ente su aspiración; lograron, en 1975, que Chile repusiera
su oferta de un corredor soberano por Arica; rom pieron, reanudaron
y volvieron a ro m p e r relaciones con Chile, tras vincularlas con la
satisfacción de lo pedido; consiguieron ventajas bilaterales de acceso al
mar, en sendas negociaciones con Chile y Perú; se desentendieron de la
diplomacia tradicional para reemplazarla por “la diplom acia del gas”;
condicionaron la venta de sus hidrocarburos a la cesión chilena de una
salida soberana al mar, y exigieron que Argentina no “triangulara” hacia
Chile sus propias importaciones. Luego, bajo el liderazgo refundacional
de Evo M orales, Bolivia se lanzó a una agresiva “diplom acia de los
pueblos”. En esa línea dialogó, presionante, con su hom ologa chilena
Michelle Bachelet e, insultante, con el presidente Sebastián Piñera. En
paralelo, constitucionalizó “el derecho irrenunciable e imprescriptible
sobre el territorio que le de acceso (a Bolivia) al O céano Pacífico y su
espacio m arítim o”. También constitucionalizó la obligación correlativa
de renegociar o denunciar, unilateralm ente, cualquier tratado adverso a
esa formulación.
En 2013, en m edio de esa escalada, Morales dio el salto hacia la cuarta
y actual etapa, dem andando a Chile ante la CIJ. Esta acción, inspirada en
la dem anda peruana de 2008, tiene una importancia poco advertida. Por
una parte, da por agotado el procedimiento de la negociación bilateral con
la eventual anuencia a posteriori del Perú. Una suerte de reconocim iento
tardío al “blindaje” del Protocolo Complementario. Por otra parte, es
el resultado de una complejización cualitativa de la estrategia general
boliviana. Esta hoy debiera decodificarse como de aproximación indirecta
y no armada (que no es lo mismo que “pacífica”) al objetivo, aplicando
creativamente las tesis del autor británico Basil H. Liddell H art11.
En este nuevo m arco, M orales luce convencido de que el solo
hecho de llevar a Chile ante la CIJ ha sido una victoria táctica. Estaría
demostrando, entre otras cosas, que la sólida posición jurídica de Chile
no es disuasiva, que la variable internacionalizante de Bolivia ha llegado
hasta los organismos de la ONU y que la opinión pública internacional
soporta la idea de una CIJ debilitando el núcleo jurídico de cualquier
relación vecinal. Esto es, la “intangibilidad” de los tratados de frontera.
11 B. H . Liddell H art, Estrategia: la aproximación indirecta, Ed. M inisterio d e D efensa d e
E spaña, M adrid 1989, p. 212.

20
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

P u ed e apostarse, p o r tanto, que u n eventual fallo adverso no


d e te n d rá sus acciones y que, p o r el co n trario , seguirá a le n tan d o
la expansión y profundización del conflicto, m ediante el trinom io
iniciadva-desplante-sorpresa.

VI
Desde la perspectiva de la defensa nacional y m ediante una planificada
secuencia de aportes, el libro que sigue desarrolla in extenso los temas
bocetados. Producido por el C entro de Estudios Estratégicos de la
Academia de Guerra (CEEAG), bajo liderazgo de su Jefe Teniente Coronel
Pablo León Gould, su objetivo expreso es “identificarlos escenarios que la
Defensa de Chile podría enfrentar a futuro en el contexto de la relación
con Bolivia”.
Para ejecutarlo, un equipo de expertos civiles y militares decodificó la
información abierta acerca del país vecino, para analizar, entre otros temas
significativos: la vigencia de sus cruces histórico-estratégicos con Chile y el
Perú, su increm entado potencial geoeconómico, la evaluación actualizada
de su ubicación geopolítica, la orientación de sus relaciones exteriores,
lo nuevo del comportam iento político-social-económico del gobierno de
Evo Morales, la consistencia del Estado Plurinacional constitucionalizado
y su relación en el m ediano y largo plazo con la calidad democrática del
liderazgo presidencial.
Basta asom arse a esos contenidos para m irar, con atención, la
m etodología empleada. Está claro que el CEEAG ju g ó con variables
tan complejas como la definición de la coyuntura, la distinta formación
de analistas e investigadores y la opción de enriquecer la información
m ediante debates internos y talleres externos. En esa línea logró superar
antiguos reflejos endogámicos, para llegar a una ecuación central entre
la aversión al riesgo, que paraliza las iniciativas y el desplante tem erario,
que increm enta la conflictividad.
El resultado es un acercamiento en zoom a Bolivia, que no se limita al
estudio de su “estatura estratégica”. Más bien privilegia un conocim iento
integral y sin prejuicios ideológicos, en busca de claves más profundas, que
m uestren su identidad plurinacional en formación, su equilibrio entre el
nacionalismo económico y la necesidad de atraer la inversión interna y
externa y los contenidos funcionales de su política hacia Chile. También
em erge la relación interdependiente entre su desarrollo socioeconómico,
las dificultades de la alternancia política y la “indeclinable decisión
de reivindicación marítima” de sus fuerzas armadas. Destaca, en estas
m aterias, un fino ejercicio de imaginación prospectiva de los autores

21
La Punta del Iceberg

Pablo León Gould, Marjorie Gallardo y Cristián Faundes, basados en la


aplicación del sistema de construcción de escenarios de Matthew Levinger.
Lejos estam os, p o r tanto, del “efecto espejo”, ego cén trico por
d e fin ició n . A quí se trata la actual relación con Bolivia com o un
conflicto de poder im portante, que obliga a conocer, sin distorsiones,
la envergadura de los actores bolivianos y el peso de sus circunstancias.
Unica m anera eficiente de descubrir la complejidad real de su estrategia
de acción y la consistencia real del liderazgo de Evo Morales. En cuanto
a Chile, da excelentes argumentos, por reversa, para que integre en una
estrategia nacional los recursos de las “3 D” -el Derecho, la Diplomacia y
la Defensa-, con el fin de disponer de evaluaciones correctas. Las mismas
que perm itirían disponer, en todo momento, no solo de las “malas” sino,
también, de las “buenas” opciones. En este caso, las que conducirían a
una lenta pero segura construcción de confianzas.
En definitiva, este es un libro que ratifica lo que escribiera el clásico
general André Beaufre: “la estrategia no puede pasarse sin un diagnóstico
p o lític o ”12. Su a p o rte , de utilid ad versátil, lo hace esp ecialm en te
contributivo a los fines conjuntos del m ando militar y del gobierno de
Chile.

12 G eneral B eaufre, Estrategia de la acción, E ditorial Pleam ar, B uenos Aires, 1973, p.31.

22
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Introducción

El texto en sus manos es el resultado de un trabajo que busca identificar


los escenarios que la Defensa de Chile podría enfrentar a futuro en el
contexto de la relación con Bolivia. Con el fin de abordar este acometido,
un grupo de investigadores del Centro de Estudios Estratégicos de la
Academia de Guerra del Ejército de Chile (CEEAG) enfrenta la tarea desde
una perspectiva académica y multidisciplinaria atendiendo al hecho que la
aspiración marítima boliviana por una salida soberana al Océano Pacífico
tiene como trasfondo un fenóm eno de carácter atem poral y transversal.
Como consecuencia, la temática escogida incita a observar las dinámicas
internas de Bolivia desde una m irada amplia, pero en profundidad, a fin
de conocer los antecedentes que conform an la situación actual, y que
a la larga determ inan los escenarios posibles para la Defensa en Chile.
En este sentido, es im portante subrayar que el enfoque se centra en el
quehacer boliviano.
El libro explora en sus distintos capítulos la diversidad de factores
históricos y actuales de Bolivia, junto con la revolucionaria transformación
ex p erim entada en ese país durante el m andato de Evo Morales. Se
identifica que las claves del éxito del Estado plurinacional radican,
prim eram ente, en la emergencia de una nueva elite política que asume
el poder y logra m antenerlo, brindando estabilidad política y crecimiento
económ ico orientado a satisfacer las dem andas históricas de la población.
Asimismo, la nueva elite ha diseñado un proyecto de Estado plurinacional
en torno a la construcción de la identidad nacional. Todo lo anterior
perm ite sostener que durante el gobierno de Morales no solo se comienza
a consagrar la noción de Estado-Nación boliviano, sino que tam bién la
elite adquiere una conciencia de poder que se proyecta a nivel interno, y
hacia el exterior del país, lo que se refleja en la dem anda a Chile ante la
Corte Internacional de Justicia por una salida soberana al Océano Pacífico.

23
La Punta del Iceberg

Es necesario precisar que el “tema del m ar” ha sido central en las


relaciones bilaterales y, debido a sus características, configura una situación
de conflicto en el más estricto rigor de la teoría, en el sentido que existe
una clara contraposición de intereses. No obstante, es necesario indicar
que en este contexto, m ientras Bolivia está dispuesta a dañar la imagen
internacional de Chile para conseguir sus fines y ejercer presión interna en
nuestro país por medio de la “diplomacia de los pueblos”, Chile se limita
a resguardar sus intereses nacionales y territoriales. La actitud boliviana se
expresa en el interés por expandir sus fronteras hasta el Océano Pacífico
por territorio chileno, bajo el persuasivo argum ento de la reivindicación
marítima. Lo anterior va en contra de lo pactado en el Tratado de 1904, en
el que Bolivia cede territorio libremente, a cambio del acceso a un sistema
portuario y a varias compensaciones económicas que Chile costea hasta
hoy. Se estima que la existencia de este acuerdo y la insistencia boliviana
por alterar la frontera con Chile constituye una amenaza a la soberanía,
aunque se formule en términos pacíficos.
El interés del Estado boliviano por expandir su territorio en peijuicio
de la soberanía territorial chilena ha quedado de manifiesto en distintas
instancias, p o r ejem plo, en discursos declam ados p o r el presid en te
Morales: “Atacama antes era de Bolivia. Es verdad. Esperamos recuperarla
pronto” (ante la Asamblea Legislativa, 22 de enero del 2011); asimismo,
en el Título VIII de la Constitución Política (2009) sobre las Relaciones
Internacionales, Fronteras, Integración y Reivindicación Marítima: “El
Estado boliviano declara su derecho irrenunciable e imprescriptible sobre
el territorio que le dé acceso al Océano Pacífico y su espacio m arítim o”
(Art. 267°); también, es m encionado en el Plan Nacional de Desarrollo
(2006-2011), en que se habla de recuperación del espacio marítimo dentro
de los Lincamientos de la Nueva Política de Relaciones Exteriores, donde
se expresa que “Bolivia ha declarado objetivo perm anente de su política
exterior su reintegración m arítima a las costas del Pacífico, con base en
derechos históricos y jurídicos”; además, se explícita también en el Libro
Blanco de la Defensa (2004), tanto en los Objetivos Nacionales Perm anentes
(Cap. I), como en la descripción de la Política de Defensa del Estado
boliviano (Cap. III); por último, y no menos relevante, en las Bases para la
Discusión de la Doctrina de Seguridad y Defensa del Estado Plurinacional
de Bolivia (2010) se contem pla dentro de los Objetivos Estatales que “el
Estado debe extrem ar esfuerzos para lograr nuestro acceso soberano al
Océano Pacífico m ediante la continuidad territorial”, con lo que queda
de manifiesto que Bolivia no se satisface con menos que un corredor de
la cordillera al mar.

24
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la segundad y defensa de Chile

En relación con lo anterior, el principal hallazgo de esta investigación


se encuentra en dilucidar que la actitud reivindicacionista del Estado
boliviano es la pieza angular del conflicto que sostiene con Chile. Se
expresa como una exigencia por recuperar el territorio y su proyección
marítima, incluso la indemnización por las riquezas que soberanamente ha
explotado Chile. De esta manera, la reivindicación condiciona el diálogo
entre los países, dificultando las posibilidades de resolver efectivamente
el incordio que plantea La Paz.
Actualmente el Gobierno boliviano ha presentado como argum ento
principal de la dem anda marítima ante la Corte Internacional de Justicia
el supuesto compromiso adquirido por Chile para solucionar la aspiración
m arítima. En vez de reconocer que el territorio adquirido m ediante los
Tratados de 1866 y 1874 fue cedido voluntariam ente a Chile por medio
del Tratado de 19041S, el gobierno boliviano articula una novedosa fórmula
para m antener vivo su objetivo perm anente de salir al Océano Pacífico.
El presente estudio y la publicación del mismo se justifican por
la relevancia del tema que involucra y la necesidad de som eter a una
discusión académica abierta los avatares de la contingencia y las posibles
consecuencias del conflicto que Bolivia plantea a Chile para generar
insum os que sirvan a la tom a de decisiones. Es particularm ente útil
analizar el conflicto desde una perspectiva estratégica, integrando diversas
disciplinas que perm itan dilucidar la ocurrencia de escenarios plausibles
y sus implicancias en la Seguridad y Defensa de Chile.
El m é to d o ap licad o en esta in v estig a c ió n es re c o g id o de la
sistematización que realiza Matthew Levinger (2013) en su libro titulado
Conflict Analysis. Understanding Causes, Unlocking Solutions. La gran virtud
de su propuesta es que proporciona una estructura práctica que permite
avanzar paso a paso hacia la conformación de escenarios en contextos de
incertidum bre. A partir de un estudio multidimensional, el autor plantea
un esquem a que incorpora cuatro pasos: en prim er lugar, la distinción de
divisores y conectores del conflicto; luego, la identificación de actores clave;
la determ inación de tendencias subyacentes; y, finalmente, la formulación
de ventanas de oportunidad y de vulnerabilidad. Siguiendo este esquema

13 F irm ad o e n Santiago el 20 de octubre d e 1904. a p ro b ad o p o r el g o b iern o d e Bolivia el


11 d e noviem bre de 1904. ap ro b ad o p o r el P o d e r Legislativo d e Bolivia m ed ian te Ley
d e 4 d e fe b re ro de 1905. Ratificado p o r el g o b iern o de Bolivia el 10 de m arzo d e 1905.
R atificado p o r el gobierno de Chile el 5 d e febrero de 1905, can jeadas las ratificaciones e n
í.a Paz, el 10 de m arzo d e 1905. p ro m ulgado e n C hile el 21 d e m arzo d e 1905. P ublicado
e n el Diario Oficial de Chile, el 27 de m arzo de 1905.

25
La Punta del Iceberg

Gráfico 1
M etodología del análisis

Fuente: Gráfico e la b o rad o p o r los au to res del análisis.

ha sido posible elaborar un cuadro de análisis de escenarios futuros respecto


de la evolución del Estado plurinacional, de los que se derivan las principales
implicancias para la Defensa de Chile (ver Gráfico 1).

Para llevar a cabo el presente trabajo los autores realizan una exhaustiva
revisión bibliográfica y posterior análisis docum ental, tam bién varias
entrevistas abiertas a académicos y especialistas en materia de política exterior
de Chile y relaciones bilaterales con Bolivia, lo que se refleja en la primera
parte del libro. Con posterioridad, el grupo de investigadores analiza e
interpreta los datos obtenidos para contrastarlos finalmente con académicos
e investigadores expertos en la materia.
El producto de la investigación se encuentra plasmado en el libro que
usted tiene en sus manos. El texto contiene once capítulos independientes
que conforman un estudio multidimensional y una sección de análisis. Se
ha querido poner la mayor cantidad de información a disposición del lector
en forma sistematizada, a modo de exponer claramente los fundamentos del
análisis realizado. De acuerdo con la estructura del contenido, es posible
hacer una lectura secuencial de todo el material, o revisar partes en forma
específica.
El prim er capítulo presenta la dimensión geográfica de Bolivia, en
el que se sostiene que el país cuenta con una posición geopolítica clave
dentro del continente, así como una gran diversidad y potencial de recursos
naturales que, de existir la adecuada infraestructura interna, podría incidir
considerable y sostenidamente en el desarrollo.
El segundo aborda la dimensión histórica, dando cuenta de los procesos
de inestabilidad política, económica y social experimentados en Bolivia antes
de la llegada del presidente Evo Morales. La información proporcionada en
este apartado permite com prender los fundamentos y demandas históricas
desde donde se construye el Estado plurinacional.
El tercero da cuenta de la dimensión política interna de Bolivia. Aquí se
explica cómo el gobierno de Evo Morales ha sido capaz de crear un proyecto

26
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

político-institucional de carácter refundacional, que sintetiza las demandas


del pueblo, tradicionalmente excluido, y busca responder a ellas.
En el cuarto capítulo se aborda la dimensión económica de Bolivia,
la que entrega los antecedentes necesarios para conocer las claves de la
reestructuración económica llevada a cabo por Morales, su impacto en el
crecimiento económico y los desafíos pendientes.
El quinto da cuenta de la dimensión social en la que se explican los
cambios en la estructura social interna de Bolivia a partir del ascenso de Evo
Morales al poder; en este sentido, se destaca la disminución de la pobreza y
el aum ento en la participación política de grupos históricamente excluidos
como los campesinos interculturales y los indígenas.
En el sexto capítulo se aborda la dimensión de la defensa, en el que
destaca la reestructuración del sector a partir de una política que busca
fortalecer la Defensa y la generación de capacidades para apoyar el desarrollo
integral del país.
El séptimo capítulo describe la dimensión de las relaciones exteriores, en
el que se expone principalmente los cambios ocurridos en sus vínculos con
los países del ALBA y de la región, así como su relación con China e Irán.
Especial dedicación se ha puesto en abordar las características e implicancias
de la relación con Chile en tom o a la demanda marítima interpuesta por
Bolivia en La Haya.
En el octavo capítulo se detalla la dimensión de la relación trilateral entre
Chile, Bolivia y Perú, a modo de ofrecer una visión integral que permita
com prender los antecedentes históricos del conflicto territorial entre los
países vecinos. Al respecto, se observa el rol fundamental que juega Perú en
la relación entre Bolivia y Chile en torno a la aspiración marítima.
Posteriormente, el noveno capítulo realiza un análisis a partir de la
distinción de divisores y conectores presentes en el conflicto, la identificación
de los actores involucrados, y las tendencias que subyacen en su dinámica.
El décimo capítulo presenta un cuadro de análisis donde se estudia
la situación actual y se presentan tres escenarios plausibles relativos a la
evolución del Estado plurinacional boliviano y sus respectivas ventanas de
oportunidad y vulnerabilidad respecto de las relaciones con Chile.
En el undécimo capítulo se efectúa una mirada más focalizada en tom o
a las implicancias que los escenarios identificados pueden generar en la
seguridad y defensa de Chile, observando específicamente las oportunidades
para aportar desde este ámbito en tom o a la resolución del conflicto que
plantea Bolivia.
Los editores
Abril, 2015.

27
La Punta del Iceberg
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Primera parte
Estudio
M ultidim ensional

29
La Punta del Iceberg
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Ca p ít u l o i
D im e n s ió n G e o g r á f ic a

Bolivia: Potencial Geográfico en el


Corazón del Continente
Marjorie Gallardo

Bolivia es un país de contrastes. Su territorio integra diversas zonas


naturales; por el Oeste se encuentra el paisaje altiplánico, mientras que por
el Este, las llanuras amazónicas. En su extensión, diversos tipos de climas
configuran una gran biodiversidad y, además, presenta un considerable
potencial de recursos naturales.
La situación geográfica de Bolivia está marcada por dos aspectos de
suma importancia: en prim er lugar, las relaciones diplomáticas con sus
vecinos constituyen un factor vital para su economía, dada su condición
de país mediterráneo. En segundo lugar se encuentra en una posición
central dentro del continente, lo cual abre a la posibilidad de que el país
se convierta en un nodo clave para la interconexión e integración del
territorio sudamericano; sin embargo, el retraso en concretar proyectos
de conectividad interna ha sido una de las dificultades que ha impedido
aprovechar esta oportunidad para potenciar el desarrollo del país.
En esta sección se exponen los antecedentes geográficos que perm iten
al lector com prender que el desarrollo de Bolivia se encuentra relacionado
con aprovechar adecuadamente tanto los recursos naturales claves que posee
como la potencialidad que presenta la posición geopolítica de su territorio.

Antecedentes generales del país

La República de Bolivia se ubica en la zona central de América del


Sur, entre los 9o y 22° de Latitud Sur y entre 57° y 69° de Longitud O este 11

14 D e a c u e rd o a distintas fuentes, hay u n a variación d e e n tre 2 ’ y 6 ’ e n los d istintos grados


d e la ubicación absoluta del país.

31
La Punta del Iceberg

. Limita al Norte y al Este con Brasil, al Sur con Argentina, al Sureste


con Paraguay, al Oeste con Perú y al Suroeste con Chile. Sus fronteras
se extienden por 6.940 km, el límite con Argentina se extiende 832 km;
con Brasil, 3.423 km; con Paraguay, 750 km; con Perú, 1.075 km y con
Chile, 860 km.
Bolivia cuenta con una superficie de 1.098.581 km2. A partir de los
datos del Censo del 2012, el Instituto Nacional de Estadísticas de Bolivia
estima que la población total del país es de 11.410.654 habitantes en el
2015 (INE_c/sin fecha). Administrativamente el territorio se encuentra
organizado en nueve departam entos (Beni, Chuquisaca, Cochabamba, La
Paz, O ruro, Pando, Potosí, Santa Cruz, Tarija), que a su vez se dividen en
112 provincias y éstas en 339 municipios y territorios indígena originario
campesinos.
Gráfico 2
División político-administrativa de Bolivia
BRASIL

PERÚ

PARAGUAY

CHILE

ARGENTINA

Fuente: M apa n o oficial e la b o rad o p o r la a u to ra d el estudio.

Constitucionalmente la capital de Bolivia se encuentra en la ciudad


de Sucre; sin embargo, desde el punto de vista administrativo se emplaza
en La Paz.
Como prim er rasgo que indica la diversidad que existe en el país, la
Constitución Política reconoce con carácter oficial en su artículo 5° el
idioma castellano y 36 dialectos nativos.

32
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Zonas naturales de Bolivia


Gráfico 3
Zonas naturales de Bolivia

F u en te: M apa n o oficial elaborado p o r la a u to ra d e l estudio.

Bolivia cuenta con u n a gran diversidad geográfica, clim ática 15 y


vegetacional16, distribuida en tres grandes zonas naturales. En el Oeste se
encuentra la zona andina, que tiene una extensión de 307.000 km 2 y se
alza sobre los 3.000 msnm entre dos grandes ramales de la Cordillera de
los Andes, la Cordillera Oriental (o Real) y la Cordillera Occidental (o de
la Costa). Debido a la altitud del relieve y las condiciones del mismo esta
es una zona árida, que presenta las tem peraturas más bajas del país. Entre
la Cordillera Oriental y la Occidental se despliega la extensa altiplanicie
en donde se sitúan los departam entos de Oruro, La Paz y Potosí. La zona
15 El clim a varía d e acu erd o a la altitud, oscila d esd e h ú m e d o y tropical e n el secto r d e los
llanos, al frío p o la r e n los altos d e la cordillera. E n este se n tid o la variación d e preci­
p itacio n es es considerable, así com o la d e las tem peraturas. S egún la inform ación que
p ro p o rc io n a el Instituto N acional de Estadísticas d e Bolivia (IN K ), el a ñ o 2011, los 2.839
m m d e lluvia e n la localidad de R urren ab aq u e (D e p arta m e n to d e B eni) c o n tra stan con
los 484m m d e lluvia caídos e n C ochabam ba. E n c u an to a las tem p eratu ras, la m áxim a de
38,20 °C registrada e n 2011 e n V illam ontes (D e p arta m e n to d e T anja) c o n trasta con la
m áxim a d e 18,06 "C e n El Alto. E n el m ism o a ñ o , la m ínim a ex trem a d e -5,32 °C regis­
tra d a e n O ru ro contrasta con la m ínim a “e x tre m a ” d e 17,51 “C reg istrad a e n R iberalta
e n e l B eni.
16 L a vegetación se e n cu e n tra directam en te rela cio n a d a c o n las características clim áticas
e h idrográficas del territorio. E n Bolivia existe u n a g ran v ariedad de ecosistem as, e n su
m ayoría la vegetación es endém ica. D ebido a las condiciones d el relieve, existen g randes
área s q u e se m an tien e n inalteradas p o r la acción h u m an a.
17 S egún estim aciones del 2011, el sector m in ero , incluyendo m etales e h id ro ca rb u ro s
re p re se n ta el 15,5% del total d el P1B d e Bolivia, con a lre d e d o r d e US$3,7 m il m illones
(A nderson, 2013: 3.1).

33
La Punta del Iceberg

es rica en recursos naturales minerales17, en el departam ento de Oruro


se explota plata, zinc, estaño y oro. Según datos del 2011, la producción
de plata es la más significativa, con US$ 1.370 millones, seguida por
zinc (US$ 937 m illones), estaño (US$ 520 millones) y oro (US$ 329
millones) (Anderson, 2013: 3.1). Además de los minerales mencionados, el
departam ento de Potosí cuenta con las principales reservas m undiales de
litio en los salares de Coi pasa y Uyuni, que se estima sería un recurso clave
para m antener el desarrollo económico actual de Bolivia. Actualmente el
gobierno desarrolla un proceso para incentivar la inversión y el desarrollo
de capital hum ano en esta área, que se extiende al 2025.
También en esta zona se cultiva la quinua y se crían camélidos. Por
lo demás, en la región oriental del departam ento de La Paz comienzan
a aparecer los yungas (quebradas con vegetación selvática de m ontaña),
donde se cultiva cacao, café y hojas de coca.
La segunda zona natural es la subandina, un área interm edia entre el
altiplano y la llanura oriental que alcanza hasta los 3.000 msnm. Aquí se
despliegan principalmente valles y yungas con un clima templado a cálido.
Administrativamente se emplazan los departam entos de Cochabamba,
Chuquisaca y Tarija. En estos departam entos se aprovecha el suelo para el
cultivo de cereales, tubérculos, hortalizas, vides y árboles frutales (plátano,
cacao, café). También se lleva a cabo la extracción de hidrocarburos,
particularm ente en los departam entos de Cochabamba y Tarija, donde
las reservas probadas de gas alcanzarían para cubrir los requerim ientos
del m ercado interno y de exportación hasta el 202.5 (Agencias, 2014 y
Paredes, 2014_b18.
La tercera zona natural corresponde a los llanos orientales, que abarca
el 60% del territorio nacional y presenta una altitud que no supera los
500 msnm. Se encuentra asociada con las cuencas de los ríos Amazonas
y de la Plata, por lo que presenta abundantes precipitaciones19, un clima
cálido tropical y con una diversa flora y fauna. En esta zona se emplazan
principalm ente los departam entos de Pando, Santa Cruz y Beni. Aquí se
concentra la mayor extensión de áreas protegidas y parques nacionales;
sin embargo, se ha comenzado a invertir de m anera precaria aún, en
silvicultura en detrim ento de las poblaciones indígenas amazónicas. En el

18 E stim aciones realizadas p o r la consultora canadiense GLJ P e tro le u m C onsultants. Las


reservas certificadas de gas e n Bolivia sum an 10,45 TCF al 31 de diciem b re d e 2013. Ver
D im ensión E conóm ica.
19 Según M attos y C respo (2000: 8 ), p o r las características de estas cuencas, la aplicación
de g ran d es proyectos de g e n era ció n de e n erg ía eléctrica, lo g raría la re g u la c ió n de
los caudales e n las zonas con p otenciales agropecuarios, re d u c ie n d o los niveles de
in u n d ació n perm itien d o c o n ta r con las bases para un desarrollo sostenible a largo plazo.

34
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

departam ento de Santa Cruz se concentra también la mayor explotación


de p ro d u c to s agrícolas, destacan los cultivos de soya, alm endras,
castañas, yuca, caña de azúcar, algodón, arroz, maíz y trigo. Ju n to con el
departam ento del Beni, desarrollan también producción ganadera vacuna.

Gráfico 4
Sistema hidrográfico de Bolivia

E l sistema hidrográfico de Bolivia

El sistema hidrográfico de Bolivia com prende tres grandes cuencas: las


exorreicas del Amazonas y del río de la Plata, y la endorreica del Altiplano.
Geopolíticamente la cuenca más importante es la del río Amazonas, ya que
se emplaza en la zona centro norte del país y com prende una extensión
aproxim ada de 724.000 km2, lo que equivale al 65,9% del territorio
nacional. Destacan los ríos Madera, M adre de Dios, M amoré y Beni, que
tienen como característica ser caudalosos, lentos y meándricos, y perm iten
una comunicación fluvial con Brasil.
Por su parte, la cuenca del río de la Plata se extiende en el sector centro
sur y extrem o oriental del territorio. Ocupa una superficie de 229.500 km2
aproxim adam ente, en ella destacan los ríos de Paraguay, Pilcomayo y el
Bermejo, estos son menos caudalosos que los de la cuenca del Amazonas,
sin embargo permiten una interconexión directa con Argentina y Paraguay.

35
La Punía del Iceberg

En el Altiplano se emplaza la única cuenca endorreica central o lacustre


de Bolivia. Tiene una superficie de 154.176 km 2y se extiende desde el lago
Titicaca en el norte, hasta el extremo sur, a lo largo de la frontera con
Chile, abarcando parte de los departamentos de La Paz, O ruro y Potosí. El
territorio alberga ríos (Desaguadero, Silala y Lauca)20, im portantes lagos
(Titicaca, Poopó, Coipasa y Uru Uru), lagunas de agua dulce y salada
(Kalina y La Colorada, respectivamente) y salares (Uyuni y Coipasa).
En síntesis, la disponibilidad de agua se encuentra muy restringida
sobre todo en las cuencas del Río de la Plata y en la Endorreica. Ello
presenta un grave problem a que limita el desarrollo agrícola en los
departam entos más poblados de Bolivia.

Interconectividad, física

C om o ha sid o m e n c io n a d o a n te r io r m e n te , e n c u a n to a la
interconectividad física destaca la posición geográfica de Bolivia en
el continente, que le perm ite aspirar a convertirse en un p u n to de
articulación geográfica regional. En palabras del Ministerio de Defensa
de Bolivia (2004: 48) “esta ubicación central convierte al Estado boliviano
en el pivote generador de la integración regional”. Ahora bien, lo anterior
supone la concreción de proyectos de infraestructura física, sea p o r la
habilitación de rutas camineras, sistema de ferrocarriles, vías lacustres,
fluviales y aéreas que aún no están del todo desarrolladas; específicamente,
por m edio de las rutas camineras del C orredor Bioceánico que vinculan a
Brasil con los países de la vertiente occidental del Cono Sur y en el ámbito
internacional a los países latinoamericanos con el Asia-Pacífico.
En términos geopolíticos, el corredor es de suma relevancia para el
desarrollo económico del país; sin embargo, el Estado no ha realizado los
esfuerzos suficientes para consolidar la obra, aún falta definir aspectos
administrativos, comerciales, aduaneros y logísticos relevantes81. Aunque
en la actualidad existe una extensa infraestructura de carreteras que se
emplazan principalm ente en el sector centro-sur, las que perm iten la
interconexión de los territorios a nivel nacional, aún hace falta m ejorar

20 Es im p o rta n te d e stac ar q u e estos río s tie n e n p o co cau d al y a lg u n o s d e ellos son


transfronterizos, tales com o el L auca y Silala, cursos de agua co m p artid o s c o n C hile,
c o n los cuales h a n existido divergencias respecto de la adm inistración de los recursos
hídricos.
21 M ás in fo rm a c ió n s o b re las fa le n c ia s d e l C o rre d o r B io c e á n ic o y la p e rs p e c tiv a
d e B ra s il a l r e s p e c to e n h t t p : / / w w w . m u n d o m a r i t i m o . c l / n o t i c i a s /
en-brasil-senalan-que-corredor-bioccanico-aun-no-es-apto-para-transporte-de-cargas

36
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

la conectividad. De hecho, el 63% de los caminos es de tierra (CEPAL,


2012_b: 18).
Al respecto, es im portante destacar los esfuerzos realizados por los
países vecinos para dar vida al Corredor Este-Oeste, que conecta el puerto
de Santos en Brasil con los de Arica e Iquique en Chile, pasando por
territorio boliviano. En este contexto, po r ejemplo, el gobierno chileno
construyó el camino que une la localidad de Colchane (paso fronterizo
Colchane-Pisiga) con Huara, el que interconecta directam ente con la ruta
Panamericana; asimismo, ha realizado mejoras en la vía que une la ciudad
de Arica con la localidad boliviana de Tambo Quem ado (paso fronterizo
Chungará-Tambo Quem ado). Ambas rutas han sido pavimentadas en
la últim a década. Sin duda, el desarrollo vial planificado beneficia
directam ente la interconexión del territorio nacional con la región; no
obstante, facilita aún más el acceso de Bolivia al Océano Pacífico.
Como consecuencia, el Corredor Bioceánico boliviano está quedando
rezagado, por lo que los países de la región han comenzado a desarrollar
rutas alternativas para salir al Pacífico, como la proyección del C orredor
Ferroviario Bioceánico Central que conectará el puerto de Santos (Brasil)
con el de lio (Perú), y el del Aconcagua, que conecta Buenos Aires con
Valparaíso. Sin embargo, en este punto es necesario precisar que en el
Presupuesto General del Estado consolidado 2013, el 40% de la inversión
departam ental en Bolivia se asigna al sector transportes, que incluye
caminos y otros (Martínez, 2013: 9).
El transporte fluvial se concentra en los ríos de la vertiente Este del
país. Destacan tres hidrovías principales: Ichilo-Mamoré ubicada en la
cuenca del Amazonas, que conecta el territorio de Sur a Norte y presenta
el mayor movimiento de carga a nivel nacional. El eje Beni-Madre de
D ios-O rthon, que une gran parte del territorio y vincula al país con
Brasil. Por último, el acceso más directo hacia el Océano Atlántico po r la
hidrovía Paraguay-Paraná, ubicada en la cuenca del río de la Plata y que
interconecta a Bolivia con Paraguay, Brasil y Argentina, que conforma uno
de los mayores sistemas navegables del planeta.
En el río Paraguay, Bolivia cuenta con cuatro puertos propios que le
garantizan acceso libre y soberano al Océano Atlántico. Los únicos que
se utilizan en la actualidad son Puerto Aguirre y Puerto Gravetal, ambos
con una capacidad reducida de manejo de carga22. Desde 1988 Puerto
Aguirre funciona como el principal em barcadero para exportar hacia
22 Téngase com o referencia que d e am bos pu erto s, P u e rto A guirre es el m ás utilizado.
S egún datos d e C entral A guirre, desde el 2003 q u e el p u e rto a tie n d e e n p ro m ed io u nas
600 m il toneladas de carga anual, de ellas 500 m il c o rre sp o n d e n a exportaciones. Ver:
h ttp://vvw w .puert 0aguirre.c 0 m /estad isticas.p h p #

37
La Punta del Iceberg

el Océano Atlántico los productos de la zona oriente del país, en 1991


el gobierno boliviano le otorga la concesión de zona franca comercial
por 40 años, lo que beneficia enorm em ente a la región. Puerto Suárez,
relevante a principios del siglo XX, hoy se encuentra en desuso debido
a la interrupción definitiva del flujo de agua que ingresaba por el canal
Tuyuyú y que perm itía a las embarcaciones llegar hasta allí. Finalm ente,
puerto Busch, territorio obtenido gracias a la sangre derram ada en la
Guerra del Chaco, constituye la salida soberana al Océano Atlántico más
expedita para Bolivia. Debido al difícil acceso terrestre a la zona donde se
encuentra emplazado y la falta de inversión, Puerto Busch sé ha m antenido
en el olvido por m ucho tiempo. El gobierno boliviano consciente de su
importancia estratégica ha anunciado la licitación de las obras para mejorar
el acceso a través de la ferrovía Motacucito-Mutún-Puerto Busch, y de esta
forma aprovechar y potenciar el embarcadero. De esta m anera se busca
soslayar el problema del aislamiento geográfico de una de las zonas más
productivas del país.
A lo largo del siglo XX Bolivia ha suscrito convenios con sus países
vecinos para transportar sus productos por los puertos extranjeros en el
Océano Pacífico y AÜántico. Por el Tratado de 1904 Chile le concede libre
tránsito, almacenaje y derecho a instalación de aduanas en los puertos dé
Arica y Antofagasta, así como conectividad terrestre a través del ferrocarril
Arica-La Paz. En 1938 firma con Paraguay el Tratado de Paz, Amistad y
Límites que pone fin a la Guerra del Chaco y le proporciona líbre tránsito
de sus productos e instalación de infraestructura de almacenaje y aduana en
los puertos Casado y Villeta. Posteriormente, en 1969 Argentina le otorga
una zona franca en el puerto de Rosario, la que Bolivia m antiene en desuso
desde 1988. Gradas a los Convenios de lio firmados en 1992 y, precisados
en su Protocolo Complem entario en el 201023, Bolivia usufructúa de las
áreas de almacenamiento e infraestructura de los puertos peruanos de
lio y Matarani. A comienzos del nuevo siglo, Uruguay le concede acceso
a la zona franca de Nueva Palmira para el tráfico y alm acenam iento de
sus productos, y anuncia el ofrecimiento de acceder al puerto de Aguas
Profundas. Detalles de estos acuerdos se abordan en el capítulo relativo
a la dimensión de las Relaciones Exteriores de Bolivia.
En la vertiente occidental el transporte fluvial se concentra en el lago
Titicaca y en el Puerto de Guaqui. Allí el eje ferrocarril-lago-ferrocarril
opera como un sistema que permite enlazar él territorio a nivel nacional

23 Es im p o rta n te m en c io n ar q u e a ú n falta la ratificación d e este in stru m e n to p o r p a rte d e l


C ongreso p eru an o . Ver el detalle d e los Convenios de lio e n D im ensión d e las R elaciones
Exteriores.

38
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

e internacional, que fom enta más bien el traslado de pasajeros que el de


carga.
En cuanto a la infraestructura aérea, Bolivia cuenta con 13 aeropuertos,
de ellos tres son internacionales: “ViruViru” situado en Santa Cruz; “Jorge
W ilsterm ann” ubicado en la ciudad de Cochabamba; y “El Alto” en la
ciudad de la Paz. Estas terminales aéreas se encuentran administradas
p o r la com pañía Servicios A eroportuarios Bolivianos S.A. (SABSA),
m ediante un contrato de concesión por 25 años, desde 1997. El resto de los
aeródrom os cuenta con la gestión de la estatal AASANA (Administración
de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea) (Urcullo,
G., Kapra, K. & Lazo Á, 2005: 6 ).

Síntesis

Bolivia presenta un gran potencial geográfico. En prim er lugar, posee


una diversidad orográfica, climática y vegetacional que le perm ite contar
con una amplia variedad de im portantes recursos naturales. Asimismo,
su territorio se encuentra localizado en el corazón de América del Sur,
ello presenta un gran potencial geopolítico a considerar, ya que de lograr
la infraestructura propia necesaria, Bolivia podría convertirse en un eje
articulador de la integración del continente.
Además, el problema geográfico de la m editerraneidad del país se
puede revertir generando estímulos a las inversiones que promuevan el
aprovecham iento de las instalaciones portuarias propias y el libre tránsito
hacia los puertos extranjeros. El fortalecim iento de Puerto Aguirre y la
concreción de los proyectos que existen paia usufructuar de forma efectiva
el acceso soberano al Océano Atlántico por Puerto Busch perm itirán
desarrollar plenam ente el comercio de la zona oriental. Con lo anterior
se atenúa uno de los principales argum entos bolivianos para m antener
latente el conflicto con Chile, a saber, la m editerraneidad como supuesta
causa del subdesarrollo.
Considerando lo anterior, es im portante reflexionar en torno a las
implicancias geopolíticas que tiene la aspiración m arítima boliviana por
una salida soberana al Océano Pacífico, la que apuntaría a alcanzar la
condición de país bioceánico a costa de obtener acceso soberano por el
territoiio chileno.

39
La Punta del Iceberg

40
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

C a p ítu lo 2
D im e n s ió n H i s t ó r i c a

De la Emancipación Colonial al Estado Plurinacional


Boliviano (1825-2009)
Marjorie Gallardo

H asta el nacim iento del Estado Plurinacional de Bolivia, con la


prom ulgación de la nueva Constitución Polídca del 2009, la historia del
país se caracteriza por recurrentes periodos de inestabilidad política, con
constantes intervenciones de caudillos y militares, una economía vulnerable
y dependiente del exterior y una notable ausencia de cohesión social. De
allí la importancia de comprender la relevancia del proyecto del presidente
Evo Morales, el que busca term inar con aquellas problemáticas históricas
p o r m edio de la refundación institucional del país, la “descolonización”
de la econom ía y creación de una identidad nacional. A continuación se
exponen los principales antecedentes históricos que perm iten apreciar
en perspectiva la trascendencia de este proceso.
Durante el periodo colonial, Bolivia se reconoce bajo el nom bre de
Alto Perú. En un comienzo el territorio es considerado parte del extinto
Virreinato del Perú; no obstante, con la creación del Virreinato del Río de
la Plata, en 1776, pasa a form ar parte de esta nueva administración bsyo
la denom inación de Real Audiencia de Charcas24.
La Independencia del Alto Perú es un proceso que se inicia con
los prim eros movimientos juntistas en 1808. En este periodo destaca el
surgim iento de grupos guerrilleros locales denom inados republiquetas,
los que son liderados por caudillos e integrados principalm ente po r
indígenas, mestizos y criollos. Autores como David Bushnell (1991) no dan
24 Este cam bio adm inistrativo en la configuración d e l territo rio colonial constituye u n
traspaso estratégico ligado a la explotación d e las m inas d e p lata e n Potosí; el q ue, luego
d e la im plem en tació n de las Reform as B orbónicas, p e rm ite u n tran sp o rte m ás expedito
d e l m in e ra l a través d e los sisteiuas hidrográficos q u e confluyen e n el río d e la Plata.

41
La Punta del Iceberg

mayor importancia a este fenómeno, es más, indican que ellos recién cobran
protagonismo luego que las tropas argentinas deciden combatir en otros
puntos del continente; por tanto, su accionar no tiene un valor en sí mismo,
ya que constituye apenas una anécdota entre la intervención libertadora
argentina y la peruana. Por lo demás, autores como José Luis Roca (2007)
plantean una visión más integradora. Para él, la acción de estos movimientos
guerrilleros ocurre de manera paralela a la acción del ejército argentino en el
Alto Perú; a sujuicio, la diferencia entre ambos tipos de organizaciones radica
en sus objetivos, en este sentido, las republiquetas buscan “desembarazarse de
la opresión colonial qiié se expresaba en mita, alcabala, aduanas, repartos y,
en general, la prepotencia y abuso de los españoles contra indígenas, mestizos
y criollos” (Roca, 2007: 301). Esta última visión es la que recoge el Ministerio
de Defensa del Estado Plurinacional para reconocer en las republiquetas la
base a partir de la cual se conforma, posteriormente, el Ejército de Bolivia
(Ministerio de Defensa del Estado Plurinacional de Bolivia, 2012_a: 4).
La emancipación del territorio del Alto Perú se logra definitivamente
en 1825, sin embargo, la autonomía viene de la mano de varias notables
complicaciones para la sociedad local. Por un lado existe aún una presencia
de realistas simpatizantes al régimen español; por otro, la elite local se
encuentra ante tina encrucijada respectó de la forma de organización del
Estado. En este contexto, un grupo de criollos aboga por consolidar el
territorio bajo la estructura de una república independiente; no obstante,
debido al pasado colonial ligado a los virreinatos colindantes, otros grupos
consideran conveniente anexarse, ya sea a Perú o a Argentina25. Finalmente,
impera la prim era opción y nace la República de Bolívar, en honor al
Libertador26.
La recién fundada República de Bolívar no tenía salida al mar. Siguiendo
el principio de Uti Possidetis, el territorio de la naciente república peruana se
extiende hasta el paralelo 25°, el denominado departamento de Arequipa
comprendía las actuales regiones chilenas de Arica y Parinacota, Tarapacá
y Antofagasta27. No obstante, la aspiración de Simón Bolívar de darle

25 Ver B ushnell, D. (1991) “La In d e p en d e n cia de A m érica del Sur E spañola”. En: B ethell,
Leslie (ed) Historia de América Latina, vol.5, La Independencia. B arcelona: E ditorial C rítica,
pp: 75-123.
26 P o sterio rm en te, el n o m b re deriva e n R epública de Bolivia.
27 Es im p o rta n te destacar que la C onstitución Política de la R epública d e P e rú d el año
1823 señala en su artículo 6 ° q u e “El C ongreso fijará los lím ites d e la R epública, de
inteligencia con los Estados lim ítrofes, verificada la total in d ep e n d en c ia d el A lto y Bajo
P e n i”, p ó sté n ó rm é rité lá versión de 1826 ¡írecisá fen sü artículo 3° q u é “El T erritorio'
d e la R epública P e ru a n a c o m p re n d e los dep artam en to s d e La L ibertad, J u n ín , Liina,
A requipa, Cuzco, Ayacucho y P u n o ”. C onstituciones disponibles el 7 d e abril en: h t t p : / /
w w w .leyes.congreso.gob.pe/constituciones.htm l

42
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

un puerto a la nueva República de Bolívar se concretiza con la orden


de Sucre de crear un puerto en la localidad de chilena de Cobija, al que
denom inan La Mar. Esta arbitraria acción contradice el principio de Uti
Possidetis convenido entre los Estados. Más aún, la prim era Constitución
Política de la República Boliviana, prom ulgada en 1826, no incluye dicha
determ inación y expresa en su artículo 3o que “El territorio de la República
Boliviana com prende los departam entos de Potosí, Chuquisaca, La Paz,
Santa Cruz, Cochabamba y O ruro”28, todos ellos ubicados al Este de la
Cordillera de los Andes. Siguiendo el m encionado principio de límites,
en 1842 el gobierno del presidente Manuel Bulnes establece que el límite
norte de Chile es el río Loa, ejerciendo soberanía en la zona. El hecho no
fue bien recibido por el gobierno boliviano. La diferencia se resuelve con
la firma del Tratado de Límites de 1866 y con modificaciones posteriores
en el Tratado de 1874 en el que se fija el límite norte de Chile con Bolivia.
Durante el siglo XIX se realizan infructuosos esfuerzos por consolidar
la organización estatal. Sin embargo, una de las mayores dificultades
para lograrlo se encuentra en la elite, cuyo “enfrentam iento político
adquirió un revestim iento regional (...) porque no hubo en Bolivia
u n Estado suficientem ente fuerte com o para absorber a las partes;
pero las partes tampoco han sido lo bastantem ente sólidas como para
em pujar la construcción de un gobierno federal” (Barragán, 2009: 40-
41). Esta situación, que se perpetúa hasta la prim era m itad del siglo
XX, da paso a procesos de desorganización (1828-1829); em ergencia
de proyectos hegemónicos, como el de la Confederación Perú-Boliviana
(1836-1839); guerra entre Perú y Bolivia (1841-1842); golpes de Estado,
g o b iern o s m ilitares y de facto29(1839-1879); así com o un perio d o
republicano caracterizado po r tres guerras con sus países vecinos y una
gran inestabilidad de los gobiernos de turno (1879-195230. En razón de
lo anterior, Araya y Soux (2008: 46) concluyen que uno de los motivos
que explica la dificultad que ha enfrentado Bolivia31 para consolidar la
organización de un Estado-Nación estable es la existencia de “tensiones
28 C o n s titu c ió n P o lític a d e l E stad o d e 1826. D isp o n ib le el 7 de a b ril e n : h t t p : / /
com isiondeconstitucion2002-2003.aw ardspace .c o ra /c p e h is to ria / c p e_ l 826.htm
29 Es im p o rta n te resaltar que, a diferencia d e la cree n cia establecida de que los caudillos
y g o b iern o s m ilitares de facto q u e gobiern an Bolivia d u ra n te el siglo XIX p ro d u c e n u n
e fe c to c o n tra p ro d u c e n te p a ra la estabilidad p o lítica y eco n ó m ica del país, el histo riad o r
Jo sé Luis Roca (basado e n la tesis expuesta p o r V. P eralta Ruiz y M. Iru ro zq u i V ictoriano
e n su libro Por la concordia, la fusión y el unitarismo. Estado y caudillismo en Bolivia, 1825-
1880) enfatiza que estos caudillos “se e m p e ñ a ro n e n preservar la estatalidad, m odernizar
el a p a ra to institucional del país y, en general, d e sc u b rir m ejores rum bos p a ra el E stado”
(Roca, 2005: 21).
30 D u ra n te este período, m ás de 30 p resid en tes o c u p an el cargo ejecutivo en Bolivia.
31 Y e n c ie rta m edida P erú tam bién.

43
La Punta del Iceberg

entre el particularismo de la identidad nacional y las aspiraciones de


reconstruir apelando simultáneamente a la tradición y a otra legitimidad,
lo que fueron alguna vez espacios virreinales”. Sin duda que estas tensiones
se evidencian aún más con la pérdida de los ingresos estatales por concepto
de explotación m inera en Potosí32.
Gráfico 5
Territorios perdidos por Bolivia en las guerras con sus países vecinos

Cedido á Brasil
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F uente: M apa n o oficial p re p ara d o p o r la autora tlel estudio.

Como se menciona anteriormente, en la transición del siglo XIX al XX


Bolivia enfrenta a sus vecinos en tres cruentas guerras. En 1879 lucha en la
Guerra del Pacífico en alianza con Perú en contra de Chile, de la que se retira
en 1880 dejando a Perú a su suerte (país que es derrotado en 1883). Luego,
entre 1899 y 1903 encara a Brasil en la Guerra del Acre. Por último, entre
1932 y 1935, combate a Paraguay en la Guerra del Chaco. En las tres guerras
el Estado boliviano es derrotado; como consecuencia, pierde considerables

32 C o n la I n d e p e n d e n c ia , se d e sa rtic u la el a n tig u o sistem a d e e x tr a c c ió n m in e r a


desarrollado p o r los españoles d u ra n te la Colonia, la explotación m in e ra decae p o r la
falta de inversión e infraestru ctu ra del nuevo E stado boliviano, lo cual afecta gravem ente
a la econom ía nacional.

44
L a aspiración marítima boliviana y su s implicancias en la seguridad y defensa de Chile

extensiones de territorio que definen su frontera actual. A pesar de lo


anterior, desde la perspectiva boliviana, solo quedarían temas pendientes
con Chile, debido a la aparente pérdida de su “cualidad marítima”. Esta
noción recoge el sentimiento de pérdida que va más allá del territorio
propiamente tal, identificando a Chile como el usurpador; lo que da sustento
a la noción de reivindicación histórica. Sin embargo, al ceder libremente
el territorio en cuestión en el Tratado de 1904, Bolivia obtiene en forma de
compensación acceso libre y útil al sistema portuario de Chile. Además, tal
como se demuestra en la Dimensión Geográfica, Bolivia efectivamente tiene
acceso al Océano Atlántico por Puerto Aguirre.
Ahora bien, en términos internos, las consecuencias de la Guerra del
Chaco son las más trascendentales para Bolivia. Esta conflagración implica
un punto de inflexión, una coyuntura política, económica y social, cuyas
huellas pavimentan el camino hacia la Revolución del 52. De acuerdo con
lo que plantea Klein (1992: 231), “la Guerra del Chaco destruyó de hecho
el sistema político existente en Bolivia desde 1880. Con el fin de la guerra se
produjo tanto el colapso del gobierno civil como el de los partidos políticas
tradicionales”. En otras palabras, el conflicto armado produce un sentimiento
de descontento generalizado en los grupos sociales que históricamente
habían sido excluidos (indígenas, campesinos, obreros, mineros y clases
medias) tanto de la participación política como de los beneficios económicos
y sociales; luego, con la influencia externa de ideologías de extrema derecha e
izquierda estos grupos comienzan a manifestarse y a exigir la implementación
de reformas que aseguren una mayor igualdad en la distribución de las
tierras, de las riquezas, en la explotación de recursos naturales y en una real
inclusión política y social.
Las demandas populares son canalizadas por un nuevo partido político
que emerge en la década de 1940 bajo el nombre de Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR), que ejerce una marcada influencia en la política
nacional durante las siguientes dos décadas33. Bajo los gobiernos de Víctor Paz
Estenssoro, el MNR logra implementar importantes reformas; no obstante,
estas no son lo suficientemente profundas para cambiar la estructura social,

33 Este p a rtid o político se m an tien e d u ra n te to d o el siglo XX y lleva a la presid en cia a


V íctor Paz E stenssoro y H e rn á n Siles Zuazo, d u ra n te la d écada d e los 50’; y a W alter
G uevara A rze, Lydia G ueiler y G onzalo Sánchez d e L ozada, e n tre los años 1985-1989;
1993-1997; y 2002-2003, respectivam ente.

