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Cadenas productivas como campos.

Modificaciones estructurales en la industria de la

confección de indumentaria frente a los nuevos cambios macroeconómicos

Trabajo final de la Licenciatura en Economía

Facultad de Ciencias Económicas

Universidad Nacional de Córdoba

Nahuel Aranda

Legajo: 38.182.400

Director: Dr. Andrés Matta

2018
Cadenas productivas como campos. Modificaciones estructurales en la industria de la

confección de indumentaria frente a los nuevos cambios macroeconómicos.

Nahuel Aranda1

Resumen

El objetivo de este trabajo es analizar el desempeño estructural del campo de productores de

confección de indumentaria de la ciudad de Córdoba poniendo especial énfasis en el impacto de las

nuevas políticas implementadas por el gobierno nacional a partir de Diciembre de 2015. Para ello, se

realizará una aproximación al estudio de las cadenas productivas como campos superando las

limitaciones de los enfoques de cadenas de valor local que siguen suponiendo prácticas racionales

por parte de los actores. Luego, se hace una reconstrucción del campo de productores de

indumentaria en Córdoba poniendo el foco en los aspectos del nivel meso. Y por último, se analiza

la evolución de los principales indicadores macroeconómicos y sectoriales en la última década

(2007-2016) intentando detectar algunas tendencias de cambio en los últimos dos años del período.

Se concluye que las nuevas reglas de juego impulsadas desde el Estado no generaron una

transformación importante en la estructura del campo de productores de indumentaria, ya que no

modificaron cualitativamente las relaciones de poder entre los actores, sino más bien, produjeron un

recrudecimiento de esas relaciones. Esto es, beneficiaron a los dominantes (empresas marqueras y

supermercados) y perjudicaron a los dominados (talleres y costureras) colaborando a reproducir las

relaciones de poder y las malas condiciones laborales del campo.

Palabras clave: sociología económica, campo económico, confección de indumentaria, cadenas de

valor local.
1
nahuelfaranda@gmail.com
Índice General

Introducción……………………………………………………………………………………... 5

Cadenas productivas como campos……………………………………………………………..7

Cadenas de valor………………………………………………………………………………………7

Campos económicos y estrategias de los actores…………………………………………….......8

Consideraciones metodológicas………………………………………………………………................11

Reconstrucción del campo de confección de indumentaria del Gran Córdoba…………….....12

Historia reciente y estructura actual del campo....................................................................13

Principales actores del campo................................................................................................15

El campo de confección de indumentaria: Desempeño estructural y situación actual……....21

Desempeño macroeconómico general……………………………………………………………...22

Empresas marqueras………………………………………………………………………………....25

Supermercados……………………………………………………………………………………......29

Talleres a fasón y trabajadores a domicilio……………………………………………………….31

Conclusiones……………………………………………………………………………………...35

Referencias………………………………………………………………………………………..39

Anexo I……………………………………………………………………………………………43
Índice de tablas y gráficos

Gráfico 1: Participación en el total de puestos de trabajos según tamaño de la

empresa…………………………………………………………………………………………….15

Gráfico 2: Principales actores del campo de confección de indumentaria del Gran

Córdoba……………………………………………………………………………………….......16

Gráfico 3: Evolución del valor bruto de producción nacional a precios de 2004…………………22

Gráfico 4: Variación interanual fabricación de prendas de vestir e industrial…………………….23

Gráfico 5: Valor agregado bruto a precios básicos. Índice de volumen físico…………………… 24

Gráfico 6: Evolución del PBG de la Provincia de Córdoba a precios constantes………………...25

Gráfico 7: Asalariados registrados en confecciones. Córdoba……………………………………26

Gráfico 8: Evolución de las exportaciones e importaciones de confecciones…………………….28

Gráfico 9: Variación interanual ventas de supermercados de Indumentaria, calzado

y textiles para el hogar…………………………………………………………………………….30

Gráfico 10: Participación categorías ocupacionales en confecciones. Nivel nacional…………....33

Gráfico 11: Tasa de informalidad confecciones………………………………………………......33

Gráfico 12: Participación trabajadores formales e informales…………………………………….34


I- Introducción

Desde la asunción de la alianza Cambiemos al gobierno en Diciembre de 2015 se han producido una

serie de debates en torno al desempeño del sector textil y de indumentaria. Estas discusiones se

colaron en el debate público a través de los medios de comunicación e involucraron a economistas

afines y opositores al gobierno, directores de empresas textiles, y dirigentes sindicales, entre otros2.

El eje giró en torno al mal desempeño del sector en 2016 y 2017 producto de la política económica

del gobierno. Primero, la unificación cambiaria (devaluación) y la eliminación del cepo permitieron

volver a conseguir dólares para la importación de bienes. Esto, sumado al aumento tarifario, generó

una escalada inflacionaria perjudicial para el poder adquisitivo de los trabajadores. Segundo, el

ministerio de producción decidió aprobar todas las Declaraciones juradas anticipadas de

importaciones (DJAI) que se habían acumulado en el gobierno anterior reemplazando esta

herramienta por el Sistema integral de monitoreo de las importaciones (SIMI). Esto, junto con la

creación del sistema “puerta a puerta” incidió sobre las importaciones. Por último, la política

monetaria restrictiva orientada a reducir la inflación terminó siendo contraproducente para las

pequeñas y medianas empresas que no podían financiarse a tasas tan elevadas.

Las consecuencias fueron adelantos de vacaciones, recortes de horas, suspensiones y despidos de

trabajadores en las principales plantas textiles del país. Así, el debate se posó sobre la elevada

presión tributaria y los altos costos logísticos y laborales que llevan a una indumentaria cara

(Cámara Argentina de Comercio, 2017; ProTejer y CIAI, 2016; Sanguinetti, 2017); el incremento en

el nivel de importaciones de ciertas categorías textiles y las compras masivas en el exterior (Ámbito

Financiero, 2017; I profesional, 2017); y la caída en el consumo interno por pérdida de poder

2
Ver la discusión entre Teddy Karagozian, presidente de TN&Platex y el economista Martín Tetaz (Radio Mitre, 2017) o
las intervenciones que el presidente de la fundación Protejer realizó en los medios de comunicación en franco reclamo al
gobierno (Diamante, 2017).

5
adquisitivo3. Sin embargo, resulta llamativo no encontrar en ningún medio de comunicación que las

problemáticas mencionadas hayan sido observadas en alguna planta textil o de confecciones de la

Provincia de Córdoba4. Esto es extraño ya que si bien no hay una gran cantidad de hilanderías y

tejedurías, es el tercer conglomerado urbano que más talleres de confección alberga (Matta, 2011).

La poca visibilidad que tiene el sector informal de la confección de indumentaria, sumada al bajo

grado de sindicalización de sus trabajadores, explica el desconocimiento existente sobre el

desempeño reciente de este eslabón.

Debido a esto, el objetivo de la investigación es analizar el desempeño estructural del campo de

confección de indumentaria de la ciudad de Córdoba poniendo especial énfasis en el impacto de las

nuevas políticas implementadas por el gobierno a partir de Diciembre de 2015. Primero, la sección

II brinda un marco teórico para una aproximación al estudio de las cadenas productivas como

campos. Luego, en la sección III se realizan consideraciones metodológicas sobre las fuentes

primarias y secundarias de datos. En la sección IV se hará una reconstrucción del campo de

productores de indumentaria en Córdoba, poniendo el foco en los aspectos del nivel meso. Por

último, en la sección V se analizará la evolución de los principales indicadores macroeconómicos y

sectoriales en la última década (2007-2016/17) intentando detectar algunas tendencias de cambio en

los últimos dos años del período. Así, se podrá tener un panorama sobre el modo en que el nuevo

escenario modifica las estructuras del campo y particularmente las relaciones de los agentes dentro

del mismo. La literatura reciente y los estudios previos realizados en el proyecto marco de esta

investigación permiten formular la hipótesis de que las nuevas reglas de juego impulsadas desde el

Estado no generaron una transformación importante en la estructura del campo de productores de

3
Debido a la imposibilidad de competir por costos con los paupérrimos salarios de los países asiáticos el mercado
interno es clave para el buen desempeño del sector textil (Kosacoff, 2004).
4
También es llamativo, aunque no sorprendente, que no se hayan mencionado en los medios, la informalidad y
precarización que sufren los trabajadores del sector.

6
indumentaria, ya que no modificaron cualitativamente las relaciones de poder entre los actores, sino

más bien, produjeron un recrudecimiento de esas relaciones, siendo los actores dominados (talleres,

costureras) los más perjudicados. Abordar esta problemática desde un marco analítico alternativo e

innovador, que combina los aportes de la sociología económica con el análisis estadístico de datos,

se constituye como otro de los objetivos del trabajo.

