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Esta revista comenzó a finales de 2010. A principios de ese mismo año, otro
proyecto (menos ambicioso, pero harto más original) comenzó y concluyó al
poco tiempo, dejando el vacío que Lugones vino a llenar. Se trataba de la revista
mural Páginas en Blanco, cofundada junto a Eber Retamar. De edición quincenal,
constaba de una sola página (el índice ofrecía la sección “Todo” y, tras una línea
punteada, la indicación “Página 1”). Compuesta de cuatro páginas A4, o dos
A3, formaba un cartel, que luego salíamos a pegar –balde de engrudo y cepillo
en mano-, a altas horas de la noche, generalmente evitando los fines de sema-
nas, por las calles principales de Hurlingham.
La idea fue plagiada de los muchachos de Prisma. Hacia 1921, un grupo de
jóvenes poetas de vanguardia (entre los que se contaban Enrique González La-
nuza, Oliverio Girondo y Jorge Luis Borges) fundó la primera revista mural del
país.
La publicación de Páginas en blanco duró tres números. Un consuelo leve:
Prisma duró dos.
Cuando un proyecto colectivo muere, rara vez sus integrantes se enteran a
tiempo; las cosas se van debilitando sin que lo notemos; el proyecto ha muerto,
y no nos enteramos hasta mucho después. Quizá por eso fue recién en octubre
de 2010 que el primer número de Lugones fue publicado. A diferencia de Pági-
nas, este proyecto había sido encarado en soledad. Al menos al principio (debe
mencionarse la ayuda de Garpar Casoy y Eber Retamar para la impresión de
números posteriores), la elección de textos, la redacción de notas editoriales, las
traducciones, la edición y corrección, fueron realizadas por la misma mano tor-
pe y desocupada. Tanto Páginas en Blanco como Lugones fueron proyectos lleva-
dos a cabo en el desempleo; es decir, con poquísimos fondos, con muchos sacri-
ficios y con mucho tiempo para trabajar. El resultado fue esperable: no nos leyó
nadie, pero los números eran cada vez mejores y sus páginas cobijaban textos
de valor.
1
Un detalle: ya existió, en los sesenta, en la ciudad de Córdoba, una revista
llamada Lugones. No nos desvelamos; la nuestra es Revista Lugones, y ya.
La publicación fue en papel y digitalizada. La versión física era repartida
por bibliotecas públicas y centros culturales de Hurlingham y, aproximadamen-
te a partir del tercer número, de Capital (debemos a Gaspar Casoy ese alcance).
Duró hasta el séptimo número (su aniversario), de noviembre de 2011. La tirada
mayormente tuvo una regularidad bimensual.
Último manotazo de ahogado: incluimos aquí el octavo número, inédito,
que muy tarde (mayo de 2012) quiso compensar con algunas páginas más la
demora, la ausencia, el abandono.
2
De lejos, el primer número de Páginas en Blanco, enero de 2010.
3
Lugones
Octubre de 2010 Revista Literaria.- Número 1
Advertencia
Usted tiene en sus manos una revista literaria; es decir, una revista
de literatura. Y “¿qué es la literatura?”, preguntará el atinado lector. Mu-
chos, con mayor o menor fortuna, han planteado ya la cuestión. Bástenos
decir esto: la literatura está en los detalles. No en los delirios calculados
del Ulysses, ni en los mecánicos argumentos de Conan Doyle, ni en los
épicos muros de Troya, ni en las nítidas pesadillas de Kafka, ni en las lar-
gas caminatas de Dante, ni en la estudiada venganza de Emma Zunz. La
literatura no está en los arduos recuerdos de Proust, sino en cada línea de
Proust, en cada frase, en sus cuidadas descripciones, en su prosa cargadí-
sima. No está en la concurrida agonía de Alonso Quijano, sino en las pa-
labras con que Cervantes narra esa agonía.
La literatura busca la belleza. Estas páginas, también.
Escribimos desde lejos, en la más estricta de las soledades. Tras el
dolor de un desengaño, tras el paso de la muerte, tras la visión de la Dio-
sa, escribimos. Y lo hacemos con la triste sensación de vacuidad del litera-
to, del hombre de letras que sabe que vive entre letras. Después de haber-
nos vaciado de nosotros mismos (el símil de Pavese: como un fusil dispara-
do, que aún se sacude y humea), miramos la página acribillada y pensamos
“¿Le gustará a Fulano?”.
Es una tarea dura cambiar el mundo con las letras.
No le faltan a esta edición textos indiscutiblemente grandes: Borges,
Petronio, Chesterton, Bloy… Leopoldo Lugones. No hay ninguna razón
para que usted no lea esta revista. En cuanto a los autores noveles, mu-
chos de ellos albergan auténticas felicidades.
Nicolás Ricci
1
Índice:
Advertencia................................................................................................. 1
Microrrelatos, Gaspar Ariel Casoy ......................................................... 2
Versos del soldado atroz, Eass Laperdian ............................................. 3
Aforismos, Juan Chomnalez ................................................................... 4
Despertar en el parque, Eber Retamar .................................................... 4
Curiosidad literaria .................................................................................. 5
Sobre I, Corintios, 13, 12, Leon Bloy....................................................... 8
El ocaso, Nicolás Ricci .............................................................................. 8
La función del poeta, G. K. Chesterton................................................... 9
El joven poeta, un promedio, Pedro Monroy......................................... 10
Un creyente, George Loring Frost............................................................ 10
Palabradurías, Eriatarka .......................................................................... 11
El lobo, Petronio ........................................................................................ 11
Dos sonetos: Leopoldo Lugones ............................................................. 12
Sin título, Ianthym .................................................................................... 12
MICRORRELATOS
2
Estando por terminar el verano, una hoja caída mostraba por partes,
del centro a las puntas, cómo el verde perdía pigmentos azules hasta
quedar amarillo y el amarillo perdía humedad hasta quedar marrón,
como si el otoño ensayara en una paleta sus colores definitivos.
29
Se buscaban, se veían y no se tocaban, como si fueran alfiles que van
por diagonales de distinto color en un tablero en el que las casillas oscu-
ras no fueron pintadas.
40
Durante unos días de calor, una moneda cayó por descuido y per-
maneció en la calle. Entonces el calor la dejó pegada, algo hundida en el
asfalto, y cada vez que algún transeúnte casual la descubría y se incli-
naba para levantarla, desistía enseguida, la moneda no se podía despe-
gar; y ya nadie imagina en qué se hubiera gastado.
2
61
Soñaba que Cecilia era una de sus hermanas, y entonces podía querer-
la como a una entre ellas, porque Cecilia le había dicho que quería ser su
amiga cuando lo rechazó, y después él no le habló más; entonces sentía
que así culminaba su amor por Cecilia, y se sentía aliviado. Pero termi-
nándose el sueño se daba cuenta de que Cecilia no era su hermana, y
volvía a sufrir por ella. Pero al despertar se olvidó de esa última parte del
sueño, y sólo se acordaba de haber soñado que Cecilia era su hermana.
64
Lo volvió a ver, después de veinte años, con los mismos tics de pen-
samiento de su adolescencia; con sus promesas de pensamiento converti-
das en tics. Sin haber avanzado nada sobre los lugares comunes de su
supuesta intelectualidad, y con la mandíbula más rígida cuando sonreía
autocomplaciente después de repetir alguna de las fórmulas que conside-
raba sus grandes hallazgos.
EASS LAPERDIAN
Ojo de buey (1996)
3
AFORISMOS
Cuando decidís plantar una semilla, estás colaborando con el equi-
librio del universo. Cuando decidís matar una hormiga, también.
Más peligroso que acelerar, es la inercia.
Lo que en la claridad parece, en la oscuridad desaparece y lo que
realmente es, aparece.
Todo lo que te interesa está por ahí, en el mundo; y vos, en tu casa.
JUAN CHOMNALEZ
DESPERTAR EN EL PARQUE
Comprendió que no valía la pena y se volvió a sentar en el mismo
banco del que se acababa de incorporar, la miró alejarse hasta que le
resultó imposible identificar su figura en la multitud. Se propuso no
llorar durante algunos minutos más. Sostuvo en su mano izquierda un
arma imaginaria, y se disparó dos veces en la sien, lo que le produjo
gracia, y comenzó a llorar.
Recordó, lo que creía, fue la primera vez que lloró, recordó los bra-
zos de su madre rodeando su torso y equívocamente abrió los ojos
para verla mejor.
Volvió su mirada a la multitud, y no la encontró regresando como
esperaba, durante unos minutos jugó a descubrir su escondite, y se
imaginó a sí mismo observado desde distintos puntos del parque.
Advirtió una mancha en su placa y la limpió, luego despertó, corrió a
la cocina y abrazó a su madre con fuerza.
EBER RETAMAR
4
CURIOSIDAD LITERARIA
Noticia preliminar
5
LAS CALLES
6
LOS CONJURADOS
7
Sobre I, Corintios, 13, 12
Per speculum in aenigmate, dice San Pablo. Vemos todas las cosas al
revés. Cuando creemos dar, recibimos, etcétera. Entonces (me dice
una querida alma angustiada) nosotros estamos en el cielo y Dios
sufre en la tierra.
LEON BLOY
EL OCASO
NICOLÁS RICCI
Rosas de trapo (2010)
LA FUNCIÓN DEL POETA
La grandeza de Homero consiste en el hecho de que logró que los
hombres sientan, lo que ya estaban bastante preparados para pensar,
que la vida es un extraño misterio en el que un héroe podía equivocarse
y otro héroe podía caer. El poeta hace que los hombres adviertan cuán
grandes son las grandes emociones que ellos, en menor medida, ya han
experimentado. Todo hombre que haya intentado mantener vigente
algo bueno, así sea un pequeño club o periódico o protesta política, toca
las profundidades de su alma al escuchar esa recurrente línea, que sólo
puede ser pronunciada débilmente: «Porque verdaderamente sé en mi
corazón y mi alma que Troya caerá». Todo hombre que evoca tiempos
viejos, para sí y para otros, y advierte los cambios que corrompen algo
en nuestro interior que es inalterable, comprende mejor la inmensidad
de su propio carácter en el sonido de las palabras griegas, que signifi-
can: «Porque, según hemos oído, tú también, anciano, fuiste alguna vez
feliz».