45
La Punta del Iceberg

económica y poli tica imperante54. Finalmente, en 1964 su segundo gobierno


es derrocado por una Junta Militar liderada por el general Barrientos.
A diferencia dé los gobiernos militares y caudillos dél siglo XIX, los
militares que gobiernan entre 1964 y 1982 tienen como objetivo central
llevar a cabo las reformas socioeconómicas que han quedado inconclusas
y que representan las demandas sociaies que se arrastran desde inicios
del siglo XX. Es por ello que el gobierno establece estrechos lazos con
el sector campesino, sobre todo en la prim era década. Aprovechando la
bonanza económica producida por el alto precio del estaño y los préstamos
internacionales, el gobierno busca fortalecer el Estado, pero m antiene el
patrón de economía de enclave altamente dependiente del exterior y con
mínima inversión interna.
Como un intento de diversificar y desarrollar la economía, el gobierno
potencia el sector silvoagropecuario, fomentando el establecimiento de
grandes estancias en el sector de los llanos amazónicos. A nivel externo,
esta política le perm ite acercarse más a los países vecinos de la vertiente
oriental del continente con objeto de facilitarla exportación de los recursos
por los ríos y carreteras. Sin embargo, a nivel interno, esta política genera
un peijuicio hacia las comunidades indígenas del sector, las que sostienen
qUé sé ha desarrollado uii cíOlonialistíio iiltéfttó en él tjtte él Estado abusa
de ellas55.
En los últimos años de la década de 1970 la economía boliviana se ve
particularm ente afectada por las fluctuaciones del m ercado internacional,
lo que produce inestabilidad social y política. La crisis de inicios de los 80

34 E n tre d e las reform as m ás cuestionadas destaca el establecim iento del voto universal
a través d el cual se re co n o c en los derechos políticos de las m ujeres e indígenas; sin
em bargo, la m edida es co ncebida bajo un paradigm a hom o g en izad o r desde la elite g o ­
b e rn a n te y n o c o n tem p la el sistem a d e organización política de los p u e b lo s indígenas.
P o r tan to , e n la p ráctica, se m an tien e la exclusión a este g ru p o social.
La m ism a situación se observa con la p rom ulgación de u n a reform a educativa q u e p re ­
ten d e im p le m e n tar la educación gratuita y obligatoria p a ra todos los sectores del país;
n o obstante, es diseñada bajo el m ism o paradigm a hom ogenizador, el cual n o c o n tem p la
la e n señ an za c o n sid e ra n d o la diversidad lingüística d e las etnlas.
P o r o tra p arte, la refo rm a agraria p re te n d ía elim inar el sistem a d e hacien d as q u e se
arrastrab a desdé la colonia e n los sectores dél áltijjlánó y los valles (á ltaih e ñ te poblados
y p o b re s); con el o bjeto de fo m en tar la ocupación d e los territorios vacíos d el o rie n te del
país. Sin em bargo, se facilita la e n tre g a de extensas p o rcio n es de te rre n o a latifundistas
p a ra que se convirtieran e n em presarios agro-forestales. Esta m edida no logra m ás que
p e rp e tu a r el tradicional sistem a de latifundio con u n a excesiva parcelación de las tierras,
y e m p o b re cie n d o a ú n m ás a indígenas y cam pesinos.
35 Es e n este con tex to e n que surge el M ovim iento In d io T úpac K atari (M ITKA), el cual
p ostula que el E stado d ebe c o n sid erar a las distintas naciones que lo in te g ra n y a cab ar
con la exclusión co n fo rm an d o u n E stado p lu rinacional y p luricultural.

46
L a aspirac ión marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

afecta notoriam ente a Bolivia debido a su total dependencia del exterior.


De nuevo la clase política es incapaz de responder a las reformas sociales
que dem anda la población y no logra controlar el vigoroso proceso de
movilización social que se rebela en contra de la corrupción y de las
medidas implementadas.
Con todo lo anterior se genera una transición política por m edio de
elecciones democráticas, dando paso a un nuevo y más complejo periodo
que se caracteriza por una gran inestabilidad expresada en gobiernos de
corta duración; solo basta considerar que entre el 2000 y el 2006 se suceden
cinco m andatos presidenciales. D urante este periodo se im plem entan
políticas económicas de privatización de empresas y recursos naturales, las
que aum entan la desigualdad y la concentración de las riquezas, generando
un increm ento del descontento social, sobre todo de sectores sindicales,
indígenas y urbanos36.
En este contexto, la llegada de Evo Morales al poder marca un antes
y un después en la historia de Bolivia. El actual m andatario, oriundo del
departam ento de O ruro (sector de Orinoca) y fundador del Movimiento
al Socialismo (MAS), asume el gobierno en el 2006 convirtiéndose en el
prim er indígena en alcanzar el cargo de Presidente. Es además el prim er
gobernante que asume en el país luego de ganar una elección en prim era
vuelta concitando un amplio apoyo social y político que le perm ite iniciar
una serie de reformas para reestructurar el Estado. Con su llegada al
po d er se rem ece la estructura política generando una crisis de partidos y
transform ando el escenario político. De acuerdo con Deheza (2007:44), el
triunfo de Morales “cambió por completo la correlación de fuerzas políticas
en Bolivia. La crisis partidaria afectó a los tres partidos más grandes que
dom inaron la escena desde 1982”, a saber, el partido Acción Democrática
Nacionalista (ADN), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y
el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), los que disminuyen su
protagonism o político mientras emergen nuevos partidos que representan
a trabajadores, campesinos e indígenas.

36 El m o d e lo ne o lib e ra l im p lan tad o p o r los go b iern o s d em ocráticos q u e rig en Bolivia


de sd e 1982 a 2005, abre la econom ía del país, h a cién d o la m ás d e p e n d ie n te d e l e x te rio r
y v u ln erab le a crisis económ icas. En este c o n te x to estallan dos relevantes conflictos
in te rn o s: el p rim e ro es la llam ada Guerra del Agua, que tiene lu g ar e n el a ñ o 2000 a raíz
del a n u n c io p o r p a rte d el g o bierno d e privatizar el ab astecim iento del agua m unicipal
e n la re g ió n de C ochabam ba, lo que im plica u n a u m e n to in discrim inado e n el precio
d e l servicio. El segundo conflicto se d e n o m in a com o la Guerra del Gas, q u e e n el 2003
en ca u sa e l d e sc o n te n to social acum ulado p o r las reform as n o logradas e n los g obiernos
a n te rio re s, ello a p a rtir del an u n cio d el g o b iern o d e Sánchez d e L ozada d e e x p o rta r el
gas boliviano a EE.UU y M éxico a través d e u n p u e rto chileno.

47
La Punta del Iceberg

Síntesis

La llegada de Evo Morales al poder y la creación del proyecto del Estado


plurinacional han m arcado un antes y un después en la historia de Bolivia*
Como se ha descrito en este capítulo, antes del 2006 el país se
caracteriza por una econom ía de enclave con alta d e p e n d en c ia de
inversión extranjera y una gran inequidad en la distribución de las tierras
y recursos naturales. En términos sociales, la élite criolla, heredera del
pasado colonial, m onopoliza el poder y ejerce una constante exclusión
iridígéná y de género, impidiendo la creación dé una ídéñtídád país eh
torno a un proyecto común. Además de eso, el Estado es débil en m antener
cohesionada a la población y ejercer soberanía en aquellos territorios
más alejados, lo que da lugar al surgimiento de caudillos que perpetúan
la inestabilidad política:
En este sentido, la creación del Estado Plurinacional m arca un hito
coyuntural en la historia de Bolivia. El gobierno de Morales logra identificar
aquellas problemáticas históricas que aquejan a la sociedad boliviana e
in ten ta dar respuesta a ellas m ediante un proyecto in te g rad o r que
pretende hacer partícipe a quienes han sido tradicionalm ente excluidos,
evidenciando por prim era vez en la historia de Bolivia la búsqueda por
consagrar el concepto de Estado-Nación.

48
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

C a p ítu lo 3
D im e n s ió n P o l í t i c a

El Camino Institucional a la Consolidación


del Estado-Nación
Cristián Faundes y Osvaldo Cerpa

Como se menciona en el capítulo anterior, el gobierno de Evo Morales


adopta u n carácter refundacional, que busca u n ir al país a partir de
la igualdad y respeto, según expresa la Constitución de 2009s7(Estado
Plurinacional de Bolivia, 2009: Preám bulo):

“A su m im o s el re to h istó ric o d e c o n s tru ir c o le c tiv a m e n te e l E sta d o U n ita rio


S o c ia l d e D e re c h o P lu rin a c io n a l C o m u n ita r io , q u e in te g r a y a r tic u la los
p r o p ó s ito s d e a v an z ar h a c ia u n a B olivia d e m o c rá tic a , p ro d u c tiv a , p o r ta d o r a
e in s p ir a d o ra d e la p a z, c o m p ro m e tid a c o n e l d e s a rro llo in te g ra l y c o n la
lib re d e te r m in a c ió n d e los p u e b lo s”.

En esta línea se identifican los siguientes elementos clave en el proyecto


de refundación del Estado boliviano: el proceso de inclusión política, social
y económ ica orientado a generar un sentido de pertenencia colectiva; la
refundación político-institucional; y la noción de reivindicación.
Es relevante considerar la complejidad que reviste la conformación
de Bolivia como un “Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional
Com unitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural,
descentralizado y con autonomías” (Estado Plurinacional de Bolivia, 2009:
Art. I o). El proceso de integración de la sociedad comienza asumiendo la
esencia misma del pueblo boliviano, en su carácter eminentem ente plural,
37 La A sam blea C onstituyente inicia funciones el 2006 en Sucre y a p ru e b a el texto en
d icie m b re de 2007 e n O ru ro . En e n ero d e 2009 u n re fe ré n d u m nacio n al ap ru eb a la
n ueva C onstitución y al m es siguiente la p ro m u lg a el P residente M orales d a n d o o rig en
al E stado P lurinacional de Bolivia.

49
La Punta del Iceberg

donde la misma idea de pluralidad opera como eje articulador: “Bolivia se


funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y
lingüístico, dentro dél procesó iritégrádor dél país” (Estado Plürinációñál dé
Bolivia, 2009: Art. 1°). Sin embargo, no deja de llamar la atención el contraste
entre lo anterior y el carácter unitario que le asigna la Constitución al Estado.
En ío concreto, la C onstitución de 2009 reconoce la existencia
de una multiplicidad de naciones, superando la asociación clásica del
constitucionalismo tradicional entendida como una única nación dentro
de un Estado. Al respecto, corresponde precisar que en el artículo 2° se
garantiza la libre determinación de las naciones y pueblos indígenas en el
marco de la unidad del Estado, “que consiste en su derecho a la autonomía,
al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la
consolidación de sus entidades territoriales, conforme a esta Constitución
y la ley” (Estado Plurinacional de Bolivia, 2009: Art. 2o). En este sentido, el
carácter plurinacional se remonta al dominio ancestral de los nativos respecto
de sus territorios y el respeto a esa presencia histórica. Esta misma idea se
refuerza en los artículos 30° al 32°, que consagran los derechos de los diversos
pueblos indígenas que componen la nación boliviana.
El nuevo Estado Plurinacional también pretende reformular el sistema
de gobierno boliviano. Eh el artículo 11 ° de la Constitución se precisa que
la república adopta un sistema de gobierno democrático participativo,
representativo y comunitario. El sistema es participativo, “por medio del
referendo, la iniciativa legislativa ciudadana, la revocatoria de mandato, la
asamblea¡ el cabildo y la consulta previa; Donde las asambleas y cabildos
tendrían carácter deliberativo...” (Estado Plurinacional de Bolivia, 2009:
A rt 11°). Es representativo, ya que se elige a los “representantes por voto
universal, directo y secreto...” (Estado Plurinacional de Bolivia, 2009: Art.
11°). Por último, el sistema se define también como comunitario, “por medio
de la elección, designación o nominación de autoridades y representantes
por normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena
originario cam pesinos...” (Estado Plurinacional de Bolivia, 2009: Art.
11°). A partir de lo anterior, queda explícita la intención de construir una
instítucionalidad flexible que permita integrar el complejo tejido político
de esta nación plural.
Asimismo, Bolivia establece una figura de a u to g o b iern o com o
ejercicio de la libre determinación de las naciones y pueblos indígenas,
según se detalla y explícita en los artículos 190° al 192° y 289° al 296°
(Estado Plurinacional de Bolivia, 2009). En un sentido más amplio, en la
Constitución Política se reconocen 4 tipos de autonomías, pero solo tres
cuentan con facultades legislativa, reglamentaria, fiscalizadora y ejecutiva: las

50
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

autonomías departamental, municipal e indígena38. Cada una con igual rango


constitucional. En específico en los artículos 289° a 296° se establece que el
gobierno de las autonomías indígenas originario campesinas “se ejercerá a
través de sus propias normas y formas de organización, con la denominación
que corresponda a cada pueblo, nación o comunidad, establecidas en sus
estatutos y en sujeción a la Constitución y la Ley” (Estado Plurinacional
de Bolivia, 2009: Art. 296°). La intención escrita tiene un refuerzo en la
estructura administrativa del Estado con la creación del Ministerio de
Autonomías, cuyo objetivo es orientar y consolidar el diseño autonómico en
el país, con la declarada intención de constituirse en un brazo articulador,
entre las políticas públicas autonómicas del Estado y el fomento gradual del
autogobierno39.
En relación con lo anterior, también es importante destacar la proyección
que las autonomías tienen en la definición de presupuestos, en particular
las gobernaciones departamentales40, cuyo principal ingreso proviene de
las regalías por explotación de recursos naturales. Fjemplo significativo es
Tarija, que tiene ingresos propios por casi 4 mil millones de bolivianos, en
contraste con poco más de 200 millones que recibe del gobierno central;
comparativamente, La Paz recibe casi 500 millones de bolivianos del gobierno
central, departam ento que produce para sí mismo poco menos de mil
millones de bolivianos (Martínez, 2013: 12 y 20). Al respecto, es pertinente
anotar que los recursos naturales son propiedad imprescriptible e indivisible
del pueblo boliviano y corresponde al Estado su administración en función
del interés colectivo (Estado Plurinacional de Bolivia, 2009: A rt 349°).
Desde otra arista, siguiendo el camino tradicional del constitucionalismo
latinoamericano, la figura del Presidente concentra un amplio espectro de
facultades, que en algunas ocasiones limitan significativamente el accionar
de otros poderes del Estado. Entre otros, el Mandatario tiene atribuciones
para decretar el estado de excepción, vetar leyes, y designar cargos públicos
relevantes41. Pero como contrapartida, el jefe de gobierno puede ser cesado
38 El c u arto tipo es la A utonom ía Regional.
39 V er M inisterio d e A utonom ías, h ttp ://w w w .a u to n o m ia .g o b .b o /p o rta l3 /in d e x .p h p /
institución/q u ien es-so m o s/m in isterio -d e-au to n o m ias.h tm l
40 S egún se in d ica e n el artículo d edicado a la G eografía, Bolivia está con stitu id a p o r 9
D ep arta m e n to s que a la vez se dividen e n 112 provincias, y estas e n 339 m unicipios y
territo rio s in d íg e n a o riginario cam pesinos. B eni, C huquisaca, C ochabam ba, La Paz,
O ru ro , P a n d o , Potosí, Santa Cruz, Tarija c u e n ta n c o n v ariedad é tn ic a y cultural, con cu ­
rrie n d o dos polos e n tre el sector occidental d e l E stado boliviano y el o rien tal (la llam ada
m ed ia lu n a , ten ie n d o com o eje la provincia de Santa C ru z).
41 C om o p o r ejem plo, n o m b ra r al C on tralo r G eneral del E stado, al P ro c u ra d o r G eneral
del E stado, desig n ar y d e stitu ir a los C o m an d a n tes e n J e fe d e las Fuerzas A rm adas
y C o m a n d a n te G en eral d e la Policía; tam b ién p ro p o n e a la A sam blea L egislativa
P lu rin ac io n al los ascensos a G eneral (ver A rt. 172°).

51
La Punta del Iceberg

de su cargo por sentencia condenatoria ejecutoriada en m ateria penal y


por revocatoria del m andato (Estado Plurinacional de Bolivia, 2009: Art.
170°). Este ultimo está normado por la Ley de Referéndum Revocatorio
de Mandato Popular, “mecanismo institucional de consulta al pueblo para
que, m ediante voto universal, directo, libre y secreto, exprese su decisión
sobre la cual se define la continuidad o no de una autoridad elegida
también po r voto universal” (Ley 3.850)42.
La Asamblea Legislativa Plurinacional se com pone de la Cámara
de Senadores (36 escaños) y la Cámara de Diputados (130 escaños).
Los senadores son elegidos por sistema proporcional desde una lista
partidista. En cada departam ento la mitad de los diputados son elegidos
en circunscripciones uninominales, la otra mitad en circunscripciones
plurinominales. Expresando el principio de discriminación positiva, la
Constitución establece la creación de circunscripciones especiales indígena
originario campesinas, las que son definidas según la Ley N° 421 de
distribución de escaños entre departam entos del 7 de octubre de 2013,
que define 7 escaños de circunscripciones especiales43. Los congresistas
desem peñan funciones por un periodo de 5 años.
En cuanto al procedimiento legislativo, destaca que tienen facultad de
iniciativa legislativa para tratamiento obligatorio en la Asamblea Legislativa
Plurinacional las ciudadanas y ciudadanos; asambleístas en cada una de
sus cámaras; el Organo Ejecutivo; el Tribunal Supremo; y los gobiernos
autónom os (Estado Plurinacional de Bolivia, 2009 : Art. 162° ) . Como
contrapartes corresponde m encionar que solo la Asamblea Legislativa
Plurinacional tiene facultad para aprobar y sancionar leyes que rigen para
todo el territorio boliviano (Estado Plurinacional de Bolivia, 2009: Art.
145°). En este sentido, es posible señalar que, al menos en el papel, el
presidencialismo del Estado Plurinacional de Bolivia tiene un interesante
contrapeso en cuanto a las facultades legislativas.
El elem ento clave para com prender el carácter refundacional del
gobierno del presidente Evo Morales es la noción de reivindicación que
se encuentra presente tanto a nivel interno como externo, y se asocia con
el rechazo a todo tipo de colonialismo o imperialismo experim entado
históricamente.
Por una parte se busca reivindicar los derechos de los sectores que han
sido marginados y excluidos tradicionalmente de la participación política
42 P a ra c o n su lta p o p u la r re s p e c to d e la c o n tin u id a d d e lo s c arg o s d e P re s id e n te ,
V icepresidente y Prefectos de D ep artam en to .
43 U n o e n cada u n o de los siguientes D epartam entos: La Paz, Santa Cruz, C ochabam ba,
O ru ro ; Tarija; B eni y Pando: Ver: T ribunal S uprem o E lectoral (2014_a) “M apas d e
C ircunscripciones U ninom inales d el Estado Plurinacional de Bolivia".

52
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

y de los beneficios sociales y económicos, reconociendo la diversidad


cultural y étnica del país. Pero de m anera más significativa, la reivindicación
surge a partir de la pugna histórica indígena en contra de la opresión
del poder colonial que se habría prolongado desde el otrora dominio
español hasta el dominio de la burguesía capitalista. Por tanto, el nuevo
gobierno pretende abrir las puertas con el objeto de generar un proceso
de integración social por medio de la reivindicación. Concretam ente se
fundam enta en el ya m encionado principio de discriminación positiva, el
que tiende a favorecer a grupos o sectores minoritarios de la población con
el fin de otorgarles mayor representatividad en consideración al origen
étnico, situación social, condición sexual o cualquier otro factor que se
fije. En esa dirección apuntan las autonom ías indígenas, las cuotas de
escaños del Congreso, la propiedad con esta característica, la legislación
vinculada y emanada de un grupo étnico.
Por otra parte, el concepto de la reivindicación se proyecta también
a nivel internacional de m anera coherente en documentos clave de la
adm inistración de Evo Morales, como el Plan Nacional de Desarrollo
(2007) y la nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia
(2009), donde se presenta como objetivo perm anente e irrenunciable la
reivindicación marítima por un acceso útil, libre y soberano al océano
Pacífico44. Asociado a ello se encuentra la activa gestión diplomática en
torno a la búsqueda de apoyos por la dem anda m arítima presentada ante
La Haya. En otro tenor, la reivindicación aparece tam bién en forma más
sutil en el discurso inaugural del Presidente Morales, cuando invita a
los asistentes “a que se sientan orgullosos de los pueblos indígenas que
es la reserva moral de la hum anidad” (Morales Ayma, 2006: 10). Más
adelante, al recordar la “historia perm anente de hum illación”, subraya
la im portancia que tiene “cam biar nuestra historia, cam biar nuestra
Bolivia, nuestra Latinoamérica” (Morales Ayma, 2006: 12). Desde una
perspectiva ideológica la reivindicación se expresa en sentido contrario
al neoliberalism o, en cuanto se interpreta que el m odelo económico
es causante de condiciones de dom inio po r m edio del capital. En este
sentido, la reivindicación se manifiesta también en las relaciones exteriores,
concretam ente en la reconfiguración de alianzas estratégicas, los esfuerzos
p o r estructurar una “economía soberana” y reducir la deuda externa, y en
el desarrollo de un nuevo enfoque para enfrentar la lucha en contra del
narcotráfico, legalizando el cultivo de la coca.

44 V er: Relaciones Exteriores de B olivia y Constitución Política del Estado P lurinacional de


B olivia , a rtíc u lo s 267 y 268.

53
La Punta del Iceberg

En este punto es pertinente hacer referencia a la descolonización


como concepto que constituye una m anera concreta de hacer realidad la
reivindicación frente a la Opresión. Destaca el siguiente párrafo (Ministerio
de Planificación del Desarrollo, 2007: 1):

“La desigualdad y ia exclusión social actuales son productos del colonialismo y


del patrón primario exportador: El colonialismo republicano institucionalizó
la desigualdad y la exclusión -n o solo social sino también política y
económ ica- de la población mayoritaria indígena desde el m omento mismo
de fundación de la República...”

Retomando los antecedentes recopilados en el artículo acerca de la


Historia dé Bolivia, se óbsérva qué la lüchá indígena dé lá época colonial
se extiende al periodo republicano, abarcando los ámbitos social, político y
económico. La descolonización por tanto constituye un concepto aparejado
con la dignidad indígena, el empoderam íento en lo político y económico
que pasa po r la toma de decisiones soberanas y la redistribución de la
riqueza para favorecer a los postergados; asimismo considera un proceso
de “desm ontaje” de las estructuras políticas y económicas para revertir la
desigualdad y la exclusión de la población (Ministerio de Planificación
del Desarrollo, 2007: 6). De hecho, la Constitución le atribuye al Estado,
entre sus fines y funciones, el “Constituir una sociedad justa y armoniosa,
cim entada en la descolonización, sin discriminación ni explotación, con
plena justicia social, para consolidar las identidades plurinacionales”
(Estado Plurinacional de Bolivia, 2009: Art. 9o).

Fuerzas políticas en el gobierno de Evo Morales

El sistema multipartidista en Bolivia destaca una evidente hegem onía


p o t paité de la agrupación política que lidera Evo Morales, el MAS
(Movimiento al Socialismo)45. Actualmente no solo controla el Palacio
Quemado, sino que además el Congreso boliviano; cuenta asimismo con
45 El MAS es u n p artid o de izquierda con elem entos indigenistas, nacionalistas y populistas,
con u n m arcad o ascendiente e influencia en im portantes organizaciones sindicales y
cam pesinos agrícolas. Surge en 1987 del ala izquierdista de la Falange Socialista Boliviana,
com o el M ovim iento al Socialism o-Unzaguista (MAS-U). En 1995 e n C och ab am b a la
ag ru p ació n se desm arca d el pasado falangista y elim ina la sigla “U ” d e unzaguista. En
1997, p o r m otivos de la exigencia d e la ley electoral, el MAS se alia con el In stru m e n to
de S o b e ra n ía P o p u lar y la C onfederación de T rabajadores del T rópico C ochabam bino,
am bos m ov im ien to s indig en istas; e n a q u ella é p o ca el ú ltim o de ellos te n ía c o m o
presidente a Evo Morales, quien hasta hoy ostenta ese cargo com o líder de los p ro ductores
cocaleros de las seis federaciones del trópico C hapare- C ochabam ba.

54
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

una notable penetración en los medios de comunicación masiva y con el


respaldo de los principales grupos de presión de la sociedad boliviana.
Es admisible destacar, sin embargo, que los apoyos a Morales han
ido evolucionando según las etapas políticas de su liderazgo y gobierno,
donde destaca, como una constante, el vínculo con grandes grupos de
presión. Según explica Calderón (2014), Morales asume el poder con
el apoyo de los denominados campesinos interculturales, que a su juicio
tienen un carácter estratégico en la política y la cultura. A la postre, son
estos campesinos quienes invitan a la mesa de gobierno a los obreros de
la COB y a los mineros de la federación sindical de trabajadores mineros
de Bolivia. Ajuicio de Calderón (2014) se trata de una “alianza que dene
para rato, pero veamos qué sucede si es que hay vacas flacas”.
En la actualidad el sistema de alianzas del MAS se basa en una red de
contactos y coaliciones en torno a la figura de Morales, que ha perm itido
generar condiciones de estabilidad política en el gobierno y el país. El
presidente Evo Morales ha sabido articular un proyecto político donde
su figura es indispensable, a tal punto que incluso analistas y políticos
bolivianos comparten la percepción de Carlos Hugo Laruta, dirigente
político de Unidad Nacional, quien sostiene que “si Morales faltara, el MAS
dejaría de existir” (Vacaflor 2014). Incluso aju icio de la ex Ministra de
Autonomías, Claudia Peña Claros (2012:14),“la fuerza moral del proceso
revolucionario popular se canaliza en gran m edida a través del liderazgo
del presidente Evo Morales, como encarnación de la lucha y del deseo
del pueblo”. Destaca la capacidad que ha demostrado el jefe de gobierno
para congregar campesinos, indígenas, m ineros y obreros además de
conquistar sectores de la oligarquía, aunque se cuestionan ciertos aspectos
de su m andato (ver:“Denuncias en materia de Derechos Fundamentales”).
De hecho, el liderazgo del m andatario trasciende lo político hasta
alcanzar el ámbito espiritual de los pueblos indígenas, que lo han ungido
como Apu Mallku (Jefe Supremo) en las tres ocasiones en que ha asumido
el cargo presidencial (2006, 2010 y 2015). Las ceremonias celebradas en
el tem plo de Kalasasaya (ubicado en el corazón de Tiahuanaco) tienen
el objeto de recibir la energía y sabiduría de las deidades y los espíritus
ancestrales (ajayus), cargadas de misticismo, son tanto más significativas
que el traspaso mismo de poder político en la capital. En este contexto se
percibe a Evo Morales como un representante del pueblo indígena capaz de
dirigir los cambios hacia una nueva era de esplendor y una transformación
profunda de la sociedad.
Como prim er indígena que asume el poder en Bolivia, Evo Morales trae
consigo la herencia de las luchas reivindicacionistas, carga que él mismo

55
La Punta del Iceberg

asume como Presidente cuando en el discurso de tom a de posesión en


el Congreso Nacional solicita un minuto de silencio po r “los herm anos
caídos éñ lá defensa dé la dignidad dél ptiébló altéñó, dé lós miñérós, dé
miles, de millones de seres humanos que han caído en toda América y
por ellos presidente pido un minuto de silencio” (Morales, 2006: 8). Él
mismo ha sido partícipe de incontables marchas, protestas y bloqueos,
prin cip alm en te com o líd e r cocalero del C hapare, siendo reelecto
sucesivamente como presidente de las seis federaciones cocaleras. La
obra del intelectual marxista Fausto Reinaga, fundador del Partido Indio
de Bolivia (1969), constituye una de las bases de su influencia ideológica
(Ortiz de Zárate, 2014).
Evo Morales nace en el seno de una familia campesina en Oruro, en 1959.
A temprana edad conoce el hambre y el frío. En su niñez dedica el tiempo
al pastoreo de llamas; mientras asiste a la secundaria desempeña funciones
como fabricante de ladrillos, panadero y trompetista de una banda folclórica.
En la década de 1980 la familia se traslada a la región del Chapare donde
se dedica al cultivo de arroz y luego de la hoja de coca. Allí inicia su carrera
política en el seno de la actividad sindical. Su liderazgo cobra notoriedad en
las movilizaciones en defensa de la plantación de coca, en contra de la Ley
dél Régimen dé la Coca y Sustancias Controladas (Ley 1.008, aprobada én
1988). Hacia 1995 su liderazgo sindical ya es reconocido a nivel nacional,
hasta que en 1997 gana un escaño en la Cámara de Diputados. Luego de
las luchas en contra de la erradicación del cultivo de la coca va cimentando
el camino a la presidencia por su decidida participación en la Guerra del
Agua (2000), la posterior expulsión del Congreso por incitar a la violencia
encabezando protestas en la denominada Guerra de la Coca (2002) y el activo
rol que juega en la Guerra del Gas (entre septiembre y octubre de 2003).
Finalmente, logra potenciar su capital político presentándose exitosamente
a las elecciones presidenciales del 2005.
Como consecuencia de lo anterior, es posible determ inar que en
definitiva el MAS ejerce su influencia en la sociedad boliviana sobre los
siguientes pilares: indigenismo, marxismo, populismo y una sólida red de
apoyos con organizaciones sindicales y grupos de presión relevantes como
las organizaciones campesinas, ya anteriormente mencionadas. Es valioso
aclarar que el indigenismo del MAS no contiene la misma vertiente del
indigenismo peruano de José Carlos Mariátegui46, aunque sí está presente
su influencia marxista. Son característicos del discurso del MAS temas
relativos a la importancia de los recursos naturales y aquellos estratégicos,

46 S egún los plan team ien to s e n Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (1979).

56
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

en especial en cuanto a la necesidad que estén bajo propiedad del Estado;


la reivindicación indígena; la desconfianza y crítica a la cultura occidental,
y como contrapartida, una exaltación de las culturas del altiplano andino; y
el bolivarismo americanista, entre otros.
En el núcleo de apoyo político del mandatario destacan tres personeros:
Alvaro García Linera, David C hoquehuanca Céspedes y Juan Ramón
Quintana Taborga.
El vicepresidente, Alvaro García Linera, quien ostenta el cargo desde el
2006, es un sociólogo y prolífico escritor del ideario del liderazgo político
actual. Es uno de sus asesores más cercanos y encabeza el ala más ortodoxa
del MAS (de carácter marxista). Esta vertiente ha dejado de otorgar un
apoyo incondicional al régimen en razón de que esperaba cambios políticos
más radicales. Punto crítico sería el manejo económico del país, que en vez
de optar por una versión económico-estatista propone una economía de
desarrollo plural que busca la complementación de los esfuerzos estatales
con los privados.
David Choquehuanca Céspedes es un campesino aymara que ocupa el
cargo de Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia desde el 2006. Deja
sus estudios para apoyar actividades de las organizaciones del Movimiento
Campesino Indígena que en su momento demanda acceso a la educación,
a la salud, recuperación de territorio y participación política de los pueblos
indígenas (Ministerio de Relaciones Exteriores y de Culto, s/año). Entre 1998
y 2005 ejerce como asesor de las organizaciones y de los diputados indígenas
en el marco del Programa Nina para la formación y capacitación de líderes;
actualm ente constituye un nexo esencial del gobierno con el movimiento
campesino indígena.
Juan Ramón Quintana Taborga, Ministro de la Presidencia de 2006 a
2010, regresa al cargo en 2012, luego de ejercer como Director Ejecutivo
de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas
(ADEMAF). Oficial de Ejército en retiro y sociólogo, ha escrito varios
ensayos, artículos y estudios respecto de seguridad internacional, violencia
y conflictos sociales, política de defensa y seguridad ciudadana (Ministerio
de la Presidencia, s/año). Se estima es uno de los principales responsables
de cooptar a las Fuerzas Armadas y desarrollar las mejoras en el sector.
En referencia a los respaldos políticos, desde una perspectiva más amplia,
es necesario destacar que el presidente Morales ha ido ampliando sus bases
de apoyo a lo largo de su gobierno, alcanzando incluso a la oligarquía,
atraída por la estabilidad política que ha logrado su régimen y el crecimiento
económico alcanzado, según veremos en el capítulo dedicado a la Dimensión
Económica.

57
La Punta del Iceberg

Como contrapartida, la COB (Central Obrera Boliviana) y la Policía


se han manifestado en varias oportunidades en las calles en contra del
gobierno pidiendo réiviñdicációriés, en especial él prim ero, qiié tilda á
Morales de liberal47.
A fines de 2014 es posible afirmar que el respaldo a Evo Morales es
manifiesto en la elección de octubre en que resulta elegido para un tercer
periodo presidencial48, que se proyecta en 69,14% de votos a candidatos
del MAS en el Congreso (Tribunal Supremo Electoral, 2014_c: 19). En
relación con lo anterior, es posible afirmar que actualm ente el poder del
Presidente se sustenta en cuatro pilares fundamentales:
En primer lugar, el ámbito económico. Los altos índices de crecimiento
perm iten al gobierno reducir la deuda fiscal y g en erar condiciones
m acroeconóm icas favorables y un clima de estabilidad económ ica.
Lo anterior va de la m ano con la implem entación de una política de
redistribución para luchar en contra de la pobreza y un discurso orientado
a la “descolonización” con lo que se posiciona a Bolivia com o país
soberano capaz de conducir su proceso de desarrollo y tom ar sus propias
decisiones (Ver: Dimensión Económica).
En segundo lugar, el ámbito social, donde es esencial el trabajo en
tortio a la iritegtaciótt, ct)tifoiihaiid() uti sentido de unidad que tiene
como centro el Estado-Nación. Al respecto destaca la “pluralidad” con

47 La COB (C entral O b re ra Boliviana) destaca com o el m ovim iento social m ás m asivo y


significativo. El organism o tiene com o base los m ineros y, e n m en o r m edida, agrupaciones
d e trab a ja d o re s agrícolas y p e q u e ñ o s agricultores. La COB h a in te n ta d o e n varias
op ortunidades convertirse e n partido político, aunque n u n c a lo h a concretado. T iene u n a
relación com pleja con M orales, q u ien tiene apenas cierto control d e la C entral Sindical.
R e p resen ta a ap ro x im ad a m en te dos m illones de obreros bolivianos y activistas in d íg e n a s
qu e se aglom eran e n la F ederación d e Vecinos o Consejo del Alto FEJUVE (m uy c erc an o
a M orales); el M ovim iento de los Sin T ierra MST (vinculado a los procesos d e R efo rm a
A graria); la C o o rd in ad o ra N acional p o r el C am bio CONALCAM; la C o n fe d era ció n del
Suelo de las T rabajadores Campesinos de Bolivia (sustento htipbttánte de Morales).
O tro s grupos son las organizaciones cam pesinas cocaleras, in clu id a la C o n fed eració n
d e Pueblos In d íg en a s d e Bolivia C1DOB y el Consejo N acional d e Ayllus y M arcas d e
Quollasuyu CONAMAQ; U niones Interculturales CSCIB y la F ederación d e C ooperativas
M ineras FENCÓMÍN.
48 Es p e rtin e n te a n o ta r q u e el 12 d e o ctu b re de 2014, el d ía d e la elección, el T ribunal
S uprem o E lectoral (TSE) em ite u n com unicado con los resultados de las encuestas “a
b o ca de u rn a ”, según estas M orales h a b ría o b ten id o u n 61% de votación, c ita n d o la
encu esta U N IT E L /M O R I; m ientras q u e la encuesta A TB/IPSO S le asigna u n 59,5% .
C on este dato el c an d id ato se p ro clam a vencedor. P o sterio rm en te, e n el d o c u m e n to
oficial con los resultados finales, el TSE inform a que el MAS-IPSP o b tie n e 61,36% del
voto n acio n al y e x te rio r totalizado; p e ro n o precisa el p o rcen taje d e v otación o b te n id o
e n la elección presidencial. Ver: T ribunal S uprem o FJectoral (2014_b). “R esultados de
las E lecciones G enerales 2014”; y v er tam bién: T ribunal S uprem o E lectoral (2014_c)
“R esultados d e las E lecciones G enerales 2014”.

58
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile
¡I
que se concibe a una nueva Bolivia en la Constitución de 2009. A partir
de lo anterior, surge un sentido de cohesión, identidad y pertenencia que
es reforzado en el discurso político; la propaganda electoral emitida en
octubre de 2014 es un claro ejemplo de ello, en particular cuando Morales
comienza a referirse a Bolivia como la “luna llena”. Destaca tam bién aquí
el esfuerzo del país en la mejora de índices de calidad de vida; la fórmula
se sintetiza en el slogan “vivir bien”49(Ver: Dimensión Social).
P or otra parte, en el transcurso de su m andato, el Presidente Evo
Morales ha interpretado la historia desde el punto de vista de los excluidos,
em p lean d o conceptos tales como reivindicación y descolonización,
utilizándolos como elementos de unidad interna. En la práctica, se perfila
como un líder político capaz de cambiar la historia de un país que hasta
ahora habría estado sometido al colonialismo extranjero (Ver: Dimensión
Histórica).
Finalm ente, tiene un robusto respaldo político-institucional que
descansa en tres elementos principales, el carácter de caudillo y líder
carism ático, capaz de integrar a la sociedad en torno a su figura; el
núcleo de poder político, que según indican los datos descansa en los
tres personeros ya mencionados, los que conectan el régimen con núcleos
de poder político y social, vinculando elem entos del indigenismo con la
oligarquía y las FF.AA; y, por último, una gestión política coherente con un
discurso orientado a promover la cohesión nacional y a crear una identidad
boliviana. En consecuencia, Morales es quien ha acercado al pueblo en
form a significativa, como ningún otro m andatario, a la consolidación
del Estado-Nación, en torno a un discurso que prom ueve una nueva
conciencia de poder. La preponderancia de la figura de Evo Morales es a
la vez la principal debilidad del régim en debido a que el sistema se basa
en la capacidad de liderazgo del caudillo más que en la conform ación de
las estructuras institucionales.
En este punto es admisible hacer m ención a los cuestionamientos que
surgen en torno al liderazgo de Morales a partir de la contienda electoral
departam ental y municipal de 2015. En particular por las acusaciones de
“chantaje” electoral que se sustentan en declaraciones de Morales y de
García Linera. Según reporta La Razón, “El presidente Evo Morales advirtió
que no trabajará en El Alto ni en el departam ento de La Paz si los candidatos
de la oposición ganan en las elecciones del 29 de marzo. Así, condicionó
el apoyo del gobierno central a la victoria de sus postulantes...” (Mealla,
2015). Al día siguiente, García Linera sale en defensa del m andatario, “y

49 El “Vivir b ie n ” se convirtió e n el concepto re c to r d e la política d e desarro llo del país e n


2007. Ver: Ministerio de Planificación del Desarrollo (2007).

59
La Punta del Iceberg

aseguró que al haber anunciado que no trabajará con autoridades electas


de la oposición en El Alto y La Paz no lanzó un chantaje sino un reclam o”
(Gúáráchi, 2015). Las declaraciones dél Présidéñté y V icéprésidéñté
podrían haber estado influenciadas por los resultados de las últimas
encuestas en que figuras de oposición lideran los sondeos en el m unicipio
de El Alto y el departam ento de La Paz (Página Siete digital, 20Í5_a). El
senador de Unidad Demócrata (UD), Oscar Ortiz, califica las declaraciones
como “un chantaje antidemocrático que rompe todas las bases de una
democracia pluralista y que obviamente refleja esa falta de convicción de
democracia del presidente Evo Morales y del Movimiento Al Socialismo”
(LaEstrella del Oriente, 2015). Posteriormente, a nueve días de las elecciones
regionales, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia inhabilita al partido
opositor UD en las elecciones del departam ento del Beni dejando fuera de
la contienda electoral a 228 candidatos (Notimérica, 2015). Por su parte,
Pedro Susz, dirigente político de la agrupación Soberanía y Libertad (Sol.
Bo), sostiene que las declaraciones del Presidente “caen muy mal entre
la ciudadanía y es una m anera de coartar el derecho constitucional que
cada uno tenemos de votar por la opción más conveniente” (Página Siete
digital, 2015_a). En este contexto, Félix Patzi, candidato a gobernador de
La Paz por él movimiento Sol.bo (y ex Ministro dé Educación en 2006),
sostiene que el m andatario “se aleja cada vez más del m odelo com unitario
aymara y se acerca al socialismo que busca perpetuar en el poder a sus
líderes” (ANF, 2015). Al anunciar también su interés por participar en la
elección presidencial del 2019) Patzi de origen aymara-, destaca su creencia
en el principio obligatorio de la rotación, habitualm ente practicado en las
comunidades (ANF, 2015). Como resultado de las elecciones, el Presidente
Morales pierde su mayor bastión político, la alcaldía de El Alto, donde
vence la derechista de U nidad Nacional (UN), Soledad Chapetón. La
oposición también conquista las gobernaciones de Santa Cruz, Tarija y La
Paz, en este último Félix Patzi resulta elegido. El presidente Evo Morales
com enta respecto de las derrotas electorales, “Pienso que ha habido
acusaciones especialmente en la ciudad de El Alto y como tam bién a
nivel deí departam ento (de La Paz) de acusaciones muy fuertes en tema
de corrupción; si es verdad quiere decir que el pueblo paceño ha dado
voto castigo a la corrupción, si es así felicito al pueblo paceño, votó a la
corrupción” (Página Siete digital, 2015_b).
Sin desconocer los significativos avances del gobierno de Evo
Morales, es necesario destacar que, en paralelo a ellos, se puede apreciar
también el otro lado de la m oneda, por ejemplo, en m ateria de derechos
fundam entales, corrupción, narcotráfico y contrabando.

60
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

D enuncias en materia de derechos fundam entales

En Bolivia se registran denuncias en m ateria de libertades individuales,


de opinión y el derecho de propiedad, en informes y notas de prensa, tanto
en medios e instituciones independientes, como en fuentes vinculadas a la
oposición. Según se muestra a continuación, destaca la Alta Comisionada
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Hum an Rights Watch,
Fundación Nueva Democracia, Fundación Pazos Kanki, entre otros. Una de
las mayores críticas de fondo versa referente a la aparente politización del
sistema judicial como consecuencia de la elección de los magistrados por
voto directo (en vez de asignación de cargos por m érito). Según explica
Fernando Núñez, abogado boliviano (Rojas, 2014):

“El Organo Judicial ha sido tomado prácticamente por el Poder Ejecutivo


y al violarse el principio de independencia de los poderes ha generado que
muchas autoridades judiciales, por alguna razón, se parcialicen o se sometan
a las autoridades del Poder Ejecutivo, que exige alinearse a ese poder, y eso
va en desmedro del sistema judicial en un modelo democrático”.

En relación con lo anterior, el investigador H enry O porto de la


Fundación Pazos Kanki (de tendencia independiente) coincide al señalar
“que no hay vestigio de independencia, institucionalidad, carrera judicial
ni meritocracia. La politización del sistema judicial fom enta la sumisión,
el padrinazgo y la destreza para sobrevivir en aguas turbulentas; ahora
se puede evidenciar redes de extorsión y corrupción alrededor de la
administración de justicia” (Fundación Nueva Democracia, 2014). Como
consecuencia, observa la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos (ACNUDH, 2014:2), “persisten en el sistemajudicial
los problem as de retrasos, corrupción, im punidad y falta de recursos”;
destaca que la oficina en Bolivia “sigue m onitoreando procesos penales
emblemáticos, donde los avances son lentos”.
Miembros de la oposición al gobierno en Bolivia acusan “actos de
discriminación por motivaciones políticas”, así como “la prolongación de
procesos judiciales denunciados como producto de la persecución política”
(Fundación Nueva Democracia, 2013: 9). En este sentido, la Fundación
Nueva Democracia precisa que “varios de los procesos instaurados en
contra de destacados opositores al gobierno, están prontos a cumplir cinco
y inás años, sin que hasta el m omento el Ministerio Público haya podido
demostrar, más allá de duda razonable, la participación directa de quienes
perm anecen en calidad de detenidos preventivos en dichos procesos, a

61
La Punta del Iceberg

pesar de que se han cumplido super abundantem ente los plazos máximos
que las leyes bolivianas establecen” (Fundación Nueva Democracia, 2013:
9). Al réspéctó, lá Fundación Nüévá Démócráciá (2013: 10) concluye
que “pareciera ser que la persecución judicial de quienes se oponen al
gobierno y hacen públicas estas discrepancias, se va convirtiendo en una
práctica cada vez más frecuente”. A modo de referencia, entre septiembre
y diciembre de 2013 se identifican 118 casos de persecución judicial por
motivaciones políticas (Fundación Nueva Democracia, 2013: 118). El
m étodo aplicado sería el de la detención preventiva, al respecto ACNUDH
(2014) coincide al observar que subsiste en Bolivia un uso excesivo de la
detención preventiva. De hecho, según la Defensoría del Pueblo (2013:
37) el 84% del total de la población carcelaria se encuentra detenida sin
sentencia5*1.
En este sentido, diversas fuentes y medios de prensa inform an acerca
de la solicitud de refugio de ciudadanos bolivianos en Brasil, Paraguay,
Uruguay, incluso Estados Unidos. Las cifras varían, m ientras César Siles
Bazán, presidente de la Comisión Nacional del Refugiado en Bolivia
(CONARE) informa de 1.000 casos de solicitud de refugio en Brasil y
Estados Unidos (ANF, 2014_a), la agencia DPA da cuenta de 747 solicitudes
eii Brasil (DPA, 2014_b); país donde 250 ciudadanos bolivianos habrían
alcanzado estatus de refugiados políticos (ANF, 2014_a). La recepción de
refugiados políticos por parte de Brasil ha afectado las relaciones bilaterales
según se com enta más adelante en la sección dedicada a la dim ensión de
las Relaciones Exteriores de Bolivia:
Ultim am ente, H um an Rights Watch ha enviado una misiva a Evo
Morales con el propósito de instarle a que prom ueva la reform a de
“diversas leyes que restringen derechos humanos protegidos p o r tratados
internacionales ratificados por Bolivia” (Vivanco, 2014). La carta enviada
en diciembre de 2014 hace referencia a leyes sancionadas en los últimos
años por la Asamblea Legislativa Plurinacional referidas a organizaciones
de la sociedad civil, tortura, trabajo infantil, racismo y discriminación, y
la imposición de sanciones a funcionarios y magistrados de alto rango.

Corrupción

El país no escapa al fenóm eno de la corrupción. Bolivia cuenta con


dos leyes anticorrupción: la ley conocida como “Marcelo Quiroga Santa
Cruz”, que investiga fortunas de origen dudoso; y la Ley de Investigación

50 Bolivia tien e la m ayor c an tid ad d e presos sin sentencia e n A m érica y E u ro p a (GAF¡ 2014:
193).

62
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

de Fortunas y Anticorrupción. Pese a ello y de acuerdo con lo mencionado


en la sección anterior, existen denuncias de corrupción de distinto nivel
en Bolivia. Según indican medios de prensa y organismos internacionales
sobre la base de estudios de percepción; el problem a de la corrupción
estaría presente en Bolivia de m anera más significativa en la Policía
(Transparencia Internacional, 2013_a).

Gráfico 6
Im pacto de la corrupción en diferentes sectores e instituciones (Bolivia)

H Valores 1 al 5

Los valores d e c o rru p c ió n son d e 1 a 5, d o n d e 5 re p re se n ta u n a m ayor c o rrupción.


F u e n te: G ráfico elaborado p o r los autores d el estu d io c o n datos d el B aróm etro G lobal
d e C o rru p c ió n de T ransparencia In tern a cio n a l (2013).

En relación con lo anterior, Bolivia tiene uno de los más bajos puntajes
en el ranking de países de Transparencia Internacional, alcanzando el lugar
106, ju n to con Argentina y México. En comparación, Chile se encuentra
en el lugar 22ju n to con Francia (Transparencia Internacional, 2013_b).
Asociado a la corrupción destaca la falta de transparencia en el país.
El Indice de Libertad de Prensa sitúa a Bolivia en el lugar 94 del ranking
del 2014, después de Kuwait, Bhutan y Zambia; en el mismo índice Chile
se encuentra en el lugar 58 (Reporters W ithout Borders, 2014).
El problem a de la corrupción aparece íntim am ente ligado al tráfico
y contrabando ilegal, al vislumbrarse, y en ocasiones dem ostrarse, la
protección de alto nivel o el involucramiento directo de altos funcionarios
en el tráfico de drogas (Roncken T., en Transnational Institute, 1997).
De hecho, como ejemplo destaca que a principios de marzo de 2015, el
ex-comandante de la Policía, Oscar Nina, es acusado de ganancias ilícitas

63
La Punta del Iceberg

y probables vinculaciones con el narcotráfico. Según el Ministerio de


Gobierno, la fortuna del ex-comandante de la Policía alcanza a 3 millones
de dólares, asimismo “se presume qúe él éx-ünifórmádó túvó relación cóñ
el narcotraficante m exicanojoaquín “Chapo” Guzmán, líder del cártel de
Sinaloa” (Bolivia.com, 2015).

Narcotráfico

Bolivia es el tercer productor de hojas de coca en el m undo, después


de Colombia y Perú (CLA-TWFB, 2014). Aunque se registra una reducción
neta de 12% de cultivos en Bolivia, se observa un repunte en el consumo,
producción y tráfico de droga.
Es im portante aclarar que el cultivo de hoja de coca se encuentra
legalizado en Bolivia, lo que está reconocido a nivel internacional51, al
respecto es necesario tener en cuenta que en su estado natural la planta
no es un estupefaciente. La legalidad y protección a la planta goza de nivel
constitucional, específicamente en el Artículo 384°. El Estado protege a
la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso natural
renovable de la biodiversidad de Bolivia, y como factor de cohesión social.
La févalórización, producción, comercialización é industrialización se rige
m ediante la ley. Existen zonas asignadas para cultivo principalm ente en
las yungas de La Paz, al norte de La Paz y en el Trópico de Cochabamba.
Se ha autorizado la comercialización de la hoja de coca en dos mercados:
Villa Fáüma en la ciudad de La Paz> donde se comercializa la hoja de coca
proveniente de la región de los Yungas y provincias del N orte de La Paz;
y Sacaba, cerca de la ciudad de Cochabamba, donde se comercializa la
hoja de coca proveniente de la región del Trópico del departam ento de
Cochabamba. En 2013 el volumen total comercializado de hoja de coca en
el país alcanza las 19.149 toneladas métricas; mientras que en Villa Fátima
se transa el 93%, en Sacaba se comercializa el restante 7% (UNODC, 2014:
3). Según la Dirección Nacional de Comercialización e Industrialización
de la Hoja de Coca (DIGCOIN), el precio nacional prom edio ponderado
de hoja de coca en los mercados autorizados en Bolivia ei 2013 alcanza
un valor de 7,8 dólares por kilo (UNODC, 2014: 1).
Para evitar la plantación ilegal existe en Bolivia el Program a de
Control Social de la Producción de la Hoja de Coca (PACS), que cuenta
con dos líneas de acción: implernentación de tecnología para m onitorear
51 El 10 d e fe b re ro d e 2013 Bolivia se re in c o rp o ra com o Estado firm ante d e la G onvención
Ú nica de 1961 sobre C o n tro l de E stupefacientes d e N aciones U nidas, lu eg o q u e los
países m iem bros a ce p ta n la reserva relativa a los usos tradicionales d e la h o ja d e coca.
Se h a b ía re tirad o d e la C onvención e n ju n io de 2011.

64
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

superficies de coca en Cochabamba y La Paz y, otra, para el equipam iento


institucional a los productores (control de sus afiliados m ediante un
registro biom étrico).
La incautación de hoja de coca ilegal se concentra en los departamentos
de Cochabamba y La Paz. Datos del Viceministerio de Defensa Social y
Sustancias Controladas indican que más de tres mil plantaciones ilegales
de coca se eliminan el 2014 en el Trópico de Cochabamba (Viceministerio
de Defensa Social y Sustancias Controladas, 2014).
Respecto del tráfico ilegal de narcóticos, el viceministro de Defensa
Social y Sustancias C ontroladas, Felipe Cáceres, sostiene que “el
narcotráfico en Bolivia está controlado por capitales provenientes de los
carteles internacionales” (ElDiario, 2014). Bolivia sería un país de tránsito
para cocaína peruana y colombiana destinada a Brasil, Argentina, Chile,
Paraguay y Europa. Según el Ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, el 95%
de la droga que se incauta el 2014 proviene de Perú, el resto se produce en
Bolivia (AFP, 2015). Algunas estimaciones indican que el 70% del tráfico
se dirige a Brasil, el restante 30% tendría como destino Argentina y Chile
(El Diario, 2014). La policía antinarcóticos boliviana incauta el 2014 un
total de 21,71 toneladas de cocaína (17,63 de pasta y 4,08 de clorhidrato),
cifra cercana a la que reporta el 2013 (AFP, 2015).
Dos problemas principales se observan en Bolivia, el bajo control de
fronteras y el lavado de dinero. Las características geográficas de la zona
del Chaco constituyen un problem a para el control del narcotráfico, ya
que, al dificultar la vigilancia, facilita su uso para el contrabando. Lo mismo
sucede en la Amazonia. Dos actores im portantes en el combate al flagelo:
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) y la Unidad
de Diablos Azules de la Naval. Según la FELCN, las zonas sensibles al tráfico
de drogas están situadas en la región del oriente, los valles y el altiplano,
p o r lo que para ellos es relevante extender los cordones de control y
seguridad con el propósito de reducir la proliferación de los clanes
familiares de acopio y tráfico de cocaína en el país (Página Siete, 2014).
Especialmente, se utilizan el lago Titicaca y los municipios de Guaqui y
Laja como rutas para transportar droga proveniente del Perú con destino
a los mercados negros del Brasil; también por los principales ríos que
tiene Bolivia al oriente y sur del país, que colindan con Argentina y Brasil.
Regiones de Cobija, Guayaramerín, Puerto Quijarro y Arroyo Concepción
son las poblaciones por donde se transportaría droga producida en el
Perú. También se transporta y contrabandea gasolina desde Bolivia a Perú
(Noticias ANH, 2014 y Toro, 2014).

