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El primer Objetivo de Desarrollo del Milenio contempla tres metas a lograr para el año 2015: la
primera es reducir a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos son inferiores a un dólar por
día, la segunda busca el pleno empleo productivo y el trabajo decente, y la tercera es reducir a la
mitad la proporción de personas que padecen hambre.
Este primer objetivo es transversal al conjunto de ODM, ya que la lucha contra la pobreza extrema
es clave para lograr los demás objetivos. En este sentido, trabajamos bajo el enfoque de
desarrollo de capacidades, apoyando a funcionarios del Estado y a actores de la sociedad civil,
para que lideren la lucha contra la pobreza y la desigualdad en el Perú. Asistimos a los distintos
niveles del Gobierno y de las organizaciones sociales en el diseño e implementación de políticas
públicas, planes y programas, y la focalización y monitoreo de la lucha contra la pobreza y el
hambre.
El último informe de Evolución de los Indicadores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio al
2010 (INEI 2012) muestra que 31,3% de la población del Perú (9 millones 221 mil personas) está
en situación de pobreza, y que 9,8% vive en pobreza extrema (2,9 millones de personas). De igual
forma, 71 de cada 100 personas en edad de trabajar tienen un empleo en contraste con 65.7% en el
2001.
La tasa de crecimiento del PBI por persona empleada fue de 6.4% en el 2010 con respecto al
2009; si bien esta tasa es sustancialmente mayor que la lograda en el 2009 (debido al impacto de la
crisis internacional), es menor que la tasa de 7.8% alcanzada en el 2008.
En el 2010 se dio una mejora en el ingreso per cápita mensual (sobre todo en la población ubicada
en los niveles más bajos de ingresos). Se estima que este hecho contribuirá a reducir el hambre, ya
que ésta es consecuencia directa de la pobreza y los bajos ingresos. La desnutrición infantil que se
da en la población menos favorecida del país pone en peligro la vida de los niños y su desarrollo
(cognitivo y físico) futuro.
Si bien el informe grafica claras mejorías en los índices generales del país en torno del primer
ODM, éste también demuestra que aún existen profundas desigualdades cuando la información se
desagrega, por ejemplo, por lugar de residencia (área rural y urbana) y región natural (costa, sierra y
selva).
Pobreza
19,1% de la población que reside en áreas urbanas del país es afectada por la pobreza. Esta
cifra grafica una gran brecha si se le compara con la población que vive en áreas rurales y
que es considerada pobre: 54,2%.
Mientras que en la sierra del Perú la pobreza afecta a 49,1% de personas, en la selva incide
al 37,7% y en la costa al 17,7%. En las tres regiones, la mayor cantidad de pobres se
encuentra en las áreas rurales.
12,8% de los residentes de Lima Metropolitana son considerados pobres. Esta cifra se
magnifica si se toma en cuenta que en Lima vive más de un tercio de la población total del
Perú.
55,1% de la población del país considerada pobre vive en la sierra, 29, 2% en la costa y 15,
7% en la selva.
2,5% de la población del país que vive en el área urbana es afectada por la pobreza
extrema. En el área rural es casi diez veces más: 23,3%. A su vez, mientras que la
población que vive en la sierra y la selva es afectada por la pobreza extrema en un 20,1% y
12,8%, respectivamente; en la costa representa el 2%.
De cada diez personas que viven en pobreza extrema, ocho residen en áreas rurales del
Perú.
En 3,7 puntos porcentuales disminuyó la pobreza extrema en la sierra entre 2009 y 2010.
En la selva se redujo en 4,1 puntos porcentuales. En la costa, sin embargo, aumentó en 0,2
puntos porcentuales.
