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LA «NUEVA LINGÜÍSTICA»
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emerge la semántica generativa en su afanoso in ento de descu- El principal error dc las ortodoxias lingüísticas americanas
brir una teoría gramatical sustancialmente más abstracta que la —concluyen los Currie— radicó en el sistema del conductista.
chomskiana, y que, al mismo tiempo, sea, S'ígún alguno de sus quien, al intentar construir un ciencia físico-psicológica, renun-
impulsores, una teoría de la «pragmática» (- estudio de los ció a describir la experiencia de la misma lengua y a dotarla de
actos y contextos lingüísticos en los que se realiza la lengua). Es una teoría lo suficientemente explícita como para dar cuenta del
la tendencia que han seguido Fillmore, G. L,{,koff y R. Lakoff, fenómeno del lenguaje.
...La opción que proponemos es la del realismo empí-
entre o t r o s í
rico que, en nuestra opinión, fue la posición mayoritaria de la
lingüística anterior a nuestra era. Es decir, presentamos la socio-
LA «SOCIOLINGLJÍSTICA» lingüística en su sentido genérico como una opción a las
ortodoxias americanas. Así, definimos la sociolingüística como el
estudio de las entidades ordenadas del lenguaje en su función
La sociolingüística, término acuñado en 1349 para designar comunicativa en tanto esencia de la sociedad'.
las'nuevas actividades lingüísticas, es un fruto temprano de la
lingüística norteamericana. Según sus progenitores, H. G. Ca- La sociolongüística, dada su naturaleza interdisciplinar, no es
rrie y Currie E. G., esta nueva disciplina fue concebida como en absoluto monolítica. Se puede decir que es un subcampo que
un subcampo de la lingüística y la sociología. Sin embargo, no disfruta de una independencia especial fundada en los modelos
ha alcanzado verdadera entidad hasta las dos últimas décadas lingüístico-teóricos implicados. En este sentido, ya sugirió Wol-
pasadas^. fran hace años, que eran perfectamente delimitables dentro de
El propósito de los Currie era buscar una unión interdiscipli- ella tres campos: «sociología del lenguaje, sociolingüística y
nar de la lingüística y la sociología pues defendían la tesis de una categoría intermedia entre ambas». Hoy, sin embargo, son
que el habla humana es, sobre todo, un acto social dentro de un diferenciables algunas direcciones más. Mats. Thelander en su
contexto también social. En la obra donde vierten estas ideas es obra Grepp och begrepp i spraksociologin logró aislar las si-
asimismo perceptible un leit motiv latente: la acusación o queja guientes: sociolingüística, antropología lingüística, psicolingüís-
de que «las dos ortodoxias lingüísticas americanas son las res- tica social y sociología del lenguaje*; son las que nosotros
ponsables de que la ciencia lingüística no haya progresado más». proponemos más abajo. Sin embargo, hay también autores que
En efecto, la fonética y la fonología bloomfieldiana constituye- expresan la dificultad de situar el dominio de esta nueva cien-
ron un grave obstáculo para el desarrollo de la nueva disciplina,
cia^.
pero no lo fue menos su polo opuesto: «el insurgente estructura-
lismo racional» de N. Chomsky. En realidad, los bloomfieldia-
nos se dejaron absorber tanto por sus críticas contra el menía- HACIA UNA DELIMITACIÓN DEL CAMPO DE LA
lismo, y los chomskianos se centraron tanto en la lengua como SOCIOLINGÜÍSTICA
abstracción ideológica, que apenas les quedó tiempo para estu-
diaria en su contexto social. En la actualidad, el estudio del lenguaje se encuentra repar-
tido entre muy diversas disciplinas"'. Abarca un espectro tan
amplio de actividades comunicativas, desde las más elementales
' Vid. Stalnaker, R. C, «Pragmatics», en Semantics of natural language. hasta las más sofisticadas de los humanos, que se hace prácti-
D. Davidson and G. Harmon (eds.), Dordrecht, Reidel, 1972, págs. 380-97.
R. l-akofT, «Language in context», en Lg 48, págs. 907-27. Vid. Víctor camente inaccesible. Teniendo en cuenta, sin embargo, que
Sánchez de Zavala (AU 166). cada uno es libre a la hora de delimitar un ámbito de estudio,
' Harver G. Currie y Eva García C. Currie, Sociolinguistics and the two hemos querido en esta aproximación esbozar de algún modo el
American linguistic orthodoxies, 2.* ed., Austin, Texas, Regional Research dominio de la sociolingüística. No pretendemos, pues, hacer un
Association 1811 Alameda Dr, 1976.