Esas palabras son poesía, y, por lo tanto, nunca han sido traduci-
das. Pero quizá haya gente para quienes hasta las palabras de Shakes-
peare necesitan traducción. De todos modos, lo que un hombre apren-
de de Romeo y Julieta no es una nueva teoría del sexo; es el misterio de
algo mucho más que lo que los sensualistas llaman sexo, y que los ca-
nallas llaman atracción sexual. Lo que aprende de Romeo y Julieta no es
llamar al primer amor “calf-love”; ni llamar “fleeting love” al coqueteo;
sino que comprende que estas cosas, que mucha gente vulgar ha vulga-
rizado, no son vulgares. El gran poeta existe para demostrarle al hom-
bre pequeño cuán grande es. Un hombre no aprende de Hamlet un
nuevo método de psicoanálisis, ni el tratamiento apropiado para luná-
ticos. Lo que aprende es a no despreciar el alma por pequeña; incluso
cuando críticos más bien femeninos dicen que la voluntad es débil.
¡Como si la voluntad fuera lo suficientemente fuerte para las tareas que
confronta en este mundo! El gran poeta es el único lo suficientemente
fuerte como para medir esa quebrantada fuerza que llamamos la debi-
lidad del hombre.
G. K. CHESTERTON
Chaucer (1932)
9
EL JOVEN POETA,
UN PROMEDIO
Es grandilocuente. Dice cosas pequeñas, de un modo pequeño,
con palabras grandes.
Desdeña los metros clásicos, la rima, los epítetos, la corrección de
los textos, la belleza. Carece de toda sensibilidad por las palabras.
Es adolescente. Y esa trágica condición no se deja conmover por
la edad.
Odia a Sarmiento. No ha leído el Facundo.
Es un discípulo de Joyce. Jamás leyó el Ulises.
Va por el mundo con un injustificado aire de superioridad. Aca-
so cree haber inventado el surrealismo.
Jamás ha descendido al Purgatorio.
No reconoció el anterior endecasílabo.
Si alguna vez se preguntó qué era la poesía, se encogió de hom-
bros y siguió.
Confunde la sordidez con la intensidad, ya en una escena, ya en
una palabra.
Se enorgullece de saber que Sócrates no escribió.
Ha ensayado versos en inglés.
Está íntimamente convencido de que su desprecio por el fútbol
es la confirmación inapelable de su destino poético.
De Quincey, para él, es un sonido.
PEDRO MONROY
La decadencia del verso (1985)
UN CREYENTE
Al caer de la tarde, dos desconocidos se encuentran en los oscuros co-
rredores de una galería de cuadros. Con un ligero escalofrío, uno de ellos
dijo: —Este lugar es siniestro. ¿Usted cree en fantasmas? —Yo no —
respondió el otro—. ¿Y usted? —Yo sí —dijo el primero y desapareció.
ERIATARKA
EL LOBO
Logré que uno de mis compañeros de hostería —un soldado más valiente
que Plutón— me acompañara. Al primer canto del gallo, emprendimos la mar-
cha; brillaba la luna como el sol a mediodía. Llegamos a unas tumbas. Mi hombre
se para; empieza a conjurar astros; yo me siento y me pongo a contar las colum-
nas y a canturrear. Al rato me vuelvo hacia mi compañero y lo veo desnudarse y
dejar la ropa al borde del camino. De miedo se me abrieron las carnes; me quedé
como muerto: Lo vi orinar alrededor de su ropa y convertirse en lobo.
Lobo, rompió a dar aullidos y huyó al bosque.
Fui a recoger su ropa y vi que se había transformado en piedra.
Desenvainé la espada y temblando llegué a casa. Melisa se extrañó de ver-
me llegar a tales horas. "Si hubieras llegado un poco antes", me dijo, "hubieras
podido ayudarnos: Un lobo ha penetrado en el redil y ha matado las ovejas; fue
una verdadera carnicería; logró escapar, pero uno de los esclavos le atravesó el
pescuezo con la lanza."
Al día siguiente volví por el camino de las tumbas. En lugar de la ropa pe-
trificada había una mancha de sangre.
Entré en la hostería; el soldado estaba tendido en un lecho. Sangraba como
un buey; un médico estaba curándole el cuello.
PETRONIO
Satiricón, cap. LXII (siglo I)
11
Dos sonetos de Lugones
ALMA VENTUROSA EL ÉXTASIS
Fue silencio y temblor nuestra sorpresa, Mientras en las espumas del torrente
mas ya la plenitud de la promesa deshojaba tu amor sus primaveras
nos infundía un júbilo tan blando, de muselina, relevó el ambiente
LEOPOLDO LUGONES
Los crepúsculos del jardín (1905)
Prólogo
Hace algunos años (y aún quedan vestigios de esas épocas), los responsa-
bles de publicaciones como ésta escribían manifiestos. Largos, a veces ilegi-
bles textos donde presentaban sus intenciones y principios. Hostiles por re-
gla, también buscaban enemigos. Frecuentemente, a lo largo de siglos de “vi-
da cultural”, hubo artistas que se declaraban enemigos de los grandes para
contagiarse algo de su grandeza. El mecanismo se basaba en que, en la mente
del público, la imagen de los manifestantes subiera a la altura de sus enemi-
gos.
Todas las vanguardias sucumbieron al uso del manifiesto. Surrealistas,
cubistas, dadaístas, ultraístas, Florida y Boedo…
He aquí el problema de los manifiestos: pretenden adoctrinar. Nosotros
no queremos más que insinuar hacia dónde sentimos que la literatura ha de
conseguir mayores felicidades. Podemos indicarlo con una mirada cómplice o
con un epíteto oportuno; las señales están ahí, en los textos. Yo quisiera seña-
lar los Aforismos de Casoy, aquí publicados. En ellos hay indicios de lo que
hablo. El nombre de esta revista (que no es Bukowski, que no es Tzara) tampo-
co es inocente de señales.
He resistido la tentación (que me entregaría para siempre a las tinieblas
del ingenio insuficiente) de titular este prólogo Manifiesto anti-manifiestos.
Nicolás Ricci
Índice:
Prólogo ................................................................................................... 1
Estatura de los personajes, Ernesto Sabato ...................................... 2
Aforismos, Gaspar Ariel Casoy .......................................................... 3
Magos, Alejandro Dolina..................................................................... 5
Curiosidad literaria ............................................................................. 6
El buitre, Franz Kafka .......................................................................... 8
El cometa inferior, Diego Barletta ...................................................... 9
Ayer, Nicolás Ricci ................................................................................ 9
Justo destino, Eriatarka........................................................................ 10
Protesta, Eass Laperdian..................................................................... 10
El mundo, David Hume ....................................................................... 10
El gesto de la Muerte, Jean Cocteau ................................................... 11
Final para un cuento policial, Eber Retamar.................................... 11
Dos sonetos: Enrique Banchs.............................................................. 12
Nocturno suicidio, Silvana D’Antoni................................................. 12
ERNESTO SABATO
El escritor y sus fantasmas (1963)
2
AFORISMOS
18
La inspiración comienza al percibir en algo una singularidad inasible;
pero una respiración poética se completa exhalando con palabras aque-
llo que, por considerarlo inexpresable, el no poeta renuncia desde un
principio a expresar.
19
Si un buen lector puede evaluar a un escritor leyendo una sola de sus
frases es porque, como si fuera una célula, en cada frase está todo el
código genético del pensamiento.
20
La literatura más original nunca deja de ser un tráfico de influencias
entre los predecesores de un autor y sus continuadores.
37
Toda literatura valiosa duda del yo, lo niega o lo limita. La mala lite-
ratura lo afirma con ansiedad.
44
Hay escritores que justifican todas las licencias del gusto narrando en
primera persona según un personaje que escribe mal.
52
Entre el buen escritor y el pretencioso no hay una diferencia de natu-
raleza sino de grado, una diferencia en la etapa de maduración alcan-
zada; porque el estilo pretencioso es un estilo que expresa un intenso
deseo de escribir bien sin conseguirlo aún, y muy difícilmente se lo
consiga sin antes desearlo mucho infructuosamente, como prueban las
obras primerizas de Borges o de Proust. Un escritor mediocre, en cam-
bio, puede no caer en un estilo pretencioso, manteniéndose siempre
llano por no haberle interesado nunca escribir con intensidad expresi-
va.
3
53
El escritor que sea mejor escritor que lector tendrá facilidad y carecerá
de gusto; sólo no se conformará con resultados mediocres el escritor que 3
sea mejor lector que escritor. Por eso Borges no se enorgullecía de lo que
había escrito sino de lo que había leído.
61
La dificultad de evaluar literariamente los escritos propios se debe a
que la fuerza emotiva de las imágenes no verbales que motivaron la
escritura impone al juicio la falsa evidencia de que imágenes y palabras
se corresponden entre sí, y que entonces las palabras son claras y sufi-
cientes. La lectura autocrítica exige que el juicio no atienda estas emo-
ciones; pero más fácil que no atenderlas es olvidarlas dejando pasar un
tiempo, un tiempo que Horacio aconsejaba prolongar nueve años.
63
Suele ocurrir que cuando un escritor es capaz de ver y sentir como ar-
tista, todavía no sabe escribir como tal, pero una vez que lo consigue, ya
no ve ni siente; entonces sólo puede reescribir indefinidamente sus pri-
meras intuiciones.
67
En la tendencia al autoplagio, coinciden la ilusión de originalidad de
los proyectos literarios y la resistencia a cotejar con lo ya publicado.
