Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
3. Diagnóstico general.
En los ODS, propuestos en 2016 por el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), se propone como objetivo número 8 el trabajo decente y
crecimiento económico. Allí se parte del hecho de que uno de los aspectos más
importantes del crecimiento es que las personas tengan empleos bien remunerados
que les permitan mejorar su calidad de vida. No obstante, a pesar de que en los
países desarrollados la clase media se ha triplicado en los últimos 25 años, han
aumentado las desigualdades y la oferta de empleo no se ha equilibrado con el
1 Importantes estudios de corte institucionalista (North, 1990; Kaufman & Hotchkiss, 2006; Fields,
2003) han mostrado que estas variables también son determinantes fundamentales para mejorar los
rendimientos y la productividad de la economía.
PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2017-2022: CRECIENDO CON DIGNIDAD
crecimiento de la fuerza laboral. Es por eso que cerca de 200 millones de personas
en 2015 se encontraban desempleadas (ONU, 2015). Este desface entre el crecimiento
de las rentas y la falta de oportunidades laborales pone de manifiesto la necesidad
de combinar medidas que impliquen a la vez el crecimiento económico y esfuerzos
por mejorar las oportunidades de acceso al mercado del trabajo.
Cómo definir y medir el trabajo decente es tema recurrente desde 1999 (OIT, s.f.).
Esto se debe, en gran medida, a que el trabajo decente es un concepto
multidimensional que implica variables relacionadas con el empleo, la seguridad
laboral, la equidad, la dignidad, etc.; muchas de ellas sumamente difíciles de medir.
En términos generales, el concepto fue definido por J. Somavia, director de la OIT
durante la 87 Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra (1999), como “trabajo
productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad, en el cual los
derechos son protegidos y que cuenta con remuneración adecuada y protección
social”. En particular, el concepto se desarrolla a partir de cuatro los elementos: el
empleo, la protección social, los derechos de los trabajadores y el diálogo social
(Ghai, 2003).
Sin embargo, la complejidad del fenómeno hace que su medición a través de un solo
indicador estandarizado internacionalmente sea aún una tarea pendiente. Razón por
la cual, distintos países han optado por operacionalizar el concepto de formas
diferentes (CEPAL, 2013). Colombia adopta los conceptos emitidos por la OIT, según
la cual se entiende como trabajo decente las aspiraciones de las personas durante su
vida laboral: oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso
justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la protección social para las familias,
mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social, libertad para que
los individuos expresen sus opiniones, se organicen y participen en las decisiones
que afectan sus vidas y la igualdad de oportunidades y trato para todos, mujeres y
hombres. (OIT, s.f.)
Siguiendo a Tangarife et al (2010) , los indicadores con que se mide el trabajo decente
en Colombia, entre otros, son: oportunidades de trabajo (medido en tasa de
desempleo), trabajo en condiciones de libertad (medido con la tasa de trabajo
infantil), dignidad en el trabajo (tasa de sindicalización), trabajo productivo (a través
del porcentaje de capacitación para el empleo), equidad en el trabajo (tasa de
desempleo de mujeres) y seguridad laboral (medido en cotizantes a la seguridad
social, afiliación a fondo de pensiones). A continuación se revisan algunas de estas
medidas.
PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2017-2022: CRECIENDO CON DIGNIDAD
Según el DANE (2018), para el año 2017 la tasa de desempleo se ubicó en 9,4%
(2.314.000 personas), la tasa de ocupación en 58,4% y la tasa global de participación
en 64,4%. La gráfica 1 muestra el comportamiento de estas medidas durante los
últimos diez años.
Gráfica 1. Tasa global de participación, ocupación y desempleo Total nacional Año (2008 – 2017). Tomado de DANE
(2018)
Por otra parte, continuando con los componentes del trabajo decente, la seguridad
social describe la formalidad e informalidad en el trabajo: los ocupados cotizantes y
aportantes a fondos de pensión son catalogados dentro de trabajo formal. A esta
categoría subyace la idea de que la garantías que ofrece un mayor nivel de empleo
formal conlleva mayores oportunidades de movilidad social, más equidad y, por lo
tanto, mejores condiciones de vida (Nizami & Prasad, 2017). La Gráfica 2 muestra
que, de los ocupados, el 95,3 % están afiliados al sistema de salud en cualquier
modalidad y el 50,7 % muestra directamente la tasa de los cotizante a pensiones.
PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2017-2022: CRECIENDO CON DIGNIDAD
Gráfica 2. población ocupada, según afiliación al régimen de seguridad social en salud y cotización a pensión
Total 13 ciudades y áreas metropolitanas, octubre - diciembre (2016 - 2017). Tomado de DANE (2018)
Gráfica 3. Distribución de la población ocupada, según acceso al régimen de seguridad social en salud. Tomado de DANE
(2018)
Esta distribución tan desigual de la mano de obra capacitada y del trabajo formal, se
agrava ante el hecho de que las tendencias salariales favorecen a los grupos más
educados en detrimento de los más pobres. La tendencia a discriminar el trabajo
poco educado conduce a que la mano de obra poco capacitada se concentre en el
sector informal (López, 2010). Actualmente, la crisis venezolana ha llevado a que
este número de ocupados en el sector informal crezca en ciudades como Cúcuta a
niveles hasta del 71.9% (López, 2018). Dicho lo cual, los principales focos de atención
del trabajo decente en Colombia deben centrarse hacia las condiciones del mercado
informal, permitiendo, si no la formalización, unas condiciones mínimas dignas en
sus actividades productivas y garantías de seguridad social y de participación.