1949, «The relationship of language to social status: An academic, paper estudio exhaustivo, sino caracterizar, dentro de los límites que
proyecting sociolinguistics.» Presented at Conference of University English
Teachers, Housion.
Murphy, R. P. y Ornsien, J., «Models and approches in sociolinguistic ' Op. cit., pág. 89.
research on language diversity». Anthropological Lingui^'iLS. 1974. «A survey ' Publicado en Lund (Suecia), Student-litteratur, 1974.
of research on language diversity: A partial who's who in sociolinguistics», en ' Vid. Francisco Gracia, Presentación del lenguaje (compilación), Madnd.
P. A. Reich (Ed.). The second l.ACUS Forum. 1976, Columbia, S. C. Horn- Taurus, 1972, págs. 9-24, 419 y ss.
hea Press, pags 423-61. "• Francisco Gracia, op. cit.. ibt'd.
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toda introducción impone, las más importantes cooperaciones que ambas se interesan por una rama de la sociolingüística en la
interdisciplinares de lo que comúnmente entendemos por socio- medida en que se oponen, en el sentido estricto de la palabra, a
lingüística: la lingüística, entendida tradicionalmente como el estudio de las
estructuras formales de la gramática con exclusión de toda
consideración social.
No obstante, las diferencias existentes entre la lingüística de
Labov y la pragmática son metodológica y teóricamente impor-
tantes. Sociolinguistic Patterns '^ pone de manifiesto que la len-
gua no sólo es heterogénea y está condicionada por factores
"extralingüísticos, sino que está experimentando constantemente
cambio. En consecuencia, podemos inferir que una teoría de la
lengua ha de ser necesariamente dinámica. Y esta parece ser una
idea que no encuentra demasiado eco entre los semantistas
generativos, porque su modelo lingüístico de análisis es funda-
mentalmente estático. En este sentido, el paradigma laboviano
representa una desviación radical de la'contextura transforma-
cional de los años 60, si bien es innegable una dependencia
de origen perceptible en los primeros estudios sociolingüísticos.
Ahora bien, Labov llega a afirmar en Sociolinguistic Patterns
gue no necesitamos «una teoría del lenguaje, sino un nuevo
método de trabajo»'^ Los hechos, si se abordan desde una
perspectiva correcta, es decir, si se replantean «los numerosos
problemas que habían bloqueado el progreso» '=, son de sobra
elocuentes por sí mismos. De ahí, que tanto Labov como más
recientemente Bickerton, no busquen la revolución, sino la
aceptación serena y reflexiva de las implicaciones del estudio
empírico. La lingüística laboviana no pretende ser sino una suma
de los múltiples aspectos del lenguaje. Y, así como una nueva
La sociolingüística de Labov forma de pensar puede seguirse de una nueva forma de hacer
—es el caso chomskiano—, una nueva forma de hacer puede
La lingüística laboviana, y la pragmática parecen hoy dos originar una nueva forma de pensar —es el caso de Labov. Su
polos opuestos filosófica y metodológicamente, a pesar de haber teoría asume necesariamente un nuevo aspecto y, por consi-
nacido dentro del contexto de la semántica generativa. Sin guiente, exige una concepción esencialmente diferente del
embargo, todavía comparten varios principios fundamentales. campo de estudio.
En efecto, las dos se interesan por «el uso de la lengua», Pero, ¿qué significa dentro de una perspectiva general la
Y además, la atención que Labov presta a «la lengua tal como se obra laboviana? Conscientes del riesgo que entraña toda simpli-
usa diariamente dentro de un orden social" es comparable con ficación teórica, la calificaríamos como una__importante contri-
la demanda de una teoría de la semántica generativa que estudie bución al estudio del cambio lingüístico. Es más, la sociolingüística
el lenguaje en todas sus manifestaciones, incluyendo su uso den- laboviana está concebida como una rama de la lingüística histó-
tro de un contexto social y cultural '^ Podemos deducir, por tanto. rica, al menos en lo que atañe a Sociolinguistic Patterns. No
obstante, conviene distinguir las dos concepciones de la lingüís-
" Fishman, «Bilingualijm with and without diglossia; diglossia with and
Op. cii.. 1953. without bilingualism», Journal of social issues, 23, 2, págs. 29-38.
Ti
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