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Traumatismos dentales
Paola Beltri Orta: Facultad de Odontología. Universidad Complutense de Madrid. Madrid. España.
Paloma Planells del Pozo: Facultad de Odontología. Universidad Complutense de Madrid. Madrid.
España.
Los estudios epidemiológicos sugieren que hasta un 50% de los niños van a sufrir un traumatismo
dentario a lo largo de su vida (25% de los escolares y 33 %de los adultos). La mayoría ocurren antes
de los 19 años.
Los estudios demográficos apuntan que son más frecuentes en varones que en mujeres. Las causas
más frecuentes son caídas, peleas, accidentes deportivos o de tráfico.
En muchas ocasiones son los pediatras los profesionales sanitarios a los que acuden los padres en
primera instancia, por esta razón, es importante que los pediatras sepan reconocer estas lesiones y
transmitan a los padres la necesidad de atención inmediata y especializada por parte del
odontopediatra.
En dentición temporal es importante tener en cuenta la relación entre la raíz del diente temporal y
el germen del diente permanente
• Infracción coronaria: es una fractura incompleta del esmalte. Pueden ser visibles líneas de
fractura.
• Fractura de la corona.
• Fractura de la corona y la raíz.
• Fractura de la raíz.
• Contusión.
• Subluxación.
• Luxación.
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• Avulsión.
Epidemiologia
La mayoría de las lesiones traumáticas en dientes temporales se producen antes de los tres años,
coincidiendo con el desarrollo y adquisición de habilidades motoras del niño, que pasa del gateo a
la bipedestación. La mayoría de los traumatismos se producen en el hogar.
Los niños con incisivos protruidos como consecuencia de una maloclusión, uso excesivo del chupete,
respiración oral y/o incompetencia labial, tienen dos o tres veces más probabilidad de sufrir un
traumatismo.
No podemos olvidar las lesiones consecuencia del maltrato (50-70% presentan lesiones en la cara y
cuello).
El tipo de lesión más frecuente es la luxación debido a la esponjosidad de los huesos. Afectan a las
estructuras de soporte del diente; el ligamento periodontal y el hueso alveolar.
• Las preguntas clave que no deben faltar en la historia del traumatismo dental son las
siguientes: cuándo, cómo, dónde y por qué ocurrió el traumatismo.
• Guardar la calma, tanto para los familiares como para el paciente.
• Minimizar el dolor.
• Alimentación blanda para evitar sobrecargas y función en los dientes afectados al menos
durante 1 semana.
• Control de la infección a nivel general y recomendaciones higiénicas para la zona dañada.
• Observar cumplimiento protocolos de vacuna antitetánica (importante si hay contaminación
externa).
• Evitar la manipulación del diente temporal, en aras a minimizar el riesgo añadido de lesión
del germen del diente permanente en formación, el cual se encuentra situado en proximidad
de la raíz del diente temporal.
• Eliminar hábitos orales que puedan aumentar el trauma en la zona dañada.
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realizar una exploración de la boca por otro motivo. (cambio de coloración del diente como
consecuencia de un traumatismo anterior.
Estas restauraciones pueden ser realizadas con resinas o materiales estéticos. En determinados
casos de mayor extensión, puede ser necesaria la restauración con coronas de recubrimiento total.
Debe tenerse en cuenta en toda restauración la edad del paciente, su grado de colaboración, el
grado de reabsorción radicular que presenta el diente y la presencia de otras lesiones asociadas.
Cuando como consecuencia de la fractura de la corona se produce una exposición del tejido pulpar
a la cavidad oral, las posibilidades terapéuticas pueden ser desde una pulpotomía (eliminación del
tejido pulpar de la corona del diente), una pulpectomía (eliminación total del tejido pulpar) o la
extracción del diente.
En algunos casos, puede pasar desapercibida la exposición del tejido pulpar, y esto llevaría a una
necrosis de la pulpa con la consecuencia de aparición de abscesos y fístula
Fracturas de raíz
Las fracturas radiculares son también poco frecuentes en dentición temporal. En la exploración
clínica podemos observar ligera movilidad del fragmento coronal. Será la radiografía la que confirme
el diagnóstico.
En cuanto al tratamiento en estos casos, depende de la movilidad del fragmento. Si no tiene mucha
movilidad y no interfiere en la oclusión, se puede mantener el diente en boca, dando instrucciones
a los padres para evitar su movilización.
En caso de excesiva movilidad se realiza la extracción del fragmento coronal. Existe acuerdo en no
realizar la extracción del fragmento radicular por el riesgo de lesionar el germen del diente
permanente. El fragmento de raíz se reabsorberá, dentro del proceso normal fisiológico del
recambio dentario. Es conveniente realizar controles radiográficos que confirmen esta reabsorción
y la no interferencia con la erupción del diente definitivo.
