COMBATIENTES DEL AMOR

Y LA ESPERANZA

CORPORACIÓN DE FAMILIARES
DE COMBATIENTES
INTERNACIONALISTAS
 COFADECO
COMITÉ DE FAMILIARES
DE COMBATIENTES
INTERNACIONALISTAS
CAIDOS EN LATINOAMERICA
Y EL CARIBE

Editado en Santiago de Chile

diciembre, 2016
2 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 3
 PRÓLOGO
Para nosotros como familiares de los Combatientes Interna-
cionalistas del Amor y la Esperanza, se nos hace indispensable
el mantener vivo los nombres e historia de cada uno de nues-
tros hijos, hermanos, padres, esposos que cayeron en tierras
hermanas por una causa tan noble y justa como es la libertad
de los pueblos, subyugados por dictaduras sangrientas.

El proceso de búsqueda de sus restos en Nicaragua y El Salva-

dor, su repatriación y entierro en el mausoleo que construi-
mos con nuestras manos, fue un proceso difícil, y doloroso
pero acompañado de solidaridad, compañerismo, respeto,
humanidad y amor.

Nuestros combatientes del amor y la esperanza abrazaron

con tanta fuerza los ideales del internacionalismo, subordi-
nando sus intereses personales a los intereses de los procesos
revolucionarios que se gestaban en tierras centroamericanas.
En estas tierras, el hambre, la pobreza, la ignorancia y explo-
tación, llamaba al subconsciente de estos hermosos jóvenes
idealistas a luchar por una sociedad libre de tanta injusticia,
a luchar por la libertad del ser humano, por su bienestar, por
la solidaridad, y el respeto al otro. Fueron jóvenes soñadores,
valientes, alegres, llenos de esperanza y nobleza, con un pro-
fundo amor a la vida, y defendieron con su propia sangre sus
valores y principios revolucionarios… ¡Honor y gloria en sus
nombres!

El comandante Fidel al referirse a los valores del internacio-

nalismo destacaba: “Ser internacionalista es saldar nuestra
propia deuda con la humanidad“, vínculo que une a hombres y
pueblos de modo que el bienestar de los unos determina el de
los otros. Unión, adhesión, responsabilidad conjunta. La soli-
daridad, el internacionalismo, es un principio humano univer-
sal que acompaña al hombre desde que surge la sociedad; se
educa y cultiva en la familia, en la escuela, en la comunidad, a
través de la Educación y la Cultura. En nuestros combatientes
4 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 5
internacionalistas, caídos en combate, este principio se con-
virtió en un valor que se expresó en su conducta y actitud ante
las injusticias de otros.
El internacionalismo proletario es uno de los principios ideo-
lógicos fundamentales de un revolucionario. Este principio
fue proclamado por Marx y Engels en el Manifiesto del Parti-
do Comunista publicado en 1848 donde pusieron de relieve la
comunidad de intereses del proletariado de todos los países
en la lucha contra el capitalismo. En el internacionalismo pro-
letario se combina el amor hacia tu propia patria y hacia el
resto de las naciones, como bien lo expresó Dante “el mundo
es mi patria”. El internacionalismo no es una idea abstracta,
moral o dogmática, es una necesidad estratégica para luchar
contra toda forma de explotación y discriminación de hom-
bres y mujeres en la sociedad.
Cada vez que hablamos de revolución no podemos dejar de
mencionar la revolución cubana, el Comandante Fidel Castro
Ruz, en el discurso entregado el 1 de mayo de 2000 en la Plaza
de la Revolución José Martí define de manera magistral lo que
es una revolución:
"Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar
todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas;
es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es
emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios
esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro
y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en
los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia,
desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con
audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar
principios éticos; es convicción profunda de que no existe
fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad
y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar
por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo,
que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y
nuestro internacionalismo. "
Como familiares hacemos un llamado a escribir la historia de
6 Combatientes del amor y la esperanza
cada uno de nuestros héroes internacionalistas. Tenemos una
responsabilidad ante los hechos históricos acontecidos, y es
transmitirla a las futuras generaciones así como realimentar-
nos nosotros mismos de valores y principios tan necesarios
para nuestra existencia. La memoria histórica es indispensa-
ble para garantizar nuestra propia identidad ya sea personal o
colectiva, generando una mejor comprensión de los aconteci-
mientos sociales. La memoria colectiva es necesaria para la li-
beración de los hombres. Citando las palabras del historiador
francés Pierre Nora: “La memoria es la vida, siempre acarrea-
da por los grupos vivos. Y, a este respecto, está en evolución
permanente, abierta a la dialéctica del recuerdo y la amnesia,
inconsciente de sus sucesivas deformaciones, vulnerable a
todos los usos y manipulaciones, susceptible de estar latente
durante mucho tiempo y de manifestar súbitas revitalizacio-
nes.
La recuperación de la memoria nos permite dar vida a cada
uno de nuestros combatientes internacionalistas que un día
partieron llenos amor y esperanza a darlo todo por una causa
tan noble como su propia existencia.
Hasta siempre queridos combatientes internacionalistas del
amor y la esperanza!
COFADECO
COMITÉ DE FAMILIARES DE COMBATIENTES
INTERNACIONALISTAS CAIDOS EN
LATINOAMERICA Y EL CARIBE
Combatientes del amor y la esperanza 7
 Volodia Alarcón Martínez

El sexto hijo y el menor de una familia minera

de Lota, nació el 3 de junio de 1969. Su padre,
antiguo militante del Partido Comunista, debió
pasar a la clandestinidad al momento del golpe
y salir al exilio en mayo de 1975. Al acompañar
a su familia a Irlanda, Volodia tenía 6 años.
Volodia participó muy pronto en las actividades de solidari-
dad con la lucha del pueblo chileno, primero en la Organiza-
ción de Pioneros Manuel Rodríguez y luego en las Juventudes
Comunistas.

Lo recuerda su hermana Maggie:

“Desde muy pequeño mi hermano captó las injusticias y des-

igualdades sociales. Quiso hacer algo por los pobres. Péle – así
lo llamábamos en la familia, era cariñoso, alegre, lleno de vida,
amable, deportista y llano a ayudar en lo que pudiera.
Tenía 17 años cuando abandono Irlanda. No pude asistir a su
despedida, pues me encontraba en Chile. Todavía lo lamento.
Presentí que no lo iba a ver nunca más. A fines de junio de
1989 supimos de su muerte. Una noticia terrible para la fami-
lia. Nos ha costado mucho superar la tragedia. Aún nos cuesta
creer lo que le ha pasado. A veces, al caminar por las calles o
cuando golpean a mi puerta, me da la impresión de que lo voy
a encontrar.
Mi hermano fue muy valiente al tomar la decisión que tomó.
Claro, era muy joven para morir, pero creo que iba dispuesto
a entregarlo todo en una causa noble, hasta su propia vida. A
pesar de todo lo que hemos sufrido en estos años, me siento
orgullosa de mi hermano y de su actitud tan generosa. Quisie-
ra sentir que la sangre derramada no ha sido en vano y que
otros pueden tomar la bandera y las ideas por las que él en-
tregó su vida”.
Volodia murió en una emboscada un día antes de cumplir los
8 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 9
21 años, el 2 de junio de 1989 en El Salvador
FERNANDO...
En Junio de 1985, mi hijo Fernando, que cursaba en ese en-
tonces 4to. Medio manifestó sus deseos de continuar sus es-
tudios fuera de Chile. En aquella época, el país atravesaba por
un periodo político muy difícil, en donde los jóvenes como
Fernando siempre estaban en peligro por sus impulsos juve-
niles, en algunos casos arriesgados. Las manifestaciones que
no estuvieran acorde con el régimen eran objeto de persecu-
ción, de desapariciones incluso la muerte. Pensar o comentar
sus ideas, aspiraciones era ir contra el sistema político militar
y la autoridad educacional gobernante de la época.
En Agosto de 1985, el día del niño, parte a estudiar fuera de
Chile. Sucarita señala el regocijo de poder salir de la tierra que
lo vio nacer y conocer nuevos horizontes, realizar susgrandes
sueños como por ejemplo ser un biólogo marino como Jac-
ques Cousteau y tener la dicha de conocer, estudiar y explorar
la fauna marina, ser un estudiante libre como el viento, sano
como él.
Fernando era un muchacho sin maldad, lleno de sentimientos
puros y desinteresados, sin manchas. El solo quería irse de
un país que a diario ejecutaba jóvenes, otros desaparecían sin
dejar rastro, sumiendo en la desesperación a sus seres que-
ridos, en un interminable peregrinar de golpear puertas con
respuestas burlonas, insípidas y con sarcasmo.
Durante cuatro años no tuvimos noticias de mi adorado Fer-
nando, hasta junio de 1990 unos amigos y profesores de mi
hijo Sergio, el mayor de mis tres hijos, piden entrevistarse con
nosotros, era un día feriado, San Manuel. Terminamos de al-
morzar, alrededor de las 15:30 horas, cuando suena el tim-
bre, me dirijo hacia la puerta, eran las personas que pidieron
conversar con mi esposo y por supuesto conmigo, invite a los
visitantes a pasar, Sergio junto a su hermano más pequeño
Alexis piden permiso para salir a la feria, lo cual me pareció
muy oportuno salir con Alexis porque este era muy inquieto,
en realidad propio de sus cortos años.