II- Cadenas productivas como campos

En este apartado se realizará una breve descripción de los enfoques predominantes a la hora de

estudiar sectores industriales siguiendo la reseña elaborada por Matta, Etchegorry, Magnano y

Orchansky (2013 y 2015) para luego conceptualizar las cadenas productivas como campos

(Bourdieu, 2001). Esto permite comprender por qué los esfuerzos del Estado a nivel macro y meso a

partir del año 2003 no han logrado tener un impacto significativo sobre las características

estructurales del sector y preguntarse si las nuevas políticas del gobierno desde 2015 han modificado

esas condiciones5. Descartando los estudios sectoriales basados en el individualismo metodológico

que reducen los actores a meros átomos, este trabajo se ubica dentro del debate que surge del giro

relacional en el estudio de las prácticas económicas, que prioriza mecanismos subyacentes en el

meso-nivel complejizando las ideas predominantes de mercado o sector (Lawson, 2003).

a) Cadenas de valor

En este giro relacional se encuentran los estudios orientados a las cadenas de valor (tanto globales

como locales) que permiten comprender las relaciones entre los agentes, revelar la incrustación

social de la organización económica y visualizar de qué modo se vinculan los procesos micro y

macroeconómicos (Granovetter, 1985; Gereffi, 2001). Se entiende así a las cadenas de valor local

5
Alta informalidad y precariedad, falta de capitales (económico, financiero, tecnológico, simbólico) de los sectores más
subordinados; desarticulación productiva y debilidad de las instituciones colectivas, entre otros aspectos.

7
(CVL) como un “conjunto de redes inter organizacionales articuladas en función de la circulación de

bienes y servicios en un flujo que va desde la producción primaria a la comercialización” (Matta et

al. 2015, p. 9). Esto requiere analizar la estructura de esa cadena y su modo de funcionamiento,

reconociendo los eslabones y los actores que la componen. De esta forma, el análisis de cadenas

productivas permite considerar que el comportamiento de las empresas tiene una relación con su

posición en la cadena de valor y con el funcionamiento de toda la cadena.

Según Matta et al. (2015) los modelos teóricos más utilizados en la sociología económica siguen

bajo la influencia de las teorías de la acción racional. Así, las teorías de las CV brindan aportes

valiosos para entender las cadenas locales pero reducen fenómenos relacionales a decisiones

racionales de los agentes individuales o se centran demasiado en los flujos de bienes y servicios

dentro de la cadena sin considerar los aspectos meso económicos como las reglas (explícitas e

implícitas) que imperan en esa cadena, la trama institucional, o las condiciones laborales. Es

necesario por ende recurrir a un enfoque metodológico más amplio que considere todos estos

elementos.

b) Campos económicos y estrategias de los actores

El enfoque utilizado en esta investigación implicará estudiar las cadenas productivas como campos

(Bourdieu, 2001). Este concepto emerge del supuesto ontológico/epistemológico de entender la

relación entre el individuo y la sociedad a través de la relación entre dos modos de existencia de lo

social: “las estructuras sociales externas, lo social hecho cosas, plasmado en condiciones objetivas

(campos) y las estructuras sociales internalizadas, lo social hecho cuerpo, incorporado al agente

(habitus)” (Gutiérrez, 2012, p.26)6.

6
Los paréntesis son del autor.

8
Así, un campo social debe ser entendido como una “configuración idiosincrática de relaciones

objetivas entre posiciones que se encuentran definidas en las determinaciones que imponen sobre

sus ocupantes, en la distribución de las especies de capital y en su relación con otras posiciones”

(Matta et al. 2015, p. 14). Es un conjunto de relaciones objetivas entre posiciones históricamente

definidas; un espacio de juego con sus instituciones específicas y sus leyes de funcionamiento

propias (Bourdieu, 1988). Siguiendo a Gutiérrez (2012), si bien cada campo posee sus

especificidades, pueden distinguirse leyes generales válidas para campos bien diferentes como el

económico, el político, el religioso etc.:

- En su aprehensión sincrónica los campos se presentan como sistemas de posiciones y de

relaciones entre posiciones. Pensar en campos es pensar relacionalmente: son espacios estructurados

de posiciones7.

- La estructura de un campo es un estado de la distribución en un momento dado del tiempo,

del capital específico8 que allí está en juego. Son los agentes los que crean el espacio (campo) y le

confieren la estructura que los determina a través del volumen y estructura del capital que poseen.

- Es la estructura del campo lo que está en juego. Los dominantes ocupan en la estructura una

posición tal que la estructura actúa en su favor. Así, ejercen su presión sobre los dominados y sus

estrategias por medio del peso que poseen en esa estructura. Estos tienen por lo común la iniciativa

en materia de cambio de precios, introducción de nuevos productos y medidas de distribución y

7
Posición puede definirse como “lugar ocupado en cada campo en relación al capital específico que allí está en juego”
(Gutiérrez, 2012, p.56).
8
Gutiérrez (2012) define el capital como un conjunto de bienes acumulados que se producen, se distribuyen, se
consumen, se invierten, se pierden. A diferencia del marxismo, Bourdieu considera que existe una gran variedad de
capitales que pueden ser acumulados en un campo específico. Así existe el capital social (red duradera de relaciones),
capital simbólico (prestigio, reconocimiento, status, dominio de recursos simbólicos como la marca o la fuerza de
algunos agentes para ejercer violencia simbólica), cultural (conocimientos, ciencia, arte), tecnológico (cartera de
recursos científicos o técnicos), comercial (fuerza de venta y dominio de redes de distribución) o financiero (dominio
indirecto o directo de recursos financieros que son la condición principal de la acumulación y la conservación de todas
las otras formas de capital) .

9
promoción, así como también la definición de las reglas de juego del campo. De esta forma, la

tendencia a la reproducción de la estructura es inmanente a la estructura misma del campo

(Bourdieu, 2001).

- En los campos se producen constantes definiciones y redefiniciones de las relaciones de

fuerza entre los agentes y las instituciones comprometidas en el juego.

Entonces, más adecuada que las nociones de sector o rama de la industria (que designan agregados

de empresas que elaboran el mismo producto), la noción de campo permite tomar en cuenta las

diferencias entre las empresas y también las relaciones objetivas de rivalidad que las unen y las

enfrentan (Bourdieu, 2001). A su vez, supone, que pueden darse en ella procesos y fenómenos

particulares que no se replican necesariamente en otros casos, ni aún en cadenas similares en

territorios diversos. El campo se va conformando así alrededor de un capital apreciado y escaso,

estableciendo una cierta división del trabajo entre quienes lo producen, lo consumen, lo distribuyen

y lo legitiman, apareciendo también los llamados intermediarios: distribuidores del bien y

articuladores de las diferentes posiciones del campo.

Como plantean P. Bourdieu y A. Gutiérrez, el campo tiende a reproducir ciertas regularidades,

generando un futuro previsible y calculable mientras que los agentes obtienen en él ciertos

conocimientos, patrones de conducta y disposiciones (rutinas). Por consiguiente, el campo no es una

estructura muerta, en tanto es espacio social conformado por individuos que juegan y aceptan las

reglas del juego y que poseen cierto sistema de disposiciones (habitus) estructuradas por ese campo.

Es con estos conceptos que se entiende la noción de estrategia, en cuanto acciones que siguen ciertas

regularidades originadas en un sentido práctico, es decir, en una “aptitud para moverse, actuar y

luchar de acuerdo a la posición ocupada en el espacio social” (Gutierrez, 2012, p.74). De esta forma

10
la estrategia es la defensa de los intereses que tiene la posición ocupada sin necesidad de recurrir

constantemente a la acción racional. Así, los agentes llevan a cabo sus estrategias sin decisiones de

voluntad ni con conciencia racional sino que se orientan en función de intuiciones y previsiones del

sentido práctico (prácticas razonables) (Bourdieu, 2001).

Para finalizar, es importante mencionar que para entender lo que ocurre en el campo de confección

de indumentaria es necesario integrar factores de diversa índole con diferentes niveles de estudio en

mutua dependencia (micro-meso-macro) para la reconstrucción progresiva de un campo social que

nos lleva a una configuración particular del mismo (Matta et al., 2015). Esta investigación se

centrará en la relación de los niveles macro-meso.

En el nivel macro se rescatará el rol del Estado como potencial productor de transformaciones de las

relaciones de fuerza hacia dentro del campo (Bourdieu, 2001). Según el autor, de los intercambios

que el campo económico mantiene con el exterior, el más importante es con el Estado. Así, el

mismo ejerce una gran influencia sobre el campo económico y los diferentes sub campos a través de

la determinación y modificación de las reglas de juego. A nivel meso se encuentran factores

socioeconómicos como la forma de organización industrial del campo, la estructura de relaciones de

poder, las características del producto/servicio producido, el marco regulatorio e institucional local

(sindicatos, asociaciones civiles, sector público, normas culturales, etc.), el perfil de los trabajadores

(migración, género) y el nivel de complejidad tecnológica, entre otros.

III- Consideraciones metodológicas9

Para el análisis del desempeño económico del campo de confección de indumentaria (sección V) se

utilizará información proveniente de fuentes primarias y secundarias. En cuanto a las primeras, se

9
En esta sección se desarrollan consideraciones metodológicas generales de las fuentes primarias y secundarias. En el
Anexo I se encuentran cuestiones metodológicas específicas de las variables utilizadas.

11
realizaron entrevistas telefónicas a actores representativos de cada uno de los segmentos del campo.