4. Marco teórico.
PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2017-2022: CRECIENDO CON DIGNIDAD
Los mecanismos causales de esta relación aún no han sido estudiados a profundidad
y mucha evidencia y estudios empíricos hacen falta para poder determinar la
dirección y las formas en que ambas lógicas se relacionan. Sin embargo, los
desarrollos conceptuales de algunas de las recientes teorías sobre el crecimiento
económico puedan ayudar a sustentar y aportar a explicar la correspondencia entre
el trabajo decente y el desarrollo económico. Al menos dos grandes argumentos -de
distinta naturaleza- pueden ser esgrimidos: uno relativo a la capacitación de la mano
de obra (1) y otro en relación con las instituciones formales del mercado laboral (2).
Mejorar las condiciones de trabajo decente, desde esta perspectiva, implica buscar
incrementos en la productividad a través de mejoras en las capacidades de
innovación y absorción tecnológica de los trabajadores. En el sector informal, esto
representa un desafío debido a las grandes deficiencias educativas generales del
país. Sin embargo, esto también implica una ventana de oportunidad para llevar
desarrollo tecnológico y disponer oportunidades de formación en las zonas donde
existe menos oferta de mano de obra calificada y el mercado es más pequeño. En
otras palabras, se trata de apoyar el segmento del mercado laboral que no está
capacitado y que se encuentra en las regiones del país con menores niveles de
tecnificación y de innovación. Colombia es un país con un alto potencial
agropecuario. No obstante, este sector es poco productivo, representando tan sólo
entre el 6 y el 9% del PIB nacional (DNP, 2015). Medidas como generar incentivos
para desconcentrar la mano de obra capacitada de las ciudades principales hacia los
centros de producción agrícola para desarrollar nuevos procesos de innovación y de
transferencia de conocimientos (learning-by-doing) en este sector (como la
producción de derivados) puede ayudar a mejorar la productividad y a crear
condiciones laborales, salariales y de seguridad social mucho mejores en el campo
colombiano. Así, el capital humano y el trabajo decente se convierten en partes
correlativas esenciales del crecimiento económico.
En segundo lugar, están las medidas referentes al funcionamiento del mercado laboral.
Aquí el punto fundamental son las reglas que determinan la fijación de los salarios.
Uno de los desafíos más importantes al respecto es la existencia de mercados
laborales imperfectos que hacen aumentar los costos de transacción y desincentivan
la creación de empleo (Sengupta, 2011). En concreto, la existencia de un extenso
mercado informal (e incluso ilegal) desincentiva a los empleadores a seguir las
instituciones formales y a que dejen que los salarios sean determinados por oferta-
demanda. Los costos de transacción de contratar a un trabajador de manera informal
son más bajos que los de contratar un empleado con todos los requerimientos de las
disposiciones legales. Estas disparidades en los costos de transacción impiden
alcanzar óptimos en el mercado laboral (Coase, 1998). En esta medida, normalizar y
optimizar el funcionamiento del mercado laboral se convierte en un reto para
3
Es de aclarar, empero, que este tipo de medidas no pueden dejar de lado el elemento del capital humano
mencionado en 2).
PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2017-2022: CRECIENDO CON DIGNIDAD
Lo mencionado hasta aquí son tan sólo algunas de las aristas que definen la
problemática del trabajo decente en concomitancia con el crecimiento económico. Su
vinculación directa con la inversión en capital humano y con la creación de
instituciones que incentiven la estabilidad y el crecimiento económico hacen del
enfoque del trabajo decente un hilo articulador idóneo en la búsqueda del desarrollo
social como parte inalienable del crecimiento económico del país.
5. Estrategias y programas.
5.1.1. Acciones.
- Creación de un sistema de proyectos de innovación agroindustrial y de
trabajo decente.
5.2.1. Acciones.
- Programa de tránsito a la formalidad empresarial.
6. Referencias.
Coase, R. (1998). The New Institutional Economics. The American Economic Review,
Papers and Proceedings, 88 (2), pp. 72-74.
DANE. (2018). Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) -Diciembre 2017. Boletín
Técnico, 32.
DeGregorio, J. & Lee, J-W. (2003). Growth and Adjustment in East Asia and Latin
America. Working paper, Central Bank of Chile.
DNP. (2014). Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018. Departamento Nacional
de Planeación, 2, 783. Recuperado de: https://goo.gl/wuDSYZ
Fasecolda. (2012). Análisis del en Colombia: Una nueva cara mercado laboral de la
formalidad. Bogotá: Fasecolda.
Fields, G. (2003). Decent Work and Development Policies. Articles and Chapters, Cornell
University: ILR Collection.
Kaufman, B. & Hotchkiss, J. (2005). The Economics of Labour markets. Mason: Thomson
South-Western.
López, H. (2018). Balance del desempeño laboral colombiano en 2017. Escuela de Economía
y Finanzas. Bulletin News, Universidad EAFIT. Recuperado de:
http://www.eafit.edu.co/escuelas/economiayfinanzas/noticias-
eventos/Paginas/desempe%C3%B1o-laboral-colombiano-2017.aspx
Nizami, N & Prasad, N. (2017). Decent work. Concept, Theory and Measurement. New
Delhi: Palgrave MacMillan.
PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2017-2022: CRECIENDO CON DIGNIDAD
Tangarife, C., Bedoya, J. F., Ramírez, M., Flórez, J. H., & Correa, G. (2010). Medición
del trabajo decente en Colombia. Medellín: Escuela Nacional Sindical.
Thaler, R & Sustein, C. (2008). Nudge. Improving Decisions about Health, Wealth, and
Happiness. Nueva York: Penguin Random House.