Un sistema garantista del procedimiento penal Boliviano en favor del imputado, es necesario, en la
perspectiva de protección de la libertad y la dignidad, presunción de inocencia, y al debido
proceso, donde todos y cada uno de los derechos y garantías constitucionales tengan se respeten y sea efectiva para todos los bolivianos. Las medidas cautelares personales son instrumentos procesales aplicados de manera excepcional en contra del imputado con la finalidad de garantizar el proceso, evitando la inasistencia y consecuencia frustración de la celebración del juicio oral y público1. Las medidas cautelares solo serán impuestas excepcionalmente, siempre mediante resolución judicial fundada y durante el tiempo absolutamente para cubrir la necesidad de su aplicación. Las normas que autorizan medidas restrictivas de derechos, se aplicarán e interpretarán de conformidad con el artículo 7 de éste código, esas medidas serán autorizadas por resolución judicial fundamentada, según lo reglamenta éste código y sólo durarán mientras subsista la necesidad de su aplicación. Véase, Morales Vargas, Alberto, Guía de actuaciones para la aplicación del Nuevo Código de Procedimiento Penal, La Paz, Oporo, 2004, p.13. La Convención Americana sobre Derechos Humanos, suscrita en San José de Costa Rica, el 22 de noviembre de 1969, en la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos, establece en su art. 8.3 que: “Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad”15. Aquí, se observa definitivamente el principio de ultima ratio penal, lo que significa que la regla es que la libertad sea privilegiada por encima de la detención del imputado. 1.17 ¿CUÁNDO DEBEN SOLICITARSE MEDIDAS CAUTELARES? a.- Las medidas cautelares deben solicitarse cuando resulten imprescindibles para garantizar los fines procesales y se configuren los requisitos exigidos para su procedencia. b.- Las medidas cautelares personales existen para asegurar la averiguación de la verdad, el desarrollo del proceso y la aplicación de la Ley, a fin de debitar la fuga u obstaculización de la justicia por parte del imputado, por lo que al configurarse la presencia de algún peligro procesal deben ser solicitadas. c.- Los hechos y circunstancias que pueden surgir durante la investigación y durante el mismo juicio, pueden justificar la aplicación de alguna medida cautelar. Es importante resaltar que el peligro de fuga no puede afirmarse sobre la base de criterios abstractos que debe analizarse conforme al caso concreto. Los operadores de justicia deben tomar en cuenta que su aplicación es estrictamente excepcional que no es posible aplicar la detención preventiva si no existe un mínimo de información investigativa que fundamente una sospecha bastante importante acerca de la existencia del hecho y de la participación del imputado en él. La detención preventiva o prisión provisional es admitida como un mal necesario en todos los ordenamientos jurídicos, privar al imputado de su derecho fundamental a la libertad ambulatoria, mediante su ingreso en un centro penitenciario durante la sustanciación de un proceso penal, genera conflicto entre algunos derechos fundamentales como la libertad, la presunción de inocencia, el deber estatal de perseguir el delito y el deber también estatal de asegurar el ámbito de libertad del imputado, solo puede justificarse en la medida en que resulte absolutamente imprescindible para la defensa de los bienes jurídicos y haya mecanismos menos radicales para tal función por lo que no debe prologarse más allá de lo necesario o indispensable para asegurar la averiguación de la verdad el desarrollo del procedimiento y la aplicación de la ley. 1.22.2 LA PROBABILIDAD DE LA AUTORÍA DEL ACTO ILÍCITO Es un grado requerido para la aplicación de la detención preventiva o medidas sustitutivas existe consenso en que ella exige certeza de la responsabilidad penal del imputado y supone un grado mayor de convencimiento que la duda. Cuando exista duda en la aplicación de una medida cautelar o de otras disposiciones que restrinjan los derechos o facultades del imputado, deberá estarse a lo que sea más favorable, a éste por lo tanto de presentarse la duda no habrá lugar a la aplicación de una medida cautelar.