Empleo
A nivel nacional, 71 de cada 100 personas en edad de trabajar contaba con un empleo en el
2010. En diez años, esta estadística aumentó en 5,4%.
Ayacucho, Ica y Cusco fueron los departamentos con los índices más altos de crecimiento
de la productividad laboral entre 2001 y 2010. Los tres presentaron tasas promedio anual
superior al 5,0%. En líneas generales, la productividad laboral se incrementó en todos los
departamentos del Perú, a excepción de Pasco, en donde se redujo 0,5% en promedio cada
año.
Tasas de crecimiento promedio anual de la productividad laboral que van de 3,1% a 4,8%
se presentaron en departamentos como La Libertad, Arequipa, Apurímac, Amazona, Puno,
Tumbes, Piura y Lima (incluyendo el Callao).
En cuanto al empleo juvenil, el 39,2% de jóvenes que cuenta con uno son trabajadores
independientes (o empleados de trabajos familiares no remunerados). De todos ellos, los
hombres y las mujeres que tienen un empleo vulnerable son el 35,7% y el 43,7%,
respectivamente. Los más afectados son los jóvenes de áreas rurales.
Nutrición
En el Perú, la desnutrición global (peso para la edad) de niños menores de cinco años de
edad disminuyó en 0,8% entre el 2000 (7,1%) y 2010 (6,3%).
18,2% de niños menores de cinco años sufrían de desnutrición crónica en el 2010. Los más
afectados fueron los que vivían en el área rural, donde el 32,1% sufría este problema.
La incidencia de Déficit Calórico a nivel nacional en el 2010 fue de 28,4%. Esta tasa se ha
venido reduciendo desde el 2001, año en que representaba el 33,3%.
68,5% de los niños y las niñas de 11 años de edad culminan la educación primaria. Foto: Adriana
Garavito.
La meta del segundo Objetivo de Desarrollo del Milenio es lograr la enseñanza primaria universal
para el año 2015. Al respecto, muchas regiones en vías de desarrollo han tenido resultados
importantes: en el 2010, cerca del 95% de los niños y niñas recibían enseñanza primaria en América
Latina, Asia oriental, África septentrional y el Caribe. A nivel mundial, sin embargo, 61 millones de
niños en edad de recibir enseñanza primaria no asistían a la escuela, 71 millones de
adolescentes de entre 12 y 15 años no iban al colegio y los jóvenes analfabetos superaban los
120 millones. Debido a desigualdades en el acceso, la permanencia y la conclusión a tiempo, el
avance de este objetivo se ha ralentizado: entre el 2004 y el 2009 sólo aumentó dos puntos
porcentuales en todo el mundo (llegó al 89%).
Tasa neta de matrícula en educación primaria de niños y niñas de 6 a 11 años de edad, según
ámbitos geográficos*
96,5% fue la tasa neta de matrícula en educación primaria de niños de 6 a 11 años de edad
a nivel nacional en el 2010. Hubo un incremento importante a comparación del año 2002
(91,5%).
68,5% de los niños y las niñas de 11 años de edad culminan la educación primaria. En el
2001, el porcentaje era de 38,5%.
Según área de residencia, el 77,7% de los niños y las niñas del área urbana finalizan la
primaria. Esta cifra muestra una gran disparidad frente a la tasa de niños del área rural que
la concluyen: 49,6%.
Según regiones naturales, las tasas de los niños y las niñas de 11 años de edad que
culminan la educación primaria en la costa, sierra y selva son de 78,0%, 62,8% y 52,8%,
respectivamente.
La meta del tercer Objetivo de Desarrollo del Milenio es eliminar las desigualdades entre los
géneros en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los
niveles de la enseñanza antes de fines del 2015. Así, impulsamos iniciativas que fortalecen las
capacidades de la mujer y fomentamos políticas de Estado a favor de ella. Alrededor del mundo,
trabajamos en el asesoramiento de programas pro-mujer y en el desarrollo de capacidades. Además,
apoyamos proyectos que buscan la equidad de género con ONU Mujeres, entidad de las Naciones
Unidas para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
Nos preocupamos por la educación que pueden alcanzar las mujeres pues ésta es fundamental para
alcanzar otros ODM. A mayor educación, mayores probabilidades de acceder a un empleo de
calidad y vencer la pobreza. Se asegura un incremento en la salud materna y una disminución de la
mortalidad infantil y el embarazo adolescente. Se fortalece de manera directa una participación
ciudadana y política más activa e informada, y se fomenta la autonomía y la autovaloración de las
mujeres.