10 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 11

Durante un tiempo, yo personalmente había comenzado a su-
frir de pesadillas, mis sueños eran tormentosos, despertaba
llorando sin motivo alguno, estos no presagiaban nada bueno,
mi esposo y mis hijos se preocupaban por los presentimien-
tos extraños que durante el día yo les comentaba que tenían
un mensaje y esto era real, una cruel realidad tendríamos que
enfrentar, mi hijo, mi precioso y soñador Fernando estaba
muerto desde el 13 de noviembre de 1989, murió en el Sal-
vador (C.A.) a la edad de 20 años, acribillado por los militares
salvadoreños. Cuando nuestros visitantes comienzan ave-
riguar en qué condiciones de salud estaba, ya que por inter-
medio de mi hijo mayor estaban enterados que mi corazón
no funcionaba con normalidad, de esta manera sondeando
poco a poco nuestra personalidad, finalmente escuchamos la
fatídica noticia, mi esposo perdió totalmente el control de sí
mismo, su cabeza comienza a golpearla contra la muralla, gri-
taba con mucho dolor, rabia e impotencia ante una noticia tan
desgarradora. Yo como tomaba un medicamento para calmar
mis pesadillas, solo atine a desplomarme calmadamente en
el sillón sollozando como si la noticia ya la conociera y creo
que para mí fue la confirmación del resultado de mis sueños
donde creo que Fernando, mi hijo, trataba de comunicarme
porque todo mi ser desde el mismo corazón me lo anunciaba.
Desde esa fecha, junio, día de San Manuel, nuestras vidas cam-
biaron en 180°, fue un largo peregrinar para buscar la forma
de recuperar tu cuerpo, hijo querido, y repatriarlo, fue muy
duro el caminar, golpear y golpear muchas puertas, había que
lograrlo tu así lo querías. Tu caminar por la casa, cruzar de
un dormitorio a otro me lo decía, mejor dicho me lo pedias,
para que yo te escuchara, se originaban ruidos, la caída de tus
objetos personales como por ejemplo libros y tu ropa, era una
clara señal de tus deseos de volver a casa, a tus raíces a tu tie-
rra volver con tu gente, tus padres hijo querido.
Con la unión de las Iglesias Católicas y Evangélicas logre que
me otorgaran un pasaje de ida y vuelta más estadía y todo tipo
de cuidados. Hijo, tenía que encontrarte cueste lo que cueste
no podía vivir pensando que tú me necesitabas, era proba-
ble una equivocación, lo deseaba profundamente, no quería
12 Combatientes del amor y la esperanza
aceptar la equivocación, lo deseaba profundamente, no quería
aceptar la realidad. La misión era riesgosa en un país con mu-
chos muertos en aquella guerra sin cuartel, ¿podre encontrar-
te hijo?, entre tan tantas personas muertas y desaparecidas,
desintegradas en una fosa común, consumidas por las llamas,
hijo es una tarea difícil pero si tú me indicas el camino yo te
juro lograrlo.
Con antropólogos y médicos forenses, se creó ficha antropo-
lógica antes de viajar en tu búsqueda, aquí antes de ir al Salva-
dor tuve que reunir todo tipo de antecedentes que pudieran
demostrar tu identificación. “Fernando, cuan doloroso es este
caminar pero todo tiene su significado, fue penoso buscar tus
radiografías de tus huesitos, como caminabas como te para-
bas, en que forma tomabas el lápiz, fue muy difícil y penoso
pero para mí no existía ni enfermedad ni cansancio, a raíz de
toda esta dura tarea conocí a muchas personas las que ayuda-
ron en esta misión, las puertas que en muchas oportunidades
no se abrían, fueron poco a poco cediendo”. Hijo cuando fuiste
a los trabajos voluntarios en al Sur, regresaste con tu cara muy
inflamada tu muela del juicio no tenía espacio en tu denta-
dura y estaba completa en tu boca, te hacia mucha presión,
logramos una atención de urgencia en una clínica particular y
te extrajeron la muela pero fue caótico. La clínica ya no exis-
tía había desaparecido, pero logre conseguir la dirección del
cirujano, estaba en la quinta región, en su búsqueda y dimos
con su nueva dirección, le contamos nuestra pena nos pidió
que le diéramos tiempo para buscar en sus archivos, ya que
era mucho tiempo el que había pasado de la cirugía. Cuando
regresamos, al día siguiente nos tenía tus radiografías, no po-
día creer lo que sucedía como paso a paso se daban las cosas.
En el hospital de niños, Borja Arriaran tenía que rescatar tus
radiografías desde tu nacimiento, las que mes a mes te con-
trolaban por tu luxación a las caderas, fue otra odisea, en un
cuarto lleno de roídas fichas sin orden alguno porque estaban
dadas de baja. Con tu papa nos dimos el trabajo de buscar la
tuya hasta que lo logramos, todo esto lo fuimos adjuntando en
una ficha antropológica, que fue una dura tarea sin embar-
go mi decisión era lograrlo porque tú lo manifestabas. En una
oportunidad estábamos con tu papa esperando que llegaran
Combatientes del amor y la esperanza 13
tus hermanos para almorzar, cuando pasó por el corredor de tocó vivir yo estoy convencida que tú fuiste señalándome el
la casa una sombra, tu papa dijo “llegaron los niños”, fui al dor- camino para tu “Regreso a Casa”.
mitorio porque supuestamente se estarían cambiando de uni-
forme. La sorpresa fue terrible solo estaba el pequeño Alexis El dia 23 de Enero de 1993 en el vuelo de la linea aerea
y no el mayor como creíamos. Mi esposo aseguraba que era el LADECO viajamos a nuestro pais junto a otros compañeros tu-
mayor quien había llegado, yo le pregunte como vestía, él lo yos, tambien muertos en El Salvador, la llegada de los cuerpos
describió tal cual como vestíastú, hijo. Desde esa oportunidad desde Centro America provoco un gran revuelo publicitario.
no pensaron más que yo estaba poco menos trastornada y se
acostumbraron a verte pasar de una pieza a otra a mover tus Fernando, mira cuanta gente te espera estan tus hermanos,
libros. tus abuelas, compañeros de liceo, amigos y vecinos, mira!, el
Para mí como mama, estaba claro lo que tu quería yo tenía que Parroco, las hermanas religiosas donde tu participabas, tanta
encontrarte, tú te presentabas de muchas maneras. gente hijo, te recuerdan con cariño con mucho amor, los Pas-
El 18 de noviembre de 1992, por fin emprendí vuelo hacia tores de la Iglesia Evangelica, la madre Lucia, la madre Petro-
Centro América, a tu encuentro, porque tenía que encontrar- nila. Hijo!, mucha, pero mucha gente, tambien estan los fami-
te, viaje contra viento y marea en busca de uno de mis tesoros liares de tus compañeros esperando sus cuerpos.
más preciados dejando atrás a los otros dos junto a su padre.
La tarea no era para nada fácil, un país que estaba recién en la Fernando
firma de los acuerdos de una guerra escalofriante sin conocer Querido Hijo, has “Regresado a Casa”
absolutamente a nadie, estábamos solos.
En un lugar donde reinaba mucha desconfianza ¿Cómo lo- DESCANSA EN PAZ
grarlo?, ¿por dónde comienzo?, s bien es cierto que las Iglesias
estaban presente en todo, también es cierto que los trámites
legales no dependían de ellos, los testigos que necesitaba para
que señalaran el lugar donde tú estabas, era de difícil acceso,
donde tus compañeros protegieron tu malogrado cuerpo para
que no pudiera ser recogido por los militares e incinerarlo en
una fosa común como ocurrió con muchos de ellos.
El día 22 de diciembre finalmente se logra, con todos los trá-
mites legales que la situación lo amerita, la recuperación de
tus huesitos, luego el trámite de la autopsia lo que definitiva-
mente me confirmaría lo que no quería creer, fui parte con mi
presencia de tu examen, no quería por ningún motivo sepa-
rarme de ti porque éramos solamente los dos. Cuando todo
termino, te coloque en tu pequeña urna y juntos pasamos la
Navidad y Año Nuevo, nos acompañaba mucha gente, pero yo
no los veía a mí solamente me importabas tú, en esa pequeña
urna.

