VOYAGERS

35
Aniversario
La aventura interestelar
contada desde el Complejo
de Comunicaciones con el
Espacio Profundo de
Robledo de Chavela

Por Sergio Castejón

VOYAGERS
 autor índice
Sergio F. Castejón comenzó a trabajar

editorial
para la NASA en la Estación Espacial de Capítulo 1
Robledo de Chavela por intermediación Lanzadas al espacio (4-7)
del INTA el 1 de Febrero de 1971, recién
cumplida la mayoría de edad exigida. Capítulo 2
Un gran tour Sergio Federico Castejón Casado, que así es su nombre
Su labor ha estado siempre, desde en- interplanetario (8-10) completo, ya llevaba unos años trabajando en Robledo en
tonces, ligada al seguimiento de naves el departamento de Servosistemas, responsable de la elec-
espaciales a cargo del DSN y antañas Capítulo 3 trónica de las antenas, cuando yo empecé a trabajar en
operaciones relacionadas con los últi- El Efecto Doppler (11-14) 1978 como operador.
mos proyectos Apolo.
Capítulo 4 Sergio conocía las dos única antenas existentes en aquel
Número uno de la primera promoción de Problemas. entonces a la perfección; usaban unas tecnologías pun-
Senior Ops Controller para las Operacio- La tecnología punta teras para la época, que se había esmerado en aprender.
nes del MDSCC en el año 1977, cargo también falla (15-17) Además, como buen autodidacta que siempre ha sido,
que sigue desempeñando como Deputy adquirió unos conocimientos en matemáticas y astronomía
Ops Supervisor. Capítulo 5 que le hacían destacar en el grupo. Recibí entrenamiento
La señal que nos llega hoy de él y conservo con mucho cariño aquellos apuntes que
Entre los trabajos por los que fué pre- de las Voyagers (18-21) fabricaba para hacernos entender a los “legos” en la mate-
miado, destaca el diseño y desarrollo de ria los conceptos más complicados.
un polarizador de frentes electro-magné- Capítulo 6
ticos con control remoto. Este dispositivo La captura de los datos Durante toda su vida laboral, ha sido un profesional de re-
se instaló en todas las antenas de mon- en la actualidad (22-27) ferencia, que ha sabido resolver con inteligencia y agilidad
tura ecuatorial de la red DSN, Goldstone, los difíciles problemas que se plantean en esta estación de
Canberra y Madrid, para el seguimiento Capítulo 7 seguimiento de satélites.
de las múltiples naves cuya comuni- En los confines del
cación con la Tierra se efectuaba con Sistema Solar (28-31) Fuera de la vida laboral, destaca por sus insospechadas
transmisiones polarizadas linealmente. dotes artísticas infrecuentes en personas de formación téc-
nica. Ha pasado a la historia el “comic costumbrista” sobre
Experto veterano en las lides de adqui- los trabajadores de la estación en los que, con la gracia y
sición y manejo de las señales que se salero sevillano, supo reflejar los rasgos y actitudes más ca-
reciben de las numerosas sondas es- racterísticas.
VOYAGERS

paciales que pueblan el espacio, en la RESPONSABLE: Pablo Pérez-Zapardiel

35Aniversario

Red de Estaciones del Espacio Profundo, TEXTO E ILUSTRACIONES: Sergio Castejón Ha vivido desde el principio la aventura de las naves Vo-
Castejón nos relata con un lenguaje ase- MAQUETACIÓN : Susi Molina yager en sus 35 años de misión. Nadie mejor que él para
quible, los 35 años de las naves Voyagers FOTOS : NASA, Yeray López ( 18-21), realizar este extraordinario articulo resumen sobre ella.
en sus viajes más allá de los confines del Amber Jamieson ( 12-13)
Sistema Solar. AÑO 2012 Pablo Pérez-Zapardiel
MDSCC Manager

2 35Aniversario VOYAGERS 3

1. Lanzadas
al espacio
Hace 35 años, cuando la NASA envió al espacio
las sondas Voyagers, nadie podía pensar que este
par de ingenios humanos permanecerían activos
durante tanto tiempo.
La duración inicialmente programada para
las misiones interplanetarias de las Voya-
gers era de tan solo 5 años y concluirían tras
sus encuentros con el planeta Saturno. A la
vista de los buenos resultados obtenidos por
ambas naves, la NASA decidió costear y ex-
tender la misión de una de éstas en otros 7
años, para visitar los planetas Urano y Neptuno.
UN COHETE POTENTE PARA EL
LANZAMIENTO
En septiembre de 1977, desde Cabo Cañave-
ral, las Voyagers eran lanzadas hacia el espa-
cio exterior del Sistema Solar.
El propulsar una masa directamente a planetas
con órbitas tan exteriores como la de Júpiter
requiere de una inmensa cantidad de energía
para vencer la atracción gravitatoria del Sol y
requiere también de una importante acele-
ración que sólo se consigue impulsando esta
masa con un potente cohete.
Esa gran fuerza de empuje exige, por lo tanto,
un gigantesco cohete propulsor con una can-
4 35Aniversario
“En septiembre de 1977, desde Cabo Cañaveral, las Voyagers
eran lanzadas hacia el espacio exterior del Sistema Solar”.
tidad ingente de combustible que, junto a un
gran despliegue de personal técnico, supone
un encarecimiento considerable del proceso
de lanzamiento. Es tal este coste económico riores, podían impulsar una sonda ha-
que, con los actuales recortes presupuestarios, cia órbitas exteriores sin coste alguno
ninguna sonda espacial con destino a plane- aunque empleando más tiempo..
tas y órbitas exteriores a la terrestre, siguen esta
pauta.
REDUCIR COSTES CON LA “AYU-
DA GRAVITACIONAL”
LA EXPERIENCIA DE GALILEO La solución de la “ayuda gravitacio-
La sonda Galileo, prevista para ser lanza-
da desde el transbordador, y con destino a
nal” pasa por usar una trayectoria
más económica, energéticamente
Júpiter, fue el primero de estos vuelos que se
hablando. Se trata de convertir la e-
vieron afectados. La solución pasaba por dotar
nergía potencial que obtenemos de
a la sonda de un cohete lo suficientemente
un campo gravitatorio en energía
potente para que, una vez liberado del com-
cinética, aumentando la velocidad
partimento de carga del Shuttle, pudiera por sí
de la sonda. Esto es, aprovechando
solo impulsarlo directamente al gran planeta.
el campo gravitatorio de los pla-
netas interiores, como Venus e incluso
Unos meses antes de su previsto lanzamiento,
la propia Tierra, la sonda es “dejada
sucedió el lamentable accidente del transbor-
caer” hacia el interior del Sistema So-
dador que terminó desintegrado, esparciendo
lar, se la hace pasar cerca de Venus
sus restos por una extensa área. De haber lleva-
o, tras dar una vuelta completa, retor-
do en su carga una nave cargada de com-
nar a la atracción terrestre que se en-
bustible sólido, este accidente, debido a la alta
carga de desviarla tanto en dirección
toxicidad de este elemento, hubiera supues-
como en velocidad, y así poderla
to una peligrosa contaminación ambiental.
“subir” hacia un planeta u órbita ex-
terior.
Con todo esto, la nave Galileo tuvo que confor-
marse con un propulsor bastante más pequeño
La sonda Galileo tardó 6 años en
que tan sólo la podría impulsar hacia una ór-
llegar a Júpiter tras varias de es-
bita interior. Es en este punto donde hubo que
tas “asistencias gravitacionales”.
poner en práctica trayectorias que, ayudadas
Igual procedimiento fue el usado con
por los campos gravitatorios de planetas inte-
la nave Cassini, que despegaría en
1997 con destino a Saturno, plane-
ta al que llegó con la ayuda gravi-
tacional de Venus, la Tierra y Júpiter.
VOYAGERS 5
 En estas 2 ilustraciones podemos comparar las trayecto-
rias hasta Saturno. La de la Cassini, con 4 asistencias gravi-
tatorias y una duración de casi 7 años, y la de la Voyager
1 que, con tan solo la asistencia de Júpiter, tardó la mitad
de tiempo para alcanzar el planeta de los anillos.