Las entrevistas fueron una o dos por cada tipo de actor con el objetivo de tener testimonio de lo

sucedido antes y después de diciembre de 2015. En cuanto a las segundas, las variables utilizadas

provienen de diversas fuentes (INDEC, Ministerio de Trabajo de la Nación) donde se destacan:

valor bruto de producción (VBP) sectorial e industrial, índice de volumen físico de la producción

(IVF), asalariados formales, ventas de supermercados, exportaciones, importaciones y balanza

comercial, y lo datos brindados por la encuesta permanente de hogares (EPH). Estas tienen sus

serias limitaciones: 1) escasez y desactualización de algunas variables; 2) inconsistencias en los

datos ofrecidos por distintos organismos y gobiernos destacándose los cambios de metodología que

aplicó el INDEC; 3) y por último, no se contemplan las transacciones realizadas fuera del circuito

formal de la economía, las que según fuentes primarias y otros investigadores, representan un

porcentaje importante de las transacciones del campo. Se intentarán salvar aquellas dificultades que

tengan solución mientras que otras excederán este trabajo.

El período a analizar será 2007-2016, donde si bien el énfasis estará puesto en los cambios

observados desde Diciembre de 2015, se verá la evolución de las variables en un corte de tiempo

más largo para identificar factores estructurales 10 . Debido a la escasez de datos regionales, se

supondrá inicialmente que el desempeño del campo de confección de Córdoba se comporta de

manera similar al nivel nacional. Por ende, la elección de datos nacionales o provinciales para cada

variable dependerá de si estos últimos muestran un comportamiento disímil o llamativo,

priorizándolos si permiten entender lo que sucede en el campo que es de interés para este trabajo.

IV- Reconstrucción del campo de confección de indumentaria del Gran Córdoba

10
En algunos casos se analizaran los datos correspondientes al año 2017.

12
En esta sección se realizará una construcción del campo de confección de indumentaria del Gran

Córdoba11 en el que se insertan ciertas prácticas, definiendo el capital específico que está en juego y

los intereses propios del campo. En este sentido es importante la construcción sincrónica

(configuración actual) y diacrónica (trayectoria y redefinición de las relaciones de fuerza) del campo

(Gutiérrez, 2012)12. Una vez realizado esto, las prácticas económicas se explican según la lógica de

ese campo, según sus reglas de juego y de funcionamiento.

a) Historia reciente y estructura actual del campo

La industria de confección de indumentaria en la Argentina es de las ramas de actividad

manufacturera que más contribuye a la generación de empleo, aunque las condiciones distan de ser

ideales. En términos laborales hay un elevado nivel de informalidad y precarización laboral, bajos

salarios, falta de capital, bajo nivel de sindicalización y debilidad institucional (gremios, sindicatos);

mientras que en cuanto al modo de producción, hay un alto nivel de fragmentación, deslocalización

y tercerización de los eslabones de la cadena productiva (Matta, et al., 2015).

Esto es, en parte, producto de un conjunto de políticas económicas aplicadas en la década de 1990

conocidas como la convertibilidad, entre las que se encuentra la apertura comercial irrestricta con

atraso cambiario (Bentolila, 2011; D'Ovidio, 2007; Gutti, 2013) enmarcada en la reestructuración

capitalista asentada en una avanzada del capital sobre el trabajo (ley de flexibilización laboral,

supresión de conquistas sociales preexistentes, pasividad de sindicatos, entre otras) (Bonnet,

2007)13. En este período los productos nacionales eran sustituidos por importados de menor precio,

11
Mancha urbana que cubre más de una circunscripción político-administrativa e incluye localidades que circundan la
ciudad de Córdoba.
12
En este trabajo no se realizará una investigación profunda sobre el surgimiento del mercado de prendas de vestir sino
que nos limitaremos a una muy breve descripción de la historia reciente del mismo.
13
Esto debe entenderse en el marco internacional de un desplazamiento geográfico de la producción hacia países con
mano de obra barata y menos regulaciones del trabajo.

13
lo que llevó al cierre de miles de fábricas (Bentolila, 2011)1415. La estrategia de supervivencia de los

empresarios fue la de desarticular y transformar la organización industrial del campo, hacia una

estructura donde los fabricantes tercerizan el proceso productivo y se concentran en los aspectos

más rentables de la actividad (diseño, comercialización, marketing), trasladando el riesgo

empresario hacia los talleres donde se confeccionan las prendas, y estos, a la vez, hacia sus

empleados. Aquí se manifiesta cómo frente a las reglas establecidas por el Estado, los actores

dominantes buscaron estrategias productivas-organizacionales para mejorar su posición en el campo

siendo los actores más vulnerables los que sufrieron las consecuencias de la reestructuración del

campo.

Desde 2003 el campo se reestructura a partir de las políticas de crecimiento de la demanda

doméstica agregada y de la protección industrial selectiva, generando un crecimiento en la

ocupación industrial, la creación neta de empresas y aumento de salarios. Sin embargo, las

consecuencias más serias de la década de 1990, como las altas tasas de informalidad en el sector, no

han podido resolverse (Bentolila, 2011)16.

Todos estos factores son los que llevan a la estructura actual del campo de confección de

indumentaria en el Gran Córdoba. Éstos garantizan las condiciones para una fragmentación y

atomización de las unidades productivas. El gráfico 1 muestra que de los puestos de trabajo

registrados en el campo de confección, el 75% pertenece a pequeñas o medianas empresas, en

14
Argentina, hasta la década de 1980, tenía un complejo textil que satisfacía íntegramente el consumo doméstico, con
una organización industrial de tipo fabril. Existían fábricas y, dentro de ellas, trabajadores que cobraban remuneraciones
mensuales.
15
Es de esta forma que se manifiesta la mayor crisis en más de cincuenta años que haya sufrido el complejo textil
Argentino (incluido el sector de indumentaria) (Kosacoff, 2004).
16
Además de la importancia de las políticas públicas, otros factores pueden explicar las características particulares del
campo de producción. Aquí cobran relevancia: la relativa facilidad para aprender el oficio, los bajos requerimientos de
capital físico que generan bajas barreras de entrada y salida, la predominancia de mujeres e inmigrantes como fuerza de
trabajo y el hecho de que no se necesita realizar el proceso productivo de manera íntegra en un mismo espacio físico,
entre otras.

14
promedio. La prolongada permanencia de esta situación a través de los años demuestra el carácter

estructural de la fragmentación y atomización del campo.

Gráfico 1
Participación en el total de puestos de trabajos según tamaño de la empresa
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Micro Pequeñas Medianas Grandes
Fuente: Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial-MTEySS en base a SIPA

b) Principales actores del campo

En cuanto al funcionamiento del campo, el diseño y confección de indumentaria depende de la

producción de los eslabones primarios y textiles así como de la adquisición de maquinaria,

herramientas y demás insumos. El aprovisionamiento de insumos es de procedencia extra regional

ya que no existen empresas que se dediquen al procesamiento de fibras y a la fabricación de tejidos

(Donadi, Perín, y Martinetti, 2011) 17 . Por último, en Córdoba no hay fabricantes locales de

maquinarias y herramientas. Tampoco existen grandes empresas integrales que lleven a cabo la

totalidad del proceso productivo anterior a la comercialización, sin tercerizar actividades. Así,

siguiendo a Donadi et al. (2011) puede construirse un esquema como el del gráfico 2 que resuma los

principales actores del campo de confección de indumentaria del Gran Córdoba.

17
Esto implica una dificultad para los pequeños productores que enfrentan una oferta concentrada y no logran acceder a
buenos precios por el carácter acotado de sus compras. Esto los lleva a trabajar para empresas o talleres confeccionistas
que les proveen de telas y tejidos o a comprar en distribuidores que introducen recargos en los precios.

15
Siguiendo a Gutiérrez (2012), el capital económico es entendido como el dominio indirecto o directo

de recursos financieros que son la condición principal de la acumulación y la conservación de todas

las otras formas de capital; mientras que el capital simbólico es una “especie de capital que juega

como sobreañadido de prestigio, legitimidad, autoridad, reconocimiento, a los otros capitales,

principios de distinción y diferenciación que se ponen en juego frente a los demás agentes del

campo” (Gutiérrez, 2012, p.47). Si bien hay otros capitales en juego (social, comercial, cultural) se

considera que los más importantes para los actores del campo de confección de indumentaria

(supermercados, empresas marqueras, talleres a fasón, trabajadores a domicilio y talleres

independientes) son el económico y el simbólico ya que si bien los demás son relevantes, es esencial

tener recursos financieros y una marca prestigiosa para ser dominante.

Gráfico 2
Principales actores del campo de confección de indumentaria del Gran Córdoba.
+

Supermercados Empresas marqueras

Capital económico

Talleres a fasón Talleres independientes


Trabajadores a domicilio Diseñadores independientes

-
- Capital simbólico +
Fuente: Elaboración propia en base a Donadi et al. (2011)

- Empresas marqueras: realizan la concepción, planificación y estrategia de posicionamiento,

diseño y selección de materiales, compras, moldería, corte, gestión de los procesos, supervisión y

administración, definición del mercado y planificación estratégica en sus propias instalaciones.