La equidad de género está presente de manera transversal en muchos de nuestros proyectos a nivel
nacional. Lograr la autonomía de la mujer es un desafío crucial para promover el desarrollo humano
y lograr el bienestar para todos y todas
Educación
En el 2010, el acceso a la educación primaria para las niñas representó un 93,3% y para
los niños 93,2%. El índice de paridad entre los sexos fue de 1,001 (esto graficaba una ligera
ventaja para las niñas).
Según el área de residencia, las cifras mostraban paridad tanto en el acceso a la educación
primaria para las niñas como para los niños del área urbana (en ambos casos era de 93,3%).
Lo mismo sucedía en el área rural (93,2%).
Según el área de residencia, el 85,3% de las mujeres y el 82,8% de los hombres de zonas
urbanas tuvieron acceso a educación secundaria. En el área rural, el porcentaje de mujeres
fue 66,1% y el de los hombres 68,2%.
25,2% de las mujeres entre los 17 y 24 años de edad accedieron a educación superior en el
2010. Esta tasa es mayor a la de los hombres, que fue de 22,5%. En el 2010, el índice de
paridad entre los sexos fue de 1,120.
Empleo
Mientras que la participación laboral femenina en el 2010 fue de 65,7%, la masculina fue
de 82,7%. En ambos casos se incrementaron desde el 2001, donde la participación fue de
58,4% y 80,1%, respectivamente.
37% del total de empleos remunerados del sector no agrícola en el 2010 correspondió a las
mujeres. En el 2001 esta proporción fue de 33%.
Según región natural, el porcentaje de empleos remunerados del sector no agrícola que
corresponde a las mujeres de la costa es 37,5%, de la sierra 36,4% y de la selva 33,9%.
29,8% del total de empleos remunerados del sector no agrícola en el 2010 correspondió a
mujeres del quintil inferior, y el 43,2% del quintil superior. En el 2001 la proporción fue de
20,6% y 38,6%, respectivamente.
Mientras que el 67,7% de las mujeres que tiene un empleo laboran en microempresas (de 1
a 5 trabajadores), solo el 54,0% de los hombres trabaja en estas. Un problema identificado
es que esta clase de empleos suele ofrecer a las mujeres ingresos menores y de baja
productividad.
En el 2010, a nivel nacional, la proporción del ingreso mensual de las mujeres con respecto
al de los hombres fue de 65.1%. En Lima Metropolitana representó 66,9% y en el resto del
país 60,7%.
21,5% de los escaños ocuparon las mujeres (28 parlamentarias) en las elecciones del 2011.
Este porcentaje es menor al 29,2% de los comicios del 2006 (35 parlamentarias).
Si bien 1731 hombres fueron elegidos alcaldes en los comicios municipales del 2011, solo
69 mujeres lograron ser alcaldesas. De igual manera, fueron elegidos 7405 regidores y solo
2783 regidoras.
La meta del cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio es reducir en dos terceras partes, para el
2015, la mortalidad de los niños y niñas menores de cinco años. Según el Informe ODM 2012, en
los últimos veinte años, en cinco de las nueve regiones en desarrollo en el mundo, se logró
disminuir en más del 50% la mortalidad de niños menores de 5 años. A pesar de ello, todavía se dan
grandes desigualdades: en América Latina, por ejemplo, existe una alta mortalidad infantil en la
zona rural a comparación de la urbana.