6 35Aniversario VOYAGERS 7
 2. Un gran tour “Conocidos son los importantes ha-

interplantario
llazgos logrados por las naves y la
impresionante alta resolución de las
miles de imágenes enviadas”

Las Voyagers han visitado los cuatro planetas gaseosos y ambas

naves saldrán de nuestro Sistema Solar por latitudes solares dife-
rentes. Estas opuestas trayectorias, permitirán estudiar la simetría
de la burbuja que conforma la Heliosfera.

EL DÍA 20 DE AGOSTO DE 1977 era lanzada la
sonda Voyager 2 y, unos días más tarde, el 5 de
septiembre, despegaba la Voyager 1.
Si bien el primer objetivo de ambas era el pla-
neta Júpiter, la trayectoria de la Voyager 1 era
más rápida y es por este motivo por el que tar-
dó sólo dieciocho meses en llegar al gigante
rojo, el 5 de marzo de 1979. La Voyager 2 lo
haría cuatro meses más tarde.
VOYAGER 1 A LA CABEZA
La Voyager 1, que sobrevolaba Júpiter a la dis-
tancia de nuestra Luna, fue acelerada y des-
viada hacia Saturno, donde llegaría 20 meses
más tarde, el 12 de Noviembre de 1980. La
Voyager 2 no lo haría hasta Agosto del siguiente
año.
La Voyager 1 siempre fue por delante de su
gemela que, estando destinada a visitar Ura-
no y Neptuno, tuvo que ajustar su órbita a las
efemérides de estos otros dos planetas que no
fueron visitados por la Voyager 1.
Voyager 2 sobrevolaba Urano en Enero de
1986 y, de nuevo, con su ayuda gravitacional,
era acelerada hacia Neptuno, último planeta
de su periplo y al que sobrevolaría a tan solo
5000 kilómetros sobre su polo norte con el fin
de que su trayectoria fuera drásticamente des-
viada para, cinco horas más tarde. poder pa-
sar cerca de su gran satélite Tritón.
Conocidos son los importantes hallazgos lo-
grados por las naves y la impresionante alta
resolución de las miles de imágenes enviadas,
que nos permitieron admirar estos planetas y
sus satélites.
Como el objetivo de este escrito es describir
el momento actual de la misión VIM (Voyager
Interestelar Mission), nos limitamos pues a
destacar en unas líneas algunos de aquellos
momentos planetarios.
DESCUBRIMIENTOS EN LOS PLANETAS
GASEOSOS
Los cuatro planetas visitados por las naves Vo-
yagers son los llamados gigantes gaseosos.
Carecen de una superficie sólida, formados
solo por gas y con diámetros que van desde 4
hasta 12 veces el diámetro terrestre.
Se descubre que en Júpiter existen unas impor-
tantes variaciones en los procesos físicos,
geológicos que afectan también a sus saté-
lites y magnetosfera.
Sorprendente fue el descbrimiento de la in-
tensa actividad volcánica de su satélite IO,
que desparrama gran cantidad de material
por todo el sistema Joviano. Destacar tam-
bién el descubrimiento de 3 nuevos satélites.
Debido a los porcentajes de hidrógeno y he-
lio hallados en Saturno, ya se sabe por qué
este planeta radia más calor que el que re-
cibe del Sol. Reseñamos aquí que Saturno es
el único planeta que es menos denso que el
agua.
En Urano, la Voyager 2 descubrió hasta 10
nuevas lunas y nuevos anillos alrededor del
planeta, desconocidos hasta entonces.
El último planeta visitado por la Voyager 2,
Neptuno, se encuentra 30 veces más ale-
jado del Sol que la Tierra, distancia que hoy
día ha sido multiplicada por cuatro por la
Voyager 1.
La atmósfera exterior de Neptuno contiene
metano, elemento que absorbe la luz roja,