Muchas de ellas cuentan con showrooms, negocios al público propios y salón de presentaciones18.

18
Según la investigación marco de este proyecto, las empresas marqueras en Córdoba representan aproximadamente un
14% del total de unidades productivas, de las cuales el 96% se encuentra registrado.

16
La modalidad de funcionamiento es la siguiente: primero adquieren las telas e insumos para la

producción y se procede con el diseño de la prenda, la moldería y luego con el tizado y el corte de

las telas. Todas estas actividades son realizadas en general por trabajadores bien remunerados y

profesionalizados. Luego, se confecciona una orden de trabajo y se subcontrata a un número

determinado de talleres para la confección. Cuando los talleres subcontratados finalizan la

confección, las prendas vuelven a la empresa donde se corrobora su calidad y se acepta o no la

prenda. De este control depende el pago o no de la orden de trabajo. Por último, las prendas se

preparan para la comercialización.

De esta forma, las empresas marqueras cumplen una función principal en el campo de la

indumentaria: imponen disciplina a los dominados “aguas abajo”. Esto se debe a su elevado nivel de

capital económico (recursos financieros, facilidades para acceder al crédito, etc.), social (red de

relaciones con agentes claves del sistema como los recolectores y talleristas), simbólico (dominio de

recursos simbólicos como prestigio y reconocimiento de la marca propia) y comercial (fuerza de

venta y dominio de redes de distribución). Así, imponen disciplina al fijar las reglas de juego

mediante las cuales se organizará la producción de las prendas de vestir. Se ejercen posiciones de

poder en la negociación con los distintos actores, especialmente, con los intermediarios 19 y los

talleres que trabajan a fasón20 (Donadi, et al., 2011). Imponer disciplina conlleva, finalmente, a que

esas reglas de juego sean reproducidas por los distintos actores, lo que agudiza su impacto y

profundiza la inequitativa distribución de los márgenes y utilidades a lo largo del campo. Así, los

19
Los intermediarios suelen denominarse “recolectores” quienes desempeñan un rol organizador de la producción:
articulan la demanda de trabajo (de las empresas marqueras) con la oferta de trabajo (los talleristas a fasón y los
trabajadores a domicilio). El recolector posee un amplio capital social ya que es conocedor de los proveedores de
insumos (telas) y servicios (diseño, moldería, estampería, etc.) y tiene acceso a talleres de diferentes dimensiones. Esto
le permite a la empresa marquera una flexibilidad adicional frente a los cambios macroeconómicos ya que puede
transferir las responsabilidades legales y los riesgos empresariales al realizar un acuerdo con el recolector y no
directamente con quienes elaboran las prendas.
20
Modalidad de trabajo donde la manufactura de un producto se realiza por mandato de un tercero, dueño de una marca.
En algunos casos, el tercero provee las materias primas y los insumos necesarios para la producción.

17
dominantes determinan qué, cuánto y cuándo se produce, quién y cómo se produce, y el precio de lo

que se produce21.

Ejercer este poder les permite a las empresas marqueras incrementar sus capitales y mantener la

estructura del campo de confección de indumentaria, es decir, reproducir las relaciones sociales de

poder. Se abaratan costos laborales, se evaden responsabilidades legales por contratar mano de obra

registrada y se delega en intermediarios y talleres los riesgos que cualquier empresario debe

enfrentar al iniciar un emprendimiento productivo, especialmente los cambios macroeconómicos

(demanda, producción, importaciones etc.). Como vimos, este ejercicio de poder es posible gracias a

la acumulación de diferentes capitales, en especial, el económico y el simbólico.

- Talleres a fasón: se encuentran en el segmento inferior del campo y se dedican a la

transformación de la tela cortada en prendas como productos finales o bienes intermedios22. Esto va

a depender de la capacidad productiva del taller y del trabajo que le solicite la empresa marquera o

el recolector. Muchos talleres vuelven a tercerizar algunas actividades constituyéndose así como

receptores y dadores de trabajo. Los talleres son responsables de los costureros (de aquellos que

trabajan en sus instalaciones y de los trabajadores a domicilio a quienes tercerizan la producción).

La principal función del “tallerista” como organizador de la producción es la de establecer el límite

máximo de tiempo tolerado y la de ser gendarme de su efectivo cumplimiento (Bentolila, 2011). Los

talleres son los que poseen menos capital en el campo. Particularmente poseen bajo capital

financiero (dificultades para acceder al mercado financiero por su carácter de ilegalidad), comercial

(a menos que vendan en ferias americanas o locales más informales no poseen grandes redes de

21
“De manera general las empresas hegemónicas tienen la capacidad de imponer el tempo de las transformaciones en los
diferentes ámbitos: producción, marketing, investigación, etc., y el uso diferencial del tiempo es uno de los principales
medios de poder” (Bourdieu, 2001, p.230).
22
Según la investigación marco de este proyecto, los talleres en Córdoba representan aproximadamente un 18% del total
de las unidades productivas, de los cuales el 53% se encuentra registrado.

18
comercialización y venta) y social (no tienen un amplio abanico de relaciones con otros agentes).

Cabe destacar que los talleristas son responsables de violar gran parte de la legislación laboral pero

no son los que se quedan enteramente con los beneficios de la informalidad. Por el contrario, son

justamente las empresas marqueras quienes se favorecen con las irregularidades y, entonces, las

fomentan a través de la imposición del sistema de precios y del tiempo de producción (Bentolila,

2011).

- Trabajadores/as a domicilio (costureros/as): realizan todo o parte del proceso productivo,

incluyendo el diseño y la confección. Pueden trabajar para terceros (costureras a domicilio) o bien

elaborar y vender sus propios productos a pequeña escala, mayoritariamente a particulares o en

ferias (emprendedoras). No tienen empleados, o tienen uno como máximo23. En Buenos Aires son

en su mayoría mujeres e inmigrantes indocumentados que ingresan al país engañados accediendo a

trabajar en condiciones insalubres, con largas jornadas laborales, salarios por debajo de los

convenios establecidos, sin vacaciones pagas ni licencia por enfermedad y haciéndose cargo de su

capacitación (D'Ovidio, 2007)24. En Córdoba, si bien las condiciones laborales son similares, en esta

categoría se encuentra una mayor cantidad de costureras “locales” mientras que los inmigrantes

suelen encontrarse en los talleres a fasón. El hecho de que los trabajadores no denuncien su situación

responde no solo a una violencia simbólica por parte del tallerista sino también a la disposición

(estructurada) de los agentes a jugar según las reglas de juego establecidas.

- Supermercados: no es común encontrar en las investigaciones relacionadas al campo de

confección de indumentaria, mención alguna sobre los supermercados como actores importantes.

Sin embargo, las grandes cadenas de supermercado han incrementado su peso en el circuito de

23
Según la investigación marco de este proyecto, los costureros/as en Córdoba representan aproximadamente un 59%
del total de unidades productivas, de los cuales sólo el 8% se encuentra registrado.
24
Esto se debe a que al recibir un pago por prenda producida, los costureros deben realizar largas jornadas para
maximizar el ingreso.

19
comercialización en el último tiempo. Se caracterizan por tener una gran cantidad de capital

económico (recursos financieros, acceso al crédito), social (red de relaciones con grandes

proveedores y con otras sucursales dentro del mismo país e incluso extranjeras) y comercial

(grandes canales de venta, de distribución, mucha publicidad y marketing). Sin embargo, suelen

comercializar ropa de baja calidad sin un gran posicionamiento ni prestigio de sus marcas propias

(bajo capital simbólico). Para la producción de estas marcas, pueden tener talleres propios, o

tercerizar la producción a otros talleres. En este sentido, si el supermercado no tiene principios de

responsabilidad empresaria, puede comportarse de la misma manera que una empresa marquera,

tendiendo a reforzar las disposiciones estructuradas (y estructurantes) que impone el campo

analizado.

- Talleres independientes: emprendimientos dedicados a la confección de indumentaria por

cuenta propia. Son los actores menos numerosos del eslabón y se encargan de la inversión en

insumos con recursos propios, la fabricación de los artículos con posibilidad de encargar a

trabajadores a domicilio y la comercialización en el mercado. Según Donadi et al. (2011) aquí se

encuentran: emprendimientos familiares; emprendimientos con escala comercial, emprendimientos

de subsistencia y nuevos emprendimientos independientes. Entre estos últimos se encuentran actores

que se caracterizan por hacer hincapié en la fase de diseño (jóvenes diseñadores) que poseen alto

capital cultural (conocimiento) y simbólico. En general, estos proponen una alternativa al modo de

producción predominante en el campo, aunque muchas veces terminan reproduciendo las prácticas

(habitus) de los demás empresarios25. En menor medida existen también cooperativas de trabajo

25
Según la investigación marco de este proyecto, los diseñadores independientes en Córdoba representan
aproximadamente un 8% del total de unidades productivas, de los cuales el 1% se encuentra registrado.

20
textiles que apuestan con mayor profundidad a ser alternativa a las relaciones de producción

dominantes26.