65
La Punta del Iceberg

La p ro d u c c ió n de c o caín a en Bolivia e s ta ría c e n tra d a en el


D epartam ento de Santa Cruz, donde el FELCN habría desm antelado
por lo meriós 230 laboratorios de cocaína éñ üñ ópérátivó dé 48 horas
el 20 11 , y al año siguiente en una acción similar, habría destruido otros
91 laboratorios (EFE, 2012). De m anera continua el organismo policial
realiza operativos en la zona donde ha apresado a ciudadanos bolivianos
y colombianos. Según Fox (2012), la tecnología de laboratorios de droga
en Bolivia ha progresado en forma significativa, donde actualm ente se
realizarían procesos de fabricación similares a los adoptados en Colombia.
Se identifica como principales consecuencias del tráfico de cocaína
la presencia de laboratorios especializados, compra de vehículos de lujo,
boom inmobiliario, aum ento de venta de gasolina blanca (ingrediente
para elaboración de cocaína) y elevada violencia criminal.

Contrabando

Un sinnúm ero de bienes está sujeto a este flagelo, incluyendo desde


productos agrícolas hasta automóviles. De hecho, afectaría seriamente a los
agricultores, a tal punto que los pequeños productores que participan en
la Cumbre Agropecuaria del 2015 solicitan acciones efectivas que impidan
la importación ilegal, cuyas dimensiones actuales generarían graves daños
económicos para los pequeños y medianos productores (El Día, 2015).
En este rubro destaca el tráfico ilegal de uva, durazno, arroz, y azúcar en
distintas zonas del país¡ dependiendo de la tem porada del año.
En este contexto, destaca tam bién el m ercado de las bebidas
alcohólicas, donde el 13% es ilegal, de este último, el 55% ingresa al
territorio en forma irregular, que en última instancia representa una
evasión fiscal estimada en US$ 56 millones (Euromonitor, 2015). Aparte del
volumen, interesa también el hecho que se identifica la “cooperación de
funcionarios aduaneros” en delitos de esta especie (Euromonitor, 2015:16).
Su participación se habría comprobado gracias al m étodo aplicado en un
estudio dirigido por Eurom onitor International {ElDiario, 2015).
El tipo de fraude que preocupa en especial a Perú es el estraperlo del
oro. Se implementa una política de mano dura por frenar el fenóm eno,
sin embargo la respuesta es una proliferación de rutas de contrabando
en la frontera con Bolivia. El problem a sería de tal envergadura que
según reporta Reuters (2014) entre enero y agosto de 2014, Bolivia habría
exportado seis veces más oro de lo que produjo en los prim eros siete
meses del año, y más de tres veces del volumen total exportado en 2013.

66
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Este tipo de acción delincuencial tam bién se extiende hacia Chile.


Militares bolivianos han sido apresados en nuestro territorio y han fallecido
carabineros de Chile y militares bolivianos en la zona fronteriza en el marco
de enfrentam ientos y persecuciones a bandas criminales. Según reporta
el com andante de la Segunda División del Ejército de Bolivia, General
Fernando Benavides, al 2014 se registra un aum ento en la salida de droga
desde Bolivia y el ingreso de autos, línea blanca, televisores y celulares
inteligentes desde Chile (DPA, 2014_a). De acuerdo con información
de El Mostrador, el contrabando de autos usados se ha convertido en una
im portante fuente de ingresos para la gente de Challapata, pueblo aymara
ubicado en Bolivia, a 100 km de Colchane (Saleh, 2013). En 2011, 100
autos pasaban la frontera al día (Saleh, 2013).

En vista de la extensión que tiene el contrabando en el país, se pone en


práctica el “Plan Integral de Seguridad”, a partir del 11 de mayo de 2015,
con el objeto de controlar el comercio clandestino. Asimismo, la Aduana
Nacional de Bolivia ha creado condiciones para incentivar las denuncias
ciudadanas a casos de contrabando creando estímulos para quienes
efectúen las acusaciones y para los municipios donde se detecten52.Queda
p o r observar cuán eficiente podría ser este program a considerando que
al igual que el narcotráfico, el contrabando se alimenta de la corrupción.

52 In fo rm a c ió n so b re el p ro c e d im ie n to e n : h t tp : / /w w w .a d u a n a .g o b .b o /a d u a n a 7 /
fa q -p a g e /2 8 8
La Punta del Iceberg

Síntesis

De acuerdo con los datos recopilados en este capítulo, se observa que el


sistema político boliviano se sustenta en torno a la figura del presidente Evo
Morales, quien ha sabido identificar y explotar hábilmente las necesidades
de los distintos sectores sociales con el objeto de crear un proyecto común,
cim entando un camino institucional a la consolidación del Estado^Nación.
El gobierno actual se concibe con un carácter fundacional, en la m edida
en que todos los cambios implementados apuntan a crear la inclusión en
miras á fónterilár la cohesión social en tornó á la idea dél Esládó-Nációri
boliviano.
No obstante lo anterior, luego de la tercera elección de Evo Morales es
pertinente la cuestión relativa al futuro mediato dei proyecto plurinacional.
La reforma política que se ha implementado es profunda; por lo tanto
podrían pasar años antes que se asiente la refundación del país. Al respecto,
corresponde preguntarse quién acaso podría continuar con el proyecto. Si
bien existe la posibilidad de que el m andatario busque una modificación
constitucional que perm ita una nueva elección, ello implicaría cuestionar
la propuesta de país que él mismo ha erigido, también iría en contra de
la tradición aymara de renovación de cargos en el liderazgo. Desde otro
punto de vista, el m andatario ha logrado concentrar el poder político en
el país al punto en que no hay líderes capaces de hacer un contrapeso,
ni dei oficialismo, ni de oposición. Entonces queda pendiente como
pregunta principal cómo se realizará el traspaso de poder una vez que
el actual jefe de Estado deje su cargo, y en este contexto si es que será
capaz de proyectar el Estado Plurinacional. Observamos sin em bargo
que el denominador común a esta coyuntura es el fortalecimiento de la
institucionalidad democrática como condicionante clave.
Algunos temas abiertos incidirán en este tercer m andato, como las
violaciones a los derechos Fundamentales, especialmente con la arrem etida
de Hum an Rights Watch; la lucha en contra de la corrupción! en particular
ante la distribución de fondos fiscales, a propósito de las regalías por
explotación de recursos naturales; la lucha en contra del narcotráfico, en
especial ante la expansión de los carteles mexicanos y colombianos; y la
capacidad de satisfacción a las expectativas del pueblo y los movimientos
sociales. Es esencial agregar las presiones que ya comienzan a ejercer
figuras políticas respectó de la rotación éñ el liderazgo, algo muy propio
de las comunidades indígenas.

68
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

C a p ítu lo 4
D im e n s ió n E c o n ó m ic a

Configurando una Nueva Estructura Económica


Cristián Faundes

De la misma forma que en la dim ensión política, el gobierno del


presid en te Evo Morales es innovador y refundacional en el aspecto
económico también, generando resultados históricos. Actualmente Bolivia
se encuentra en el ciclo de crecimiento económico más estable y sostenido
en los últimos 50 años; como se observa en el Gráfico 7, el PIB en Bolivia
ha crecido 360% en los últimos 15 años, alcanzando los US$ 30.601,1
Gráfico 7
PIB Bolivia 1990-2013 (USD a precios actuales)

1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012

Datos expresados en USD miles de m illones.


F uente: G ráfico elaborado p o r el a u to r con datos d e l B anco M undial.

69
La Punta del Iceberg

millones en 2013 (Banco Mundial, 2014_a). En relación con lo anterior


el PIB per cápita aum enta desde 167 dólares en 1960, a US$ 1.042,6 en
1998, hasta US$ 2.867,6 en 2013 (Banco Mundial, 2014_b)-
Algunas de las consecuencias que ya se pueden apreciar en relación
con el ciclo de crecimiento que tiene lugar en Bolivia son la dism inución
del desempleo, que registra cifras inferiores al 3,5% desde el 2008 (Banco
Mundial, 2014_c), y el acelerado aumento del empleo en el sector público,
que crece 75,81% entre 2004 y 2012 (INE_b/sin fecha).
En este punto es im portante destacar el aum ento de la inversión
pública como porcentaje del PIB. Mientras que en 1999 la inversión pública
representa el 30% del total, en 2012 alcanza el 58,7% (Loza, 2013). Al
respecto, es significativo el repunte del gasto social en relación con el
PIB, si en 2001 es del 10%, en 2012 llega al 18% (Loza, 2013). En relación
con lo anterior, según el Instituto Nacional de Estadística de Bolivia, la
pobreza a nivel país ha disminuido de 63,47% en 1999 a 44,95% en 2011;
en forma más significativa se reduce la pobreza rural, de 84% en 1999 a
61,35% el 2011 (INE_a/sin fecha). Es valioso destacar que el aum ento de
la inversión pública se ejecuta disminuyendo significativamente la deuda
fiscal, alcanzando 33% del PIB el 2012, el valor más bajo en los últimos 15
años, luego de haber superado el 80% el 2003 (Loza, 2013).

Gráfico 8
Incidencia de la pobreza rural en Bolivia (1999-2011)

Incidencia de
pobreza

Fuente: Gráfico e la b o rad o p o r el a u to r con datos d el Institu to N acional d e Estadística.

70
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Los cambios registrados en la econom ía de Bolivia en los úldmos


años obedecen principalm ente a las políticas im plem entadas en los
prim eros dos gobiernos del presidente Evo Morales. Antes que asumiera la
presidencia en enero de 2006 se ponen a prueba en Bolivia varios modelos
económicos, que siguiendo distintas bases ideológicas dem uestran ser
incapaces para m ejorar las condiciones de bienestar en la población, sea
p o r la distancia entre los marcos conceptuales con la realidad, sea por fallas
en los mecanismos de ejecución. Una vez instalado en Palacio Quemado,
el m andatario recoge el concepto de “descolonización”, con el fin de
aplicarlo teniendo una clara conexión con la realidad local. La propuesta
económica del gobierno de Morales es el modelo de la Economía Plural, un
esquem a novedoso, según define la Constitución en su Artículo 306, “que
está constituida por las formas de organización económica comunitaria,
estatal, privada y social cooperativa”; el mismo artículo aclara que “El
Estado tiene como máximo valor al ser hum ano y asegurará el desarrollo
m ediante la redistribución equitativa de los excedentes económicos en
políticas sociales, de salud, educación, cultura, y en la reinversión en
desarrollo económico productivo” (Estado Plurinacional de Bolivia, 2009).
En este sentido, desde la economía se recoge también el concepto de lo
“plural”, elem ento transversal a la refundación del Estado.
En el 2007 quedan explícitos los elementos esenciales de la economía
plural cuando el presidente Morales emite el Decreto Supremo N° 29272,
p o r m edio del cual se aprueba el Plan Nacional de Desarrollo “Bolivia
Digna, Soberana, Productiva y Democrática para Vivir Bien: Lincamientos
Estratégicos”, entre cuyas directrices destaca “desm ontar el modelo de
desarrollo concebido desde el colonialismo y el neoliberalismo, y cambiar
el patrón de desarrollo primario exportador” (Ministerio de Planificación
del Desarrollo, 2007: Art. 5o). En térm inos más precisos, “el nuevo patrón
tiene como función la generación, control y distribución de los excedentes
producidos por los recursos naturales renovables y no renovables para
la acum ulación interna que alimente, en el largo plazo, el desarrollo
nacional” (Ministerio de Planificación del Desarrollo, 2007: 1).
En razón de lo anterior es que el m odelo de economía plural de Evo
Morales se levanta sobre dos ejes estratégicos. El prim ero se constituye
con los sectores estratégicos generadores de excedentes, donde se
encuentran los hidrocarburos, minería, electricidad, recursos ambientales.
La nacionalización de los recursos naturales. La nacionalización de los
recursos naturales y el valor de los commodities en el mercado internacional,
entre otros, se asocian con este pilar. La form a que adquiere sin embargo
es particular, debido al alto costo que im plica pagar po r el proceso

71
La Punía del Iceberg

de adquisiciones. Para sortear un eventual sobreendeudam iento del


Estado y evitar quedar empantanados en procesos legales con empresas
mültiñációñálés, él gobiéfñó décidé ácótár él procesó dé ñációñálizációñ
a la captación de acciones para controlar las decisiones de las principales
empresas5’. El segundo eje está constituido por los sectores estratégicos
generadores de ingresos y empleo, básicamente industria y comercio.
Gomo consecuencia, el Estado asume un rol redistributivo que capta
los excedentes provenientes de la explotación de recursos naturales
tanto para reinvertirlos en la economía como para financiar program as
sociales con el objeto de luchar en contra de la pobreza. Entonces diseña
un m odelo inclusivo en que pretende captar inversiones extranjeras
para la explotación de recursos naturales, atraer a la inversión privada
para desarrollar la industria, comercio, construcción local, a la vez que
generar empleo, y financiar programas sociales. Se trata de un modelo que
espera trabajar con los capitales privados (no en contra de su existencia).
Este hecho, ju n to con la estabilidad política que otorga la presencia
del presidente Morales en el poder, atrae a la oligarquía boliviana,
cooptándola, básicamente porque al igual que a los empresarios de todo
el mundo, prefieren reglas claras y estables en vez de la incertidum bre
que produce la inestabilidad política.
Respecto de lo anterior, el Vicepresidente convoca a principios de
marzo de 2015 a los empresarios a invertir, arriesgar y crecer, con el apoyo
del gobierno. Explica que el objetivo “es que la economía crezca más y
para ello son ustedes, el Estado, el pequeño, transportista y /o m inero los
que tienen que animarse a m antener esta dinámica” (Vicepresidencia del
Estado Plurinacional, 2015). Indica que “a lo que se debe tener m iedo
es a no arriesgarse a aprovechar la estabilidad social y política que vive el
país lo que es propicio para el crecimiento económico” (Vicepresidencia
del Estado Plurinacional, 2015). No obstante lo anterior, no está claro si
este modelo de economía plural se evidencia en la realidad tal cual fue
diseñado.

53 El proceso sin em bargo es forzoso, p o r lo tan to h a acarreado pro b lem as y dificultades


en las relaciones internacionales con España, Brasil y Canadá.

72
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Gráfico 9
M odelo de econom ía plural

B ono J u a n o lo Piulo
K tiiu D ignidad
Bono Ju a n a A n u duy

^ LUCHA CXWTKA LA POBBEZA

Fuente: M inisterio de E conom ía y Finanzas Públicas de Bolivia (2011)“E1 Nuevo M odelo


E conóm ico, Social, C om unitario y Producüvo”. En E conom ía Plural, A ño 1, N° 1, Septiem bre,
2011 .

Se observa que mientras la estabilidad política y social genera condiciones


óptimas para el desarrollo económico, a su vez el desarrollo económico
perm ite afianzar el poder político, por tanto también la estabilidad del
gobierno. Un proceso de crecimiento sin sobresaltos requiere form ar
bases sólidas para que el sistema económico sea sustentable. Pero en este
esquema es crítica la explotación de los recursos naturales debido a que el
modelo de desarrollo actual descansa en la explotación del commodity para
la producción de excedentes que alimentan la capacidad redistributiva del
Estado, tanto para la asignación de fondos orientados a la lucha en contra de
la pobreza como para la inversión en el segundo eje compuesto por sectores
estratégicos generadores de ingresos y empleo.
Actualmente el gas natural es la principal fuente de excedentes, de hecho
según constata un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (B1D),
“Desde el punto de vista fiscal, la venta de gas natural a Brasil y a Argentina
genera al Tesoro General de la Nación más del 50% de sus ingresos” (Ghávez,
2013:6). En este sentido se aprecia que la exportación de gas natural de Bolivia
a Argentina y Brasil genera una relación de interdependencia compleja.

73
La Punta del Iceberg

Mientras Bolivia se convierte en proveedor estratégico para potencias


principales en la región, que dependen del recurso energético para
sus propios procesos de desarrollo, La Paz depende de las divisas de
Buenos Aires y Brasilia para sustentar el modelo de desarrollo económ ico
implementado. De hecho, la exportación de hidrocarburos a Argentina y
Brasil representa el 53,7% del total de las exportaciones de Bolivia el año
2013 (Banco Central de Bolivias 2014_a), Como contrapartes el 51 % de la
matriz energética de Argentina se alimenta con gas natural (Saenz y Pascal,
2014), que en forma creciente se nutre de la importación de gas boliviano.
La entidad receptora en Argentina es ENARSA (Energía A rgentina S.A.),
que desde el 2011 capta el hidrocarburo vía el Gasoducto Internacional
Juana Azurduy (GISA). Según datos de ENARSA los envíos aum entan
desde 1.851 millones de m 3 /añ o en 2010 a 5.690 millones de m 3 /a ñ o en
2013 (ENARSA, s /a ñ o ), lo que indica que se ha triplicado el volumen del
suministro en 4 años, alcanzando un promedio de aproxim adam ente 15,5
millones m 3/día. En noviembre de 20Í4 YPFB informa que entre enero y
septiembre de 2014 exporta a Argentina un promedio de 16,17 millones de
m 3/día (YPFB, 2014:15). En el caso de Brasil, 10% de la matriz energética
se alimenta con gas natural, del cual poco más de un tercio proviene de
Bolivia, por medio de un contrato entre YPFB y Petrobras. Si bien no es
significativo el aporte del gas boliviano a la matriz energética de Brasil
como un todo, esta materia prima tiene un carácter estratégico al alimentar
el centro industrial de Sao Paulo. Entre enero y septiembre de 2014, los
envíos desde Bolivia prom edian 33,36 millones de m 3 /d ía (YPFB, 2014:
15), lo que refleja un aum ento de 4,79% en relación con igual periodo
del año anterior (YPFB, 2014, 16)54. En conjunto, las exportaciones de
gas natural boliviano a Argentina y Brasil entre enero y septiem bre de
2014 representan una facturación total de US$ 4.650 millones para YPFB
(ABI, 2014).
En este punto es crítico constatar que, como ha sido mencionado
en la Dimensión Geográfica, las reservas para cumplir con los contratos
actuales de exportación se proyectan hasta el 2025. En este sentido, el
gobierno trabaja paralelamente y en forma acelerada en la prospección
de nuevos yacimientos de gas. De hecho la estatal Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos (YPFB) intensifica la exploración de recursos en 2014,
de 47 áreas en julio (Paredes, 2014_b), se increm enta a 72 la cantidad
de proyectos de exploración en ejecución en el mes de octubre, con una

54 E n térm inos com parativos, el m erc ad o in te rn o boliviano consum e u n total p ro m e d io


d e 11,21 m illones d e m etros cúbicos d e gas n a tu ra l al día (ABI, 2014).

74
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

inversión de US$ 3.000 millones (equivalente a casi un tercio de lo que


se ha invertido en el sector desde 2006) (Xinhua, 201455.
En el marco de la campaña presidencial po r la reelección en el 2014,
Morales anuncia en agosto el interés por convertir a Bolivia en el centro
energético de la región. En el discurso que ofrece al recibir el título de
D octor H onoris Causa por UNITEPC (en Quillacollo, Cochabamba)
com enta que, combinando la producción energética de las termoeléctricas
e hidroeléctricas, el país pronto ten d ría capacidad energética para
exportar. En el trasfondo, explica que, “yo me he convencido que tener el
control de la parte energética es tan im portante (...), quien tiene el control
energético tiene el poder político. Nosotros no quisiéramos tener el poder
político sino compartir. Y Bolivia deberá pues ser el centro energético de
Sudamérica. Y eso está en nuestras m anos” (Morales, 2014_b)- La meta
es venderles unos 1.000 MW de energía eléctrica hacia el 2020 (Quispe,
2014), los potenciales clientes serían Argentina, Brasil y Perú. A juicio
del presidente Morales, compartir los recursos naturales disponibles en
Bolivia favorecería la integración regional obteniendo beneficios para el
país (Morales, 2014_a).
Bolivia quiere aprovechar también la disponibilidad de la mayor reserva
de litio en el planeta, ubicada en Potosí. Siguiendo el modelo económico
im plantado, el interés del gobierno no se limita a la explotación, sino que
se extiende a la industrialización por m edio de la fabricación de baterías.
Para García Linera el desarrollo de la industria del litio sería parte de la
nueva configuración de la estructura productiva del país que podría dar
origen a una nueva estructura económica “que va a m antener a Bolivia
durante los próximos 30 años” (Atahuichi, 201256. En este tenor, es que
en enero de 2013 inicia sus operaciones la planta piloto de carbonato de
litio (Revollo, 2013), y en febrero de 2014 el presidente Morales inaugura
la prim era planta boliviana para el ensamblaje de baterías de litio para
celulares y bicicletas (Imaña, 2014_a). Q ueda po r esperar hasta qué punto
se puede industrializar lo que hasta el m om ento es una potencialidad.

55 Entre las firmas involucradas en la prospección destacan Total de Francia, Repsol de


España, British Gas de Gran Bretaña, Petrobras de Brasil, Gazprom de Rusia e YPF de
Argentina (Paredes, 2014_b).
56 G arcía L inera se refiere al desarrollo de la ind u stria d el litio ju n to con plantas separadoras
d e gas, u re a , am oniaco, GTL, polietileno, la E m p resa A zucarera San B uenaventura, las
rep resas Rositas, Miguillas y El Bala, y el h ie rro d e l M utún.

75
La Punta del Iceberg

Síntesis

Según los datos recopilados en el presente capítulo, el gobierno del


presidente Evo Morales ha reestructurado la economía del país creando
un esquema único, basado en la inclusión de distintos sectores sociales y
en el desarrollo de un m odelo plural que integra la econom ía liberal con
la nacionalización de los sectores estratégicos.
La transform ación económ ica ha im pactado positivam ente en
un considerable crecim iento que ha sido aprovechado en un mayor
desarrollo dél país é inversión social, ha permitido cooptar a la oligarquía
tradicional, financiar el aum ento de empleo, mejorar las condiciones de
las FF.AA. según veremos en la sección dedicada a la Dimensión Defensa,
y ha perm itido dism inuir la deuda fiscal a cifras históricas, aportando en
definitiva a la estabilidad política:
Debido a los antecedentes, se observa que la bonanza económ ica
está sujeta a factores tan trascendentales como la capacidad del Estado
para dar continuidad al modelo de economía plural im plem entado, la
diversificación en la explotación de recursos naturales y el desarrollo de
una capacidad industrial propia. En este esquema, los privados podrían
ju g ar un rol esencial, en la m edida en que prom uevan el desarrollo
industrial, comercial y de los servicios del país, en definitiva que generen
empleos. La clave de la perm anencia y empuje del sector privado (interno
y externo) se encuentra en los niveles de confianza con el poder Ejecutivo,
que a la postre depende d e los niveles de corrupción, narcotráfico,
seguridad interna y estabilidad política.
En síntesis, la continuidad del modelo de economía plural básicamente
depende del desarrollo de condiciones de sustentabilidad económ ica y
política que pueda proveer el Estado, así como también la participación
de capital privado.
C onsiderando la situación vecinal, destaca la in te rd ep e n d e n c ia
gasífera de Bolivia con Argentina y con Brasil. Bastante revelador es el
informe del BID que indica que más de la mitad de los ingresos del tesoro
de Bolivia proviene de la venta de este commodity. Anotando además la
dependencia energética de los países compradores (mucho mayor por
parte de Argentina) no se puede descartar la posibilidad que en el futuro
próximo se puedan desarrollar mayores consensos y avances en lo político,
particularm ente Con Argentina.

76
L a aspiración marítima boliviana y s ils implicancias en la seguridad y defensa de Chile

C a p ítu lo 5
D im e n s ió n S o c ia l

Una Compleja Estructura Social en Movimiento


Andrea Gaete

Considerando lo descrito en capítulos anteriores, Bolivia es el reflejo de


una construcción histórica compleja, inestable, colonial, con un caudillismo
endémico y un marcado militarismo. Estos antecedentes establecen las bases para
comprender la intrincada estructura social de este singular país. A continuación
se identifican elementos demográficos y sociales propios del país andino.

Demografía

Para el 2015 el Instituto Nacional de Estadísticas de Bolivia ha proyectado


(con datos del Censo 2012) una población de 11.410.654 habitantes, cifra
que aumentaría a un poco más de doce millones de habitantes al 2020. En el
2030 la cifra se elevaría por sobre los catorce millones (INE_c/sin fecha), lo
que implicaría un crecimiento aproximado de cuatro millones de habitantes
en un plazo de casi veinte años.
Bolivia es demográficamentejoven, ya que según el Censo 2012 concentra
u n a población de 20% entre los 15 y 24 años, superando en 10,3% la
sumatoria de su población sobre los 55 años de edad. Según este último
Censo, 25 de cada 100 personas que habitan en territorio nacional son niños
entre 0 y 11 años (50,8% varones y 49,2% mujeres). Cuenta con una fuerza
de trabajo que se concentra mayoritariamente entre los 25 y 54 años de edad.
Esta población se distribuye de modo dispar en áreas rurales y urbanas.
En el Gráfico 10 se observa que la población urbana comienza a aumentar
a partir de 1992 y, desde entonces, es muy superior a la rural, al punto en
que pasa de 57% de la población total en 1992 a 67% del total nacional en
2012 (Banco Mundial, 2015).

77
La Punta del Iceberg

Gráfico 10

Fuente: Gráfico elaborado por la autora del estudio con datos del Banco Mundial.

Con la finalidad de apreciarla realidad interna de Bolivia es necesario


tener en cuenta las cifras demográficas, pero también es pertinente abordar
los datos referidos al índice de Desarrollo Humano (IDH). El instrumento,
diseñado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
en 1980, con el objeto de m edir las dimensiones de salud, educación y
calidad de vida y sus componentes, ofrece datos concretos respecto del
desarrollo de capacidades de un país expresados en un rango de 0 a l 57.
Considerando los datos publicados por el PNUD - Program a de Naciones
Unidas para el Desarrollo (2014), se observa que el valor IDH aum enta
significativamente desde 1980 (valor de 0,494) hasta el 2Ó08 (valor de
0,649). A partir de entonces se registra una variación favorable subiendo
a 0,661 en 2010. Al 2013 la variación es positiva pero pequeña, subiendo
el valor a 0.66758(posición 113 en el ranking). El Gráfico 11 evidencia la
tendencia positiva con valores más altos en el índice a partir del año 200059,
pero que se m antiene estable desde el 2010 .
57 M ientras más alto el valor del ID H , m e n o r es la posición en el ran k in g . P o r ejem plo, en
2013, N o ru eg a se ubica e n el n ú m e ro 1 en el ra nking con u n valor d e 0,994.
58 C hile e n 2013 p re sen ta u n valor ID H de 0,812, u b icándose en el p u e sto 41.
59 Es im portante precisar que existen ciertas discrepancias en tre valores d el ID H presentados
p o r e n tid ad es nacionales e internacionales, p o r lo q u e se d e n o m in a “arm o n izació n de
datos” p ara la com parabilidad en tre países. Además, en lo que respecta específicam ente a
los datos que e n treg a el PNUD, cada inform e anual presen ta actualizaciones de sus series
de datos, incluyendo valores y clasificaciones del IDH. D ebido a ello, es posible e n c o n tra r
q u e el valor del ID H d e Bolivia p re sen ta d o e n inform e d el año 2013 c o rre sp o n d ie n te
al ra n k in g 2012 es d e 0.675, el q u e d iscrepa del v alor utilizado p a ra la elab o ració n de
este capítulo.

78
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Gráfico 11
Evolución del 1DH en Bolivia 1980-2013 (en valores)

0,800

0,700

0,600

0,500

0,400

0,300

0,200

0,100

0,000
1980 1990 2000 2005 2008 2010 2011 2012 2013

Fuente: Gráfico elaborado por la autora del estudio con datos del PNUD (2014).

A pesar de este avance, Bolivia no ha logrado progresar con los años


(desde la aplicación del IDH) hacia un rango de desarrollo alto, estando
herm anado en esta situación con países como El Salvador, Guatemala y
H onduras.
D esde u n a perspectiva vecinal, en el Gráfico 12 se observa que
com paradam ente Argentina y Chile son los que presentan una m ejor
posición en el ranking, quedando Perú en tercer lugar. En este contexto,
Bolivia, es el país que presenta los valores más bajos, aun cuando a nivel
interno manifiesta claramente un alza.
Gráfico 12
índice de desarrollo humano comparado 1980-2013

79
La Punta del Iceberg

Si se revisan los datos considerando el IDH Ajustado o IDH-D 60


publicados por el PNUD, se observa que Bolivia desciende 12 puestos en
el ranking (Malik, 2013). A modo de ejemplo, el 2013 el IDH de Bolivia
registra un valor de 0,667, que baja a 0,470 aplicando el ajuste (Malik,
2014). Al analizar por separado el factor educación, según los datos
entregados por el Censo Nacional de Población y Vivienda (2012), 5,5%
de personas de 15 o más años de edad es analfabeta61.
Datos obtenidos del VII Plan de Acción DIPECHO (2012) indican que
el 13,28% es analfabeta, de ellos, un 19,3% son mujeresy 6,9% son hombres
(Salamanca y Condori, 2012), valor que es 8 % superior al señalado por
el Censo boliviano. Esta inconsistencia en las cifras no nubla de m anera
alguna la existencia de desigualdad en el acceso a la educación en este
país, no solo debido al ingreso, sino que también debido a factores socio
culturales asociados a la ruralidad y la etnicidad. Es por ello que a pesar
de avanzar en el ranking del IDH, cuando se aplica el ajuste, la posición
de Bolivia baja.
Utilizando el concepto de inequidad definido por el PNUD para la
construcción del IDH-D, el Gráfico 13 refleja que en Bolivia, al menos
desde el 2013, la educación sigue siendo un aspecto a mejorar, aun cuando
la mayor inequidad se presenta en el ámbito de los ingresos.

Gráfico 13
Inequidad en Bolivia según IDH

40,00%

35,00%

30,00%

25,00%
B
IDH-D 2013
20,00 %

15,00%

10,00%

5,00%

0 ,00 %
Inequidad in equidad
Inequidad
Expectativas
Educacional Ingresos
d e vida

Fuente: Gráfico elaborado por la autora del estudio con datos del PNUD (2013).

60 Q ue in co rp o ra la desigualdad com o cuarta dim ensión.


61 D atos d el m ism o censo señalan q u e la tasa de analfabetism o dism inuyó 7,8 p u n to s
p o rcen tu ales e n tre los censos de 2001 y 2012 .

80
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Si se considera solo el factor ingreso, el IDH-D utiliza los índices Palma


y Gini62. Respecto de la desigualdad, la siguiente Tabla 1, dem uestra que
Bolivia ha logrado dism inuir la desigual distribución en los ingresos,
especialm ente entre 1999 y 201263- Así tam bién lo confirma el Ministro
de Econom ía y Finanzas de Bolivia, Luis Arce, al señalar que este país se
encuentra entre los siete con m ejor distribución del ingreso en la región
(Ministerio de Economía y Finanzas, 2014). A pesar de ello, los datos
reflejan un importante desequilibrio a nivel subnacional.
Tabla 1
Evolución coeficiente d e Gini en Bolivia 1999-2012

Año 1999 2009 2011 * 2012

Coef. Gini Nacional 0,58 0,50 0,47 0,47


Coef. Gini Urbano 0,49 0,45 0,41 0,42
Coef. Gini Rural 0,65 0,53 0,54 0,54

Fuente: Datos oficiales del INE de Bolivia hasta el 2011. Para poder observar la evolución
de este coeficiente, se utilizaron registros de UDAPE para el 2012.
*E1 INE de Bolivia no tiene registros del coeficiente Gini para el 2010.

Esta desigualdad no solo se expresa a nivel nacional, sino que también a


nivel departamental. De acuerdo con lo señalado en la dimensión política,
la administración de los fondos fiscales no es centralizada, por tanto los
departam entos generan ingresos propios de acuerdo con la explotación
de recursos naturales; como consecuencia se generan disparidades
presupuéstales que inciden en una inequidad a nivel país, la que se expresa
en desiguales niveles de desarrollo social. Este es uno de los elementos
que motiva la migración interna.
En cuanto al índice Palma, Bolivia refleja un valor de 4,8 entre 2003
y 2012, siendo Uruguay el país más equitativo de la región con un índice
Palma de 2,4; en términos coloquiales, esto significa que el 10% de la
población más acaudalada en Bolivia recibe cuatro veces el ingreso que
percibe el 40% de los pobres. Comparativamente, los ricos de Uruguay
reciben el doble que el 40% más pobre del país.

62 El ín d ic e Palm a divide el ingreso del 10% m ás rico c o n el 40% d el ingreso d e los m ás


p o b re s, m ien tras que el C oeficiente de Gini m ide la desigualdad e n los ingresos: el valor
0 re p re se n ta la p erfecta igualdad, y el valor 1 la p e rfe c ta desigualdad.
63 S egún P an o ram a Social d e A m érica L atina (2014_a), e n tre 2002 y 2013 el índice d e Gini
p ro m e d io cae a proxim adam ente u n 10%, de 0,542 a 0,486.

81
La Punta del Iceberg

En lo que respecta a la pobreza, de acuerdo con los datos del Panoram a


Social de América Latina (CEPAL, 2012_a), en Bolivia se reduce de 64%
á 60% éntre 1996 y 2007. La Unidad dé Análisis dé Políticas Sóciálés y
Económicas de Bolivia ofrece una visión actualizada cuyos datos indican
que la pobreza a nivel nacional disminuye de 64% a un 50% entre 1999 y
2010, así como la pobreza urbana disminuye de 51% a 42% y la rural de
84% a 65% en el mismo periodo (UDAPE, sin fecha).
Esta reducción es el reflejo de las políticas instauradas durante la
década de 1990 cuando Bolivia em prende sus primeras reformas para
revertir la desigualdad y la pobreza, sobre todo en áreas rurales, m ediante
programas de descentralización y participación popular y, posteriorm ente,
con la instauración de la política de distribución propia del modelo de
economía plural.
De m anera especifica la pobreza extrem a o indigencia se reduce
26,3% en un periodo de doce años (1999-2011) según indica la Fundación
Ara (2011). Asimismo, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de
Bolivia (2013_a) señala que a partir del 2012 Bolivia deja de ser el país
con mayor pobreza extrema en la región, cayendo de 38,2% en 2005 a
21,6% en 2012. En este contexto, como lo señala el Ministro de Economía
y Finanzas Públicas, Luis Arce, Bolivia desde el 2011 ya no es el país más
pobre de la región (Lazcano, 2013).
Como lo resume Fundación Aru (2011), Bolivia ya a fines de 2010
tiene índices de desigualdad y pobreza más bajos que en 1999, al mismo
tiempo que el promedio de ingresos en 2011 es 45% más alto que en 1999,
En este contexto, es conveniente agregar que según proyecciones del
Pardee Center for International Studies (2015), la población de Bolivia
con ingresos menores a US$ 1,25 por día podría dism inuir de m anera
im portante al 206064.
En lo concreto, Bolivia ha logrado dism inuir estas cifras con la
entrega de bonos estatales como Juancito Pinto8", Juana Azurduy"6y Renta
Dignidad67, la transferencia de dinero a niveles autonómicos para mayor
inversión en salud, educación y caminos, y el aumento de la inversión

64 C om parativam ente C hile, al 2060 n o ten d rá población con ingresos diarios m en o re s


a U S 1.25, e q u iv a le n te (al d ó la r d e l d ía 09 d e a b ril d e 2015) a $ 7 5 0 c h ile n o s
aproxim adam ente.
65 La b e ca consiste en la e n treg a d e d in e ro a las familias m ás pobres y vulnerables d el país
p a ra favorecer la in co rp o ra ció n y m an te n ció n de niños e n las escuelas.
66 M edida que busca m ejo rar la salud y n u trició n de las m ujeres em barazadas y d e niñ o s
y n iñ as m enores d e dos años, establecida p o r D ecreto S uprem o 066 d el 3 d e abril de
2009.
67 L a R e n ta Universal d e Vejez es u n a prestación vitalicia d e carácter n o con trib u tiv o q u e
el E stado boliviano oto rg a a todos sus beneficiarios.

82
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

pública de US$ 600 millones en 2005 a US$ 3.300 millones en 2011


(Ministerio de Economía y Finanzas de Bolivia, 2013_a). Todo ello ha
favorecido un mayor desarrollo social68 que explica la disminución de
la pobreza y la indigencia en los últimos diez años. Asimismo, el salario
m ínim o nacional ha aumentado su valor desde $ 500 bolivianos en 2006
cuando asume Evo Morales como presidente a $ 1.440 bolivianos 69 en
2014 (INE, 2014).

E l problema de la pobreza

A pesar de lo anterior, hay aspectos que Bolivia aún debe mejorar,


como la incidencia y la intensidad de la pobreza. La incidencia se expresa
en el porcentaje de hogares que se sitúan por debajo de la línea de la
pobreza, es decir, cuyos miembros no logran satisfacer sus necesidades
básicas. Mientras que la intensidad de la pobreza se refiere al prom edio
de privaciones experim entadas po r personas pobres en relación con
d im ensiones asociadas al agua y san eam ien to , en ergía, vivienda y
educación. Según datos de CEPAL (Panoram a Social 2013: 20), Bolivia
registra altos índices en ambos indicadores, con la incidencia de la pobreza
alcanzando el 50% (cercano a El Salvador y Paraguay) y una intensidad que
pasa el 45% (cercano a Honduras y Guatemala). En términos comparativos,
a nivel regional Bolivia tiene mucho que avanzar en este ítem.
Respecto de la incidencia de la pobreza, en el Gráfico 14 se observa
que el área rural destaca por una pobreza más extrema, m ientras que
en el área urbana lo que predom ina es un tipo de pobreza m oderada.
Asimismo, si bien ambos tipos de incidencia de la pobreza disminuyen a
partir del 2008, las cifras siguen siendo significativas.

68 E jem plo d e ello es que e n 20 años (1990-2010) la urbanización e n Bolivia a u m e n ta u n


6,9% (L attes E., 2000), expresándose e n u n m ayor acceso a agua p o tab le y m edidas
sanitarias en áreas u rbanas y rurales (CIA, 2014).
69 T ransform ado, equivale a $122.491 pesos chilenos.
La Punta del Iceberg

Gráfico 14
Incidencia de la pobreza urbana y rural de Bolivia 1996-2012

Urbana

1 Incidencia
de pobreza
moderada%

I Incidencia
de pobreza
extrema%

Rural

■Incidencia
de pobreza
inoderada%

■Incidencia
de pobreza
extreraa%

Fuente: Gráficos elaborado por la autora con datos de UDAPE.

Los datos de CEPAL validan lo anterior cuando indican que po r lo


menos desde el 2005 la pobreza rural ha superado invariablemente a la
urbana, ya que la pobreza extrema en el campo alcanza 62,9% en 2005,
m ientras que la urbana en el mismo periodo registra 24,3% (Panoram a
Social, 2011). Volviendo al gráfico, las cifras bajan en 2012, pero la
diferencia ru ral/u rb an a se mantiene.
Asociado a la pobreza rural y urbana, destaca el trabajo infantil y la
trata de personas como fenómenos preocupantes en la realidad social
boliviana. Según el Ministerio del Trabajo de Bolivia, 850.000 niños entre
5 y 14 años ejecutan labores de trabajo infantil70. Los niños adem ás,junto a
las mujeres, son víctimas de secuestro para la trata de personas. Las víctimas
provienen en su mayoría de zonas rurales deprimidas económ icam ente
(UNICEF, 2004). En este tipo de delito, las condiciones precarias que
70 El 17 d e ju lio d e 2014, se ap ro b ó la n o n n a que p e rm ite el trabajo infantil a m en o re s d e
10 años.

84
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

caracterizan la migración del campo a la ciudad aum entan el riesgo del


secuestro y posterior explotación.
O tro aspecto a mejorar es la brecha de género. Según el Informe de
Objetivos del Milenio (UDAPE, 2013), se ha m antenido una significativa
diferencia durante los últimos 20 años. Así tam bién lo reflejan los datos
del INE (2010), donde se observa que entre el 2000 y el 2007 la tasa de
desem pleo de las mujeres se m antiene superior a la de los hom bres en al
m enos dos puntos porcentuales durante todo el periodo analizado. Ello
lo confirm a Jiménez E. (2010), quien señala que las mujeres bolivianas,
sean estas indígenas o no, son efectivamente más pobres que los hom bres
bolivianos.
En el ámbito socioeconómico se registra oficialmente una reducción
del desempleo. El Ministerio de Economía y Finanzas de Bolivia informa
en su página web que la tasa de desem pleo baja de 8,2%, en 2005, a
3,2% en 2012 (Ministerio de Economía y Finanzas, 2013_b). De m anera
consecuente indica que la cifra de desempleo desde que asume Evo Morales
no supera el 5%; sin embargo, el Centro de Estudios para el Desarrollo
Laboral y Agrario de Bolivia (CEDLA) discrepa de la información oficial
al registrar 8 % de desempleo el 2013 (Escobar et al., 2011-2012).
Teniendo en cuenta esta divergencia, lo que interesa constatar en
este libro es la inestabilidad del empleo en Bolivia, su precariedad y la
desprotección del trabajador informal, cuyo rol es clave en la economía
interna, el que según Censo 2012 concentra el 63,5% de la población y que
ha aum entado debido a las restricciones del sector formal (UAL, 2011).
Los más afectados son los jóvenes y las mujeres, los que bordean cifras de
desem pleo entre 10% y 14% , respectivamente.
En cuanto a la situación de pobreza por departam entos, Potosí y
O ruro” son los que presentan hogares con los ingresos más bajos desde
la década de 1990, tanto en el área rural y urbana y en lo que respecta a
la pobreza y la pobreza extrema (UDAPE- INE, 2006)72. Asimismo, según
cifras de la Fundación Milenio73, los departam entos más pobres en 2011
son Potosí, Beni y Pando, mientras que los más ricos son Santa Cruz, Tarija,
Cochabamba y La Paz (Fundación Milenio, 2013). Es justam ente en las
71 La d e p e n d e n c ia histórica d e extracción de m inerales, todavía m arc a el bajo desarrollo
e c o n ó m ico d e Potosí. Según M inisterio d e E conom ía y Finanzas Públicas d e Bolivia,
el m o n to global de las ventas externas del D e p arta m e n to d e Potosí el a ñ o 2011 fue d e
U SD2.452 m illones. T am bién señala que el ing leso p e r eápita e n O ru ro fue d e USD2.547
e n 20 12 .
72 Análisis e la b o rad o p o r UDAPE con datos INE e n base a E n cu esta d e P resupuestos
Fam iliares 1990, E ncuesta EVI-FIS 1997, E ncuesta de H ogares 1999-2002 y 2003-2007.
73 C e n tro d e estudios boliviano q ue realiza d esde 1991 investigación e n el ám bito político,
e co n ó m ico y desarrollo sustentable.

85
La Punta del Iceberg

ciudades capitales de estos últimos donde, según el INE, se concentra la


población económicam ente acüva (PEA) de Bolivia, la que en el último
Censo de 2012 registra 74,5% en área urbana y 25,5% en área rural.
C onsiderando los objetivos del Milenio al 2015, Chuquisaca y Potosí
estarían rezagados en el cumplimiento de la meta de pobreza extrem a
planteada para el 2015 ya que en ambos departam entos este tipo de
pobreza alcanza 36,6% y 49,5%, respectivamente (UDAPE, 2013: 32).
Si se analiza el PIB per cápita por departam ento, se confirma que
al m enos desde el 2009 Chuquisaca, C ochabam ba y Potosí son los
departam entos con m enor riqueza disponible; en cambio, O ruro, Pando,
Tarija y Santa Cruz poseen una mejor renta. De ello se deduce que la
riqueza en la Bolivia de hoy se concentra en el oriente. Lo anterior se
refleja en el Gráfico 15:
Gráfico 15
PIB per cápita por departamento 2008-2013

Fuente: Gráfico elaborado por la autora del estudio con datos de INE de Bolivia.

Misma idea se refleja si se analiza la pobreza extrema por piso ecológico,


ya que según datos de UDAPE (sin fecha) esta se presenta con mayor
intensidad en el altiplano boliviano, le siguen en orden descendiente los valles
y los llanos orientales. En esta última zona se emplazan los departamentos
de Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija, los que conforman lo que los mismos
bolivianos han denominado como la “media luna”. El mapa a continuación
presenta la distribución de los departamentos que conforman la media luna.
Chuquisaca, a pesar de estar geográficamente dentro de la línea divisoria, no
forma parte de esta agrupación, ya que concentra en gran medida población
indígena, a excepción de su área más oriental.

86
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Gráfico 16
Mapa de la m edia luna de Bolivia

F u e n te : M a p a n o oficial e la b o ra d o p o r la a u to ra .

Pobreza, remesas y migración internacional

La pobreza, la inestabilidad laboral, el empleo informal y la búsqueda ,


de una m ejor calidad de vida o vivir bien “suma qam aña” en aymara y
“suma kwasay” en quechua (Villarroel P., Ilernani-Lim arino W., 2013), '
motivan el fenóm eno de la migración. Según UNICEF (2013) la migración
interna tiene lugar en Bolivia como producto de la pobreza rural, a partir
de ello surgen hogares m onoparen tales sostenidos por mujeres y tercera
edad. La movilidad es diversa, ocurre tanto al interior de Bolivia como al
exterior de sus fronteras.
Respecto de la migración internacional, datos del Banco Central de
Bolivia (2013) y del Censo 2012 sitúan a Chile como el cuarto país de
preferencia de los bolivianos que deciden em igrar al exterior. Ambas
fuentes también señalan como países receptores a Argentina, España,
EE.UU. y Brasil. Los que em igran son p rincipalm ente jóvenes que
se em plean como fuerza de trabajo barata en el ámbito de servicios,
construcción, agricultura, industria y comercio. Específicamente, los
departam entos desde donde se produce la emigración hacia Chile son,
en orden descendente: Potosí, Santa Cruz, La Paz, Cochabamba, Oruro,
Chuquisaca, Beni, Tarija y Pando.

87
La Punta del Iceberg

Desde la perspectiva chilena, el siguiente gráfico dem uestra que en


diez años, Perú es el país que más permisos de residencia tem poral ha
solicitado en comparación a Bolivia y Argentina74; sin embargo, desde el
2007,5se observa un increm ento en la petición de estos permisos por parte
de ciudadanos bolivianos, cifra que asciende de 1.329 en 2003 a 26.861
habitantes en 2013.

Gráfico 17
Permisos de residencia temporal en Chile para ciudadanos argentinos,
peruanos y bolivianos76

50.000 -----------
45.000
40.000
35.000
■ Bolivia
30.000
25.000 M Argentina

20.000 O Chile

10.000 - 1

5.000 1

f» * ¡ . a a >1 i 1 i 1 1
$
Fuente: Gráfico elaborado por la autora del estudio con datos del Departamento de
Extranjería de Chile

Al respecto, el Banco Mundial (2014) señala que Chile, ju n to con


Brasil, se ha convertido en un polo atractivo para los migrantes bolivianos
en los dos últimos años, probablemente debido a las crisis económicas que
afectan a España y Argentina. En este sentido, según el D epartam ento de
Extranjería de Chile, la presencia de ciudadanos bolivianos en Chile ha
aum entado 115% pasando de 11.649 en 2002 a 25.151 en 2012 (EMOL,
2013).

74 Si adem ás se consideran las visas de residencia tem poral y definitiva, n u e v am en te P e rú


destaca p o r sobre Bolivia y A rgentina.
75 Este a u m e n to p u e d e deberse n o solo al aum ento d e inm igrantes bolivianos e n C hile, sino
que tam bién a que e n 2007 se establece e n C hile el denom inado “proceso ex tra o rd in a rio
de regulación m ig rato ria”.
76 Se refiere a la residencia oficial sujeta a c o ntrato, d e estudiante, tem p o raria y e n los
últim os años de refugiados.

88
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

En Chile, los migrantes bolivianos se trasladan principalm ente a las


regiones de Tarapacá y Antofagasta, para desem peñar actividades en el
sector agrícola, construcción, minería y como estibadores en los puertos del
norte. Su salario fluctúa entre 50 y 100 dólares por jornada dependiendo
de la especialización (Lazcano et al., 2013). Asimismo, el prom edio de
ingresos de trabajadores extranjeros en Chile ha aum entado de $ 234.000
pesos en 2010 a $ 390.000 pesos en 2013, según lo señala el Ministerio de
H acienda (EMOL, 2013).
No hay registros oficiales en cuanto al núm ero aproxim ado de
inm igrantes en situación irregular, ni cuáles son los caminos que utilizan
para llegar a Chile, pero sí se sabe que la migración autorizada ocurre por
los siguientes puntos fronterizos que unen el sur de Bolivia con Chile de
acuerdo con los datos de la Dirección Nacional de Fronteras y Límites del
Estado de Chile DIFROL (2015):

a) Paso Visviri (ferroviario y carretero); y Chungará-Tambo Quemado,


ambos en la Región de Arica y Parinacota.
b) Colchane-Pisiga; Paso Apacheta de Irpa o Cancosa, y el Paso Abra
Oriente de Napa, todos en la Región de Tarapacá.
c) Salar de Ollagüe; y Portezuelo del Cajón, estos últimos en la Región
de Antofagasta.

Estos pasos se ubican, por el lado boliviano, tanto en el departamento


de O ruro, en las ciudades de Tambo Q uem ado y Pisiga, como en el
departam ento de Potosí (Pereira, 2011: 37).
Una consecuencia directa de la m igración externa es el envío de
remesas77, aunque autoridades estiman que gran parte de este envío se
realiza de m anera informal (por medio de los propios migrantes o de
terceras personas), los datos oficiales publicados por el Banco Central de
Bolivia indican un leve aumento en el total de las remesas, desde US$ 1,094
millones de dólares en 2012 a US$ 1,181 mil millones de dólares en 2013,
lo que representa un crecimiento de 8,0% respecto de las remesas recibidas
durante el 2012 (Imaña_b, 2014). En 2012, entre enero y mayo, las remesas
aportan el 1,65% del PIB (Chipana, 2013). España (47%), EE.UU (17,8%),
Chile y Argentina (8%) y Brasil (5,4%) son los orígenes desde los cuales
77 S egún la O rganización Internacional p a ra la M igración (O IM ), las rem esas se utilizan
p a ra a lim entación, vivienda, salud y educación. C abe aclarar q u e los d atos oficiales son
disím iles, p o r ello, n o se h a n utilizado para la elaboración de este capítulo los porcentajes
publicados; sin em bargo, sí existe c oincidencia e n q u e los p rincipales polos de rem esas
son E spaña, A rgentina, Estados U nidos, a los q u e se sum an en im p o rta n cia d u ra n te el
p e rio d o 2013-2014, Chile y Brasil.

89
La Punta del Iceberg

se registra el envío de remesas a Bolivia, generando un saldo positivo de


US$288 millones en el prim er semestre de 2014 (Banco Central de Bolivia,
2014_b). En éñéró dé 2015, BóliViá recibe US$ 91,4 millónéS, ttióñtó qué
es 2,5% m enor a las remesas recibidas en enero de 2014. Se cree que esta
disminución se debe probablemente al retom o de la población boliviana
residente en el exterior (Banco Central de Bolivia, 2015).
Las ciudades que reciben mayor porcentaje de remesas dentro de Bolivia
son en orden descendiente, Santa Cruz, Cochabamba y La Paz. Y en lo que
respecta al ámbito regional, Bolivia se ubica en el cuarto lugar en la recepción
de remesas dentro de la comunidad andina, ubicándose por debajo de
Colombia, Ecuador y Perú (Comunidad Andina, 2012).

En la siguiente sección se abordan características de la sociedad boliviana,


así como algunas consecuencias sociales de la migración.

Sociedad

La sociedad boliviana es predominante joven, económicamente activa,


migrante e intercultural. Como lo señala Crespo et. al. (2010), tal diversidad
refleja una nueva pirámide social.
El territorio boliviano integra 36 grupos étnicos. Según datos de CELADE-
CEPAL, al 2010 la población indígena constituye 62,2% del total poblacional.
A grandes rasgos, los quechuas alcanzan en Bolivia 30%, los mestizos otro
30%, los aymara 25%s y los blancos 15% (CIA, 2014), Información similar
ofrece el Censo 2012, ya que del total de la población censada, 2.806.592
habitantes mayores de 15 años se identifican con alguna de las 36 etnias. De
ellos, 45,6% pertenece a la nación quechua, 42,4% ala nación aymara, 3,13%
se identifica como chiquitaños y 2, 10% como guaraníes, solo por nom brar
algunos con mayor núm ero de representantes.
Se pueden hacer otras divisiones étnicas más desagregadas según
grado de mestizaje racial y cultural, por ejemplo, indígenas, mestizos (más
occidentalizados), cholos (más indígenas) y blancos. Otra clasificación es
aquella que elabora la politóloga norteamericana Rachel Gisselquist (2005)
entre indígenas de tierras altas o collas (mayoría de población indígena en
Bolivia), que incluye a los dos grupos etnolingüístícos principales, quechuas
y aymaras78, y los de tierras bajas79o cambas (más diversos, como guaraníes,
chiquitanos, moxeños), entre otros. Según UDAPE, en 2006 el 49% de

78 O rganizados e n la C onfederación Sindical ú n ica de T rabajadores C am pesinos d e Bolivia


(CSUTCB).
79 O rganizados e n la C onfederación de Indígenas del O rie n te Boliviano (CID O B).

