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DESVENTAJAS:

 confort de marcha: la suspensión es muy rígida lo que se traduce en un andar muy


duro del auto
 acabado: tiene muchos plásticos en el interior de baja calidad, en la cual hacen ruido al
andar y se rompen muy fácilmente.
 plazas traseras incomodas: realmente es incomodo para los ocupantes de las plazas
traseras si viajan adultos de más de 1,75 metros de altura.

VENTAJAS:

 confiabilidad: hace mas de 15 años el motor AP 827 es muy confiable e irrompible


 mantenimiento: los repuestos son muy económicos y durables por lo que su costo
de mantenimiento comparado con un Peugeot, Chevrolet o Renault es
significativamente inferior.

Cuestionamiento

¿Ha instalado Volkswagen el software en España?

El mayor fabricante de vehículos del mundo durante el primer semestre del 2015, no ha
aclarado en qué países se encuentran los 11 millones de vehículos que llevan el sistema, más
allá de los 482.000 de Estados Unidos. Volkswagen España no ha querido pronunciarse y se ha
remitido a los comunicados emitidos por la dirección mundial del grupo. Los vehículos diésel
representan menos del 3% de los coches nuevos vendidos en Estados Unidos pero casi la mitad
en Europa.

¿En qué coches se ha instalado el programa informático?

Hasta el momento los modelos diésel afectados por el escándalo son los que usan motor
EA189. En Estados Unidos fueron el Audi A3 y los Volkswagen Passat, Beetle, y Golf. Este
último fue uno de los coches más vendidos en España en 2014 con 23.259 unidades.
Volkswagen fue la marca que más vehículos vendió en España el año pasado con 71.100
matriculaciones (un 19,7% más que el año anterior), si bien no todos ellos están entre los
modelos investigados. En estas cifras no se incluyen las ventas de las otras marcas del grupo,
Audi, Skoda y Seat.

¿Qué nivel de emisiones contaminantes han expulsado al exterior?

Un análisis del diario británico The Guardian cifra entre 10.392 y 41.571 las toneladas de gases
tóxicos emitidas a la atmósfera cada año por los 482.000 vehículos diésel de Volkswagen si
hubieran cubierto la distancia media de un coche en Estados Unidos. De haber cumplido con
los límites de la agencia medioambiental deberían haber emitido solo 1.039 toneladas, hasta
40 veces menos.

¿Qué consecuencias puede tener el escándalo para Volkswagen?

Más allá de los importantes daños a la imagen de marca del grupo y de la marcha de su
presidente, Martin Winterkorn, el escándalo tiene ya importantes consecuencias económicas.
Las acciones de Volkswagen han caído un 35% desde que se conoció el escándalo, una pérdida
de valor bursátil de 25.000 millones de euros. La multa máxima solo por el fraude en Estados
Unidos sería de 37.500 dólares por vehículo, un total de 18.000 millones de dólares (16.000
millones de euros), si bien los analistas no esperan que se alcance esa cifra.

Volkswagen ha provisionado 6.500 millones de euros para afrontar la crisis y ha dejado de


comercializar los vehículos afectados en Estados Unidos. Hasta conocer en qué países ha
cometido el fraude y la reacción de sus reguladores, no podrá valorarse el importe de las
multas a las que se enfrenta el grupo ni concretar posibles compensaciones a clientes en caso
de que las hubiera.

¿Por qué lo hizo?

La empresa no ha explicado las causas que le llevaron a introducir el programa informático en


sus vehículos. El ahorro en implantar la tecnología necesaria para controlar las emisiones y el
menor consumo de los vehículos que carecen de ella pueden estar detrás de la decisión.

Soluciones adoptadas

La estrategia de Volkswagen España ante la querella presentada en la Audiencia Nacional pasa


por echar balones fuera y asegurar que la responsabilidad recae en la matriz alemana. Según
Mars(2016): “en la documentación presentada ante el tribunal, la compañía apunta que las
fábricas de la empresa en España se limitan a ensamblar los diferentes componentes que
conforman el producto final[…]”(párr.3). En la documentación presentada también se explican
las medidas tomadas por ahora tanto por parte de la compañía como por parte del ministerio
de Industria así como las acciones que se llevarán a cabo para solucionar el problema. De esta
forma, el fabricante siguiendo su línea de que todo tiene que decidirse en Alemania asegura
que la solución técnica también debe provenir de allí.

Poca concreción en las medidas que se tomarán de ahora en adelante, más allá de lo que ya se
conocía de que es previsible que los vehículos tengan que pasar revisión en enero de 2016.
Según Müller(2015):”[…]una fecha en línea con el calendario de medidas presentado ante la
autoridad alemana que pidió una serie de actuaciones concretas para solucionar el problema
de las excesivas emisiones, en esta revisión se apunta que se cambiará el software trucado y
que en el caso de ser necesario se harán los ajustes en el software y el hardware”(párr.7).