Por último, deben mencionarse agentes que si bien no son esenciales en el campo de la producción

tienen una mutua incidencia con el mismo como las asociaciones empresariales, sindicatos,

asociaciones civiles, entre otras. Debido a la atomización de las unidades productivas y a las

condiciones laborales no hay una elevada sindicalización lo que se manifiesta en la inexistencia de

pertenencia a un sujeto colectivo27.

Esta estructura del campo de confecciones genera una distribución del ingreso bastante desigual

donde son las empresas marqueras quienes se quedan con los porcentajes más significativos del

precio final (Donadi et al., 2011). Por el contrario, son los confeccionistas y trabajadores a domicilio

los que reciben las menores retribuciones debido a su escaso poder de negociación, la falta de

capitales, el hecho de que se les pague por prenda y la existencia de un recolector que se apropia de

parte del valor generado, entre otras motivos28.

V- El campo de confección de indumentaria: Desempeño estructural y situación actual

En esta sección se analizarán un conjunto de variables macroeconómicas que permitirán observar el

desempeño estructural del campo de confección de indumentaria en la última década, poniendo

énfasis en el impacto de las políticas llevadas a cabo por la alianza Cambiemos sobre la estructura y

las relaciones de fuerza de ese campo. Las variables serán presentadas de la siguiente manera:

26
Según la investigación marco de este proyecto, las cooperativas de trabajo en Córdoba representan aproximadamente
el 1% del total de unidades productivas.
27
Según Donadi et al., (2011) en el campo de indumentaria predominan percepciones y estrategias caracterizadas por
hábitos defensivos, acomodaticios y con un fuerte componente de aversión al riesgo empresario. Una gran cantidad de
actores tiene dificultades para explicitar una estrategia deliberada: esa estrategia es implícita o tácita y está relacionada
con la supervivencia, tanto por parte de las empresas y los emprendedores como de los sindicatos.
28
Estudios recientes muestran que los agentes relacionados a las confecciones se apropian en Argentina del 5% del valor
total de la cadena (Leutier, 2010; Matta et al., 2016).

21
primero, aquellas que describen el desempeño macroeconómico general del campo de confección; y

luego, aquellas que pueden ser asociadas al desempeño de cada uno de los actores principales del

campo (supermercados, empresas marqueras y talleres de confección) 29.

a) Desempeño macroeconómico general

Primero se analiza el valor bruto de la producción (VBP) nacional a precios de 2004 provisto por el

INDEC. El gráfico 3 muestra la evolución del VBP real pudiendo identificar dos etapas. La primera

va desde 2007 hasta 2011 y se caracteriza por un crecimiento constante del valor de la producción

(el crecimiento comienza después de la crisis de 2001); mientras que la segunda va desde 2011 a

2016 y se caracteriza por una caída en el VBP. Así, 2011 y 2016 se erigen como el pico máximo y

mínimo del período, respectivamente.

Gráfico 3
Evolución del valor bruto de producción nacional a precios de 2004
13.000
12.000
En millones de pesos

11.000
10.000
9.000
8.000
7.000
6.000
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Fuente: En base a INDEC
Nota: 2015 datos provisorios. 2016 datos preliminares.

El gráfico 4 muestra la variación anual del VBP sectorial y de la industria manufacturera. De esta

comparación surge la clara prociclicidad30 y sensibilidad estructural del sector a la evolución del

29
En el anexo I se detallan las justificaciones para asociar las distintas variables a los distintos actores.

22
producto nacional, que se manifiesta en las mayores oscilaciones del VBP sectorial respecto de la

industria en su conjunto en los años recesivos de la economía argentina (2012, 2014 y 2016).

Gráfico 4
Variación interanual fabricación de prendas de vestir e industrial
15%

10%

5%

0%

-5%

-10%

-15%
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Industria manufacturera
Fabricación de prendas de vestir, terminación y teñido de pieles
Fuente: En base a INDEC
Nota: 2015 datos provisorios. 2016 preliminares

Así, entre 2007 y 2011 la industria manufacturera creció un 15% y el sector confecciones un 24%31.

Por el contrario, entre 2011 y 2016 el primero cayó 9% y el segundo 24%. El año 2016 es recesivo

para el sector con una caída interanual de 10,47% contra una caída de 4,74% para la industria.

Por otro lado, si se analiza la participación relativa del VBP sectorial respecto al de la industria la

relación fue decayendo desde 2011 hasta 2016. Entre estos años la participación disminuyó del 2,8%

al 2,3% lo que implica una variación negativa de 17% (entre 2016 y 2015 la caída es del 6%).

30
Esto lleva a que las empresas prefieran trabajar con talleres informales, pues de esta forma evitan los altos costos
laborales originados en indemnizaciones por despidos o en salarios pagados (por tiempos muertos) en períodos de baja
producción y posibilita aumentar rápidamente la producción en caso de que sea necesario. Es por esto que el desempeño
macroeconómico argentino es importante para el desempeño del campo generando impactos sobre el nivel meso del
mismo.
31
Si el período analizado es 2004-2011, la industria manufacturera creció 46% mientras que confecciones lo hizo en un
62%

23
Entonces, si bien la participación del sector es minúscula, la tendencia es decreciente y se

profundiza en el último año.

Para completar el análisis de la evolución de la producción el gráfico 5 presenta el índice de

volumen físico de producción del valor agregado bruto32. Aquí los resultados son consistentes con

los originados en el VBP33. Es interesante notar que hasta el año 2014 el IVF sectorial se encuentra

por encima del industrial y que en 2016 y 2017 la producción del sector no alcanza los niveles de la

industria mientras la brecha entre ambos se amplia. Estos gráficos muestran así, la clara

vulnerabilidad del campo a los cambios macroeconómicos, así como el mal desempeño del mismo

en relación a la industria en los últimos años.

Gráfico 5
Valor agregado bruto a precios básicos. Índice de volumen físico. Base 2004=100
170
160
150
140
Índice

130
120
110
100
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Fabricación de prendas de vestir Industria
Fuente: En base a INDEC
Nota: 2015 datos provisorios. 2016 datos preliminares

Por último, se analiza la evolución del producto bruto geográfico (PBG) de Córdoba brindado por la

Dirección General de Estadística y Censos de la provincia. El gráfico 6 evidencia un crecimiento

32
Esto permite ver la evolución de la producción del sector pero aislándola de los efectos de precios.
33
Aquí se agrega el año 2017 debido a la disponibilidad de datos trimestrales. Frente a esto hay que destacar que el
promedio obtenido para el 2017 se corresponde con tres trimestres.

24
acumulado del 43% en el sector de confección de Córdoba de 2007 a 201434. Por el contrario en

2015 se observa una caída del 18% en tal solo un año. Con respecto a la participación en el PBG

industrial de la provincia, el sector de confección pasa de 3,70% en 2007 a 3,60% en 2015

manteniéndose relativamente constante en el período.

Gráfico 6:
Evolución del PBG de la Provincia de Córdoba a precios constantes
240.000
Miles de pesos constantes

220.000
200.000
180.000
160.000
140.000
120.000
100.000
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Fuente: En base a Dirección de Estadísticas y censos de la Provincia de Córdoba

Aquí se destaca el desempeño disímil de Córdoba con respecto al país. En la provincia el campo de

confecciones creció constantemente de 2007 a 2014 a una tasa promedio del 5,48% evitando el mal

desempeño económico observado en la Argentina desde el 2011. Esto, sumado a la participación

constante del sector en el PBG industrial, permitiría inferir que en Córdoba los actores llevaron a

cabo ciertas estrategias para salvarse de la recesión y el estancamiento. Estas estrategias serán

analizadas a continuación.

b) Empresas marqueras

Si bien no existen datos específicos para las empresas marqueras, puede suponerse que ciertas

variables están asociadas al comportamiento de estos actores. Este es el caso de los asalariados

registrados y de las importaciones de indumentaria.

34
Si se toma el período 2004-2014 el crecimiento es del 90%.

25
Los asalariados registrados de confecciones para Córdoba han aumentado exponencialmente desde

la crisis pasando de 1.164 en 2002 a 1.970 en 2007 (aumento de 69%). Sin embargo, se produce una

caída interanual del 6,8% en 2009 producto de la crisis internacional, seguida de un pico máximo de

1.980 asalariados formales en 2011. A partir de este momento se observa una caída acumulada de

15,94% entre este año y 2016 (300 personas), mientras que la variación 2016/2015 es negativa en

3% –ver gráfico 7-.

Gráfico 7
Asalariados registrados en confecciones. Córdoba. Promedios anuales
2.050
2.000
1.950
1.900
1.850
1.800
1.750
1.700
1.650
1.600
1.550
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Fuente: Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial- MTEySS en base a SIPA
Nota: El promedio del año 2017 se corresponde con solo dos trimestres.