Hijo querido, he relatado a tu memoria, parte de lo que nos

14 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 15
MANUEL LÓPEZ IBAÑEZ bajo te encantó, manejabas todo el día, recorrías toda la zona
en camioneta con tus compañeros de trabajo, atendiendo a
los campesinos de la zona que esperaban con ansias ser due-
Hola Papá
ños de su tierra, eran años de Salvador Allende… fueron po-
cos años pero intensos, después vino el horror, la tristeza y tu
Te cuento que tengo un hijo hermoso, que se llama Emiliano,
partida..
tu nieto…. siempre te recordamos y le cuento de ti, de lo in-
Sabemos que nunca te recuperaste de ese dolor…en el exilio
quieto que eras desde chico, que manejabas los tractores del
le dabas tregua a tu pena con las empanadas y el vino tinto en
abuelo con apenas 10 años, que aprendiste a nadar en el río
los encuentros de tu querido Partido Comunista, del cual fuis-
Cautín de tu querida ciudad de Temuco, la que siempre año-
te militante desde los 13 años y siempre te sentiste orgulloso
rabas. De tus recuerdos y tus deseos de volver a caminar por
de pertenecer…
esas rutas del cerro Ñielol, ver la hermosa vista desde allí y
Así y todo con el dolor de no poder vivir en tu país, te gustaba
sus hermosos copihues. Le cuento de tu odisea, de irte a es-
la vida, los animales, la tierra y su olor después de la lluvia,
tudiar Agronomía a Moscú, pues te gustaba mucho la biología
sobre todo la de Nicaragua, jamás hubieras querido morir así,
y la química, de hecho aún conservamos tu libro de Química
sin volver a tu patria, a los tuyos…pero el destino quiso otra
que compraste en Escocia, el cual decías que era de bolsillo y
cosa… y tu compromiso con las personas era mayor a cual-
es inmenso…
quier miedo, a cualquier guerra… por eso ese 24 de junio de
A mi hijo le cuento que te gustaba pescar y andar al aire libre,
1987, partiste desde Estelí a reunirte con los campesinos que
que siempre tuviste un espíritu aventurero y conociste gran
recién había sido atacados por la Contra, tu tenías ese com-
parte de la Unión Soviética, inclusive realizaste trabajos vo-
promiso con ellos y lo cumpliste…pero no llegaste…nunca lle-
luntarios en Siberia.
gaste… estaba escrito en tu destino, que ese día serias víctima
de un cobarde atentado y que dejarías esta mundo, por lo me-
Siempre te recuerdo trabajador y que te encantaba apoyar a
nos de forma física… eras un Internacionalista por el amor y
los campesinos en sus actividades, aún tengo en mi memo-
la esperanza…
ria cuando te las ingeniaste para modificar los tractores en
Hoy tu cuerpo yace en Chile, en tu patria, en tu terruño, en
Nicaragua, para ser utilizados por las mujeres que debían
tu suelo volcánico y aunque no pudiste volver cómo hubieras
reemplazar a sus maridos que estaban en el frente de batalla
querido… al fin volviste y sé que estas feliz, muy feliz, por-
defendiendo la Revolución Sandinista.
que fue lo que más quisiste en tu vida… volver a Chile…siem-
pre volvías un poco en tus recuerdos al escuchar tu amado
Mi hijo se entretiene escuchándome cuando le enseño tu me-
programa de Radio Moscú: Escucha Chile… lo escuchaste en
moria y que estudiaste en Escocia un Master of Science con la
todos los países que viviste, Escocia, Inglaterra, Colombia y
especialización en Edafología, el estudio de los suelos volcá-
Nicaragua…
nicos, con la esperanza de volver a tu querido país y recorrer
todos sus volcanes; siempre decías que la tierra de origen vol-
Te extrañamos padre… un abrazo… donde quiera que estés…
cánico era la mejor..

También le hago mención que después de estudiar en Moscú
Siempre este poema de Rubén Darío me recuerda a ti:
regresaste a Chile a trabajar en CORA: Corporación de Refor-
ma Agraria de la quinta región con sede en Quillota, ese tra-
A Roosevelt
16 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 17
Es con voz de la Biblia, o verso de Walt Whitman, la América católica, la América española,
que habría que llegar hasta ti, Cazador! la América en que dijo el noble Guatemoc:
Primitivo y moderno, sencillo y complicado, «Yo no estoy en un lecho de rosas»; esa América
con un algo de Washington y cuatro de Nemrod. que tiembla de huracanes y que vive de Amor,
Eres los Estados Unidos, hombres de ojos sajones y alma bárbara, vive.
eres el futuro invasor Y sueña. Y ama, y vibra; y es la hija del Sol.
de la América ingenua que tiene sangre indígena, Tened cuidado. ¡Vive la América española!
que aún reza a Jesucristo y aún habla en español. Hay mil cachorros sueltos del León Español.
Eres soberbio y fuerte ejemplar de tu raza; Se necesitaría, Roosevelt, ser Dios mismo,
eres culto, eres hábil; te opones a Tolstoy. el Riflero terrible y el fuerte Cazador,
Y domando caballos, o asesinando tigres, para poder tenernos en vuestras férreas garras.
eres un Alejandro-Nabucodonosor.
(Eres un profesor de energía, Y, pues contáis con todo, falta una cosa: ¡Dios!
como dicen los locos de hoy.)
Crees que la vida es incendio,
que el progreso es erupción;
en donde pones la bala
el porvenir pones.
No.
Los Estados Unidos son potentes y grandes.
Cuando ellos se estremecen hay un hondo temblor
que pasa por las vértebras enormes de los Andes.
Si clamáis, se oye como el rugir del león.
Ya Hugo a Grant le dijo: «Las estrellas son vuestras».
(Apenas brilla, alzándose, el argentino sol
y la estrella chilena se levanta...) Sois ricos.
Juntáis al culto de Hércules el culto de Mammón;
y alumbrando el camino de la fácil conquista,
la Libertad levanta su antorcha en Nueva York.
Mas la América nuestra, que tenía poetas
desde los viejos tiempos de Netzahualcoyotl,
que ha guardado las huellas de los pies del gran Baco,
que el alfabeto pánico en un tiempo aprendió;
que consultó los astros, que conoció la Atlántida,
cuyo nombre nos llega resonando en Platón,
que desde los remotos momentos de su vida
vive de luz, de fuego, de perfume, de amor,
la América del gran Moctezuma, del Inca,
la América fragante de Cristóbal Colón,
18 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 19
JUAN CABEZAS TORREALBA JUAN CORTÉS ZULETA
“Mi hijo Juan, nació en Chile y hubo de acompañarme al exilio Provenía de Vallenar, militante del Partido Socialista y sobrino
en Costa Rica donde se nos acogió con aprecio y se nos honró del Ministro del Gobierno de la Unidad Popular Carlos Cortés.
con su ciudadanía. Sin embargo, al norte otra dictadura tan Fue un destacado miembro de la Iglesia Evangélica. En esa ca-
cruel y sanguinaria como la chilena, masacraba al pueblo so- lidad escribía artículos en un diario nicaragüense. Se integró
metiéndolo a oprobiosa dominación. a la lucha de liberación de ese país hermano, donde perdió
Mi hijo Juan entendió que eses pueblo era su pueblo y la mis- la vida en 1982. Sus restos se encuentran en el Cementerio
ma dictadura, el mismo dolor y la misma esperanza de los Oriental de Managua.
oprimidos.
Aún antes de los 20 años se incorporó a la lucha revolucio- Los Libertadores
naria de sus hermanos de esperanzas, los nicaragüenses. El … Aquí viene el árbol, el árbol,
Frente Sandinista de Liberación Nacional abrió sus filas para cuyas raíces están vivas,
permitir la realización internacionalista de mi hijo. sacó salitre del martirio,
A los 21 años, en uno más de tantos combates participó, mu- sus raíces comieron sangre,
rió bajo las balas de la Guardia Nacional el día 9 de abril de y extrajo lágrimas del suelo:
1979, en la Hacienda Orozí, Rivas. Dos combatientes sandinis- las elevó por sus ramajes,
tas murieron en ese enfrentamiento: mi hijo Juan y un compa- las repartió en su arquitectura.
ñero suyo de nacionalidad panameña. Fueron flores invisibles,
Al igual que tantas madres nicaragüenses, lloro y lamento la A veces, flores enterradas,
muerte de mi hijo; al igual que muchas de ellas, mis herma- Otras veces iluminaron
nas, el dolor se acrecienta por el desconocido paradero del sus pétalos, como planetas.
cadáver de mi hijo, por la imposibilidad de comprometer mis
manos en su sepultura. Y el hombre recogió en las ramas
(De una carta dictada por teléfono a La Prensa de Managua las corolas endurecidas,
por Eliana Torrealba y publicada el 3 de mayo de 1979). las entregó de mano en mano
El 7 de junio de 1980, en el Departamento de Rivas, campesi- como magnolias o granadas
nos, trabajadores de la ciudad, dirigentes del FSNL, interna- y de pronto, abrieron la tierra,
cionalistas y miembros del Instituto Nicaragüense de Refor- crecieron hasta las estrellas.
ma Agraria se reunieron para rendir homenaje a los cuatros
internacionalistas caídos en el Frente Sur: Este es el árbol de los libres.
El árbol tierra, el árbol nube,
El árbol pan, el árbol flecha,
Sacerdote español Gaspar García Laviana, El árbol puño, el árbol fuego.
Panameño Darío Salvatierra Pablo Neruda
Chilenos: Juan Ernesto Cabezas Torrealba, militante del MIR y
Mario Guerra Ruiz.