73
Hay defensores de filósofos o escritores incomprensibles que acuden al
argumento de que para juzgarlos hay que leerlos en sus idiomas origina-
les, para así descalificar a quienes los juzgan y dilatar la defensa el tiem-
po de estas nuevas pruebas. Pero los verdaderos clásicos universales no
quedaron incomprendidos al traducirse. Porque el argumento de la
intraducibilidad es sólo una variante más del argumentum ad hominem.
106
La literatura universal es, por definición, siempre traducible; si no fue-
ra traducible, no sería universal.
GASPAR ARIEL CASOY
Aforismos y microrrelatos (2009)
4
MAGOS
ALEJANDRO DOLINA
Bar del Infierno (2005)
5
CURIOSIDAD LITERARIA
Noticia preliminar
En 1960 fue publicado El hacedor —el primer libro de versos
indiscutiblemente grande de Borges—, que contiene la primera
versión del poema “Límites”. Está en verso libre y bajo nombre
supuesto. El libro concluye con un Museo, donde el autor simula
hacer públicos ciertos descubrimientos literarios y rescatar auto-
res injustamente olvidados. El poema está adjudicado al libro
«Inscripciones, de Julio Platero Haedo (Montevideo, 1923)». Libro,
autor, ciudad y fecha son falsos. (He encontrado, documentán-
dome, gente que creía todos esos datos; otros, que sabían que los
versos eran de Borges pero creían que efectivamente correspondí-
an a 1923.)
La segunda versión, la perfecta, fue publicada en La Nación en
marzo de 1958. Luego, fue recogida en el libro El otro, el mismo, de
1964. Los versos son rigurosamente pulidos. La idea llega a des-
arrollarse por completo. Y cierra con uno de los endecasílabos
más hermosos de la lengua española...
Releo la página. Todo este caos de fechas, de títulos, estos pá-
rrafos de narrativa titubeante, podrían reemplazarse con estas
palabras, infinitamente mejores, que Borges le decía a Bioy Casa-
res, en 1948: «El libro es la sombra de algo que está en la mente del au-
tor y que el autor no conoce claramente: esa sombra llega a ser y lo otro
desaparece. La obra llega a ser lo real y la idea va quedando como vesti-
gio de la obra, progresivamente más irreal. Al ver los poemas tempranos
de Yeats —buenos al cabo de veinte años, tras muchas correcciones—, he
pensado que los escribió para llegar a esta forma: son poemas que han
necesitado toda la vida del autor para llegar a la forma perfecta».
6
LÍMITES
Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar.
Hay una calle próxima que está vedada a mis pasos,
hay un espejo que me ha visto por última vez,
hay una puerta que he cerrado hasta el fin del mundo.
Entre los libros de mi biblioteca (estoy viéndolos)
hay alguno que ya nunca abriré.
Este verano cumpliré cincuenta años;
la muerte me desgasta, incesante.
JORGE LUIS BORGES
El hacedor (1960)
7
EL BUITRE
FRANZ KAFKA
Beim Bau der Chinesischen Mauer (1920)
8
EL COMETA INFERIOR
así como la fricción del fósforo
trae al mundo una llama
el carraspeo de mi creador
me engendra y me amasa
nazco y trepo blanda hogaza
acaricio mi ímpetu elástico
vestido de tenue espuma
compenetrado en mi parábola
me abalanzo verdoso
unto ignoto una baldosa
mi creador se aleja silbando
el tiempo me hace costra
DIEGO BARLETTA
AYER
Aquí, en las tardes últimas, persiste
el eco del ayer de mi memoria,
que nunca ha de ser parte de la Historia
que el hombre escribirá. ¡Me mira triste
un niño desde el fondo de un retrato,
pidiéndome perdón! Secretamente
se fue transfigurando en el doliente
que escribe la elegía que dilato.
No puedo enumerar los desconsuelos,
las lágrimas vertidas, los desvelos.
¿No ves que mi pasado me da miedo?
Y no soy otra cosa que pasado.
Soy un ayer fugaz, desconsolado,
un verso de Francisco de Quevedo.
NICOLÁS RICCI
Rosas de trapo (2010) 9
JUSTO DESTINO PROTESTA
EL MUNDO
El mundo es tal vez el bosquejo rudimentario de algún Dios in-
fantil, que lo abandonó a medio hacer, avergonzado de su ejecución
deficiente; es obra de un dios subalterno, de quien los dioses superio-
res se burlan; es la confusa producción de una divinidad decrépita y
jubilada, que ya se ha muerto.
DAVID HUME
Dialogues Concerning Natural Religion, V. (1779)
10
EL GESTO DE LA MUERTE
JEAN COCTEAU
Le Grand écart (1923)
11
Dos sonetos de Banchs
8.
En la fosca y solemne cumbre crece NOCTURNO SUICIDIO
el leucerón; la nieve es su sustento;
y en el hospitalario valle el viento Escuché el grito de la sangre, no
las campanitas del muguete mece.
el mío.
La flor que en el radioso encumbramiento Sentí el calor del torrente,
solitaria y sufrida languidece que me mojaba las manos
no se puede juntar con la que ofrece
que brotaba de mi cuello
al llano azul su perfumado aliento.
para perderse en un hilo.
Y sin embargo, al fin, las dos cortadas, Y me vi, muerto
en una misma copa se marchitan
con el silencio incrustado en el
en sombrías alcobas, olvidadas...
cuerpo,
Inútil nos separa opuesta suerte, sin sombra,
y en vano los orgullos nos evitan:
dormido.
nos hallaremos juntos en la muerte.
ENRIQUE BANCHS
12
La urna (1911)
Lugones
Febrero de 2011 Revista Literaria.- Número 3
1
Índice:
Dicebamus hesterna die ......................................................................... 1
Cuatro reflexiones, Franz Kafka .......................................................... 2
Yendo y siendo, Eriatarka ...................................................................... 3
Clamores, Julio Lams ............................................................................. 3
Soliloquio de Ecclebaum, Eass Laperdian........................................... 4
Tres poemas breves, Ianthym................................................................ 4
Aforismos, Gaspar Ariel Casoy ............................................................ 5
CURIOSIDAD LITERARIA ................................................................ 6
Celeste II, Copass Garay........................................................................ 8
El arte y la belleza Adolfo Bioy Casares............................................. 8
A Sócrates, Nicolás Ricci ....................................................................... 9
Galateanas, Daniel González Dueñas................................................. 9
La fuerza de la imaginación, Michel de Montaigne .......................... 10
El juramento del cautivo ....................................................................... 10
Cuento, Eber Retamar ............................................................................ 11
Ming Tang, Arthur Walley .................................................................... 11
DOS SONETOS: Francisco de Quevedo............................................ 12
El espejo, Silvana D’Antoni................................................................... 12
CUATRO REFLEXIONES
Leopardos irrumpen en el templo y beben hasta la última gota los cáli-
ces del sacrificio; esto sucede muchas veces; finalmente, se cuenta con ello y
forma parte de la ceremonia.
Los cuervos afirman que un solo cuervo podría destruir los cielos. Indu-
dablemente, así es, pero el hecho no prueba nada contra los cielos, porque
los cielos no significan otra cosa que la imposibilidad de los cuervos.
Los perros de caza están jugando en el patio, pero la liebre no escapará,
por velozmente que ahora esté huyendo por el bosque.
Les dieron a elegir entre ser reyes o correos de los reyes. Como niños,
todos eligieron ser correos. Y así ahora hay muchos correos, se afanan por el
mundo y, como no quedan reyes, se gritan sus insensatos y anticuados men-
sajes. Con alivio darían fin a sus vidas miserables, pero no se atreven, por el
juramento profesional.
FRANZ KAFKA
Reflexiones sobre el pecado, el dolor, la esperanza y el verdadero camino (1919)
2
YENDO Y SIENDO
vas y vas, y de cara al sol.
se te evaporan miles risas y sonrisas,
y por atrás se asoman nuevas y hambrientas
otras miles más.
tus pies están autónomos hoy,
y tu voluntad te hace una fiesta de propuestas.
yendo y yendo, y cayendo, y sin querer siendo feliz.
empujando a tu ser, a ser...y a nada más que eso.
ir, por ir, y que nada importe,
y que el sol no sólo evapore las sonrisas y se alimente de vos,
que también te acaricie la cara y la tiña de todos los colores...
estar y estar, al pie de todo y de todos,
y en todo momento sentirme parte del mundo,
en la plenitud de las percepciones...
cuesta arriba mi olfato, hasta oler las estrellas,
cuesta abajo mis manos hasta convertirse en raíces.
ERIATARKA
CLAMORES
Sólo una vez estuve donde no había estado nunca: en la Nada. Allí
volveré, pero –claro– ya no será lo mismo.
Hace algún tiempo que vivo emocionalmente al día. No es fácil en-
contrar todos los días algo por qué vivir.
Dios duele. Unamuno y Spinoza lo sabían.
¡Que desconsuelo descubrir que las profundidades de nuestras al-
mas están expuestas en las primeras quince páginas de cualquier in-
troducción a la psicología!
JULIO LAMS
3
SOLILOQUIO DE ECCLEBAUM
«Este afiebrado día irrumpe y retumba en mi cráneo como un águila
de trueno. Tengo en mis manos una lluvia tan suave y la idea de exorci-
zar, de regenerarme y exorcizarlo todo. Los hombres me han quitado la
piel.
«Ellos piensan así. Todo se acaba con la piel. Y se equivocan tanto,
como los relojes a veces, y se ve que son sólo inconcluso.
«Sigo aquí. Mi piel la tienen ellos, pero yo estoy, soy una presencia
asida al metal del viento. Y puedo ver al pasar, cómo se abren los días.
Es mi única necesidad.
«Yo abría los días para espantar a los hombres, para despertarlos,
para forzarlos a mirar, a concluir hacia algo. Ellos se llevaron mi piel:
decían que yo era el mal que los aquejaba, odiaban mi interrupción y
atroz removimiento del orden que tienen, que no es más que la negación
misma de la vida, como hecho trascendente y no meramente circunstan-
cial.