90
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

la población indígena se encontraba en situación de pobreza extrema,


manifestándose al 2014 una brecha importante en la incidencia de la pobreza
entre la población indígena y no indígena.
Lo importante es señalar que en el Estado Plurinacional de Bolivia,
m ed ian te la plurinacionalidad se reconoce a los pueblos indígenas
como entidades históricas y políticas diferenciadas (autoridad, territorio,
instituciones y aspectos cognitivos y espirituales), constituyentes del Estado
y de la sociedad intercultural (CEPAL, 2014_b: 20). Aunque en el último
tiempo se ha generado una discusión pública debido a que el último Censo
2012 arroja que 69% de los bolivianos dice no pertenecer a ninguno de los
36 pueblos indígenas reconocidos por la Constitución Política del Estado {La
Razón Digital/ANF, 2013).

L a migración interna

El fenómeno de la migración interna constituye un referente importante


para comprender el complejo tejido social de Bolivia. Para Carmen Ledo (2010),
durante la primera mitad del siglo XX la migración está determinada por el
modelo primario exportador de minerales, con acentuada concentración en
la región occidental del país, ya que los llanos orientales y las zonas tropicales
están prácticamente despobladas. Según la Organización Internacional para la
Migración (OIM) (Pereira, 2011), en 1952 se formulan políticas que impulsan la
conquista del Oriente para ampliar la frontera agrícola y afianzar la explotación
petrolera. Esto permite que en la década de 1960 y 1970 se produzca una
importante migración de carácter espontánea desde las zonas del altiplano y
los valles hacia las zonas de colonización. Importante es indicar que producto
de la reforma agraria de 1953 se produce una crisis campesina que motiva la
“descampesinización”, insertándose en las ciudades por medio del comercio
ambulante, en la provisión de servicios y en calidad de asalariados rurales en las
zonas orientales e incluso en Argentina (Ledo, 2010).
Pero en 1985 se encuentra la pieza clave para entender el estado
m igratorio interno actual. Ese año, según la OIM (2011), el presidente
Paz Estenssoro emite el decreto 21060 como medida correctiva de ajuste
estructural a la crisis del país. Con el decreto se aplican profundos reajustes
a las empresas estatales, especialmente a la mayor empresa minera del
país (Corporación Minera de Bolivia), siendo expulsados cerca de 21 mil
trabajadores de la COMIBOL80. Ese proceso de despidos masivos es conocido

80 E n 2003, c o n la caída d e Sánchez d e Lozada, se inicia u n cam ino d e re fu n d a c ió n d e la


CO M IBO L, el que concluye e n 2007 con la Ley N° 3720 q u e le oto rg a n uevam ente un
ro l productivo.

91
La Punta del Iceberg

como “relocalización” (Vacaflores, 2003) o también como descentralización.


En ese contexto y producto de una política de libre m ercado y de la
reducción drástica del aparató estatal, se genera un proceso migratorio
como estrategia alternativa al desempleo.
D esde en to n ces, la m igración in te rn a se h a fo calizad o e n el
denom inado eje central, es decir, en ciudades de La Paz, Cochabamba y
Santa Cruz. De esta m anera tiene lugar la migración campo-ciudad, así
como aquella proveniente de ciudades menores, urbanizando y poblando
aquellas ciudades que ofrecían mejores oportunidades. Las consecuencias
de la migración reflejan desde el 2009 un acelerado crecim iento urbano,
dem anda de servicios, necesidades de hábitat mínimo y presión en el
m ercado laboral, así como un sólido proceso de transculturación81.
Sumado al contexto histórico de la migración, Ledo (2010) destaca el
empoderam iento de sectores campesinos e indígenas. En 1996 se asienta el
proceso de descentralización y se aplica la Ley de Participación Popular82,
sustentada en una amplia participación social en la gestión y el desarrollo
de municipios, lo que directa o indirectamente cambia las relaciones de
poder desde los espacios locales. Para la autora, antes de la ley, debido a
la pobre dispersión de los recursos concentrados en las grandes ciudades
y en el área rural, así como ante la ausencia del Estado, la mayoría de las
organizaciones campesinas o indígenas son, en ese m om ento, la única
institucionalidad existente capaz de establecer y exigir el cum plim iento
de reglas de convivencia y autogestión comunal. Es así como surgen los
denom inados indígenas campesinos¡ definidos por Salazar Lohm an como
“sujetos políticos constituidos por hombres y mujeres del campo boliviano”
(2013:105), los que a pesar de sus contradicciones internas se amalgaman
y organizan para em erger en la arena de la disputa por las relaciones de
poder en el país. Estos, definidos también como campesinos interculturales
por el sociólogo paceño Dr. Fernando Calderón (2014) son fundadores
de una nueva configuración social, convirtiéndose en fuerzas centrales y
fundamentales en la construcción de la actual política de Bolivia.
Ajuicio de Calderón, emerge así una nueva politicidad organizada en
sindicatos que entiende lo clave que es la unidad para la sobrevivencia,
dando origen a un sindicalismo campesino colonizador que es más abierto
y plural porque ha tenido que pasar por un proceso de adaptación a las
nuevas condiciones del entorno, entre ellas, la migración y asentamiento en
áreas urbanas más desarrolladas. La conformación de este grupo se rem onta

81 La frase típica “el cru ce ñ o nace d ó n d e q u iere” refleja esta situación.


82 Ley establecida el 20 d e abril d e 1994 p o r el entonces P residente G onzalo Sánchez d e
Lozada.

92
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

a las migraciones a partir de la revolución del 1952 (nacionalización y mala


gestión de m ineras), las oleadas generadas po r la reforma agraria de 1964,
la crisis del estaño de la década de 1980, y el boom cocalero en el Chapare
en la misma década.
Quienes antes eran denominados como los “migrantes colonizadores”,
juegan hoy un papel estratégico en la cultura y la política, explicando de
alguna m anera el liderazgo de Evo Morales.

M ovilizaciones y protestas

Tres factores fundam entales contribuyen a la ocurrencia de un


co m p o rtam ien to colectivo: factores estructurales que au m entan la
posibilidad que las personas respondan de una m anera en particular (un
estím ulo propicio); el m omento adecuado; y la desintegración de los
mecanismos de control social (McPhail, 1991; Turner y Killian, 1993 en
Kendall, 2011).
Respecto de las motivaciones o estímulos se observan en Bolivia
tem áticas recurrentes asociadas a la reivindicación y la justicia social,
siendo interpretadas y significadas por distintos actores según sus propias
necesidades e intereses. Es así como surgen diversas acciones colectivas
y m ovim ientos sociales 83que incluyen, en general, aspectos como la
identidad, derechos sociopolíticos y económicos, de raza y clases sociales,
solo po r m encionar algunos, que perm iten a actores sin poder ni recursos
(exceptuando la movilización) entrar al juego de la política.
El indígena es uno de los actores más representativos de la lucha social
en Bolivia, sus demandas actuales e históricas se encuentran enfocadas
en la reivindicación. Efectivamente han logrado una mayor inclusión,
representación y participación con el presidente Evo Morales; sin embargo,
com o lo señala la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos (ACNUDH) en su Informe sobre Derechos Humanos
en Bolivia de 2014, la protección de los derechos de los pueblos indígenas
continúa siendo un desafío en la vida cotidiana. El organismo sostiene que
aún está pendiente la implementación integral de la Política del Estado
Plurinacional de Bolivia contra el racismo y toda forma de discriminación,
así como la dotación de mayores recursos financieros para tal fin. Los
temas específicos que movilizan a estos actores son la consulta indígena,
la Ley de Autonomías, y la creciente politización del movimiento indígena.
83 U n a acción colectiva es aquella m anifestada d e m a n e ra esp o n tán e a p o r u n g ru p o de
p e rso n as d e m anera n o organizada y sin u n a je ra rq u ía clara o establecida, m ientras que
u n m ovim iento social es u n grupo organizado q u e actúa conscientem ente p a ra prom over
o resistir el cam bio.

93
La Punta del Iceberg

Otros actores clave en este contexto son los campesinos y obreros.


Después de la ya mencionada revolución del 52, la Central Obrera Boliviana
(COB), se convierte en el referente de la lucha por los derechos de la
clase obrera, así como también emergen en la década de 1970 y 1980 el
katarismo y el movimiento cocalero. Una vez que Evo Morales comienza
su carrera a la presidencia, el escenario se modifica. Con sustento en la
revolución democrática cultural, se visibilizan otros movimientos como
los indígenas campesinos o interculturales agrupados en CONAMAQ84 y
CIDOB85, los que alcanzan solidez con el “Pacto de U nidad” firmado en
Safítá Cruz el 20 048fi. En 2006, con la llegada dé Evo Morales al poder, se
inicia en Bolivia un periodo de manifestaciones y movilizaciones propias de
una nueva estructura social y política que incluye un complejo entram ado
de cooptaciones, prebendas, alianzas, divisiones y competencias p o r el
poder político que m erm an la actual capacidad de presión de estos grupos.
Ejemplo de ello es la COB, que aparentem ente ha perdido parte de su
peso político87.
El sector gremial también es un actor importante, ya que a partir de
enero del 2013 protagoniza el 7% de los conflictos en el país. 75% de
ellos se genera en capitales de departam entos (Fundación UNIR, 2012).
Los sectores que expresan mayor descontento en 2013 son la Policía, el
Magisterio, Minería, Agricultura y sector pasivo (jubilados).
Algunos temas que en la actualidad son fuente de conflicto (y
movilizaciones) en Bolivia son la gobernabílídad territorial, la Ley de
Minería, la instrumentalización de los movimientos sociales, y el control
del Estado en los procesos productivos y en cuanto a los derechos
fundam entales por razones de Estado, como el derecho de propiedad y
libertad de opinión.
Respecto de la form a en que se manifiesta este com portam iento
colectivo, UDAPE (utilizando datos del INE) cuenta con un registro de

84 C onsejo N acional d e Ayllus y M arkas del Q ullasuyu, q u e re p re s e n ta a los p u e b lo s


indígenas de las tierras altas de Bolivia, com o a los ayllus de Aymaras, Q u ech u as y U rus
d e los Departamentos de Potosí, Chuquisaea, La Paz y Coehabamba.
85 C onfederación de pueblos indígenas de Bolivia. R epresenta al o rie n te boliviano com o
C hiquitanos, Ayoreos, Guarayos y G uaraníes.
86 O tros firm antes del Pacto son: A sam blea d el P ueblo G uaraní (APG), C onfederación
S in d ica l do C o lo n iz a d o re s d e B olivia (CSCB ), F e d e ra c ió n N a c io n a l d e M u je res
C a m p e sin a s In d íg e n a s O rig in a ria s d e B olivia “B a rto lin a S isa” FN M C IO B “BS”,
C onfederación d e Pueblos E tnicos d e Santa Cruz (CPESC), M ovim iento Sin T ie rra
(M ST), Asociación N acional de R egantes y Sistemas C om unitarios d e A gua P o tab le y
M ovim iento C ultural A fro d escendiente.
87 D esde el 200f> qtie la COB m uestra divisiones in tern as que h a n afectado su capacidad
de p o d e r e n el actual sistem a político boliviano.

94
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

disturbios civiles según departam ento entre el 2000 y 201188considerando


tres variables: manifestaciones y marchas; huelgas y paros; y bloqueos
y tum ultos. De estas, las manifestaciones y marchas son las formas de
expresión con mayor número de ocurrencia. Según estos datos, en el país se
observa un aum ento de los disturbios en el 2002, los que escalan a su nivel
máximo en 2005 (movilizaciones que culm inan con la renuncia de Carlos
Mesa). En 2006 disminuyen para aum entar a más del doble en 2007 y 2008.
La tendencia es nuevamente a la baja en 2009, para aum entar levemente
en 2010 y 2011. El departam ento con mayor núm ero de disturbios según
el INE es La Paz, seguido en orden descendiente po r Cochabamba, Santa
Cruz, Tarija, Chuquisaca, Potosí, Oruro, Beni y Pando.
De acuerdo con lo señalado en Perfil de Conflictividad de Bolivia
(Fundación UNIR, 2012), desde 2005 la conflictividad baja debido a la
salida política que ofrece esta instancia a la crisis estatal, a la legitimidad
del nuevo gobierno y a las expectativas del pueblo boliviano. Pero ya en
200989el panoram a cambia debido a las expectativas no satisfechas, p o r el
proceso inflacionario y la supuesta distancia o quiebre entre el gobierno
de Evo Morales y algunas organizaciones sociales.
Un claro ejemplo de estas manifestaciones colectivas en la historia
reciente de Bolivia se produce en 2010 con el prim er levantam iento
popular contra el actual presidente debido al aum ento de los precios de
combustibles (DS N°748). El Alto es una de las ciudades más movilizadas.
En este caso específico, Quiroz y Lourdes (2011) señalan que las bases
del movimiento popular no logran ser cooptadas, m anteniendo de esa
form a su autonom ía. Los autores plantean además que cuando “los de
abajo” atacan y destruyen sus propias organizaciones, es porque los diques
de contención de la protesta (control social) están rotos o muy débiles.
Lo mismo se observa en la VIII m archa de los Movimientos Indígenas
de T ierras Bajas90 en departam ento del Beni, dirigida por CIDOB y
CONAMAQ91en 2011 producto del Proyecto Carretero en Villa Tunari San
Ignacio de Moxos98, que afecta al Territorio Indígena del Parque Nacional
Isiboro Sécure (TIPNIS)93, hábitat de los pueblos indígenas Chimán,
Yuracaré y Mojeño-trinitario. Este conflicto hace pública la evidente tensión
entre la necesidad de desarrollo del gobierno boliviano y la p ro m etid a
88 P eriodos c o n m ayor o cu rren cia de disturbios: 2003-2005; 2007-2008.
89 E n ese a ñ o se p ro d u c e el q u ie b re e n tre e l MAS y el B loque In d íg e n a O rig in a rio
C am pesino P opular BIOCP.
90 E n 1990, o c u rre la p rim era m arc h a ind íg en a n o solo de los indígenas d e tierras bajas,
sino q u e tam b ién del C haco y Am azonia, lid e rad a p o r CIDOB.
91 C onsejo N acional d e Ayllus y M arkas d el Q ullasuyu.
92 Esta c a rre te ra u niría am azonia, altiplano y valles.
93 D esde 1990 convertido e n territo rio in d íg e n a y P arque N acional.

95
La Punta del Iceberg

p ro tecció n del te rrito rio indígena. Esta c o n tie n d a se inicia el 15 de


agosto y term in a el 25 de noviem bre con la Ley N°180 a favor de la
p ro tecció n del TIPNIS.
En estos dos ejem plos las m ovilizaciones se llevan a cabo com o
co n secu en cia de la d eb ilid ad relativa de los m ecanism os de c o n tro l
o co n tención del recién instaurado Estado Plurinacional. Adem ás de
a ctu ar en u n m om ento político o p o rtu n o , los m ovilizados c u e n ta n
con u n a am plia c o b e rtu ra de prensa, lo que les da m ejores recursos
para u n a negociación exitosa.
Caso contrario es lo que sucede al in terio r de las Fuerzas Arm adas
de Bolivia. P ro d u cto de las divisiones in te rn as e n tre la o ficialidad y
p erso n al de suboficiales, estos últim os se m ovilizan p a ra reiv in d icar
sus derechos sociales y económ icos, d em andando la descolonización
y el térm in o de la discrim inación racial, educacional, en vivienda y
salud, m ed ian te la m odificación de la Ley O rgánica de las Fuerzas
A rm adas (LOFA).
P ro te s ta n a fines de a b ril de 2014 con m arc h as p ú b lic a s en
las calles de La Paz y otras ciudades del país. El m o v im ien to es
catalogado com o u n a m ovilización histórica e in éd ita , que a ju ic io
de Franklin Pareja, analista político boliviano, constituye “la p rim era
fricció n p re o c u p a n te e n tre el G ob iern o y las F uerzas A rm ad as”
(C arballo, 2014). Si a ello se sum an los dichos del P re sid e n te del
Senado de Bolivia, E ugenio Rojas, cuando insta al e n to n ces M inistro
de D efensa, R ubén Saavedra, a establecer el diálogo “an tes q u e el
problem a rebase al g o b iern o ”, o cuando el P residente de D iputados,
M arcelo Elío señala que “no puede relajarse la d iscip lin a, es un
p e lig ro ” (M ealla, 2014), lo que se observa es la p rese n c ia de un
c o n flicto in te rv e n id o a través de m ecanism os de c o n tro l social
externos más estables. El m ovim iento es de tal trascen d en cia que en
un solo día el C om ando en Jefe de las Fuerzas A rm adas eje c u ta la
baja forzada de 702 efectivos entre suboficiales y sargentos de las tres
fuerzas (Ejército: 381; Fuerza Aérea: 300; Arm ada: 21), acusados de
h a b e r com etido actos de “sedición, m o tín , realizar acción p o lític a y
a te n ta r c o n tra la dignidad y h o n o r de las Fuerzas A rm adas en form a
colectiva” (ANF, 2014_b). El m ovim iento en sí term in a el 5 de mayo
de 2014. A un año de las m ovilizaciones, tres suboficiales castrenses
continúan privados de libertad en carceletas m ilitares (Farfán, 2015).
Según O rnar Salinas, com an d an te en je fe de las Fuerzas A rm adas, el
p ed id o de descolonización se ha insertado en reglam entos y norm as
de la entidad hasta conceder 95% de lo dem andado por los suboficiales;

96
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

en cam bio las m odificaciones de la LOFA, que la institución propone al


M inisterio de Defensa, habría sufrido pocos cambios94 (Mendoza, 2015).
Pese a los conflictos internos, es im portante destacar que no ha
m erm ado el im portante rol social, político y económ ico que cum plen
las Fuerzas Armadas en la búsqueda de la consolidación del Estado
Plurinacional.

Síntesis

Bolivia se observa como una sociedad fragm entada po r lo geográfico


(altiplano, región subandina y llanos orientales), lo que se refleja en
expresiones culturales diferenciadas según área de pertenencia, en la
que coexisten una m ultitud de etnias con lenguajes, vestimentas, normas,
pautas de com portam iento, creencias e intereses diversos, ju n to con el
cam pesino sindical y la oligarquía criolla.
Es adem ás una sociedad que ha logrado reducir la pobreza extrema,
p e ro p e rsiste n focos de p o b reza im p o rta n te q u e se c o n c e n tra n
especialm ente en áreas rurales, m ujeres y niños. La m igración ha
generado el traslado de zonas rurales más deprivadas a territorios más
productivos, todo con el fin de ten er acceso a m ejores oportunidades
y m ejo rar así su calidad de vida. Ello ha ten id o efectos sociales y
económ icos im portantes a nivel interno.
En lo económ ico, la m igración favorece el m ercado de trabajo
in fo rm a l, el que com o ya vimos, es rele v an te p a ra el d esarro llo
económ ico actual de Bolivia. Asimismo, el envío de rem esas de los
m igrantes externos se ha convertido en un soporte im portante para
la contención de la pobreza y la indigencia en la familia boliviana de
m enos recursos, por ello, este tipo de m igración sigue siendo una salida
atractiva. Esto podría variar si el Estado Plurinacional logra consolidarse,
de lo contrario, podríam os prever un aum ento del flujo m igratorio
hacia países de la región y, específicam ente, a la zona norte de Chile.
En lo social, la transculturación y sincretismo como resultado de la
migración, son un fiel reflejo de la realidad cotidiana de Bolivia. Ello facilita
la cohesión social a nivel intra-grupal y también a nivel intradepartamental,
sin embargo, ello no se observa con igual intensidad a nivel departam ental
ni a nivel país; sin embargo, con la llegada de Evo Morales al poder se
logra construir una identidad país potente que se sostiene y se potencia

94 La Ley O rg án ica de las Fuerzas A nnadas d e Bolivia pasa p o r u n proceso d e revisión


d e 6 añ o s c o n el fin d e ad ap tarla a la nueva C onstitución del país. La p ro p u e sta de
m odificaciones se presen tó al M inisterio d e D efensa a fines de m arzo de 2015.

97
La Punta del Iceberg

desde el establecimiento de la Constitución del 2009 y con ella del Estado


Plurinacional. Eso es lo que unifica hoy a Bolivia.
Con la refundación del Estado, sectores campesinos, indígenas y
obreros adquieren mayor poder, pasando de ser los grandes excluidos de la
historia boliviana a ser partícipes activos del actual sistema político. Logran
unirse, organizarse y movilizarse en la búsqueda de la reivindicación de sus
derechos. Para ello, una herramienta fundamental ha sido la conformación
de movimientos sociales. Es esencial destacar que algunos movimientos,
en razón de sus particulares intereses, han mutado de un apoyo irrestricto
a Evo Morales a convertirse en opositores “ocasionales” como la COB y
la CONAMAQ. Para contrarrestar lo anterior, el Estado Plurinacional
se ha visto en la obligación de adaptarse a las nuevas circunstancias,
estructurando para ello formas de contención de conflictos, pasando de
un m enor control social externo a uno más acentuado.
F inalm ente, com o lo señala G arcía L inera (2014), u n desafío
im portante para asentar la revolución en democracia es la construcción
de hegemonía por parte del gobierno de Bolivia como dirección moral,
política, cultural y espiritual sobre el resto de las ñxerzas sociales. Para
ello el trabajo coordinado y conjunto de sindicatos, com unidades
indígenas y campesinas es clave. Sin embargo, debido al surgim iento de
fuerzas resistentes a esta hegemonía, lo que se observa, por ejemplo, es la
cooptación de los líderes de algunos movimientos sociales y la intervención
partidista al movimiento indígena. Si esta contradicción se agudiza, se
afectará la estabilidad interna del país, debilitando la consolidación del
Estado Plurinacional.

98
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Ca p ít u l o 6
D im e n s ió n D efensa

La Organización y la Política de Defensa Boliviana,


una Fuerza en Proceso de Transformación
Crl. (R) CarlMarowski

El se c to r defensa en Bolivia se e n c u e n tra en un p ro ce so de


transform ación, que podríamos decir se inicia el 2004 con la publicación
del prim er libro de la defensa y el desarrollo de una política de defensa
que comienza a cobrar cuerpo y sofisticación en los siguientes 10 años.
A parte de la redefinición de roles y funciones, el proceso involucra
aspectos sociales, políticos, económicos y doctrinarios según se detalla a
continuación.

Política de segundad, y defensa

La política de seguridad y defensa de Bolivia, se estructura en forma


explícita y formalmente por medio del Libro Blanco de la Defensa, publicado
el 2004 durante la presidencia de Carlos Mesa. Destacan además dos
docum entos directrices del sector, a saber, el Plan Nacional de Desarrollo
de Bolivia (2007) y la Constitución Política del Estado (2009).
Para introducir la temática referida a la defensa es esencial considerar
que la Carta Fundam ental de Bolivia asigna roles a las FF.AA. respecto
del m antenim iento de la seguridad interna y la promoción del desarrollo
social, ampliando el espectro tradicional que compete a las fuerzas militares
en torno a la seguridad exterior. Específicam ente establece que “las
Fuerzas Armadas tienen por misión fundam ental defender y conservar la
independencia, seguridad y estabilidad del Estado, su honor y la soberanía
del país; asegurar el imperio de la Constitución, garantizar la estabilidad
del gobierno legalmente constituido, y participar en el desarrollo integral
del país” (Estado Plurinacional de Bolivia, 2009: Art. 244°).

99
La Punta del Iceberg

La expresión de la Política de Defensa boliviana se m aterializa


m ediante la disuasión, la cooperación, la prevención y la persuasión como
instrumentos de Acción Política y de empleo de los instrumentos del Poder
Nacional, considerando el eventual empleo del instrum ento militar en
acciones internas donde la Policía Nacional hubiera sido sobrepasada
(Ministerio de Defensa de la República de Bolivia, 2004).
Así también, la política de defensa boliviana m antiene inalterable su
deseo indeclinable de retorno al Pacífico con soberanía. La Ley Orgánica
de las Fuerzas Armadas de la nación recoge este punto, en específico en
el artículo I o, donde señala que ellas sustentan entre otros principios
doctrinarios: “Ser el factor indispensable para el logro de los objetivos
nacionales, el desarrollo integral del país y la indeclinable decisión de
reivindicación m arítima” (Ley 1405, 1992).
D urante la prim era adm inistración del presidente Evo M orales,
se publica el Plan Nacional de Desarrollo de Bolivia, que considera la
form ulación de políticas y estrategias para la seguridad y la defensa
nacional que se m antienen vigentes hasta la fecha, según se detalla a
continuación (Ministerio de Planificación del Desarrollo, 2007):

• Programa de desarrollo de la identidad nacional.


• Modernización del equipamiento de las FF.AA.
• Control y vigilancia terrestre, acuática y aérea del territorio.
• Programa de modernización, democratización y universalización
del servicio militar obligatorio.
• Conformación de una comunidad de defensa de los intereses nacionales.
• Mayor participación en operaciones de paz.
• . Programa de participación en el mercado naviero y construcción de
un puerto alternativo de salida al Océano Atlántico.
• Equipamiento de seis batallones de ingenieros para apoyar la labor civil.
• Mejoramiento del sistema de comunicaciones y de alerta temprana.

Ju n to a lo anterior, estipula el apoyo al desarrollo nacional po r parte


de las FEAA. en la lucha contra la pobreza; capacitación y participación
en campañas de salud; prom ueve la inclusión, equidad y desarrollo;
capacitación laboral en el servicio militar; alfabetización; protección del
medio ambiente; apoyo a la microempresa; mejoramiento de la cartografía
básica y náutica; y apoyo a la infraestructura productiva y vial, generando
polos de desarrollo en áreas fronterizas con el establecimiento de 25
puestos militares y capitanías de puerto.

100
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

La Constitución Política del Estado (2009) considera en su título VII:


“Las Fuerzas Armadas y la Policía boliviana”, señalando en este rango legal,
la dependencia, estructura superior, organización, misiones y tareas de
los diferentes componentes de la seguridad y la defensa de dicho país.
Se destaca el Consejo Supremo de Defensa del Estado Plurinacional
(COSDEP), cuya composición está fijada por ley, constituyéndose en el
máximo organismo asesor presidencial para los fines de la defensa del país.
A ctualm ente se está desarrollando un anteproyecto de Ley de
Seguridad y Defensa del Estado Plurinacional de Bolivia, que considera la
actualización de la Política de Defensa del 2004. Parte de este trabajo fue
publicado el 2010 bajo el título: Bases para la Discusión de la Doctrina de
Seguridad y Defensa del Estado Plurinacional de Bolivia. En sus contenidos
principales establece orientaciones en los siguientes ámbitos: Doctrina del
Estado Plurinacional, Visión de la Seguridad y Defensa Integral, Políticas
de Seguridad y Defensa y Los Organos del Estado en la Seguridad y la
Defensa. En el capítulo IV explica la conceptualización de la seguridad
estatal dem ocrática en el nuevo Estado Plurinacional, relacionándolo
con la seguridad hum ana y sus siete niveles o categorías (Ministerio de
Defensa del Estado Plurinacional de Bolivia, 2010: 27-36). Define y le
otorga características a la seguridad integral del Estado, estableciendo
la naturaleza de la seguridad y la defensa de m anera plurinacional y
com unitaria, en que relaciona a las tareas de seguridad con el desarrollo
nacional.
En cuanto a la Defensa propiam ente tal, el texto establece un esquema
de doble naturaleza en que involucra a la ciudadanía en la defensa militar.
El docum ento establece que “el país adopta un modelo de defensa militar
no com ún, no agresivo, creativo y dinámico que se fundam enta en la
corresponsabilidad civil-militar”, po r m edio de ello apela a todos los
actores de la sociedad para la defensa de la patria (Ministerio de Defensa
del Estado Plurinacional de Bolivia, 2010: 34). Lo anterior se traduce en
el diseño de dos métodos defensivos, uno convencional y otro asimétrico
(de guerrillas). En esta perspectiva, la fuerza militar convencional es la
prim era que responde ante una agresión. No obstante lo anterior, es
interesante destacar que en caso que la fuerza atacante sea superior, la
doctrina incorpora al ciudadano como defensor del Estado en un esquema
asimétrico, con el fin de evitar el enfrentam iento directo y ganar mayor
libertad de acción, de acuerdo con lo previsto en la propia “Doctrina de
las Republiquetas” (Ministerio de Defensa del Estado Plurinacional de
Bolivia, 2010: 34).

101
La Punta del Iceberg

Al igual que los textos comentados previamente, el anteproyecto del


2010 m antiene la reivindicación marítima de m anera irrenunciable e
imprescriptible, como una de las finalidades de la defensa del Estado95.
El escrito también destaca una activa participación de las FF.AA. 'en el
desarrollo del país, de acuerdo con lo siguiente (Ministerio de Defensa
del Estado Plurinacional de Bolivia, 2010: 4345):
i

• Apoyar la política de protección social del Estado.


• Fortalecer las empresas del sector defensa en favor de los
emprendimientos productivos del Estado. 1
• Promover el desarrollo de ciencia y tecnología en las FF.AA. para 1
contribuir a la innovación y tecnificación del sector defensa y al
desarrollo integral del Estado.
• Proyectar el servicio militar como centro de tecnificación alternativp
de los jóvenes bolivianos. I
• Defensa del medio ambiente y patrimonio cultural.
• Promover la cultura de equidad de género y la eliminación de todai
forma de discriminación en el sector defensa como eje para el
desarrollo humano. ,
• Reivindicación marítima.
• Promover el desarrollo de los intereses marítimos, fluviales, lacustres
I
y Marina Mercante. i
i
Como ejemplo, destaca en este contexto la labor de las fuerzas militares
en el proceso de entrega del Bono Juancito Pinto (ver nota al pie n°
45 a lo largo de todo el país y la mejora de los cuarteles dotándolos de
equipam iento para dar formación técnica básica a soldados conscriptos.
Derivado de lo anterior, se establecen objetivos y tareas específicas para
cada sector ministerial con las siguientes políticas de seguridad y defensa:
“Para la Seguridad y Defensa Integral”, “Para la Defensa Civil”, “Para la
Participación en el Desarrollo” y “Para la Integración y la Paz”.
i
Organización de la seguridad y la defensa \
\
I
A continuación se presenta el organigrama que representa la estructura
superior de la defensa de Bolivia según lo descrito en las Bases para lá
Discusión de la Doctrina de Seguridad y Defensa del Estado Plurinacional
de Bolivia y el Atlas Comparativo de la Defensa de América Latina y el
i
95 Cabe precisar que e n el Plan N acional d e D esarrollo de 2007 se h a b la d e “re in te g ra c ió n
m arítim a". (M inisterio d e D efensa d el Estado Plurinacional d e Bolivia, 2010: 240).

102
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Caribe. Destaca el liderazgo directo del Presidente sobre la estructura


orgánizacional, la existencia de un Consejo Supremo de Defensa Nacional
y u n Com ando en Jefe de las FF.AA. con un Estado Mayor General, con lo
que se configura una estructura de m ando conjunto.
I
Gráfico 18
El sistema de defensa de Bolivia

Fuentes: Ministerio de Defensa del Estado Plurinacional de Bolivia (2010: 49-54); y


Donadío y Tibiletti (2014:142).

Destaca la organización superior del Ministerio de Defensa con dos


viceministros, el Viceministro para la Defensa y Cooperación al Desarrollo
Integral y el Viceministro de Defensa Civil. Esta estructura es funcional a
varios roles que debe cumplir la fuerza actualm ente, en razón del apoyo
que por m andato constitucional presta a tareas de seguridad interior y
desarrollo.
El despliegue de paz de los medios militares de Bolivia coincide con sus
zonás jurisdiccionales para el empleo operacional conjunto de sus medios,
presentando actualm ente siete Comandos Estratégicos Operacionales
(CEO) Conjuntos: Amazónico, Mamoré, del Plata, del Chaco, Central,
Andino y Chichas, además del CEO “Subteniente Gironda” en la zona
Central-Cochabamba para el empleo de medios armados en operaciones
de narcotráfico (ver mapa a continuación).

103
La Punta del Iceberg

Gráfico 19
D espliegue territorial de las FF.AA. bolivianas en tiem pos de paz

Fuentes: Mapa no oficial elaborado con información de Ministerio de Defensa del


Estado Plurinacional de Bolivia (2012_b: 26) y Donadío y Tibiletti (2012: 144).

La fuerza total de las tres instituciones de la defensa de Bolivia


considera 34.078 efectivos según datos del 2014 de acuerdo a la Tabla N°2.
Es vital destacar que comparativamente el aüas publicado en 2012 indica la
presencia de una fuerza superior compuesta de 40.330 efectivos (Donadío
y Tibiletti, 2012:144). La diferencia se centra en una reducción en la tropa
de Ejército, que desciende desde 21.218 en 2012 a 14.834 en 2014. Este
núm ero fluctúa de acuerdo a razones presupuestarias, operacionales y
según la época del año, este último en razón de los períodos de ingreso
y retiro de contingente a la fuerza.

Tabla 2
Contingente de las FF.AA. de Bolivia (2014)

Institución Ofles. So fies. Tropa Total

Ejército 3.144 4.587 14.834 22.565

Armada 937 1.365 2.681 4.983

Fuerza Aérea 935 1.844 3.751 6.530

Total 34.078

Fuente: Donadío y Tibiletti (2014: 145).

104
L a aspiración marítima buliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Al respecto es pertinente señalar que se registra un increm ento del


contingente fem enino en las instituciones militares, de 0,3% el 2006 a 2%
en el 2013 (Donadío y Tibiletti, 2014:146). El servicio militar es obligatorio
para todos los varones entre los 18 y los 22 años (que normalmente alcanza
a una fuerza anual aproximada de 28.000 efectivos). En paralelo existe
un servicio prem ilitar de varones y mujeres de hasta 26.000 efectivos
anuales para las tres instituciones y un Servicio Militar Alternativo para
la Búsqueda, Rescate y Salvamento, siendo opcional al anterior, y que se
em plea fundam entalm ente en acciones del Estado y protección civil ante
catástrofes. Según datos de RESDAL, en el periodo 2012-2013 el personal
en servicio militar y prem ilitar alcanza a 43.424 (Donadio y Tibiletti, 2014:
146).
El equipam iento bélico de Bolivia se constituye principalm ente de
m edios de segunda línea y obsoletos para operaciones sostenidas de
movimiento, ofensivas o de combate nocturno. En este sentido, tanto en
el Plan Nacional de Desarrollo como en medios de prensa se anuncian
varios proyectos de repotenciam iento de las FEAA., concretam ente con
medios de ingenieros para apoyar el desarrollo nacional; de transporte
aéreo o fluvial para apoyo a la población; de helicópteros para apoyo a
catástr ofes y operaciones de control del narcotráfico; y telecomunicaciones
para m ejorar su sistema de enlace, m ando y control en tiempo de paz o
conflicto. Destaca entre ellos la construcción y puesta en órbita de un
satélite de comunicaciones con la colaboración de China, el denom inado
Túpac Katari, que ya se encuentra en operaciones.

Participación en operaciones de paz de la ONU

En este contexto, corresponde considerar que Bolivia a marzo de


2015 m antiene un despliegue en misiones de paz coincidente con sus
capacidades del ámbito de la defensa y sus FEAA. Ocupa el lugar núm ero
55 entre los 121 países contribuyentes en las operaciones de paz de la
O rganización de las Naciones Unidas, aportando con 22 especialistas
militares y 213 miembros de tropa, siendo de ellos, 214 hom bres y 21
mujeres, con 235 efectivos (DPKO, 2015_a y DPKO, 2015_b). Sus fuerzas
están desplegadas en siete misiones (Costa de Marfil, Haití, Liberia,
República de Africa Central, República Democrática del Congo y Sudán)
(DPKO, 2015_c).

105
La Punta del Iceberg

Tabla 3
Despliegue de fuerzas de Bolivia en operaciones de paz O N U (2014)

Misión Lugar Expertos Tropas Total

MINUSTAH Haití 206 206

MONUSCO RD de Congo 9 1 10

UNAMID Darfur, Sudán Occ. 2 2

MINUSCA Rep. de Africa Central 3 3 6

UNMIL Liberia 2 1 3

UNMISS Sudán del sur 3 2 5

UNOCI Costa de Marfil 3 3

Total de los medios desplegados 22 213 235


Fuente: Tabla elaborada por el autor con datos del DPKO, marzo, 2015.

Presupuesto de defensa

Con el propósito de verificar el presupuesto en defensa de Bolivia, su


relación con el presupuesto nacional y el Producto Interno Bruto (PIB),
el Adas Comparado de RESDAL presenta el 2014 una com paración desde
el 2008. Según se observa en el Gráfico 20, las curvas de presupuesto en
defensa en relación con el presupuesto fiscal y en relación con el PIB
reflejan una estabilidad relativa, pero con una clara tendencia a la baja. En
términos comparadvos entonces, el ámbito de la Defensa se ha m antenido
estable en función del desarrollo del país. Sin embargo, corresponde
precisar que en el mismo periodo el PIB de Bolivia crece 101%, por
tanto, el acelerado crecimiento económico del país implica que en seis
años desde 2008 a 2014 el presupuesto en defensa crezca en 93%; según
lo anterior, las cifras del presupuesto en defensa de Bolivia ascienden
desde US$ 254 millones en 2008 a US$ 490 millones en 2014 (Donadío y
Tibiletti, 2014: 142 y 143).

106
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Gráfico 20
El presupuesto de defensa en Bolivia (2008-2014)

2,22 _ 2,11
------------ -
2 En relación
1^77
al presupuesto
1,5 1;'5S ‘■‘*““•*‘1,48
1
E n relación
al PIB
0,5

o ■
2008 2009 2010 2011 2012

Fuente: Gráfico elaborado por el autor del estudio con datos de Donadio y Tibiletti
(2014: 143).
Los datos del Banco Central de Bolivia reflejan tam bién un al/a en el
presupuesto en defensa, pero los datos difieren de aquellos pesquisados
p o r Donadio y Tibiletti en 2014, reflejando un total de US$ 399 millones
este último año. En el siguiente gráfico es posible observar el aum ento
sostenido que tiene el presupuesto en el sector Defensa entre 2005 y 2014
según las cifras oficiales.
Gráfico 21
Presupuesto sector defensa de Bolivia 2005-2014
4 5 0 ----------------------------------------------------------

2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014

Fuente: Banco Central de Bolivia.

E n térm inos comparativos, es posible señalar que en el 2014 el


presu p u esto de defensa de Chile alcanza US$ 5.511 m illones, cifra
que representa el 2,09% del PIB (Donadio y Tibiletti, 2014: 161). El

107
La Punta del Iceberg

presupuesto en defensa en Bolivia equivale a menos del 10% de lo que


invierte Chile, lo que da cuenta de la debilidad relativa.

Amenazas

El Libro de Defensa describe las amenazas convencionales y no


convencionales. En cuanto a las prim eras, no m antiene hipótesis de
conflicto, sin embargo anota que “la historia boliviana nos dem uestra
que no se puede desechar en forma absoluta la amenaza convencional”
(Ministerio de Defensa, 2004: 45). Respecto del segundo tipo, identifica
las amenazas no convencionales adversas como aquellas que norm alm ente
son internas, estas “se interponen a los esfuerzos que realiza el Estado en
el intento de alcanzar o preservar los objetivos nacionales”, en ellas se
incluye la pobreza, exclusión social y racismo (Ministerio de Defensa, 2004:
45-46). Además, identifica amenazas no convencionales antagónicas, las
que pueden ser de carácter interno o externo, y com prenden aquellas que
contienen manifiestas actitudes dolosas y se contraponen a la consecución
o preservación de los objetivos nacionales. En este orden identifica:
corrupción, narcotráfico, depredación del medio ambiente, terrorismo,
crimen organizado y tráfico de armas (Ministerio de Defensa, 2004:46-47).

Acuerdos bilaterales en materia de defensa

Entre el 2010 y 2012 Bolivia firma acuerdos bilaterales en m ateria de


defensa con Colombia, Brasil, Perú, Uruguay y tres acuerdos con China
(Donadío y Tibiletü, 2012:142), A continuación se detalla lo que consignan
los acuerdos:

1. Perú, complementario y ampliatorio a los Convenios de lio (2010).


2. Brasil, m emorando para realización de operaciones y ejercicios
militares conjuntos (2011).
3. Uruguay, cooperación en defensa (2011).
4. China, cooperación con equipam iento logístico, intercam bio de
oficiales y becarios militares (2011).
5. China, cooperación económica para adquisición de seis helicópteros
( 2011 ).
6. China, cooperación militar para donación de materiales militares (2012).
7. Colombia, cooperación en seguridad, defensa y lucha contra drogas
(2012).

108
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Entre 2012 y 2014 Bolivia signa acuerdos bilaterales en m ateria de


defensa con Bielorrusia, China, Francia, Perú y Uruguay, según lo descrito
a continuación (Donadio y Tibiletti, 2014: 144):

1. Uruguay, cooperación en defensa (2012).


2. Bielorrusia, conformación de una Comisión Mixta Bolivia-Bielorrusia
para establecer mecanismo de cooperación en las áreas de defensa,
minería y producción agrícola (2013).
3. China, cooperación para la provisión de ayuda militar gratuita a las
FF.AA. bolivianas (2013).
4. China, convenio de cooperación en ciencia, tecnología e industria
para la defensa nacional (2013).
5. Perú, mecanismos de cooperación para combatir con sus FF.AA.
actividades ilícitas en la zona fronteriza (2013).
6. Bielorrusia, cooperación técnico militar en materia de producción,
modernización, reparación y entrega de equipamiento militar;
intercambio de especialistas; reconstrucción, modernización
y conversión de empresas, entre otros (2014).
7. Francia, cooperación para el establecimiento de un marco jurídico
con el fin de organizar la cooperación en defensa (2014).

Destaca la presencia de China, no solo como el país que más acuerdos


ha suscrito en el periodo, sino por las materias que tratan esos convenios.
Específicamente en cuanto a la cooperación económica y militar, que se
traduce en la posibilidad de enviar becados militares a China; la adquisición
de material bélico, por medio de donaciones o ayuda económica, e incluso la
cooperación en ámbitos estratégicos como la ciencia, tecnología e industria
para la defensa nacional. Los vínculos en la defensa ameritan hacer una
revisión más exhaustiva en el ámbito más amplio de las relaciones exteriores,
tema que se aborda en la Dimensión de las Relaciones Exteriores de Bolivia

Síntesis

Se estima que el proceso de transformación de las FEAA. en Bolivia tiene


todavía mucho que recorrer, en respuesta a la serie de cambios que vive el país. De
acuerdo con los antecedentes recopilados, se observa que los elementos críticos
de la transformación son el diseño de una concepción política de la defensa a
partir del 2004, el acelerado aumento de presupuesto para la defensa (de acuerdo
con el crecimiento del PIB en el país), y el desarrollo de nuevas alianzas que
tienen impacto en lo militar, en su momento Venezuela y actualmente China.

109
La Punta del Iceberg

En estos momentos, la organización castrense se presenta bajo una


concepción conjunta en tiempo de paz bajo la conducción del Presidente
como Comandante en Jefe de las FF.AA. Se trata de un tema no m enor debido
a que la estructura en Bolivia permite generar mayor grado de coordinación
desde los tiempos de paz, acelerar procesos y desarrollar de mejor m anera
las capacidades de la defensa.
Es pertinente anotar que el sello del liderazgo político de Evo Morales
se irradia en el ámbito militar en la declaración de las FF.AA. como
antiimperialistas y descolonizadas doctrinariamente, entendiendo que en el
discurso político boliviano con estas palabras se hace referencia en contra
de un modelo social y económico específico.
La decisión política de desviar el foco de los medios militares al desarrollo
es según las limitaciones y necesidades del país. En un sentido político, ello
cumple con el objeto de mejorar la legitimidad y respaldo civil a la acción
de las FF.AA por medio de la integración a tareas de desarrollo nacional,
catástrofes y tareas interagenciales en tiempos de paz. No deja de llamar la
atención el empleo de las FF.AA. como instrumento para el desarrollo de
zonas fronterizas, concretamente en 25 puestos militares. Se estima que en
la medida en que se afiance el desarrollo y la policía se fortalezca, las fuerzas
militares tendrían que focalizarse más en sus tareas de carácter convencional.
Como consecuencia de lo anterior, las capacidades de las instituciones
militares están sobrepasadas, afectando probablem ente sus niveles de
eficiencia. En este sentido, es posible inferir que la dedicación a las tareas
de seguridad y desarrollo afectan la capacidad de entrenam iento militar de
fuerzas. Desde otro punto de vista, vemos que las adquisiciones para mejorar
las capacidades para brindar apoyo a la ciudadanía en casos de catástrofe es
funcional al desarrollo de capacidades de fuerzas especiales, las que a su vez
tienen mayor sintonía en un esquema doctrinario de republiquetas, lo que
comúnmente se denomina como guerra asimétrica o irregular.
Teniendo en cuenta la debilidad relativa de las FF.AA. en Bolivia y su
orientación hacia la seguridad interna y apoyo al desarrollo, es de toda lógica
considerar que aunque una de las finalidades de la defensa del Estado sea la
reivindicación marítima, el empeño por obtener la salida soberana al Pacífico
esté centrado en el instrumento diplomático. Pero en la medida en que
prevalezca como objetivo nacional permanente boliviano la obtención de una
salida soberana al Océano Pacífico se está desafiando el orden internacional
mientras se pretende territorio soberano del Estado de Chile. La pregunta
que surge es cómo enfrentará a futuro Bolivia esa aspiración si es que llegase
a contar con una fuerza militar relativamente fuerte.

110
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

C a p ítu lo 7
D im e n s ió n d e l a s r e l a c io n e s e x t e r io r e s d e B o l iv ia

Arenas Movedizas, Avances y Retrocesos en la


Política Exterior Boliviana
Ciistián Faundes

Las relaciones exteriores de Bolivia en la práctica se desarrollan con


significativos avances y retrocesos en los últimos diez años. En el plano
in tern acio n al, Bolivia m antiene relaciones diplom áticas, m ilitares y
económicas con China, en una clara y ostensible cercanía ideológica y
política desde el año 2006, increm entándose los intercambios comerciales,
visitas recíprocas, adquisición de arm am ento y equipam iento para sus
FEAA. De la misma forma, en el ámbito sudam ericano, su alineamiento
ideológico y político se manifiesta en form a evidente con Venezuela,
Ecuador y Argentina, siendo de m enor m agnitud con los otros países de
América del Sur y Centroamérica.

Alba

A partir de una m irada amplia corresponde anotar que desde un


enfoque ideológico, Evo Morales es incorporado en la prim era década
del nuevo milenio en el eje La H abana - Caracas - La Paz, lo que refleja la
existencia de una corriente de pensam iento cuyo propósito es congregar
a los países de Sudamérica en torno al denom inado socialismo del siglo
XXI con raíces indígenas. Este movimiento, abiertam ente opuesto a los
sistemas de libre mercado, se define como antiimperialista. Tiene vida
concreta el 2004 en el ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas),
que actualm ente se presenta como u n a plataform a de integración para
los países de América Latina y el Caribe. A partir del 2009 el grupo pasa
a denom inarse como una “Alianza”, que abarca los ámbitos político,

111
La Punta del Iceberg

económico y social. Más tarde, a instancias de Evo Morales, se denom ina


ALBA-TCP como Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-
Tratado de Comercio de los Pueblos. Desde la perspectiva boliviana, es
posible identificar el intento de generar un bloque anticolonialista, según
indica el libro oficial, ALBA-TCP El Amanecer de los Pueblos (Ministerio
de Relaciones Exteriores de Bolivia, 2009: 12):

“El ALBA cuyo claro sonido invoca el amanecer, es la réplica telúrica-cósmica


de los pueblos del continente, de lo que fue hace 200 años la preclara
visión del Libertador Simón Bolívar, en su lucha por la Independencia y la
construcción de una Patria Grande, libre, soberana, digna y solidaria, para
hacer frente al imperio español, la colonización europea y los incipientes
aprestos imperiales estadounidenses.
El ALBA ha tenido el gran mérito de posicionar, en medio de la larga noche
neoliberal, el sueño posible de los pueblos y sus actores sociales, políticos,
productivos y culturales de foijar y construir su propia historia para beneficio
de las grandes mayorías nacionales, con la firme promesa de desterrar para
siempre la dependencia, la marginalidad y la exclusión social. El propósito
más sublime del Alba es integrar, promover y construir relaciones justas y
equitativas, en todos los ámbitos”.

Luego de la muerte de Chávez y la seguidilla de problemas internos que


posteriormente se desatan en Venezuela, ha caído drásticamente la capacidad
y relevancia del ALBA. Se desconoce si es que surgirá un líder capaz de
reemplazar al caudillo chavista, pero el mecanismo e ideario se encuentran allí
explicitados en ese órgano que se mantiene como una estructura de acuerdos
y enlaces que unen a Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Honduras, Ecuador,
Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, Surinam y Santa
Lucía. Es posible considerar que en la medida que aumente el posicionamiento
político e ideológico de Bolivia en la región, eventualmente Morales podría
llenar el vacío de liderazgo de la izquierda actual en Latinoamérica.
Cabe anotar que tanto el organismo como sus países miembros apoyan de
manera explícita la aspiración marítima boliviana. Inolvidable es la frase que
populariza Chávez en 2003, en el marco de la XIII Cumbre Iberoamericana
de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Santa Cruz, cuando señala
que “Bolivia tuvo mar. Y yo sueño con bañarme en una playa boliviana”
(AFP, 2003)96. Rafael Correa ha hecho lo propio, en especial cuando
96 E n su m o m e n to la d e clara c ió n tie n e co m o consecuencia el llam ado a c o n su lta al
E m bajador d e C hile e n V enezuela. A ños después, con m otivo d e la m u erte d e Chávez,
el diario Clarín la destaca esta o ració n com o una d e sus m ás célebres que re c o rre el
m u n d o (C larín, 2013).

112
L a aspiración, marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

declara que “Bolivia dene todo, pero le falta esa salida al mar y el compromiso
de toda nuestra América (es) luchar por que se haga justicia con nuestra
querida Bolivia” (AFP, 2013). Destaca también cuando en visita oficial a
Chile, el presidente Correa sostiene que “la región debe buscar que los países
mediterráneos tengan salida al m ar” (El Mostrador, 2014). Últimamente la
declaración emitida por la XIII Cumbre del ALBA celebrada en diciembre de
2014, incorpora un párrafo respaldando la aspiración de Bolivia por una salida
soberana al Océano Pacífico. El gobierno de Chile rechaza el hecho como
una “intromisión inaceptable” del organismo internacional, por medio de un
comunicado oficial de prensa señala que “ninguna instancia u organización
puede transformar en derecho lo que son meras expectativas de un Estado
determ inado, más aun cuando con ello se lesionan fuentes de derecho
internacional plenamente vigentes, como son los tratados que vinculan a
Chile y Bolivia” (Ministerio de Relaciones Exteriores, 2014):

Cuba y Venezuela

A nivel interestatal, Cuba y Venezuela han sido pun tales de Morales desde
la perspectiva ideológica proveyendo un amplio respaldo político e ideológico.
Ello tiene expresión en un posicionamiento internacional pero también en
una serie de esquemas de ayuda bilateral. Con Cuba prevalece la cooperación
en program as de educación y salud. Con Venezuela la cooperación es
principalmente energética. También en el ámbito de la defensa y tecnología,
ciencia, comunicación e innovación. Cabe destacar que luego de la muerte de
Chávez se debilita la relación con Maduro y disminuye el respaldo político y
económico proveniente de Caracas (también por la crisis económica y política
interna). Sin embargo, la cooperación se ha mantenido, al menos en lo formal.
Ambos países crean el 2012 una Comisión de Integración Conjunta, a partir
de la cual se firman una serie de convenios de cooperación.

China

Las relaciones con China son de carácter estratégico para Bolivia debido a
que obtiene de ella el conocimiento y desarrollo tecnológico más los capitales
clave para sus procesos de crecimiento. Como ejemplo, destaca la serie de
créditos que China entrega en el ámbito de la Defensa (ver Dimensión
Defensa). Significativo es la fabricación y puesta en órbita del satélite Túpac
Katari el 20 de diciembre de 201397, financiado con US$ 44 millones aportados
97 Satélite g e o esta rio n a rio de telecom unicaciones con u n a vida útil estim ada d e 15 años.
L a estación de c o n tro l p rin cip al se e n c u e n tra e n A m achum a, El Alto, D ep arta m e n to de
L a Paz. U n a estación de reserva se u b ica e n L a G uardia, D e p arta m e n to de S anta Cruz.