A pesar de este desempeño negativo en el empleo del campo desde 2011, es evidente que entre 2015

y 2016/17 no ha habido una pérdida muy grande de trabajadores formales. Observando los datos

trimestrales que brinda OEDE se tiene que entre el cuarto trimestre de 2015 y el segundo de 2017 se

perdieron solo 66 asalariados registrados, mientras que la cifra asciende a 420 si se toma como base

el cuarto trimestre de 2011. Otro indicio de que los sectores formales (y con más capital dentro del

campo) de Córdoba no han sufrido tanto las consecuencias de la política económica del nuevo

26
gobierno35. Esto se verifica con las entrevistas realizadas a algunos empresarios marqueros quienes

afirman “si bien después de 2015 hubo una situación crítica, uno como empresa no tuvo una caída

en las ventas porque ha incorporado nuevas zonas o nuevos clientes (…) hemos mantenido el

plantel” (Juan, 22 de noviembre de 2017); “nosotros mantuvimos el personal ya que pudimos

reducir costos a través de la unificación de dos locales de producción” (Fernando, 22 de noviembre

de 2017).

Otra variable que está relacionada con el desempeño de las grandes empresas son las importaciones.

Analizando el comercio exterior del campo nacional se tiene que este es insignificante en el saldo de

la balanza argentina y que el sector no es competitivo en términos internacionales (Bentolila, 2011).

El gráfico 8 permite visualizar la evolución de sus componentes entre 2007 y 2017. Las

exportaciones venían con una tendencia alcista desde 2003 hasta 2008 con un crecimiento promedio

de 24,77%. Pero en 2009 hay una caída del 24% seguida por nuevos crecimientos interanuales hasta

2012. Es a partir de este momento cuando las exportaciones empiezan su tendencia recesiva con una

caída promedio de 24% entre 2013 y 2016. Resulta llamativa la gran variación negativa observada

en este último año (-42,1%, siendo la mayor del período).

Por el lado de las importaciones se verifica el mismo comportamiento aunque con mayor volatilidad

por la sensibilidad del sector a la variación en el consumo agregado nacional (Bentolila, 2011).

Entre 2003 y 2008 el crecimiento promedio es de 43,4% con una caída de 19,5% en 2009. Luego

hay dos años de crecimiento anual para después tener cuatro años de disminuciones posiblemente

explicadas por la recesión económica. A fines de 2015 y principios de 2016, el ministerio de

producción aprobó todas las Declaraciones juradas anticipadas de importaciones (DJAI) que se

habían acumulado en el gobierno anterior reemplazando a este por el Sistema integral de monitoreo

35
Situación que contrasta con lo ocurrido a nivel nacional donde se perdieron 4.700 asalariados formales entre el cuarto
trimestre de 2015 y el segundo de 2017.

27
de las importaciones (SIMI)36. Además, se creó el sistema “puerta a puerta” que según miembros del

sector incidió en las importaciones. Sin embargo, actores consultados afirman que si bien hay reglas

más claras para importar y hay cierta facilidad, sigue habiendo un gran nivel de controles y

auditorías en cuanto a las importaciones textiles (a diferencia de otros rubros). Esto se manifestó -

como se ve en el gráfico 8- en un aumento de las importaciones de confecciones del 30,2% en 2016.

Se genera así, un aumento del 49% en el déficit comercial de ese año. Por otro lado, los datos de

2017 muestran que continúan aumentando las importaciones. Con los datos de 11 meses, ya se tiene

un aumento de 19,8% con respecto a todo el año 2016.

Gráfico 8
Evolución de las exportaciones e importaciones de confecciones
600
500
En millones de dólares

400
300
200
100
0
-100
-200
-300
-400
-500
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Importaciones Exportaciones Saldo balanza comercial
Fuente: En base a COMEX-INDEC
Nota: los datos de 2017 se corresponden con los meses Enero a Noviembre (datos disponibles).

36
En 2012 mediante las Resoluciones Generales de AFIP Nº3252/2012 y 3255/2012 se determinó la creación de una
“Ventanilla Única Electrónica” mediante la cual opera un régimen de información anticipada aplicable a todas las
destinaciones definitivas de importación para consumo como condición previa para efectuar la importación en el
territorio aduanero del país importador. La OMC estuvo en contra de la discrecionalidad con la que se utilizaba este
instrumento y falló en contra de la Argentina exigiendo desmontar el sistema de control de las importaciones (El
Cronista, 2015). El SIMI del nuevo gobierno consiste en un filtro más “light” ya que las empresas deben presentar ante
la AFIP una declaración que no debe demorar más de 10 días en ser respondida.

28
Esto podría ser producto de estrategias realizadas por los grandes agentes del campo

(supermercados, empresas marqueras), quienes frente a la posibilidad de importar, logran aumentar

su rentabilidad y superar el mal momento del sector, trasladando los riesgos a los actores más

vulnerables. Marcelo, un ex tallerista de la ciudad de Córdoba afirma:

«En noviembre o diciembre de 2015 teníamos que hacer 60.000 remeras para una empresa y de

repente nos dijeron que la fábrica consiguió comprarlas en China y nos quedamos en el aire (…)

Antes de 2015 la relación con las empresas era más formal y uno podía sentarse a negociar el

precio. Ahora que abrieron las importaciones te dicen: “si yo en China pago una prenda a $10

¿por qué tengo que pagarte esta a $20? con $15 que te pago está bien”» (22 de noviembre de

2017).

De esta forma se evidencia la estrategia de las empresas dominantes que imponen disciplina aguas

abajo a partir de la posibilidad que les brindan las nuevas reglas de juego. En este sentido, los

actores más perjudicados son los dominados del campo (talleres y pequeños productores) quienes no

tienen la capacidad (ni el capital) para comerciar con el exterior.

c) Supermercados

La devaluación y el aumento de tarifas produjeron una disminución del salario real que,

conjuntamente con la política monetaria restrictiva y la falta de inversión, profundizaron la recesión

económica (sobre todo en el año 2016). El campo de confección no estuvo exento de este

comportamiento, y como vimos, fue uno de los que más sufrió las consecuencias.

Observando el comportamiento de las grandes cadenas de supermercados según los datos de INDEC

se puede poner la lupa sobre la caída en el consumo textil en los años 2016 y 2017. El gráfico 9

muestra las variaciones interanuales de las ventas reales de indumentaria, calzado y textiles para el

29
hogar en Córdoba y el país. Los resultados en 2016 son similares para ambos niveles. A nivel

nacional, todos los meses de 2016 se constituyeron en caídas anuales salvo abril y julio. La

variación negativa promedio para este año fue de -6,74%. En Córdoba se observa el mismo

fenómeno aunque la caída promedio es mayor: -6,93%. Sin embargo, el año 2017 produce

divergencias entre ambos niveles. A nivel nacional el primer semestre se caracteriza por fuertes

caídas (salvo junio) mientras que a partir de agosto comienzan a observarse incrementos importantes

(el mayor de 8,19% en septiembre). La variación promedio de los primeros once meses de 2017 es -

0,14% y la variación acumulada a Noviembre es de -0,44%. En Córdoba, por su parte, las ventas de

indumentaria tienen un gran incremento. Así, todos los meses son de variaciones positivas con un

crecimiento promedio de 21,03% (el mayor incremento se observa en agosto: 38,59%) para los once

datos disponibles en 2017 (la variación acumulada a Noviembre es 20,44%). Esto es cuanto menos

llamativo y nos obliga a pensar la hipótesis de que los supermercados en Córdoba han logrado una

mayor relevancia como vendedores de indumentaria.

Gráfico 9
Variación interanual ventas de supermercados de Indumentaria, calzado y textiles para el hogar.
Nación y Córdoba
50%
40%
30%
20%
10%
0%
-10%
-20%
-30%
sep-15

sep-16

sep-17
may-15

may-16

may-17
ene-15

jul-15

nov-15
ene-16

jul-16

nov-16
ene-17

jul-17

nov-17
mar-15

mar-16

mar-17

Nacional Córdoba
Fuente: En base a INDEC Fuente: En base a INDEC

30
Las entrevistas con actores del negocio nos permiten confirmar que las ventas textiles han

incrementado enormemente en 2017 en los supermercados debido a una gran apuesta por las marcas

propias, un aumento en las importaciones que abaratan los costos, y la necesidad de generar un

cambio cultural que lleve a los consumidores a comprar ropa en los supermercados. Así lo confirma

Valentina, encargada de compras de un gran hipermercado de Córdoba: “Las ventas textiles vienen

aumentando: hemos tenido un incremento acumulado del 60% en valores en 2017 (en volumen

también es significativo), porque hay cambios de hábito a nivel general y porque hemos

desarrollado una estrategia de “moda a precio bajo” (…) “esto fue claramente posible gracias a la

ropa importada, cuando hicimos el análisis de costos en 2015 la diferencia entre comprar afuera y

comprar acá era del 30%” (9 de noviembre de 2017).

Estas estrategias llevadas a cabo por los supermercados generan efectos sobre los actores dominados

del campo muy similares a los ya analizados en las empresas marqueras. Los supermercados

también tienen proveedores locales de indumentaria (en general talleres que trabajan a fasón) por lo

que la estrategia de aumentar la proporción importada impacta sobre estos:

“Hemos tratado de concentrar los proveedores. Antes comprábamos un puchito a cada uno y

hemos empezado en el último tiempo a concentrar en menos proveedores. De los activos

tenemos cuarenta y quizás antes podíamos llegar al doble. El criterio para elegirlos fue ver

quienes tienen más capacidad de producir más volumen y más diversificación de productos”

(Valentina, 9 de noviembre de 2017).

d) Talleres a fasón y trabajadores a domicilio

Analizar el comportamiento de estos actores es bastante complicado debido al carácter

predominantemente informal de sus trabajadores. En los apartados anteriores ya hemos obtenido

algunas aproximaciones del desempeño reciente de los mismos (a partir del comportamiento y

31
posición de los demás), identificando que han sido perjudicados por la redefinición de las reglas de

juego. Para complementar estos resultados se analizan los datos de informalidad nacional que brinda

la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) lo que se constituye como la mejor forma de aproximarse

al sector informal del campo de confección y al desempeño de los talleres que trabajan en esa

condición37.