«Pero no han podido con mi sangre, y aún comprendo la función de
los días y aún observo al abredías romper, y es mi idea de exorcizar, y es
lo que debo hacer, y alguna vez lo verán los hombres».
EASS LAPERDIAN
Ojo de buey (1996)
16
Remotos en el tiempo y en el espacio, no distinguimos la lejanía
de los primeros recuerdos ni de las estrellas, sólo su magnitud contra
un fondo de misterio.
42
La rutina alarga los días y acorta los años, demora las horas de
cada día en pos del final de la jornada y hace de todos los lunes un
lunes, de todas las semanas una semana, de todos los años un año.
48
Cada vez que repetimos una acción realizada infinidad de veces,
la atención se atrofia y cuesta cada vez más diferenciar un momento
de todos los momentos idénticos superpuestos. La repetición hace
hábitos, los hábitos van cubriendo los días y los días se igualan entre
sí.
60
Emitimos tiempo como si emitiéramos moneda, y cuanto más
tiempo llevamos emitido, menos vale, más rápido se nos va.
115
Para la niñez, la muerte es una idea inasimilable, que no puede
integrarse al presente, una idea informe, indivisible y oscura. La ve-
jez, en cambio, acepta la idea de la muerte, que ya se hubo repartido
en el presente: en las enfermedades, el cansancio, en la muerte de
familiares y amigos. La muerte está por delante, pero ya dejó rastros
en todas las direcciones.
Borges / Porchia
En 2006, se publicó el libro Borges, de Bioy Casares, en el que se
recogen las notas de sus diarios, referidas a Borges. El libro abarca
desde 1931 hasta 1989, y abunda en anécdotas y diálogos. Pero se
destaca el pensamiento, el juicio literario, la crítica aguda e imparcial.
A lo largo del libro advertimos que Borges es especialmente severo
con sus contemporáneos. En las 1660 páginas del volumen, Porchia
(o Voces, su único libro) sólo es nombrado dos veces. Y una de ellas,
al pasar. Tomemos, pues, la otra mención. En la página 952, se lee:
6
Cien hombres, juntos, son la centésima parte de un hombre.
Curiosidad anexa
Recién escrita esta nota, he dado con ecos de la frase de Porchia
en Gaspar Casoy. He aquí su aforismo 96:
Bibliografía
GONZÁLEZ DUEÑAS, Daniel: “Borges y Porchia: el aquí y el ahora”,
en Revista de la Universidad de México. Nueva Época, núm. 48, febrero de
2008; pp. 15-22.
BIOY CASARES, Adolfo: Borges. Editorial Destino; 2006.
CASOY, Gaspar Ariel: Aforismos y microrrelatos. Photon Press; 2009.
7
CELESTE II
Coqueta y al teléfono, Celeste,
te me negás al tacto y a la vista,
para que cuando ansioso yo te insista,
aplaces nuestra cita y no proteste.
Mas muta los sentidos el deseo;
porque cuando me hablás en un llamado,
se hace mi oído un tacto prolongado
por el latir aéreo del ondeo
material de tu voz, que son caricias
sonoras de tu orgánica armonía.
Si me elude tu dulce lejanía,
tomo tus elusiones por ficticias,
que tímpanos tu voz hace mis huesos
y conversando me cubrís de besos.
COPASS GARAY
EL ARTE Y LA BELLEZA
8
A SÓCRATES
Escucha, mi lejano confidente,
la más profunda de mis muchas penas:
Quisiera proceder valientemente,
como tú procediste, allí en Atenas.
NICOLÁS RICCI
Rosas de trapo (2010)
GALATEANAS
a Paloma, Alondra y Rama
1 2 3
Luego de terminada La mano moldea grifos Las gárgolas esperan
la escultura posa y no inventa: recuerda a que el libro de piedra
para que el modelo La piel todo ha tocado despierte en los ojos
esculpa al escultor hasta el día del exilio catedrales dormidas
4 5 6
La marea terminó Dos ciudades, dos tiempos Cuando el viento moldea
por esculpir la luna Las estatuas no yacen los huecos, la escultura
Ciertos seres arriban posan con parsimonia pendiente se reanima
tras una larga espera para seres de luz El mundo caracol
7
La selva canta
El silencio puede rastrearse
porque sólo él deja DANIEL GONZÁLEZ DUEÑAS
huellas sonoras Para reconstruir a Galatea (1989)
9
LA FUERZA DE LA IMAGINACIÓN
MICHEL DE MONTAIGNE
Les Essais, I, 20 (1580)
EBER RETAMAR
MING TANG
El Ming Tang era un edificio mágico, que aseguraba poder sobre el
Universo y tenía su forma. Según los libros antiguos debía ser una choza,
con techo de paja. La emperatriz Wu Hou no se resignó a tanta humildad, y
levantó un Ming Tang enorme y suntuoso, que desagradó al cielo.
ARTHUR WALLEY
Li Po (1959)
11
Dos sonetos de Quevedo
SALMO XIX
¡Cómo de entre mis manos te resbalas! EL ESPEJO
¡Oh, cómo te deslizas, edad mía!
¡Qué mudos pasos traes, oh, muerte fría, Quiero curarme el dolor
pues con callado pie todo lo igualas! de la vida transcurrida.
Hoy me brotaron nostalgias
Feroz, de tierra el débil muro escalas, y me quedé sin sonrisa.
en quien lozana juventud se fía;
mas ya mi corazón del postrer día Y mi cuerpo un poco tieso
atiende el vuelo, sin mirar las alas. desgastado por los años,
se detuvo en el espejo
¡Oh, condición mortal! ¡Oh, dura suerte! no tan viejo y demacrado.
¡Que no puedo querer vivir mañana
sin la pensión de procurar mi muerte! Tersas y hábiles manos
en mi cuerpo de otros días,
Cualquier instante de la vida humana rígidos dedos delgados
es nueva ejecución, con que me advierte en el final de mi vida.
cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana.
A ROMA SEPULTADA EN SUS RUI RUINAS Entonces estando juntas
me instalé en sus pupilas.
Buscas en Roma a Roma, ¡oh, peregrino!, Yo no veía sus lágrimas
y en Roma misma a Roma no la hallas; mis mejillas las sentían.
cadáver son las que ostentó murallas, Sus cabellos eran rubios
y tumba de sí proprio el Aventino. mis cejas, canas y finas.
Yace donde reinaba el Palatino; No era yo la del espejo
y limadas del tiempo, las medallas no era yo, a quién veía.
más se muestran destrozo a las batallas Me sorprendió la joven dama,
de las edades que blasón latino. mi apariencia alicaída.
Sólo el Tibre quedó, cuya corriente, Y frente a mí, en el espejo
si ciudad la regó, ya, sepoltura, ella,
la llora con funesto son doliente. joven,
sonreía.
¡Oh, Roma!, en tu grandeza, en tu hermosura,
huyó lo que era firme, y solamente SILVANA D’ANTONI
lo fugitivo permanece y dura.
Índice:
Dedicatoria ................................................................................. 2
Historia de Cecilia, Cicerón ..................................................... 3
Dos poemas, Iamthym............................................................... 3
Celeste III, Copass Garay.......................................................... 4
En el insomnio, Virgilio Piñera ................................................ 4
Yo, Alicia, Eriatarka................................................................... 5
Todo río es instantáneo, Daniel González Dueñas............... 5
CURIOSIDAD LITERARIA.................................................... 6
Prestigieux, Sans Doute, Aguirre Acevedo............................ 8
El hijo, Nicolás Ricci .................................................................. 8
Los dos consolados, Voltaire ................................................... 9
Microrrelato 72, Gaspar Ariel Casoy ...................................... 10
Paradoja de Tristram Shandy, Bertrand Russell................... 11
Hombre abierto y puntos, Eass Laperdian ............................. 11
DOS SONETOS: Jorge Luis Borges........................................ 12
Secretos, Silvana D’Antoni ....................................................... 12
Acaso arbitrariamente (movido por mis últimas lecturas), dedico este nú-
mero cuarto de Lugones al Dr. Johnson. A Samuel Johnson, quien ha sido
injustamente olvidado, al menos en este tiempo, en este lugar –quiero suponer
que las generaciones inglesas siguen leyendo a su más grande hombre de
letras. A él, que ha escrito las mejores páginas de crítica en lengua inglesa; a
quien he debido leer casi íntegramente en esa lengua, ya que escasean traduc-
ciones de su obra.
Johnson es autor de un maravilloso prólogo a las obras de Shakespeare, de
las Vidas de los poetas ingleses (en las que la biografía se mezcla con la crítica), de
una corta “novela filosófica” titulada Rasselas, príncipe de Abisinia (las primeras
páginas de Johnson que leí, gracias a Gaspar Casoy). Fue un hombre genial del
siglo XVIII, encarecido por esta particularidad: es el hombre de quien se ha
escrito la mejor biografía. James Boswell, su amigo, escribió la Vida de Samuel
Johnson con tal perfección, que me asombra que no haya sido suficiente para
protegerlo del olvido. (En 2006 se publicó Borges de Bioy Casares, el primer
libro acaso equiparable con el de Boswell en su género.) La Vida de Samuel
Johnson es la mejor de las biografías y ha sido la más famosa; con todo, busqué
durante tres años hasta dar con un ejemplar. ¿Cómo se explica el olvido de
alguien tan cercano, de un hombre de letras que ha sabido deleitar a todos los
escritores argentinos de los últimos siglos?
Creo estar entreviendo la clave para entender este descuido colectivo. La
crítica es el último de los géneros a los que el lector llega (antes se llega, inclu-
sive, al tratado filosófico). Porque para llegar a la crítica es necesario profundi-
zar arduamente en la literatura, ese universo tan desmesurado y tan lleno de
misterio que suele crear la idea falsa de que en él no hay reglas.
Publicar esta revista me brinda la dicha de poder ofrecer a la admiración
general escritores que el público ha decidido desdeñar (por ejemplo, los sone-
tos de Enrique Banchs en el segundo número). Ésta es la primera nota editorial
que escribo en la primera persona del singular, y de la que me hago único
responsable; prueba, si bien no de coraje, del carácter elemental de las observa-
ciones expuestas.