113
La Punta del Iceberg

por el tesoro nacional boliviano y un crédito de US$ 251 millones provistos


p o r el Banco de Desarrollo de China. Pekín además provee la form ación
de ingenieros especialistas que m antendrán el aparató en operaciones.
Particularmente sensible es también el apoyo de China en el desarrollo
de la industria del litio, en razón de la dimensión de las reservas que alberga
Bolivia (la mayor a nivel global), el interés mundial p o r su explotación,
el aum ento de la dem anda a nivel mundial de baterías de ion-litio, pero
esencialmente debido a las limitadas reservas de gas de Bolivia (según se
m enciona en las dimensiones geográfica y económica, y la consecuente
necesidad del país de desarrollar una industria de reemplazo (o encontrar
nuevas reservas que le perm itan extender la bonanza económica actual). En
este punto cabe destacar que el 2014 se inaugura una planta experim ental
para ensamblar baterías de litio en Bolivia con capitales y know-how chino;
actualm ente en ese país asiático se form an nacionales bolivianos para la
explotación del recurso.
En un sentido más amplio, China ha firmado con Bolivia u n a serie
de convenios de financiam iento y otorgado donaciones que h an sido
empleadas en programas como fíolivia cambiay Evo cmnple. Progresivamente
además se han fortalecido las relaciones comerciales: las exportaciones
de China a Bolivia aum entan 137% de 2012 a 2013. En razón de este
acelerado incremento se acentúa el desbalance en el intercambio comercial
en desmedro de La Paz, por ello, es que en la actualidad se desarrollan
fórmulas para que Bolivia aum ente las exportaciones a China, en el marco
de la Comisión Mixta Económico- Comercial China-Bolivia.

Irán

Las relaciones diplomáticas entre Bolivia e Irán se rem ontan al año


2006, las que se intensifican en un relativo breve lapso. En 2007, se firman
una serie de acuerdos bilaterales entre ambos países, los que recién se
ratifican el año 2010, una vez que el MAS alcanza los dos tercios en el
Congreso (necesarios para la ratificación). Irán abre su prim era Embajada
en La Paz en 2008, el 2009 cuenta con tres funcionarios, tres años después
tiene 145 diplomáticos acreditados (Marirrodriga, 2012). El 2012, Irán
lanza el canal HispanTV señal oficial iraní en español con cobertura
en toda la región vía sistema de cable, cuyo centro de operaciones se
encuentra en Bolivia. Ese mismo año, el presidente Ahmadineyad concreta
su tercera visita al país altiplánico, para firmar, entre otros, un convenio
para asistir a Bolivia en la lucha en contra de la droga. El aporte se traduce
en la entrega de equipos de comunicación y entrenam iento a policías en

114
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

inteligencia y planificación (Knott, 2012 ). A juicio del académico Iván


Witker, este acuerdo presenta un m arco y un pretexto para establecer
u n a cooperación militar y paramilitar, que perm ite expandir la presencia
estratégica de Irán en Bolivia, anotando el contraste que se produce en
relación con la expulsión de la DEA y la consecuente explosión en la
producción de coca (Witker, 2014: 38).
De la serie de visitas y acuerdos firmados entre ambos países, destaca
la presencia del Ministro de Defensa, brigadier general Ahm ad Vahidi98,
en la cerem onia de inauguración de la Escuela de Defensa y Seguridad
del ALBA, el 31 de mayo de 2011 en el m unicipio de Warnes, Santa Cruz,
Bolivia. La decisión de crear la escuela surge en la cum bre del ALBA
celebrada en Cochabamba en 2009, con el objetivo de contrarrestar la
influencia militar estadounidense e im pulsar una doctrina propia; pero a
casi cuatro años de su inauguración la escuela todavía no inicia actividades
académicas. La visita del general Vahidi se justifica en la incorporación
de ese país como observador del ALBA. Su presencia llama la atención,
sin embargo, por dos aspectos específicos. Prim ero, la sospecha de que la
construcción de la sede se efectuara con fondos iraníes, y la posibilidad
de que ese país colabore con el organism o in ternacional enviando
instructores (Berman, 2012: 41). Al respecto, algunos expertos alertan
sobre la posibilidad de que allí se proporcione entrenam iento político e
ideológico a líderes militares del ALBA y se instruya a los líderes civiles
del organismo internacional en el arte de la estrategia m ilitar asimétrica
(Oliva, 2014:71). En segundo término, la visita irrita a la com unidad ju d ía
en la región y a las autoridades argentinas, por la acusación de la fiscalía
argentina que pesa sobre el general Vahidi, quien se presum e estaría
involucrado en el ataque terrorista perpetrado en contra de la Asociación
M utual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires el año 1994, motivo
p o r el cual INTERPOL tiene una orden de captura internacional. En
definitiva, Argentina envía una nota de protesta, Bolivia pide disculpas y
el funcionario iraní se retira del país.
Bastante se ha especulado en medios de prensa de Medio Oriente y del
hem isferio respecto de la posibilidad de que Bolivia suministre recursos
estratégicos a Irán, pero según los datos recopilados, la inform ación
parece más especulativa que certera. En 2010, Bolivia e Irán firman un
convenio para la explotación conjunta de litio, sin embargo no existen
registros de que ello se lleve a la práctica en la actualidad; según los datos
ya expuestos, este trabajo se ha hecho con China. En cuanto al uranio,

98 El G en eral V ahidi ejerce com o M inistro d e D efensa d e Irá n e n tre sep tiem b re d e 2009
y agosto d e 2013.

115
La Punta del Iceberg

The New York Times revela un informe secreto del gobierno israelí donde se
informa que Venezuela y Bolivia estarían suministrando a Irán uranio ( The
Associated Press, 2009). El 2012, Han Berman, del American Foreign Policy
Council, atestigua ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado
estadounidense indicando que “se cree” que Irán extrae uranio desde 11
sitios diferentes en el departam ento de Santa Cruz (Berman, 2012: 40).
Según reporta el congresista boliviano por el departam ento de Tanja,
Adrián Oliva, Irán se com prom ete en el año 2007 a invertir un total de
US$ 1,1 mil millones en un plazo de cinco años en Bolivia, sin embargo la
cooperación no se concreta; destaca la entrega de un crédito el año 2009
por US$ 280 millones de dólares, el más grande desde que se establece la
relación bilateral (Oliva, 2014: 79).

Estados Unidos

Las relaciones con Estados Unidos durante la prim era adm inistración
de Evo Morales se podrían catalogar como cordiales en un inicio, de
hecho se invita al país a invertir án Bolivia. Sin embargo, la inversión
norteam ericana, así como la ayuda dedicada al desarrollo y la lucha en
contra del narcotráfico, ajuicio del gobierno boliviano, vienen aparejadas
de una injerencia política de carácter colonialista. Como consecuencia,
Bolivia h a ido retirando paulatinam ente las diferentes entidades de
representación estadounidense. El embajador de Estados Unidos, Philip
Goldberg, es expulsado en septiembre de 2008, acusado de conspirar en
contra del gobierno de Evo Morales89. En noviembre del mismo año, el
presidente Morales anuncia la suspensión de m anera indefinida de las
actividades de la DEA (Drug Enforcement Administration) tras acusarla de
realizar espionaje y conspiración {El Deber y Agencias, 2008) y finalm ente
la expulsa del país en enero de 2009 (La Razón Digital/AFP, 2013) . El 1 de
mayo de 2013, el Presidente Morales anuncia la expulsión de la agencia
USAID ( U.S Agency for International Development) de Bolivia (La Razón
Digital/AF?, 2013).
Con el ánimo de restablecer lazos, ambos países firman un convenio
m arco de relacionam iento en noviembre de 2011100. En diciem bre de
2014 personeros del gobierno de EE.UU. llegan a Bolivia con el objeto

99 A las pocas h o ra s d e clara n e n W ashington com o p e rso n a n o n gra ta al E m b a jad o r de


Bolivia e n ese país, Gustavo G uzm án.
100 Ratificado p o r la A sam blea Legislativa d e Bolivia e n d iciem bre d e 2011. A fines d e m arzo
de 2012 el gobierno de Evo M orales pro m u lg a m ediante ley el convenio m arco d e resp eto
m u tu o e n tre am bos países. Ver: Paredes, Iván (2012) “El P residente p ro m u lg a la ley q u e
ratifica a cu e rd o m a rc o con EE.UU.".

116
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

de perfilar una posible reunión entre Obam a y Morales (Ariñez, 2014), a


los pocos días de la llegada de la delegación, el m andatario boliviano ve
como una “obligación” m ejorarlas relaciones con ese país (Corz, 2014). A
fines de enero de 2015 representantes de ambos gobiernos se reúnen en
La Paz iniciando una “etapa de exploración para una futura normalización
de relaciones diplomáticas entre ambos países” {El Universal, 2015). No
obstante el encuentro ni siquiera am erita u n com unicado oficial de
prensa p o r parte de la Cancillería boliviana. A principios de 2015 no se
han restablecido las relaciones diplomáticas.

Brasil

M ientras el presidente Lula ejerce como m andatario, las relaciones


con Brasil tienen como trasfondo un respaldo político m utuo. Entre 2003
y 2011 Morales y Lula trabsyan en temas relacionados con la superación
de la pobreza e integración regional. Posteriorm ente, con Dilma Rousseff
la relación cambia de carácter, en especial luego de que Brasil recibe una
serie de refugiados políticos bolivianos, entre quienes destaca el senador
Roger Pinto, quien cruza la frontera en form a ilegal en agosto de 2013
asistido por funcionarios de la Embajada de Brasil asignados en La Paz, lo
que causa tensión diplomática entre ambos países101. El día 31 de diciembre
de 2013 los cancilleres Choquehuanca y Figueiredo tienen un encuentro
de seis horas en Cochabamba. Según Los Tiempos se tratan los siguientes
temas: el caso Soza (ex-fiscal boliviano refugiado en Brasil), integración
regional y bilateral, increm ento de los volúmenes de venta de gas, situación
fronteriza, narcotráfico, lucha contra la pobreza, profundización de la
dem ocracia, e intercambio comercial (Redacción Central, 2014). Según
reportes de prensa, actualmente Brasil critica a Bolivia por un deficiente
com bate al narcotráfico, se le atribuye responsabilidad por la presencia
de cocaína en favelas de Río y Sáo Paulo y se le acusa de hostigamiento a
las inversiones brasileñas. La tensión diplom ática alcanza tal punto que de
hecho Brasil a principios del 2015 no tiene em bajador en el país.

101 El se n a d o r R oger P in to p id e asilo político e n la E m bajada d e Brasil en L a Paz el 28 de


m ayo d e 2012, alegando persecución p o lítica lu eg o d e se r a cusado p o r c o rru p ció n . El
8 d e ju n io recibe la condición de asilado p o lítico p o r p a rte d e Brasil. D espués d e 453
días d e e n cierro , huye de Bolivia con la ayuda del en ca rg ad o de negocios d e Brasil en
L a Paz, q u ie n decide sacarlo del país lu eg o de observar claras señales d e d epresión. El
24 d e agosto d e 2013 cruza la fro n tera e n fo rm a ilegal e n u n autom óvil d e la E m bajada
d e Brasil. Ver: G1 (2013) "E ntenda o caso d o se n a d o r boliviano R oger P in to ”.

117
La Punta del Iceberg

Argentina

En cuanto a las relaciones con Argentina, es relevante consignar que


Bolivia tiene para Buenos Aires un valor geopolítico im portante; a tal
punto que en los años 80 Argentina compra gas boliviano aunque no fuera
económicamente rentable, simplemente porque les interesaba ser más
importantes para Bolivia que Brasil. En este contexto cabe destacar que
cuando en el 2012 Brasil reduce los niveles de importación de gas boliviano,
La Paz busca un acercamiento compensatorio con Buenos Aires, coyuntura
que aprovecharía Argentina para renegociar los precios del gas. Claramente
que el gas constituye el elemento central en la agenda bilateral Argentina-
Bolivia, pero a ello se agregan 36 planes de cooperación de Argentina a Bolivia
(principalmente en temas agropecuarios y ganaderos), la presencia de un
millón de migrantes bolivianos en Argentina, la asistencia técnica de YPF
(Argentina) en exploración de yacimientos gasíferos en Bolivia, y el interés
argentino por desarrollar en conjunto la explotación de litio boliviano. Sumado
a lo anterior, opera a nivel federal un Comité de Integración Fronteriza entre
Salta y Bolivia, que ha tenido 14 encuentros (uno al año) para tratar temas
migratorios; aduaneros; fitosanitarios; cultura; turismo; salud; cooperación;
e infraestructura y transpone. Cabe destacar en este contexto, que en 1976
se entrega a Bolivia una “zona franca” de 54 mil metros cuadrados, ubicada
en Rosario, con el objeto de facilitar el comercio de productos a través del
océano Atlántico. Sin embargo la última vez que atracó un buque allí fue en
1988. En razón del abandono del sitio es que desde el año 2000 el municipio
de la ciudad solicita el reintegro del terreno para realizar obras10*.
No obstante lo anterior, no se pueden desatender las relaciones entre
Bolivia e Irán a propósito de los requerimientos de la justicia argentina por
los atentados ante la AMIA en Buenos Aires, en 1994.

Perú

Las relaciones con Perú revisten cierto grado de ambigüedad. Existe una
identidad y raíz étnica-cultural común, pero entre ambos países también ha
habido guerras y traiciones. Desde un punto de vista histórico es imposible
entender la ambigüedad de las relaciones bilaterales sin considerar la guerra
en 1841-1842103, y el constante empuje paceño por obtener Arica, aún

102 Ver: Irapulsonegocios.com (2013). “R osario: con la Zona F ranca de Bolivia, el m u n icip io
piensa re m o d e la r A venida B elgrano".
103 El Presidente peruano, Agustín G am arra, in ten ta anexar Bolivia. Destaca la Batalla de Ingaví
tras de la cual Bolivia controla las provincias d e M oquehua, Puno, Tarapacá, T acna y Arica.

118
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

después de haber abandonado a los peruanos en la guerra del Pacífico.


Así, m ientras Perú desea m antener u n predom inio en el Pacífico, busca
tam bién acercamientos con Bolivia. Un elem ento a destacar aquí son los
Convenios de lio (1992), el Protocolo Com plem entario y Ampliatorio
a los Convenios de lio (2010) y las precisiones establecidas po r ambas
cancillerías en 2012 .
Los Convenios de lio, firm ados con P erú en 1992, estipulan la
utilización por parte de Bolivia de una zona económica especial en el
Pacífico. Sin embargo, la ejecución de lo pactado no se ha concretado104.
Al respecto, cabe m encionar que en 2010 los presidentes Alan García y
Evo Morales firman un Protocolo Com plem entario a los Convenios de lio
que am plía las facilidades a Bolivia para acceder al Pacífico, con una zona
franca y una zona turística. Posteriorm ente, en 2012 se precisan ciertos
aspectos de uso ante algunas observaciones del Congreso peruano y la
aprensión ante la posibilidad de que Bolivia construyera en territorio
peruano un anexo de su propia escuela naval. A partir de lo anterior, es
que con el fin de potenciar los puertos peruanos y no los chilenos, Evo
Morales diseña ju n to con el entonces Presidente Lula da Silva de Brasil
el trazado del Corredor Ferroviario Bioceánico Central (CFBC) para unir
la localidad de Santos con el puerto de lio pasando por Bolivia, un tramo
de 3.500 km de extensión. En este tenor, Bolivia espera la ratificación de
los Convenios de lio por parte del parlam ento peruano 105m ientras busca
capitales chinos para financiarlo. En 2014 habría iniciado los estudios
con fondos del BID para financiar el proyecto de pre-inversión. El CFBC
perm itiría integrar las dos redes ferroviarias bolivianas, la Red Oriental y la
Red O ccidental que conectan a Bolivia con Brasil y A rgentina (en sentido
Oeste-Este) y con Perú y Chile (en sentido Norte-Sur). La interconexión
perm itiría no solo unir el puerto brasilero de Santos con el peruano de
lio sino que específicamente las tierras bajas del oriente de Bolivia con los
puertos del Pacñico. En este contexto, sorprende a Morales la información
104 E n u n a entrevista al diario La Tercera, el ex-vicecanciller boliviano M anfredo K em pf
es en fátic o e n so sten er que: “si n o se h a h e c h o n a d a p o r avanzar, se d e b e a la dejadez
boliviana, a u n a falta de gesü ó n p a ra q u e lio sea re alm e n te ú til a Bolivia y ju stifiq u e
im p o rta n te s inversiones. L a oposición d e l C ongreso p e ru a n o e x tra ñ a a m uchos y n o
tie n e explicación lógica, salvo q u e sea u n m ero afán o p o sito r a H úm ala. E n todo caso,
to d o m a rc h a a paso de to rtu g a y Bolivia n o le h a d ad o el re a l in te rés q u e tiene el tem a.
G e n era lm e n te se h a h e c h o de los p u e rto s p e ru a n o s u n a carta d e p re sió n p a ra que Chile
m e jo re e l tratam ien to e n A rica fu n d a m e n ta lm e n te ” (E ntrevista p o r A lejandro T apia C.
D ia rio L a Tercera, 9 /0 3 /2 0 1 4 )
105 E n se p tie m b re d e 2013 la C om isión d e R elaciones E xteriores d e l C ongreso p e ru a n o
a p ru e b a el P rotocolo C o m plem entario y A m pliatorio a los C onvenios d e lio , c o n ello
p a sa al p le n o . Ver: AFP (2013) “P e rú a p ru e b a convenio q u e facilita a Bolivia u n a salida
al Pacífico”.

119
La Punta del Iceberg

que se difunde en el encuentro de los BRIGS en julio de 2014 relativa a


la proyección del ferrocarril po r el noroeste del país (a unos 600 km de
La Paz), siguiendo un recorrido distinto al original, diseñado esta vez
po r Perú y Brasil, a espaldas de Bolivia. A partir de ello es que Morales
habla de una “jugada sucia” po r parte de Perú para excluir a Bolivia del
proyecto (Paredes, 2014_a)106. La declaración del m andatario paceño
tiene lugar a pocos días de que él mismo afirmara que “los Presidentes
de la Alianza del Pacífico son lacayos del imperialismo” (Rosales, 2014),
como consecuencia, a fines de octubre Perú pide explicaciones a La Paz
por las frases agraviantes. Esta situación refleja claram ente el recelo que
existe entre ambos países. Es pertinente consignar aquí que en diciem bre
de 2014 se reúnen en Lima los mandatarios tic Bolivia y Perú, quienes
deciden trabajar en conjunto para elaborar una agenda de temas de
interés bilateral. Al respecto, el embajador de Bolivia en Perú, Gustavo
Rodríguez, indica que el desafío es concretar la definición de temas de
la agenda de trabajo durante el 2015, que incluya el corredor ferroviario
oceánico central (Cartagena T., 2015).

Chile

En relación con lo anterior, es necesario destacar que en el Tratado


de Paz y Amistad de 1904, Chile le concede a Bolivia los más amplios
y libres derechos de tránsito comercial por su territorio y puertos del
Pacífico, de Arica y Antofagasta, dándole acceso a un sistema portuario. A
lo anterior se suma la infraestructura ferroviaria que facilita el transporte
de pasajeros y cargas desde La Paz hasta Arica y desde la Red Ferroviaria
del Ferrocarril Andino de Bolivia hasta Antofagasta107. Ultim am ente se
agrega la pavimentación de rutas camineras que acercan aún más a Bolivia
al mar, según se describe en la dimensión geográfica. Como consecuencia,
actualm ente el 95% del intercam bio comercial de Bolivia con el Pacífico
pasa por el norte de Chile.
No obstante lo anterior, el gobierno boliviano considera que n a son
suficientes las facilidades de libre tránsito que Chile ofrece para el flujo de
productos desde y hacia Bolivia, con la conectividad física que otorga po r

106 S egún el diario E l Comercio la iniciativa p ro v e n d ría de C hina, país que h a b ría invitado
a P erú y Brasil a d esarro llar el proyecto financiado p o r Pekín. Ver: Rosales Ferreyros,
C ecilia (2014) “El P e rú pide explicaciones a Evo M orales p o r frase agraviante”.
107 C om parativam ente, el p u e rto m ás u tilizado p o r Bolivia p a ra acceder al O c éa n o Pacífico
es el de Arica, el cual lo g ró a u m e n ta r su participación e n el m ercado u n 42% e n el a ñ o
2002 y u n 56% e n el 2006 (CEPAL, 2012_b, p. 26), m ientras que el p u e rto d e M atarani
e n P e rú h a p e rd id o el 50% d e p a rticip a ció n e n el m ercado.

120
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

m edio de la infraestructura caminera, ferroviaria y el sistema portuario.


Bolivia pretende una salida soberana al Pacífico.
Es preciso tener en cuenta que en la actualidad las relaciones bilaterales
se caracterizan por la ausencia de relaciones diplomáticas desde 1962, por
lo tanto, se encuentran circunscritas a nivel consular. Desde entonces, las
relaciones diplomáticas se recom ponen po r un breve lapso a propósito
del abrazo de Charaña en la segunda m itad de los años setenta. En la
historia reciente, destaca la Agenda de los 13 Puntos, esquema que busca
encauzar los temas bilaterales y conform ar una instancia para avanzar
en las relaciones, que opera entre julio de 2006 y marzo de 2011108. Pero
u n a vez que Bolivia anuncia que acudirá ante organismos y tribunales
internacionales para dem andar a Chile en 2011109, se interrum pen las
conversaciones. Tem pranam ente, u n a vez que se conoce el anuncio
paceño, Chile anuncia que con Bolivia no había diálogo posible ante un
escenario judicial110. Finalmente, la presentación de la dem anda misma
en abril de 2013, de manos del propio presidente Morales, posterga las
posibilidades de acercamiento en lo formal, al m enos hasta que la CIJ
resuelva el caso. Como consecuencia, actualm ente las relaciones entre
Bolivia y Chile están enmarcadas en este proceso judicial, mecanismo
p o r el que La Paz busca obligar a Chile a negociar una salida útil, libre y
soberana al mar.
Cabe precisar que Bolivia arguye ante La Haya que, a su juicio, Chile
se habría comprom etido a negociar un acceso soberano al m ar por medio
de acuerdos, práctica diplomática y una serie de declaraciones atribuibles
a sus más altos representantes. Chile niega la existencia de una obligación.
H istóricam ente ha estado dispuesto a conversar con la contraparte con
el objeto de perfeccionar los acuerdos ya existentes y generar mejores

108 Los tem as d e la A genda son: D esarrollo d e la C onfianza M utua; In teg ració n F ronteriza;
L ib re Tránsito; In tegración Física; C o m plem entación E conóm ica; T em a M arítim o; Silala
y R ecursos Ilíd rico s; In stru m en to s d e lu c h a c o n tra la P obreza; S eguridad y D efensa;
C o o p e rac ió n p a ra el co n tro l d e l T ránsito ilícito d e drogas y de pro d u cto s quím icos
esenciales y precursores; E ducación; C iencia y T ecnología; C u ltu ra y O tros Tem as. E n lo
c o n c re to se traduce e n u n a serie de re u n io n e s d e altos re p re se n tan te s d e g obierno, los
p re sid en tes, cancilleres y m inistros (D efensa, T rabajo, Salud, O bras Públicas y C ultura)
y e n c u e n tro s de trabajo, tales com o los M ecanism os de C onsultas Políticas, C om ité de
F ro n teras, M unicipios y C om unidades fronterizas, B ilateral d e A utoridades A duaneras,
C om ité Técnico de C ontroles Integrados d e F ro n te ra , G ru p o d e T rabajo sobre L ibre
T ránsito, G rupo T écnico sobre In fraestru ctu ra, ATIT, G ru p o d e T rabajo so b re el tem a
d e l Silala, G rupo de T rabajo d e C ooperación.
109 El P re sid e n te M orales a n u n cia que Bolivia a c u d irá a trib u n a les in tern acio n ales e n el
discurso d el D ía del M ar o frecido el 23 d e m arzo d e 2011.
110 A d ifere n cia del esquem a d e “cuerdas se p a ra d a s” ap licado c o n P e rú c u an d o form aliza
e l p ro p io p roceso a n te La H aya e n con li a d e C hile e n 2008.

121
La Punta del Iceberg

condiciones para las relaciones bilaterales. No hay m anera que país alguno
pueda estar obligado a negociar una eventual entrega de territorio del cual
es soberano, y a eso apunta la dem anda interpuesta po r La Paz ante la CIJ.
El trasfondo de la acción judicial amerita realizar una m irada con
detención. Primero, es necesario precisar que, como se m enciona en la
dimensión geográfica, Bolivia sí tiene una salida soberana al m ar po r la
hidrovía Paraguay-Paraná, uno de los mayores sistemas navegables del
planeta, que aprovecha actualm ente con Puerto Aguirre, zona franca del
país desde 1991, que al 2012 moviliza cerca del 40% de las exportaciones
de productos no tradicionales y un im portante volumen de la im portación
de combustibles líquidos de YPFB (redacción central Los Tiempos, 2012)1’1.
Básicamente, Bolivia ya tiene salida soberana al mar y la utiliza, por lo que
exigir a Chile una salida soberana al Pacífico bajo el argum ento de que
es vital para el desarrollo de Bolivia, no tiene otro fundam ento que el
de la reivindicación. Por m edio de la dem anda ante la CIJ Bolivia busca
recuperar territorio que en 1904 cedió librem ente a cambio de u n a serie
de compensaciones.
El carácter reivin di cativo de la aspiración marítima boliviana p o r una
salida útil, libre y soberana al Pacífico se refleja en una serie de documentos
y hechos concretos, como po r ejemplo en las declaraciones que em ite el
Presidente Morales el 22 de enero de 2011 ante la Asamblea Legislativa en
La Paz, en que indica “Atacama antes era de Bolivia. Es verdad. Esperamos
recuperarla p ronto” (Vergara y Toro, 2011). Está presente tam bién en la
Constitución del 2009, cuyo Título VIII se denom ina como: Relaciones
Internacionales, F ronteras, Integración y Reivindicación M arítim a,
donde además se encuentra el capítulo cuarto Reivindicación Marítima,
donde el Art. 267° señala que “El Estado boliviano declara su derecho
irrenunciable e imprescriptible sobre el territorio que le dé acceso al
océano Pacífico y su espacio m arítim o” (Estado Plurinacional de Bolivia, !
2009). En este contexto es pertinente tener en cuenta tam bién la creación
de la Dirección Estratégica de Reivindicación M arítima y el Consejo
Nacional de Reivindicación Marítima por m edio del Decreto Suprem o N°
0834 del 5 de abril de 2011. Se evidencia en El Libro Azul: El Problem a
Marítimo Boliviano del año 2004, que exhibe una serie de declaraciones
en torno a la reivindicación m arítim a que emite Carlos Mesa Gisbert
en su calidad de Vicepresidente prim ero y como Presidente de Bolivia
después, ante la ONU, OEAy en un mensaje presidencial (ver Ministerio

111 E l 2011 P u erto A guirre canalizó la im p o rtació n d e 300 m il toneladas d e carg ay v iab ilizó
la e x portación de 500 m il toneladas d e g ranel. F uente: R edacción C entral Los T iem p o s
y A n f A gencia (2012) .“O tra vez fluye la carga e n P u e rto A guirre; nego cian c o n tin u id a d ”.

122
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

de Relaciones Exteriores y de Culto, 2004). Este espíritu reivindicacionista


tam bién tiene expresión en el Plan Nacional de Desarrollo (2006-2011),
docum ento director de la política de gobierno de Evo Morales en que se
habla de Reintegración Marítima como tercer punto de los Lincamientos
de la Nueva Política de Relaciones Exteriores, donde se expresa que
“Bolivia h a declarado objetivo perm anente de su política exterior su
reintegración m arítima a las costas del Pacífico, con base en derechos
históricos yjurídicos” (Ministerio de Planificación del Desarrollo, 2007:
240). Posteriorm ente, se manifiesta esta actitud en el Libro del Mar de
2014, en sus dos ediciones cuando se refiere a la creación de la DIREMAR
y cita u n extracto del discurso del Presidente Evo Morales con ocasión
de la conm em oración del Día del Mar del 23 de marzo de 2011 (Estado
Plurinacional de Bolivia, 2014_a: 53 / 2014_b: 72):

“P o r to d o ello, la lu c h a p o r n u e s tr a re iv in d ic a c ió n m a rítim a , lu c h a q u e h a
m a r c a d o n u e s tr a h is to ria p o r 132 a ñ o s, a h o r a d e b e in c lu ir o tr o e le m e n to
fu n d a m e n ta l: e l d e a c u d ir a n te lo s trib u n a le s y o rg a n is m o s in te rn a c io n a le s ,
d e m a n d a n d o e n d e r e c h o y e n ju s tic ia , u n a sa lid a lib r e y s o b e ra n a al O c é a n o
P a c ífic o ”.

¿Por qué es tan esencial destacar el tono reivindicativo de la aspiración


m arítima?, sencillamente porque este carácter traba las posibilidades de
entablar una negociación. La única condición por la que un país cualquiera
podría estar dispuesto a ceder soberanía a otro sería en virtud de un
intercam bio que tenga algún grado de conveniencia. Pero un país en
actitud reivindicacionista simplemente pretende recuperar algo perdido.
Por lo tanto, una reivindicación supone una deuda, a partir de lo cual
Bolivia exige una “reparación” en form a de una reintegración de algo que
habría sido usurpado, por tanto espera una “devolución”. Pero en este caso,
Bolivia exige territorio que cedió voluntariamente en 1904 a cambio de una
serie de compensaciones por parte de Chile, que se m antienen hasta el día
de hoy. Y aquí yace el aspecto m edular del conflicto, en la “reivindicación”
Bolivia p reten d e recu p erar territorio que cedió voluntariam ente. La
negociación ya ocurrió entre 1902 y 1904. Desde la perspectiva boliviana
no existe cesión alguna que sea satisfactoria para resarcir las heridas de
la G uerra del Pacífico, tampoco será posible encontrar alternativas para
satisfacer el anhelo histórico boliviano p o r obtener Arica. Por este motivo
es que es más apropiado hablar de un proceso de reivindicación m arítima
que no se limita a la acción judicial interpuesta ante la CIJ, según declara
el mismo presidente Morales, “Una cosa es nuestra demanda, para que

123
La Punta del Iceberg

Chile cumpla con sus compromisos, pero todavía no estamos tom ando
en cuenta cuánto daño nos hizo po r quitarnos el m ar (...) Es nuestra
obligación preparam os para las futuras acciones legales, aquí no term ina,
la lucha sigue” (Kazazían, 2015). De m anera consecuente, cuando el
presidente Morales es emplazado por la prensa chilena a responder si es
que cumpliría la resolución de La Haya en caso que fuera desfavorable
para su país, el m andatario evita comprometerse a cum plir la resolución
de la Corte señalando, “Para m í no es el debate eso, y tam poco vamos a
com entar cuáles son nuestras estrategias, ¿verdad?” (Álvarez, 2015 y ADN
Noticias, 2015).
Desde otro ángulo, teniendo en cuenta el tono reivindicativo de la
actual administración de gobierno, el presidente Evo Morales carece de un
piso político interno para proponer siquiera una negociación propiam ente
tal, porque ha alimentado a la opinión pública local con una expectativa
reivindicacionista. Sies que optase por aceptar un esquema de negociación
con compensaciones niega el carácter reivindicacionista de la aspiración
marítima, y asume la pérdida o “entrega” del territorio que pretende
reivindicar, p o rlo tanto perdería la confianza del electorado que en tres
oportunidades le ha dado los votos para la presidencia.
Teniendo en cuenta lo anterior, en Bolivia no existe una visión única ni
uniforme respecto de qué es aquello que se quiere reivindicar. La “cualidad
marítima” como concepto abstracto ofrece una diversidad de opciones al
m omento de buscar fórmulas concretas para materializarlo. Por lo tanto es
fácil encontrar una serie de matices entre aquellos bolivianos que quieren
recuperar el denom inado D epartam ento del Litoral, y quienes además
quieren cobrar a Chile por los recursos naturales que históricam ente se
han explotado allí; los que quieren generar una instancia negociadora
con Chile para obtener una salida al m ar po r Arica (anhelo histórico
paceño y salida natural de los productos del altiplano al Pacífico); y
quienes se interesan por ir generando confianzas m ejorando de a poco
las condiciones de acceso al Pacífico y están dispuestos a aceptar, po r
ejemplo, una concesión de terrenos con beneficios, teniendo en cuenta
la posibilidad de obtener soberanía a largo plazo. La falta de acuerdos al
interior de Bolivia tiene como resultado la presentación de una dem anda
en términos ambiguos. Esta ambigüedad responde también a la esperanza
de abrir un proceso, aunque sea con lo mínimo, con el objeto de m ejorar
las condiciones en el camino.
En relación con lo dicho, la administración de Evo Morales ha sido lo
suficientemente sagaz como para activar en Chile lo que den omina.como
la “Diplomacia de los Pueblos”, que consiste en la articulación política

124
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

de los lazos de movimientos sociales y organizaciones civiles con el fin en


que se conviertan en instrumentos útiles ¡a la irradiación de su ideología
com unitaria. El término habría sido presentado por Morales en la cumbre
de M ar del Plata en 2005, antes de asumir como gobernante (Vargas,
2013: 1). Básicamente la intención de éste esquem a es construir una
agenda política “desde abajo” hacia arriba, asum iendo una nueva forma
de representación del gobierno y el Estado en el escenario internacional,
donde se entrelaza la sociedad civil de un país con movimientos sociales
de otro y con órganos formales de representación. Este m odelo lo aplican
actualm ente países del ALBA por m edio de sus respectivas Cancillerías
y algunas instituciones públicas ju n to a los m ovim ientos sociales,
movimientos de izquierda, movimientos progresistas, pueblos indígenas
“y otros grupos históricam ente excluidos de las esferas de gobierno en la
región” (Vargas, 2013: 1). Explica Díaz (2011: 29) que “el núcleo central
de la propuesta de la Diplomacia de los Pueblos está en la horizontalidad
de las relaciones, modificando las relaciones de poder existentes”; agrega
que es causa y consecuencia “de la aperturá de espacios y de la apropiación
de los mismos para la participación, el aporte, la inventiva, sobre todo por
parte délas clases populares” (Díaz, 2011: 28). Según explica Vargas (2013:
2) “se presenta como una diplomacia renovada, diferente, tr ansformadora,
u n a Diplomacia de los Pueblos y para los pueblos”.
Al respecto, en el 2006 la estrategia ¡de la Cancillería boliviana en
to m o a la política m arítima considera como uno de tres ejes de acción
la diplom acia ciudadana, que pronto se cónceptualiza como diplomacia
de los pueblos112. A la postre ello tiene expresión concreta en actos de
respaldo, artículos y declaraciones públicas de personalidades políticas
y m ovim ientos políticos y sociales. E ntré otros, destaca el apoyo a la
aspiración marítima en el court central del Estadio Nacional (marzo, 2006)
y en el teatro Caupolicán (marzo, 2014) ante la presencia de Evo Morales
en Chile, quien indica su “deseo de reparar el ‘daño histórico’ a su pueblo”
(Rudnick, 2006). El ex-candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami
ha propugnado la búsqueda de una “solución” al problem a boliviano,
quien adm ite “ha sido una de mis causas resolver el tem a del m ar para
Bolivia” (Núñez, 2014). Entre otros, poderhos agregar el apoyo de Sergio

112 E n m arzo d e 2006, Ju a n R am ón Q uintana, e n to n c e s M inistro d e la P residencia, declara


q u e e n Bolivia se trabaja e n u n a política m a rítim a e n tres ejes: la diplom acia ciudadana;
u n a m ayor p roxim idad e n tre las cancillerías de' L a Paz y Santiago; y el apoyo d e la
c o m u n id a d internacional. Al m es siguiente, c o n fir m e se activan los vínculos c o n Chile,
la e strateg ia p a ce ñ a se expresa d e la siguiente m an e ra: irre n u n c ia b le p osición d e salida
so b e ra n a al Pacífico, apoyo a la diplom acia d e los p u eb lo s y tratam ien to b ilateral del
tem a m arítim o . V er Faundes, 2008: 182.

125
La Punta del Iceberg i

Bitar, quien publica en la página del Partido por la Democracia (PPD) en


febrero de 2014 “La Dem andá Boliviana de Acceso Soberano al Pacífico
y el interés de Chile” (Bitar, 2014); el senador Alejandro Navarro, quien
señala en su propia página web que el m ar para Bolivia es un “imperativo
ético y m oral” (Navarro, 201 jl); la diputada Camila Vallejo quien está
“de acuerdo con una salida sjoberana al m ar para Bolivia en el m arco
de una política de integración” (El Ciudadano, 2013). También destacan
declaraciones públicas, tales como las que firman agrupaciones indígenas,
sindicales, sociales y políticas en Chile el 201 l ns y agrupaciones políticas el
2014 con ocasión de la reunión del Foro de Sáo Paulo114. Entidades como
el Partido Humanista, el Parüdo Igualdad, el Movimiento de Izquierda
Revolucionaria y el Movimiento Amplio Social han. declarado su apoyo a
la aspiración boliviana bajo el potente argum ento retórico de que ambos
pueblos son herm anos y com parten las mismas motivaciones de lucha po r
la autodeterm inación, la desigualdad y el derecho a explotar los recursos
naturales nacionales. 1
Lo clave de la activación de! una diplomacia de los pueblos como eje
estratégico e n la política m arítima paceña radica en el hecho que ju n to
con atraer a parte de la ciudadanía a favor de la aspiración m arítima,
afecta también la cohesión política del país al alcanzar tam bién a agentes
políticos, que a su vez tienen grados de influencia en la toma de decisiones
políticas. Como consecuencia, queda la percepción que en Chile tampoco
existe una visión taxativa y cohesionada respecto de qué hacer con Bolivia.
Históricamente, Chile ha rnaln tenido una estrategia de disuasión, que
en la práctica, se centra exclusivamente en el aspecto militar. A partir
del desarrollo de capacidades de las FF.AA. desde los años 90, Chile ha
pretendido alcanzar una superioridad estratégica para adm inistrar la paz.
Los resultados han sido cuestionables desde la perspectiva amplia de la
política y la diplomacia. En la última década, dos de nuestros tres vecinos
deciden som eter al país a procesos judiciales en forma sucesiva, cabe tener
en cuenta que en ambos casos se trata de disputas por soberanía territorial
(marítima y terrestre). Como coñsecuencia, se observa que la disuasión
que practica Chile no ha tenido el efecto de evitar que se desafíe uno de
los principales objetivos nacionales: m antener la soberanía e integridad
territorial.
i
i
I
113 Ver El C iudadano (2011) “D eclaració n Pública: ‘M ar p a ra Bolivia’”. P ub licad o p o r El
Ciudadano el 1 d e abril, 2014. j
114 V er C larín (2014) “Izquierda latinoam ericana y chilena llam a al diálogo y apoya a Bolivia
p a ra acceso s o b e ran o al m a r”.

126
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chik

En el caso boliviano, claram ente no existe preocupación respecto


de eventuales represalias que pudiese recibir de Chile. Específicamente
porque desde Santiago no se ha diseñado ningún instrum ento diplomático
para estos fines, que puedan ser em pleados en un escenario pacífico,
justam ente donde se desenvuelve la disputa actual. Básicamente entonces,
tenem os como resultado que en la form a en que Chile ejerce la disuasión,
se plasm a una estrategia de amenaza potencial.

Síntesis

La dinámica en las relaciones internacionales ha tenido sus efectos


en la capacidad de Bolivia para estrechar lazos en la región, en particular
debido a la evolución de la situación de Venezuela, Argentina y los cambios
políticos en Brasil. El alejamiento forzado de Estados Unidos viene de la
m ano con una fuerte entrada de China, que según indican los datos, se
h a convertido en el principal socio estratégico de Bolivia. Irán registra un
acelerado acercamiento inicial entre 2007 y 2012, aunque a marzo de 2015
queda en el aire una serie de convenios no activados. Mientras se abre la
posibilidad a que Bolivia se convierta en el líder del ALBA (tendría que
com petir con Ecuador), se observan las limitaciones con Perú y Chile.
En una prim era mirada, se observa que las relaciones exteriores de
Bolivia no se limitan al interés p o r obtener una salida soberana en el
Pacífico. A partir de una cercanía ideológica, Bolivia genera nexos con
C hina e Irán en términos comerciales, en miras a fom entar el desarrollo
interno. Desde este mismo enfoque se fortalecen los nexos con los países
del ALBA, principalm ente en miras a generar u n bloque político. En este
sentido, el prisma político de Bolivia se aparta de EE.UU., país que tiene
fuerte interés en controlar el narcotráfico en la región. Las relaciones
con A rgentina y Brasil presentan u n a im p ro n ta ideológica m ientras
N éstor K irchner y Luiz Inacio ‘Lula’ da Silva se encuentran en el poder,
sin em bargo posteriorm ente se “gasifican” las relaciones con ambos, con
resultados dispares, donde destaca la fuerte dependencia energética de
A rgentina y el distanciamiento de Brasil.
Según lo tratado en el presente capítulo y, teniendo en cuenta las
relaciones bilaterales entre Chile y Bolivia, y de Bolivia con Perú, es
pertin en te efectuar una mirada más en detalle a la relación trilateral. En
especial, atendiendo a que el Tratado de 1929 entre Chile y Perú, con su
protocolo complementario, condiciona las posibilidades de arreglo. Es
pertinente recoger también la afirmación del ex-Presidente Carlos Mesa,
ahora Em bajador itinerante de la causa m arítim a boliviana, “el nudo

127
La Punta del Iceberg

gordiano de la traumática historia trilateral que nos tiene trabados a Chile,


Perú y Bolivia, es Arica” (Mesa Gisbert, 2013). Si no es lo suficientem ente
clara la frase citada, Mesa insiste, “si volvemos sobre la cuestión de Arica,
reafirmaremos que en efecto es la piedra de toque y el gran problem a
para encontrar una solución consensuada entre los tres Estados” (Mesa
Gisbert, 2013). En este contexto, destacan como principales actores en el
conflicto que plantea Bolivia en tom o a una salida soberana al Pacífico,
Chile, Perú y Bolivia.

128
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

C a p ítu lo 8
D im e n s ió n d e l a r e l a c ió n t r il a t e r a l

Acuerdos, Ambiciones y Contención, relación


Trilateral en la Aspiración Marítima
Cristian Faundes

Con el fin de observar más en detalle el conflicto que Bolivia presenta


a Chile en la aspiración por una salida útil, libre y soberana al Pacífico, ha
sido necesario dar cuenta cómo se manifiesta y expresa. El incorporar a
Perú en el análisis perm ite tener una visión más integral de la divergencia,
identificando la relación política que tiene Bolivia con los dos vecinos.
Chile ha m ostrado una auténtica preocupación po r la aspiración
m arítim a boliviana, pero nunca h a existido un consenso en torno a
la posibilidad de u n a cesión soberana. Al respecto el excanciller y
diplom ático, Carlos M artínez Sotom ayor 115 sostiene que “Los errores
estratégicos de Chile han radicado en crear expectativas infinitas en
Bolivia más allá de lo que le era posible hacer respecto del tema m arítim o”
(Zegers y Calm, 2001: 153). Identifica que las relaciones bilaterales entre
Chile y Bolivia se dan en ciclos, cada uno con tres fases. La prim era, en
que “la posición chilena es demasiado retórica”, donde se deja un poco
en nebulosa el tema del m ar p o r el entusiasm o que implica renovar
cordiales relaciones, aquí Bolivia crea una falsa expectativa basándose en
su pretensión histórica (Zegers y Calm, 2001: 153). En la segunda fase,
La Paz presiona por un “sí” o un “n o ” frente a su aspiración, y moviliza
al país p o r el objetivo nacional, “exigiendo lo que no estaba convenido.
La respuesta de Chile ahora es categórica, pero debió haberlo sido desde

115 Es M inistro de R elaciones E xteriores e n el g o b iern o d e J o rg e A lessandri, e n tre 1961 y


1963, y ejerce com o E m bajador de C hile a n te la O N U (1965), E m bajador d e C hile a n te
B rasil (e n el g o bierno d el P residente Aylwin) y a n te P e rú (e n el g o b iern o del P residente
F re i).

129
La Punta del Iceberg

el inicio” (Zegers y Calm, 2001: 153). En la tercera fase, la reacción de


Bolivia “es considerablem ente fuerte, más intensa que la que existía antes
de haberse iniciado el proceso” (Zegers y Calm, 2001: 153).
Considerando las relaciones bilaterales cíclicas y las formas en que se
involucra Perú, ha sido posible identificar hasta el m om ento cinco etapas
en la relación trilateral. Para efectos del presente estudio, es necesario
apuntar con la m irada a la G uerra del Pacífico, conflicto bélico a partir del
que se redefinen las fronteras de los tres países involucrados. Se inicia el
recuento en 1879, y no antes, teniendo en cuenta que en ese m om ento se
produce el punto de quiebre a partir del cual se estructuran las relaciones
actuales. Antes de la Guerra del Pacífico la frontera entre Chile y Bolivia se
encuentra delimitada según el Tratado de Límites de 1874, en el paralelo
24. Dicho lo anterior, se aprecian cinco etapas en las relaciones desde
1879, según se explícita a continuación.

Etapa 1 (1879-1902)

La prim era etapa se inicia con la Guerra del Pacífico en 1879. Se


caracteriza por la denom inada “política boliviana” que adopta Chile en
tres periodos, en miras a otorgar a La Paz una salida al Pacífico. El prim er
periodo se desarrolla cuando Bolivia todavía es beligerante. En esta
instancia la presidencia de Aníbal Pinto busca rom per la Alianza entre
Lima y La Paz ofreciendo Arica al más débil. Entonces, Chile todavía no
controla el territorio ofrecido, pero los triunfos en el campo de batalla
perm itían avizorar el éxito en la campaña. Bolivia rechaza entonces la
oferta, pero finalmente es derrotada en la batalla del Campo de la Alianza
y abandona el conflicto en 1880. Sus tropas retornan al altiplano dándole
la espalda a Perú que había ingresado en la pugna respetando u n acuerdo
secreto entre ambas potencias116.
El segundo periodo de esta prim era etapa se empieza a gestar cuando
la guerra todavía está en curso, bajo la presidencia de Domingo Santa
María. El m andatario considera que es conveniente para la seguridad
nacional conservar u n a cuña entre Chile y Perú, a p artir de lo cual
busca alternativas para evitar el enclaustramiento de Bolivia. El Tratado
de Ancón de 1883 firmado en Lima, sellando el cese del fuego, genera
incertidumbres respecto de la frontera definitiva al dejar la administración

116 L a g u e rra se p ro d u c e p o r el in cu m p lim ien to del T ratado de 1874 p o r p a rte d e Bolivia,


que d ecide a rb itrariam en te elevar los im puestos a em presas chilenas p o r cad a quin tal d e
salitre. P e rú se in te g ra al conflicto com o aliado d e Bolivia re sp eta n d o u n p a cto secreto
e n tre am bos.

130
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

de las provincias de Tacna y Arica en m anos de Chile, estableciendo un


plebiscito como mecanismo para determ inar su pertenencia, el que se
debía ejecutar en un plazo de diez años. En este punto, Bolivia observa la
oportunidad de satisfacer su anhelo histórico de acceder a Arica, pero al
h ab er abandonado a Perú, La Paz carece de capacidad negociadora para
obtenerlo, por ello es que busca un arreglo con Chile. En este escenario,
Perú observa perplejo a un ex-aliado buscando obtener ventajas de su
derrota, pujando por adquirir territorio que fuera defendido con sangre
p e ru a n a . Pero la política boliviana es abandonada transitoriam ente
cuando asume la presidenciajosé Manuel Balmaceda, “quien consideraba
que Chile era una potencia regional lo suficientem ente poderosa, tanto
m ilitarm ente como económicam ente, para im poner sus intereses a sus
vecinos sin la necesidad de transar con ellos” (Caray Vera, 2013:124-125).
El tercer periodo se inicia cuando Chile se siente amenazado po r
Argentina, ante las disputas fronterizas a partir de 1893. Según explica
Gonzalo Vial (1984_a: 177-178), en la época “se rum orea un eje Lim a-
Sucre—Buenos Aires; los diplom áticos brasileños nos previenen a su
respecto. Es necesario que Bolivia sea neutralizada, alejada de tentaciones
(...) A hora Chile la busca”. En ese tenor es que Chile y Bolivia suscriben
los Convenios de Transferencia de Territorio de 1895 con el objeto de
traspasar Tacna y Arica a Bolivia en caso de que Chile los adquiriese. Es
pertinente resaltar que en el texto Bolivia acuerda indem nizar a Chile
en caso de que se concretara la cesión; sin embargo, Bolivia no ratifica
lo acordado. El contexto internacional indica que el acercam iento entre
Argentina, Bolivia y Perú produce tres consecuencias nefastas para la paz:
da origen a una esperanza reivindicacionista excesiva en Perú y Bolivia;
resurge la posibilidad de un “cuadrillazo” (una guerra de los tres países en
contra de Chile); y se expresa una reacción violenta en Buenos Aires para
no abandonar la teoría de las “áreas de influencia” (Barros Van Burén,
1970: 605). Centrando la mirada en Bolivia, se observa que a fines del
siglo XIX la clase política estima que la situación bilateral entre Chile y
A rgentina culm inaría en una guerra, ante lo que, “muchos legisladores
eran partidarios de presionar más a Chile para obtener mayores beneficios
que los que entregarían los Tratados del 95, o bien lisa y llanam ente
esperar que Argenüna derrotara m ilitarm ente a Chile, y Bolivia de esa
form a recuperaría casi sin costos, lo arrebatado en 1879” (Concha Robles,
2013_b: 104).
P ero la guerra al final no o c u rre y las relaciones e n tre Chile y
A rgentina se distienden en febrero de 1899 con ocasión del “Abrazo
del estrecho” de los presidentes Errázuriz y Roca. A juicio de Concha

131
La Punta del Iceberg

Robles, institucionalm ente la política boliviana se extiende hasta este


m om ento; explica que cuando Chile restablece las confianzas con
Argentina, asegurando el flanco, se perm ite perfilar las relaciones con
Bolivia y Perú como país triunfador en el conflicto bélico (J.M. Concha
Robles, entrevista personal, 5 de noviembre, 2014). Como consecuencia,
“Los vientos de guerra se aplacaban y con ellos se apagaban, lenta pero
inexorablemente las esperanzas del reivindicacionismo boliviano” (Concha
Robles, 2013_a: 177). De hecho, Abraham Kónig asume en m arzo de
1900 como diplomático chileno en Bolivia con el objeto de negociar una
nueva propuesta de arreglo sobre la base del abandono definitivo de las
pretensiones de Bolivia al litoral, con compensaciones.
No obstante lo anterior, el proceso con Argentina no es tan inm ediato,
y de hecho una de las peores crisis entre Santiago y Buenos Aires tiene
lugar a principios de 1902, hasta que finalmente los “Pactos de Mayo” del
mismo año constituyen la expresión manifiesta de la voluntad Argentina
de no interferir en las cuestiones chilenas relativas al Pacífico. U na vez
que el pacto con Argentina se firma, se afianza el fin de la llamada política
boliviana. Cabe agregar que el documento también incide en la m ejoría en
las relaciones entre Chile y Perú, marcadas por el control chileno de Tacna
y Arica aun años después del vencimiento del plazo para la realización del
plebiscito según el Tratado de Ancón (que se cumple en 1894) y p o r la
interrupción de relaciones diplomáticas entre 1901 y 1905.
Nota aparte m erece la situación entre Chile y Bolivia a fines del siglo
XIX (Concha Robles, 2007: 308):

“Nunca, después de la Guerra del Pacífico, en la historia bilateral de las


dos naciones, hubo un momento de mayor acercamiento, y se vieron en
el horizonte trazos de mayor claridad para dar una solución definitiva al
problema de la mediterraneidad boliviana que en los meses que van de mayo
a diciembre de 1895”.

A m odo de síntesis, es interesante la mirada de Caray Vera respecto de


la política boliviana, que a su juicio constituye una de las muchas fórmulas
para evitar el conflicto en el inestable escenario posguerra del Pacífico;
“ella estuvo a punto de lograr un puerto para Bolivia, que se perdió por
las exigencias del legislativo y opinión pública boliviana” (Garay Vera,
2013: 130-131).

