PERSONAJES:

TARA

PRINCESA ELIZABETH

PRINCIPE MATÍAS

TAE

GUARDIA CAROL

SIRVIENTA JULIA

NARRADOR.

NARRADOR: Hace mucho tiempo en la época antigua, había un reino llamado Clarín, en
él vivían dos hermanos que tras la muerte de sus padres se quedaron al frente del reino
ellos eran el príncipe Matías y la princesa Elizabeth. Sus padres habían sido asesinados
por un clan rival. El príncipe Matías era muy serio siempre usaba traje y era muy educado,
pero su hermana era todo lo contrario, no le gustaba vestirse de princesa y no era nada
seria, le gustaba escabullirse al jardín real donde un día encontró a una chica cortando
algo de fruta de los árboles que habían en el jardín.

ELIZABETH: ¿Qué haces?

NARRADOR: La chica solo miró y volvió la vista a lo que estaba haciendo, un poco
nerviosa.

ELIZABETH: ¿Qué crees que haces?

TARA: Estoy cortando algunas frutas –en un tono cortante y temeroso.

ELIZABETH: Pero ¿Por qué?

TARA: Porque no todos tenemos el dinero para pagar por comida.

ELIZABETH: Espera, no quise hacerte sentir mal.

TARA: No te apures.

NARRADOR: En ese momento el príncipe Matías apareció y gritó:

MATÍAS: Elizabeth tienes que regresar a clases. ¿Dónde estás? Elizabeth!!

ELIZABETH: ¡Ya voy¡ No te preocupes Matías estoy bien.

NARRADOR: Al día siguiente a Elizabeth le dio curiosidad saber quién era la chica del
jardín así que fue a buscarla al jardín para ver si la encontraba. La chica se encontraba
cerca de los molinos de viento afilando unas puntas de lo que parecía ser unas flechas.

ELIZABETH: Hola

TARA: Hola

ELIZABETH: Te traje esto

NARRADOR: Le había llevado una canasta de frutas, pan y algo de carne.

TARA: Es mucha comida ¿no crees?

ELIZABETH: Sí lo sé pensé en lo que me dijiste ayer acerca de que no todos pueden

pagar por cosas como estas.

TARA: Eres muy amable.

ELIZABETH: También me preguntaba si ¿Quisieras ser mi amiga?

TARA: ¿Y cómo porque quisieras ser mi amiga?

ELIZABETH: Bueno es que encerrada en el palacio no tengo ninguna amiga.

TARA: Sí es así, está bien, podemos ser amigas.

ELIZABETH: Soy Elizabeth.

TARA: Tara, mi nombre es Tara

TAE: Disculpen señoritas que interrumpa el pacto de amistad que en este momento
celebran, pero creo que esto no puede suceder.

NARRADOR: Tae el hermano mayor de Tara apareció en ese momento.

ELIZABETH: Y tú ¿Quién eres? Para hablarnos así.

ELIZABETH: Soy el hermano de Tara y este momento se tiene que regresar a la casa,
hay mucho que hacer.

TARA: Me tengo que ir Elizabeth.

ELIZABETH: Adiós Tara.

NARRADOR: Así pasaron cuatro meses y las chicas se seguían viendo y siendo muy
buenas amigas. Sin embargo la princesa Elizabeth esta muy distraída en sus clases y en
diversas ocasiones había faltado o llegado tarde.
MATÍAS: Quiero hablar contigo Elizabeth.

ELIZABETH: Que quieres hermano dime.

MATÍAS: Me han informado que te desapareces del castillo por horas y has faltado a tus
clases. A partir de hoy nombraré a una guardia que vigile tus pasos y te enseñe a cumplir
con tus obligaciones.

ELIZABETH: Pero Matías.

MATÍAS: Carol ven para acá.

CAROL: A la orden su majestad.

MATÍAS: Desde hoy en adelante irás a donde vaya Elizabeth, cuidaras sus pasos y
vigilaras que cumpla sus obligaciones.