Se trabajará con individuos ocupados (dejando de lado los inactivos, desocupados y menores de 10

años). Sobre este universo, el gráfico 10 muestra la participación de cada categoría ocupacional en el

total de ocupados. Las categorías son: patrones, cuentapropistas, trabajadores familiares y obreros o

empleados formales e informales. Asumiendo que existe plena credibilidad en los datos brindados

por INDEC38, se observa que para el período considerado los ocupados en confecciones han ido

disminuyendo. Así se pasa de 173.326 ocupados promedio en 2008 a 136.472 en 2013 y 148.510 en

2016.

Si consideramos como informales solo a los obreros o empleados sin descuento jubilatorio, la tasa

de informalidad pasa de 40,67% promedio en 2008 a 34,47% promedio en 2016. Si se supone que

también los cuentapropistas son todos informales (dado que trabajan por sus propios medios) la tasa

de informalidad pasa del 70,5% en 2008 al 67,5% en 2016. Si se le suman los trabajadores

familiares, esa proporción es aún más alta (71,25% y 68,12%). Esto permite obtener un primer

resultado no tan sorprendente: la tasa de informalidad en el campo de confección es muy elevada lo

que implica vulnerabilidad para la gran mayoría de los actores.

Esto va en línea con lo informado por OEDE. Para el año 2016, este organismo informa que existen

47.287 trabajadores formales promedio en el sector privado a nivel nacional. Si calculamos la

participación de estos en los 148.510 trabajadores que informa la EPH, el guarismo alcanzado es
37
En el anexo I se encuentra la justificación de la utilización de datos nacionales y no del aglomerado Gran Córdoba.
38
En el anexo I se describen los principales problemas y limitaciones de la EPH.

32
32%, es decir, un 68% de informalidad. Así, siguiendo esta metodología, el gráfico 11 muestra una

serie aproximada de informalidad. Llaman la atención los picos alcanzados en 2008 (crisis

internacional) y 2016. Se confirma así la elevada tasa de informalidad que tiene el campo, así como

el posible aumento en el último año.

Gráfico 10
Participación categorías ocupacionales en confecciones. Nivel nacional. Promedios anuales
100% 6,46% 7,10% 4,40% 2,31% 2,21% 3,54% 4,71% 7,32% 4,94%
90% 17,45% 26,03% 26,56%
26,88% 29,58% 24,27% 26,94%
80% 22,30% 21,27% 1,42%
70% 0,66% 1,66% 0,76% 1,12% 0,06% 0,00% 0,53%
2,95%
60% 31,31%
27,33%
29,91% 32,86% 33,24% 31,13% 28,70% 33,12%
50% 25,94%
40%
30%
20% 40,67% 37,11% 45,42% 43,18% 36,87% 38,39% 36,82% 39,71% 34,47%
10%
0%
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Obreros o empleados informales Cuentapropistas
Trabajadores familiares Obreros o empleados formales
Patrones
Fuente: En base a EPH – INDEC

Gráfico 11
Tasa de informalidad confecciones
75%
71%
70% 68%

65% 65% 65%


65% 64% 64%

60%
60%
57%

55%

50%
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Fuente: En base a OEDE y EPH - INDEC

33
El gráfico 12, por su parte, muestra la relación inversa que existe entre la proporción de trabajadores

formales e informales (sin descuento jubilatorio más cuentapropistas). Se ve que ambas actúan con

correlación negativa, cuando una aumenta, disminuye la otra, y viceversa. Del gráfico 7, que

mostraba una caída importante en los trabajadores formales en Córdoba desde 2011, se podría inferir

entonces, que la informalidad en el campo ha venido en aumento, ya sea debido a la expulsión de

trabajadores formales, como a su paso al sector informal.

Gráfico 12
Participación trabajadores formales e informales
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Informales Formales
Fuente: En base a EPH-INDEC

Así lo afirma Marcelo, quien frente a la decisión de la empresa marquera de importar tuvo que

reducir su personal formalizado y cerrar:

“Primero redujimos y nos quedamos con cinco empleados, pero llegamos a Diciembre de 2015 y

cerramos (…) no podíamos mantener a la gente (…) a los que tienen trabajadores en negro les

sirve, pero a nosotros no, tenemos que pagar sindicatos, SOIVA, municipalidad, renta, es muy

caro” (22 de noviembre de 2017).

Además, afirma que esto ha ocurrido en varios talleres textiles ya que “en talleres donde trabajaban

15 ahora trabajan 2 o 3, y donde trabajaban 30, ahora lo hacen 7 u 8”. Es muy probable que estos

34
trabajadores hayan sido expulsados del campo o hayan ido a parar al sector informal ya que son los

talleres informales los que pueden generar ganancia con los precios bajos que reciben por las

prendas, a través de pagarles salarios bajos a sus trabajadores.

VI- Conclusiones

En esta investigación hemos realizado un abordaje del sector de confección de indumentaria con un

marco analítico alternativo al que proponen las teorías de las cadenas de valor. Pensar las cadenas

productivas como campos es innovador en cuanto evita algunos problemas, como la reducción de

fenómenos relacionales a decisiones racionales de los agentes individuales y la falta de análisis de

los aspectos meso económicos como las reglas (explícitas e implícitas) que imperan en una cadena,

la trama institucional, o las condiciones laborales. Además, permite pensar que pueden ocurrir

fenómenos y procesos particulares que no se replican necesariamente en otros casos, ni aún en

cadenas similares en territorios diversos. Por otro lado, complementar esta teoría con el análisis de

datos, permite vislumbrar lo que sucede debajo del nivel macroeconómico identificando

modificaciones en el nivel meso.

Hemos visto cómo el campo de confección de indumentaria de Córdoba es una estructura de poder

determinada por las posiciones que ocupan diferentes actores (y sus relaciones). Su estructura es un

estado de la distribución de diferentes capitales en juego. Los actores principales son las empresas

marqueras, los supermercados, los talleres a fasón, trabajadores a domicilio y diseñadores

independientes; mientras que los capitales más importantes son el económico (recursos, acceso al

financiamiento, nivel de ventas), simbólico (estatus de marca, prestigio) y en menor medida

comercial (redes de distribución y marketing) y social (red duradera de relaciones), distribuidos

entre aquellos.

Los actores dominantes (empresas marqueras o supermercados) ocupan la posición de ejercer

presión sobre los dominados (talleres y trabajadores a domicilio) a través de diversos mecanismos
35
de tercerización y transmisión del riesgo (determinación de precios, del tiempo de producción,

introducción de productos etc.). Esto es producto de redefiniciones en las relaciones de fuerza -

generadas a partir de las modificaciones en las reglas de juego- que dan forma a las estrategias de

los actores para luchar por sus intereses y mantener (o aumentar) su capital. Este trabajo se ha

centrado en las modificaciones impulsadas desde el Estado, el que se constituye como potencial

productor de transformaciones de las relaciones de fuerza hacia dentro del campo. Esto fue lo

ocurrido en el período de la convertibilidad debido a la apertura de importaciones con atraso

cambiario. La estructura resultante de esa redefinición, así como el sistema de disposiciones y

patrones de conducta, se ha mantenido de forma más o menos regular hasta nuestros días. Las

políticas llevadas a cabo desde 2003, si bien generaron grandes modificaciones, no transformaron

las relaciones estructurales del campo. Aunque haya habido crecimiento sectorial, en el empleo, en

la demanda y en los salarios, las consecuencias más profundas de las políticas de la convertibilidad,

no se han revertido.

Con la llegada del nuevo gobierno en Diciembre de 2015 tampoco se han producido modificaciones

estructurales en el campo de confección de indumentaria de Córdoba. Esto se debe a que las

políticas aplicadas desde el gobierno han producido una mayor acumulación de capital (sobre todo

económico) por parte de los dominantes, mientras que los dominados han sufrido el proceso inverso,

lo que se constituye como un cambio cuantitativo y no cualitativo. Es decir, no ha habido una

modificación profunda en la estructura de las relaciones que mantienen los actores del campo.

Los resultados obtenidos muestran que en términos generales el campo de confección nacional viene

sufriendo un estancamiento de carácter coyuntural desde el año 2011. Esto es producto del carácter

procíclico y volátil del campo con respecto al desempeño macroeconómico general de la economía

argentina. Las políticas de la alianza Cambiemos, no hicieron más que profundizar el mal

desempeño del campo a través de una caída mayor del VBP sectorial (y su participación en el
36
industrial), del consumo, de los asalariados formales y un aumento de las importaciones que llevo al

cierre de fábricas y al despido de miles de trabajadores.