132
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

E tapa 2 (1902-1926)

En la segunda etapa, Chile busca definir sus fronteras, lo hace a partir


de la confianza que generan los arreglos con Argentina. Mientras, Perú
quiere recuperar lo perdido y evitar que Bolivia se apropie de Tacna
y A nca. En este tenor es que en 1902 se inician las negociaciones con
Bolivia que tienen como resultado el Tratado de Paz y Amistad de 1904.
En su versión original hay que destacar que el texto contiene un Protocolo
Secreto, que ratifica Chile pero que no suscribe Bolivia; este docum ento
estipula que “Bolivia em peñará todos sus esfuerzos, ya sea conjunta o
separadam ente con Chile, para que los territorios de Tacna y Arica se
incorporen definitivamente al territorio chileno” (Layme, 2014)u’. En el
m arco de la indefinición del destino de las provincias de Tacna y Arica,
este protocolo busca el efecto de perfeccionar el Tratado de 1904, así Chile
podría “servir” a Bolivia con el puerto de Arica, además refleja un respaldo
boliviano ante el com prom iso de Chile p o r construir u n ferrocarril
que conectase Arica con el altiplano. A pesar del carácter secreto del
docum ento complementario, y que finalm ente Bolivia no suscribe, Perú
logra acceder al borrador que, ju n to con el Convenio de 1895, encienden
alarmas respecto de la posibilidad de perder definitivamente los territorios
que habían sido defendidos con sangre peruana. En cuanto al tratado
mismo, nunca antes Bolivia había tenido acceso a un sistema portuario
como el que le ofrecía Chile a partir de 1904, sistema al que accede sin
desembolso alguno para sus finanzas, con libertad para escoger los puertos
que necesite en la costa chilena, con sus propias aduanas, “por los cuales
p uede realizar su intercam bio comercial con tan amplia libertad, que
nuestro país es ciego, sordo y mudo en relación con la carga en tránsito,
cualquiera que sea su naturaleza” (Ríos Gallardo, 1963: 12).
U na serie de hitos posteriores marca el curso de las relaciones. En
abril de 1910 el Canciller de Bolivia, Daniel Sánchez Bustamante envía
un m em orándum a los representantes de Chile y Perú solicitando una
solución a la situación de enclaustramiento. Lo particular de esta misiva es
que refleja la voluntad de iniciar una negociación con compensaciones: “El
G abinete de La Paz estaría dispuesto a p roponer bases y compensaciones
satisfactorias a los de Santiago y Lima, siem pre que ellos quisieran abrir
las gestiones del caso...” (M inisterio de Relaciones Exteriores, 2004:

117 El d o c u m e n to original h a b ría sido sustraído d e la C ancillería ch ilen a, publicad o p o r


la p re n s a p e ru a n a e n tre 1909 y 1911. A q u í se h a c e re fe re n cia a la co p ia p ersonal de
A lb e rto G u tiérrez q u ien , com o M inistro P le n ip o te n ciario d e Bolivia e n Chile, firm a el
d o c u m e n to original e n Santiago, el q u e fin alm en te n o es ratificado e n Bolivia.

! ‘V<
La Punta del Iceberg

Anexo 8m. En 1919, en razón del escenario estratégico, Chile habría


estado dispuesto a ceder Tacna a Peni y la caleta de Sama a Bolivia hasta
el ferrocarril de Arica, lo que habría perm itido solucionar “las renovadas
aspiraciones portuarias del país altiplanense”; Vial explica que parte del
arreglo proyectado busca “rom per la novel alianza peruboliviana”, tal
habría sido el objetivo del recién designado ministro chileno ante La Paz,
Emilio Bello (Vial, 1984_b: 646). Posteriormente Bolivia plantea el reclamo
marítimo en la Conferencia de París y en la Liga de las Naciones (1919-
1922). En el marco de conversaciones bilaterales entre Santiago y La Paz,
el 10 de enero de 1920 se firma el Acta Protocolizada Bello-Gutiérrez, en
cuyo tercer párrafo se indica que “la aspiración de Bolivia a puerto propio
sobre el Pacífico no h a sufrido atenuación en época alguna de su historia
y ha alcanzado en el m omento actual mayor intensidad”.
Finalm ente, Bolivia intercede ante las gestiones del Secretario de
Estado norteamericano Frank Kellogg, quien oficia de árbitro en la cuestión
territorial entre Chile y Perú, al punto en que La Paz infructuosam ente
busca integrarse a la mesa de negociaciones. Como resultado, en 1926
Kellogg propone a las partes que el territorio en disputa, Tacna y Arica,
sea entregado a Bolivia, propuesta que finalmente rechazan las partes.

Etapa 3 (1929-1950)

Comienza esta etapa con la firma del Tratado de Lima en 1929 en que
se zanja definitivamente la recuperación de Tacna por Perú, quedando
Arica en territorio chileno. Ante el contexto observado en las dos etapas
anteriores, amerita destacar dos elementos esenciales que determ inan el
arreglo, y que perm iten entender el accionar de Perú a la postre. Hasta que
se concreta el acuerdo con Chile, el problema de Lima consiste en recuperar
las provincias “cautivas” ante la interferencia boliviana po r adquirirlas
en función del anhelo histórico por tener Arica y recuperar su cualidad
marítima. La fórmula que encuentra Perú para solucionar el diferendo se
puede conceptualizar metafóricamente como la del “candado y la llave”.
Aquí aparece como prim er elem ento el arreglo de Peni con Chile, su
adversario, a quien prefiere entregar Arica, y asegurar Tacna, articulando
una negociación que tiene como objetivos recuperar lo perdido y evitar que
los territorios pasasen a Bolivia. Esto da pie al segundo elemento: la llave,
que cierra la posibilidad a que su otrora aliado, quien lo abandona en el

118 C onven ien tem en te El Libro del M ar (2014) om ite e n su c ronología el “M em o rán d u m de
1910”, d e b id o a q u e p la n te a la posibilidad d e u n a n egociación c o n com pensaciones, lo
q u e n o coincide con el p lan te am ie n to boliviano relativo a u n a “reivindicación”.

134
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

campo de batalla, tuviese opción alguna de anexar los territorios que fueron
peruanos. El instrumento es el Protocolo Com plem entario al Tratado de
Lima que establece que no se puede ceder a una tercera potencia todo o
parte de los territorios sin el acuerdo previo de la contraparte (es decir,
P erú ). El ex Presidente Carlos Mesa, sostiene que esta cláusula responde “a
la búsqueda peruana de garantizar que la provincia cautiva tuviera siempre
una puerta abierta para volver a su heredad” (Mesa, 2013).
Con el acuerdo de 1929 Chile finalm ente consolida sus fronteras.
Perú asegura al menos una de las provincias y genera una fórm ula para
co ntener las ambiciones bolivianas. El resultado concreto es que se blinda
la exclusión de Bolivia al océano Pacífico, ajuicio de Rodríguez Elizondo
por m edio de una "alianza focalizada” (Rodríguez Elizondo, 2014: 187-
188). Como consecuencia, el periodo se caracteriza po r la tranquilidad
relativa de Perú. La Paz en tanto siente que se aleja del mar, la frustración
es m áxima ante la fórm ula del candado y la llave.
La Paz inicia en este periodo la búsqueda de una forma de rom per esta
alianza generando acercamientos con Chile, hasta que el 20 de ju n io de
1950 el canciller Horacio Walker indica la disposición de Chile po r entrar
en una negociación directa y formal con Bolivia con el objeto de otorgarle
una “salida propia y soberana al Pacífico” (Rodríguez Elizondo, 2014:224).
El tesón paceño decanta en la fórmula denom inada como “agua por tierra”,
que se trabaja a espaldas de Perú. Se conversaba respecto de la posibilidad
de ceder a Bolivia una faja de terreno al norte de Arica que correría desde
el litoral hasta el límite. Como com pensación, Bolivia perm itiría que se
aprovecharan aguas del Titicaca para generar energía hidroeléctrica. El
proyecto energético tenía un costo de US$ 140 millones de la época, por
ello es que Chile consulta al presidente Truman de EE.UU. respecto de
la posibilidad que se involucrara en la iniciativa; finalm ente es él quien la
sepulta al sacar a la luz pública la existencia de las tratativas preliminares.

E tapa 4 (1950-2002)

Esta etapa se inicia con el rechazo p o r parte de Lima a las tratativas


bilaterales entre Santiago y La Paz que tienen lugar en 1950. En aquel
entonces, el Gobierno del Perú, ju n to con expresar su desconocimiento
frente a las conversaciones entre Chile y Bolivia, indica que las aguas del
lago Titicaca pertenecen “en condom inio indivisible al Perú y Bolivia”,
agregando que “su disposición y utilización eran de competencia exclusiva
de esos dos países” (Figueroa, 1992: 65).

135
La Punta del Iceberg

Para abarcar este periodo es necesario tener en cuenta la relevancia


de las conversaciones en torno al acuerdo “agua po r tierra”, que radica en
tres asuntos principales. Primero, demuestra la prevalencia del objetivo
político altiplánico, su coherencia en política exterior y em pecinam iento
en abordarlo. Segundo, atendiendo a la firma del acuerdo del 29, las
conversaciones con Bolivia revelan una falta de visión diplomática. Tercero,
cuando Peni observa que Chile abre la puerta a Bolivia para conversar, Perú
cambia de actitud cuando “opta por desentenderse del espíritu de alianza
de 1929”, pero más aún, incluso decide en lo sucesivo apoyar la aspiración
boliviana “usando la fórmula de que ‘el Perú no será obstáculo’, aunque sin
m encionar Arica” (Rodríguez Elizondo, 2014: 225). Esto último tiene un
altísimo costo político para Chile que hasta el día de hoy pesa en la cualidad
de las relaciones bilaterales con Bolivia y con Perú, específicamente ante
la incapacidad de m antener esta alianza focalizada a la que hacía alusión
Rodríguez Elizondo, en lo que hemos denom inado etapa 3.
Con todo, a partir de 1950 Perú busca adm inistrar las relaciones en
una actitud más activa, contiene a Bolivia en sus aspiraciones, sin embargo,
paralelam ente le da señales favorables y lo insta a buscar una salida con
Chile; como consecuencia, se m antiene “viva” la divergencia. Mientras,
Chile y Bolivia aproximan sus posiciones con altos y bajos, destaca el abrazo
de Charaña en 1975 y el “enfoque fresco ”119 una década después. En este
contexto, se circunscribe el histórico M emorándum de Bákula (1986) que
refleja el interés peruano de renegociar la frontera m arítim a con Chile,
básicamente complicando la fórm ula del corredor para Bolivia.
Desde fines de los 90 se inician nuevos acercamientos entre Santiago
y La Paz, activando u n a in ten sa agenda bilateral, especialm ente a
partir de 1998 en que ambos países deciden profundizar el Acuerdo de
Complementación Económica N° 22; en el 2000 se abre la posibilidad de
que Bolivia exporte gas a EE.UU. y México por un puerto chileno en Patillos
o en Mejillones; en el 2002 ambos países anuncian la decisión de iniciar
negociaciones para un Tratado de Libre Comercio. C oincidentem ente,
en octubre del 2000, Perú objeta una carta de navegación del SIIQA en
que cuestiona la línea de frontera entre el Hito 1 y el paralelo geográfico;
con ello se asienta el conflicto de Perú por la frontera m arítim a con Chile.

119 A cercam iento b ilateral p a ra tra ta r la d em an d a m arítim a, que tiene lu g ar a p a rtir d e u n


e n c u e n tro e n M ontevideo en ab ril de 1987. Bolivia p ro p o n e dos opciones a u n a salida
so b e ran a p o r el Pacífico, u n c o rre d o r al n o rte d e Arica, o tres alternativas d e enclave e n
territo rio n o sujeto al T ratado d e 1929. E n jim io d el m ism o a ñ o Chile d e clin a c o n sid era r
las p eticiones bolivianas y ofrece e stu d ia r paliativos a la m ed iterra n eid ad .

136
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la segundad y defensa de Chile

Etapa 5 (2002-presente)

En este periodo Perú toma u n a actitud más proactiva en torno a las


relaciones bilaterales entre Chile y Bolivia, tal vez incluso de interferencia
en torno a evitar arreglos entre sus otros dos vecinos. Concretam ente
se inicia con la gestión peruana po r ofrecer una salida al gas boliviano
p o r el puerto de lio como alternativa al acuerdo que se gestaba con
Chile120. Según informa el 27 de agosto de 2002 el entonces Embajador
peruano en La Paz, H ernán Couturier, Perú ofrece una compensación
económ ica y una concesión por 99 años de una zona en el litoral peruano
para que Bolivia embarque el gas por el puerto de lio. El diplomático
com enta que, “nuestra propuesta desde el punto de vista de integración
y desarrollo es insuperable”, refuerza la idea aseverando que la oferta de
su país “solo podría ser superada si Bolivia obtiene de Chile un acceso
soberano al Océano Pacífico” (EFE, 2002); una clara alusión al espíritu
de “com petencia” con la que asume la form ulación de la oferta.
La opción de sacar el gas por el puerto de lio implica la construcción
de u n gasoducto más largo, agregando un costo ex trao rd in ario al
proyecto original, que en la época se estima en US$ 760 millones más.
Com o consecuencia, la com pañía a cargo del proyecto, Pacific LNG
(consorcio multinacional integrado por Repsol YPF, British Gas y British
Petroleum ) rechaza la posibilidad de salir por el puerto peruano. En el
intertanto, paulatinam ente se empieza a establecer un nexo entre gas
natural y nacionalismo al interior de Bolivia, que alimenta el clima de
efervescencia política y social, en aum ento desde el 2000. Según explica
Eduardo Molina (2004), Dirigente de la Liga O brera Revolucionaria por
la C uarta Internacional de Bolivia,

“La insistencia en imponer la venta del gas en manos de las transnacionales y


en condiciones leoninas, toca puntos muy sensibles en la conciencia popular
(defensa de los recursos naturales contra el saqueo del capital extranjero).
Que esta exportación sea por puertos chilenos agregará un componente
irritativo para sectores nacionalistas. El camino hacia la guerra del gas
quedaba abierto”.

Como consecuencia de la Guerra del Gas, Gonzalo Sánchez de Losada


resulta derrocado de la presidencia, antes de concretar un Tratado de Libre

120 A ju ic io d e R odríguez E lizondo (2014: 62) T o n e Tagle p ercib e al gasoducto con enclave
c o m o u n nuevo “c h arañ azo ”.

137

(
La Punta del Iceberg

Comercio con Chile. Posteriorm ente el presidente Carlos Mesa realiza un


referéndum el 18 de julio de 2004 en que el pueblo expresa la voluntad de
utilizar el gas como elem ento estratégico para el logro de u n a salida útil
y soberana al Océano Pacífico. Con los resultados en m ano, e l Presidente
Mesa “descartó que Bolivia exporte gas por un puerto chileno m ientras
ambos países no solucionen su problema territorial, y aseguró que en
el corto plazo “no hay otro camino que hacerlo por territorio peru an o ”
(Agencias, 2004). Poco después, Mesa tam bién es derrocado.
Rodríguez Elizondo recuerda el periodo de la siguiente m anera (2007:
424):

“Despertamos a la realidad con el fiasco del gasoducto para Bolivia mstalable


en una zona especial chilena, según gestiones iniciadas por los presidentes
Ricardo Lagos y Hugo Bánzer. La subsecuente crisis boliviana, con su crispación
antiehilenay su decisivo link peruano, vino a recordamos que la racionalidad
no es el factor dominante en las relaciones exteriores. El gobierno de Lima
intervino abiertamente en la negociación -n o para favorecerla- y los sucesivos
gobiernos de La Paz -d e mejor o peor grado-, subordinaron sus estrategias
de desarrollo al objetivo océano político y catalizaron una simpatía vecinal y
regional hacia su causa que afectó nuestra imagen global”.

Esta política de interferencia cobra más relevancia en la gestión del


embajador peruano Manuel Rodríguez Cuadros en La Paz. De hecho,
según testimonia el excanciller boliviano Javier Murillo, Rodríguez Cuadros
habría desarrollado una activa misión en Bolivia durante 2010 y parte de
2011 impulsando la idea que el gobierno de Morales demandara a Chile
en La Haya. Al respecto, según el diario La Tercera, el excanciller indica
que “no estoy diciendo que él indujo directamente al gobierno, pero no
me cabe duda de que a través de una acción diplomática persistente, él fue
mostrando un panorama favorable a esta idea” (Artaza, 2012). Incluso a
fines de 2011, cuando Rodríguez Cuadros ha dejado el cargo de Embajador
para desempeñar funciones como asesor del gobierno peruano en el Comité
Consultivo Ad IIoc para la Demanda Marítima ante La Haya, él participa
en un seminario organizado por la Dirección de Reivindicación Marítima
(DIREMAR) boliviana, cuyo objetivo es analizar los posibles escenarios
jurídicos de Bolivia para efectuar una acción judicial en contra de Chile.
Según revela La Tercera, una vez que en el Edificio Carrera conocen del
evento en Bolivia, el canciller Alfredo Moreno llama por teléfono a su par
peruano, Rafael Roncagliolo, con el objeto de expresar su enojo (Artaza,
2012). El motivo es que el peruano expone sobre los caminos jurídicos de

138
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Bolivia para alcanzar una salida al mar, líneas directrices que se asume fueron
consideradas para presentar la demanda boliviana que actualmente tiene a
Chile en la Corte Internacional de Justicia.
En paralelo, Perú activa su propia acción en contra de Chile ante la
Corte Internacional de Justicia. El proceso judicial por el límite marítimo
se extiende desde enero de 2008 hasta que el organismo dicta sentencia en
enero de 2014. Como resultado, Perú se adjudica un área aproximada de
50.000 km2 de m ar como zona económicay plantea una divergencia respecto
de la soberanía del denominado triángulo terrestre. En definitiva, el fallo
complica cualquier opción boliviana por obtener un corredor al norte de
Arica, p o r medio del cual podría aspirar a lo sumo a obtener una costa seca.
En relación con lo anterior el mismo Carlos Mesa inyecta una cuota
de realismo a las pretensiones bolivianas cuando declara que “Bolivia tiene
que entender que Perú es un jugador tan importante como Chile, y no se
está haciendo nada en esa dirección” (Mesa Gisbert, 2014). Carlos Mesa,
ex-Presidente de Bolivia que actualmente oficia como embajador de la causa
marítima boliviana, precisa que “la única opción boliviana de corredor está
sobre la frontera al norte de Arica (antiguo territorio peruano); lo otro sería
partir en dos el territorio chileno, lo que es inviable” (Mesa Gisbert, 2014).

Síntesis

El enfoque trilateral permite observar que Perú paulatinamente se ha ido


posicionando cada vez más ejerciendo un rol en las relaciones entre Chile
y Bolivia. Estos últimos dos países pierden la oportunidad de generar una
alianza en 1895, una vez que se abre el apetito paceño ante la posibilidad
de guerra entre Chile y Argentina. Chile carece de la visión diplomática
para interpretar el alcance que tiene el Tratado de 1929 y su protocolo
complementario, básicamente en la potencialidad de Santiago y Lima para
estructurar un eje de acuerdos en tom o al Pacífico, no solo con relación a
Bolivia, sino que respecto de la integración física y portuaria y lá posibilidad
de generar polos de comercio entre el Pacífico y el continente. Es claramente
identificable el giro que hace Lima en 1950, una vez que Chile abre la
posibilidad de dialogar con Bolivia generando expectativas en ese país. Desde
entonces, Perú ejerce influencia sobre las relaciones entre Chile y Bolivia en
forma activa, conteniendo a La Paz y a la vez apoyando su aspiración, con
lo que se mantiene viva la divergencia con Santiago. A partir del 2002, Perú
ajusta la tuerca tomando una actitud más proactiva, que podría catalogarse
como una interferencia para evitar arreglos sustantivos entre Santiago y La Paz.
La Punta del Iceberg

Es difícil saber si es que actualmente sería posible restablecerla cercanía


con Perú estructurando un eje de acuerdos en tom o al Pacífico, o en la
denominada “alianza focalizada” a la que hacía referencia Rodríguez Elizondo
más atras; lo que sí está claro es que la apertura diplomática chilena ha
alimentado las ambiciones paceñas. Bolivia, en tanto, acusa recibo de las
incitaciones de Perú, y a lo largo del tiempo ha transformado la aspiración
marítima en una bandera de lucha, de identidad y reivindicación. La historia
refleja que los argumentos bolivianos van cambiando. El principal de ellos ha
sido la mediterraneidad como eventual freno al desarrollo, pero el acelerado
crecimiento del país en la úldma década lo invalida. Atendiendo a que la fuerza
gobernante actual es una nueva elite tradicionalmente postergada, se observa
que la reivindicación indígena local se proyecta al ámbito internacional, con
un cuestionamiento a la toma de decisiones de la dase política, la que en 1904
cede el territorio a cambio de compensaciones, que objetivamente favorecen a
la oligarquía exportadora. Pero Chile no puede hacerse cargo de ese problema
que es eminentemente boliviano. Por ende ese reivindicacionismo tendrá que
quedarse al interior de las fronteras de Bolivia, al menos en lo que respecta
al tema marítimo. Con todo, se observa que la reivindicación constituye la
raíz misma del conflicto con Chile, mientras exista como fuerza esencial de
la aspiración, la búsqueda por alcanzar una salida soberana al Pacífico irá
mutando en tom o a una diversidad de argumentos.
En este sentido, es pertinente la pregunta que el canciller chileno Heraldo
Muñoz formula en entrevista a El Mercurio, “Las autoridades bolivianas
debieran responder si van a respetar el fallo de la Corte Internacional de
Justicia en caso de que les sea adverso. ¿O solo lo aceptarán si les es favorable?”
(Bakit, 2015: D, 8).
A ctualm ente el énfasis de Chile se e n c u en tra en el in terés p o r
perfeccionar los instrumentos disponibles, especialmente el Tratado de 1904
y las condiciones de acceso a la infraestructura portuaria chilena. Mientras,
Bolivia observa la necesidad de involucrar a Perú en las tratativas por una salida
útil y soberana con continuidad territorial. Por su parte, Perú busca aferrarse
al triángulo terrestre con el objeto de complicar cualquier posibilidad de un
corredor para Bolivia al norte de Arica. La incompatibilidad de intereses es
manifiesta.
Atendiendo a la información recopilada en este capítulo, destaca la
importancia de realizar una mirada histórica para comprender las relaciones
entre los actores y sus dinámicas y observar las condicionantes y constantes
que configuran la situación actual de una aspiración que en la actualidad
presenta un carácter reivindicacionista. Corresponde ahora analizar los
elementos identificados para mirar al futuro, en la segunda parte del libró.

140
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Segunda parte
Análisis de los
Escenarios Futuros

141
U Punta del Iceberg

142
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

C a p ítu lo 9

Análisis de Actores y Dinámicas


Marjorie Gallardo, TCL. Pablo León, Cristián Faundes y Andrea Gaete

De acuerdo con el método de investigación aplicado, y considerando


la información recolectada en el estudio multidimensional que exhibe la
prim era parte del libro, en el presente capítulo se abordan los tres primeros
pasos analíticos del proceso sistematizado por Levinger (2013).
Prim ero se exponen los Divisores y Conectores en la relación entre
Bolivia y Chile. La relevancia de realizar este ejercicio consiste en identificar
aquellos elementos que polarizan a las partes, dificultando la resolución de
la divergencia, como los conectores que facilitan el acercamiento entre ellos.
En segunda instancia se presentan los Actores en conflicto, distinguiendo
sus dinámicas, recursos, motivaciones y alianzas. Con el objeto de profundizar
en el análisis, de m anera com plem entaria a Levinger se em plean las
categorías de interrelación que proponen Fisher, et. al. (2011).
Luego, se identifican las Tendencias que subyacen a la discrepancia.
En este punto se evidencia cómo se utilizan los divisores y conectores
identificados anteriormente.
El análisis que aquí se presenta sirve como materia prima esencial y
necesaria para levantar los escenarios futuros de Bolivia y sus implicancias
en la seguridad y defensa de Chile, temas que se desarrollan en los siguientes
capítulos.

Divisores y conectores en el conflicto Bolivia-Chile

Un paso fundamental en el análisis de un conflicto es la distinción


analítica de divisores y conectores. Los divisores corresponden a elementos
de polarización que se encuentran profundam ente arraigados entre las

143
La Punta del Iceberg

partes en conflicto y que, por tanto, cuando se evocan hacen más difícil
la resolución del desacuerdo. Por otra parte, los conectores se distinguen
como elementos de cohesión entre los actores contendientes, que al ser
utilizados perm itirían a las partes aproximarse a un acuerdo. En este
sentido, es im portante tener presente que, dentro de la dinám ica de un
conflicto ambas nociones son complementarias, es decir, que a pesar
de la existencia de acentuados componentes divisores, existen tam bién
potenciales elementos mitigadores que pueden acercar a los interesados
y que promueven la resolución de la diferencia.
En el análisis del conflicto entre Chile y Bolivia es posible distinguir
diversos divisores y conectores, tanto a nivel interno de las sociedades,
como a nivel externo en el contexto bilateral y regional. A continuación
se presentan dichos conceptos utilizando como base las dim ensiones
abordadas en la prim era parte del libro.

Ámbito geográfico

Tabla 4
Divisores y conectores en el ámbito geográfico

. i, Divisores Conectores

-Facilidades portuarias y
ferroviarias cedidas por Chile
-Mediterraneidad de Bolivia
(Trat. 1904).
-Ubicación geográfica de
Bolivia
F u e n te : E la b o ra c ió n p ro p ia .

El principal divisor dentro del conflicto que Bolivia sostiene con Chile
es su condición geográfica de m editerraneidad. Desde la perspectiva del
gobierno boliviano, la pérdida de la cualidad marítima producto de la
Guerra del Pacífico es vista como una “mutilación que priva a Bolivia
de ser, como le corresponde por razones históricas y geográficas, parte
de la Cuenca del Pacífico como lo es de la Cuenca del Amazonas y de la
Cuenca del Plata” (DIREMAR, 2014), impactando negativamente en su
desarrollo económico y comercial. Sin embargo, según el Informe Nacional
de Coyuntura de la Fundación Milenio (2012:2), “el problema parece estar más
en el aislamiento geográfico del país que en la falta de una salida al m ar”,
es decir, se trata de un problem a de desarrollo de infraestructura pr<*pia.

144
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Frente a la m editerraneidad, surge como conector el acceso libre al


O céano Pacífico que otorga Chile a Bolivia, que com prende vías férreas,
caminos e infraestructura portuaria ju n to con una serie de beneficios
aduaneros en virtud del Tratado de 1904. Las compensaciones ofrecidas
p o r Chile para transportar, almacenar, exportar e im portar productos
desde y hacia Bolivia por los puertos chilenos han ayudado a mitigar la
tensión entre ambos países y, por tanto, son consideradas como un factor de
cohesión que contribuye a atenuar el conflicto. Los cuestionamientos que
últim am ente ha form ulado el gobierno de Evo Morales al cumplimiento
del T ratado de 1904 p o r parte de Chile obedecen a u n a estrategia
com unicacional que tiene el objeto de presionar a Chile y desacreditarlo
ante la com unidad internacional, sin que ello reste la calidad de conector
que ofrece tanto el acceso libre como el usufructo de la infraestructura.
Finalm ente, un últim o elem ento de cohesión identificado en el
análisis es la ubicación geográfica de Bolivia. Debido a su posición en el
centro del continente, Bolivia podría constituirse en un potencial núcleo
de integración física y económica dentro del territorio sudamericano y
con ello disminuir el conflicto con Chile. En este sentido, se estima que
p ara alcanzar esa condición Bolivia debe m antener buenas relaciones
con los vecinos, prom oviendo acercam ientos, incluso con Chile. No
obstante, como se m enciona en la D im ensión Geográfica, Bolivia ha
desaprovechado la oportunidad y el apoyo brindado por los países vecinos;
com o consecuencia, ellos han optado por buscar vías alternativas para
exportar sus productos.

Ambito internacional

Tabla 5
Divisores y conectores en el ámbito internacional
e -.ft .ty M ‘. v í ¡ U * . • ■ v v V - ' H ' i . ; - - ' - í;í
Divisores" Conectores
jU it t ! : s V > ;'í¡ t ó ! • ’ ! • > - >t>¡ i )'• < ; • ! /.i

-Interés de Perú por Arica. -Interés de Brasil en la


-Disputa por aguas compartidas consolidación de Bolivia como
(ríos Lauca y Silala). núcleo de interconexión hacia
-Tensión ideológica propiciada el Pacífico.
p o r el ALBA en el conflicto. -Amenazas trasnacionales
comunes a Bolivia y Chile.
Fuente: Elaboración propia.

145
La Punta del Iceberg

Un divisor clave en esta dimensión corresponde al evidente interés


de Perú por todo el territorio que alguna vez fue peruano, y en particular
la ciudad de Arica. Como se comenta en la Dimensión sobre la Relación
Trilateral, la posesión de Arica ha sido la piedra angular en la discordia entre
los tres países desde la Guerra del Pacífico hasta el presente. Para Perú, la
posesión de Arica constituye un objetivo geopolíúco con raíces históricas,
el que busca recobrar el territorio perdido durante la guerra, a la vez que
contener la ambición boliviana por obtener territorio soberano con salida
al mar. Para Bolivia, la posesión de la ciudad también constituye u n objetivo
geopolítico, ya que implica la conexión natural entre el altiplano y el Océano
Pacífico. Para Chile, la ciudad alberga varias generaciones de chilenos,
además es concebida como parte importante del territorio nacional en el
que el Estado ejerce su soberanía y no se encuentra dispuesto a ceder.
Otro divisor clave a considerar en este ámbito corresponde a la disputa
por las aguas de los ríos Silala y Lauca; ambos flujos son im portantes para
los cultivos e industria minera que se desarrollan en las regiones chilenas
del norte. Las diferencias de opinión en tom o a la administración de dichos
cursos hídricos no solo tensan la relación entre Chile y Bolivia en relación
con su usufructo, sino que también complejizan las relaciones diplomáticas
entre ambos países, de hecho Bolivia las ha empleado para presionar a Chile
en su histórica aspiración marítima.
En el contexto de los países cuyos gobiernos se oponen al predominio del
neoliberalisrno y la influencia de potencias foráneas en la región, es posible
identificar un factor de cohesión que los aglutina en tom o al proyecto del
ALBA. Ahora bien, esta cercanía constituye a su vez un divisor respecto del
resto de los países latinoamericanos que no comparten los principios del
proyecto socialista. En este sentido, el proyecto del Socialismo del siglo XXI
fomenta una visión contraria hacia países que aplican una economía de
mercado, contribuyendo, por ejemplo, en m antener una tensión ideológica
constante en las relaciones entre Bolivia y Chile. A partir de ello, los países
del ALBA ejercen presión hacia Chile para que entregue acceso soberano al
m ar a Bolivia, inmiscuyéndose en un asunto estrictamente bilateral.
Sin embargo, a pesar de la existencia de aquellos elementos divisores,
también se observan factores de cohesión. Uno de ellos es el interés de Brasil
para que Bolivia se consolide como núcleo de interconexión regional para
mejorar las condiciones de exportación de los bienes que produce al sur del
país, y que envía a los mercados asiáticos. La posibilidad de proyectar ese
interés a la infraestructura disponible en Chile, de acceso desde Bolivia a
los puertos de Arica, Iquique y Antofagasta constituye un potente conector
entre Santiago y La Paz. No obstante lo anterior, se observa que el carácter

146
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

potencial de la integración física se traba muchas veces con otros intereses. En


virtud de los Convenios de lio, Bolivia busca la m anera de desviar a territorio
peruano el tráfico de mercancías que actualmente pasa por Arica, y afianzar
la m aniobra por medio de un ferrocarril que vaya desde Santos (Brasil) a lio
(Perú). Sin embargo, mientras Perú retrasa la ratificación de los Convenios
de lio suscritos en 1992181, Perú prefiere concretar pronto un acuerdo de
interconexión directo con Brasil, a modo de evitar eventuales demoras en
el proyecto del corredor bioceánico, así como sortear la posibilidad de que
Bolivia instrumentalice la construcción del corredor con objeto de presionar
a Chile por una salida soberana al Pacífico.
Un segundo elemento conector en este ámbito radica en la necesidad
de Chile y de Bolivia de trabajar en conjunto para enfrentar amenazas
transnacionales comunes de orden no convencional, las que se encuentran
señaladas en el Libro Blanco de la Defensa de Bolivia (2004: 45) y en el Libro
de la Defensa Nacional de Chile (2010:130-132). Ambos países se esfuerzan
p o r com batir internam ente en sus propios territorios el terrorismo, el
narcotráfico, el tráfico ilícito de armas, el crimen organizado, e incluso las
pandemias cuando es el caso; no obstante, el carácter transnacional de las
amenazas hace que sea imperativo un trabajo en conjunto.

Ambito Político

Tabla 6
Divisores y conectores en el ámbito político

Divisores / f/ísío

-Narcotráfico, contrabando y
corrupción al interior de Bolivia.
-Demanda marítima ante la CIJ.
-Reivindicación histórica boliviana.
-Cambiante aproximación de -Estabilidad política en Bolivia.
gobiernos chilenos para abordar
-Apoyo transversal de distintos
petición boliviana.
sectores del país al gobierno del
-Injerencia de Bolivia en el proceso de
presidente Morales.
toma de decisiones en C h ile.'
-Ideologización del debate en Chile.
-Proliferación de propuestas aisladas
en vez de trabajo conjunto.

Fuente: Elaboración propia.

121 P ro b a b lem en te p a ra evitar el desarrollo d e u n n o d o b oliviano d e n tro d e su territorio.

147
La Punta del Iceberg

En el contexto de las relaciones entre Chile y Bolivia existen tam bién


profundos divisores. En prim er lugar, el narcotráfico al interior de Bolivia
genera un problem a de seguridad nacional y vecinal que incide, en
particular, en la relación con Chile. La falta de control interno efectivo en
el cultiva de la hoja de coca utilizada para la producción de clorhidrato de
cocaína y los nexos existentes con peligrosos carteles de la región amenazan
la seguridad de Chile. En este sentido, una eventual salida soberana al
O céano Pacífico potenciaría aún más este problem a. Algo sim ilar se
podría señalar respecto del contrabando, que ha tensionado las relaciones
bilaterales en incidentes de frontera. Asociado a lo anterior, el nivel de
corrupción dentro de Bolivia genera un debilitamiento institucional que
afecta principalm ente a la Policía Nacional y que le resta legitim idad a
las autoridades locales a la hora de enfrentar amenazas transnacionales
comunes y buscar instancias de diálogo que aporten a la resolución del
conflicto con Chile.
En segundo lugar, la dem anda marítima en contra de Chile interpuesta
por Bolivia en la Corte Internacional de Justicia constituye hoy uno de
los elementos polarizadores más im portantes y significativos. Im portante
porque pretende alterar las fronteras establecidas en el Tratado de 1904.
Significativo porque el presidente Evo Morales toma la decisión de ir a
juicio en momentos en que ambos países buscan bases de entendim iento
en el marco de la Agenda de los 13 Puntos. La acción se lleva a cabo en
un contexto de relaciones bilaterales caracterizado por la ausencia de
relaciones diplomáticas desde 1962 -con una activación diplom ática en
la segunda m itad de los setenta- y un oscilante-comportamiento e n tre el
diálogo, el quiebre y la presión internacional boliviana por restablecerlo
bajo la condicionante que se dé respuesta a su aspiración m arítima.
Relacionado con lo anterior, se identifica a la reivindicación histórica
boliviana como el tercer factor divisor en el conflicto entre Bolivia y Chile,
al ser este el concepto medular en la aspiración marítima, el que es utilizado
por el Gobierno boliviano para justificar el derecho de la nación a tener
una salida soberana al Océano Pacífico mediante la supuesta recuperación
de lo perdido. Ello se expresa tanto en los discursos del presidente Evo
Morales, como en los documentos centrales del Estado Plurinacional, entre
ellos: en la Constitución Política del Estado (2009), en el Plan Nacional de
Desarrollo (2006-2011), en el Libro Blanco de la Defensa (2004) y en las Bases
para la Discusión de la Doctrina de Seguridad y Defensa del Estado Plunnacionat
de Bolivia (2010)12!. Ajuicio de Faundes (2014: 219-220), al estar plasmado

122 V er d im ensión de las R elaciones E xteriores d e Bolivia.

148
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

este concepto en la Carta Fundam ental, lim ita las posibilidades de acción
del po d er gobernante frente a la aspiración marítima, y anula las opciones
para entablar una negociación efectiva. Asimismo, bajo esta misma lógica
“cualquier puerto será insuficiente sim plem ente porque Bolivia no pide
únicam ente la restitución de la denom inada ‘cualidad m arítim a’ sino que
en el fondo se encuentra la reivindicación de lo perdido en la Guerra del
Pacífico” (Faundes, 2014: 220). En este contexto es posible com prender
que la noción de reivindicación es uno de los divisores más relevantes en
el conflicto que Bolivia tiene con Chile, dándole a la aspiración marítima
un carácter atem poral y transversal en la sociedad boliviana.
U n cuarto elem ento divisor im portante en el conflicto es la cambiante
aproxim ación que los distintos gobiernos chilenos han aplicado para
abordar la petición boliviana de salir soberanam ente al Océano Pacífico.
Este p unto se ve reflejado, po r ejemplo, en las distintas instancias de
conversación llevadas a cabo entre los dos países a lo largo del siglo XX y
que h an sido descritas anteriorm ente en la Dimensión sobre la Relación
Trilateral.
Derivado de lo anterior, un quinto factor divisor entre ambos países se
observa en los esfuerzos de Bolivia por incidir en el proceso de toma de
decisiones en Chile, de m anera indirecta, afectando la opinión pública,
p o r m edio de la diplomacia de los pueblos. La intención es promover
la aspiración boliviana incitando la gen eració n de u n m ovim iento
“m ar para Bolivia”. A raíz de la puesta en m archa de esta estrategia de
diplom acia popular surgen al menos dos divisores internos en Chile: una
ideologización del debate donde se opone un americanismo de izquierda
con u n nacionalismo neoliberal; y la proliferación de propuestas aisladas,
en vez de un trabajo conjunto para enfrentar el problem a con una sola
voz y u n a visión estratégica nacional.
No obstante lo expuesto, tam bién es posible distinguir recursos
de cohesión. La estabilidad política y el apoyo transversal de distintos
sectores del país al gobierno del presidente Evo M orales constituyen
factores de cohesión relevante que se proyecta a nivel regional, debido a
que proporciona una mayor seguridad a los países vecinos para establecer
relaciones políticas y comerciales con Bolivia. Bajo esta perspectiva,
para Chile tam bién es beneficioso que Bolivia m antenga en el tiempo
su estabilidad política e institucional, ya que ello perm ite, por ejemplo,
desarrollar un trabajo en conjunto para enfrentar amenazas y riesgos
comunes.
La Punta del Iceberg

Ámbito socio-económico

Tabla 7
Divisores y conectores en el ámbito socio-económ ico
, - ¡BMC ■; . : ■
Divisores Conectores
v • •. í v ■, \» ? f'j vi •>r> •¡»• **';♦

-Percepción boliviana que la -Vínculo sociocultural e


m editerraneidad es la causante interdependencia económica
del subdesarrollo boliviano. entre las regiones limítrofes de
-Migración ilegal de bolivianos ambos países.
al territorio chileno. -Migración legal de bolivianos
-Desarrollo discursivo de una al territorio chileno.
conciencia de poder en Bolivia.

Fuente: Elaboración propia.

Uno de los principales factores de división en la relación con Chile


radica en la percepción boliviana de que la m editerraneidad es la causante
del bajo desarrollo económico del país. En este senddo, las autoridades
bolivianas le atribuyen a Chile ser el responsable de la supuesta pérdida
de su “cualidad m arítim a ”123 y, por tanto, de su bajo desarrollo. Sin duda
que este factor es utilizado como un elem ento aglutinante al in terio r de
Bolivia para potenciar la cohesión social yjustificar la aspiración m arítima
a nivel internacional, apelando a la compasión. Esta radical concepción
dificulta considerablemente la posibilidad de resolver el conflicto.
El crecim iento económ ico experim entado en Bolivia d u ran te el
gobierno del presidente Evo Morales ha perm itido una mayor estabilidad
económica, la que a su vez abre puertas para un mayor intercam bio
comercial entre los países. Sin embargo, ello todavía no se traduce en una
cobertura de empleo suficiente para la población, existiendo una fuerte
presencia de trabajos en el área de la economía informal, la que es inestable
y motiva el desarrollo de movimientos migratorios principalm ente hacia
Argentina y Chile. Si bien la migración legal de población boliviana al
territorio nacional puede ser considerado como un factor de cohesión en
cuanto fom enta el intercam bio cultural entre las sociedades; la m igración
ilegal constituye un factor divisor, ya que cuando se encuentra asociado

123 R ecordem os que Bolivia tien e salida so b eran a al O céano A tlántico a través d e P u e rto
A guirre. C onsultar D im ensión G eográfica.

150
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

a fenóm enos relacionados con narcotráfico y contrabando, acarrea


problem as de seguridad y potencian aún más el conflicto con Chile.
Las facilidades económicas y de interconexión física que ofrece Chile
a Bolivia por el Tratado de 1904, con el fin de conectar el altiplano con el
Océano Pacífico, tienen como consecuencia la generación de un vínculo
sociocultural e interdependencia económ ica entre las regiones limítrofes
de ambos países. En la práctica, al ser los puertos de Arica, Iquique y
Antofagasta los más cercanos al sector suroeste de Bolivia y al encontrarse
con la infraestructura implem entada, para los exportadores de la región
andina continúa siendo más conveniente utilizarlos po r sobre los puertos
peruanos, de hecho, según se indica en el capítulo relativo a las relaciones
exteriores de Bolivia, el 95% del intercam bio comercial de Bolivia con el
Pacífico pasa por el norte de Chile. Este conector perm ite comprender,
p o r ejemplo, po r qué Bolivia busca a su beneficio fórmulas pacíficas para
resolver el conflicto.
Ligado al concepto de reivindicación, el que se presenta como divisor en
el ámbito político, se identifica aquí la em ergencia de un complejo divisor
que atraviesa tanto la dimensión social como la económica y la política. Los
logros experim entados durante el m andato del presidente Morales, han
perm itido al gobierno el desarrollo discursivo de una conciencia de poder,
la que actúa a nivel interno como elem ento cohesionador que refuerza
el sentido de identidad país; pero que a nivel externo fom enta la actitud
reivindicacionista hacia Chile, acrecentando el conflicto.

Ámbito de la Seguridad y Defensa

Tabla 8
Divisores y conectores en el ám bito de la seguridad y defensa

Divisores Conectores
. si i V Y i ' ■: '■■¡oh:!*-.,-. Kf. !•( : . ! ..

-Ideologización de las FEAA -Noción de seguridad hum ana


bolivianas. multidimensional.
-Apoyo y asesoría militar del -Rol FFAA en el desarrollo del
ALBA a Bolivia. país.
-Sentimiento de desconfianza a -Iniciativas de cooperación
partir de guerras pasadas. internacional.
-Disuasión de Chile.

Fuente: Elaboración propia.

151
La Punta del Iceberg

El prim er divisor identificado en el ámbito de la seguridad y la defensa


es la ideologización de las Fuerzas Armadas bolivianas. Como se com enta en
la prim era parte de este libro, dichas instituciones han sido cooptadas
por el gobierno del presidente Morales, permeabilizándose el mensaje
plurinacional, anti-imperialista y reivindicacionista hacia ellas. Esta situación
constituye un divisor potencial a futuro en cuanto las instituciones hacen
propio un discurso político que potencia el conflicto con Chile.
Un segundo divisor observado se encuentra en el apoyo y asesoría
militar entregada por los países del ALBA a Bolivia, específicamente Venezuela
en tiempos de Chávez. En este sentido, el ALBA ha contribuido en la
m odernización de m aterial militar boliviano ju n to con la transm isión
de los resultados de las guerras contra la Confederación y la del Pacífico
constituyen un tercer divisor en el ámbito de la seguridad y la defensa. Si
bien este aspecto proviene desde la dimensión histórica, tiene una fuerte
influencia en este ámbito, ya que incide en un sentimiento de desconfianza que
es evocado constantemente por el gobierno boliviano para m antener latente
el conflicto con Chile y su histórica aspiración por un acceso soberano al
Océano Pacífico.
Un cuarto divisor en este ámbito se encuentra en la disuasión que
ejerce Chile, se trata de una estrategia de amenaza potencial en cuanto está
centrada en el ámbito militar. En este sentido, Chile efectivamente tiene
la capacidad de controlar las aspiraciones reivindicacionistas de La Paz,
acotando su libertad de acción por medio de la que Bolivia se ve obligada
a buscar alternativas pacíficas para hacer prevalecer sus intereses.
Existen también factores de cohesión que potencian un acercamiento
entre ambos países. El prim ero que se identifica es la noción de Seguridad
Humana en la im plem entación de un enfoque multidimensional de la
seguridad. Este aspecto perm ite encontrar como objetivo en com ún la
identificación de diversos tipos de amenazas que pueden afectar a la
población nacional.
De lo anterior se desprende un segundo elemento conector, el que
radica en el rol preponderante que ejercen las Fuerzas Armadas en el desarrollo del
país. En este sentido, al igual que sus pares chilenos, dichas instituciones no
solo cumplen labores de defensa, sino que también colaboran activamente
en la mejora de las condiciones de vida de la población y en el apoyo frente a
catástrofes naturales. Ello permitiría que en un caso hipotético de catástrofe
que afecte a ambos países, las respectivas instituciones podrían generar
acciones en común para ir en ayuda de la población.
Finalmente, un tercer factor de cohesión se encuentra en las iniciativas
de cooperación internacional llevadas a cabo por ambos países. Instancias como

152
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

el Consejo de Defensa Sudamericano, al que ambos países pertenecen,


perm ite proponer iniciativas que contribuyan a la seguridad en la región
dando el espacio para entablar el diálogo a partir del trabajo en conjunto
y mitigar de esta manera la tensión del conflicto.

Actores en el conflicto Bolivia-Chile

Siguiendo la m etodología de Levinger (2013), los actores pueden


contribuir al conflicto o ayudar a construir la paz. Estos pueden ser individuos,
instituciones públicas o privadas, grupos informales, partidos políticos,
etcétera.
A m odo de complemento, en esta sección se categorizan los actores de
acuerdo con el sistema de relaciones que conceptualizan Fisher et. al (2011)
en situaciones de conflicto. Además de la distinción entre actor principal,
secundario y con influencia en una contienda, se diferencian los siguientes
tipos de vínculo: conflicto, influencia, relación, relación intermitente, alianza,
relación terminada.
Gráfico 22
Actores del conflicto Bolivia-Chile

153
La Punta del Iceberg

En el contexto del conflicto entre Chile y Bolivia es posible identificar


a diversos actores. Por un lado, se encuentran los actores de nivel estatal o
internacional, donde se identifica a Bolivia, Chile, Perú, Brasil, Argentina,
Estados Unidos y el ALBA. Por otro, están los actores subnacionales, donde se
distinguen el MAS, la Oligarquía Oriental de Bolivia y los narcotraficantes
bolivianos, y el movimiento chileno Mar para Bolivia. El Gráfico 22 hace un
mapeo de este conflicto y el rol que juega en este cada uno de los actores
mencionados.
De acuerdo con el Gráfico 22, se distingue analíticamente la existencia
de actores principales, actores secundarios y actores con influencia. Los
actores principales son quienes se encuentran directamente involucrados
en el conflicto, sus intereses se encuentran en disputa y tienen la capacidad
para influir determinantemente en los resultados de la divergencia. Siguiendo
lo anterior, en el centro de la figura se sitúa a Bolivia y Chile como actores
principales, los que mantienen un conflicto en tomo a la pretensión boliviana
por territorio soberano chileno. Mientras Bolivia estima que Chile le debe
entregar una salida soberana al Océano Pacífico, este último plantea que de
acuerdo con el Tratado de 1904, no existen temas limítrofes pendientesy que
la aspiración boliviana carece de fundamento.
En el análisis, Perú también es graficado como un actor principal por el
papel que cumple en la relación trilateral. En primer lugar, m anüene una
situación de conflicto con Chile canalizada por la demanda que interpone
ante la Corte Internacional de Justicia en enero de 2008 en la que solicita
establecer el límite marítimo a partir de una línea equidistante proyectada
desde el Punto Concordia. Como es conocido, la Corte comunica la sentencia
en enero de 2014 y conmina a ambos países a implementar el fallo. A Perú se le
otorga desde la milla 80 el llamado triángulo exterior marítimo 124reduciendo
el territorio chileno correspondiente a la Zona Económica Exclusiva. Desde
entonces, Lima abre un nuevo foco de conflicto, ahora en torno a la supuesta
soberanía del llamado “triángulo terrestre”125. A lo anterior, se agrega el hecho
que una parte importante de la población peruana comparte la esperanza de

124 Se d e n o m in a “triángulo e x te rio r” a la p o rc ió n d e te rrito rio m arítim o e n tre g a d o a P erú


p o r la C orte In tern a cio n a l d e Ju sticia e n el fallo d e e n e ro d el 2014. E n la se n ten c ia la
C orte d ictam ina que el lím ite m arítim o se m antiene según paralelo d esde el H ito 1 h asta
las 80 m illas (p u n to A ), desde este p u n to se m odifica en dirección su ro este a p a rtir de
u n a lín e a equidistante q u e se e xtiende h asta las 200 millas.
125 E l fallo de la C orte In te rn a c io n a l de ju stic ia sobre el conflicto lim ítro fe e n tre P e n i y
C hile, ab o rd a sólo la delim itación m arítim a, n o la terrestre. E n este c o n te x to , P e rú
ex tra p o la la decisión de la C orte so b re el lím ite m arítim o al terrestre arg u y en d o q u e
la fro n te ra se proyecta desde el P u n to C oncordia; de esta m anera, desconoce el lím ite
(H ito 1) establecido p o r am bos en el T ratado de 1929. S egún el a rg u m e n to p e n ia n o ,
existiría u n territo rio d e 3,7 h ectáreas q u e le p erten ece.

154
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

recuperar la dudad de Arica, denominada por ellos como: “la provincia cautiva”.
Aunque esto último carezca de un sustentojurídico y se circunscriba en el plano
de las emociones, ayuda a explicar el porqué Chile y Pem aún no han podido
solucionar esta divergencia.
En segundo lugar se observa que Perú posee una fuerte influencia sobre
Bolivia, la que utiliza para avanzar en sus propios intereses nacionales, de acuerdo
con lo observado en el artículo dedicado a la Dimensión de la Relación Trilateral.
En ocasiones, lim a con tiene a La Paz para evitar que alcance arreglos sustantivos
con Santiago, en miras a evitar que afecte las pretensiones territoriales del Perú
y limite su capacidad de administrar las relaciones de ambos países en el marco
del conflicto1*6. En síntesis, Perú mantiene una política de incitación y contención
respecto de la aspiración marítima boliviana, la que va equilibrando en función
de sus propios intereses, lo que explica, en parte, la relación histórica de “amor
y odio” entre Lima y La Paz.
Se distingue como adores secundarios a aquellos que tienen un interés en
el conflicto, pero que no se involucran directamente. En este sentido se ha
identificado al ALBA como actor secundario, ya que los países que lo conforman
apoyan la aspiración boliviana -especialmente Venezuela y Ecuador-, situándose
en una posición conflictiva con Chile 127y generando un escenario regional
adverso para nuestro país, que debe establecer acciones de carácter bilateral y
multilateral para neutralizar este mensaje a nivel sudamericano.
También se distinguen los actores con influencia como aquellos que no
tienen intereses en juego en el conflicto, sin embargo, poseen la capacidad
para influir en los acontecimientos. En el contexto sudamericano se identifica
a Argentina como un actor con influencia tanto por su condición de país
limítrofe con Bolivia, como por mantener en la actualidad buenas relaciones
con Chile. En este sentido, con Bolivia mantiene afinidad ideológica, histórica
y de dependencia energética; mientras que con Chile ha logrado construir
un acercamiento a partir del Tratado de 1984128y la Declaración Presidencial
de 1991129, cuando se soluciona la mayoría de las situaciones territoriales

126 Es d estacar q u e P e rú posee u n pap el gravitante e n cu alq u ier solución que c o n tem p le
e n tre g a r a Bolivia territo rio chileno a l n o rte d e A rica, p u esto q u e d e b e c o n ta r c o n el
b e n e p lá c ito p e ru an o , e n v irtu d d e l T ratado 1929.
127 D estaca la Declaración de la XIII C um bre del ALBA que inco rp o ra u n párrafo respaldando
la d e m a n d a de Bolivia p o r u n a salida so b e ran a al O c éa n o Pacifico (diciem bre, 2014).
128 El T ratad o d e 1984 establece los m ecanism os d e conciliación y arb itraje y la com isión
b in ac io n al p e rm a n e n te , instrum entos clave d el acerca m ie n to bilateral q u e se gesta en
la d é c a d a siguiente.
129 T am bién d e n o m in a d a com o D eclaración C o n ju n ta o D eclaración d e B uenos Aires,
firm a d a el 2 d e agosto d e 1991 ju n to a o tro s o c h o acu erd o s q u e c u b re n diversidad de
m aterias q u e m arcan la p a u ta de relaciones e n la décad a, al p u n to q u e e n 1999 se abre
la posibilidad a d esarrollar u n a alianza estratégica bilateral.