8 35Aniversario VOYAGERS 9
 En esta ilustración vemos las trayectorias segui-
das por ambas naves desde sus lanzamientos
con sus puntos y fechas de encuentros con los
diferentes planetas.
reflejando la azul. Esta es la razón de que Neptuno se pre-
sente con ese brillante color.
La Voyager 1 concluía su fase planetaria tras sobrevolar
Saturno y su gran luna Titán. Estos últimos encuentros desvi-
aron su trayectoria hacia el norte de la Eclíptica, mientras la
trayectoria de la Voyager 2 lo hacía hacia el sur, tras su visita
a Neptuno y su luna Tritón.
10 35Aniversario
Ambas naves saldrán de nuestro Siste-
ma por latitudes solares diferentes. La
Voyager 1 con un ángulo de 35º norte
mientras la Voyager 2 lo hará hacia
los 30º sur. Estas opuestas trayectorias,
también diferentes en 40º de longi-
tud, permitirán estudiar la simetría de
la burbuja que conforma la Heliosfera.
3. El efecto
doppler ciudades más importantes para, a
continuación, regresar de vuelta a
Madrid. Hasta Moscú piensa reco-
rrer 7.000 kilómetros en justo 10
semanas, pedaleando a razón de
100 kilómetros diarios y retornará a
Madrid en otras 10 semanas. Para
tranquilizar a su madre, el joven le
promete que le enviará una carta
puntualmente todas las semanas
contándole qué tal le va.
Inicia su viaje un domingo y emplea
Para que una nave espacial pueda sintoni- la primera semana en llegar a Bar-
zar la señal que le enviamos desde tierra, celona, desde donde escribe a su
madre y echa la carta en un buzón.
debemos modificar nuestra frecuencia Continúa su viaje y al siguiente do-
de transmisión para que el receptor de a mingo llega a París, donde hace lo
mismo, le envía la carta a su madre.
bordo la encuentre siempre en la misma Al siguiente le escribe desde otra
frecuencia y no tenga problemas para ciudad que está 700 kilómetros más
alejada, y así lo va haciendo todos
sintonizarla. los domingos, hasta el décimo,
cuando echa la carta en un buzón
LAS ONDAS Y EL MOVIMIENTO de Moscú. Al día siguiente comien-
Alguien podría argumentar “ Si el receptor de la nave ya sabe za su viaje de vuelta haciendo la
qué frecuencia le transmitimos desde Tierra, ¿porqué tiene misma ruta a la inversa y enviando
problemas en sintonizarla?, yo siempre sintonizo mi emisora fa- la prometida carta todos los domin-
vorita en el mismo punto del dial de mi radio”. gos.
La respuesta es que tanto su emisora favorita como su recep- Al llegar a su casa de vuelta, su
tor de radio no se mueven uno respecto del otro y, aún pen- madre se alegró de verle de nuevo
sando que la sintonizase marchando a 200 km/h en la radio en casa (ya sabemos cómo son las
del coche, esa velocidad, aunque peligrosa, no es compa- madres), pero le recrimina por no
rable con la velocidad de la luz, que es a la que se propagan cumplir su promesa de enviarle una
las ondas de radio. carta cada semana, justo cada 7
En el caso de una nave espacial, la cosa cambia, pues las días, y que, en su lugar, lo hiciera
velocidades relativas entre el transmisor y el receptor ya no son cada 8 días durante la ida, y cada
despreciables comparadas con la velocidad de la luz. 6 días en su camino de vuelta.
UN EJEMPLO PARA ILUSTRAR EL DOPPLER La culpa de la confusión de la
Supongamos que un joven aficionado al ciclismo decide ha- madre reside en el hecho
cer un viaje en bicicleta desde Madrid a Moscú visitando las
VOYAGERS 11
 de que, yendo hacia Moscú, su hijo, cada domingo, le en-
viaba la carta desde más lejos y el servicio de Correos tar-
daba un día más en hacerle llegar la carta. Lo contrario
sucedía volviendo a casa. Conforme se acercaba, la carta
tardaba menos en llegar.
La primera carta, desde Barcelona, le llegó al día siguiente
de ponerla en el buzón. La segunda tardó dos días en lle-
garle desde ParÍs y así hasta la carta desde Moscú, que
tardó 10 días en llegar a Madrid. Lo que ocurría es que,
mientras se alejaba de casa, las cartas llegaban cada 8
días y, regresando a Madrid, sucedía justo lo contrario, la
madre recibía una carta cada 6 días. Si nuestro ciclista hu-
biese caído en la cuenta de que su madre esperaba una
carta cada 7 días justos, debería haberlas echado en el
buzón cada 6 días, yendo hacia Moscú, y cada 8 días en
su regreso a casa.
Hacemos las equiparaciones y vemos que el ciclista es
12 35Aniversario
la nave espacial que emite la señal
en forma de carta, la velocidad de
propagación de esa señal es la del
cartero del servicio de Correos y la
madre, en Madrid, es el receptor de
esa señal.
FRECUENCIA DE TRANSMISIÓN
Si las velocidades son comparables a
la de la propagación, el receptor va
a observar que la frecuencia con la
que recibe la señal no es la misma
que la de transmisión.
El mismo efecto es el percibimos
cuando estamos en un paso a nivel,
esperando que pase el tren. Si éste
pasa haciendo sonar el silbato, ve-
remos que el tono de ese sonido es
“Resumimos el efecto Doppler
diciendo que las ondas se “com-
primen” cuando transmisor y re-
ceptor se acercan entre sí, y se
“dilatan” cuando se alejan uno
del otro. Efecto que solamente es
perceptible cuando la velocidad
de estos movimientos no es des-
preciable con la velocidad de la
luz”
VOYAGERS
más agudo cuando el tren se acerca
que cuando rebasa la barrera y se aleja.
El efecto Doppler se aprecia, pues la ve-
locidad del tren es comparable a la ve-
locidad de propagación del sonido. Un
viajero que va en el tren, siempre oirá el sil-
bato de la locomotora con el mismo tono,
sin estar afectado por el efecto Doppler,
pero sí percibirá este efecto en el sonido
de la campana que suena en el paso a
nivel.
La velocidad de la Tierra alrededor del
Sol es de unos 30 kms/seg, por lo que su
suma vectorial con la de las Voyagers
puede superar los 45.000 metros por
segundo, y casi los 60.000 metros por
segundo (200.000 kms/hr) al comienzo
13
 4. Problemas.
En la siguiente ilustración se observa cómo las ondas emitidas por una nave espa-
cial que se desplaza a una velocidad V se comprimen en el sentido de su marcha,
aumentando la frecuencia que recibe una antena colocada en B. Un receptor colo-
cado en A, del cual la nave se aleja, recibe un frente de ondas más dilatado con una
frecuencia menor y, por último, una antena en C respecto de la cual no existe veloci-

La tecnología
dad radial alguna, va a sintonizar la emisión de la nave justo en la misma frecuencia
de su transmisión. que se manejan en los viajes espaciales y hemos debido tratarlo, si bien de