20 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 21

MARIO GUERRA RUIZ
Cayo combatiendo en Sapoa, Nicaragua, el 1 de julio de 1979.
En 1967 se había incorporado a la Juventud Socialista en Chi-
le.
Lo detuvieron tras el golpe militar en 1973. Al salir de la pri-
sión ingreso al MIR y en 1978 se incorporó a las filas del Fren-
te Sandinista de Liberación Nacional.
“Una victoria del pueblo nicaragüense será una victoria de to-
dos los chilenos – escribía desde el Frente Sur, y agregaba – y
abrirá las puertas de la Revolución Continental”.
Al morir expreso a sus compañeros:
“Digan en mi patria, que muero feliz”.
22 Combatientes del amor y la esperanza
DAYS HUERTA
Days Huerta, militante de las Juventudes Comunistas, viajo en
agosto de 1973 para estudiar en Cuba. Cayó abatido en el asal-
to al bunker de Somoza en Managua en 1979.
Habla su hermano Richard:
“Tenía 18 años cuando se fue y lo acompañábamos al aero-
puerto. Yo me sentía triste. Habíamos sido siempre muy uni-
dos. Éramos los menores de 7 hermanos. Y vivíamos ese am-
biente raro en agosto de 1973 en que se presentía que algo iba
a pasar. Él también lo presentía y me dijo con mucha franque-
za antes de partir: “Vamos a ver quién de los dos queda vivo”.
Yo tenía 23 años en ese entonces.
Íbamos siempre juntos a las fiestas, a las reuniones de base,
a las actividades políticas. Yo lo ingrese a la Jota, pero muy
pronto me supero en el quehacer político.
No supimos más de él hasta el año 1978 cuando nos llegó
una carta suya vía varios países, en la que nos contaba que se
había recibido y que estaba bien. Y ni una palabra más hasta
1980 cuando nos comunicaron su muerte.
Mis papas quedaron muy afectados. Hasta el día de hoy. Yo
sentí mucha pena y rabia. Había muerto tan joven. No sabía-
mos que era combatiente, aunque lo suponíamos. Había sido
un militante político de mucha participación y entrega. Difícil
pensar que no tomara esa opción.
¡Qué bueno que ahora podamos contar lo que hizo, compartir
nuestra pena con quienes lo conocieron y comunicar nuestro
orgullo por su valor, hombría y amor hacia los pueblos herma-
nos de nuestro continente!”
Combatientes del amor y la esperanza 23
JUAN ROBERTO DIEZ DIEZ
Nació el 24 de junio de 1945. Era militante del Partido Socia-
lista. Se integró a la lucha del pueblo salvadoreño y cayó en
combate en los primeros meses de 1984.
Su compañera Raquel, mujer madura de ojos cansados, con
quien compartió 15 de años de vida, nos relata: “Juan fue un
hombre idealista tremendamente solidario; siempre lo com-
partió todo con sus compañeros.
Con Juan tuvimos dos hijos, Lucy y Eduardo. Cuando partió
sentí un vacío tremendo… Recuerdo que le gustaba sentarse a
escuchar música, rondaba por la casa tarareando “sigo siendo
el rey”, era un buen padre y esposo. Me decía que le gustaba
que su compañera fuera gordita, así tendría donde hacer cari-
ño. Le encantaban los postres que yo le cocinaba.
Ahora estoy sola con mis hijos y me ha costado montones salir
adelante. Lo que más quisiera de todo corazón es que sus res-
tos estuvieran en Chile”.
En su carta de despedida Juan señalo lo siguiente:
“…Yo les pedí que me enviaran a El Salvador, petición que fue
aceptada y con fecha 15 de octubre de 1983 salgo con destino
a dicho lugar como internacionalista, representando a mi par-
tido. Ahora, si a mí me llegara a ocurrir algo, les ruego mandar
mis cosas a mi casa.
De antemano, mis más sinceros reconocimientos a los com-
pañeros que han depositado en mí su confianza y me voy a
cumplir esta misión bajo mi absoluta responsabilidad, sin
comprometer al partido en nada si algo me pudiera ocurrir”-
24 Combatientes del amor y la esperanza
ALBERTO GERALDO BONILLA
Alberto Geraldo, de profesión constructor civil, era militante
del Partido Socialista desde la década de los sesenta. En el pe-
riodo del Gobierno Popular se incorporó al denominado Fren-
te Interno del Partido, para cooperar con la seguridad de la
organización y la defensa del gobierno legítimamente elegido
ante cualquier asechanza, lo que le pareció totalmente natural
dado su paso por la Escuela de Aviación algunos años antes.
Al sobrevenir la tragedia del 11 de septiembre de 1973 se
constituyó en uno de aquellos combatientes de la primera
hora que no retrocedieron ante el fuego y la metralla. Luego
tuvo que pasar a la clandestinidad y salir al exilio.
Comprendiendo que la gesta sandinista reclamaba apoyo in-
ternacionalista, por resolución propia y determinación parti-
daria, armado de una inmensa fe en los destinos de la América
morena, marcho sin vacilar a Nicaragua integrándose al Ejér-
cito Popular Sandinista para enfrentar la contrarrevolución.
Este paso implicaba el alejamiento de los seres que más quiso
en su vida; su compañera y sus dos hijos.
“Su muerte como combatiente internacionalista en Puerto Ca-
bezas, Nicaragua, en julio de 1982, dejo inconclusa una nueva
determinación de Alberto Geraldo, el militante por la libertad,
puesto que interrumpió su regreso clandestino a Chile para
el cual se preparaban las condiciones de retorno… daño irre-
parable que paliaremos, en parte, con su póstumo regreso y
postrer homenaje”, expresa su compañera María Angélica.
Sus restos fueron trasladados al Cementerio Oriental de Ma-
nagua, en un espacio reservado para combatientes interna-
cionalistas.
Combatientes del amor y la esperanza 25
JOSÉ A. IBAÑEZ GODOY
José Antonio nació el 16 de junio de 1964 en Santiago de Chile.
Lo recuerda un compañero de lucha: “José ingreso a
las Juventudes Comunistas de Chile en diciembre de 1984 en
la ciudad de Buenos Aires. Trabajo como responsable de soli-
daridad en su base, luego en prensa y propaganda, formándo-
se políticamente de a poco. Era muy responsable, eso sí. Tenía
muchos deseos de trabajar en Chile. Siempre tuvo mucha ga-
rra para cualquier tarea.
Como a todo joven, le gustaba su cervecita, ir a una peña. Du-
rante su estadía en Argentina fue tres veces a Chile. La ultima
en febrero de 1986. En cada viaje tomo parte en las protestas
populares.
José siempre se destacó por sus ocurrencias, por sus bromas y
tallas. Sin embargo, cambio profundamente al incorporarse a
la lucha en Nicaragua. Se volvió más serio y responsable.
Tenía buena relaciones con los demás, aunque al principio
a algunos compañeros les incomodaban sus bromas. Pero a
medida que se fueron profundizando los vínculos todo fue
mejorando. Gracias a su personalidad extrovertida le fue fácil
compenetrarse en el grupo.
La última vez que converse con el cumplía la función de co-
hetero. Estaba contento porque se sentía muy bien con los
“compas-nicas”. Sin embargo, también tenía ganas de termi-
nar luego y retornar a Chile.
Quería pasar por su casa y llevarles un poco de dinero. Me lo
dijo con estas palabras: “Yo voy a estar tranquilo si puedo ir
a mi casa y darles unos pesos a mis viejos”.
Puso mucho empeño y pasión en todas las tareas que se le en-
comendaron, como esta ultima de ser cohetero. Derrochaba
valor en las batallas. Impaciente por combatir, quería “echar-
se” a varios somocistas.Cayó combatiendo por la libertad de
Nicaragua el 3 de mayo de 1987”
26 Combatientes del amor y la esperanza
EDGARDO “PAYO” LAGOS
A muy temprana edad ingreso a las Juventudes Comunistas.
Justo en ese entonces había triunfado el gobierno de la Uni-
dad Popular y él se integró de lleno a todas las actividades del
nuevo proceso social del país.
Sus hermanos evocan su imagen:
“Cuando llegaba a casa con los cabros de la población, parecía
que querían arreglar el mundo con sus conversaciones. Era
tremendamente alegre y afectuoso, nos contagiaba a todos
con su optimismo y sus ganas de vivir”.
Después del golpe de estado Payo tuvo que pasar a la clandes-
tinidad junto con nuestro padre. Un año después tuvimos que
partir todos al exilio. Por su deseo de quedar cerca de Chile,
Payo decidió permanecer en Cuba.
En 1979 se libran tremendos combates por la libertad de Ni-
caragua.
Payo parte a sumarse a la lucha de ese pueblo hermano. Son
muchos los chilenos que en el frente sur se enfrentaron a las
tropas de elite de la guardia somocista. Payó cayó mortalmen-
te herido junto a un combatiente salvadoreño y falleció pocos
días antes del triunfo de la revolución sandinista.
A todos nos llenó de alegría el triunfo del pueblo nicaragüen-
se. Sin embargo, poco después de esa victoria, nuestros pa-
dres recibieron la noticia de la caída en combate de nuestro
hermano.
Tenemos tan patente en la memoria la mañana en que se des-
pidió de nosotros. Éramos chicos, no sabíamos que no volve-
ríamos a verlo. Pero estamos orgullosos de Payo y queremos
que los jóvenes sepan su historia. Siempre estará en nuestra
memoria con amor y profundo respecto. Deseamos que sus
restos descansen en Chile.
En una de sus últimas cartas nos señaló“… Espero que pronto
podamos estar juntos otra vez, más espero que sea en nuestra
patria.”Su entrega y la de otros muchos combatientes interna-
cionalistas es parte de nuestra historia que debemos rescatar.”
Combatientes del amor y la esperanza 27
Edgardo Javier Lagos Aguirre, El Payo mente. Sus sentimientos más puros de libertad, hermandad,
amor y su consecuencia lo llevan presentarse voluntariamen-
Nuestro querido compañero Payo es el mayor de siete her- te para ser parte de los combatientes internacionalistas.
manos, nace el 27 de marzo de 1955, tremendamente amado
por sus padres, de carácter afable, muy alegre y comunicati- En 1976 toma la decisión de separarse de su familia para con-
vo, desde muy niño manifestó gran sensibilidad social, ingre- vertirse en un Soldado de la Libertad y marchar a Nicaragua
sando a muy temprana edad a las JJ.CC., participando de lleno a ser parte del FSLN, estaba absolutamente convencido que
en el proceso social de esa época. Integra las BRP desde los su amor a la vida no le permitía aceptar ningún tipo de dicta-
15 años. dura independientemente del país que fuese, muchos jóvenes
Durante los años de la UP participa con cuerpo y alma en el latinoamericanos participaron junto a él en esta noble causa.
acontecer político y social, siendo parte de la JAP, a pesar de
ser tan joven sus ideales lo llevan a trabajar duramente en las Payo cae en combate en el frente sur, Nicaragua, el 17 de Julio
transformaciones sociales que se acontecen, asistiendo a los de 1979, defendiendo a la gran patria latinoamericana, so-
trabajos voluntarios, vendiendo el Siglo los domingos, orga- ñando un mundo más justo.
nizando actividades de apoyo a la UP.
Siempre fue un admirador de la música folklórica y de la mú- Dos días después de haber fallecido, triunfaría de Revolución
sica de la nueva trova cubana. Sandinista, y sus sueños se harían realidad para un pueblo
Joven de buen carácter, amante de la vida, estudiante delLiceo que defendió con su vida.
Nro.7 de hombres de la comuna de Ñuñoa, integrante de la
directiva de los estudiantes del Liceo. Nuestro querido Payo era un apasionado de la lectura, en una
Salía en una camioneta vieja llena de tarros a recorrer las ca- de sus cartas a su familia escribía.
lles para llenarlas de color de juventud junto a la brigada BRP,
abrazaba con todas sus fuerzas los ideales de justicia e igual- “juventud divina, tesoro,
dad. ya te vas para no volver
A Payo le encantaban los Beatles, en sus cortos ratos libres cuando quiero llorar no lloro
escribía poemas, siempre fue muy expresivo en su afectividad y a veces lloro sin querer”. Rubén Darío
para con su madre siendo un tremendo apoyo para ella. Su
casa la llenaba de muchachos jotosos, organizando todo tipo
de actividades que respondía al proceso que se estaba vivien-
do.
En la época de la UP su vida fue intensa y hermosa donde todo
era posible y sus ideales se hacían realidad, los que tan pron-
tamente fueron arrancados por la mano infame y asesina de la
dictadura el 11 de septiembre de 1973.
Ante estos hechos sentía gran responsabilidad de defender
sus ideales, junto a su familia parten rumbo al exilio siendo
acogidos en la Republica Socialista de Rumania, continuaron
allí su vida, nuevamente militando en JJCC, en sus estudios in-
gresando a estudiar Ing. Agrónoma y madurando intelectual-
28 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 29
ROBERTO LIRA MOREL Tu Ejemplo lo llevo conmigo. Gracias Hermano”.