CAROL: Sus deseos son ordenes sus majestad.

ELIZABETH: Por ningún motivo debes dejarla sola.

CAROL: Eso haré príncipe Matías.

NARRADOR: Cumpliendo con las órdenes del príncipe, la guardia Carol no dejaba ni a sol
ni a sombra a la princesa Tara, sin embargo un día fingió no darse cuenta y dejó que se
escabullera hacia el jardín y ahí pudo observar cómo se reunía con otra chica.

CAROL: Esa chica con la que se reúne la princesa, se me hace conocida.

NARRADOR: Corrió avisarle al príncipe de lo que había observado.

CAROL: Príncipe Matías, príncipe Matías la princesa Tara visita a una plebeya de no muy
buena familia.

MATÍAS: ¿Plebeya? Tráeme a la sirvienta Julia por favor.

JULIA: ¿Me mandó llamar príncipe?

MATÍAS: Necesito que ahora que vayas al mercado investigues ¿Quién es la chica con la
que se ve la princesa Elizabeth?

JULIA: Cómo usted ordene su majestad.

NARRADOR: La sirvienta Julia hizo cómo le indicó el príncipe y fue investigando todo
acerca de la amiga de Elizabeth: Tara. Después de hacer todo eso, corrió hasta el castillo
y le dio la noticia al príncipe Matías.

JULIA: Príncipe Matías lamento informarle que la chica con la que se reúne su hermana
se llama Tara Hale perteneciente a la descendencia que asesinó a sus padres en una
emboscada.
MATÍAS: ¿Cómo puede ser eso posible?¡¡¡ tenemos que idear un plan para separarlas.

NARRADOR: Lo único que se le ocurrió al príncipe en ese momento era encerrar a Tara y
no dejarla salir al jardín por ningún motivo.

ELIZABETH: No me puedes hacer esto hermano, no puedo estar acá todo el día
encerrada. Algún día tendré que salir de acá.

NARRADOR: Estuvo así por varios meses, pero el día de las festividades se acercaban y
la princesa tenía que ser la anfitriona de los eventos así es que la dejaron salir y pasaron
varios días en los que se confiaba el príncipe Matías. La princesa Elizabeth convenció a
su sirvienta Julia que llevara una carta a Tara en el cual decía que se veían al atardecer.

JULIA: Haré esto mi niña Elizabeth, aunque es un tanto peligroso.

NARRADOR: Julia salió al encuentro con Tara y le entregó la carta. Tara leyó la carta y
en el atardecer se dirijió al jardín para esperar a Elizabeth. Al llegar al jardín, la noche caía
y Tara observó la sombra de una persona, su corazón palpito de alegría pensando que
era su amiga Elizabeth.

TARA: Elizabeth, que alegría de verte nuevamente!!.

NARRADOR: Pero la persona que estaba ahí no era Elizabeth sino Carol que había
interceptado a la sirvienta Julia quién le confesó el lugar y la hora en la que se verían y
ante esto se adelantó para esperar a Tara.

CAROL: Fuimos muy claros en decirte que no queríamos que tú y Elizabeth fueran
amigas y ahora pagarás por eso.

NARRADOR: Carol saca una daga y atraviesa el corazón de Tara.

Tara: Noooo¡¡ Elizabeth.

NARRADOR: Fue la última palabra que pronunció al caer desvanecida. Elizabeth llegaba
justo en ese momento en el que Tara dejaba de respirar.

ELIZABETH: No¡¡ ¿Pero qué ha pasado acá?

NARRADOR: Elizabeth toma en sus brazos al cuerpo inmóvil de Tara, hasta que Carol la
separó definitivamente.

NARRADOR: Meses después Elizabeth justo en el jardín tomó una daga y se la enterró
en el estómago. Y pronunció las siguientes palabras:

ELIZABETH: Por fin volveré a verla.¡¡

NARRADOR: Muchas personas aseguran haber escuchado las risas de dos chicas
riéndose por todo el jardín.