Nicolás Ricci
2
HISTORIA DE CECILIA
CICERÓN
De divinatione, I, 45 (45 A.C.)
DOS POEMAS
Has de creer, niña de fugas,
que aquí en esta tierra no hay lugar para ti
ni para tu ensordecido corazón
latiente.
Has de creer, nube de estrellas,
que este cielo se ha tejido fuera de ti.
Y es mentira tu casa, tu hogar, tu calor.
Es mentira tu cuerpo
que cubre y espanta.
Es mentira tu pelo, tu risa, tu color de madre.
Es mentira tu vientre
y su seno.
Ya.
IANTHYM
3
CELESTE III
El gozo y el dolor se dan parejos,
y si alcanzan sus límites se igualan.
Mas no gozan los ojos cuando salan
lágrimas que remedan los espejos.
El llanto hace llorando sus semillas,
que gotas dolorosas y saladas
regresan a su fuente inalteradas
sorbidas por las manos y mejillas.
Pero hacer nuestros llantos dos vapores
es hacer nuestros rostros dos umbrales,
mezclar de nuestros ojos los humores,
abrir frotando pómulos canales,
para que se nos sequen los dolores,
para que se combinen nuestras sales.
COPASS GARAY
EN EL INSOMNIO
El hombre se acuesta temprano. No puede conciliar el sueño. Da
vueltas, como es lógico, en la cama. Se enreda entre las sábanas. Enciende
un cigarrillo. Lee un poco. Vuelve a apagar la luz. Pero no puede dormir.
A las tres de la madrugada se levanta. Despierta al amigo de al lado y le
confía que no puede dormir. Le pide consejo. El amigo le aconseja que
haga un pequeño paseo a fin de cansarse un poco. Que en seguida tome
una taza de tilo y que apague la luz. Hace todo esto pero no logra dormir.
Se vuelve a levantar. Esta vez acude al médico. Como siempre sucede, el
médico habla mucho pero el hombre no se duerme. A las seis de la ma-
ñana carga un revolver y se levanta la tapa de los sesos. El hombre está
muerto pero no ha podido quedarse dormido. El insomnio es una cosa
muy persistente.
VIRGILIO PIÑERA
Cuentos fríos (1956)
4
YO, ALICIA
no hay sombrero más profundo,
locura sutil,
locura de colores,
locura en fin.
ni un hoyo con relojes dejando flotar el tiempo,
ni casas de tamaños raros,
ni flores que cantan,
ni conejos al borde del delirio.
una taza de té, unas palabras deshilachadas
una sonrisa ida,
un sinfín de alegrías retorcidas.
de tu mundo,
sólo lo que me querés dar.
de tu locura,
sólo lo que mi cordura me limita a comprender.
de mi mundo,
mi infancia, toda tuya,
por unos minutos de ilusiones imborrables,
por unos minutos de lecciones incomprendidas.
ERIATARKA
TODO RÍO ES INSTANTÁNEO
6
municara directamente, sin necesidad de las palabras, que exageran
o disminuyen, le hubiera dicho que siempre lo sentí cerca y que en
lo esencial estábamos de acuerdo. Pero, ¿la política no era esencial
para él? Voy a contestar por mí. Aunque sea difícil distinguir el
hombre de sus circunstancias, es posible y muchas veces lo hace-
mos. Yo sentía cierta hermandad con Cortázar, como hombre y co-
mo escritor. Sentí afecto por la persona. Además estaba seguro de
que para él y para mí este oficio de escribir era el mismo y lo prin-
cipal de nuestras vidas. No porque lo creyéramos sublime; simple-
mente porque fue siempre nuestro afán.
7
PRESTIGIEUX, SANS DOUTE
El enmascarado subía la escalera. Sus pasos retumbaban en la
noche. Tic, tac, tic, tac.
AGUIRRE ACEVEDO
Fantasmagorías (1927)
EL HIJO
Ayer fue una abstracción, una promesa,
un leve porvenir que no venía.
Ayer la luz del sol desconocía,
así como lo suave y la aspereza.
Ayer la realidad le era negada
(no le era permitida cosa alguna).
Después le fue otorgado, por fortuna,
el súbito rescate de la Nada.
Mañana sentirá invariablemente
el llanto de los siglos en su llanto;
ha de sentir amor, sentirá tanto…
Será un hombre feliz o uno doliente.
Mañana ha de regirlo una conciencia:
el roce del cristal contra la arena.
Mañana cumplirá con la condena
del hombre en libertad, que es la existencia.
Hoy es, como nosotros, del presente,
del vértigo del río, del instante
que fluye sosegado e incesante.
Hoy es fragilidad indiferente.
Hoy que su condición de imaginario
abandonó, que ingresa al universo,
acaso contribuya con el verso
que siempre está faltándole al poemario.
NICOLÁS RICCI
Rosas de trapo (2010)
8
LOS DOS CONSOLADOS
MICRORRELATO 72
Días antes de morir, de a ratos, su conciencia se limitaba a sentir
oleadas de fiebre en la cabeza, y después, pasado el dolor, recordaba los
días de su niñez en que la idea de la muerte lo abrumaba. Pero ahora
vivía la posibilidad de la muerte sin la desesperación que pensaba que
sufriría el día que supiera que ya no viviría mucho más. Aquella deses-
peración provenía del deseo de vivir que todos los niños tienen, y que-
daba superpuesta sobre su resignación presente, pero sin que sufriera,
porque tanto aquel niño como el deseo ya no existían.
GASPAR ARIEL CASOY
Aforismos y microrrelatos (2009)3
10
HOMBRE ABIERTO Y PUNTOS
Habrá que proteger los cristales;
llueve como piedras
Si me abrís todo
Cuando me das tu amor
EASS LAPERDIAN
Ojo de buey (1996)
BERTRAND RUSSELL
Mysticism and Logic (1917)
11
Dos sonetos de Borges
LO PERDIDO
¿Dónde estará mi vida, la que pudo SECRETOS
haber sido y no fue, la venturosa
o la de triste horror, esa otra cosa Niña de polen, niña de papel
que pudo ser la espada o el escudo
en tus cabellos se entretejen sueños
y que no fue? ¿Dónde estará el perdido en tu pálido y fugaz silencio
antepasado persa o el noruego, el sol está por nacer.
dónde el azar de no quedarme ciego, Ríos y cascadas brotan,
dónde el ancla y el mar, dónde el olvido un suspiro de viento entre tus ropas,
de ser quien soy? ¿Dónde estará la pura nubes grises en los pliegues de tu
noche que al rudo labrador confía falda
el iletrado y laborioso día, el murmullo del rocío en tu espalda.
Dime qué sutil secreto es el que guar-
según lo quiere la literatura? das
Pienso también en esa compañera en las caricias que acompasan tus
que me esperaba, y que tal vez me espera. cabellos.
PARA UNA VERSIÓN DEL I KING Astillas de tiempo, sólo recuerdos
arrebujados en las telas de tu cuerpo.
El porvenir es tan irrevocable
En tu jovial resplandor, allí ocultas
como el rígido ayer. No hay una cosa
que no sea una letra silenciosa un amor, un beso, una caricia,
de la eterna escritura indescifrable y los árboles, y los campos y las rocas
son testigos inmutables y sin bocas.
cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja Entrecerrados tus ojos cuales rosas
de su casa ya ha vuelto. Nuestra vida pimpollos que esconden tus silencios,
es la senda futura y recorrida. niña de nieve, oh mi niña, dime…
El rigor ha tejido la madeja.
¡Qué secretos esconden tus cabellos!
No te arredres. La ergástula es oscura,
La firme trama es de incesante hierro, SILVANA D’ANTONI
pero en algún recodo de tu encierro
CONTACTO:
puede haber una luz, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha. revistalugones@gmail.com
Pero en las grietas está Dios, que acecha.
JORGE LUIS BORGES In memoriam E. S.
12
Lugones
Junio de 2011 Revista Literaria.- Número 5
Advertencia
Q
uien se condena a publicar en fecha fija frecuente-
mente llevará a su tarea una atención disipada, una
imaginación abrumada, una memoria perpleja, una
mente que se aflige en la angustia y un cuerpo que langui-
dece en la enfermedad; se afanará en un asunto estéril, has-
ta que sea tarde para cambiarlo; o, en el albor de la inven-
ción, prodigará sus pensamientos en un exuberante desor-
den y el apremio de la publicación no tolerará que el juicio
los revise o los modere.
SAMUEL JOHNSON
en el último número de The Ramler (1752)
Colaboradores:
Gaspar Ariel Casoy, Augusto Enrrique, Eass Laperdian, Ianthym,
Copass Garay, Daniel González Dueñas, Julio Lams, Hugo Mortz.
1
Índice:
Advertencia, Samuel Johnson ..........................................................1
El diario a diario, Julio Cortázar .....................................................2
Fe, alguna fe y ninguna fe, Robert L. Stevenson ............................3
Temor de cólera, Ah-med el Qalyubi .............................................4
Descabellera imborrable, Eass Laperdian ......................................5
Verbigracia, Hugo Mortz..................................................................5
CURIOSIDAD LITERARIA ...........................................................6
Baobab, Daniel González Dueñas ...................................................8
Cuento, Adolfo Bioy Casares............................................................8
Sententia Nominum, E. Anderson Imbert ....................................9
La luna I, Copass Garay....................................................................9
La siesta, Julio Lams .........................................................................10
Sin título, Ianthym ............................................................................10
Microrrelato 54, Gaspar Ariel Casoy ..............................................11
Una transacción, Robert Graves......................................................11
DOS SONETOS: Lope de Vega ......................................................12
El verso de tu boca, Augusto Enrrique ...........................................12
EL DIARIO A DIARIO
JULIO CORTÁZAR
Historias de cronopios y de famas (1962)
2
FE, ALGUNA FE Y NINGUNA FE
TEMOR DE CÓLERA
En una de sus guerras, Alí derribó a un hombre y se arrodilló sobre su
pecho para decapitarlo. El hombre le escupió en la cara. Alí se incorporó
y lo dejó. Cuando le preguntaron por qué había hecho eso, respondió:
-Me escupió en la cara y temí matarlo estando yo enojado. Sólo quiero
matar a mis enemigos estando puro ante Dios.