Remembranza a los sentires

Nace en Santiago el 28 de abril de 1953. Realiza sus estudios
Raúl Lira Morel
en el Liceo Darío Salas, del cual fue dirigente destacado. En
Escribir siempre será la forma más cercana de transportar las
1965 ingresa a las Juventudes Comunistas, donde desempeño
realidades, de trasladar tus alegrías, tu melancolía y también
diferentes responsabilidades.
de trasladar el dolor.
Sus méritos lo hacen ser propuesto para ir a la Habana a cur-
Roberto es un joven especial, un hermano especial y particu-
sar estudios superiores. Viaja en marzo de 1972 a Cuba don-
larmente un hijo especial.
de ingresa a la carrera de odontología, recibiendo el título de
No puedo negar que sus manos en micuello como haciendo
Doctor en Estomatología.
de mi un bastón nunca me agrado, pero entendía que era la
Posteriormente su espíritu latinoamericanista lo lleva a soli-
forma de proteger al hermano menor.
darizar con el pueblo nicaragüense, haciéndose participe de
Roberto fue siempre, un amigo de pocos amigos y un incasa-
la liberación en 1979. Pero sintió que su compromiso debía
ble inventor de inventos; solo útiles para su imaginación que
llegar también al pueblo salvadoreño. En 1980 se traslada a El
caminaba rauda a otros territorios a otras latitudes, a otros
Salvador, apoyando nuevamente a los más pobres, a los más
paramos que yo intentaba descubrir y, nunca pude.
reprimidos en su intento por conseguir una vida mejor.
De sus inventos recuerdo, cuando él tendría 16 años y yo 12
En enero de 1981 Roberto y sus compañeros son emboscados
o 13. En esa ocasión tengo viva la imagen, de una de sus pri-
en Santa Ana, donde el cae, quedando su cuerpo inerte en esas
meras compras, un “tocadiscos”, uno de esos integrales, que
tierras.
incluía en la misma carcasa, los parlantes, bueno el asunto es
Habla su hermana Vilma:
que ese aparato estaba tecnológicamente desfasado, ya que
“Recuerdo con profundo amor su figura. Cuando nos despe-
en esa época, quien se preciara de moderno tenía un “Pik-up”,
dimos en el aeropuerto, a pesar de mis cortos 7 años tuve esa
de esos con los altavoces externos. En síntesis, Roberto con la
sensación que jamás he podido explicarme: Esa despedida era
ayuda de una sierra, redujo a la mitad el espesor del aparato
para siempre, no lo volvería a ver.
original, saco los parlantes, a los que les preparo dos cajitas
Antes del golpe de septiembre de 1973 mantuvimos una co-
de madera. Forro los tres cuerpos con un material de plástico
municación regular, pero después no tuvimos más noticias de
y unifico técnicamente, el desastre. Que a pesar de todo, so-
él hasta 1979, cuando llegó una carta a través de otro país. En
naba, ¿Cómo lo hizo? , no sé, pero el siempre encontraba las
ella expresaba su esperanza de volver a estar todos juntos, di-
soluciones, incluso a problemas que solo existían en su cos-
rigiéndose siempre con mucha ternura hacia mi madre. Nada
movisión. Ese detalle fue para mí impactante, nosabía si mi
nos decía de lo que estaba haciendo, sin duda para no preocu-
hermano era un genio, o simplemente que a la lejana edad de
parnos. Pero al menos supimos que estaba bien.
16 años, los jóvenes se convertían en adultos y comenzaban a
A fines de 1981 me entere con mucho dolor de la muerte de
ejecutar estupideces. Por el solo hecho, de poder hacerlo.
Roberto y me negué a aceptarlo. Me costó mucho asumir todo
Roberto, nació en una época, correcta, en un lugar equivoca-
esto. Siento un gran orgullo por mi hermano y lamento que no
do, en una familia de estructura frágil, con una madre fuerte y
hayamos podido compartir mástiempo. Espero que sus res-
unas convicciones que ambos compartieron hasta sus respec-
tos puedan ser ubicados. Sin embargo, donde quiera que haya
tivas muertes con apenas 5 años de diferencia. Me sería difícil
quedado su cuerpo, sé que será como si estuviera aquí y estoy
hablar de Roberto, sin nombrar a Alba, nuestra hermana que
segura de que él fue feliz.
nos orientó la necesidad de ser Komosol, que nos enseñó la
30 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 31
vida de Pavel, el joven comunista creado por la “real imagina-
ción” del escritor Nikolai Ostrovski que nos enseñó cómo se
templa el acero. Que hace de nosotros la vida?
Que cuando encontré a nuestra hermana, ya cuando tú eras
parte de una leyenda.
Si la encontré 20 años más tarde en una Nicaragua en Gue-
rra, donde tuvo el “coraje” de renegar de todos esos principios
que otorgaron a Roberto la vida eterna y que me enseñaron a
madurar, en mi permanente frivolidad, de adolescente eterno.
La vida no fue fácil para ninguno de los tres, pero Roberto
nunca sequejó, nunca sufrió por lo que era inevitable, y más
bien, su idea era cambiar lo posible.
Sus lágrimas no conocían sus dolores, sus lágrimas estaban
por los últimos acontecimientos de la gesta de Ho Chi Min, por
la consolidación de la revolución cubana, sus lágrimas que
nunca vi pero, que si sentí, eran por los acontecimientos que
conmovían al mundo, nunca por sus propias miserias, porque
nunca las tuvo.
Roberto, tenía una sonrisa que denotaba ironía, podía incluso
ser un tanto creído en apariencia, pero solo era una forma de
ocultar su timidez. Roberto no fue el hermano con el que pla-
neábamos jugarretas de mal gusto, él nunca se divertía, según
su hermano pequeño. Como podía vivir sin reír de los demás,
sin robarle 20 escudos a la mama, o simplemente sin hacer
“maldades”?. Él se divertía de otra forma, él era adulto cuando
todavía llevaba pantalones a la rodilla.
Él era quien sostenía la pena eterna de nuestra madre, él era
quien asumía un rol secretarial de su madre, para los temas
bancarios, para la compra de alimentos, para la organización
de una modesta economía. Él fue un gran compañero de nues-
tra joven madre.
Vilma, la pequeña hermana lo adoraba y alguna vez reconoció
que de los tres primeros hijos, Roberto era el más querido, y
para mí era normal que así fuera, él era su buen amigo, Ro-
berto renuncio a casi todo por ayudar primero a su entorno
cercano y luego a la eternidad.
32 Combatientes del amor y la esperanza
Es difícil recordar tantos años, tan escondidos por la fuerza
del olvido casi impuesta, es posible que todos quisiéramos a
Roberto, pero así como nuestra madre lo prefería, Vilma nues-
tra pequeña hermana, lo adoraba más que a ninguno de los
otros dos hermanos y saben, eso yo también lo entendí siem-
pre, era normal. Roberto se ocupaba de Vilma pasaban horas
juntos con más de 15 años de diferencia se entendían, se apre-
ciaban y se cuidaban, era lógico no? Roberto fue mi hermano
“grande” y Alba fue la hermana grande de todos, pero solo Ro-
berto fue el hermano y el amigo de Vilma y eso ella no lo olvi-
do nunca, tanto así que estas letras cercanas sin pretensiones,
fue idea de Vilma, no por mí, no por ella, solo por Roberto.
Roberto viajo a Cuba, de Cuba a Nicaragua a El Salvador.
En El Salvador conoció la vida que ya había reconocido en
Cuba que vivió en el Frente Sur en la derrota de Somoza, pero
en el El Salvador se encontró con la historia, con esa construi-
da por tantos Robertos, por esa historia llena de llantos de
tantas Vilmas, por esa historia que nos llenó de furia y amor a
los que quisimos conocer como había sentido Roberto.
Amigos que leen esta nota, no debéis pensar que estamos tris-
tes.
Solo los hombres que nunca mueren pueden caer por lo que
creen, por eso ese amigo casi desconocido no está muerto.
Tuvo el privilegio de morir pensando que cambiamos el mun-
do, muchas veces lo envidio, los que quedamos nos dimos
cuenta que quizás el mundo ya cambio a muchos.
Por otra parte, a veces miro la imagen de Bruna (mi hija) y
pienso que Roberto, habría sido un estupendo “tiet” (tío en
catalán).
El país en que nacemos, ya no es de ninguno de los que naci-
mos en él, porque uno es de dónde vives pero, sobre todo en
donde mueres, el nacimiento es una situación que tu no con-
trolas, la muerte es posible que sí.
Solo Vilma queda con una fuerza insólita no quiere dejar mo-
rir nuevamente la imagen, lejos de cualquier fetichismo eso se
llama amor, y vivan los que pueden amar con esa intensidad
Combatientes del amor y la esperanza 33
que supera los continentes, los tiempos y hasta la lógica.
Roberto según los cristianos debes estar mirando este acto
LUIS EMILIO MENDOZA
escrito, y seguro con su risa burlona, se entretiene intentando
Militante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Luis Emilio
poner en orden el rebelde mechón de cabellos que cae sobre
marchó a la lucha en Nicaragua a fines de 1986. Murió en una
sus ojos profundos, sobre su mirada enjunta y sobre sus pro-
emboscada el 17 de noviembre de 1987.
yectos de mañana.
Habla su padre, Luis:
Si fuera cristiano seríamás feliz, ya que estaría seguro que en
estos momentos luego de una larga conversación con el Che,
“Emilio era un muchacho como todos. Militaba en la Jota des-
se abraza a Salvador y sobre los versos deNeruda da su mano
de los 14 años y fue dirigente estudiantil en su liceo. Participo
izquierda, a la mano firme de Mandela para que sea este lu-
en la lucha contra la dictadura como lo hacían los jóvenes en
chador utópico pero real, la persona que de la bienvenida a
ese tiempo; desde los actos culturales hasta las barricadas. En
Fidel que acaba de llegar.
una jornada de protesta vio morir junto a él a un compañero
Pero no están solos, miles de jóvenes que nunca envejecieron
suyo. Abatido a balazos por Carabineros. Esto lo dejó marcado
como le paso al Che a Roberto y a tantos, se preparan para una
para siempre.
larga conversación con el Comandante recién llegado.
Estudio en el Instituto Profesional de Santiago con buenas
Hablar de Roberto no es hablar del hermano, del amigo,o del
calificaciones. Alrededor de un año antes de irse ingreso al
hijo, es hablar de ideas, de cambios estructurales, de redefini-
Frente. Él no me lo conto, pero lo supuse. Temíamos por él. A
ción de las estrategias.
veces llegaba tarde a casa. Nosotros no podíamos dormirnos
Hablar de Roberto es hablar de la gente humilde, de los po-
hasta que estaba bien. Se fue a fines del 86. Dijo que iba a es-
bres, de los desarraigados, de los que ya ni siquiera miran al
tudiar, pero mi experiencia me indicaba otra cosa. Finalmente
cielo, porque les quitaron la fuerza.
me contó “la firme”. No se lo dije a su madre. La hubiera des-
Roberto no es nuestro hermano, es hermano vuestro, y es el
pedazado. Por eso mismo, cuando recibimos la noticia de su
compañero de todos los que sienten que la vida es un compro-
muerte como dos años después de ocurrida, para ella fue un
miso, y que los compromisos deben ser ejecutados, hasta las
golpe muy duro.
últimas consecuencias.
Desde su partida una sola vez nos contactamos con Luis Emi-
Si querías una nota dulzona con sabor a peluche, este es un
lio por carta a través de un amigo que viajo para allá. En su
libro equivocado, esta nota, es una bomba de mecate, es un
respuesta nos decía que estaba bien. Bueno, uno, como padre,
M79, un G30, es el Aka que se convierte en poesía y dispara
fuera del inmenso dolor por su trágico fin, siente también or-
ráfagas lilas y hace que el camuflaje militar se confunda con
gullo. Arriesgarse a luchar contra la dictadura de Pinochet era
los colores destellantes de la selva.
de por si algo inmenso y sacrificado; pero, crecer tanto como
Esta es una nota sentida, hecha con la felicidad de haber es-
para decidirse a luchar por la libertad de un pueblo hermano,
tado cerca de la muerte, de su muerte que sangra vida. Por
es algo que como padre me conmueve y me provoca una pro-
esa muerte de los hombres que nunca mueren Roberto, como
funda admiración por Emilio.”
Sandino, como el Che y como Farabundo también es de esos
hombres, que nunca mueren.

