En la iglesia celular el líder de célula es la persona más estratégica
en el proceso de cambio que Dios quiere hacer en las personas y en el crecimiento de la iglesia. Esto significa que tal persona debe poseer los atributos y las condiciones necesarias para tan delicada labor. Si bien es cierto que muchos creyentes ya traen a la iglesia una escala de valores bien definidos; en la mayoría de los casos, la iglesia, a través de las células y del discipulado, deberá formar y desarrollar en las personas tales atributos. Aquí no se trata de escoger para líderes solo aquellos que cumplan todos los criterios que aquí se expresan, sino a quienes posean el potencial y las actitudes necesarias para desarrollarlos. Durante el desarrollo de esta lección, el instructor analizará con los candidatos a líderes, cada uno de los siguientes criterios y tratará de evaluar el potencial de cada uno. Al finalizar el curso seguramente se le pedirá que recomiende a quienes considere más idóneos para cargos de liderazgo.
A. Su Vida Personal
Cuando se trabaja en el Reino de Dios, lo más importante no es la
preparación intelectual o la condición material de una persona, sino su propia vida, esta, en cuanto dependa de una relación personal con Dios.
1. Vida de Oración:
Se pide que cada uno tenga un mínimo de 30 minutos diarios de
intercesión por el ministerio y la iglesia. Además de eso, al igual que todo cristiano, el candidato a líder debe practicar un tiempo diario de oración personal.
2. El Estudio de la Palabra:
Debe hacerse constantemente. En esté proceso de entrenamiento se
pedirá cada semana un reporte de lectura bíblica de acuerdo a un calendario. Pero todos debemos entender que un líder debe conocer de la Palabra más que cualquier otro. 3. Organización:
El líder debe ser una persona organizada. En su casa, en su propia
vida, en sus estudios, con su tiempo, etc.... Esto le permitirá desarrollar en el futuro un ministerio fructífero, usando los principios fundamentales de la planeación y organización.
4. Buen Testimonio:
Esto es especialmente importante en su propio vecindario y en el
seno de su familia. También es necesario que tenga buen testimonio con los de afuera (I Ti. 3:7)
5. Lleno del Espíritu Santo:
La presencia de Dios debe ser notoria en su vida a través de la
llenura del espíritu Santo y de manifestaciones espirituales. El fruto del Espíritu debe ser evidente. Por otra parte, el líder cristiano debe buscar constantemente que su vida espiritual se renueve de día en día (II Co. 4:16)