Por otro lado, el campo de confección de Córdoba muestra un comportamiento disímil ya que a

priori no parece haber existido la crisis que se observó en 2016 y 2017 a nivel nacional. Por un lado,

el PBG viene creciendo desde 2007 (y hasta 2014); y por el otro, si bien el empleo formal viene

cayendo desde 2011, en 2016 no ha tenido grandes disminuciones en la confección. Esto puede ser

producto de determinadas estrategias llevadas a cabo por los actores dominantes, para evitar la crisis

y transferir los riesgos a los dominados. Estas estrategias son producto de las disposiciones

estructuradas del campo, y de la influencia de las nuevas reglas de juego sobre estas.

En este sentido, las empresas marqueras han logrado incrementar la importación de indumentaria, lo

que por un lado les permite incrementar su rentabilidad, así como disciplinar a los talleres a fasón

(obligándolos a recibir un precio más bajo). Por su parte, los supermercados han tenido una

estrategia similar, aumentando la participación de indumentaria importada, concentrando el número

de sus proveedores y aprovechando la situación para generar más estatus y prestigio a la ropa

vendida en sus negocios (moda a precio bajo). Estos son los beneficiados con la nueva política

económica.

Por otro lado, los talleres han sido los más perjudicados ya que, aquellos que tenían trabajadores

formales, no han podido mantener el negocio debido a los bajos precios que les ofrecían las

empresas marqueras. Esto llevó al cierre de numerosos talleres y a la disminución de personal de

muchos otros. Aquellos que tienen trabajadores en la informalidad posiblemente hayan logrado

sobrevivir debido a sus bajos costos, pero a costa de reproducir las malas condiciones laborales (alta

informalidad, bajos salarios, malas condiciones de trabajo). Aún así, es probable que los talleres

informales también hayan sufrido las consecuencias de la nueva política económica.

37
Así, desde la mirada estructural que caracteriza a este trabajo, se concluye que las nuevas reglas de

juego impulsadas desde el Estado no generaron una transformación importante en la estructura del

campo de productores de indumentaria, ya que no modificaron cualitativamente las relaciones de

poder entre los actores, sino más bien, produjeron un recrudecimiento de esas relaciones. Esto es,

profundizaron ciertas tendencias beneficiosas para los dominantes (empresas marqueras y

supermercados) y perjudiciales para los dominados (talleres y costureras) colaborando a reproducir

las relaciones de poder y las malas condiciones laborales del campo.

38
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42
Anexo I

En esta sección se realizarán breves descripciones de los indicadores utilizados así como de algunas

consideraciones metodológicas que por motivo de extensión no han sido incorporadas en el cuerpo

del texto.

1) Desempeño general

a. Valor bruto de producción (VBP)

Este indicador representa la suma total de los valores de los bienes y servicios producidos por un

sector, independientemente de que se trate de insumos utilizados en el proceso productivo o de

artículos destinados al consumidor final. Se constituye así como una buena aproximación a la

evolución de la producción del sector y de su participación en la estructura productiva como un

todo. El VBP se calcula a precios básicos, esto es, el monto a cobrar por el productor por una unidad

de un bien o servicio producido, restando cualquier impuesto por pagar y sumando cualquier

subvención por cobrar por el productor como consecuencia de su producción o venta.

Hay que destacar el cambio metodológico reciente que sufrieron las cuentas nacionales: “…la

DNCN se ha fijado como objetivo el análisis y re cálculo del año base 2004 del PIB y de la serie

2004 – 2015 – anual y trimestral - a precios corrientes y a precios constantes, tanto por el lado de la

Producción como por el lado del Gasto…” (INDEC, 2016). Así, el INDEC recurrió a índices de

precios alternativos para indexar valores constantes o para deflactar valores corrientes del PBI

(2016). La serie utilizada en la sección V es la que contiene el re cálculo realizado en 2016. Esto se

debió a la dificultad de conseguir la serie antigua. La categoría analizada es “Fabricación de prendas

de vestir; terminación y teñido de pieles” (confecciones).

43
b. PBG provincial

El Producto Geográfico Bruto es el valor monetario de los bienes y servicios que son producido por

el trabajo en la economía de una región, en este caso de la provincia de Córdoba, en un año

determinado, permitiendo conocer cuál es su estructura económica. Muestra el valor agregado de

cada sector de actividad de la economía provincial. El PBG se calcula a precios del productor, es

decir, incluye impuestos sobre los productos (impuestos por pagar por unidad de producción) y

excluye subvenciones a los productos (subvenciones por cobrar por unidad de producción). El

precio de productor es el precio, excluido el IVA, que el productor factura al comprador.

La Dirección General de Estadísticas y Censos de la provincia de Córdoba unifica las categorías 17:

Fabricación de productos textiles y 18: prendas de vestir, terminación y teñido de pieles, por lo que

se considerarán ambas como una sola categoría39.

2) Empresas marqueras

a. Puestos de trabajo y asalariados registrados

Los asalariados registrados en confecciones pueden estar relacionados al empleo de las empresas

con más capital en el campo (ya que las empresas o talleres más vulnerables suelen tener sus

trabajadores en negro). Sin embargo, también hay muchos talleres que tienen sus trabajadores

formalizados por lo que las conclusiones que de aquí se obtengan deben tomarse con cuidado. Más

allá de esto, los datos seguirán mostrando el desempeño de una parte importante del campo formal.

Tanto el gráfico 1 de la sección IV como el 7 de la sección V son obtenidos de los datos del OEDE

del Ministerio de Trabajo de la Nación. El clasificador utilizado es el CIIU revisión 3 y la categoría

considerada es confecciones (18). En el primer gráfico los datos se corresponden con puestos de

trabajo asalariados formales, mientras que en el segundo los datos se corresponden con asalariados

39
Fuentes consultadas confirman que prácticamente no existen fabricantes de productos textiles en la provincia.

44
formales. Aquí hay que tener en claro la diferencia: en general, considerar asalariados en vez de

puestos de trabajo puede llevar a subestimar la destrucción de empleo ya que una persona puede

tener más de un trabajo o, en otros términos, la destrucción de un puesto puede no significar

necesariamente que esa persona quede desocupada. En este sentido, si en el campo de confecciones

ha habido una destrucción muy grande de puestos, pero las personas que tienen más de un puesto

siguen trabajando, esto no queda reflejado en la estadística.

b. Comercio Exterior

Las importaciones y exportaciones son asociadas a las empresas marqueras o a los supermercados

ya que son los actores que tienen el capital económico y la estructura comercial para intercambiar

con el exterior. Por otro lado, los actores más vulnerables como talleres a fasón o costureros no

podrían importar o exportar por no contar con los capitales necesarios.

Para esta sección se utilizan los datos del COMEX-INDEC. Las series se construyen incluyendo las

categorías 61 y 62 de la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM) “prendas y complementos

(accesorios), de vestir, de punto” y “prendas y complementos (accesorios) de vestir, excepto los de

punto”.

3) Supermercados

a. Ventas de supermercado

La categoría utilizada por INDEC es indumentaria, calzado y textiles para el hogar. Las ventas

nacionales se deflactan con el IPC CABA textil y las de Córdoba con el IPC CBA textil.

4) Talleres a fasón y trabajadores a domicilio

a. Encuesta Permanente de Hogares

La encuesta tiene un conjunto de limitaciones que han sido consideradas al redactar el trabajo.

Primero, si se desagregan los datos por aglomerado (Gran Córdoba) y por sector, las observaciones

45
muestrales que quedan son muy pocas generando una amplia volatilidad en los resultados. Es por

esto que se analizan los datos a nivel nacional asumiendo que los resultados para Córdoba son

bastante similares. Segundo, a partir del tercer trimestre de 2013 el INDEC comenzó a utilizar un

nuevo diseño muestral y aplicó nuevas proyecciones poblacionales, aspectos que están siendo

revisados y evaluados por la conducción actual del instituto40. Estos cambios provocaron que los

datos más actuales obtenidos a partir del procesamiento de las bases usuarias de la EPH no sean

homogéneos con los históricos y, por lo tanto, tengan dificultades para compararse entre sí (Arakaki,

2016). Por último, el INDEC no publicó la EPH del tercer y cuarto trimestre de 2015, ni la del

primero de 2016 lo que impide realizar una correcto análisis de los impactos concretos de la nueva

administración de gobierno. En esta investigación estos problemas serán considerados insalvables

por una cuestión de tiempo y espacio, por lo que los resultados obtenidos de las series estadísticas

(sobre todo los posteriores a 2013) deben ser tomados con cautela. Creemos que esto no impedirá

obtener un panorama de la informalidad estructural y su dinámica en el campo de las confecciones.

El período analizado comienza en 2008 debido a la falta de una EPH en 2007 y termina en 2016. La

EPH utiliza como clasificador económico el CAES del MERCOSUR y a partir de 2011 el CAES

revisión 1. La categoría confecciones se corresponde con el código 1800 en el primero, y 1400 en el

segundo.

40
Lo cual ha sido objeto de muchas críticas. Véase Centro de Economía Política Argentina (2017).

46

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