155
La Punta del Iceberg

conflictivas entre ambos. Además, es importante destacar que tam bién ha


contribuido el apoyo que actualmente Chile le entrega a dicho país respecto
de su demanda sobre Islas Malvinas. Se estima que todo lo anterior, influye
para que Argentina adopte una posición neutral respecto de la aspiración
marítima boliviana, en la medida en que se mantengan los actuales términos
de su relación bilateral con ambos países.
Brasil también es un actor con influencia que se m antiene neutral en
el conflicto entre La Paz y Santiago. Lo anterior se desprende del peso
geopolítico que tiene en la región. Se estima que su posición neutral se
origina a partir del interés por proyectar al m undo la imagen de un país
capaz de m antener a Sudamérica libre de conflictos armados interestatales,
como una form a de sustentar sus propias aspiraciones globales. Asimismo,
p o r su deseo de concretar la interconexión bioceánica, sea en el eje
Brasil-Bolivia-Chile, o según se ha informado últimamente, en un enlace
Brasil-Bolivia-Perú, que le permitiría alivianar el déficit de infraestructura
que posee hoy en las regiones sudeste y centro-oeste y proyectarse hacia
el Pacífico. En este sentido, el distanciamiento entre La Paz y Santiago
ha sido una de las mayores dificultades para lograr mejores avances en la
interconexión regional deseada.
Finalmente, en el ámbito internacional se identifica también a EE.UU.
como un actor con influencia. Como se evidencia en la prim era parte
de este libro, históricam ente ha tenido una postura más proclive a la
aspiración boliviana130, aunque actualmente las relaciones diplomáticas
entre Washington y La Paz se encuentran debilitadas desde la llegada del
presidente Morales al poder y, específicamente, desde la expulsión de la
DEA y el embajador norteamericano del país altiplánico. Contrariamente,
Chile y EE.UU. gozan hoy de una muy buena relación; no obstante, esto no
debe inducir a pensar que este último apoye la causa chilena.
A nivel subnacional, destaca como actor secundario relevante la
oligarquía de la “m edialuna” boliviana, la que en un comienzo del gobierno
del presidente Morales era extremadamente reticente al proyecto del Estado
Plurinacional. Sin embargo, a partir de la estabilidad política y económica
que le ha brindado el gobierno, hoy no presenta una mayor influencia ni
amenaza en contra del orden establecido, apoyándolo en la aspiración
marítima. El MAS es también un actor secundario a considerar. Su relación
de alianza constituye la base ideológica del gobierno y ha servido de
plataforma de Morales desde que incursiona en la política a nivel nacional.

130 D estaca la p ro p u e sta Kellogg q u e e n 1926 p ro p o n e a Chile y P e rú la e n tre g a d e A rica y


T acna a Bolivia

156
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile
i
Se observa que el conflicto se complejiza aún más al agregar a los
narcotraficantés, los que son considerados en el análisis como un grupo con
influencia. Por un lado, si bien el Gobierno de Bolivia se encuentra actualmente
realizando acciones para combatir a los narcos, estos constituyen un problema
de gran alcance a nivel nacional y regional. De acuerdo con el modo de actuar
de las organizaciones criminales vinculadas al narcotráfico, privilegian siempre
sus intereses, por lo que buscan constantemente las maneras de influenciar a las
autoridades políticas y la toma de decisiones. Se suma a esta complejidad que
Bolivia no solo es un país de tráfico de drogas, sino que además es productor de
hoja de coca, elemento esencial para la elaboración de la cocaína y sus derivados.
Todo lo anterior podría incidir en la corrupción y el debilitamiento de las bases
institucionales del país.
Finalmente, se identifican en Chile otros actores secundarios a nivel
subnacional. Emergen movimientos minoritarios que abogan “mar para Bolivia”
en forma relativamente organizada. El discurso ideológico de la nueva elite
boliviana y del ALBA tiene una proyección sobre movimientos de izquierda
en Chile que, de la mano de la “diplomacia de los pueblos”131, moviliza a un
sector de la sociedad civil chilena afín a la petición boliviana. El objetivo es
influir a la opinión pública con la intención de presionar a las autoridades
chilenas a negociar una salida soberana al océano Pacífico. Una mayoría de
la población se articula de manera desorganizada en oposición a cualquier
cesión territorial de carácter soberano. A partir de la demanda boliviana en La
Haya aumentan las expresiones en favor de la defensa de la soberanía nacional,
tanto de representantes políticos como de una creciente opinión pública. Al
constatar la existencia de estos movimientos destaca que al interior del país
existen perspectivas divergentes, mientras unos prefieren buscar una solución
a la aspiración marítima, otros prefieren resguardar la soberanía territorial.

Tendencias en tomo a la aspiración marítima boliviana

Realizando una asociación de los resultados obtenidos en el estudio


multidimensional incorporado en la prim era parte de este libro, junto con
el análisis relativo a los divisores y conectores y actores involucrados en el
conflicto, es posible identificar las principales tendencias que subyacen a la
aspiración marítima desde la perspectiva interna de Bolivia.
El Gráfico 23 muestra la dinámica de tendencias que subyacen a la
aspiración marítima boliviana. Las flechas en color negro indican que
u n a fuerza o tendencia impacta positivam ente sobre otra(s) fuerza (s)

131 P a ra p ro fu n d iza r sobre este concepto, ver d im ensión d e las relaciones exteriores de
Bolivia

157
La Punta del Iceberg

Gráfico 23
Dinámica de tendencias del conflicto entre Bolivia y Chile
en torno a la aspiración marítima

acrecentándola. Al contrario, las flechas de color gris muestran un impacto


negativo o decreciente de una fuerza hacia otra.
En este sentido, al centro de la figura se observa un anillo nuclear (loop)
compuesto por cuatro tendencias medulares: Reivindicación, Descolonización,
Refundación e Identidad Boliviana. Identificam os en la Reivindicación la
fuerza principal que aglutina a los movimientos sociales que Morales lidera
para llegar al poder; la fuerza se m antiene constante en el tiem po y se
expresa de distinta m anera en las diversas demandas de la población152.

132 V er D im ensión H istórica y D im ensión Social.

158
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

La Refundación y Descolonización son tendencias operacionales para la


construcción del proyecto plurinacional y adoptan a la Reivindicación
como bandera de lucha. Como consecuencia de la dinámica anterior, se
fortalece la construcción de la Identidad Boliviana del Estado Plurinacional.
Como se observa en el Gráfico 23, estas cuatro tendencias se potencian
entre sí generando un sistema virtuoso. A continuación se explica cada
una de ellas en profundidad.
La Reivindicación Boliviana tiene profundos antecedentes que se
rem ontan al pasado colonial. En este contexto, el fin que se persigue
es la recuperación de lo que -según la perspectiva boliviana- ha sido
históricam ente usurpado en los ámbitos territorial, social, económico,
cultural y político. Por ello, es im portante tener en cuenta que esta fuerza
ha sido el m otor de varias de las demandas internas y externas; por ejemplo,
se hace presente internam ente tanto en las luchas y movimientos sociales
que sitúan a Morales en el poder, como en la valorización de la tradición y
cultura ancestral. En el ámbito internacional, la fuerza de la Reivindicación
se proyecta para exigir el acceso soberano al Océano Pacífico, intentando
recuperar el territorio que obtuvieron m ediante los Tratados de 1866 y
1874, posteriorm ente cedido a Chile en 1904.
Para entender la reivindicación en la visión política del actual gobierno
de Bolivia, es im portante considerar que este concepto es definido
tanto filosófica como políticamente dentro del paradigm a de la justicia
social. Desde una ram a de la filosofía, autores como Jo h n Rawls (1971) y
Ronald Dworkin (1993) definen la reivindicación como la “redistribución
igualitaria de recursos”. En cambio, desde otra perspectiva, la reivindicación
em erge de los movimientos sociales en un sentido de “reconocim iento”
basado en la integración o asimilación de m inorías étnicas, raciales o
sexuales. Georg W.E Hegel aporta a esta visión con su libro Fenomenología
del Espíritu (1966), señalando como base la relación recíproca ideal entre
sujetos que sustenta el principio de igualdad de derechos, lo que significa
ver al otro como un igual pero a la vez separado de sí mismo. En una visión
más contem poránea, Charles Taylor y Axel H onneüi (1994) proponen la
recuperación de aquello perdido p o r m edio del establecimiento de una
política de reconocim iento (Fraser, 2006).
En Bolivia se observan ambos tipos de reivindicación en razón de las
dem andas coyunturales propias de cada lucha. Es así que desde que asume
Víctor Paz Estenssoro en 1985, la lucha se centra contra el intervencionismo
norteam ericano y su política antidrogas. En ella, la defensa de la hoja de
coca como patrimonio histórico cultural es la demanda principal; de ello
deriva en gran parte el discurso patriótico y anti-imperialista de la época. En

159
La Punta del Iceberg

la Guerra de la Coca (2002), por ejemplo, se entremezclan con la dem anda


principal temas propios de la reivindicación tanto clásica como m oderna: el
reconocimiento de la identidad nacional étnico campesina, la dependencia
económica, la pobreza, exclusión y desigualdad. Por otra parte, en la
Guerra del Agua (2000) y del Gas (2003), las demandas reivindicacionistas
se expresan manifestando disconformidad respecto del Estado central,
criticando el m odelo neoliberal, form ulando dem andas autonóm icas,
e incluso demandan el control y la gestión de los recursos naturales. Se
identifica, por tanto, en la Guerra del Agua el momento en que el pueblo, por
primera vez, toma conciencia de su poder político y capacidad movilizadora
cuyo fin es generar un cambio en el sistema político y económico.
Considerando todo lo anterior; en Bolivia la reivindicación se expresa
como un ideal superior que se sustenta en la justicia social, y que se manifiesta
como temática recurrente en las reiteradas y diversas luchas sociales de
la sociedad civil boliviana. Al respecto, es im portante tener claro que,
desde la perspectiva boliviana, este ideal conlleva una cuota im portante de
emocionalidad que se refleja tanto en la acción colectiva como en el discurso
político. Teneresto en cuenta aporta a la comprensión del proyecto político
de Evo Morales, así como también el impacto que ha tenido en el país la
corriente del socialismo del siglo XXI. Esta corriente continental nutre el
fenómeno de las luchas sociales y es asimilada por el indigenismo donde
cobra un nuevo significado. En este sentido, la revaloración de lo étnico se
proyecta en el continente empleando como instrumento el ideario político
bajo el concepto de la reivindicación.
En lo que respecta a la Descolonización Boliviana, esta tiene como fin
lograr el pleno desarrollo del país en forma soberana, donde el lema es
la autodeterminación de los pueblos. Sus raíces se rem ontan al pasado de
dominación colonial española y se proyectan luego al predom inio de la
elite blanca y de potencias extranjeras capitalistas. En la actualidad cobra
forma como una resistencia ideológica al neoliberalismo y a la asimilación
de los pueblos indígenas al m odelo capitalista. Como consecuencia,
la descolonización constituye u n a fuerza que no solo tiene m atices
económicos, sino que también ideológicos, sociales, históricos y culturales.
En consecuencia, el aspecto clave para la Descolonización se encuentra en
la recuperación y control de los territorios, en la gestión de los recursos
naturales y en el desarrollo de una economía sustentable capaz de perm itir
este control a largo plazo. Tal es el esfuerzo plasmado en el m odelo
económico plurinacional implementado por el gobierno.

160
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

La Refundación Boliviana es u n a fuerza que emerge desde el proyecto


del Gobierno de Evo Morales y cuyo espíritu se expresa claram ente en el
Preám bulo de la Constitución Política (2009:7):

“Dejamos en el pasado el Estado colonial, republicano y neoliberal. Asumimos


el reto histórico de construir colectivamente el Estado Unitario Social de
Derecho Plurinacional Comunitario, que integra y articula los propósitos de
avanzar hacia una Bolivia democrática, productiva, portadora e inspiradora de
la paz, comprometida con el desarrollo integral y con la libre determinación
de los pueblos”.

Por tanto, el proyecto plurinacional del gobierno de Morales pretende


acabar con todas aquellas cadenas que im pidieron el desarrollo autónom o
del pueblo boliviano. Al respecto, es necesario tener en cuenta que la
R efundación no solo apunta a la creación de un nuevo concepto de
Estado, tampoco implica, únicam ente, la inclusión de las minorías que
tradicionalm ente habían sido marginadas de la participación política y
el usufructo de los beneficios económicos. Evaluando los antecedentes
recopilados en el estudio multidimensional, se observa que la Refundación
involucra principalm ente la institucionalización del Estado Plurinacional,
para lo que es fundam ental el respeto a los principios democráticos y la
alternancia en el poder de las distintas fuerzas políticas.
Finalmente, la Identidad Boliviana fragmentada a lo largo de la historia,
cobra sentido y se potencia bajo el proyecto plurinacional de Evo Morales.
En este sentido, la fuerza de la Identidad emerge desde los movimientos
sociales, generando una conciencia de poder popular que se expresa en la
participación concreta en el ámbito político y que se extrapola a lo social y
económico. Todo ello implica una resignificación del “ser boliviano” y con
ello la valoración y reconocimiento de la existencia de este crisol de pueblos,
comunidades y naciones que comparten en común la tradición y un pasado
histórico.
Una vez que el pueblo toma conciencia de su propia identidad individual
y colectiva se genera un sentido de unidad, solidaridad, compromiso y
pertenencia, que es la base de la cohesión social, el que se fortalece con
los movimientos sociales y luego se asienta por medio de la denominada
“Revolución Democrática Cultural Boliviana”. Es im portante recalcar que
la construcción de esta identidad se sostiene mayormente en una visión
indigenista del mundo, que es la que prima hoy en el gobierno de Evo
Morales, y es en este contexto que deben entenderse los objetivos de
desarrollo y crecimiento de Bolivia, incluyendo en ello la aspiración marítima.

161
La Punta del Iceberg

Como se h a m en cio n ad o previam ente, estos cu atro elem en to s


m edulares form an una suerte de m otor interno cuya dinám ica genera una
mayor Cohesión Social la que, a su vez, retroalim enta la Identidad. Boliviana
potenciando el anillo central descrito. E l proceso de Refundación ha
contribuido en originar y m antener una Estabilidad Política nunca antes
vista en el país, la que im pacta positivamente en el Desarrollo de Bolivia
m ejorando las condiciones de vida de la población. De igual m anera, la
nueva concepción de la Seguridad y Defensa Plurinacional, la que asigna
un rol fundam ental a las Fuerzas Armadas, ha contribuido de m anera
significativa en el desarrollo del país y en la credibilidad in tern a del
proyecto de Evo Morales.
La Integración Sudamericana siempre h a sido u n í aspiración en los
países de la región, la que se ha acrecentado aún más debido a los
desafíos que plantea la econom ía m undial y el valor que ha adquirido
el comercio por el O céano Pacífico. La ubicación geográfica de Bolivia
en el corazón del continente la convierte en un potencial núcleo de
desarrollo comercial que podría increm entar el desarrollo de todos los
países del cono s u r En este sentido, Brasil ha incentivado el comercio
po r territorio boliviano; sin embargo, las difíciles condiciones geográficas
de la región del Amazonas y de la Cordillera de los Andes, sum ado a la
tardanza en la construcción de la infraestructura necesaria en territorio
boliviano lleva a Brasil a potenciar el corredor en dirección al puerto de
lio en Perú, sin pasar p o r Bolivia.
Todo lo anterior genera una suerte de segundo anillo virtuoso que
potencia a todas las tendencias descritas.
D e n tro de los dos anillos m encionados se observa tam b ién la
em ergencia de algunas tendencias que im pactan de form a negativa
sobre las otras. La prim era corresponde al Caudillismo que de aum entar
afectaría negativamente a la Estabilidad Política alcanzada por el gobierno.
Tal como ha sido descrito en la dim ensión histórica, el caudillaje ha sido
una fuerza negativa a lo largo de toda la vida republicana del país. Su
presencia incide en el aum ento de la Corrupción interna sobre todo a nivel
de los cargos públicos, im pidiendo la institucionalización del régim en y
el desarrollo de un sentido de pertenencia nacional que perm ita afianzar
la Cohesión Social.
Al igual que el Caudillismo, el Narcotráfico y el Contrabando son
considerados como una amenaza a la estabilidad política, ya que su
aum ento se asocia tam bién a una mayor corrupción interna, un aum ento
en el crimen y violencia, generando un sentim iento de inseguridad y
desorganización social. Por este motivo, la Seguridad y Defensa Plurinacional

162
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

cum plen un rol fundamental dentro del territorio 133debido a que su acción
contribuye a contrarrestar ambos fenóm enos, y a reforzar la presencia del
Estado, lo que potencia aún más el desarrollo del país.
Como se aprecia, Caudillismo, Narcotráfico y Contrabando son tendencias
potencialm ente peligrosas para la Estabilidad Política, las que al aum entar
su poder de acción podrían poner en peligro la consolidación del proyecto
plurinacional ideado po r el gobierno de Morales.
El sistema de tendencias que se ha dilucidado hasta aquí tiene un
efecto concreto en el desarrollo discursivo de una Conciencia de Poder en
Bolivia, la que se expresa en la estrategia comunicacional del gobierno de
M orales 134y en el empleo de instrum entos de poder político y diplomático
tanto al interior como al exterior del país. El tono desafiante del discurso
en contra de Estados Unidos, el posicionam iento del satélite boliviano en
órbita, el fortalecimiento de relaciones con China y la capacidad de generar
lazos de dependencia con A rgentina y Brasil em poderan al gobierno
boliviano a acrecentar u n a actitud hostil hacia Chile, condicionando
cualquier iniciativa de Integración Sudamericana a la obtención de una salida
soberana al Océano Pacífico a través de territorio chileno. Lo anterior
deja entreverla intencionalidad de multilateralizar su aspiración marítima
explotando las necesidades de integración económica de los países del
cono sur-específicam ente de Brasil-generando un clima regional adverso
contra Chile.
En el esquem a se evidencia que tanto la Necesidad de Integración
Sudamericana como la Reivindicación Boliviana fom entan directam ente
la Conciencia de Poder. En este sentido, se genera un anillo de tendencias
que se potencian entre sí, es decir, en la m edida en que se refuerza la
Reivindicación se retroalim enta aun más la idea de una Conciencia de Poder,
y viceversa. En este contexto, el Desarrollo alcanzado por el gobierno en
los últimos 10 años viene a fortalecer dicha dinámica.
En síntesis, todas las tendencias positivas descritas confluyen en el
desarrollo discursivo de una Conciencia de Poder nunca antes vista en Bolivia
y es este fenóm eno el que permite com prender la actual estrategia boliviana
de interponer la Demanda Marítima ante la Corte Internacional de Justicia.
133 N o o b s ta n te , la P o licía y las FF.AA se h a n visto so b re p a sa d a s. D e a c u e rd o a los
a n te c e d e n te s recopilados e n la prim era p a rte d el libro, la Policía tien e los peores índices
d e c o rru p c ió n e n el país, adem ás a p a re n te m e n te h a sido su p e rad a p o r la am enaza d el
n a rco tráfic o p o r lo que, la p o lítica de D efensa h a asignado funciones d e com bate al
n a rc o te rro rism o a las fuerzas m ilitares. V en d im e n sió n política.
134 El d e sa rro llo discursivo de u n a conciencia d e p o d e r h a q u e d a d o d e m anifiesto tan to
e n los videos de la terc era c am p añ a p residencial d e Evo M orales, com o en el video q u e
explica la d em a n d a m arítim a boliviana a n te la C orte In tern a cio n a l de Justicia publicado
e n d icie m b re de 2014.

163
La Punta del Iceberg

Complementario a la mirada interna de Bolivia existen tendencias


externas, que directam ente a lo largo de la historia fom entan la aspiración
m arítima boliviana y el conflicto con Chile.
Se identifica la Política Exterior Peruana como una poderosa fuerza que,
de acuerdo con las circunstancias, acrecienta o contiene la aspiración
boliviana. En este sentido, se observa que dicha política es proactiva,
incide en la perpetuación del conflicto entre La Paz y Santiago y frena toda
posibilidad de acuerdo entre arabos países que contradiga sus intereses
nacionales.
Las diferentes aproxim aciones con que los distintos gobiernos
chilenos han abordado a lo largo del siglo XX la petición boliviana de
salir soberanam ente al O céano Pacífico se transform an en una fuerza
que alim enta en el tiem po su aspiración m arítim a, m otivando al
gobierno boliviano a buscar nuevas fórmulas para conseguir el logro de
su objetivo. La Política Exterior chilena es cíclica n o solo po r las presiones
que históricam ente Bolivia ha ejercido buscando sentar a Chile en la
mesa de negociaciones, sino que tam bién porque al in terio r del país
han existido visiones divergentes respecto de la solución del conflicto,
donde se contraponen las propuestas de quienes quieren dar u n a salida
soberana al vecino y quienes observan que una eventual cesión territorial
no solucionaría el conflicto de fondo. La divergencia incita una postura
flexible y cambiante para abordar el problem a boliviano.
A lo anterior se suma el tipo de disuasión que ejerce Chile. Como está
centrada en lo militar, perm ite una política exterior flexible. Debido a la
superioridad de las capacidades militares chilenas, propicia que Bolivia
exprese sus intenciones po r medios no militares. Se observa la persistencia
de la aspiración m arítim a boliviana en el tiempo, que tiene como efecto
el corroborar la convicción que se tiene en Chile respecto de la necesidad
de m antener una fuerza militar de carácter disuasivo.
Lo expresado en este apartado perm ite identificar la dinám ica de
tendencias que subyacen a la Aspiración Marítima Boliviana. Como se
m uestra en el Gráfico 24, en este estudio se plantea que esta tendencia
constituye apenas la punta de un gran iceberg, en el que se observa la
expresión de una compleja dinám ica de tendencias que se ocultan bajo
el agua, y que perm iten com prender de m ejor forma su origen, sustento
y desarrollo futuro. En la m edida que esto se advierta, será posible ten er
más claridad respecto de los temas de fondo que subyacen a la denom inada
reivindicación marítima, que en última instancia se expresa en la dem anda
m arítima ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya,

164
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Gráfico 24
La aspiración marítima boliviana com o la punta del iceberg

IM H ÍxtC H T

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Socialismo
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sudam ericáip

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'Pacífico

Fuente: Elaboración propia.

165
La Punta del Iceberg

Síntesis

En este apartado se han distinguido analíticam ente tres aspectos


claves para el estudio del conflicto entre Bolivia y Chile. Se identifican
divisores y conectores que polarizan y cohesionan, respectivamente, a los
actores contendientes en diversos ámbitos. Del análisis de estos aspectos,
es posible concluir que aun cuando existen elementos de cohesión entre
las partes, se observan profundos y complejos divisores que dificultan la
resolución de la disputa.
Asimismo, dentro del conflicto se distinguen actores principales,
secundarios y con influencia, tanto a nivel internacional como subnacional.
Del análisis realizado destacaj en prim er lugar, la presencia de I’erú como
actor clave en el conflicto entre Bolivia y Chile; en segundo lugar, la
influencia que ejerce el ALBA, Bolivia y el MAS en un pequeño segmento
de la población chilena que se encuentra a favor d e otorgar acceso
soberano al mar; en este sentido, la “diplomacia de los pueblos” ha sido
gravitante en la fragm entación de la sociedad chilena, logrando plasmar
su discurso en aquel sector de la población.
Finalmente, en el análisis de las tendencias que subyacen al conflicto
entre Bolivia y Chile en torno a la aspiración m arítim a boliviana se
dem uestra cómo los actores utilizan los divisores y conectores, ya sea para
escalar el conflicto o promover la paz. Del análisis se observa la presencia ■
de tendencias que se manifiestan de m anera constante. Tal es el caso de
la Reivindicación, la que se manifiesta tanto a nivel interno como externo
y que es determ inante, a su vez, en la tendencia de la Aspiración Marítima
Boliviana, la que ha sido caracterizada como atemporal y transversal a la
ciudadanía boliviana. Junto con lo anterior se refleja la existencia de dos
incertidumbres criticas respecto de la orientación que puedan ten er las
tendencias de, Refundación y Descolonización, su evolución en.el tiem po.yel
grado de consolidación que alcancen perm ite utilizarlas como ejes para
el levantamiento de los escenarios. ■

166
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Ca p ít u l o i o

Escenarios Futuros de Bolivia, sus Implicancias en el


Conflicto con Chile y la Seguridad y Defensa en Particular
TCL. Pablo León, Marjorie Gallardo, Cristián Faundes

Según la m etodología de Levinger (2013), el último paso a considerar


es la construcción de escenarios m ediante el m étodo deductivo. En
esta etapa se elabora un cuadro de análisis con tres escenarios posibles,
teniendo como base las dos principales incertidum bres identificadas en
el análisis de tendencias.
Por una parte, la Descolonización como incertidum bre crítica en
Bolivia im plica una aspiración para lograr el desarrollo económ ico,
político y social con el fin de poder adm inistrar los recursos naturales
con total autonomía, así como usufructuar de ellos en form a soberana.
Esta tendencia posee una raíz histórica profunda con antecedentes que
se rem ontan a la dom inación colonial española y, es hoy uno de los
elem entos centrales para lograr la consolidación del proyecto del Estado
Plurinacional.
S egún el G ráfico N° 25, la D esco lo n izació n B oliviana p u e d e
m anifestarse entre dos extremos. Por un lado, u n alto grado de desarrollo
económ ico, político y social que apunte al crecim iento económico, la
articulación política del pueblo y desarrollo social y, p o r otro, un bajo
grado de desarrollo económico y sustentabilidad político-social.
O tra incertidum bre crítica identificada es la Refundación de Bolivia
como Estado Plurinacional, objetivo central del Gobierno de Evo Morales.
Se p u ed e expresar como una alta estabilidad política, donde el país
logre consolidar un proceso en el que se institucionalice el proyecto
plurinacional, lo que implica el desarrollo de instrum entos y mecanismos
que consagren el proceso democrático, que garanticen la alternancia del
poder, y establezcan contrapesos y canales de participación ciudadana

167
La Punta del Iceberg

directa. Por tanto, para que tenga éxito el proyecto deberá surgir u n a
autoridad política con la capacidad de reem plazar a Evo Morales. En
térm inos negativos, la incertidum bre se manifiesta con una creciente
inestabilidad a partir de una carencia de elementos que puedan otorgar
sustentabilidad polítick al proyecto.
Estas incertidumb^es perm iten establecer un cuadro de análisis que
determ ina la lógica de los escenarios futuros de Bolivia a partir de la unión
de sus extremos. En encuadro superior izquierdo se considera al Estado
Plurinacional en Desarrollo (EPD) como punto de partida que refleja el
m om ento actual que viye el país. De acuerdo con el análisis, desde allí se
desarrollan los tres escenarios que se m uestran en el Gráfico 25: Estado
Plurinacional Consolidado (EPC), Estado Plurinacional en Peligro (EPP)
y Estado Plurinacional Fallido (EPF).

Gráfico 25
Escenarios plausibles en polivia en base a la descolonización y la reíündación

• i
i
lAlta
¡estabilidad
política

I ^ H ' '; v : : « K
.................. B y
!' • o M E r riiüü i r i.
mm
■ W | ¡ -1 ' ’ 1
.........
1 ¡ | | | | ‘í ’ÍJ

U B I
i °
PQ
I
\
Descolonización Boliviana
Menor Mayor
grado de grado de
desarrollo desarrollo
CJ

m H K
: 111
w B B ......... i ■ g B S L i 'i ' 111 1 ......... ' 1'

■' ív V * * Y t.
I i j "" u

estabilidad
política ^
r
i
i
j
1'
......... . ..

Fuente: Elaboración propia.

168
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

En cada uno de estos escenarios se p resen tan los im pactos que


tienen en ellos la reivindicación y cóm o se com portará en Bolivia su
p o d e r nacional, el caudillismo, el narcotráfico y sus FF.AA.. Asimismo, se
identifican las ventanas de vulnerabilidad que tienen la potencialidad de
radicalizar las posturas en conflicto; y las ventanas de oportunidad, que
podrían favorecer la resolución de divergencias. De acuerdo con los fines
del presente estudio, las ventanas en cada escenario se desarrollan en
relación con las perspectivas presentes y futuras del conflicto entre Chile y
Bolivia, las que han sido elaboradas en miras a identificar las implicancias
para la defensa de Chile.
El p u n to de partida del análisis se inicia en el extrem o superior
izquierdo. Se identifica al EPD como la situación actual en Bolivia que
se caracteriza po r u n a estabilidad política y crecim iento económ ico
inéditos, gracias a la figura cohesionadora de Evo Morales y su proyecto
plurinacional, pero con un grado de desarrollo político, económico y
social aún insuficiente. U na evolución positiva del EPD im plicaría la
consolidación del proyecto de Morales, pasando al escenario denominado
com o EPC (extrem o superior derecho del cuadro) donde aparecen
elem entos de sustentabilidad política, económ ica y social. El país pasa al
escenario del EPP si es que el gobierno ha sido capaz de sentar las bases
para una integración social efectiva, incorporando los elementos esenciales
que perm itan la sustentabilidad económ ica del m odelo de desarrollo,
pero es incapaz de establecer los cimientos de la estabilidad política del
país. La situación más adversa queda representada en el EPF, donde no
ha sido posible alcanzar la requerida institucionalización del régimen, y
tam poco se asientan los elementos necesarios para el desarrollo nacional.
A continuación se describe la situación actual y los tres escenarios
identificados.

E stado Plurinacional en Desarrollo: análisis de la situación


actual en Bolivia

Descripción:

La situación actual de Bolivia puede resum irse bajo el concepto


de Estado Plurinacional en Desarrollo, el que se caracteriza por una
estabilidad política inédita en Bolivia y un impulso económico y social
que, sin embargo, carece de cimientos que le den sustentabilidad.

169
La Punta del Iceberg

Desde el año 2006, Evo Morales ha sido capaz de cohesionar al pueblo


boliviano en torno al proyecto plurinacional, cooptando hábilm ente a
caudillos, adversarios políticos y controlando la oposición. No obstante,
existe incertidum bre si dicha estabilidad se m antendrá en el tiempo. Uno
de los aspectos clave para lograrla es la institucionalización del sistema
polídco, de modo que a futuro el régimen no dependa de la figura de
Morales. Se estima que el Presidente tiene suficiente capital político para
m antener la estabilidad hasta el año 2020, no obstante se pone en riesgo
el carácter democrático del proyecto si el mandatario fuerza la creación de
un mecanismo constitucional que le perm ita ser reelegido por un cuarto
periodo o se perpetúe en el poder. Mientras en el escenario actual no
exista espacio para el surgimiento de liderazgos, se reducen las opciones
de una alternancia en el poder a futuro, incluso disminuye la posibilidad
de que el sucesor del actual gobernante asuma pacíficamente p o r medios
democráticos, lo que podría potenciar el nivel de corrupción del país.
La estabilidad política alcanzada influye positivamente en la econom ía
nacional y permite que en este escenario su población goce de un creciente
bienestar. Teniendo en cuenta las auspiciosas cifras que resultan de las
reformas estructurales implementadas en el último tiempo, cabe considerar
que el m odelo económ ico instaurado no se encuentra consolidado.
Más aún, existen dudas respecto dé su sustentabilidad, sobre todo p o r
la dependencia de la explotación de hidrocarburos; la proyección del
consum o local más los com prom isos de exportación de los mismos
adquiridos con Brasil y Argentina, perm iten proyectar que las reservas
probadas de Bolivia en este rubro serán suficientes solo hasta el año 2025,
aproximadamente. En este sentido, se prevé que mientras no aum enten
dichas reservas ni se industrialice la capacidad de explotación de otros
recursos (como el litio, por ejemplo) no será posible para el país alcanzar
un desarrollo pleno de su modelo económico plurinacional.
Considerando lo anterior y lo analizado previamente en el capítulo
“Actores y Dinámicas”, se evidencia que en la actualidad Bolivia ha logrado
desarrollar una conciencia de poder que se refleja en el discurso político
del gobierno y en la creciente actitud hostil que ha tomado hacia Chile.
Entrando en materia, el narcotráfico se presenta como un problem a
asociado con el lavado de dinero y las dificultades del país andino para
controlar de m anera efectiva la frontera y el destino de los cultivos de coca
legal así como la expansión de los cultivos ilegales. Si este fenóm eno se
m antiene o se agrava afectará la estabilidad interna de Bolivia poniendo
en riesgo el capital político de Evo Morales.

170
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Los altos índices de corrupción y el bajo nivel operacional de la policía


Boliviana obliga a las autoridades políticas a em plear a las Fuerzas Armadas
en diversos roles, como el control interno del país y el apoyo en la lucha
contra el narcotráfico. Además, en la Constitución y otros documentos
se les asigna un rol político como garante de la estabilidad del gobierno
legalm ente constituido, y una función social relevante para coadyuvar
al desarrollo del país. En la práctica, se em plean como instrum ento de
democratización y se sientan bases para la politización de las instituciones
castrenses, lo que se traduce en una potencial ideologización al punto en
que, en el futuro, podría incidir en la disciplina y cohesión interna.
Respecto del conflicto que Bolivia presenta a Chile, se observa que la
creciente estabilidad interna ofrece a sus autoridades una amplia libertad
de acción para buscar una salida soberana al Pacífico. De m om ento, el
instrum ento escogido es la dem anda interpuesta ante la CIJ. El gobierno
boliviano instrumentaliza esta acción judicial con el objeto de generar una
creciente presión internacional hacia Chile, por medio de una estrategia
com unicacional en la que se victimiza p o r ser un país m editerráneo y con
bajos índices de desarrollo. A su vez, condiciona la integración económica
de la región a la obtención de un acceso soberano al Océano Pacífico.
En cuanto al proceso propiam ente tal, se estima que una declaración
de incom petencia de la Corte para ver el caso, o un fallo adverso a la
d em anda m arítim a, afectaría negativam ente al régim en de Morales,
pero solo de m anera transitoria. Esta apreciación se funda en el hecho
de que el proyecto plurinacional posee un efecto más cohesionador que
el que genera comparativamente la dem anda marítima, pues satisface
necesidades más tangibles del día a día de la población. De acuerdo con
el estudio multidimensional, se estima como altam ente probable que el
gobierno boliviano podría responder a un posible fallo adverso con una
agenda cada vez más ofensiva contra Chile, explotando especialmente las
actividades públicas con la intención de m ostrar una actitud activa frente
al pueblo boliviano en la materia. Por otro lado, si el fallo es favorable a
Bolivia, Evo explotará políticamente el resultado. Pero paradójicamente,
ello dificultará aún más el surgim iento de algún reem plazante con la
capacidad de consolidar el Estado Plurinacional.
Sistematizando la información proporcionada en la prim era parte de
este libro, se estima que la situación actual de Bolivia podría evolucionar
positivam ente hasta conseguir la consolidación del proyecto de Evo
M orales configurando el escenario EPC, o bien, de m anera negativa,
transitando hacia el escenario del EPP o EPF.

171
La Punta del Iceberg

Estado Plurinacional Consolidado

Descripción:

Para alcanzar el EPC Bolivia ha avanzado sustantivamente en el proceso


de refundación, institucionalizando el proyecto plurinacional p o r m edio
del desarrollo de instrumentos y mecanismos que garantizan la alternancia
del poder y establecen contrapesos y canales de participación ciudadana
directa. Como consecuencia, en este escenario se observa una democracia
participativa y estable que emula la organización de los ayllus. Se consolida
el proyecto plurinacional una vez que resulta democráticamente elegido un
reemplazante en el cargo presidencial; en otras palabras, cuando Morales
entregue democráticam ente el poder.
Lo anterior implica que, políticamente, este escenario no se alcanzará
antes del 2020, año en que debiera ser elegido un nuevo presidente en
Bolivia. Este actor asume el poder legítimamente como resultado de un
proceso de elecciones libres y democráticas y asume el cargo de forma
exitosa y no violenta, independiente de la figura de Evo Morales.
En este escenario el m odelo económico plurinacional dem uestra su
sustentabilidad al descubrirse nuevas reservas de hidrocarburos o bien
generando los ingresos fiscales equivalentes m ediante la explotación de
otros recursos naturales, como por ejemplo el litio, lo que se traducirá en un
sustantivo y equitativo m ejoramiento de la calidad de vida de la población.
Supone además que se han asentado las bases de una transform ación
económica tendiente a abandonar la dependencia de la explotación de los
recursos naturales hacia una economía más industrializada y tecnologizada.
A partir de lo anterior, la estabilidad del país se potencia, generando un
efecto sinérgico que refuerza la consolidación del proyecto plurinacional.
La pobreza y la in d ig en cia dism inuyen y au m en tan los niveles de
educación y empleo formal. Todo ello genera una sociedad con m enor
descontento y desorganización social, lo que incide en una baja ocurrencia
de movilizaciones sociales y en una disminución (o m antención) de la
migración internacional con fines económicos.
Como consecuencia del éxito de modelo de economía plural y de la
institucionalización del régim en, Bolivia experim enta un aum ento en
la percepción de su poder nacional, con lo que se estima el gobierno
intensifica su hostilidad hacia Chile.
Debido a las condiciones de este escenario, el Estado cuenta con una
mayor capacidad y eficacia para controlar en m ejor medida el cultivo ilegal
de hoja de coca, la producción de droga y el narcotráfico en general. Ello

172
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la segundad y defensa de Chile

tiene un impacto positivo no solo en la seguridad interior del Estado, sino


que tam bién en la de los países vecinos.
Sumado a mayores niveles de desarrollo económico-social, la seguridad
y defensa bolivianas tam bién se ven reforzadas. En este contexto, se
realizan importantes avances para dism inuirlos altos niveles de corrupción,
sobre todo los observados en el anterior escenario en la Policía Nacional;
asimismo, se logra una mayor operacionalidad de la institución para
m antener la seguridad interna. Lo anterior contribuye, por una parte, al
fortalecim iento y probidad del Poder Judicial y, por la otra, a liberar a las
FEAA. de algunas de las tareas policiales asumidas en el EPD.
En el ámbito de la Defensa se proyecta un aum ento en el gasto y un
m ejoram iento de las capacidades materiales y operativas. La estabilidad y el
bienestar que brinda este escenario fom enta la cohesión en las FF.AA., las
que se encuentran altamente comprometidas con el proyecto plurinacional.
Como consecuencia, en el EPC existe una alta ideologización al interior
de las instituciones.
Independiente del resultado del proceso judicial en la CIJ, en este
escenario la aspiración m arítim a se m antiene debido a su carácter
reivindicacionista atem poral y transversal, más aún atendiendo a que la
reivindicación es parte esencial del proyecto plurinacional. Sin embargo,
u n fenóm eno de crecimiento sostenido y estabilidad en el país invalida la
tesis relativa al enclaustramiento marítim o como causal del subdesarrollo
boliviano. En este escenario en que aum enta el bienestar económico y
social, cabe la posibilidad de que disminuya la intensidad y adhesión a la
aspiración marítima boliviana.

Ventanas de vulnerabilidad

Bolivia desarrolla en el EPC una percepción de mayor poder nacional


debido a la mayor estabilidad política y económica. Si bien esta situación
puede sentar las bases para un diálogo bilateral, es posible que el carácter
reivindicacionista de la aspiración se im ponga sobre el de la negociación.
En este caso Bolivia acudirá a una mayor gama de instrum entos para
p re sio n a r a Chile en to rn o a u n a salida soberana al mar. A quí las
oportunidades de diálogo se verán disminuidas, y las posibilidades de
llegar a acuerdos serán prácticamente imposibles.
En la m edida en que La Paz decida aprovechar sus nuevas capacidades
de poder con el objeto de avanzar en las demandas en form a indirecta, se
abre una ventana de vulnerabilidad en las relaciones bilaterales. Tal sería
el caso si decide potenciar aún más la diplomacia pública que activa en

173
La Punta del Iceberg

Chile, aum entando la injerencia en la población local con la denom inada


“diplomacia de los pueblos” imponiendo el mensaje “m ar para Bolivia”.
También, si llegase a consolidar los polos de desarrollo fronterizo podría
emplearlos para generar una creciente bolivianización en el norte de
Chile, especialmente en el altiplano.
Se identifica que la alta ideologización de las FF.AA constituye otra
ventana de vulnerabilidad en el conflicto con Chile, principalmente debido
a la politización de los miembros de las respectivas instituciones, lo que
podría afectar las relaciones castrenses en un contexto de Medidas de
Confianza Mutua.

Ventanas de oportunidad

Paradójicam ente, en este escenario la in ten ció n del Estado


Plurinacional de ejercer influencia sobre los territorios del extrem o norte
de Chile no será bien recibido por Perú. Con ello se abre u n a ventana
de oportunidad con Lima para contrarrestar el posible aum ento de la
influencia boliviana de estos territorios.
El mayor desarrollo económico y social experim entado en el EPC
abre una im portante ventana de oportunidad para intentar resolver el
conflicto con Chile. En la m edida en que el gobierno boliviano deje de lado
la actitud reivindicacionista, los beneficios económicos de la estabilidad
contribuyen a suavizar el discurso antichileno. Consecuentem ente, las
autoridades bolivianas poseen mayor libertad de acción para acercarse a
Chile sin que exista gran oposición ciudadana, lo que perm ite a Santiago
impulsar iniciativas de defensa con La Paz que permitan alcanzar un mayor
acercamiento y cooperación internacional para avanzar en la lucha contra
las amenazas transnacionales. Así también aumenta el espacio para avanzar
en proyectos de integración sudamericana.

Estado Plurinacional en Peligro

Descripción:

Según el cuadro de análisis, la situación actual de Bolivia tam bién


podría transitar a un EPP. Si bien en este escenario el país m antiene la
sustentabilidad del modelo económico, lo que le perm ite a su población
gozar de un mayor nivel de desarrollo, la estabilidad política comienza
a experim entar un creciente desequilibrio. Esto se debe a que la elite
im perante es incapaz de generar mecanismos para afianzar la democracia

174
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

participativa y perm itir el surgimiento de figuras de recambio político. Al


respecto, la intención de Evo Morales de modificar la Constitución para
ser reelegido por un cuarto periodo, o bien, para perpetuarse en el poder,
pone en peligro el proyecto plurinacional. Como consecuencia, cobran
notoriedad las históricas fuerzas caudillistas que han caracterizado la vida
política del país y que se han m antenido cooptadas durante los últimos
10 años; en este escenario el gobernante logra contenerlas a diferencia
de lo que sucede en el EPF.
D ebido a las características de este escenario, la percepción del poder
de Bolivia comienza a decrecer.
La inestabilidad interna motiva a los agentes del narcotráfico a explotar
las oportunidades para potenciar el cultivo ilegal de hoja de coca, su
venta en el mercado negro y la producción de cocaína y otras sustancias.
Como consecuencia, se vislumbra un aum ento considerable en el tráfico
de estupefacientes y una incapacidad de las autoridades para controlar de
m anera efectiva esta amenaza. A su vez, la Policía Nacional se ve afectada
por el entorno al experim entar un aum ento en la corrupción interna que
provoca graves problemas en su capacidad operacional.
Por su parte, las FF.AA. altamente ideologizadas actúan protegiendo el
program a del Gobierno de turno. Sin embargo, se comienzan a evidenciar
los prim eros quiebres al interior de sus filas cim entando el camino para
una futura fragmentación. Frente a la incapacidad de la Policía Nacional
para m antener el orden, el gobierno acude a las FF.AA para resguardar la
seguridad interna, aum entando la división al interior del país.
En este escenario, la reivindicación m arítim a brota nuevamente, pero
de m anera instrumental con la intención de cohesionar a la población
boliviana para desviar la atención del problem a interno, po r lo que La
Paz aprovecha para desplegar una activa, pero errática cam paña nacional
e internacional en esta materia.
De llegar a darse este escenario, se estima que será de corta duración,
debido a que la creciente inestabilidad política impide a Bolivia m antener
las cifras positivas que venía experimentando en materia económica, lo que
im pacta negativamente en los mercados y en el desarrollo social, al punto
en que la contingencia derriba los cimientos del modelo económico-social
del Estado Plurinacional. En el peor de los casos, este escenario puede
transitar al EPF.

175
La Punta del Iceberg

Ventanas de vulnerabilidad

La creciente inestabilidad política boliviana tiene su impacto en el


control efectivo de las fronteras en Bolivia y con ello el narcotráfico
tiene una mayor libertad de acción para operar. Asimismo, una vez que
la economía revierte su tendencia alcista, se genera un aum ento de otros
fenóm enos como el contrabando y la migración ilegal hacia Chile.
En la medida en que se profundizan los quiebres dentro del sistema de
gobierno y se polariza la ciudadanía, el gobierno boliviano busca formas
de conectarse con la población, por ejemplo, activando o reforzando
los mensajes antichilenos en favor de la reivindicación m arítima, lo que
genera dificultades en la relación política y comercial con Chile. El punto
crítico de la vulnerabilidad es la reivindicación como concepto genérico,
que incide negativamente en las relaciones bilaterales.

Ventanas de oportunidad

Debido a las condiciones que presenta este escenario se reducen las


ventanas de oportunidad para resolver el conflicto bilateral. No obstante,
en un escenario de fragilidad económica o institucional en Bolivia, Chile
puede ju g ar un rol activo en el marco de organismos subregionales,
regionales e internacionales instando a desarrollar m ecanism os de
cooperación que perm itan al país superar los problemas que generan
situaciones de incertidum bre e inestabilidad. Un actuar p ru d e n te y
honesto, basándose en el respeto por la libre determ inación del pueblo
boliviano, puede servir de base para un acercamiento futuro.

Estado Plurinacional Fallido

Descripción:

La incapacidad del Gobierno para levantar cimientos que fom enten


la estabilidad política y el desarrollo económ ico, gatillan el fracaso
del m odelo político-económico-social del Estado Plurinacional. Como
resultado, Bolivia transita hacia elEPF. En términos comparativos, en este
escenario Bolivia posee el m enor índice de capacidad de poder.
El escenario se vuelve propicio para un repunte de la corrupción,
lo que provoca un aum ento en los niveles de desconfianza hacia la clase
política. Se retrocede a un sistema democrático débil y la ciudadanía pierde
la confianza frente al actuar de las instituciones del Estado.

176
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Bolivia inicia un ciclo de inestabilidad, lo que facilita la reaparición de


caudillos que utilizan cualquier m edio para alcanzar sus propios intereses,
en desm edro de los propósitos nacionales. Las autoridades políticas
de turno son incapaces de hacer frente al desequilibrio, ahondando la
crisis hasta las bases de la institucionalidad. A diferencia del EPP, aquí el
gobierno presenta graves dificultades para enfrentar y controlar las fuerzas
en pugna, su desafío consiste en ordenar el país internam ente e intentar
recuperar la estabilidad.
Las disputas por el poder sobrepasan la arena política para tener
expresión en las calles donde se mezcla con el descontento social bajo el
liderazgo espontáneo de movimientos sociales. Asimismo, em ergen con
fuerza caudillos de la elite oligárquica, profundizando las tradicionales
fracturas entre oriente y occidente. Las posturas se radicalizan y la sociedad
se polariza antes de que suija un nuevo liderazgo. No se descarta que una
seguidilla de mandatarios se suceda en el poder.
Es im portante destacar que la causa fundam ental de la inestabilidad
política que da origen al EPF es la ausencia de bases institucionales que
sustenten un andamiaje político propio de un sistema democrático, donde
se identifica como problem a de fondo la fuerte dependencia del régim en
hacia el líder fundador y la consecuente ausencia de figuras alternadvas
que pudiesen continuar con el proyecto. En este sentido, un proceso de
declive se puede iniciar, por ejemplo, a partir del intento del presidente
Morales de perpetuarse en el poder. También, en el hipotético caso en
que al actual m andatario le sucediera algo inesperado que le impida
culm inar su periodo. Asimismo, ante la posibilidad de que Morales designe
un sucesor político que carezca de legitim idad popular, configurando
un cuadro similar al que se da en la Venezuela post-Chávez. Finalmente,
en un escenario de inestabilidad, según lo descrito en el EPP, donde se
prom ueve el surgimiento y choque de fuerzas caudillistas que hasta ahora
perm anecen cooptadas.
La segunda condición para que se manifieste el EPF surge en la medida
en que la economía plurinacional no logre demostrar su sustentabilidad en
el tiem po. Ello sucede, por ejemplo, en el caso que se acaben las reservas
de gas natural y no sea posible encontrar nuevos yacimientos, así como en
las limitaciones para desarrollar la industria del litio o de cualquier otro
recurso natural reemplazante. En esta situación, Bolivia busca solucionar
la crisis po r medio de préstamos o fondos de ayuda provistos por potencias
internacionales, retornando a la dependencia económ ica extranjera
vivida en décadas anteriores. Al mismo tiempo, se gatílla un proceso de
descontento popular por la incapacidad del gobierno para dar satisfacción

177
La Punta del Iceberg

a las expectativas económicas entregadas a la población. Lo anterior,


impacta negativamente en el capital polídco del presidente Morales, quien
ha perdido la capacidad para generar el efecto cohesionador de antes; su
figura es incapaz de garantizar la estabilidad en Bolivia.
La pérdida de legitimidad y el desorden interno se confabulan para
abrir un abanico de oportunidades al narcotráfico, creando el contexto
propicio para que carteles internacionales decidan operar en Bolivia, los
que fomentan la violencia p o r disputas territoriales, profundizando la
inestabilidad.
En este escenario la Policía Nacional se ve sobrepasada po r el aum ento
en acciones criminales y corrupción. Es im portante considerar que el
problem a económico que se experimenta impacta negativamente en el
presupuesto para m antener las capacidades. Todo lo anterior, incide en
una b¿ya operacionalidad para ejercer sus funciones.
Las FF.AA. se ven obligadas a apoyar en tareas de seguridad pública; sin
embargo, sufren una evidente fragmentación interna debido al fracaso del
proyecto plurinacional. En comparación a los otros escenarios descritos, en
el EPFlas FF.AA. relativizan su lealtad al régimen, la creciente polarización
política y social lleva a sus miembros a dividirse entre aquellos que profesan
un apoyo irrestricto y quienes consideran necesario un cambio. La alta
ideologización a la que fueron expuestos anteriorm ente tiene efectos
negativos en términos de su cohesión, disciplina y operacionalidad, los
que serán difíciles de revertir.
Al igual que en el EPP, en este escenario la reivindicación m arítim a
recobra su valor como instrum ento cohesionador. Nuevamente, es tomada
como bandera de lucha y utilizada de m anera instrumental por los distintos
líderes para ganar el apoyo popular, tal como sucedió antes de que Morales
llegara al poder. Sin embargo, la inestabilidad por la que atraviesa el país
debilita su fuerza.

Ventanas de vulnerabilidad

Como indica la historia de relaciones entre Bolivia y Chile, los esquemas


de diálogo bilateral son posibles en la m edida en que los gobiernos
cuenten con un marco de legitimidad política. La alta inestabilidad que
experim enta Bolivia en este escenario reduce considerablem ente las
posibilidades de un acercam iento con Chile para solucionar el problem a
que plantea Bolivia. Paralelamente además, la reivindicación m arítima
se instrumentaliza como un elem ento cohesionador por m edio del cual

178
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

se busca desviar la atención y focalizar el descontento reavivando la


divergencia con Chile.
De igual m anera, en este escenario existe m enos espacio para
d e s a rro lla r cooperación b ilateral p a ra c o n tra rre sta r las am enazas
transnacionales, por lo que se experim enta un aum ento considerable del
narcotráfico y el contrabando. Debido a las condiciones de inestabilidad
generalizada, aum enta también la m igración ilegal de bolivianos a Chile.

Ventanas de oportunidad

La crisis generalizada que experim enta el EPF reduce la capacidad


de poder de Bolivia, impidiéndole am enazar directam ente la soberanía
territorial de Chile y limitando en form a sustantiva las opciones para
p resionar p o r una reivindicación m arítim a. A raíz de la contingencia
interna, la aspiración marítima pierde protagonism o internacional.
Este escenario abre una ventana de oportunidad para ofrecer ayuda
a Bolivia y, de esta m anera, lograr un mayor acercam iento que sirva de
cim iento para una m ejor relación bilateral. En este sentido, si el escenario
ocurre como consecuencia del mal desem peño económico de Bolivia,
Chile puede cooperar ofreciendo suministros básicos a la población más
necesitada. Si el escenario se genera producto de la inestabilidad política,
se pueden impulsar acciones por medio de organismos multilaterales para
contribuir a la estabilización.

179
La Punta del Iceberg

Síntesis

La situación actual de Bolivia se puede denom inar com o un Estado


Plurinacional en Desarrollo, caracterizado por una creciente estabilidad
política e importante desarrollo económico y social. Para que el proyecto se
consolide, es necesario que se institucionalicen mecanismos democráticos
y que el m odelo económico plurinacional dem uestre su sustentabilidad.
Si el proyecto se consolida según lo descrito en el EPC, se presenta
una paradoja en la relación bilateral: la estabilidad de Bolivia ofrece
las mejores ventanas de oportunidad para lograr un acercam iento; no
obstante, un aum ento del poder y la perm anencia de la reivindicación
como tendencia podrían motivar a La Paz a ejercer acciones cada vez más
audaces contra Santiago.
Múltiples razones podrían hacer peligrar al proyecto plurinacional.
En el EPP se evidencia una inestabilidad creciente que obliga al gobierno
de turno a centrarse en la política interna. En este escenario se vería
comprom etido el desarrollo económico debido a la inestabilidad que
podría afectar su desempeño.
Finalmente, es plausible también que el proyecto plurinacional fracase
definitivam ente, debido a las condiciones políticas y económicas. Se
inicia en el EPF un periodo de inestabilidad crónica para el vecino país
cuando se hace imposible encauzar institucionalmente el surgim iento
de fuerzas políticas lideradas por caudillos y movimientos sociales; y se
hace extremadamente difícil controlar en form a efectiva la corrupción,
el n arcotráfico y el c o n tra b an d o . El m odelo económ ico n o lo g ra
sustentabilidad en el m ediano plazo generando el descontento popular
por el incumplimiento de promesas sociales.
Si bien en estos últimos dos escenarios la aspiración m arítim a se
utilizaría instrum entalm ente para cohesionar a, la población, la misma
inestabilidad interna le im pediría a Bolivia operacionalizarla en form a
efectiva. Esto que podría parecer positivo para Chile, tiene en la práctica
efectos negativos debido a las consecuencias de tener a u n país vecino
inestable d o n d e crece en fo rm a descontrolada el n a rco tráfico , el
contrabando y la inseguridad, cuyos efectos se proyectan más allá de sus
fronteras.

