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Escuela de Educación
Pedagogía en Educación Diferencial
Todos los niños tienen un extraordinario talento, pero Ken Robinson opina
que los educadores “lo derrochan despiadadamente”. Para el autor,
la creatividad es tan importante en la educación como la alfabetización y debe
tratarse con la misma importancia. El punto de partida es la extraordinaria
evidencia de que la creatividad humana hace avanzar a la humanidad. Los niños
no tienen miedo a equivocarse, ese es el punto de partida. Estar equivocado no
es lo mismo que ser creativo, pero sabemos que, si no estamos preparados para
equivocarnos, nunca llegaremos a nada original…. y, para cuando los niños
llegan a edad adulta, la mayoría de ellos han perdido esa capacidad. Se han
convertido en personas temerosas de equivocarse. Y el resultado es que
educamos a las personas alejándolas de sus capacidades creativas.
La sociedad necesita, sobre todo hoy en día de nuevas formas que revaloricen
los aspectos humanos más allá de los intelectuales, y nuevas formas que surjan
de la creatividad y la imaginación que propongan nuevos modelos de relación y
de supervivencia humana, de manera que se potencie la inteligencia como una
capacidad diversa, dinámica y única.
Una de las cosas que hacen mágicos a los niños(as) a medidas que crecen, es
que no temen correr riesgos. Están aprendiendo, están jugando y están
utilizando la lógica y la imaginación en todo momento. Inventan verbos,
palabras, juegos y aprenden con ello. Lo hacen todo sin temor a equivocarse,
sin miedo a hacerlo mal, porque ellos no saben hacer bien ni mal las cosas, ellos
simplemente las hacen porque quieren hacerlas, porque quieren investigar,
explorar y manipular y porque todo ello les gusta, les divierte y les hace crecer
y aprender. Los padres sin darse cuenta a veces también matan la creatividad
en sus hijos, por ejemplo: ven a su hijo dibujando, pintando en un rincón de su
hogar, en algunas ocasiones ese niño es regañado por no hacer su tarea, es lo
más espantoso que se le puede hacer, y ¿si fuera un futuro pintor famoso?, se
les está limitando demasiado la creatividad.
Sin embargo, a medida que crecen y los adultos empiezan a controlar sus
juegos y sus actividades, tanto en el colegio como en las extraescolares o incluso
en el hogar, cuando no se les deja jugar libremente, sino que tratan de
explicarles cómo son las reglas de sus juegos, empiezan a darse cuenta
que equivocarse o hacer las cosas diferente a como los adultos, es hacer las
cosas mal, y lo que está mal no se acepta.
Los profesores pueden ser un verdadero motor del pensamiento creativo en las
escuelas y en las universidades.
Así los niños crecen, haciendo lo que los demás esperan de ellos, dudando de si
lo que se les ocurre es acertado o no y buscando repetir aprendizajes que eran
etiquetados como correctos para recibir la misma aprobación, a veces los
estudiantes se han sentido así muchas veces, cuando han creado algo, un dibujo,
una canción o un texto dudando, presentando dudas no si les gusta a ellos, sino
de si le va a gustar al docente).
Dicho de otro modo, los niños acaban por hacer sólo lo que les dicen que está
bien hecho y niegan muchas de sus inquietudes, talentos o innovaciones, porque
o en su momento fueron coartadas o porque ahora temen que lo sean.