Lograr este objetivo implica considerar diferentes problemáticas: mejorar el sistema de salud
dirigido a mujeres gestantes, niños y niñas; promover la educación y el empoderamiento de las
mujeres; eliminar las desigualdades económicas y sociales para acceder a servicios básicos (como
agua potable y saneamiento); reducir la desnutrición crónica; lograr un mejor control de las
enfermedades infecciosas; difundir el uso adecuado de medicamentos. Si bien se han alcanzado
objetivos importantes al respecto, este ODM plantea al Perú aún muchos retos.
El Informe de Evolución de los Indicadores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio al 2010
(INEI 2012) muestra que la tasa de mortalidad infantil fue de 14 en el área urbana y 22 en el área
rural. Si bien se aprecia un progreso muy significativo con respecto al periodo 1991/92, cuando las
tasas fueron de 40 y 78, respectivamente, todavía persisten desigualdades entre ámbitos
geográficos. Lo mismo sucede a partir del nivel de ingreso. En el 2010, la tasa de mortalidad
infantil de menores de un año según nivel de ingreso de las familias fue: quintil inferior (22),
segundo quintil (21), quintil intermedio (15), cuarto quintil (9) y quintil superior (15).
Sólo Lambayeque (17), Ica (13) y Lima (11) tienen tasas de mortalidad infantil de menores
de un año iguales o inferiores a la tasa promedio nacional de 17.
Para los niños menores de cinco años, en el 2010, la tasa de mortalidad fue de 23
defunciones de niños menores de cinco años por cada mil nacidos vivos. Esta tasa se redujo
en 70,5% con respecto a 1991/92.
Según área de residencia, la tasa de defunciones de niños menores de cinco años por cada
mil nacidos vivos en la zona rural fue 33 y en la zona urbana 17. Con respecto a
1991/92, la tasa se redujo en 70,5% y 69,6%, respectivamente.
Sólo Lambayeque (23), Ica (18) y Lima (15) tienen tasas de mortalidad infantil de
menores de cinco años iguales o inferiores a la tasa promedio nacional de 23.
En el 2010, la tasa de mortalidad infantil de menores de cinco años según nivel de ingreso
de las familias fue: quintil inferior (32), segundo quintil (30), quintil intermedio (18),
cuarto quintil (12) y quintil superior (16).
83,4% de niños entre los 18 a 29 meses estaban vacunados contra el sarampión en el 2010.
En el área rural representaban un 85,1% y en la urbana 82,5%. A nivel nacional, Lima
Metropolitana mostraba una cobertura menor de 78,9%.
95% de los partos del área urbana fueron asistidos por personal profesional de la salud, mientras
que en el área rural la proporción fue de 63,7%. Foto: Melissa Villafranca
Reducir en tres cuartas partes la mortalidad materna y lograr el acceso universal a la salud
reproductiva para el 2015 son las dos metas consideradas dentro del quinto Objetivo de Desarrollo
del Milenio. En términos globales, en los últimos veinte años, la mortalidad de las madres se ha
reducido aproximadamente a la mitad: se estima que en el 2010 se dieron 287 mil muertes maternas
en el mundo (es decir, se produjo una reducción de 47% a comparación de 1990).
En muchas zonas rurales de América Latina, la falta de un médico al momento del parto es la causa
de muerte más generalizada entre las madres. Este problema se sobredimensiona si consideramos
que en muchos centros de salud, además de no existir infraestructura médica adecuada, no se
brindan servicios de calidad (como control prenatal, atención adecuada del parto y emergencias
obstétricas). Estas son algunas de las causas de defunciones y daños a la salud que podrían evitarse
gracias a atención médica de calidad. Esto incluye fortalecer los derechos de salud sexual y
reproductiva. Si bien hacia el año 2000 en América Latina se había logrado una cobertura del
cuidado prenatal en cerca del 90% de las madres, el acceso a la prestación de este tipo de atención
médica se ha ido frenando.