de su fase planetaria. Hablamos pues, de velocidades ra-
diales que no son despreciables con respecto a la velo-
cidad de la luz. Esto conlleva, como se ha mencionado
anteriormente, a ajustar nuestra frecuencia de transmi-
sión en tierra, para que, una vez afectada por este efecto
Doppler, la nave la encuentre siempre en el mismo valor.
Por cada 0.14 metro por segundo de velocidad que ex-
perimentemos acercándonos o alejándonos de las naves,
deberemos cambiar la frecuencia en 1 hertzio, lo que im-
plica correcciones de hasta 250.000 hertzios y de hasta
1.000.000 de hertzios si nos referimos a la señal que recibi-
mos de ellas en la banda X, de menor longitud de onda.
Para ser rigurosos diremos que el efecto Doppler, como el
de la aberración, son efectos quasi-relativistas, consecuen-
14 35Aniversario
punta también
falla
Los equipos electrónicos con los que cuentan las Voyagers para
enviar los datos científicos a tierra y poder recibir las órdenes, han
sufrido algunos fallos a lo largo de su periplo.
Las sondas Voyagers, además de toda la instrumen-
tación científica, cuentan con el equipo electrónico
necesario para comunicarse con la Tierra y poder
enviarnos datos científicos y, asimismo, recibir las inhabilidad de mantenerse sintonizado a la
órdenes que, desde las estaciones terrestres se les en- frecuecia de la señal que, desde tierra, se le
vían. Todos estos elementos de transmisión y recep- envía.
ción están afortunadamente duplicados. Decimos
cia de las altas velocidades que se
afortunadamente, pues algunos de ellos han fallado Este receptor no podía mantenerse sintoni-
manejan en los viajes espaciales y
durante incluso la primera parte del viaje y los respon- zado con la Tierra si la frecuencia que recibía
hemos debido tratarlo, si bien de una
sables de la misión han tenido que configurar las son- distaba más de 90 hertzios de la que él espe-
manera algo simplista, para un mejor
das para hacer uso del elemento de repuesto. raba. Pues bien, ese problema tuvo que ser
entendimiento de los problemas que
resuelto en tierra, dotando a las estaciones
surgen en la sintonización de las se-
PROBLEMAS DE SINTONIZACIÓN. de un sistema que en todo momento ge-
ñales afectadas por tal efecto.
Al hilo de este tema, cabe mencionar lo sucedido a neraría una frecuencia de transmisión tal
vroblemas que surgen en la sintoni-
la Voyager 2, en una temprana fase de la misión. Uno que, afectada del efecto Doppler*, a la son-
zación de las señales afectadas por
de sus receptores falla y la nave es configurada para da siempre le llegaría la frecuencia que el
tal efecto.
su segundo receptor y poder seguir recibiendo la se- dañado receptor esperaba. Lo anecdótico
ñal desde la Tierra. Al cabo de poco tiempo, ese otro de esta solución es que ha resultado ser la
receptor presenta una avería, fallo que consiste en la más idónea en todas las posteriores misio-
VOYAGERS 15
 nes planetarias, con independencia de si el receptor de la nicaciones de las naves no presenta
nave falla o no. impedimento para que sigamos en
contacto con ellas.
PROBLEMAS CON LA ELECTRÓNICA
En concreto, el problema en ese receptor fue ocasionado
por un condensador, cuyo dieléctrico de policarbonato,
se “contaminó” estableciéndose un cortocircuito entre sus
placas. Decir aquí, que un condensador es un compo-
nente discreto básico que podemos encontrar en cual-
quier aparato electrónico doméstico, por muy antiguo
que éste sea.
Como quiera que ese fallo podía también ocurrir en la otra
nave, la Voyager 1, se ideó un sistema para prevenirlo.
El procedimiento consiste en hacer que su receptor se
mantenga sintonizado a la frecuencia que se le envía
desde tierra aún cuando, adrede, a ésta frecuencia se la
haga barrer lentamente hasta desviarla 65.000 hertzios de
la que originalmente recibía el receptor. Esta desviación
provoca que el mencionado condensador, en un esfuerzo
de mantener el receptor sintonizado, se cargue con un po-
tencial que va a servir para evaporar esas partículas que
se pueden generar en su electrolito y que son las culpables
de poder provocar un cortocircuito entre sus placas. Aún
hoy, 35 años después del lanzamiento, la Red de Estacio-
nes sigue, con cierta frecuencia, llevando a cabo esta o-
peración con la nave Voyager 1, para salvaguardarla de
una avería similar a la que padeció su homóloga Voyager
2.
¿EL PRIMER VIRUS INFORMÁTICO
La señal que nos envían las naves son generadas por un CÓSMICO?
oscilador ultra estable que, en el caso de la Voyager 1, falló
en Septiembre de 1992, con lo que la señal es ahora ge-
nerada por un oscilador auxiliar que, lejos de tener la pre-
cisión del anterior, genera una frecuencia que depende
mucho de la temperatura y tensión de alimentación. Así
y todo, las estaciones terrestres continúan recibiendo esta
señal sin problemas.
La Voyager 1 sufre otra avería, esta vez es uno de sus trans-
misores de banda X, por lo que usa un transmisor redun-
dante al que falló, con la excepción de que la señal está
polarizada en el sentido inverso. La red de estaciones está
equipada con equipo para recibir ambas polarizaciones,
por lo que no existe problema alguno en tierra para recibir
esta señal.
Con todo ello, en la actualidad, el equipo de telecomu-
16 35Aniversario
SOLUCIONES PARA LAS CÁMARAS
FOTOGRÁFICAS
Las cámaras encargadas de con-
seguir las imágenes van montadas
sobre unas plataformas que pueden
ser orientadas a voluntad. Estos giros
les permiten los tiempos de exposición
que las fotos exigen.
Debido al sobreuso que se hizo de la
cámara de Voyager 2 durante su visita
a Saturno, su plataforma quedó con
un defecto de engrase que no per-
mitía prácticamente moverla, lo que
amenazaba la toma de imágenes en
los siguientes encuentros con Urano y
Neptuno.
El equipo de tierra se las ideó para usar
el giro en la orientación de la propia
nave que, junto a una mínima capaci-
dad de movimiento que la plataforma
de las cámaras aún conservaba, per-
mitió obtener las imágenes de los dos
planetas más distantes.
El último gran susto fue ocasionado
por el inexplicable cambio de estado
de un simple bit en el programa de la
computadora datos de ciencia en la
Voyager 2. Esto ocurrió en la primavera
del 2010, y las consecuencias eran que
el formato en que la nave nos enviaba
los datos científicos era indescifrable.
Los datos nos llegaban encriptados de
tal forma que eran ilegibles y, por tanto,
inservibles.
Los técnicos ordenaron a la nave que,
en lugar de enviar estos datos, nos
enviara la memoria del programa de
esta computadora de a bordo, con lo
que, tras un exhaustivo análisis de su
contenido, se descubrió que un bit en
una posición de dicha memoria había
En la ilustración se observa la
distribución de los diferentes ex-
perimentos y equipos que mon-
tan las naves Voyagers. Todo el
equipo electrónico, el de teleco-
municaciones y las computa-
doras van electromagnética-
mente protegido de cualquier
influencia de un campo exte-
rior a diferencia de los sensores
que, obviamente deben mon-
tarse en el “exterior” para
llevar a cabo sus mediciones.
cambiado su estado de 0 a 1. La
siguiente orden enviada a la Voyager
2 fue la de “resetear” este bit retornán-
dolo a su estado 0, a partir de cuyo
momento, la nave comenzó a enviar
los datos de ciencia codificados co-
rrectamente. “El equipo de telecomunicaciones
El análisis y posterior solución de este
problema, les llevó más de un mes a
de las naves no presenta impedi-
los técnicos de la misión que, por esta mento para que sigamos en con-
anomalía, corrió el riesgo de que su fu-
turo fracasara totalmente. La razón de
tacto con ellas”
porqué este bit cambió de estado se
desconoce, ¡diantres!, ¿nos enfrenta-
mos al primer virus informático cósmi-
co?.
VOYAGERS 17
 5. La señal que