AH'MED EL QALYUBÍ
4
DESCABELLERA IMBORRABLE
Somos huestes que avanzan
Unos con sigilo, intuidos
Unos más solemnes
Unos con risas y violeta
Unos desde el sur de Francia
Unos como aquí, guantes envolviendo
Unos y otros más dictados
La velocidad sin duda llega
Trepa
EASS LAPERDIAN
Ojo de buey (1996)
VERBIGRACIA
HUGO MORTZ
Diccionario autobiográfico (1994)
5
CURIOSIDAD LITERARIA
Edición especial
(microcuriosidades)
I. Axaxaxas Mlö
En el cuento “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” (el primero de Ficcio-
nes), Jorge Luis Borges analiza tres naciones ficticias. El énfasis está
en Tlön. Borges nos dice, acerca de su particular lenguaje: «Surgió la
luna sobre el río se dice hlör u fang axaxaxas mlö». El cuento concluye y
luego, conforme avanzamos en el libro, llega “La biblioteca de Ba-
bel”. Aquí, el narrador describe una biblioteca infinita, o poco menos,
que “incluye todas las estructuras verbales, todas las variaciones que
permiten los veinticinco símbolos ortográficos”. Hacia el final, se lee:
«Inútil observar que el mejor volumen de los muchos hexágonos que
administro se titula Trueno peinado, y otro El calambre de yeso y otro
Axaxaxas mlö».
6
III. Carriego
Evaristo Carriego fue amigo de la familia Borges. En 1930, Borges
publica su libro Evaristo Carriego, en el que analiza la obra del poeta y
los temas de los que trata: el Tango, Palermo, los compadritos, el
Truco. Hoy, Carriego, es para muchos una invención más de Borges,
un personaje más. Macedonio Fernández y, acaso, Xul Solar corren la
misma suerte.
Pocos conocen el poema “Vulgar sinfonía”, que Carriego dedicó,
allá por 1909, a la madre de Borges, Doña Leonor Acevedo. En la úl-
tima estrofa, se refiere a él:
IV. Autoplagio
Esta curiosidad ha sido advertida por Gaspar Casoy.
Leemos en “El Sur” (Ficciones, 1944): «En el suelo, apoyado en el
mostrador, se acurrucaba, inmóvil como una cosa, un hombre muy
viejo. Los muchos años lo habían reducido y pulido como las aguas a
una piedra o las generaciones de los hombres a una sentencia».
Y en “El hombre en el umbral” (El Aleph, 1949): «A mis pies, in-
móvil como una cosa, se acurrucaba en el umbral un hombre muy
viejo. Diré cómo era, porque es parte esencial de la historia. Los mu-
chos años lo habían reducido y pulido como las aguas a una piedra o
las generaciones de los hombres a una sentencia».
7
BAOBAB
el árbol, pirotecnia silenciosa
es parte del secreto que me cuentas:
en las pupilas un festejo múltiple
suave virginidad que no te gusta:
basta frotar apenas con el dedo
triangular contigo entre cohetes
entonces la corteza cede un tanto
y muestra su bosque interno, el mundo
donde somos espora y carnaval
—cuando la rama toca el cielo,
primero se oye la luz
y luego se escucha el silencio—
(baobab: invernadero que enraíza en asteroides
cuando estalla un planeta
y disemina sus semillas
a mitad de la fiesta)
CUENTO
El padre le dice al hijo: "Debemos querer la vida". Juntos la reco-
rren, mientras recorren el mundo, y en todas partes encuentran mal-
dad, estupidez, avaricia, avidez, mezquindad, gobiernos despóticos,
ricos vanidosos y egoístas, pobres envidiosos y crueles. El padre muere
en brazos del hijo, que le pregunta:
—Padre, ¿por qué debo querer esta vida?
—Porque no hay otra.
ADOLFO BIOY CASARES
Descanso de caminantes (2002)
8
SENTENTIA NOMINUM
LA LUNA I
En un tiempo hubo noches y hubo luna,
y la luna era lumbre de las noches,
y las noches de luna no eran noches
sino noches y rayos de la luna.
COPASS GARAY
9
LA SIESTA
JULIO LAMS
Reflexiones dispersas (2003)
SIN TÍTULO
IANTHYM
10
MICRORRELATO 54
Estaba Juan cada noche con una mujer distinta. A veces, apenas se
acostaba con alguna, comprendía que atravesaba sus velos tan rápido
que ni tiempo le daban de desear su caída. Consumado todo, lo ador-
mecía la placidez de un goce sin resistencias; pero durante el sueño
su memoria no dejaba de trabajar la imagen de esa mujer. Sólo rete-
nía de ella rasgos aislados, como la curva de los párpados o de los
labios, mientras todo el resto se componía con fragmentos de mujeres
anteriores, y a veces su sueño se interrumpía para mirarla. Otras ve-
ces no dormían juntos, apremiados por una despedida tan fugaz co-
mo el encuentro; entonces, atravesando las calles para volver a su
casa, todos sus rasgos se diluían entre la muchedumbre de mujeres
de la ciudad y su avidez se renovaba.
UNA TRANSACCIÓN
ROBERT GRAVES
I, Claudius (1934)
11
Dos sonetos de Lope de Vega
SONETO 70
Quiero escribir, y el llanto no me deja,
pruebo a llorar, y no descanso tanto,
vuelvo a tomar la pluma, y vuelve el llanto, EL VERSO DE TU BOCA
todo me impide el bien, todo me aqueja.
Que mis labios
Si el llanto dura, el alma se me queja, te rocen la piel
si el escribir, mis ojos, y si en tanto cuando el beso
por muerte o por consuelo me levanto, se haya ido de viaje
de entrambos la esperanza se me aleja.
Ve blanco al fin, papel, y a quien penetra como el fuego
el centro deste pecho que me enciende quemando la madera
le di (si en tanto bien pudieres verte), de tu vientre
que haga de mis lágrimas la letra,
Calma desolada
pues ya que no lo siente, bien entiende,
que cuanto escribo y lloro, todo es muerte. espacio de compañía
belleza tranquila
SONETO 18
¿Qué tengo yo que mi amistad procuras? Beso el verso
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, de tu boca
que a mi puerta, cubierto de rocío, la estrella de tu sonrisa
pasas las noches del invierno escuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras, La realidad
pues no te abrí! ¡Qué estraño desvarío se hizo un sueño dulce
si de mi ingratitud el yelo frío como la miel
secó las llagas de tus plantas puras!
AUGUSTO ENRRIQUE
¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía!» CONTACTO:
¡Y cuánta hermosura soberana: revistalugones@gmail.com
«Mañana le abriremos», respondía ···
para lo mismo responder mañana! Próximamente
FÉLIX LOPE DE VEGA sitio web
12
Lugones
Agosto de 2011 Revista Literaria.— Número 6
Índice:
Prólogo ................................................................................................. 2
Microrrelatos, Gaspar Ariel Casoy .............................................. 2
El árbol del orgullo, G. K. Chesterton.......................................... 3
II Copass Garay.............................................................. 4
La luna II,
Meditación sobre una escoba, escoba Jonathan Swift ............................. 4
destino Adolfo Bioy Casares............................................. 5
Justo destino,
poemas, Ianthym ....................................................................... 5
Dos poemas,
CURIOSIDAD LITERARIA................................................................. 6
La vida es sueño, Blaise Pascal ...................................................... 8
La imperturbabilidad de la tortuga Hash, Eass Laperdian ..... 8
Dar, Daniel González Dueñas ................................................... 9
Dar,
Misceláneas, Miriam Rebeca Díaz.............................................. 9
Estación Silvana D’Antoni........................................................... 10
Estación,
poema, Augusto Enrrique...................................... 10
Sacerdote del poema,
DOS SONETOS: Luis de Góngora y Argote.............................. 11
RECORTES .......................................................................................... 12
Nicolás Ricci
MICRORRELATOS
10
Pocos psicólogos aparentaban un carácter tan distinto del propio
como el licenciado López. Por la tensión de los párpados y la mirada
vuelta sobre sí, algunos de sus pacientes lo creían un filósofo o un
artista; pero esos rasgos expresivos se debían a la incomodidad ocular
de unos lentes de contacto duros.
80
Se despertó de un sueño en el que escuchaba música en un teatro que
frecuentaba. Para que no se le disiparan las imágenes del sueño, todas
penumbrosas, no encendió ninguna luz y caminó despacio por su casa
a oscuras; ya disipadas, repasó la música recostado, poseído por la
delicia de un encanto que recién más tarde pudo definir: la conversión
en nostalgia de un pasado reciente.
G. K. CHESTERTON
The Man Who Knew Too Much (1922)
3
LA LUNA II
Aunque ahora las luces ciudadanas
oscurecen los rayos de la luna,
todas se desvanecen si la miro,
diciendo al cielo: "Luna, luna, luna".
COPASS GARAY
JONATHAN SWIFT
4
JUSTO CASTIGO
DOS POEMAS
Tengo miedo.
Esta vez es por mí.
Dejo de correr.
***
Acá estoy. Acá está lo que soy.
Tu angustia de vida y de muerte juntas.
Y este sentimiento no es mío, no.
Soy en tu alma.
Error
Castigo.
Consecuencia.
Huída.
IANTHYM
5
CURIOSIDAD LITERARIA
Noticia preliminar
AJEDREZ
ESCONDIDA
EASS LAPERDIAN
Ojo de buey (1996)
8
DAR
a Roberto Juarroz
Da el que recibe sin apropiarse del que da. Recibe quien da sin quedar-
«« ZX
MISCELÁNEAS
9
ESTACIÓN
SILVANA D’ANTONI
AUGUSTO ENRRIQUE
10
Dos sonetos de Góngora
DESCAMINADO, ENFERMO, PEREGRINO
Descaminado, enfermo, peregrino,
en tenebrosa noche, con pie incierto
la confusión pisando del desierto,
voces en vano dio, pasos sin tino.