34 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 35

Le escribe su hermana Maritza Mendoza
Luis Emilio Mendoza cayó en combate con un tiro certero en
la yugular disparado por un francotirador yanqui de la Contra
nicaragüense el 17 de noviembre del año 1987 bajo el man-
dato de Daniel Ortega quien lideraba el gobierno del FSLN
(Frente Sandinista de Liberación Nacional) electo con un am-
plio margen de votos de un 67% en Nicaragua.
Luego de abandonar el poder el dictador Anastasio Somoza a
través de varias negociaciones entre el Secretario de Estado
Norteamericano de ese entonces, CyrusVance y bajo el gobier-
no de Jimmy Carter, éstos presionados por la OEA que llamó
a poner fin al derramamiento de sangre en ese país, le dieron
asilo político en Miami Florida.
El FSLN inició un gobierno de reconstrucción nacional en julio
de 1979 y comenzó a realizar una política de economía mixta,
a la vez que repartía las tierras de los latifundistas en la refor-
ma agraria y se nacionalizó la banca. Los bienes de la familia
Somoza y de otros miembros relevantes de la sociedad que
sostuvo a la derrotada dictadura fueron expropiados, equiva-
liendo al 40 % de la economía nacional (se habían literalmen-
te robado la mitad del país).
En 1981, Los Estados Unidos de América, organiza y financia
la denominada Contra (de contrarrevolución), formando las
unidades del ejército de Somoza que se había reconstruido
con base en el vecino país de Honduras con más de diez mil
Contras armados por Estados Unidos, que recibió una conde-
na por el Tribunal Internacional de La Haya por esta interven-
ción, lo que da inicio a una nueva guerra en Nicaragua.
La solidaridad internacional se volcó con Nicaragua, y orga-
nizaciones de países de todo el mundo apoyaron y acudieron
en ayuda, formando parte de un ejército de Combatientes In-
ternacionalistas, reforzando al sandinista, donde Luis Emilio
acude voluntaria y consecuentemente a sus valores, fundados
durante la lucha propia en nuestro país, durante la dictadura
36 Combatientes del amor y la esperanza
del régimen militar de Pinochet.
Un 17 de noviembre de 1987 en una emboscada en Matagalpa
cae herido de muerte, defendiendo quizás una causa Quijo-
tesca para muchos, pero de un amor tan grande por un pueblo
que ansiaba la libertad y salir del yugo de la tiranía de la di-
nastía de la familia Somoza, familia de confianza de Washing-
ton, que venía ejerciendo su dictadura anarquista desde 1934
cuando asesinaron a Augusto Sandino.
Hubo más de 38.000 muertos, con ellos Cachalote, como le
llamaban sus camaradas de armas. Pero su muerte no fue en
vano, pues en marzo del año siguiente se inician las conversa-
ciones bajo el amparo de los presidentes de los otros países
centroamericanos que se conoce como " Acuerdo de Esqui-
pulas II ", entre el gobierno sandinista y la Contra en el que se
llega a una tregua. Gracias a los logros del gobierno revolucio-
nario se redujo de un 50% de analfabetismo a menos de un
13% y el acceso a la enseñanza superior a jóvenes de escasos
recursos, así como la reforma agraria, una firme voluntad de
desarrollar una política cultural y el intento de universaliza-
ción de la sanidad, haciendo que la taza de enfermedades y la
mortalidad infantil disminuyeran significativamente.
Con el ejemplo claro, que el sacrificio de muchos compañeros
por el bien de otros, no fue en vano, Nicaragua vive, Nicaragua
existe.
Combatientes del amor y la esperanza 37
 homenaje al valiente internacionalista caído.
CHARLO REYES
Charlo provenía de una familia modesta. Su madre era costu-
rera y su padre mecánico industrial.
“Era un joven alegre”, cuenta su madre, Enriqueta, “empeñoso
y aprendía con facilidad.” Siguió los pasos de su padre estudio
mecánica.
Se graduó a los 16 años. A través de unos clientes del barrio
alto de su madre logro ingresar a un curso de perfecciona-
miento de mecánica en la Fuerza Aérea de Chile. Luego, desta-
cado como uno de los mejores alumnos del curso, la FACH lo
becó para que estudiara electrónica radal de navegación.“Pero
él siempre quiso ser médico cirujano. Desde chico me decía
que quería ser cirujano para rajarle la guata a la gente”, cuenta
su madre. “Así es que un día vino y me dijo que iba postular a
la Universidad de Chile a la carrera de medicina. Yo le conteste
que eso era muy caro y me respondió que tenía plata ahorrada
y que podía ayudarme en mis trabajos por las tardes. Como
el resto de sus hermanos, Charlo sabia coser. Yo se lo había
enseñado y se hacía solo toda su ropa.
Ingreso a la Universidad de Chile y cuando el Gobierno de la
Unidad Popular beco a varios jóvenes para que fueran a estu-
diar a Cuba, en 1972 Charlo quedo seleccionado. Tenía enton-
ces 24 años.
Nosotros no sabíamos que después se fue a pelear a Nicara-
gua y El Salvador, solo sabíamos que se había titulado como
cirujano y que se encontraba bien”.
Militante del Partido Socialista de Chile, Charlo fue apasiona-
do internacionalista e hizo un gran aporte desde los equipos
de sanidad. Demostró disposición de lucha y valor enfrentan-
do con inteligencia al adversario. Mostro tal comportamiento
en los momentos en que el enemigo lanzo una gran ofensiva y
Charlo, con el personal de sanidad y los compañeros heridos
enfrento y rechazo varios ataques hasta lograr salir del cerco
con los suyos.
Destacado en el puesto de sanidad de Palma, el 27 de enero de
1983 Charlo fue abatido por el enemigo. Allí, en el monte, en
una ceremonia pequeña y sencilla, sus compañeros rindieron
38 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 39
MIGUEL ROJAS CONTRERAS
Miguel Enrique era el segundo de nueve hermanos, hijo de una
dueña de casa y un pescador, ya fallecido. La mayoría de los
hermanos militaba en el Partido Comunista. bineros de Santiago, de la cual egreso con el grado de alférez.
Inicio su vida política en 1967 al ingresar a las Juventudes Co-
munistas en Iquique. Fue secretario de célula y se destacó en
su trabajo como activista en propaganda. Participo en las Bri-
gadas Ramona Parra en Tocopilla y Antofagasta.
Después del golpe estudio medicina en Cuba. Llego hasta ter-
cer año. Desplego mucha actividad en la solidaridad con Chile.
En junio de 1979 tomo una decisión fundamental en su vida
convertirse en combatiente internacionalista y viajar a Ni-
caragua. El 22 de julio se incorporó al Frente Sandinista de
Liberación Nacional. En noviembre de ese año se trasladó a
Matagalpa para organizar y preparar, en la región, las tropas
del Ejército Popular Sandinista. En contacto con los obreros y
campesinos de la zona emprende la organización de las mili-
cias.
A esta tarea se encontraba abocado cuando se produjo su
muerte.
Murió el 1 de febrero de 1980 en un accidente automovilístico
cuando cumplía actos de servicios.
Proletario consecuente, vivió una actitud de entrega y fideli-
dad sin límites hacia su pueblo y su partido. Dispuesto a cum-
plir las misiones que se le encomendaran, recibió con orgullo
el honor internacionalista para con el hermano pueblo de Ni-
caragua.
Revelo en sus actos un humanismo profundo, era jovial y sen-
cillo. Despertó las simpatías y amistad de cuantos le conocie-
ron. Poseedor de una gran habilidad artística, puso sus dotes
al servicio de la causa revolucionaria desde sus comienzos en
la Juventud Comunista, en la BRP, en la campaña de solidari-
dad con el pueblo de Chile y contra la dictadura, así como en
las múltiples actividades desarrolladas en su vida familiar.
40 Combatientes del amor y la esperanza
TIRSO MONTIEL MARTINEZ
Nacido en Castro, Chiloé en 1936, Tirso Montiel estudio en
