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“Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN ANTONIO ABAD


DE CUSCO
“ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIAS
SOCIALES”
CAERRERA PROFESIONAL DE DERECHO

CURSO: DERECHO COLECTIVO DEL


TRABAJO (DERECHO LABORAL II)
DOCENTE: WILVER CABALLERO
CONDORI
ALUMNA: ANGHELA RAMIREZ LATORRE
CODIGO: 141472
SEMESTRE: 2017-II

CUSCO PERU
EL ARBITRAJE POTESTATIVO

El arbitraje potestativo, también denominado como unilateralmente preceptivo (SERNA


CALVO, 1991), tiene un origen diferente; en este caso es una de las partes la que decide
someter la oposición a arbitraje; por lo cual, la otra parte queda a la sujeción de la opción
que pueda tomar la parte legitimada. Esta modalidad consiste en dar a la parte legitimada
para ejercer dicha opción, el poder de solucionar su conflicto en base a la protección de
un fin superior, como ocurre cuando el objetivo es preservar un derecho fundamental,
como es el de negociación colectiva.
En nuestro país este tipo de arbitraje fue expresamente reconocido a partir de la emisión
de la sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente No. 3561-2009-PA,
aun cuando existía un amplio debate sobre la vista de este tipo de arbitraje en el artículo
61° de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo.
“El arbitraje potestativo es una modalidad innovadora que ha sido
implementada en el Perú, si bien legalmente no existe una definición precisa del arbitraje
potestativo como una forma de solucionar un conflicto de intereses a través del cual una
parte somete a la otra en los siguientes supuestos: a) cuando se la primera negociación
colectiva, b) cuando el conflicto sea la determinación del nivel de la negociación colectiva
o c) cuando exista mala fe que tenga por efecto dilatar, entorpecer o evitar el logro de un
acuerdo entre las partes. De esta forma, si bien una de las partes en conflicto decide de
forma voluntaria someterse al arbitraje, la participación de la otra queda supeditada a la
decisión del tribunal arbitral.” (Salazar, 2014)
Por ejemplo si el sindicato considera que la información económica financiera
proporcionada por la empresa ha afectado el proceso de negociación colectiva, en tanto
no ha sido suministrada de forma completa y oportuna podría someter el conflicto de
negociación colectiva a un arbitraje potestativo, aun en contra de la voluntad de la
empresa.
Ahora bien, la Directiva General es el dispositivo donde se ha definido con más
rigurosidad este tipo de arbitraje, señalando que “es una forma legítima de resolución de
conflictos colectivo, que puede ser válidamente utilizada por aquella parte que, obrando
de buena fe, no logra en la etapa de negociación arribar a un acuerdo con su contraparte”
(Directiva General N° 005-2012-MTPE/2/14, 2012).
El Tribunal Constitucional y el arbitraje potestativo
Sentencia recaída en el Expediente N° 02566-2012-PA/TC; caso SUNAT
Este caso se encuentra referido a un recurso de agravio constitucional, (STC. Exp. N°
02566-2012-PA/TC (Caso SUNAT)), interpuesto contra la SUNAT por el Sindicato
Nacional de Unidad de Trabajadores de la SUNAT, con el objeto se ordene suscribir el
acta de compromiso arbitral, para someter a arbitraje el conflicto presentado con respecto
a su pliego de reclamos por el periodo 2008- 2009, dado que no habían llegado a un
acuerdo durante las etapas de trato directo y conciliación, alegando además una
vulneración de su derecho de negociación colectiva. Teniendo en cuenta que la SUNAT
no convocó a ninguna reunión para la instalación, procedieron a solicitar a la AAT, que
los convoque a la conciliación, no habiendo tampoco llegado a ningún acuerdo en dicha
etapa, por lo que el Sindicato-SUNAT decidió someter su diferendo a un arbitraje
potestativo.
Si bien tanto en primera como en segunda instancia, en adición al tema de la
contravención del derecho de negociación colectiva, se enfocaron más en discutir un tema
de excepción de prescripción alegada por la SUNAT, el TC consideró que al ser una
denuncia de naturaleza continuada sí era necesario evaluar el fondo de la controversia.
Es por ello que tomó como sustento la posición adoptada por el TC en la resolución de la
sentencia recaída en el caso de trabajadores portuarios, en la cual se precisó que el
arbitraje al que se hace referencia en el artículo 61 de la Ley de Relaciones Colectivas de
Trabajo es uno de carácter potestativo, y que para someterse a dicha modalidad arbitral
se requiere cumplir determinados supuestos, como por ejemplo la configuración de los
supuesto de mala fe; tal como se describe a continuación: “(…) entonces resulta claro que
el arbitraje al que alude el artículo 61° es uno potestativo, y no voluntario, además porque
una interpretación contraria llevaría a la inconstitucional conclusión de que en caso de
que los trabajadores optaran por acudir al arbitraje, el empleador tendría plena facultad,