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Lesiones de los tejidos periodontales
Concusión y subluxación
En la concusión se produce una lesión de las estructuras de soporte del diente sin movilidad ni
desplazamiento, mientras que en la subluxación se observa un “aflojamiento” anormal, pero
tampoco hay desplazamiento del diente dentro su alveolo.
Frecuentemente son lesiones que pasan desapercibida a los padres y solo consultan cuando hay
alguna complicación como puede ser un cambio en la coloración del diente.
En cuanto al tratamiento, se aconseja dejar en reposo la zona (no morder) y una adecuada higiene.
Son importantes los controles periódicos que permitan resolver las complicaciones que se
presenten.
Luxación intrusiva
En cuanto al tratamiento en aquellos casos en los que no existe riesgo para el diente permanente
se puede esperar la reerupción espontánea en el plazo de uno a seis meses. Son necesarios los
controles radiográficos periódicos.
Luxación extrusiva
En estos casos son frecuentes las alteraciones en la oclusión que pueden generar contacto anómalo
entre dientes superiores e inferiores y por tanto dolor.
En muchos de estos casos el empuje labiolingual puede desplazar los dientes a su lugar.
Como en todos los traumatismos es imprescindible control de la evolución del caso y la realización
de pruebas complementarias como las radiografías.
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Avulsión
Salida completa del diente de su alveolo pudiendo sumarse la fractura del hueso alveolar. Si el
diente no apareciera puede suponerse una intrusión completa o posible aspiración o deglución del
diente.
Existe unanimidad entre los investigadores que el diente temporal nunca debe ser reimplantado en
el alveolo por el riesgo de secuelas sobre el diente permanente en formación.
Ante la pérdida prematura de un diente temporal siempre debemos de tener en cuenta la reposición
del diente o los dientes perdidos ya sea con una prótesis fija o removible.
Cuando el diente temporal se pierde prematuramente, deja una zona edéntula en la arcada que
puede producir migración en los dientes adyacentes y sobreerupción (extrusión) de los dientes del
maxilar opuesto. Sobre todo en los casos en que la pérdida se produce en el sector anterior, se ven
afectadas además las funciones de masticación, deglución, fonación y estética.
• Edad del niño en el momento del traumatismo: mayor riesgo cuanto menor es la edad
• Tipo de traumatismo: El tipo de traumatismo que va a generar un mayor número y gravedad
de secuelas en la dentición permanente son las luxaciones intrusivas y las avulsiones. Más
aún si esta se acompaña de fractura del hueso alveolar. De ahí la importancia del control de
la evolución del caso hasta la competa erupción del diente permanente.
• Efectos sobre las coronas del diente permanente: se pueden presentar de tres formas,
decoloración, hipoplasias y alteraciones en la angulación corona-raíz.
• Alteraciones de la raíz: duplicaciones, angulación radicular, dilaceración radicular e
interrupción en la formación de la raíz. Aunque estas lesiones no son apreciables en la
exploración clínica, pueden tener consecuencias en la erupción dentaria provocando
retrasos eruptivos, inclusiones dentarias y erupciones ectópicas.
• Alteraciones en la totalidad del diente sucesor: Aquí se incluyen tumoraciones como el
odontoma, secuestro del germen del diente permanente.
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TRAUMATISMOS EN DIENTES PERMANENTES
Epidemiología
• Edad: los picos de máxima frecuencia de trauma en la dentición permanente se encuentran
entre los nueve y diez años.
• Género: a diferencia de lo que ocurre en la dentición temporal, los niños son más propensos
a los traumatismos dentarios. La relación niño:niña varía entre 1,3-2,3:1.
• Localización: el diente más afectado es el incisivo central superior.
• Tipo de lesión: la lesión más frecuente en el diente permanente es la fractura de corona no
complicada (sin afectación de la pulpa).
• Número de dientes lesionados por paciente: oscila entre 1,1 a 2.
• Etiología: las causas más frecuentes son las caídas, accidentes deportivos y de tráfico. En
adolescentes la violencia y los accidentes de tráfico ocupan los primeros lugares.
• Factores de riesgo: resalte aumentado e incompetencia labial, personalidad del niño,
factores personales y sociales (consumo de alcohol y drogas en adolescentes).
Son lesiones del esmalte sin pérdida de tejido dentario. Representan entre el 10,5-12% de las
lesiones traumáticas.
Clínicamente se observan líneas en esmalte que pueden ser verticales, horizontales o diagonales.
Suelen limitarse al esmalte y en general no precisan tratamiento, pero si control de la evolución del
caso.
