ADAPTACIÓN CULTURAL BASADA EN LOS PILARES DE WEC

Los pilares de WEC pueden ser un medio para alcanzar una adaptación cultural exitosa,
basada en los principios del Reino de Dios. A continuación, con esto en mente, enumero lo
cuatro principios, acompañados de una breve propuesta enfocada en la ya mencionada
“adaptación cultural”:
Fe: Una vida de fe puede llevarme a la esperanza de que en algún momento alcanzare la
deseada “adaptación cultura”, pensando en que ella me servirá para desarrollar un ministerio
que sea pertinente a las personas que el Señor me ha enviado. La mencionada esperanza
funcionara como una fuerza que me impulsara a seguir adelante, confiando en Dios y en le
poder de su fuerza.
Sacrificio: El pilar del sacrificio, me recuerda la frase acuñada por C.T Studd: “Si Jesús
siendo Dios dio su vida por mí, no hay sacrificio demasiado grande que yo pueda hacer por
él”. Pensando en esta frase y en aquellos momentos cuando, por motivos del “choque
transcultural”, pudiera llegar a quejarme, criticar insanamente o hablar de manera despectiva
de la cultura a la que he sido enviado; podría decir que: Las cosas que me molestan, me
incomodan o me desgradan de dicha cultura, no son nada en comparación con el sacrificio
que el Señor hizo por mí, cada una de esas cosas puede llegar a ser muy positiva cuando en
lugar de criticar y cuestionar estoy dispuesto a dialogar y aprender.
Santidad: La Santidad que es una de las principales características de Dios, de la cual
podemos ser partícipes, cuando hemos sido regenerados por él para vivir una vida santa
siguiendo sus mandamientos, resumidos en el precepto “amaras a tu prójimo como a ti
mismo” (Romano 3:9). En ese sentido, tomando en cuenta que las personas, ajenas a mi
cultura son mi prójimo: vivir en santidad es amarlas incondicionalmente como lo hace el
Señor y así como se menciona en Mateo 5:48 “ser perfecto como mi Padre celestial es
perfecto”.
Compañerismo: Me parece a mi que este principio invita de manera directa a la adaptación
cultural con un enfoque hacia quienes han de ser mis compañeros de misión. Pensando en
ellos, como equipo multicultural, es indispensable valorar las diferencias como
oportunidades de aprendizaje y crecimiento, tomando en cuenta textos como Efesios 2:1-3
que invita a la unidad, o 1 Juan 3:17-18 que invita al amor sin fingimientos expresado en
acciones concretas.