nos llega hoy
de las Voyagers
A las distancias casi siderales a las que se encuentran las son-
das, la señal que recibimos de ellas es extremadamente débil.
Goldstone y Madrid contralan la Voyager 1 y Canberra la Voyager 2.
SEGUIMIENTO TERRESTRE
Empleamos el término sideral para
describir que por la lejanía de ambas
naves sus coordenadas, con respecto
a un observador terrestre, no van a
cambiar sensiblemente a lo largo de
los años.
Las Voyagers se alejan del Sistema So-
lar por el sector que recorre la Tierra
durante nuestro verano, esto es, sus
ángulos de ascensión recta rondan las
18 horas, difiriendo los de declinación
en tal medida que la Voyager 2, con
56º Sur, nunca es, ni será, visible desde
las estaciones de Madrid, quedando
su control y seguimiento relegado a las
estaciones australianas localizadas en
Canberra. Es como sucede con las es-
trellas y demás objetos muy lejanos. En
el hemisferio Norte tenemos un firma-
mento diferente al que se puede ob-
servar desde el hemisferio Sur. Con ello,
las estaciones de Madrid y Goldstone,
18
controlan la Voyager 1, mientras en Canberra hacen lo
propio con la Voyager 2.
PÉRDIDA EN EL PROPAGACIÓN ESPACIAL
Existe un concepto llamado pérdida en la propagación es-
pacial, que trata de explicar cómo una señal electromag-
nética es atenuada conforme se propaga por el espacio
libre. Realmente, esta es una idea errónea, que incluso
se puede leer en algunos foros técnicos. No existe nada
físico que motive una atenuación durante su propagación
a través del espacio libre. Para ser rigurosos diremos que
la energía de una transmisión de naturaleza electromag-
nética se efectúa por medio de fotones y, siendo de miles
de millones de años la vida media de un fotón, podemos
intuir que en las 17 horas que tarda la señal de la Voyager
en alcanzar la Tierra, la energía total que pierde es nula.
Lo que realmente sucede es que el frente electromag-
nético que conforma esta señal se va expandiendo por
el medio espacial desde el punto donde se originó, en
nuestro caso, la antena parabólica de la nave. Esta ex-
pansión del área que el frente va barriendo, motiva que
la cantidad de energía por unidad de superficie, llamada
densidad de flujo, vaya disminuyendo conforme avanza.
35Aniversario
Para comprender lo anteriormente expuesto, veamos un
símil de este efecto. Supongamos que tenemos un globo
negro. Cuando está desinflado su color es de un negro
muy intenso pero, conforme lo inflamos, ese color negro
empieza a palidecer, de tal manera que cuando tiene un
metro de diámetro, su superficie, al irse estirando, ya no
tiene ese color negro tan denso. Si continuamos inflándolo,
siempre en el supuesto de que lo podamos hacer sin que
explote, veremos que irá palideciendo, hasta incluso el
punto de que su superficie se vuelva traslúcida sin apenas
huella alguna de su color negro original. Es lo mismo que
decir que la cantidad de color negro por unidad de su-
perficie, o densidad, va disminuyendo conforme el globo
aumenta de tamaño y su superficie tiene una mayor área.
Esto es lo que realmente le sucede a una señal de radio
desde que sale de la antena que la transmite. Cada vez
va aumentando su área, como lo hacía la superficie del
globo, y con ello, la cantidad de energía que percibe un
receptor es menor conforme más distante se encuentra.
Esta disminución de la energía recibida es proporcional al
cuadrado de la distancia que recorre la señal. Quiere esto
decir que si, por ejemplo, duplicamos la distancia entre
emisor y receptor, la potencia de la señal captada por
VOYAGERS
éste último será cuatro veces menor.
¿CUÁL ES EL NIVEL DE SEÑAL QUE
SE RECIBE EN TIERRA?
Una vez que conocemos la distancia
a la que se encuentran las sondas ac-
tualmente, así como la potencia con
la que sus transmisores nos envían la in-
formación, veamos cuál es el nivel de
señal que recibimos en la Tierra y, para
ello, lo hacemos con los datos de la
nave más lejana, la Voyager 1, que se
encuentra a 120 unidades astronómi-
cas, esto es, 120 veces más lejana de
lo que estamos del Sol. Ambas Voya-
gers nos envían su señal por medio de
un transmisor de tan sólo 13w de po-
tencia, potencia que es radiada por su
antena parabólica de 3,7 metros de
diámetro que, por su direccionalidad
y orientación, concentra esta señal di-
rigiéndola hacia la Tierra.
19
 Como hemos visto, conforme esta señal se propaga en
dirección a la Tierra, va disminuyendo su densidad de flujo,
hasta que, al llegar a nosotros, es tan sólo de 2 x 10^-22
w/m2. Para que se entienda mejor, la señal de la Voyager 1
llega a la superficie terrestre con una densidad de 2 vatios
divididos por un 1 seguido de 22 ceros por metro cuadra-
do.
Lo hasta aquí expuesto son los niveles de energía o densi-
dad de energía de la señal de la Voyager 1. Ahora lo que
nos interesa es saber cómo hacemos para “recoger” esta
señal y amplificarla hasta unos niveles en los que podamos
sintonizarla y extraer de ella la información que la sonda
nos envía.
TIPO DE ANTENA PARA LA RECEPCIÓN DE SEÑAL
Para calcular el nivel de la señal que recibimos en la Tierra,
conviene primero establecer qué tipo de antena vamos a
usar para su recepción.
Podemos usar un simple bucle de unos 2 cm. fabricado
con un hilo de cobre a modo de dipolo, cuya amplificación
es cero. Quiere esto decir que, con él, mediremos la e-
nergía real que tiene esa señal como densidad de flujo, o
cantidad de energía por unidad de superficie.
Una antena parabólica, por medio de una gran superficie,
lo que hace es sumar la energía “recogida” en todo su
área y concentrarla en un punto donde hemos colocado
ese dipolo. Esa es la manera de amplificar la densidad de
energía de la señal recibida para llevarla hasta los niveles
que los equipos encargados de decodificarla necesitan.
Todos hemos jugado, alguna vez, a quemar un papel con
una lupa. El principio es el mismo, en este caso tenemos la
lupa apuntando al sol y concentramos la energía que llega
a toda la superficie de su lente en un punto que proyecta-
mos sobre el papel. Esta concentración de calor en ese
punto hace arder el papel.
En la Red del Espacio Profundo de NASA hay antenas de
70 metros de diámetro que multiplican la potencia de las
señales por 25 millones de veces. 70 metros de diámetro
representa un área de casi 4000 metros cuadrados.
La potencia de la señal recibida desde la Voyager 1, una
vez multiplicada por esos 25 millones, es del nivel de
20 35Aniversario
cuarta parte de potencial amplifi-
cador. Con estas otras antenas , el
nivel de la señal de la Voyager 1, es
de unos -166 dBm. Este sería el nivel
que las grandes antenas de 70 me-
tros captarían de la Voyager 1
cuando se hallara al doble de
distancia de la que se encuen-
tra ahora, allá por el año 2055.
1 x 10^-16 milivatios, o sea 1 milivatio
dividido por un 1 seguido de 16 ceros,
lo que técnicamente representamos
como -160 dBm. También podemos
representarla como -190 dBW ó 1 x
10^-19 w, lo que sería 1 vatio dividi-
do por un 1 seguido de 19 ceros.
“Las antenas de 70 me
tros de diámetro multi-
plican la potencia de
las señales 25 millones
de veces”
Si fuéramos capaces de almacenar
esta mínima energía recibida, necesi-
taríamos 25 veces el tiempo que ha En la ilustración podemos observar cómo el frente electromagnético sale
transcurrido desde el Big Bang hasta de la antena con una apertura de casi un grado y conforme se propa-
hoy, para lograr encender una bom-
billa de 1 vatio durante tan solo un se-
ga, esos 13 vatios del transmisor van ocupando cada vez un área ma-
gundo. yor, de tal manera que cuando ese círculo llega a la Tierra, tras recorrer
Recordemos que este nivel de -160 18 mil millones de kilómetros, tiene un diámetro equivalente a 280 millones
dBm es el que obtenemos después
