La ley 100 de 1993, en su legislación, estableció un nuevo Sistema de
Seguridad Social para Colombia. Creó el "Sistema General de la Seguridad Social Integral", formado por el conjunto de las entidades públicas y privadas, normas y procedimientos, y por los regímenes generales establecidos para pensiones, salud, riesgos profesionales y los servicios sociales complementarios.
Esta ley como tal está fundamentada en los principios de eficiencia,
universalidad, solidaridad, integridad, unidad y participación. Estos principios correspondían a una concepción moderna de Justicia, y seguridad social integral para la época.
Con la reforma realizada al Sistema de Salud Colombiano se buscó tres
objetivos principales: la descentralización de la seguridad social en salud y pensiones, lo que permitió que cada trabajador adoptara la opción de elegir la entidad que le preste el servicio; la entrada del sector privado en la prestación de servicios relacionados con la salud; y la protección a la población pobre del país a través de un fondo de solidaridad y garantía. Dicha ley contrajo como logros principales grandes transformaciones institucionales, lo cual se demuestra con la alta participación de EPS (Entidades Promotoras de Salud) y de AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantías). Otro logro importante fue la creación del Régimen Subsidiado. Este régimen, como lo indica su nombre, permite subsidiar el aseguramiento de los individuos más pobres y vulnerables de la población. Para identificar a éstas personas, las administraciones territoriales utilizan el Sistema de Selección de Beneficiarios (SISBEN). Con respecto al Régimen Contributivo, cabe aclarar que antes de la Reforma se contaba con un subsistema de aseguramiento social, que cubría únicamente a los sectores formales de la economía y excluía a sus dependientes. En contraste, hoy día, todos los trabajadores (formales e informales), así como sus dependientes pueden acceder al POS (Plan Obligatorio de Salud).
Como consecuencias de la reforma se puede mencionar las falencias que a
tenido el sistema en relación con los procedimientos quirúrgicos, debido a uno de los decretos incluidos en la reforma. Es así, como en el régimen que existía en el antiguo ISS no había tiempos de espera para acceder a cirugías, como sucede en el POS donde el nuevo afiliado debe esperar 50 semanas para tener derecho a los procedimientos clasificados en la categoría 8 y superiores y 100 en el caso de enfermedades de alto costo. Otro problema que sucede se relaciona con los medicamentos. Según lo establecido por la ley, el POS debe ser homogéneo en beneficios, calidad y condiciones de acceso, independientemente de las características sociales y económicas de los usuarios, en desarrollo del principio de equidad. Debido a la falta de reglamentación y al mismo proceso de transición y adecuación institucional a lo definido por la Ley, no se han creado los Consejos Regionales de Seguridad Social lo que facilita a las EPS brindar servicios inferiores a los establecidos en el POS o a establecer barreras a los usuarios para acceder a muchos servicios.
Y otra contrariedad que se refiere a la ley esta relacionado con los
profesionales de la salud, quienes no tuvieron oportunidad de discutir adecuadamente la Ley 100 y las implicaciones en el ejercicio profesional, aunque los representantes de las agremiaciones médicas participaron en las discusiones, pero sus argumentos no se consideraron. La falta de participación de los profesionales de la salud en las discusiones previas, más al desconocimiento acerca de la Ley y de los costos de producción de una consulta, ha facilitado a las EPS la contratación a las tarifas impuestas por ellas.
Si bien es cierto que separó lo relacionado con pensiones y con el régimen de
riesgos profesionales de la prestación de los servicios de salud, esto ha sido a nivel burocrático sin observarse modificaciones en cuanto a la atención de salud, pues continúa con ingerencia política, corrupción, etc.
Por último, la ley 100 de 1993, la cual en su ideología busca ampliar la
cobertura de la seguridad social para todos los colombianos, en su proceso, a tenido una transición que siguiendo las tendencias de años anteriores no han podido lograr el objetivo de cobertura. La población beneficiada con la Ley, hasta el momento, es la de los estratos 1 y 2 que logra un aseguramiento de seguridad social que no existía antes. Bajo estas consideraciones, es necesario realizar un análisis detallado de las inconsistencias de la Ley y buscar modificaciones legales que reivindiquen a las profesiones de la salud y permitan ampliar la cobertura a toda la población del país. LA LEY 100 EN COLOMBIA
TOMAS ENRIQUE RAMIREZ GUERRERO
Prof.: MILENA SALAS
Lic. en Ciencias Sociales
INSTITUCIÓN EDUCATIVA CASD SIMON BOLIVAR
ÁREA: CIENCIAS ECONOMICAS Y POLITICAS GRADO: 11 – 04 JM VALLEDUPAR 2010