La mortalidad materna en el Perú afecta sobre todo a las mujeres de los estratos sociales menos
favorecidos. Por ejemplo, la proporción de partos atendidos por personal calificado es inferior entre
las mujeres de las áreas rurales en comparación con las de las áreas urbanas. En el 2010, nivel
nacional, el 83,8% de los partos fueron asistidos por un profesional de la salud.
95% de los partos del área urbana fueron asistidos por personal profesional de la salud,
mientras que en el área rural la proporción fue de 63,7%.
Los departamentos con el mayor porcentaje de partos atendidos por personal de salud
especializado son Tumbes (96%), Moquegua (96,2%), Lima (98,3%), Ica (97,9%),
Arequipa (95,5%) y Apurímac (98%).
Loreto es el departamento que tiene el porcentaje de partos atendidos por personal de salud
especializado más bajo a nivel nacional: 46,6%. Le sigue Ucayali (68,5%), San Martín
(73,1%), Puno (72,4%), La Libertad (82,6%), Junín (74,2%), Huancavelica (73,8%), Cusco
(81,9%), Cajamarca (61,6%) y Amazonas (68,5%) con porcentajes menores que el
promedio nacional (83,8%).
Cuatro o más visitas de control prenatal tuvieron el 92,9% de las mujeres embarazadas en
el 2010. Esta cifra se incrementó a comparación del periodo 1991/92, en donde el
porcentaje fue 47%.
El sexto Objetivo de Desarrollo del Milenio contempla tres metas a lograr: la primera es detener y
reducir la propagación del VIH/SIDA para el año 2015, la segunda busca el acceso universal al
tratamiento del VIH/SIDA de todas las personas que lo necesitan para el año 2010, y la tercera es
detener y reducir la incidencia del paludismo y otras enfermedades graves para el año 2015.
Como copatrocinador de ONUSIDA, trabajamos a nivel mundial para que los países sitúen el
VIH/SIDA en el centro de sus estrategias nacionales de desarrollo y reducción de pobreza.
Según el Informe de Evolución de los indicadores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio al
2010 (INEI 2012), de las 26 mil 336 personas con VIH/SIDA registradas por el Ministerio de Salud
desde 1985 a 2010, el 72,9% tienen edades entre los 25 y 49 años y el 14,4% entre 15 y 24 años.
Les siguen el grupo de personas cuyas edades están entre los 50 y 59 años (2,8%) y los mayores de
60 años (3%). Los menores de 14 años representan el 2,8% (522 son menores de cinco años).
Porcentaje de mujeres en edad fértil que saben cómo evitar la transmisión de VIH/Sida, según
características 2000-2010*
Las mujeres que viven en áreas urbanas son las más informadas sobre cómo evitar el
contagio del VIH/SIDA (93,7%). El porcentaje en área rural es 73,3% (esta tasa se ha
duplicado en diez años).
32,8% de mujeres no unidas y sexualmente activas son usuarias del condón. De este grupo,
es de mayor uso entre las adolescentes de 15 a 19 años de edad (42,6%).
7.-Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
Las áreas terrestres y marinas protegidas alcanzan los 18 millones 642 mil 766 hectáreas. Foto: PPD
del GEF/PNUD
El séptimo Objetivo de Desarrollo del Milenio tiene tres metas: la primera es incorporar los
principios del desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales e invertir la pérdida
de recursos del medio ambiente, la segunda está dirigida a disminuir a la mitad el porcentaje de
personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento para el año
2015, y la tercera es mejorar la vida de al menos 100 millones de personas que viven en tugurios
para el año 2020.
Por ello, apoyamos y brindamos asesoría técnica a los distintos niveles del Gobierno y entidades de
la sociedad civil en el diseño y puesta en marcha de políticas públicas, estrategias, planes y
programas que buscan el desarrollo sostenible y la protección de la biodiversidad a nivel nacional y
local. Los ODM, además, están establecidos en un marco de desarrollo sostenible, en donde se
fomentan el desarrollo económico y la equidad social, pero también la sostenibilidad ambiental.