Repetido latir, si no vecino,
distinto, oyó de can siempre despierto,
y en pastoral albergue mal cubierto,
piedad halló, si no halló camino.
Salió el Sol, y entre armiños escondida,
soñolienta beldad con dulce saña
salteó al no bien sano pasajero.
Pagará el hospedaje con la vida;
más le valiera errar en la montaña
que morir de la suerte que yo muero.
DE LA BREVEDAD ENGAÑOSA DE LA VI
VIDA
Menos solicitó veloz saeta
destinada señal, que mordió aguda;
agonal carro por la arena muda
no coronó con más silencio meta,
que presurosa corre, que secreta,
a su fin nuestra edad. A quien lo duda,
fiera que sea de razón desnuda,
cada Sol repetido es un cometa.
¿Confiésalo Cartago, y tú lo ignoras?
Peligro corres, Licio, si porfías
en seguir sombras y abrazar engaños.
Mal te perdonarán a ti las horas:
las horas que limando están los días,
los días que royendo están los años.
LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE
11
···············RECORTES
Agesilao repuso a alguien que consideraba dichoso al rey de Persia por
haber subido muy joven al trono: «Sí, en efecto; pero Príamo a esa edad
tampoco era desgraciado».
Montaigne, Les Essais
……………………………………….
—Coffee or tea?
—Hamlet, I think, said that better.
Tradición sueca
……………………………………….
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12
Lugones
Noviembre de 2011 Revista Literaria.- Año II, Nº 7
Primer aniversario
Prólogo
No sin dificultad, hemos cumplido un año. Que en el mundo vir-
tualizado y despreocupado de las artes en el que vivimos una revista
literaria gratuita e independiente —que no cede sus páginas a la pu-
blicidad— persevere durante tanto tiempo, no es poca cosa. Obstácu-
los incontables, tan numerosos como aburridos, atentaron contra
nuestra permanencia y diezmaron nuestro afán de crecer (mayor fre-
cuencia, más páginas). Pero Lugones sigue; para usted, lector.
La cuestión es que éste es un número aniversario y, como tal, no
podía ser simplemente uno más, sin particularidades. Yo (permíta-
seme hablar en primera persona) tengo para mí que Lugones ha en-
contrado su lector ideal en el muchacho de letras. El joven que aspira
a hombre de letras, que se desvela en lecturas ávidas y cada vez más
conscientes, que descubre los arcanos de este oficio con la prueba y el
error, y siempre con asombro y gratitud. El joven cargado de dudas y
perplejidades literarias. Este número ha sido dedicado (salvo única-
mente por los “Dos sonetos”) a textos que tratan sobre la labor litera-
ria. El tema es abordado, felizmente, desde distintos ángulos: el texto
ensayístico, el verso, la ficción. Las “Curiosidades” de la página cen-
tral no constituirán una sorpresa especial, pues siempre han desarro-
llado este mismo tópico.
Nicolás Ricci
1
Índice:
Prólogo .................................................................................................1
Arte poética, Antonio Machado ...................................................2
Literatura, música y pintura, Samuel Butler..............................3
Fragmento, Samuel Johnson..........................................................3
literatura, Marco Denevi .....................................................4
La literatura,
Poética, Pedro Monroy ..................................................................5
Poética,
Génesis, Nicolás Ricci.....................................................................5
CURIOSIDAD LITERARIA .........................................................6
Claustrofónica, Augusto Enrrique ................................................8
El pacto, Miriam Rebeca Díaz .....................................................8
poema Daniel González Dueñas ...............................9
Antes del poema,
De la lectura, Lord Bacon ..............................................................9
Aforismos, Gaspar Ariel Casoy.....................................................10
Aforismos,
DOS SONETOS: Almafuerte .................................................... 11
RECORTES.......................................................................................12
ARTE POÉTICA
(Mairena en su clase de
Retórica y Poética.)
ANTONIO MACHADO
Juan de Mairena (1936)
2
LITERATURA, MÚSICA Y PINTURA
SAMUEL BUTLER
Note—Books (c. 1902)
FRAGMENTO
SAMUEL JOHNSON
The History of Rasselas, Prince of Abissinia (1759)
3
LA LITERATURA
MARCO DENEVI
Falsificaciones (1966)
4
POÉTICA
PEDRO MONROY
GÉNESIS
Un sueño, un desengaño, una esperanza,
golpean en tu pecho entristecido;
la pluma aguarda el vértigo furioso
de sílabas, de metros y eufonías.
El gran caudal de voces ya comienza
a abrirse paso; el pulso se acelera.
Ya pueden verse las primeras líneas.
Ya va tomando forma tu poema.
Así como las aguas contenidas
por un dique se escapan por las grietas;
así te vaciarás sobre un papel.
La vida te ha cargado de emociones
que buscan la palabra inalcanzable,
ésa que nos cautiva desde lejos.
Creíste haber llegado hasta el poema.
Creíste haber llegado y fracasaste.
NICOLÁS RICCI
5
CURIOSIDAD LITERARIA
Citas malogradas
Bioy Casares anota que le irritaba que Borges, cuando componían las
obras de Bustos Domecq, insistiera en corroborar las citas; pensaba que
entorpecía el trabajo con caprichos. También anota que “casi infalible-
mente” la enciclopedia le daba la razón a Borges. A lo largo de la histo-
ria de la literatura, son numerosos los casos de citas mal citadas, ya en la
fuente, ya en el contenido. Enumeremos algunas.
Herman Melville inicia Moby Dick con una copiosa antología de citas
con un sensato factor común: la ballena. Más de cuarenta citas, que
abarcan desde la Escritura hasta discursos políticos de aquellos años.
Cita una frase del Pilgrim's Progress (1678) de John Bunyan. En realidad,
la frase pertenece a otra obra de Bunyan, The Holy War (1782). El error
podría explicarse porque Melville la tomó, ya citada, de otro libro: The
Whale and his Captors de Henry T. Cheever.
Más adelante, Melville cita esta hermosa frase: «España… una gran
ballena encallada en las orillas de Europa». La fuente está anotada de
este modo: «Edmund Burke (en algún lugar)».
Sarmiento abre sus Recuerdos de provincia con esta cita: «Es éste un
cuento que, con aspavientos y gritos, refiere un loco y que no significan nada».
La atribuye a Hamlet, aunque de hecho pertenece a Macbeth (act. V, esc.
5ª). Nótense los “aspavientos y gritos”, que no son otra cosa que el sound
and fury de Faulkner.
También su Facundo está maculado. En la “Advertencia del autor”,
figura la frase «On ne tue point les idées», atribuida erróneamente a For-
toul. Esta cita no sólo no pertenece a él, sino que no se ha dado con su
autor. Alguien ha conjeturado que sea una paráfrasis de una frase de
Diderot: «On ne tue pas de corps de fusil aux idées».
6
Luego, en el primer capítulo, se lee un largo epígrafe en francés atri-
buido a Francis Head, aunque en realidad pertenece a Alejandro von
Humbolt.
7
CLAUSTROFÓNICA
AUGUSTO ENRRIQUE
EL PACTO
8
ANTES DEL POEMA
En el principio
fue hacer transcurso la boca
para beberte
Y sin saberlo
casi de inmediato
hubo también que hacerte palabra
Transcurrirte es pronunciar
aquel ahora sin tiempo
que sólo ahora existe
Antes que caricia somos verbo
una voz que si bien parece oído
es ojo que tocándote se gusta
Si callamos para fructificar
el fruto habla
por nosotros
Hablemos de tú al silencio
digamos esta boca es mía
casi de mañana
Antes del poema
no queda nada
por decir
DE LA LECTURA
No leáis para contradecir y refutar; no para creer y presuponer; no
para encontrar tema para conversar y discurrir; sino para pesar y
examinar. Algunos libros han de gustarse, otros han de devorarse y
unos pocos han de rumiarse y digerirse; esto es, de algunos libros han
de leerse sólo partes; otros se leerán, pero sin curiosidad y unos pocos
hay que leer por completo y con diligencia y atención.
LORD BACON
9
AFORISMOS
10
Dos sonetos de Almafuerte
¡PIÚ AVANTI!
No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido,
que ya viejo y ruin vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora,
o como Lucifer, que nunca reza,
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora...
¡Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo tu cabeza!
¡VERA VIOLETTA!
En pos de su nivel se lanza el río
por el gran desnivel de los breñales;
el aire es vendaval, y hay vendavales
por la ley del no—fin, del no—vacío;
la más hermosa espiga del estío
no sueña con el pan en los trigales;
el más noble panal de los panales
no declaró jamás: Yo no soy mío.
Y el sol, el padre sol, el raudo foco
que fomenta la vida en la Natura,
por fecundar los polos no se apura,
ni se desvía un ápice tampoco...
¡Todo lo alcanzarás, solemne loco,
siempre que lo permita tu estatura!
ALMAFUERTE
11
················RECORTES
«Muchos autores viven en el temor de que sus escritos sean demasiado
fuertes y el peligro inevitable es que sean demasiado débiles».
J. L. Borges, en Borges de A. Bioy Casares
……………………………………….
Si nos llega dinero por nuestra obra, está bien. Pero escribir para ganar
dinero es una abominación. Esa abominación se paga con el abominable
producto que se engendra.
Ernesto Sabato, El escritor y sus fantasmas
……………………………………….