esa ciudad y en Corral. En 1958 ingreso a la Escuela de Cara-
Prestó servicios en el cuerpo de Carabineros y alcanzo el gra-
do de Teniente.
Sin embargo, debió retirarse pues el Alto Mando de la institu-
ción lo iba a dar de baja por sus ideas de izquierda. Trabajo,
entonces, en los laboratorios de la Farmoquimica del Pacifico.
Perteneció al sindicato de empleados que lo eligió su presi-
dente. Aunque sin militar, mantuvo contacto con núcleos so-
cialistas de la Villa Olímpica de Santiago.
En 1967 ingreso al Ejército de Liberación Nacional (ELN)Fun-
dado en Bolivia por el “Che” Guevara. Tirso continua la lucha
guerrillera bajo el mando de “Inti” y luego del “Chato” Peredo,
tras la captura y asesinato del “Che”. Tirso cayó en un combate
librado en la zona de Alto Beni en agosto de 1970.
Junto a él había otros seis chilenos: Julio Zambrano, Hernán
Amparo y cuatro más de los cuales el gobierno boliviano de
Ovando difundió solo las chapas de Alberto, Sergio, Cristian
y Rogelio.
En el enfrentamiento cayeron dos soldados del Ejército Boli-
viado y el combatiente latinoamericanista Tirso Montiel de 34
años de edad.
Sus restos quedaron en poder del Ejército Boliviano, A su fa-
milia se le negó el acta de defunción y la entrega del cuerpo
para darle sepultura.
Combatientes del amor y la esperanza 41
VICTOR OTERO
Víctor nació en noviembre de 1963. Estuvo exiliado en Cuba,
donde curso desde la enseñanza básica hasta el primer año de
Agronomía en la Universidad de La Habana.
Lo recuerda un compañero que milito con él en las Juventudes
Comunistas de Chile en Cuba:
“Sus amigos le decíamos “el loco”, porque en realidad tenía
una personalidad distinta. Lo marcaba una pureza de senti-
mientos y una gran nobleza que son difíciles de encontrar en
la actualidad. Era alegre, lleno de optimismo y vitalidad. Se
casó con Cecilia, una compañera cubana, con la cual tiene una
niña de tres años que no alcanzo a conocer, pues cuando su
compañera se encontraba en los últimos meses de embarazo,
él se incorporó como combatiente internacionalista a la lucha
en El Salvador.
Víctor participo en la gran ofensiva nacional impulsada por
el FMLN el 11 de noviembre de 1989. El 16 de noviembre,
después de violentos y prolongados choques, un grupo de
combatientes fue cercado por fuerzas del batallón “Atlacat”.
Intentando romper el cerco, un compañero cayó gravemente
herido. Al tratar de rescatarlo, otro compañero corrió la mis-
ma suerte. Entonces Víctor repitió el intento, pero lo alcanzo
el disparo de un francotirador enemigo que le causó la muer-
te.
Las acciones, ocurrencias y forma de ser del “loco” integran
los relatos de toda una generación de jóvenes comunistas
chilenos, de los jotosos de la Isla. No había historia en la que
no apareciera. Y se le recordaba mucho como amigo y como
hermano. Por eso, también vivirá para siempre en nuestros
corazones.”
42 Combatientes del amor y la esperanza
ORLANDO CONTRERAS MUÑOZ
Capitán Gabriel “Conè”, Vivió en aguas frías, al poniente de la
ciudad de Talca.
Desde muy joven como campesino consciente participo en el
movimiento campesino de su zona.
Llego a militar en el MIR cuando era perseguido por su ac-
tividad junto a los campesinos de Aguas Frías. Se radico en
Talca y vivió en el campamento José Miguel Carrera. “Conè”
era de pocas palabras pero si de acción, a pesar de su poca
escolaridad comenzó a estudiar la teoría política de la revolu-
ción socialista. Se incorpora a las tareas militares del Comité
local de Talca, posterior al golpe se repliega a Santiago. Dada
las precarias condiciones de su clandestinidad en la capital,
cuando el MIR es acorralado, en Mayo del 75 se asila en la Em-
bajada de Ecuador. Sale a Canadá bajo la protección del Alto
Comisionado de las Naciones Unidad y se radica en Edmon-
ton, Alberta.
De inmediato se incorpora al GAM (grupo de apoyo al MIR)
y a todas las actividades del exilio chileno de apoyo a las lu-
chas del pueblo Chileno, Nicaragüense, y a todas las luchas del
Mundo.El 78 se traslada a Vancouver,Canadá, donde se incor-
pora a las tareas del retorno. El 81 ingresa clandestinamente
a Chile, donde realiza actividades político – militares.Desde
muy joven vibraba con las luchas de liberación de los pobres
del campo y la ciudad del mundo entero es de aquí en el 67 en-
tra en una grave crisis y viendo que tenía mucho que aportar a
las luchas que se libraba en El Salvador decide marchar a esas
tierras del Norte.Cayó un 24 de diciembre de 1990, cuando
junto con otros compas bajaron a celebrar navidad al lado de
la población civil al lugar conocido como “Caserío Adelaida”,
en el Cantón de El Salitre, municipio de Nejapa y fueron ata-
cados por el ejército que no respeto ese día de tregua. Nues-
tro Cone se caracterizaba por su humildad, compañerismo, y
consecuencia.
Combatientes del amor y la esperanza 43
Conè calaba hondo en laspersonas de todas las edades.
Bibliografía texto extraído y extractado desde elmuertoque
habla blogspot.
44 Combatientes del amor y la esperanza
SERGIO MANCILLA CARO
La historia de Sergio Mancilla Caro
Un Guerrillero internacionalista austral: de Magallanes al Sal-
vador
Este escrito ha sido un esfuerzo colectivo de sus amigos de ju-
ventud, su propia familia, y sobre todo, su querida compañera
en la lucha y esposa, para rescatar los detalles de su vida que
con los años parecía perderse.
Esta historia, sin embargo, ha revelado no ser una simple his-
toria. Se conjugan aquí su pensamiento, su trabajo político, su
solidaridad, y la represión terrible que lo empujó a salir exilia-
do desde Chile a Panamá.
Luego se revela que sus propias convicciones
lo llevaron a trabajar en la Revolución Sandinista en Nicara-
gua, y finalmente en la lucha guerrillera revolucionaria en El
Salvador.Como todos los presos políticos Magallánicos, Man-
cilla Caro, fue arrastrado de cuartel en cuartel transformados
en campos de prisioneros, incluyendo el campo de concentra-
ción construido exclusivamente con ese propósito, Isla Daw-
son. Desde Punta Arenas lo trasladan al campo Tres Álamos
en Santiago, para partir exiliado a Panamá en 1975. Desde allí
participó activamente en la solidaridad con la lucha revolu-
cionaria que se daba en aquel entonces en Centro América.
En 1979, Mancilla Caro, decide partir a trabajar en apoyo a la
Revolución Nicaragüense. Desde esa barricada apoyada por
muchos chilenos como Mancilla Caro, un grupo de miembros
del partido MAPU (Garretón) se preparó para participar en
la lucha guerrillera armada en El Salvador. Ocho compañe-
ros del MAPU partieron a combatir junto al Frente Popular
de Liberación (FPL) en Julio de 1981. En Octubre de 1981,
Mancilla Caro, cayó acribillado por las balas de soldados del
ejército salvadoreño. Sergio Mancilla Caro, ¡Presente! – Com-
pañero Horacio, ¡Presente! Algún día, después de muchas lu-
chas como la tuya, estoy convencido que venceremos.
Bibliografía texto extraído y extractado de mapuenlalucha.
Combatientes del amor y la esperanza 45
blogspot.cl – Sergio Reyes SON MUCHOS MAS…….
COFADECOha recibido información sobre otros compañeros
chilenos internacionalistas caídos en la lucha por la liberación
de pueblos hermanos latinoamericano, de los cuales solo se
tienen algunos datos.
Estamos tratando de reconstruir su historia y ubicar a sus fa-
miliares en Chile. Agradeceremos cualquier antecedente que
nos pueda entregar al respecto.
Sabemos también que nuestra nomina es parcial y esperamos
poder ir complementándola paulatinamente con la ayuda de
combatientes internacionalistas que han regresado a Chile,
de familiares y amigos que invitamos a acercarse a nuestro
Comité.