de que nuestra antena de 70 metros
de kilómetros. Esto quiere decir que si queremos recibir la señal de la Vo-
haya amplificado la señal en 25 mi- yager 1 con esa potencia original de 13 vatios, necesitamos una gigantes-
llones de veces. Otras antenas de la ca antena elipsoidal con un área equivalente a la del círculo que describe
Red del DSN tienen 34 metros de diá-
metro y, con ello, escasamente la
la Tierra alrededor del Sol, una estructura mastodóntica, utópica e inviable.
VOYAGERS 21
 6. La captura
de los datos en
la actualidad
EL RUIDO DE LA SEÑAL
Se podría pensar que recibir una señal extremadamente
pequeña no sería un problema, pues podríamos disponer
de una cadena de amplificadores, cada uno de los
cuales nos amplificaría la señal ya amplificada por el an-
terior en esta cascada.
Pongamos, por ejemplo, que disponemos una cadena de
cuatro amplificadores con una ganancia de 30dB cada
uno o, lo que es lo mismo, la señal de salida de cada am-
plificador es 1.000 veces más potente que la de entrada.
Este es un factor de amplificación que podemos encontrar
hasta en la radio de nuestro coche.
Con esta cadena de 4 etapas, al final tendríamos un
factor de amplificación de 1.000 elevado a 4, esto es,
1.000.000.000.000, 1 billón de veces. Con esta amplifi-
cación, la señal que nos llega de las Voyagers, quedaría
en un nivel más que suficiente para poder ser sintonizada y,
posteriormente, decodificada.
Pero, como diría un castizo, “la cosa no es así”.
Probemos, por ejemplo, a sintonizar una emisora que nos
llega débil a ese autoradio que hemos mencionado. Lo-
gramos localizarla y, más o menos, la sintonizamos, pero
la señal es tan débil que apenas la oímos. Para intentar
solucionarlo, la amplificamos subiendo el volumen, y no
conseguimos nada, la oímos, pero no entendemos nada
de lo que dice. El ruido que “se nos mete” en la radio hace
22 35Aniversario
imposible que la oigamos bien.
El “ruido”. He aquí el problema. Aún
cuando nuestra radio sea de pri mera
calidad y sus componentes elec-
trónicos no introduzcan ruido a la se-
ñal, ésta ya va a llegarnos a la antena
del coche enmascarada con un rui-
do, y por mucho que amplifiquemos
esta señal nada vamos a conseguir,
pues junto con ella, amplificaremos
también un ruido que, en frecuen-
cia, se encuentra en su cercanía, y la
contamina.
La antena de nuestro coche no sólo
recibe la señal de la emisora, tam-
bién es sensible a esas interferencias
eléctricas. Cuando la emisora está
cerca y la señal nos llega potente,
este ruido queda minimizado, pero
cuando el nivel de la señal es bajo, el
nivel de ruido empieza a prevalecer
sobre la señal de la emisora y nada
podemos hacer para “limpiarla”.
Este ruido tiene muchas fuentes, unos
cables de alta tensión, otras emisoras
de radio, la misma atmósfera y, la
Decodificar los datos de
las señales que envían las
Voyagers sin añadir más
ruido al proceso se con-
vierte en uno de los retos
de la estación
más importante, el ruido térmico ge
nerado por nuestro propio aparato
de radio, cuyos componentes, al
estar a una cierta temperatura, nos
contaminan nuestra señal con más
ruido eléctrico.
Una señal que nos llega desde el es-
pacio no va a ser una excepción. Si
bien nuestra antena parabólica es
muy direccional en su apuntamiento
y puede eludir la mayoría de fuentes
de ruido terrestres, no está exenta de
que otras fuentes de ruido nos van a
estropear nuestra ya debilísima señal.
Este ruido no lo podemos eliminar. A
lo sumo, lo que podemos hacer, es
no contribuir a que aumente más y,
para ello, usamos equipos amplifica-
dores muy especiales.
AMPLIFICADORES
El objetivo final de la adquisición de
la señal de radio de una Voyager,
es poder sintonizarla y decodificarla
para extraer la información de los dis-
tintos experimentos científicos.
Estas señales y datos, como
VOYAGERS
acabamos de ver, nos llegan inexorablemente afectados
por la energía de radio de un fondo de ruido cósmico, tam-
bién por la ocasionada por la atmósfera terrestre y, cómo
no, la introducida por nuestros propios equipos de recep-
ción y amplificación. Esta interferencia o ruido que afecta
a estas señales es inherente a toda telecomunicación y
de ningún modo puede ser evitada, por lo que la Red de
Estaciones del DSN (Deep Space Network) dispone de los
medios tecnológicos más avanzados para no contribuir a
un aumento de esta interferencia.
Uno de estos equipos es el primer amplificador encarga-
do de aumentar la potencia de la señal recogida por la
antena. Este equipo, de tecnología Maser, trabaja a tem-
peraturas tan bajas como 4º Kelvin, 269º C bajo cero, y
multiplica la potencia de la señal por 50.000, sin alterar la
calidad de la misma. Con la ganancia de este amplifi-
cador de muy bajo ruido montado en una antena de 70
metros, obtenemos una amplificación total, entre ambos
de 1,25 billones de veces (25.000.000 X 50.000). Este nivel
de señal ya hace factible su sintonización y posterior de-
codificación.
iDebido a las distancias a las que se hallan las Voyagers,
el nivel de la señal que de ellas nos llega es tan bajo que
es comparable a esos otros niveles de ruido térmico que
recibimos enmascarándolo, siendo éste el principal pro-
blema a la hora de detectar y decodificar los datos pro-
vinientes de las naves.
23
 TRATAMIENTO DE UN BIT DE INFORMACIÓN
La información de los experimentos a bordo de las naves
nos llega en forma binaria, esto es, bits de unos y ceros que
deben ser detectados y decodificados para su posterior
análisis, por lo que, un buen nivel de potencia en estos bits
nos va a proporcionar una mayor calidad y fiabilidad en
los datos.
Si llamamos B a la potencia de ese bit de información y
R a la potencia del ruido, planteamos una división como
(B+R)/R, que es la relación entre la suma de energía de
ese ruidoso bit de información con respecto al ruido que
lo enmascara. Como quiera que el
parámetro R no lo podemos modifi-
car, la única manera de mejorar esta
relación será incrementar el valor de
B, cosa que depende de la superfi-
cie del paraboloide de la antena que
empleemos para su recepción.
Teniendo, sin embargo, limitada la
capacidad de amplificación de una
antena por su tamaño, la alternativa
para mejorar el nivel de energía que
posee un bit de información es ex-
tenderlo en el tiempo, esto es, hacer
que dure más, pero esto implica una
menor cantidad de bits por segundo.
Así que una mejora en la calidad de
los datos conlleva una disminución
de los mismos. Actualmente, la velo-
cidad de los datos recibidos de am-
bas naves es de 160 bits por segun-
En la figura 2, en estas 5 formas de
ondas vemos gráficamente lo expli-
cado. Suponemos que la nave nos
envía una información contenida
en 10 bits, en una cadena que es
1011010010. Es la representada por
la función 1.
La gráfica 2 muestra ese ruido tér-
mico aleatorio que hemos hablado
y que, con independencia de que
nuestra antena apunte o no hacia
la nave, se nos introduce en nuestro
equipo de recepción.
do. La calidad de estos datos cuando los recibimos con
una antena de 70 metros de diámetro, es buena, con una
relación bit/ruido de 8,0. Esto es, (B+R)/R=8,0.
Pero con una antena de 34 metros de diámetro, la energía
que posee uno de esos bits de información es la cuarta
parte. El ruido térmico lo enmascara y la mencionada re-
lación (B+R)/R es de tan solo 1,5. Quiere esto decir que el
70% de la energía que posee un bit es sólo ruido, siendo
válido el 30%.
Para que los datos tengan fiabilidad, la probabi-
lidad de error en su detección debe ser menor al 1%.
Con la mencionada relación recibida en una antena
de 34 metros la probabilidad de cometer un error en la
detección de datos es del orden del 6%, muy por enci-
ma del porcentaje mínimo para dar por buenos los datos
detectados.