180
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Ca p ít u l o i i

Implicancias de los Escenarios de Bolivia para la


Seguridad y Defensa de Chile
TCL. Pablo León Gould

A partir de la investigación y análisis de resultados, ha sido posible


analizar la situación actual calificada como Estado Plurinacional en
D esarrollo (EPD) y establecer tres escenarios respecto del futuro de
Bolivia: Estado Plurinacional Consolidado (EPC), Estado Plurinacional
en Peligro (EPP) y Estado Plurinacional Fallido (EPF). Antes de explicar
sus implicancias, se introducirá el m odelo de conflicto, de Galtung185,
que perm ite identificar las distintas dimensiones necesarias para resolver
un conflicto. Posteriorm ente, a partir de esta conceptúalización y de las
ventanas de oportunidad y vulnerabilidad descritas en el capítulo anterior,
se especificarán siete consecuencias que los escenarios de Bolivia presentan
para la Seguridad y Defensa de Chile.

Modelo de resolución de conflictos de Galtung

De acuerdo con G altung, u n conflicto debe ser visto com o un


triángulo. Como muestra el Gráfico 26, en el vértice superior se encuentra
la contradicción que refleja el interés contrapuesto que existe entre las
partes en conflicto y que da origen a una violencia estructural136. En el caso

135 P a ra efectos d e este estudio se h a cosultado el m o d elo d e G altung d etallad o e n O liver


R am sbotham , 'I'om W oodhouse y H ugh Mi;ül (2011) “C ontem porary ConJlictR esolutíon”.
3ra. E dición. C am bridge: Polity, pp. 10-12.
136 E n u n conflicto sim étrico, la violencia estru ctu ral es aquella q u e se g e n e ra a p a rtir de
la p e rc e p c ió n que se tie n e resp ecto a la in co m p atib ilid ad de objetivos que existe e n tre
las p a rte s e n conflictos, p o r los intereses c o n tra p u esto s que poseen. L uego, e n el caso
chileno-boliviano ésta se g enera p o r la p e rce p ció n c ontrapuesta que po seen am bos países
re sp e c to a la d em a n d a de Bolivia p a ra o b te n e r u n a salida libre y so b eran a al Pacífico,
p o r te rrito rio de Chile.

181
La Punta del Iceberg

chileno-boliviano se encuentra materializado por el deseo de obtener una


salida soberana al Océano Pacífico por territorio chileno. La existencia
de esta contradicción perm ite establecer la presencia de u n conflicto
latente, el que se puede transform ar en manifiesto cuando se sum an los
otros dos vértices del triángulo. En el vértice inferior izquierdo se observa
la actitud que da origen a la violencia cultural entre las p artes137. En el caso
chileno-boliviano esto se expresa m ediante una actitud confrontacional
hacia Chile por parte de algunas autoridades bolivianas y de su población,
la que se ha intensificado en el último tiempo como consecuencia del
discurso reivindicacionista138.
Gráfico 26
Conflicto Chile-Bolivia según el m odelo de conflicto de Galtung

Fuente: Elaboración propia, a partir del modelo de Galtung.

Asimismo, se sitúa en el vértice inferior derecho a la conducta, que


da origen a la violencia directa. La manifestación más clara y extrem a de
esta form a de violencia se expresa como una lucha arm ada entre las partes
(Fisher, et. al. 2000: 9). Se estima que, entre otras consideraciones, en el
caso chileno-boliviano el conflicto no se dará de esta m anera gracias a la
debilidad militar relativa de Bolivia, lo que habría impulsado a este último
a canalizar su dem anda en la Corte Internacional de Justicia, como se
explica previamente en la investigación.
Paralelam ente, La Paz ha activado una estrategia de diplom acia
pública, denom inada “Diplomacia de los Pueblos”, con el objeto de
137 La violencia cultural a u m e n ta la in to leran cia e n tre las p artes en conflicto y se o rig in a
a p a rtir d e las percep cio n es y estereotipos que éstas po seen e n tre sí, alim en tad as p o r
elem entos em otivos, cognitivos y conativos. E n el caso chileno-boliviano éstas se h a n
intensificado e n el ú ltim o tiem po com o consecuencia d el discurso reivindicacionista
im pulsado p o r Evo M orales.
138 Ver C apítulo 9 sobre A ctores y D inám icas.

182
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

provocar que la población de Chile se incline en favor de la causa marítima,


e incidir en el proceso interno de toma de decisiones. Bolivia aprovecha
los organismos internacionales y la coyuntura en general para presionar
a Santiago, intentando forzar una negociación por una salida soberana al
Pacífico. También tiene el propósito de promover la reivindicación a nivel
interno y, al mismo tiempo, potenciar la figura política de Evo Morales.
Siguiendo el m odelo de G altung, un conflicto es “un proceso
dinám ico en donde la estructura, actitudes y conducta están cambiando
constantem ente e influenciándose m utuam ente” (Ramsbotham, et. al.,
2011 :11); por tanto, para resolverlo es necesario ejercer acciones en cada
uno de estos tres vértices. En este sentido, Ramsbotham, et. al. (2011: 30)
consideran útil contextualizar un conflicto en tres niveles—internacional,
estatal y sub-nacional— e identificar los elem entos transform adores y
generadores del conflicto en cada uno de ellos.
Norm alm ente, se tiende a concentrar los esfuerzos en controlar la
violencia directa, cuyo origen es la conducta. Y aunque ello es fundam ental
para resolver un conflicto, las iniciativas en esta dirección perm itirán
apenas alcanzar una paz negativa, es decir, aquella donde tan solo es posible
contener el conflicto. En cambio, una paz positiva requiere más trabajo,
en la ejecución de acciones para abordar la violencia cultural y estructural.

Implicancias para la seguridad y defensa de chile

Tom ando en consideración el m odelo de Galtung y los escenarios


futuros de Bolivia, es posible inferir siete implicancias para la Seguridad
y Defensa de Chile. Según la Tabla 9, se observa que cuatro de ellas
se orien tan a alcanzar u n a paz negativa, m ientras que las otras tres
contribuyen a la construcción de una paz positiva.

Tabla 9
Im plicancias para la seguridad y defensa de los escenarios de Bolivia

Paz Negativa _ Paz Positiva.; » ....


Disuasión Confianza estratégica
Amenazas trasnacionales Estructura perm anente de seguridad
Cohesión nacional de Chile M antención de la soberanía nacional
Inteligencia estratégica

Fuente: Elaboración propia.

183
La Punta del Iceberg

Factores o elementos para una Paz Negativa

1. Disuasión

U na de las principales implicancias que se puede e x tra e r de los


escenarios de Bolivia para la seguridad y defensa de Chile, es la necesidad
de m antener la disuasión debido a la persistente reclamación m arítim a
boliviana que amenaza la soberanía chilena y siembra de incertidum bre
la relación bilateral.
Si la reivindicación se m antiene como tendencia predom inante, se
estima que en el EPC Bolivia contaría con instrumentos de mayor peso para
hacer valer sus demandas, debido a sus mejores índices de poder nacional.
No obstante, de acuerdo con lo señalado en el capítulo anterior, como
consecuencia de un mayor desarrollo boliviano solamente en este escenario
sería posible que baje la intensidad de la aspiración m arítim a. Esta
circunstancia implica el desafío para Chile de aprovechar la oportunidad
para generar acercamientos con Bolivia y, sim ultáneam ente, evitar que el
vecino país saque partido de su mayor poder en aras de la reivindicación,
complicando la relación bilateral. Un problem a que puede surgir en este
contexto es que Bolivia desarrolle una percepción de su poder que exceda
al que posee en la realidad, llevándola a impulsar estrategias osadas que
condicionen la aproximación entre Santiago y La Paz.
Se estima que en los otros dos escenarios (EPP y EPF) la dem anda
se m antendrá altamente activa por diversos modvos. En este sentido, la
disuasión tiene la potencialidad de contribuir, como m ínim o, a evitar
que Bolivia canalice sus aspiraciones m arítimas po r la vía arm ada y,
más ambiciosamente, a influir sobre sus autoridades políticas para que
desistan de ella o, al menos, la releguen a un segundo plano dentro de
las relaciones bilaterales.
Como se sabe, dentro de los elementos clave de la teoría de la disuasión
se encuentra el contar con una capacidad militar que perm ita im poner
costos inaceptables a un potencial adversario y, al mismo tiempo, que la
autoridad política tenga una credibilidad que haga razonable su voluntad
de em plear esta capacidad para defender los intereses nacionales de su
país. Así, la disuasión influye en un potencial adversario para que deseche la
vía arm ada para alcanzar sus objetivos nacionales, por los costos asociados
que ello implicaría (Morgan, 2003).
Lo anterior no quiere decir que Chile deba m antener necesariam ente
su actual estrategia disuasiva. Del análisis de los escenarios se desprende
que se debe reevaluar la capacidad militar que la compone para determ inar

184
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

aquellos instrum entos que se deben m antener y los que se deben ajustar
p ara desarrollar una estrategia disuasiva de acuerdo con las exigencias
que estos plantean. En este sentido, además de la capacidad militar, es
recom endable considerar a todos aquellos instrum entos que contribuyen
al p o d e r nacional de Chile y a su disuasión, como: población, economía,
tecnología, diplomacia, política y cultura. En la m edida en que la disuasión
chilena se base en una aproximación integral de su poder nacional, será
posible otorgar a la autoridad política de mayores alternativas de acción
y, p o r tanto, de mayor flexibilidad y credibilidad para hacer frente a las
dem andas bolivianas.

2. Am enazas Transnacionales

De los tres escenarios presentados, tan solo en el EPC existe un


panoram a más favorable para enfrentar las amenazas transnacionales.
Esto sería gracias a la estabilidad política y económ ica de Bolivia, que
entregaría a sus autoridades una mayor capacidad para enfrentar estos
flagelos. Se suma a este esfuerzo el trabajo de las Fuerzas Armadas y la
Policía Nacional, institución que lentam ente logra m ejorar los niveles de
corrupción y operacionalidad. Del mismo modo, se estima que en este
escenario hay una mayor potencialidad para concretar una cooperación
internacional estable y eficiente en esta materia. Es así que en el EPC se
abre para Chile la posibilidad de alcanzar un mayor acercam iento con
La Paz para impulsar acciones bilaterales para com batir el narcotráfico,
neutralizar otros tipos de contrabando, controlar la migración ilegal y
asegurar las fronteras.
Los otros dos escenarios no son positivos para Chile en este ámbito.
El narcotráfico logra mayores espacios debido a que los agentes que
lo im pulsan explotan a su favor u n a serie de situaciones, como: un
deterio ro institucional, un aum ento de la inestabilidad interna, una
creciente corrupción y un bajo nivel de cooperación internacional.
Como consecuencia, existe una alta probabilidad que aum ente el tráfico
de drogas, el contrabando de especies y la migración ilegal, afectando
a Bolivia y sus países vecinos. La experiencia internacional indica que
estas amenazas vendrían aparejadas con un aum ento en los niveles de
corrupción y violencia en Chile, que dificultarían las labores de control
territorial que ejerce el Estado. Asimismo, la falta de diálogo que existiría
en estos escenarios dificultaría el impulso de acciones coordinadas entre
los países para combatirlas. Todo lo anterior, im pactando negativamente
en la seguridad de Chile y planteando mayores exigencias a su defensa.

185
La Punta del Iceberg

3. Cohesión nacional de Chile

En los tres escenarios identificados existe la potencialidad que sea


afectada negativamente la cohesión nacional y presencia del Estado de
Chile. Gracias a una conjunción entre estabilidad y desarrollo, en el EPC
se daría por la mayor capacidad de Bolivia para proyectar su poder hacia
territorio chileno. En el EPP y EPF la causa radica en el aum ento de las
amenazas transnacionales en Bolivia y, consecuentem ente, en Chile.
Independiente de su origen, el efecto neto al interior del país es una
creciente influencia boliviana—especialm ente en el N orte G rande—
generando las condiciones para el desarrollo de una suerte de frontera
interior, a la que el Estado se vería desafiado a responder m ediante
instrumentos de carácter político para prevenir que se sum en variables
internas al conflicto que lo pueden complejizar e intensificar.
La Defensa puede hacer aportes im portantes para contribuir a la
cohesión nacional de Chile. Por ejemplo, m antener una mayor presencia
regional, combinando un despliegue perm anente con unidades y cuarteles,
con otros de carácter no perm anente, con actividades de instrucción,
entrenam iento y patrullajes, entre otras, que perm itan tener presencia
temporal. También, m ediante acciones tendientes a reforzar la educación
cívica de la población para fortalecer los valores patrios e identificación con
la nacionalidad chilena. Del mismo modo, continuando con labores que
contribuyan al desarrollo del país, como las que realiza el Cuerpo Militar
del Trabajo en m ateria de interconectividad. Asimismo, aum entando la
capacidad de la Defensa para socorrer a la población en situaciones de
catástrofe o emergencia, lo que exige disponer unidades de ingenieros y de
em ergencia para satisfacer las necesidades de vida básica de la población;
de fuerzas de despliegue rápido y reservas para b rindar condiciones
de seguridad y de apoyo a la. sociedad; y de capacidades de transporte
aéreas, navales y terrestres, para el transporte de personal y bastimentos
logísticos que este tipo de situaciones requieren tanto a nivel nacional
como subnacional.
Estas acciones de la Defensa contribuirán significativamente a la
cohesión del norte de Chile y perm itirán m ostrar a la población acciones
concretas del Estado para m ejorar su bienestar. Estas acciones apuntan a
reforzar la paz negativa del conflicto chileno-boliviano por cuanto ayudan
a contenerlo al evitar su ramificación al frente interno de Chile.

186
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

4. Inteligencia estratégica

Del análisis realizado es posible determ inar dónde se deben concentrar


los esfuerzos para seguir los acontecim ientos en Bolivia. Por ejemplo,
m onitoreando la evolución del proyecto plurinacional por interm edio
de aquellos indicativos que tienen un mayor impacto en su desarrollo.
Asimismo, el pulso del grado de ideologización al interior de las FRAA
bolivianas, dada la exposición y rol fundam ental que poseen dentro del
proyecto plurinacional. Una eventual exposición castrense a la política
contingente podría condicionar el grado de acercam iento posible que
pueden alcanzar las fuerzas armadas de ambos países.
Asimismo, se requiere m onitorear a la reivindicación como tendencia
y los elem entos a partir de los que se difunde, p o r cuanto intensifica el
conflicto entre Santiago y La Paz. En la m edida en que las autoridades
bolivianas vayan dejando de lado la aspiración m arítim a en térm inos
reivindicacionistas, existirá mayor espacio para im pulsar iniciativas de
acercam iento. Sucederá lo contrario si esta se m antiene en los niveles
actuales.
Finalm ente, es im portante m antener claridad respecto de los polos
de desarrollo fronterizo que ha impulsado Bolivia en el último tiempo,
donde destaca especialmente el del Río Silala. El gobierno boliviano tiene
en carpeta aum entar el asentamiento hum ano en este lugar y desarrollar
u n criadero de truchas, una em botelladora de agua y una hidroeléctrica
con el objeto de “hacer soberanía” sobre el curso de aguas y reducir
unilateralm ente su flujo hacia Chile, entre otras. El desarrollo de estos
polos fronterizos impactará en las relaciones bilaterales y en la influencia
que Bolivia será capaz de proyectar hacia Chile.

Factores o elementos para una Paz Positiva

Los cuatro puntos anteriores promueven una paz negativa entre Chile y
Bolivia en cuanto sirven para contener o acotar el conflicto, mas no tienen
el alcance para resolver los temas de fondo. Para construir una paz positiva
es necesario además ejercer acciones que neutralicen aquellos elementos
que alim entan la violencia cultural y estructural. Estas acciones requieren
de todos los instrumentos de poder nacional y la voluntad política de
em plearlos en form a coherente con los intereses nacionales. De acuerdo
con el alcance del presente estudio, en esta sección se efectúa una mirada
académ ica desde la perspectiva de la Seguridad y la Defensa, buscando

187
La Punta del Iceberg

identificar maneras en que los medios de este sector pueden apoyar la


construcción de una paz positiva.

1. Confianza estratégica

La generación de una confianza estratégica entre Chile y Bolivia


contribuiría a neutralizar a aquellos elementos que alimentan a la violencia
cultural del conflicto. Esto perm itiría sentar las bases de una relación
bilateral fructífera y, por tanto, apoyarían los esfuerzos po r alcanzar una
paz positiva. Desde la perspectiva de la Seguridad y la Defensa existen
diversas acciones que se pueden desarrollar en este ámbito, las que se
detallarán a continuación.
Una de ellas es desarrollar un conocimiento más acabado de la cultura
estratégica139de Bolivia para com prender de mejor forma los elem entos que
inciden en las decisiones que adoptan sus autoridades. Esto perm itiría
discriminar su impacto positivo o negativo en las relaciones bilaterales y
desarrollar una mayor sensibilidad de los intereses bolivianos, como una
forma de identificara aquellos de beneficio m utuo sobre los que se hace
recom endable sentar las bases de cooperación futura.
Otra acción es continuar cooperando en las situaciones de emergencia
y catástrofe que se presenten en Bolivia, considerando los distintos grados
de libertad de acción que se desprenden de los escenarios elaborados. Así,
en el EPC existiría un mayor espacio para incluir asesorías y enviar unidades
especialistas para apoyar a la población boliviana, m ientras que en el EPP
y EPF la ayuda se limitaría probablem ente a la entrega de bastimentos.
Potenciar las Medidas de Confianza Mutua (MCM) entre ambos países
también contribuiría al desarrollo de una confianza estratégica bilateral
entre Chile y Bolivia. En la actualidad estas se circunscriben a las existentes
en el contexto de la U nión de Naciones Suram ericanas (UNASUR)
desde el año 2009140 y que se busca potenciar a partir del 2013 con la
incorporación de un mecanismo de implem entación de dichas medidas,
debido al bajo cumplim iento que exhibían a nivel regional. Nuevamente,
tan solo en el EPC se evidencia una mayor flexibilidad para ampliar estas

139 Se e n tie n d e p o r cu ltu ra estratégica al “c o n ju n to d e creencias com partidas y form as d e


c o n d u cta dinám icas de u n a c o m u n id a d estatal, n o estatal o supraestatal, derivadas d e
tradiciones, experiencias com unes y narrativas aceptadas (orales y escritas), q u e d a n
form a a la id e n tid a d colectiva c o n respecto a las relaciones con otras c o m u n id a d es y
q u e d e te rm in a n las form as, los m edios y los fines a propiados e n el u so d e su p o ten c ial
p a ra lo g rar los objetivos p olíticos de la defensa y de la seguridad” (C árter, 2015).
140 V er C onsejo d e D efensa S uram ericano (2010) “C onfianza y S eguridad e n A m érica d el
Sm ”. Q uitos E diciones Abya-Yala.

188
L a aspiración marítima boliviana y sus implica ncias en la seguridad y defensa de Chile

MCM, conforme a lo que la realidad política indique en su m om ento y,


siempre y cuando se matice al mismo tiempo la reivindicación boliviana. No
obstante, se hace énfasis en que se debe potenciar el cumplimiento de las
MCMs vigentes independiente del tipo de escenario que exista en Bolivia,
puesto que contribuirá a una transparencia en materia de defensa, evitando
que se generen desconfianzas.
En relación con el punto anterior, se pueden realizar aportes desde
la diplomacia militar y las relaciones internacionales de la defensa. Las
actividades que se logren impulsar desde estos ámbitos generarán canales de
comunicación con la potencialidad de acercar a ambos países. Según la teoría
y el registro histórico, la importancia relativa de estas dos actividades aumenta
cuando no existe un grado adecuado de acercamiento a nivel político. La
experiencia chilena en este sentido es significativa con Argentina, teniendo
en cuenta que el conl. xto era distinto. Sin embargo, en el caso de Chile y
Bolivia su factibilidad estará condicionada al grado de ideologización que
en su momento presenten las fuerzas armadas del vecino país, como se ha
m encionado141, y al nivel de estabilidad que allí exista. Mientras que en el
EPC estas iniciativas podrán ser más amplias y ambiciosas, en los escenarios
de EPP y EPF deberán ser más acotadas. Finalmente, es necesario enfatizar
que en todos los escenarios las MCM deben ser promovidas con una adecuada
dosis de realismo en cuanto a sus alcances y expectativas de éxito.
También se pueden explotar las oportunidades de acercamiento que
entregan las instancias multilaterales regionales en las que Chile y Bolivia
participan. Entre ellas destaca el Consejo de Defensa Suramericano (CDS) de
UNASUR que funciona abase de un plan de acción anual donde se proponen
iniciativas que deben ser posteriormente desarrolladas por un grupo de países
y, luego, sometidas a la aprobación unánim e de sus ministros de Defensa. Se
debe impulsar el fomento de estas actividades multilaterales entre Chile y
Bolivia independientem ente de su probabilidad de éxito, por cuanto prima
en ellas el generar instancias de acercamiento entre sus fuerzas armadas.
En esta misma lógica amerita considerar la realización de actividades
con Bolivia en el contexto de la C onferencia de los Ejércitos de las
Américas (CEA), Conferencias Navales Interamericanas (CNI) y Sistema de
Cooperación entre las Fuerzas Aéreas Americanas (SICOFAA).
Finalmente, es posible estrechar lazos de cooperación promoviendo la
participación combinada de Chile y Bolivia en operaciones de paz bajo el
alero de un tercer país, como sucedió en Chipre cuando personal militar

141 C om o ya se h a insistido previam ente, esta id eologización está a su vez está asociada a la
reiv in d icació n boliviana.

189
La Punta del Iceberg

de ambos países coincidieron entre los años 2000 y 2003 en el Batallón


Argentino desplegado en la misión conocida como UNFICYP145.

2. Estructura permanente de seguridad

De los puntos anteriores se desprende la necesidad de que Chile posea


mejores niveles de coordinación interministerial e interagencial14’ para
enfrentar los problemas de seguridad. La tendencia m undial actual es a
considerarlos de una naturaleza multidimensional144-lo que es aceptado
por Chile como se desprende explícitamente de su Libro de laDefensa145del
año 2010-y a crear estructuras permanentes de seguridad. Estas estructuras
perm iten operacionalizar el. concepto de seguridad m ultidimensional al
facilitar el desarrollo de respuestas de la misma naturaleza. A grandes
rasgos, u n a e stru c tu ra de este tipo está com puesta p o r u n g ru p o
perm anente de profesionales multidisciplinarios y convoca periódicamente
a todos aquellos ministerios que cada país decida incorporar según sus
necesidades de seguridad. Si bien las soluciones particulares varían de
caso a caso, ellas consideran norm alm ente a los ministerios del Interior,
Relaciones Exteriores, Defensa, Hacienda, Desarrollo, Justicia y Energía,
además de los máximos representantes de las fuerzas armadas y de orden
y seguridad. En otras palabras, las estructuras perm anentes de seguridad
perm iten institucionalizar la respuesta de un país y generar u n efecto
sinérgico de sus instituciones en esta materia.
Países como Estados Unidos, Reino Unido y Australia, a nivel global, y
Ecuador y Bolivia, a nivel regional, ya han adoptado este tipo de estructuras.
La Estrategia de Seguridad y Defensa (ENSYD) propuesta durante el
gobierno del presidente Piñera perm itía avanzar en este ámbito, pero
finalmente no es aprobada p o r motivos que son ajenos al alcance de esta
investigación. Se estima que una de las lecciones que deja esta experiencia
fallida es la inconveniencia que se impulse una estructura de este tipo

1.42 U n ited N atious Korcc. in C ypius; F uerza d e N aciones U nidas e n Chipre..


143 U n ejem plo d e c o o rd in a ció n interag en cial es la c o n cen tració n de distintos servicios
p ú b lic o s e in stitu c io n e s b a jo u n m ism o m a n d o e n el Paso I n te r n a c io n a l d e Los
L ibertadores, la cual p e rm ite u n a a decuada coord in ació n de los m edios.
144 Esta aproxim ación es co n se cu e n te con los conceptos de “eom prehensive a p p ro a c h ” y
“w hole-of-govem m ent a p p ro a c h ” q u e e m p le an algunos países de h a b la inglesa, com o
tam bién c o n los conceptos d e se g u rid ad integral y h u m a n a q u e utilizan otros d e h a b la
hispana.
145 E n el L ibro de la D efensa N acional d e C hile d el a ñ o 2010 se expresa q u e C hile aboga
p o r u n a aproxim ación m ultidim ensional de seguridad y se acepta a la D eclaració n d e
S eguridad d e las A m éricas d el 2003 d o n d e se udliza p o r p rim e ra vez a nivel re gional,
este c o n cep to de m an e ra oficial.

190
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

desde el Ministerio de Defensa; consecuentem ente, surge la interrogante


respecto a cuál es el organismo del Estado más idóneo para promoverla.
Chile requiere hoy de una estructura perm anente de seguridad. El no
contar con ella lo priva de explotar adecuadam ente su poder nacional para
neutralizar las amenazas, sortear obstáculos y enfrentar las vulnerabilidades
a las que se ve expuesto. Esto es particularm ente sensible si se acepta que
la seguridad es fundam ental para generar las condiciones para que un
Estado alcance el fin último de otorgar bien com ún a su población. Por
tanto, es necesario abordar las problemáticas que a la fecha han impedido
concretarla; entre ellas, superar la carga histórica y política que existe en
Chile sobre este tema, lo que requiere de un amplio consenso político.
Desarrollar esta estructura le perm itirá al país contar con los instrumentos
adecuados para transform ar a aquellos elem entos que generan conflicto
no solo desde la conducta, sino tam bién desde la actitud y contradicción,
como plantea el modelo de Galtung. A su vez, proporcionará a la autoridad
política de u n a mayor capacidad para actuar de m anera efectiva en
m ateria de seguridad, al dotarlo de un amplio rango de herram ientas que
potenciarían su credibilidad y, por tanto, sim ultáneam ente a la disuasión
que ejerce Chile (según lo tratado previam ente).
F in a lm en te , c o rre sp o n d e a n o ta r q u e u n a e s tru c tu ra de estas
características es esencial para enfrentar las vicisitudes que se desprenden
de los diferentes escenarios descritos. La capacidad de Chile para enfrentar
los desafíos que registra este docuníento y los que no se alcanzan a prever
-debido a las limitaciones del estudio-, tendrá directa relación con la
cualidad de las relaciones bilaterales con Bolivia y el nivel de seguridad
in tern a de Chile.

3. M antención de soberanía nacional

El Estado Plurinacional boliviano plantea un conflicto a Chile cuando


reclam a po r un acceso soberano al O céano Pacífico, que a su parecer
debiera traducirse en una cesión territorial. Si se realiza un ejercicio
académ ico, esto im plicaría que Chile en tregue a Bolivia una franja
soberana de su territorio al norte de Arica, o bien, una porción de territorio
d en tro de las regiones de Arica y Parinacota, y Tarapacá, en una suerte
de enclave descartando la opción de u n corredor para evitar fraccionar
a Chile en dos.
Algunos han considerado la entrega de un territorio discontinuo por
u n a determ inada cantidad de años, sin la condición de soberanía. Es
im portante resaltar que esta opción constituye una ilusión. Si el período

191
La Punta del Iceberg

de cesión considerara, por ejemplo, noventa y nueve años, un m ínim o


grado de realismo indica que es imposible recuperar el territorio una vez
que term ine el periodo de concesión. La cesión de territorio conlleva
poblam iento y desarrollo de actividades económicas perm anentes que
son prácticam ente imposibles de retirar cuando el contrato term ina.
En consecuencia, a largo plazo la entrega de una porción territorial sin
soberanía se torna equivalente a hacerlo de inmediato con soberanía. En
términos concretos, no constituye una alternativa de solución real del
conflicto.
En vista del estudio realizado, se estima que es equivocado y riesgoso
asumir que se puede solucionar el conflicto que plantea Bolivia entregando
territorio chileno en cualquiera de las opciones descritas. U na eventual
cesión territorial no resuelve el conflicto de fondo, ya que se realiza bajo
el supuesto que ello satisfaría las pretensiones bolivianas. En este contexto,
para crear una paz positiva entre ambos países es fundam ental que Chile
mantenga su soberanía nacional, porque en la m edida en que esto suceda,
se evitará, como plantea Galtung, agregar nuevas contradicciones que
alimenten el conflicto.
En prim er lugar, es necesario ten er en cuenta que la aspiración
m arítim a boliviana se fundam enta en un ideal reivindicacionista que
pretende recuperar lo que ellos consideran haber perdido en la Guerra del
Pacífico. Del análisis de los documentos oficiales bolivianos se desprende
que este territorio sería el equivalente a lo que hoy es la Región de
Antofagasta, aproxim adam ente. Cualquier porción de territorio m enor a
este será insuficiente para La Paz. Además de este territorio, esta noción
reivindicacionista reclama compensaciones por los recursos naturales y las
riquezas asociadas que, desde la perspectiva boliviana, dejaron de explotar.
Al respecto, se debe constatar que Bolivia ha m antenido a lo largo del
tiempo su aspiración m arítim a exhibiendo variedad de argum entos. A
veces lo ha hecho desconociendo el Tratado de 1904, en otras ocasiones
tergiversando la historia p ara establecer que el acuerdo h a b ría sido
impuesto por la fuerza; tam bién apelando a la m editerraneidad como
responsable de su subdesarrollo; y, últimamente, reconociendo el Tratado,
pero argum entando que Chile se habría comprom etido a negociar una
salida soberana al mar, lo que a su juicio genera derechos expectaticios que
justificarían la entrega de territorio. Como se ve, la línea argum entativa
de Bolivia ha ido m utando hasta llegar a ser incluso contradictoria con
sus planteam ientos previos. Se dem uestra en los hechos que Bolivia no
sigue una lógica idealista de las relaciones internacionales, sino que aboga
por una mirada realista con u n a reciente y creciente conciencia de su

192
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

p o d er nacional,146por medio del cual pretende modificar la frontera con


Chile. Luego, Chile debe evaluar con m esura los argum entos actuales
de Bolivia, por cuanto podrían variar nuevam ente a futuro para dar
satisfacción al trasfondo de la aspiración, que se encuentra en la pretensión
reivindicacionista señalada.
En este sentido, eventuales cesiones de territorio alim entarán nuevas
dem andas bolivianas por cuanto este país observará que es posible tener
éxito en este objetivo nacional, a pesar del esfuerzo y tiempo transcurrido.
Si bien la entrega de estos territorios podría ten er el efecto de matizar la
dem anda marítima boliviana tem poralm ente, en el m ediano y largo plazo
esta se intensificará y no cesará hasta que La Paz satisfaga sus pretensiones
po r la región de Antofagasta. En el intertanto, Chile estará en una posición
desventajosa para hacer frente a estas nuevas dem andas respecto de
su posición inicial, debido a que deberán ser abordadas con territorio
boliviano a su espalda, o bien, con u n a frontera extendida por el norte.
En segundo lugar, se generarán nuevos conflictos con Bolivia por la
incapacidad que ha demostrado este país para neutralizar el narcotráfico y
otros tipos de contrabando. Como ya se detalló, se prevé que estas amenazas
transnacionales se m antengan o au m en ten en todos los escenarios
planteados, existiendo tan solo en el EPC algunas luces esperanzadoras en
cuanto a su disminución. En términos concretos, las propuestas descritas
tendrían el efecto de acercar territorio boliviano a Chile, con lo que se
estaría aproxim ando al mismo tiempo estas amenazas a suelo nacional.
Del mismo m odo, este acercam iento vendría aparejado de un fuerte
aum ento de migración ilegal de bolivianos que, en el caso de u n a porción
de territorio no continua, fraccionaría a Chile en dos en la práctica y, en el
caso de la franja de territorio en el extrem o norte de Chile, acrecentaría
la perm eabilidad de las fronteras e influencia boliviana en Arica, con la
potencialidad de eclipsar la presencia del Estado de Chile. Finalmente,
en la m edida en que Bolivia comience a explotar el espacio marítimo
asociado a estas cesiones de territorio, es altam ente probable que suijan
nuevas situaciones conflictivas que condicionarán las relaciones bilaterales
entre ambos países.
En tercer lugar, se debe tener en cuenta que soluciones pasadas no son
necesariam ente viables en el presente. H ablar a principios del siglo XX de
u n a entrega de territorio al norte de Arica es muy distinto a hacerlo en el
siglo XXI. En el intertanto, el Estado de Chile se consolidó en su territorio

146 C o m o se h a d ic h o a n te rio r m e n te , e s ta c o n c ie n c ia d e p o d e r d e B olivia se b a sa


p rin c ip a lm e n te e n su ubicación geográfica, sus recursos n a tu ra le s y, p o r so b re todo, e n
su discurso indigenista y d e victim ización, q u e g e n e ra u n fu erte eco internacional.

193
La Punta del Iceberg

actual, el que constituye parte inseparable de la identidad nacional. Es por


esto que entregar territorio chileno generará el rechazo de la población
chilena, especialmente aquella local más ligada a estos territorios.
Si bien al interior de Chile existe una parte de la sociedad que apoya la
salida soberana de Bolivia al mar, esta fuerza es aún minoritaria y ha tendido
a disminuir en la m edida en que Bolivia ha intensificado su cam paña
comunicacional internacional en contra de Chile. Ejemplo de lo anterior se
encuentra en el rechazo chileno por el intento del ex-Ministro de Defensa
boliviano, Jorge Ledezma, de aprovechar comunicaclonalmente la entrega
de ayuda hum anitaria a víctimas de una catástrofe natural en Chile.
En cuarto lugar, constatar que la actual capacidad m ilitar que el país
posee sería insuficiente p ara garantizarla soberanía nacional. La entrega
de una porción de territorio significaría tener a Bolivia en la espalda y una
franja al Norte de Arica generaría complicaciones limítrofes al no existir
un accidente natural que sirva de delimitación. Por tanto, desde una
aproximación realista, para garantizar la paz con Bolivia sería necesario
desarrollar una nueva capacidad militar que le perm ita neutralizar a las
amenazas no convencionales y asimétricas que plantea esta situación, la
que Chile no posee en la actualidad.
A todo lo anterior, se debe considerar que, de acuerdo con el Tratado
de 1929, una eventual entrega de territorio a l norte dé Arica tendría que
negociarse previamente con Perú. Cualquier tipo de acuerdo entre Chile
y Bolivia que involucre territorio que fue peruano, va en contra de los
intereses nacionales de Lima. A hora bien, si se toma en consideración el
hipotético y muy poco probable caso que Perú acepte entregar una franja
al norte de Arica a Bolivia, no se puede perder de vista que la franja no
es una solución viable porque atenta contra los intereses nacionales de
Chile y su estabilidad futura, al ser fuente de futuros conflictos con Bolivia,
como ya se mencionó.
En relación con lo a n terio r, es necesario tom ar e n c u e n ta las
dificultades que han surgido desde Perú para im plem entar el fallo de la
CIJ del año 2014 y su insistencia en considerar como territorio peruano lo
que denominan “triángulo terrestre”. Estos hechos generan incertidum bre
en las relaciones bilaterales y obligan a Chile a m antener una disuasión
para defender su soberanía nacional.
Por todo lo anterior, hoy no es suficiente citar al “Abrazo de C haraña”
u otro tipo de iniciativas pasadas para justificar una potencial cesión de
territorios, sino que se deben analizar cuidadosamente los efectos a corto
y largo plazo de estas propuestas y los supuestos que las sustentan para
determ inar su viabilidad.

194
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

El efecto neto de cualquier cesión de territorio es negativo para Chile


y dará origen a futuros conflictos con Bolivia y, potencialm ente, con
Perú. Es por esto que es un deber alertar respecto de la inconveniencia
de aproxim arse a esta problemática desde la perspectiva que im pone el
discurso boliviano debido a que agregarán a futuro nuevas dificultades a
la relación bilateral. Es necesario cambiar desde la lógica centrada en la
posición que arguye Bolivia para obtener una salida soberana al Pacífico,
hacia una lógica basada en los intereses comunes de ambos países. Solo así
se podrán sentar bases sólidas para alcanzar una relación bilateral pacífica.
Finalmente, es de público conocimiento la incertidum bre que plantea
la dem anda m arítima que Bolivia interpuso en la CIJ el año 2013. Se
desconoce si el fallo de la Corte obligará a negociar un acceso soberano
al m ar que modifique la frontera establecida en el Tratado de 1904. Aun
en el caso de que el fallo sea favorable a Chile, no se puede descartar que
en el futuro se evalúe otorgar a Bolivia un acceso soberano al Pacífico.
En este hipotético caso, sería necesario aproximarse al asunto desde una
m irada estratégica que considere cómo podrían ser afectados los intereses
nacionales teniendo en cuenta las implicancias para la Seguridad y Defensa
identificadas en el presente estudio. Si a pesar de lo anterior, la ciudadanía
chilena considera esta posibilidad, entonces será necesario identificar las
m edidas que perm itan contrarrestar los efectos adversos ya señalados, si
acaso fuera posible.

Síntesis

Los escenarios futuros de Bolivia tienen im portantes consecuencias


para la Seguridad y Defensa de Chile. De las siete implicancias abordadas,
cuatro de ellas contribuyen a alcanzar una paz negativa, es decir, aquella
donde se logra contener al conflicto, neutralizando los elementos que
gatillan u n a violencia directa. La disuasión contribuye a lo m enos a
prevenir que la aspiración m arítim a escale a un conflicto armado. Al
respecto, existe la necesidad de que Chile reevalúe su actual capacidad
disuasiva para incluir a todos los elem entos del poder nacional, como
así tam bién actualizar la capacidad militar existente de acuerdo con las
exigencias que plantearán los escenarios en cuestión. Se prevé que el
narcotráfico, contrabando ilegal y m igración ilegal de Bolivia, entre otras
amenazas transnacionales, impacten a Chile aum entando su inseguridad
e inestabilidad interna. La cohesión nacional puede verse afectada por las
amenazas transnacionales en el EPP y EPF, también en el EPC en cuanto
Bolivia proyecta una mayor influencia sobre los territorios del Norte

195
La Punta del Iceberg

Grande, como consecuencia del desarrollo fronterizo. Todo esto requiere


de un seguimiento de los acontecimientos en Bolivia, de tal form a que
Chile adopte las medidas preventivas del caso, generando instancias de
inteligencia estratégica.
La confianza estratégica, la estructura perm anente de seguridad y la
mantención de la soberanía nacional ayudan desde la Defensa a construir
una paz positiva con Bolivia. La generación de certidum bre en el ámbito
de lo estratégico perm ite neutralizar la violencia cultural q u e condiciona
las relaciones bilaterales y se intensifica con el discurso reivindicacionista
boliviano. La implementación de una organización continua dedicada a la
seguridad perm itirá a Chile enfrentar estas problemáticas con respuestas
multidimensionales que ayuden a ejercer acciones para contrarrestar los
elementos que las gatillan. Por último, es esencial m antener el principio
de la integridad territorial del país habida cuenta que cualquier tipo de
cesión territorial constituirá fuente de nuevos conflictos entre Santiago y
La Paz en el largo plazo. No se debe olvidar que la noción de reivindicación
de la demanda marítima boliviana busca, en última instancia, recuperar lo
perdido en la guerra del Pacífico. Esto invalida el supuesto que sustenta
que la entrega de una franja de territorio al norte de Arica o un enclave
al sur de esta ciudad solucionará definitivamente el conflicto con Bolivia.
Lo anterior hace aconsejable cambiar la lógica con que Chile se
aproxima a esta problemática, desde una centrada en la posición de Bolivia
de obtener una salida soberana al Océano Pacífico por territorio chileno,
a una centrada en los intereses comunes de ambos países. El insistir en la
opción de ceder una franja territorial en el extremo no rte del país -que es
aparentem ente más viable que ceder una porción de territorio más al sur-
tendrá efectos negativos para la seguridad y defensa de Chile y la presencia
del Estado en el Norte Grande. Por tanto, no es una solución que deba
ser impulsada desde Chile y, si en último térm ino la Corte Internacional
de Justicia obliga al país a considerarla—a pesar de su inviabilidad por
el factor Perú—se deberán ejercer acciones exhaustivas p ara intentar
neutralizar sus efectos adversos.

196
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

Conclusiones

La dem anda marítima boliviana interpuesta en la Corte Internacional


de Justicia responde a una compleja dinám ica de fuerzas y tendencias
que cobran vida al interior de Bolivia. En este sentido, es posible apreciar
que la coyuntura m uestra apenas la punta de un iceberg que se extiende
hacia las profundidades de la historia boliviana y su entram ado político,
económico y social. El estudio multidimensional de este fenóm eno permite
dilucidar diversas implicancias para la Seguridad y Defensa de Chile por
m edio de la proyección de tres escenarios posibles.
Desde la perspectiva interna de Bolivia, una de las primeras conclusiones
que se extrae de la presente investigación es que la reivindicación es una
tendencia central en la situación política actual, que tiene una proyección
al exterior m ediante la dem anda m arítim a en contra de Chile.
La te n d e n c ia reivindicacionista alim en ta u n a lu ch a social que
perm ite a una nueva elite llegar al poder, desplazando a la oligarquía
tradicional. A p a rtir de este recam bio de fuerzas, b ro ta en Bolivia
u n a nueva identidad país reforzada p o r u n a conciencia de poder en
desarrollo. La nueva Constitución de Bolivia y la conformación del Estado
Plurinacional constituyen el hito más significativo de este proceso. El país
andino ha logrado desde el ascenso de Evo Morales realizar profundas
transform aciones sociales, políticas y económicas, que en la práctica se
observan en un nuevo m odelo económico plural basado en la inclusión
y en la distribución de recursos, que ha significado a la vez una mayor
inversión social. A lo anterior se suma el potencial geográfico asociado a
la diversidad de recursos naturales con los que cuenta; y que, producto
de su ubicación en el continente, podría llegar a convertirse en un eje
articulador de peso regional.

197
La Punta del Iceberg

Pero no todo es positivo en Bolivia. De acuerdo con lo que indica


la información recopilada, la figura del actual Presidente es esencial
para m antener la estabilidad del Estado Plurinacional y llevar adelante
el proyecto político que lo sustenta. Su protagonismo, sin embargo, h a
im pedido hasta ahora «1 surgimiento de figuras políticas de reemplazo
que perm itan a futuro asentar el proceso de refundación en un Estado
Plurinacional. Eso puede favorecer un poder hegemónico que debilite el
sentido democrático de su gobierno, así como perder, po r esta razón, el
apoyo popular que lo caracteriza; surgen algunas señales contundentes
en los comicios celebrados en marzo de 2015. Luego de tres elecciones
presidenciales consecutivas que favorecen al mandatario, existe espacio
para generar inquietudes al respecto, más aún atendiendo a las condiciones
actuales de la institucionalidad. Entre los desafíos pendientes destaca
superar la pobreza extrema y la desigualdad, que se produce sobre todo en
áreas rurales; dism inuir el em pleo informal, así como los riesgos sociales
y económicos de la migración interna y externa; reducir los índices de
corrupción; avanzar en el desarrollo de la capacidad industrial; controlar
la producción ilegal de hoja de coca y el narcotráfico; y generar las bases
institucionales para que el sistema instaurado sea sustentable.
No obstante los desafíos que enfrenta Bolivia, p arece necesario
resaltar el poder que adquiere en forma creciente, de modo que en Chile
se tome conciencia de su evolución tanto a nivel interno, a propósito de
los procesos económicos, políticos y sociales del país, como a nivel de las
relaciones exteriores, específicamente en el ámbito regional. Lo anterior
se ve reflejado, entre otros aspectos, en un apoyo creciente a la aspiración
marítima boliviana.
La dem anda interpuesta por Bolivia ante la CIJ constituye un hito más
entre los que marcan la histórica aspiración marítima que responde al
anhelo de sanar las heridas de la Guerra del Pacífico, lo incluye -desde la
perspectiva boliviana- recuperar la cualidad marítima, el territorio perdido
y las riquezas que allí se encontraban y que no pudieron explotar. En este
contexto, la dem anda marítima contra Chile sería solo un paso más para la
consecución del ideal reivindicacionista, el que 110 será satisfecho en el corto
plazo. Mientras permanezca la reivindicación como tendencia principal en
el país y proyecte su injerencia en la política exterior hacia Chile, Bolivia
no estará disponible para buscar arreglos por medio de una negociación.
Bolivia ha sido hábil en reformular su requerim iento a lo largo del
tiempo, siendo capaz de buscar nuevos argumentos para replantear la
aspiración. Hoy la fórm ula tiene como razón principal los supuestos
compromisos adquiridos por Chile, teniendo como trasfondo la fuerza

198
La aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile
.
reivindicacionista. Tal vez, lo que más llama la atención respecto de esta
reivindicación marítima, es que Bolivia y Chile negociaron y establecieron
en el Tratajdo de 1904 una cesión territorial a cambio de una serie de
compensaciones, que en definitiva le sirven al prim ero para salir al mar,
se construye infraestructura, se proporciona acceso al sistema portuario
chileno y se otorga una serie de beneficios entre los que se incluye el
establecimiento de aduanas propias en territorio chileno. En su interés por
“recuperar’ lo que cedió voluntariamente, Bolivia desconoce el acuerdo
alcanzado en 1904, simplemente porque el territorio que da al Pacífico es
visto como _in espacio de pertenencia histórica.
Esta acción constituye una am enaza a la soberanía territorial de
Chile, que hasta el m om ento se expresa en términos pacíficos, aunque
con negativa intencionalidad en térm inos comunicacionales, la que se
explota persuasivamente apelando a los sentimientos del pueblo boliviano
y de la comunidad internacional, ya sea con la victimización o el ataque
com unicaciónal hacia Chile sindicándolo como usurpador. Desde esta
perspectiva,' el argum ento boliviano es débil, ya que, en prim er lugar, se
entabla la demanda en la CIJ bajo la figura de supuestos compromisos
adquiridos por Chile en el pasado para otorgarle una salida soberana al
mar. En segtindo lugar, los argumentos presentados carecen de pertinencia
para sustentar su reclamo.
Considerando lo anterior, desde el ámbito político y estratégico lo clave
es enfrentar;el problema que presenta Bolivia sin anteojeras y com prender
que en el trasfondo cuenta con intereses, motivaciones y razones profundas
que no acabarán con el resultado del juicio ante la Corte Internacional
de Ju sticia en La Haya. Como se m enciona en el libro, el carácter
reivindicacionista convierte a la aspiración m arítim a en un fenóm eno
atem poral y transversal. Por ello, es fundamental que la elite política chilena
genere un proyecto coherente para anticipar futuras reclamaciones, con
claridad y oportunidad.
La Refundación y la Descolonización son también identificadas como
tendencias esenciales al interior de Bolivia, ya que constituyen los pilares
sobre los que el gobierno construye el proyecto del Estado Plurinacional.
Dichas incertidumbres críticas han sido utilizadas en esta investigación como
variables para analizar la situación actual y levantar tres escenarios plausibles
en Bolivia: Estado Plurinacional Consolidado, Estado Plurinacional en
Peligro, Esta lo Plurinacional Fallido. En función de lo anterior, se han
identificado como indicadores diferenciadores entre los escenarios la
presencia o a ísencia de elementos de sustentabilidad político-institucional
y económicojsocial.

199
La Punta del Iceberg

El análisis realizado perm ite identificar las características principales


de la situación actual, que es posible denom inar como EPD. Se estima
que el periodo com prendido entre los años 2020 y 2025 es crítico para
la consolidación del proyecto plurinacional y el futuro del país. En este
sentido, corresponde enfatizar que los tres escenarios proyectados en
el estudio se pueden manifestar dentro de los próximos 10 años. En el
2020 debiera darse el recambio político que refleje la institucionalización
del proyecto plurinacional con la elección de un nuevo presidente,
independiente de la figura de Evo Morales. De aquí al 2025 se observará
un punto de inflexión en la economía, sea por el agotam iento de los
recursos naturales y el consiguiente fracaso del modelo económico plural,
o el hallazgo de nuevas reservas que hagan sustentable este esquem a de
desarrollo.
El análisis evidencia que si bien en el EPC la percepción del poder
boliviano aum enta, este es el único escenario donde se abre una ventana
de oportunidad para resolver el conflicto de fondo. Un diálogo bilateral
se da en mejores términos con una contraparte que tiene legitim idad
en el poder. La legitimidad además de promover la estabilidad política,
perm ite generar consensos al interior del país en miras a u n a negociación
útil para resolver el conflicto que Bolivia plantea a Chile. La estabilidad
económica que se da en este escenario perm ite un crecim iento sostenido
que impacta positivamente en la satisfacción de las necesidades básicas de
la población y en el desarrollo del país; po r tanto, es fundam ental para
cambiar la percepción respecto de la m editerraneidad como hipotética
responsable del subdesarrollo. No obstante, esta oportunidad se anula si es
que el discurso político boliviano continúa instrumentalizando el concepto
de reivindicación como elem ento de identidad nacional y proyectándolo
hacia la aspiración marítima.
A partir del análisis de la realidad actual de Bolivia y los requisitos para
resolver el conflicto en el EPC, se estima que es rem ota la posibilidad de
acceder a la ventana de oportunidad identificada en este escenario. En
prim er lugar, el plazo es crítico. Tienen que surgir líderes políticos capaces
de reemplazar a Morales de aquí a las elecciones presidenciales del 2020.
En segundo lugar, actualm ente no están dadas las condiciones para que
aparezcan nuevos líderes, po r lo que se estima podría em erger algún
outsider político que buscará quebrar con lo establecido, otra alternativa
es que la elite escoja a un delfín que no contará con la legitimidad popular.
Un tercer aspecto a considerar radica en la posibilidad de que se realice
una reforma constitucional que perm ita la reelección de Morales. Todo lo
anterior deja en evidencia que existen dudas respecto de la viabilidad de

200
L a aspiración mar ítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa ¿Le Chile

institucionalizar el proyecto plurinacional en el corto tiempo, lo que incide


negativam ente en las opciones para acceder a la ventana de oportunidad.
El concepto de Reivindicación es instrum ento político fundam ental
del proyecto plurinacional y esencial p ara g en erar una percepción
de identidad nacional. Tiene un carácter instrum ental en el EPD y se
considera poco probable que el poder político prescinda de esta noción
en el EPC, y en caso de que se perpetúe eíste concepto, parece rem oto que
se desligue de la aspiración marítima.
Debido a las características de inestabilidad interna que presenta el
EPP y EPF, no se vislumbran en estos escenarios condiciones propicias
para resolver el conflicto de fondo. No obstante, presentan alternativas
de acercam iento que podrían ser aprovechadas para encauzar la relación.
Acotando el análisis a las implicancias para la Seguridad y la Defensa
de Chile, es necesario expresar con toda claridad que el trasfondo de
la aspiración m arítim a boliviana constituye ante todo una amenaza a
la soberanía nacional. En este contexto, corresponde articular todos
los instrum entos del Estado para ju g ar un rol activo en la divergencia
planteada por Bolivia.
Este estudio p lan te a la im p o rtan cia de reflex io n ar sobre siete
implicancias principales para la Seguridad y Defensa de Chile que se
desprenden de los escenarios y cómo la aspiración m arítim a impacta
en ellos. En este sentido se sostiene que la disuasión, las acciones para
contrarrestar amenazas transnacionales, la cohesión nacional de Chile y
la inteligencia estratégica contribuyen a m antener una paz negativa en
cuanto sirven para contener el conflicto con Bolivia, pero no resuelven
el problem a de fondo.
Para generar una paz positiva con Bolivia que permita allanar el camino
para resolverla coyuntura es fundam ental trabajar en torno a la confianza
estratégica, una estructura perm anente de seguridad y la m antención de
la soberanía nacional. Es im portante destacar que tanto el inicio de las
m edidas que en estos ámbitos se realicen, como el éxito que puedan tener
depende de la calidad política de las relaciones bilaterales.
M ien tras la aspiración m arítim a se exprese bajo un m an d a to
Constitucional y con una clara expresión en documentos centrales como
los Planes de Desarrollo y la Política de Defensa boliviana, se debe asumir
que el anhelo por un acceso soberano al m ar no culmina en el proceso
judicial interpuesto ante la CIJ. El Estado boliviano continuará formulando
estrategias para alcanzar ese objetivo y procurar los medios necesarios
para conseguirlo, entre otros, con los m edios de la defensa. En este
tenor, el Estado y la defensa de Chile deberán perm anecer atentos a los

201
La Punta del Iceberg

acontecimientos en el vecino país, más aún ante el acelerado crecim iento


económico y aum ento de poder de Bolivia. La situación es de tal gravedad
que amerita el empleo coordinado de todos los instrum entos del Estado
para enfrentar las incertidumbres presentes y del futuro.
En vista de los antecedentes recopilados y el análisis realizado, es
posible concluir que cualquier cesión territorial a Bolivia en torno a
una salida soberana al Pacífico alimentará la reivindicación, que como
consecuencia p ro p en d erá a la exigencia de mayores dem andas para
obtener la restitución de lo perdido en la Guerra del Pacífico. Si fuese el
caso de que la voluntad nacional considere como alternativa válida entregar
un acceso soberano al m ar a Bolivia, será necesario adoptar una perspectiva
estratégica para apreciar cómo se afectan los intereses nacionales y tom ar
las medidas necesarias para contrarrestar las implicancias en la Seguridad
y Defensa de Chile.

202
L a aspiración marítima boliviana y sus implicancias en la seguridad y defensa de Chile

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