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Para fabricar los muebles de madera maciza se emplean el roble y

el nogal. Esculpidos o tallados, con un mayor relieve que permite el


ébano, no pierden el aire frío y ponderado del mueble burgués
característico del estilo. La curva y la recta se disputan la supremacía
en ornamentación; que resulta más absoluta que en el renacimiento,
pero los muebles también son más pesados. Como novedades
técnicas, los ensamblajes se realizan en las caras libres del torneado,
con la intención de que la unión sea lo más resistente y sólida. Se
usan incrustaciones y taraceas y se utiliza el chapado en ébano,
aplicando delgadas hojas de esta madera sobre un mueble macizo,
que se tallan o graban una vez colocadas. Esta técnica da un aspecto
geométrico de gran severidad y rigidez, intensificadas por su color
negro, y obliga a suprimir las superficies curvas. Se incorporan
soportes torneados y gran cantidad de adornos de débil relieve.

La denominación "Rococó", de etimología debatida, se asocia a


la rocaille y las coquilles, dos formas decorativas que se encuentran
entre las más significativas de esta época. Los motivos ornamentales
eran alegres y airosos, de múltiples orígenes
(arabescos, grutescos, chinoiseries, vegetales -flores, ramas, hojas-,
etc.) La marquetería pictórica añadió a los temas habituales de
periodos anteriores todo tipo de motivos, por ejemplo instrumentos
musicales y partituras. Algunas piezas se pintaban con fêtes
galantes16 al estilo de Boucher y Watteau, utilizando el vernis Martin,17
un barniz especial que, mediante múltiples capas de distintos colores
(hasta cuarenta) conseguía un lacado brillante. Se copiaban las
formas del empapelado de las paredes en las tapicerías de sillas y
sofás, caracterizados por su comodidad, uniformidad, elegancia y
asimetría. Las líneas curvas y las molduras a base
de guirnalda caracterizaban las obras de ebanistería. La
forma serpentinata evolucionó hacia la bombe, la curva se prolonga
hacia las patas, que son más largas y se remarcan con molduras
(Cressent). Se introdujeron nuevas técnicas por los marchands-
merciers messoniers u ornemanistes,18 como los hermanos Slodtz y
los Pineau.19 Los diseñadores más destacados fueron Jean
Berain (aunque pertenece a la época de Luis XIV, se le considera
precursor del Rococó), André-Charles Boulle (en las últimas décadas
del XVII y las primeras décadas del XVIII, introdujo mejoras en el
mobiliario, fue un gran ebanista), Charles Cressent (discípulo de
Boulle, pasó a ser el más importante de los ebanistas de su época;
hizo el mobiliario para Luis XV en el Palais Royal), Gilles-Marie
Oppenordt20 (diseñó el interior del Palais Royal) y Antoine Gaudreau.21
Abundan las molduras de bronce dorado. Las maderas más utilizadas,
ricas y de muchos colores, fueron las de arce, palisandro, cerezo,
tulipero y acebo. Se introduce el mueble de rinconera o encoignure,22
tan decorada como las cómodas, y que se adquirían generalmente por
parejas, formando pendant. Los muebles más destacados de esta
época fueron:

 El ancho table bureau o bureau plat,23 escritorio con tres cajones


poco profundos, enchapados y con primorosos apliques. Este
mueble sustituyó al buffet (aparador) de ocho patas.
 El fauteuil en cabriolet, un sillón tapizado con respaldo en forma
cóncava, con brazos almohadillados curvados hacia delante para
acomodar los vestidos ahuecados de la época.
 El bergere (traducible como poltrona), un sillón ancho, bajo y
confortable de agradables proporciones y ropaje, su respaldo y
laterales eran acabados con tapicerías o cañas, y el asiento tenía
un gran cojín suelto.
 El fauteuil a coiffer, diseñado para darle uso en la época mientras
peinaban a las personas. Su travesaño superior del respaldo era
curvado hacia abajo en el centro, para que el peluquero pudiese
alcanzar el pelo con facilidad, a la vez que el cliente descansaba
cómodamente.
 Para los juegos de mesa se elaboró la bergere bóguese, la parte
superior de su respaldo era almohadillado, mientras alguien estaba
sentado jugando, el espectador podía apoyarse en el respaldo.
 La vogelle, era similar a la silla inglesa de biblioteca, el espectador
se sentaba a horcajadas en el asiento, de cara al respaldo y
apoyando los codos en la parte superior del mismo.
 La marquise, vis-à-vis, tête-a-tête, canapé à joue, canapé à
confidants o simplemente confident24 ("marquesa", "cara a cara" o
"confidente"), un sofá ancho y profundo en forma de S para dos
personas (hay incluso versiones más complejas para tres), que al
sentarse quedan en posición de hablarse al oído. Se difundió
especialmente en la era Victoriana, cuando fue denominado, en
inglés, courting bench, kissing bench o conversation bench ("banco
de cortejo", "de beso" o "de conversación").25
 La chaise longue estaba constituida por dos o tres partes tapizadas,
el extremo de la cabeza tenía el respaldo y los laterales, la segunda
parte era un taburete bajo la misma altura que la tercera parte que
constituía el pie.
 Sofás ottomanes, para los tocadores orientales.
 La lit à la turque, tumbona baja con los extremos en forma de rollizo
y un dosel.
 Paphose, sofá de tocador, con asiento en forma de riñón.
 La sultana, sofá con los dos extremos arrollados.
 La tradicional cama con dosel, también muy popular la lit à la
polonaisse, que se colocaba con un lado contra la pared y un dosel
encima, o de lado en una alcoba que sustituía al dosel.

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