Cuando la nave se encuentra

muy cercana a nosotros, recibi-
mos los datos con mucha am-
plitud y, aunque a ellos les su-
perpongamos el ruido térmico,
Figura 1
aún tenemos una clara visión de
qué es un 1 ó un 0, según apre-
ciamos en la forma de onda 3.

LO QUE SE RECIBE HOY

En la figura 1, el primero de los espectros es
el correspondiente a la señal que recibe una
sola antena de 34 metros de diámetro. La por-
tadora (pico central), sube 6 dB (flecha roja) so-
bre el nivel de ruido y la potencia de los datos,
imagen ampliada en el círculo lateral, apenas
se aprecia sobre este nivel de ruido.
El siguiente espectro es el que obtenemos
montando 2 antenas de 34 metros en la men-
cionada configuración de Array. Aquí, las se-
ñales recibidas por ambas antenas, son suma
das en fase y se observa una mejora en la por-
tadora hasta los 9 dB sobre el ruido. Aquí ya se
puede ver mejor el promontorio que indica la
potencia de los datos, una “calidad” de 4.5 dB.
El tercer espectro es aquel que captura la po-
tente antena de 70 metros de diámetro. Segui-
mos teniendo, como ya se explicó, un mismo
nivel de ruido de unos 12 dB y la potencia de
la portadora sobresale unos 13 dB. Esto hace
que la calidad de los datos, según vemos a la
derecha sea muy buena.
En la actualidad esa cadena de
bits llega hasta nosotros con una
amplitud muy baja, es la represen-
tada por a en la función 4. Si a es-
tos datos le sumamos el ruido tér-
mico, cuya amplitud sigue siendo
la misma, nos encontramos con
la forma de onda de la gráfica 5,
donde cuesta mucho trabajo de-
terminar qué es un 1 ó qué es un 0.
Figura reales
Espectros 2 de las señales actuales que reciben las antenas

24 35Aniversario VOYAGERS 25
 “La Red de DSN (Deep Space Network)
es muy versátil y dispone de equipos
necesarios para sumar las señales “Para que los datos ten-
que, por ejemplo, reciben dos o más gan fiabilidad, la probabi-
antenas dirigidas a una misma nave” lidad de error en su detec-
ción debe ser menor al 1%”

SISTEMA DE ARRAY DE ANTENAS

Gracias a la codificación em-
pleada en la información, du-
plicando la energía de ésta, la
probabilidad de error desciende
drásticamente a bastante menos
del 1% y es por esto que, actual-
mente, la Red de DSN, cuando
no usa una antena de 70 metros,
debe disponer de un par de an-
tenas de 34 metros para recibir y
procesar las señales de las naves.

Si tenemos dos antenas de 34 me

tros apuntando hacia la sonda,
podemos “sumar” las señales re-
cibidas en ambas y así duplicar la
potencia de estos datos, con lo que
la calidad de éstos aumenta, dis-
minuyendo la mencionada proba-
bilidad de error en su detección.

Este sistema de adquisición de
la señal por medio de 2 antenas
para su posterior suma y decodifi-
cación, es lo que denominamos un
Sistema Array de antenas y, usan-
do un par de antenas de 34 me
tros, la Red es capaz de obtener
una buena calidad en los datos.
señales que, por ejemplo, reciben dos o más antenas cos, ya puede ser usada y decodi-
dirigidas a una misma nave. Para ello, potentes ordena- ficada.
dores terrestres digitalizan los espectros electromagné-
ticos que se reciben en estas antenas. Tras elaborados Este es el procedimiento que, des-
algoritmos, se corrigen los diferentes retrasos o adelantos de hace meses, emplea el DSN
ocasionados por las distintas situaciones geográficas de cuando utiliza antenas de 34
cada antena, con la finalidad de que los mencionados metros de diámetro para cap-
espectros puedan ser sumados en fase. tar la señal de las naves Voyagers.

La Red de DSN (Deep Space Net- Tras esta suma tenemos un señal mucho más potente
work) es muy versátil y dispone de que cualquiera de las que individualmente recibe cada
equipos necesarios para sumar las antena y tras una nueva reconversión a niveles analógi-