JORGE CASARES
Sus restos se encuentran en el Cementerio Oriental de Mana-
gua.
No hay más datos

ANTONIO CORTES ORELLANA

Cayó el 9 de octubre de 988 en el Tigre, pueblo de Hupuyata,
cantón de Tupungulli El Salvador.No hay más datos.

VICTOR MINUE ESCORZA

Caído el 4 de julio de 1989 en Nicaragua, sus restos se encuen-
tran en el Cementerio Oriental de Managua.

JOSE SILVA
Sus restos se encuentran en el Cementerio Oriental de Mana-
gua.

“JORGE”
Sus restos se encuentran en el Cementerio Occidental de Ma-
46 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 47
nagua.
“PEDRO” o “MALBERTO”
Sus restos están en el Cementerio Occidental de Managua.
“PATRICIO”
Caído el 9 de octubre de 1988 en el El Salvador. Sus restos han
sido ubicados, pero se desconocen mayores datos.
EN CHALATENANGO
HAY SANGRE CHILENA
“Aquí vinieron muchos chilenos y varios de ellos cayeron en
combate.
En Chalatenango hay sangre chilena, aunque esta no fue una
guerra de extranjeros, su presencia simbolizo el latino ameri-
canismo que tanto hace falta para luchar, resistir y crecer en
conjunto”

Shafik Handal, FMLN, El Salvador

La Nación, 10 de agosto de 1992
“LEONARDO RIVAS BALMACEDA”
Era militante del MIR y cayó el 19 de noviembre de 1979 en
Nicaragua
No hay más datos. Para Mantención de Mausoleo Internacionalistas
Banco del Estado:
Cuenta de Ahorro Nº 32162247815
“ELSIO REYES GONZALES” A nombre
Militante de la JJ.CC, de familia comunista de Curicó, cae en Julia Mayerlie Tapia Martínez
combate en tierras Colombianas en 1996. Vilma Arancibia Morel

Contacto COFADECO
Vilma Arancibia 982728902
Carolina Lagos 994376391
Mail: cofadeco.comb.internac@gmail.com

48 Combatientes del amor y la esperanza Combatientes del amor y la esperanza 49

50 Combatientes del amor y la esperanza