Fracturas de esmalte-dentina
Es el tipo más frecuente de lesión en dentición permanente. En estos casos es importante realizar
la restauración del diente lo antes posible. La exposición de los túbulos dentinales al medio oral
contaminado puede facilitar el paso de gérmenes al tejido pulpar con el consiguiente riesgo de
infección, este peligro es mayor en pacientes jóvenes ya que a esta edad el diámetro de los túbulos
dentinales es mayor.
En estos casos, además de las consideraciones anteriores, se precisa un control de la patología que
se haya podido producir a nivel pulpar. Esta consideración requiere un tratamiento lo más inmediato
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posible al accidente para mejorar el pronóstico del caso. Este hecho es crucial en pacientes con
dentición permanente joven donde la formación radicular no se ha completado y es preciso
mantener la salud integra de este tejido para que se produzca el cierre fisiológico del ápice dentario.
En casos más graves el límite de la fractura de la corona dentaria queda subgingival, por lo que la
reconstrucción se complica al estar implicado el tejido periodontal y la raíz.
Es una lesión con compromiso radicular que afecta a cemento, dentina y tejido pulpar.
Fundamentalmente se afectan los incisivos centrales superiores.
Debido a la elasticidad intrínseca de la pulpa, puede no seccionarse sino estirarse y volver a una
posición normal.
El pronóstico mejora cuando la línea de fractura es a nivel alto. Igualmente, cuanto más alta es la
localización de la fractura encontraremos menos movilidad en la corona del diente.
Cuando se asocia con movilidad del fragmento coronaria es necesario la colocación de una férula,
semirrígida para la estabilizar los fragmentos En los casos de fracturas radiculares la ferulización
puede ser de hasta 2 meses.
No es infrecuente que una vez pasada la fase aguda y normalizado el aspecto de los tejidos, los
pacientes y lo padres se olviden de las revisiones.
Se produce cuando un traumatismo directo sobre el diente provoca una rotura incompleta de las
fibras periodontales con hemorragia y edema.
En la exploración clínica el diente no está desplazado no tiene movilidad, pero tiene dolor a la
percusión.
Suele pasar inadvertido y el pronóstico suele ser favorable, si bien precisa controles periódicos de
su evolución. Es recomendable evitar la función dentaria, recomendar dieta blanda durante una
semana y medidas higiénicas.
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Subluxación
Se produce por un impacto que provoca rotura de algunas fibras del periodonto. En estos casos
observamos cierto grado de movilidad dentaria, sin bien no el diente no aparece desplazado.
Luxación intrusiva
Se produce un desplazamiento del diente hacia la profundidad del hueso alveolar. Clínicamente se
observa una disminución del tamaño coronario y es frecuente observar hemorragia del surco
gingival.
Es la más grave de las luxaciones ya que presenta compromiso pulpar, del ligamento periodontal y
del hueso alveolar.
Luxación extrusiva
Se produce cuando aparece un desplazamiento parcial del diente fuera del alveolo. Clínicamente se
observa un aumento de la longitud de la corona y movilidad en sentido horizontal y vertical.
El surco gingival presenta hemorragia y se produce una ruptura del paquete vasculonervioso.
El tratamiento consistirá en la reubicación del diente y la colocación de una férula para mantenerlo
en su posición hasta la curación de la lesión del ligamento.
No es necesario insistir en que se deben de contemplar las medidas higiénicas y de reposo funcional
durante las etapas de recuperación del traumatismo.
Luxación lateral
Se produce un despeamiento de la corona dentaria sobre el eje longitudinal del diente hacia
vestibular o palatino.
Como siempre, es importante en estos casos acudir al odontopediatra para reubicar cuanto antes
el diente en su lugar en el alveolo y colocar la férula para mantener la posición.
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Avulsión
Todas las personas implicadas en ciencias de la salud, deporte, y centros de educación debería
conocer cómo actuar en el caso de asistencia de urgencia ante una avulsión. Los padres y cuidadores
también deberían tener conocimiento de cómo actuar en estas urgencias, ya que la mejor opción
de tratamiento en casos de avulsión es el reimplante inmediato del diente en el alveolo y en el lugar
del accidente.
Afecta con mayor frecuencia a los incisivos centrales superiores, y aquellos que se encuentran en
fase de erupción activa, ya que su estructura periodontal es más laxa.
Los factores clínicos que tener en cuenta para el tratamiento dependen de:
Una vez reimplantado el diente es obvio que se precisa realizar revisiones periódicas durante al
menos cinco años.
Dientes reimplantados de forma adecuada y siguiendo los protocolos han fracasado por falta de
seguimiento.