26 35Aniversario VOYAGERS 27
 7. En los
confines del
Sistema Solar
Tras completar en 1989 con éxito
los encuentros planetarios y, a la vis-
ta de que la funcionalidad de am-
bas naves era prácticamente total,
NASA decidió extender la mi-
sión Voyager renombrándola VIM,
Misión Interestelar Voyager.
La razón para extender la misión Voyager renombrándola
como VIM, Misión Interestelar Voyager, era capitalizar el
hecho de que ambas sondas seguían gozando de bue-
na salud y, racionando el consumo eléctrico, sus genera-
dores aún tendrían combustible para hasta más allá del
año 2020.
La otra razón para extender la misión era aprovechar el
hecho de que las Voyagers, dotadas del equipo científico
adecuado, se dirigían a zonas cada vez más lejanas del
Sol, donde las mediciones de partículas, plasma, cam-
pos magnéticos, etc, son de un incalculable valor cientí-
fico en el entendimiento del alcance de la influencia del
Sol y de su interacción dentro del medio interestelar.
28 35Aniversario
LA ENERGÍA DE LAS VOYAGERS
Las naves espaciales con destinos alejados del Sol no
pueden cargar sus baterías por medio de paneles solares.
Conforme nos alejamos del Sol, menos energía recibimos
de éste y, a las distancias de los planetas más exteriores,
es totalmente inviable que una sonda mantenga sus ba
terías cargadas por medio de células fotovoltáicas mon-
tadas en paneles solares.
SUMINISTRO ELÉCTRICO DE LAS VOYAGERS
Las naves Voyagers, a tal efecto, están dotadas de un
generador de electricidad termoeléctrico radioisotópico
que usa combustible nuclear, y que tiene una vida útil
aún mayor que los convencionales paneles solares.
Actualmente la potencia que pueden suministrar se ha
reducido a casi la mitad de la que originalmente tenían
hace 35 años, cuando fueron lanzadas al espacio. Esta
degradación en la potencia eléctrica disponible, lleva a
los técnicos del proyecto a apagar todo el equipo de a
bordo que no se usa en esta nueva fase interestelar de la
misión.
De los 10 equipos para experimentos científicos que por-
ta cada nave, 5 de ellos ya están apagados. Con este
ahorro de consumo y otros experimentos previstos que
serán apagados en un futuro, las sondas, en teoría, tienen
garantizado suministro eléctrico para poder seguir funcio-
nando y en contacto con la Tierra hasta bien pasado el
año 2020.
Los equipos apagados son aquellos que estaban desti-
nados a los encuentros con los planetas, como son las
cámaras, el fotopolarímetro, el interferómetro, etc, dejan-
do encendidos aquellos destinados a medir partículas,
campo magnético y demás experimentos relacionados
con la actividad solar y la frontera de ésta con el espacio
interestelar.
INVESTIGACIONES
Quedan, como dijimos, cinco equipos científicos encen-
didos y funcionando en cada nave. Las investigaciones
que llevan a cabo en la actualidad son:
• Campo magnético
• Partículas cargadas de baja energía
• Plasma
• Rayos cósmicos
VOYAGERS
• Ondas de plasma
Estos cinco estudios están íntima
mente relacionados entre sí y com-
ponen los elementos necesarios
para la modelación de los confines
de la heliosfera.
Las mediciones hechas por las son-
das en esta fase interestelar ha pro-
porcionado a la comunidad cientí-
fica datos para hacer interesantes
descubrimientos.
Uno de ellos es la confirmación de
que la “burbuja” que conforma
nuestro sistema solar se desplaza a
través de una nube de polvo cós-
mico que posee un fuerte campo
magnético. Esta teoría contrastaba
con la de que nuestro sistema, den-
tro de la Vía Láctea, se desplazaba a
través de un espacio bastante más
vacío. Esta nube ha sido bautizada
con el nombre de “Fluff cloud” o
“nube pelusa”.
En abril de 2010, los científicos com-
probaron que la velocidad expansiva
del viento solar era nula, lo que se ex-
plica por la presión que sobre él ejerce
ese otro viento opuesto que procede
del espacio exterior interestelar. Hoy
día incluso hay mediciones que indi-
can que esporádicamente el viento
solar es repelido hacia atrás empu-
jado por esas partículas del exterior
que “presionan” nuestra burbuja que
conforma la heliosfera,
En la actualidad, la Voyager 1 ya se
encuentra en una región donde la
intensidad de partículas provenien-
tes del exterior de sistema solar está
aumentando considerablemente, in-
dicio de haber alcanzado la frontera
entre el Sistema Solar y el espacio a-
bierto interestelar.
Atravesando esta frontera del Sistema
Solar, los instrumentos científicos de
29
 la Voyager 1 ya están observando un
notable incremento en la medición
de rayos cósmicos y partículas de alta
energía procedentes de la formación
de supernovas desde las lejanías del
Universo.
En un período que abarca desde unos
meses a unos pocos años, los cientí-
ficos que analizan los datos de esta
nave, esperan ver los efectos de un
total abandono de la heliosfera para
entrar completamente en el espacio
interestelar.
“Hoy, un hipotético viaje-
ro a bordo de la Voyager
1, vería nuestro Sol como
un punto virtual en el cie-
lo, pero tan brillante que
la tenue luz que recibiría
de él aún le permitiría, no
sin cierta dificultad, po
der leer un periódico o-
rientado hacia el astro
Sol.”
30
El plano en el que orbitan los planetas alrededor del Sol, la
Eclíptica, no es paralelo al plano donde orbitan las estrellas
en nuestra galaxia, la Vía Láctea. Ambos forman un ángulo
de unos 60 grados. Por esta razón, cuando la Voyager 1
franquee la heliopausia, se encontrará dentro de un nuevo
campo magnético. El magnetómetro de a bordo acusará
este cambio drástico en la orientación del nuevo campo.
Será una señal inequívoca de que la nave se halla fuera
de la influencia solar. Esta entrada en el espacio interestelar
también supondrá un aumento en las mediciones de rayos
cósmicos y partículas de procedencia exterior.
A fecha de hoy, un hipotético viajero a bordo de la Vo-
yager 1, vería nuestro Sol como un punto virtual en el cielo,
pero tan brillante que la tenue luz que recibiría de él aún le
permitiría, no sin cierta dificultad, poder leer un periódico
orientado hacia el astro Sol. Si nuestro viajero portara una
sensible brújula para su navegación, observará que su agu-
ja irá girando drásticamente, al ir traspasando esta frontera
de influencia solar y al quedarse fija, marcando un “nuevo
norte”, sabrá que ya se encuentra navegando a merced
de los nuevos campos magnético y gravitatorio del espa-
cio interestelar dentro de nuestra galaxia. Si desde la Tierra
quisiéramos hacerle una pregunta, tardaríamos un día y
medio en conocer su respuesta, que es el tiempo que em-
plea la señal, a la velocidad de la luz (300,000 kms/seg), en
ir a la voyager y volver a la Tierra.
HASTA EL 2020
Las naves Voyagers tienen suficiente suministro eléctrico y
combustible para seguir funcionando, cuando menos, has-
ta el año 2020, cuando la Voyager 1 ya estará completa-
35Aniversario
mente inmersa en su viaje interestelar, tras se alejen navegando errantes por nuestra Vía Láctea.
como así lo hará la Voyager 2 con 3 Singladura que puede que no sea interrumpida por nada y
años de retraso. En el supuesto caso se prolongue eternamente en el espacio y el tiempo, más
cualquiera de que las Voyagers no allá de la duración de nuestra civilización, tras lo cual, como
fueran capaces de recibir las órdenes prueba de nuestra inteligente existencia en un pasado, sólo
enviadas desde la Tierra, sus ordena- quedarían los sonidos, imágenes y datos que ambas naves
dores de a bordo ya han sido prepro- portan grabados en un disco de oro atornillado a su cuerpo.
gramados para mantener la nave
Posiblemente, ni siquiera en un futuro predecible, ningún
orientada hacia nosotros y para ac-
otro ingenio humano llegue a alcanzar las distancias de
tuar de acuerdo a una secuencia de
estas dos naves espaciales, por lo que son las merecida-
ahorro energético, con el fin de que
mente acreedoras de ser nombradas “Viajeros”, que es lo
podamos seguir recibiendo sus datos
que son las naves Voyagers, viajeros en el espacio y en el
hasta pasado ese 2020.
tiempo.
Hacia esa fecha, la Voyager 1 se en-
contrará a 23.000 millones de kiló-
metros, mientras su gemela, estará a
19.000. Aún a esas distancias, las Red
de antenas de DSN serán capaces
de seguir recibiendo sus señales e in-
terpretando los datos que nos envíen.
Lo más probable es que la comuni-
cación se interrumpa por el agota-
miento de la energía eléctrica de a
bordo antes de por la falta de capa-
cidad de recepción de las Estaciones
terrestres.
Pasada esta década, las naves
Voyager´s quizás continúen suminis
trando valiosos datos al mundo cientí-
fico. Y así puede que lo hagan mien-
VOYAGERS 31
 VOYAGERS
35Aniversario
Complejo de Comunicaciones con el
Espacio Profundo de Madrid
- Robledo de Chavela -
35Aniversario