con su negativa, de frustrar esta vía heterocompositiva de solución, obligando a los
trabajadores a acudir a la huelga; solución que no sólo se opondría al deber del Estado de
promover y fomentar formas pacíficas de solución de conflicto, sino que además haría de
la huelga no un derecho fundamental libremente ejercido por el trabajador, sino una vía
obligatoria impuesta directamente por el empleador, lo que equivaldría a vaciar de
contenido a este derecho fundamental” (STC. Exp. N° 02566-2012-PA/TC).
No obstante, en el presente caso el TC adicionalmente a ello, ha realizado una
nueva interpretación del arbitraje potestativo con referencia a lo establecido en
Expediente N° 3561- 2009–PA/TC, haciendo un análisis sistemático del contenido de los
artículos 61, 62 y 63 de la Ley De Relaciones Colectivas De Trabajo. En dicha resolución
se ratifica que el arbitraje contenido en el artículo 61 de la Ley de Relaciones Colectivas
de Trabajo es potestativo y no voluntario, sin embargo no menciona las condiciones
previamente establecidas, tales como la existencia del actuar de mala fe de las partes,
señalando que “Hallándonos ante un arbitraje potestativo, la decisión de acudir
corresponde única y exclusivamente a los trabajadores, debiendo el empleador someterse
a dicho procedimiento, sin tener la facultad de oponerse o negarse, salvo en el supuesto
contemplado en el artículo 63 del TUO de la Ley De Relaciones Colectivas De Trabajo,
que no es el caso”.
En este caso, el TC también ha considerado que, en caso contrario, si los sindicatos no
tuvieran la facultad de optar alternativamente por el arbitraje o la huelga, su facultad de
recurrir a un método de solución de conflicto, se vería limitado; toda vez que al tener
dicha dificultad ejercerían su derecho de huelga como medida de presión frente a una
negativa de acuerdo colectivo. Es por ello que, en virtud de lo previamente señalado, se
desprende que la nueva interpretación del artículo 61 del TUO de la Ley De Relaciones
Colectivas de Trabajo adoptada por el TC conlleva a establecer que estamos frente a una
nueva modalidad del arbitraje potestativo, pero que a diferencia del caso de los
trabajadores portuarios, en ésta no se requiere una causal de mala fe, por lo que podríamos
sostener que estamos ante el denominado “arbitraje potestativo incausado”.
Así, de los alcances de esta nueva interpretación, los sindicatos y las empresas se
encontrarían facultadas para someter cualquier conflicto de negociación colectiva a un
arbitraje potestativo, sin requerir ninguna causal previa, en tanto no hayan ejercido su
derecho de huelga en el caso de los sindicatos.
La Corte Suprema y el arbitraje potestativo
La Corte, siguiendo pronunciamientos del TC, reconoce que el arbitraje contenido en la
Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo es de carácter potestativo, por lo que una vez
agotada la negociación directa (trato directo, conciliación o mediación), el sindicato
puede optar por el arbitraje sin que el empleador pueda negarse a acceder al mismo.
En el marco de una negociación colectiva, tenemos los siguientes tipos de arbitraje:
Arbitraje potestativo causado; Contemplado en el D.S. No. 014-2011-TR procede
cuando las partes no se ponen de acuerdo en la primera negociación, en el nivel o su
contenido, y que durante tres meses la negociación resulte infructuosa; cuando durante
la negociación del pliego se adviertan actos de mala fe que tengan por efecto dilatar,
entorpecer o evitar el logro de un acuerdo.
Arbitraje potestativo incausado; Procede si luego de agotado el trato directo y la
conciliación (o mediación) no se llega a ningún acuerdo y una de las partes lo solicita
(generalmente el sindicato).
Arbitraje voluntario; Cuando el sindicato se encuentra en huelga y opta por el arbitraje
requerirá la conformidad del empleador.
Arbitraje obligatorio; En situaciones excepcionales (cuando una huelga se prolongue
excesivamente en el tiempo, comprometiendo gravemente a una empresa o sector
productivo, o derive en actos de violencia, o de cualquier manera, asuma características
graves por su magnitud o consecuencia) la Autoridad Administrativa de Trabajo puede
resolver el conflicto. Su pronunciamiento tendrá naturaleza de laudo arbitral.
La regulación de la Organización Internacional de Trabajo, exige que para la solución de
conflictos colectivos se prime la voluntad de las partes. (Salazar, 2014).
Bibliografía
Directiva General N° 005-2012-MTPE/2/14, M. (2012).
Salazar, C. I. (2014). Pontifica Universidad Catolica del Peru . Obtenido de Pontifica
Universidad Catolica del Peru :
http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/123456789/5613/NEYRA_
SALAZAR_CAROLE_ARBITRAJE_POTESTATIVO.pdf?sequence=1
SERNA CALVO, M. d. (1991). "Experiencia del arbitraje en los conflictos de trabajo
en America Latina". Analisis Laboral.
STC. Exp. N° 02566-2012-PA/TC (Caso SUNAT), T. (s.f.).
STC. Exp. N° 02566-2012-PA/TC, T. (s.f.).

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