El Perú está incluido entre los países más vulnerables frente al cambio climático (Tyndall Center,
2004). En este sentido, lograr el balance entre el desarrollo del país y una gestión ambiental
adecuada, que reduzca los pasivos causados por las actividades productivas ‒promoviendo la
conservación de la biodiversidad y el manejo eficiente de los recursos hídricos bajo un escenario de
cambio climático‒ es uno de los desafíos más importantes para el país en los próximos años, reto
para el cual cuenta con nuestro apoyo.
Existen avances en la meta de incorporar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y
los programas nacionales e invertir la pérdida de recursos del medio ambiente. En el Perú, el
consumo de sustancias agotadoras de la capa de ozono, como el clorofluorocarbonos (CFC), por
ejemplo, fue de cero (0) en el 2007, y se alcanzó la meta programada para el 2010 de manera
anticipada.
De igual modo, han mejorado los índices con respecto a las metas 2 y 3 de este ODM. A nivel
nacional, la población tiene mayor acceso a fuentes de agua potable y servicios de saneamiento. El
porcentaje de personas de las zonas urbanas que vive en tugurios disminuyó en 8,1% en la última
década.
Perú: Proporción de la población con acceso sostenible a mejores fuentes de abastecimiento de
agua, según ámbitos geográficos, 2001-2010 (% respecto del total de población)*
Más de 70 millones de hectáreas cubiertas por bosques tenía el Perú en 1990. Veinte años
después, el número se ha reducido a 68 millones y medio de hectáreas. Esto significa una
disminución del 54,8% de la superficie total a 53,1%.
Las emisiones de carbono per cápita se ubicaban en 2,9 toneladas métrica por persona en
1994. En el 2007, aumentó a 3,8 toneladas métricas por persona.
Las áreas terrestres y marinas protegidas alcanzan los 18 millones 642 mil 766 hectáreas
(14,5% del territorio nacional).
Los habitantes que viven en tugurios con respecto a la población urbana representan un
47,7%. En el 2001 el porcentaje era de 55,8%.
La meta del octavo Objetivo de Desarrollo del Milenio es dar acceso a los beneficios de las nuevas
tecnologías, sobre todo a las de información y comunicaciones, en colaboración con el sector
privado. En una sociedad altamente interconectada como la actual, mientras más conexión se tenga
con el exterior, será más fácil obtener recursos para financiar el desarrollo y crear puestos de trabajo
de calidad. La tarea de fomentar una asociación mundial para el desarrollo está relacionada
directamente con reducir las brechas que existen, por ejemplo, en el acceso a las Tecnologías de la
Información y de las Comunicaciones (TIC) pues éstas generan beneficios económicos y sociales.
La construcción de la Sociedad de la información es el gran desafío, según la Declaración de
Principios de la Cumbre Mundial para la Sociedad de la Información.
Apurímac (3,1%), Huancavelica (4%) y Puno (5,6%) son los departamentos con el
porcentaje más bajo de población que cuenta con telefonía fija.
La población que cuenta con telefonía fija según quintiles de riqueza está distribuida de la
siguiente manera: quintil inferior (2,5%), segundo quintil (12,6%), quintil intermedio
(28,6%), cuarto quintil (46, 7%) y quintil superior (67,1%).
El 25% de la población del Perú reside en hogares que cuentan con al menos una
computadora: Lima Metropolitana 38,9% y el resto del país 19,4%.
Amazonas es el departamento con el porcentaje más bajo de población que vive en hogares
que cuentan con al menos una computadora: 8%.
14% de peruanos reside en hogares con acceso a Internet. En el 2001, el porcentaje era tan
solo de 0,5%.
Huancavelica (0,7%), Apurímac (1,0%) y Puno (1,7%) son los departamentos con el
porcentaje más bajo de hogares con acceso a internet.