Respecto a los fabricante de estos programas que trucan las emisiones de los vehículos en los
test, el fabricante ha apuntado que las filiales de España desconocen la relación que
Volkswagen AG tiene con sus proveedores de estos programas. En el texto, el fabricante señala
que Bosch, Conti y Delphi -quienes fabrican los software que usan en los motores- contratan
directamente con Alemania y que desde España se desconoce las personas físicas que han
tenido responsabilidad en esto, aunque señalan que sí son conscientes de que existe una
investigación en curso y que si estas dan fruto informarán al juzgado.

Conclusiones

Sabemos que las empresas no siempre actúan bien, pero pocas veces conocemos la totalidad
de las consecuencias que estas actuaciones tienen para las empresas. Esto era lo que este
trabajo pretendía indagar. En este caso hemos visto como las consecuencias para Volkswagen
han supuesto la dimisión de tres de sus más altos directivos, tiene varios frentes judiciales
abiertos que cuando se resuelvan seguramente le supondrán el desembolso de varios miles de
millones de euros. Su imagen pública ha empeorado considerablemente y lo que le ha
supuesto un drástico descenso en las listas de reputación empresarial. Su cotización en bolsa
bajó mucho y a día de hoy todavía está lejos de recuperar los niveles previos al escándalo. Ha
perdido su puesto como la empresa líder de ventas en el mercado español y ha cedido cuota
de mercado. Y por último sus cuentas anuales se han visto afectadas por el dinero que ha
tenido que dotar para hacer frente a reparaciones y responsabilidad legal. Estos son, grosso
modo, las lecturas más significativas que se pueden sacar del trabajo de investigación
realizado. Su conocimiento y publicidad podrían ser, en mi opinión, un elemento didáctico y a
tener en cuenta por los directivos a la hora de desarrollar políticas tanto sobre la marcha diaria
de la empresa (producción, aprovisionamiento, ventas, financiación) como las más
relacionadas con la RSE (trato a los trabajadores, relaciones con instituciones y organismos,
publicidad real y leal, actuación medioambiental).

En un artículo en la revista Forbes titulado “Volkswagen and the failure of Corporate social
responsability” Enrique Dans propone como solución para que no se repitan este tipo de
hechos que se creen esquemas de responsabilidad totalmente definidos donde se determine
claramente quien es el responsable de tomar ciertas decisiones en la empresa para que en el
caso de que estas supongan un ilícito penal quien la ha tomado acabe en la cárcel. Suscribo su
opinión y además añadiría unas cuantas más como:

 Que se incluya en el Código de Comercio y en la legislación internacional pertinente


ciertos principios básicos de buen gobierno corporativo que sean de obligado
cumplimiento para la empresa. Al igual que este código regula aspectos económicos y
legales de cómo debe actuar la empresa, se podrían incluir principios éticos de
actuación.
 La creación de un organismo público dependiente de la autoridad regulatoria
pertinente, en el caso de España la Comisión Nacional de los Mercados y la
Competencia, que asegure el cumplimiento de estos principios éticos de actuación al
menos para grandes multinacionales que cuenten con gran poder de mercado.
 Incluir la obligación legal de que en caso de que la empresa presente beneficios al
menos una pequeña parte de estos, por ejemplo el 0,4% del beneficio después de
impuesto vaya destinado a financiar políticas de RSE.

Estas medidas van encaminadas a fomentar la adquisición por parte de la empresa de una
adecuada política de RSE. En economía política existe el conflicto entre quienes piensan que se
debería dejar libertad de actuación a la empresa y quienes piensan que se debería regular más
la actuación de la empresa para corregir las desigualdades que genera el sistema económico.
En el tema en concreto de la RSE creo que sí se hace necesaria una cierta regulación para que
las empresas adopten políticas de RSE porque o no las adoptan por ellas mismas o, como
hemos visto que ocurre en Volkswagen, son más que nada una fachada para mejorar la imagen
de la empresa pero carecen de una base real. En siglos pasados la empresa por ejemplo solo
tenía la obligación de pagar el sueldo a sus empleados y gozaba de amplio margen para decidir
los horarios de trabajo o la edad de los trabajadores. Pero con el avance de la sociedad y la
democracia estos ámbitos de actuación se han ido regulando y creando normas, y nadie hoy
en día vería con buenos ojos que se dejara completa y absoluta libertad a la empresa para
decidir ella sobre ciertas cosas. Tal vez ahora sea el momento de empezar a regular el
comportamiento de la empresa para con la sociedad y aunque ahora se vea como algo
intrusivo en unos años se vería como algo normal.
Referencia

Dans, E. (2015) Volkswagen and the failure of corporate social responsability. Consultado el 2
de julio de 2018, Forbes. Disponible:
http://www.forbes.com/sites/enriquedans/2015/09/27/volkswagen-and-the-failure-
ofcorporate-social-responsibility/#6054e00a6128

Mars, A. (2016). Estados Unidos demanda de nuevo a Volkswagen por las emisiones.
Consultado el 2 de julio de 2018, El País. Disponible:
http://economia.elpais.com/economia/2016/03/29/actualidad/1459263879_420719.html

Müller, E. (2015). Volkswagen admite haber engañado a EE. UU con la emisión de gases.
Consultado el 2 de julio de 2018, El País. Disponible
http://economia.elpais.com/economia/2015/09/20/actualidad/1442770050_488315.html

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