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12
Lugones
Mayo de 2012 Revista Literaria.— Año II, Nº 8
Índice:
Prólogo.................................................................................................... 2
Fracaso primero del Quijote, Miguel de Cervantes ........................ 3
Definiciones, Ambrose Bierce ............................................................. 4
El estudio de la belleza, David Hume............................................... 4
La parte más pura, Eass Laperdian ...................................................... 5
Nocturno, Nicolás Ricci ...................................................................... 5
Fragmento, Fernando Pessoa .............................................................. 6
Vos, Eriatarka ......................................................................................... 7
El fin del mundo según los kai de Nueva Guinea,
Alejandro Dolina .................................................................................... 7
CURIOSIDAD LITERARIA ............................................................. 8
Sin título, Ianthym .............................................................................. 10
Aforismos, Georg C. Lichtenberg ....................................................... 10
Medievo, Daniel González Dueñas ..................................................... 11
La naturaleza imita al arte, Ernesto Sabato ................................... 11
La música, Gaspar Ariel Casoy ............................................................. 12
La interpretación del horror, Victor Hugo .................................... 12
Electronauta, Augusto Enrrique........................................................ 13
Misceláneas, Miriam Rebeca Díaz ...................................................... 13
Oliver Sacks, Sebastián Faccio ............................................................ 14
La mentira, Sigmund Freud ................................................................. 14
El pródigo, Agustín Bonaveri............................................................... 14
DOS SONETOS: Miguel de Unamuno.............................................. 15
RECORTES ........................................................................................... 16
Nicolás Ricci
2
FRACASO PRIMERO DEL QUIJOTE
3
DEFINICIONES
AMBROSE BIERCE
El diccionario del Diablo (1911)
EL ESTUDIO DE LA BELLEZA
DAVID HUME
Essays (1744)
4
LA PARTE MÁS PURA
Triunfaré solamente
Cuando haya muerto
La parte más pura y más idiota
De mi adentro rojo
Pero no besarán
Mi frente agrietada
EASS LAPERDIAN
NOCTURNO
Acaso hubo una ofensa involuntaria.
O no. Quizá los dos querían hallarse.
El vino los había envilecido,
también aquella música en guitarras.
NICOLÁS RICCI
5
FRAGMENTO
FERNANDO PESSOA
Livro do Desassossego (p. 1982)
6
VOS
¿en qué lugar del mundo dejaste tus ojos?
¿qué color te viste hoy?
de qué material hiciste tus sueños, que ya ni el tacto de mi imaginación
llega a ellos.
no parece que hice yo todas las canciones,
y al imperio de mis palabras le falta el pilar de tus delirios.
este ejército que peleaba por parecer auténtico
hoy perece en nombre de la moral, en nombre de lo que debe ser.
mejoré mi manera de huir a las situaciones cómodas...
me instalo mejor en los problemas, casi, casi siendo yo la que los causa.
y aunque cada vez hay más arena en los zapatos de un mar que nunca
vimos,
camino mejor que cuando estaba descalza.
si faltó el aire en algún momento, no fui yo la que dejó de respirar.
si notaste que el frío se sentía más, no fui yo quien no se abrigó.
si no ves nada que llene tu alma, si se te nubla la vista,
no soy yo quien cierra los ojos en el intento de no llorar.
hoy soy yo quien te abre las ventanas,
no soy yo quien te abriga las libertades,
no voy a ser yo quien te seque las lágrimas,
prefiero ser yo quien te las cause.
y aun así, sigo caminando mejor con arena en los zapatos.
ERIATARKA
Ireneo Funes
8
Una frase demasiado extensa aparece casi idéntica en ambos textos, siendo
las diferencias demasiado menores como para transcribirla aquí (por ejemplo, el
inciso «todas las hojas y racimos que comprende una parra» aparece en el
cuento como «todos los vástagos y racimos y frutos que comprende una parra»).
El segundo mayor regalo (dejamos el mayor para el final) está en una escena
descripta en la nota, que nunca llegó al cuento: «En la niñez, lo han expulsado
de la escuela primaria por calcar servilmente un par de capítulos, con sus
ilustraciones, mapas, viñetas, letras de molde y hasta con una errata». La
imagen es feliz y en seguida se verá por qué Borges debió eliminarla.
En el cuento final, Funes, aunque ya era un muchacho singular, consigue su
memoria perfecta luego de un accidente a caballo (y a causa de él), que lo deja
tullido. Pero Borges tardó mucho en dar con ese detalle que resuelve y cierra el
cuento. En el borrador se nos informa de una ridiculez: «Es increíblemente
haragán, ha pasado casi toda la vida en un catre, puestos los ojos en la higuera
del fondo o en una telaraña». El catre, la higuera y la telaraña llegan al cuento,
pero como una digna consecuencia del accidente, no de una haraganería
caprichosa. Sin duda, el dato del accidente es lo último que Borges imaginó y
sin él no tendríamos ningún Funes, excepto el de este perfil borroneado en una
nota sobre un escritor irlandés. Por eso la expulsión de la escuela primaria fue
eliminada de su semblanza: porque la memoria infalible no llega hasta después
del accidente, siendo un muchacho de diecinueve o veinte años. También nos
enteramos en el borrador de que nadie comprende a Funes hasta su velorio, en
el que los vecinos conversan sobre el difunto y “alguien facilita la explicación”.
En el cuento, el velorio no es mencionado.
Los creadores de ficciones obran de un modo misterioso. Unas líneas
generales empiezan a serles evidentes. Las trabajan y las ordenan, las ubican en
tiempo y lugar, las enriquecen con detalles circunstanciales. Pero a veces el
relato no se cierra, a veces hay problemas en la estructura del argumento.
Luego, a lo mejor, en la desprevenida mañana o entre sueños, los asalta la
solución de todos los problemas de su historia. Y la historia nace.
No puedo no copiar unas líneas de Samuel Johnson, escritas en su Vida de
Milton: «Interesa contemplar las grandes obras en estado de simiente, preñadas
con las posibilidades latentes de la futura excelencia; y no podría haber mayor
deleite que seguir su gradual crecimiento y expansión, observar cómo a veces
adelantan inesperadamente, gracias a rasgos fortuitos, y otras veces en cambio
progresan con lentitud, merced a una meditación constante».
9
SIN TÍTULO
La noche se abre y muestra su centro
su adentro
que tiembla.
IANTHYM
AFORISMOS
ERNESTO SABATO
El escritor y sus fantasmas (1964)
MEDIEVO
a Roberto Behar
El verdadero castillo
era el foso alrededor
la secreta cuna donde duermen
la Biblioteca que nadie buscó
y el fuego del atanor de piedra
No vemos ahí sino negrura
porque la Media Edad es un espejo
El puente levadizo no desciende
porque es también el fiel de la balanza
11
LA MÚSICA
La música que se escucha durante los primeros años forma el
tejido asociativo de la memoria, y cuando se la vuelve a escuchar
después de mucho tiempo, regenera impresiones añejas. Así, a cada
generación, en cada edad que atraviesa, le corresponde una música
con la que se irán renovando los recuerdos de entonces. Habrá
quienes la coleccionen ansiosos, temiendo no volver a escucharla.
Pero poseerla y repetirla la vacía de imágenes, porque la música
acumula imágenes en silencio.
Un latido
««ZX
otro latido
corazón monocorde
Camina lento el desgano
hacia la última visión de los pasos
Respiro
La atmósfera aletarga los sentidos
El visor cristaliza la mirada
oprime el pensamiento de los ojos
observa la opresión del pensamiento
AUGUSTO ENRRIQUE
MISCELÁNEAS
Buscarán los motivos sin advertir que las cosas se hacen porque
pueden hacerse. No hay órdenes en la naturaleza para nuestros
actos.
Resonamos en las máscaras que son nuestros rostros, resonamos
en un eco que repite la misma cosa: no soy yo.
Los obstáculos pueden ser ocasión de angustia y depresión o
pueden ser puertas para entrar a lugares propios que desconocemos.
¿Qué hay detrás de los ropajes de las falsas enfermedades? La
enfermedad genuina.
SEBASTIÁN FACCIO
LA MENTIRA
SIGMUND FREUD
Der Witz und seine Beziehung zum Unbewußten (1905)
EL PRÓDIGO
Un pródigo extraviado
en un jardín de orquídeas
un estanque escondido
con perlas y con sueños
en el fondo de un sueño.
Un pródigo encontrado
recortando los tallos
regalando las flores.
Las perlas ya no están
y los sueños son sueños.
AGUSTÍN BONAVERI
14
Dos sonetos de Unamuno
LA ESFINGE
Te arrancaron, Esfinge de granito,
las alas, y tu cuerpo las arenas
cubrieron, y de entonces nos condenas
en la senda que lleva al infinito
marcándonos fatal el postrer hito,
á clavar nuestra planta en las almenas
de tu frente, perdiéndose entre penas
de vanidad de anhelo nuestro grito.
En torno tuyo el abrasado yermo
contempla al cielo de simunes cálido
que sañudo te azota sin piedad,
mientra en rezago el peregrino enfermo
muere de sed y sobre el pecho inválido
ve á la muerte trayendo libertad.
LA MUERTE
Eres sueño de un dios; cuando despierte
¿al seno tornarás de que surgiste?
¿Serás al cabo lo que un día fuiste?
¿Parto de desnacer será tu muerte?
¿El sueño yace en la vigilia inerte?
Por dicha aquí el misterio nos asiste;
para remedio de la vida triste,
secreto inquebrantable es nuestra suerte.
Deja en la niebla hundido tu futuro
ve tranquilo a dar tu último paso,
que cuanta menos luz, vas más seguro.
¿Aurora de otro mundo es nuestro ocaso?
Sueña, alma mía, en tu sendero oscuro:
“¡Morir... dormir... dormir... soñar acaso!".
MIGUEL DE UNAMUNO
15
········RECORTES
Ocurre con los libros lo que con los hombres: un número muy
reducido tiene gran importancia; los demás andan confundidos entre la
multitud.
Voltaire, Dictionnaire, “Libros”
……………………………………….
«¿La penúltima puerta? Qué buen título. Mallea tiene una notable
capacidad para elegir buenos títulos. Es una lástima que se obstine en
añadirles libros».
J. L. Borges, en Borges de A. Bioy Casares
……………………………………….
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