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Para comprender mejor lo que está pasando en el proyecto eléctrico de Hidroituango, Canal

Capital consultó a Argelino Durán, presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros,


quien despejó algunos interrogantes sobre esta emergencia:

¿Qué fue lo que pasó en Hidroituango?

Para construir la presa se necesitaba desviar el río Cauca por debajo de la montaña porque se
necesitaba que ese espacio estuviera seco. Para eso se hacen dos túneles de desviación, por
ahí se desvía el río Cauca y se empieza a construir la presa.

Finalmente se construye un tercer túnel que es el que iba a quedar funcionando


permanentemente que debe tener compuertas en su boca para poderlo cerrar. Los otros dos
túneles que se habían hecho no tenían compuertas y cuando ya estaban cerca de empezar a
llenar la presa pues consideraron que dejar el tercer túnel funcionando podía evacuar las aguas
del río y sellaron los otros dos túneles.

¿Pensaron que no era necesario que estos otros dos túneles estuvieran de emergencia?

Correcto, ya no se necesitaba que funcionaran porque ya estaba el tercer túnel que tenía
capacidad para seguir desviando el río Cauca hasta que se concluyera la presa. Entonces
sellaron esos dos túneles con unos tapones de concreto.

Desafortunadamente el tercer túnel sufrió un derrumbe y al sufrir el derrumbe se tapó. Al


taparse las aguas del río Cauca no tenían por dónde desviarse y empezaron a acumularse
detrás de la presa y empezó a subir el nivel del embalse

¿Cuál es el riesgo? Lo que uno tiene que tratar de preservar de manera prioritaria es que la
presa no vaya a fallar. Mejor dicho el nivel de embalse no pueda pasar la altura de la presa
porque la presa falla.

EPM, creo que de una manera acertada, decidió parar la velocidad con que iba subiendo el
embalse abriendo las compuertas que conducen a la casa de maquinas (…) y efectivamente
lograron reducir el ritmo de crecimiento del embalse.

¿Entonces qué fue lo qué pasó en las últimas horas?

Uno tiene que asumir que hubo un daño importante que taponó la salida del agua por la casa
de maquinas y el nivel del agua empezó a subir allí adentro y se salió por los túneles por donde
entra la gente, los trabajadores y los equipos.

Si sigue lloviendo y se daña la represa ¿cuál sería el futuro de los municipio aguas
abajo?

Lo más crítico es que tenemos que llevar la presa hasta un nivel en el cual el vertedero de
excesos ya pueda funcionar. El vertedero de excesos es una estructura que está más baja que
la cresta final de la presa y el agua se va por ahí. Tiene capacidad para evacuar el agua y
nunca va a pasarse por encima de la presa.

Lo que pasa es que a la presa, según información del EPM, le faltan todavía 7 metros para que
el vertedero pueda funcionar. (…) En esencia EPM está acelerando la terminación de la altura
de la presa para que el vertedero pueda funcionar.

¿Esto se pudo prever?

Creo que debemos centrarnos en ver cómo se supera la emergencia, cómo se preserva la
integridad de la presa porque si se rompe la presa esto si es una catástrofe de grandes
dimensiones.

¿El proyecto Hidroituango tiene un futuro?

Van a tener que evaluarlo con cuidado una vez que se supere la emergencia. Tendrán que
verificar qué daños hubo en la caverna.

A mí me preocupa que no hemos oído nada de si las compuertas del túnel que se taponó ya
estaban operativas, de si esas compuertas funcionan o no funcionan.

https://conexioncapital.co/que-paso-represa-hidroituango/
Un derrumbe al interior de uno de los túneles de la construcción de la hidroeléctrica Ituango,
ocurrido el pasado 28 de abril, fue el primer hecho que desencadenó un aumento en el nivel del
río Cauca y su posterior desbordamiento, hecho que tiene en alerta a por lo menos cinco
municipios del nororiente antioqueño.

Proyecto Hidroituango_Foto de http://www.hidroituango.com.co

Ninguna de las ingenierías usada hasta este momento ha sido útil para frenar la catástrofe
nacional que puede generar el proyecto hidroeléctrico en Ituango; los deslizamientos de las
montañas, el taponamiento de tres túneles de desviación, el represamiento no controlado del rio
Cauca, y la decisión de Empresas Públicas de Medellin (EPM) de evacuar el agua por la casa de
máquinas que aún no estaba lista para recibir el caudal del río, son las causas por la que el
proyecto hidroeléctrico más grande en la historia de Colombia, tiene graves inconvenientes
técnicos y políticos.
El proyecto Hidroituango fue pensado en la década de 1960 y 1970 pero solo hasta 1979 se
presentaron los primeros estudios de la viabilidad de su edificación. Ocho años después, con la
expedición de la Ordenanza 35 del 29 por parte de la Asamblea de Antioquia en 1997, se creó
la “Sociedad Promotora de la Hidroeléctrica Pescadero S.A.” para capitalizar el proyecto.
Actualmente los principales accionistas del Proyecto Hidroituango son:
 Departamento de Antioquia
 Instituto para el Desarrollo de Antioquia (IDEA)
 Empresas Públicas de Medellín E.S.P.
 Central Hidroeléctrica de Caldas S.A. E.S.P. (CHEC)
 La Nación
 Financiera Energética Nacional S.A. (FEN)
 Accionistas Minoritarios
Recuperando el control del proyecto
En el año 2014, EPM para construir la represa, tuvo que desviar el río Cauca usando dos túneles
de desviación; este año a unos meses antes del llenado de la represa, EPM selló uno de éstos y
al otro le puso un tapón para empezar su sellado definitivo. Tras el sellado de los anteriores
túneles, EPM decide desviar el río por un tercer túnel; sin embargo, entre el 28 de abril y el 7 de
mayo, tres derrumbes taparon el paso del rio por el tercer túnel y como los otros dos túneles
estaban sellados, el agua se represó generando una amenaza para la represa que parece no
termina.
EPM empezó a trabajar de inmediato y decide destapar los túneles originales con explosivos,
pero el proceso no era efectivo y el invierno no cesó, por lo que deciden evacuar el agua por la
casa de máquinas, a pesar de que la decisión implicaba pérdidas millonarias y el atraso de la
obra. La casa de máquinas o sala de turbinas es el lugar donde se transforma el movimiento del
agua en energía eléctrica, espacio que aún no estaba listo y los equipos podrían sufrir graves
daños.
El 12 de mayo el tercer túnel se destaponó, según EPM de forma natural; lo anterior, más la
salida del agua por la casa de máquinas hizo que se triplicara el caudal normal del río Cauca en
cualquier época de invierno. Por ejemplo, en Puerto Valdivia, la creciente del Cauca hizo
estragos; se evacuaron 544 personas, se afectaron 59 casas, dos salines de escuela fueron
destruidos, y se derribaron tres puentes de los cuales dos fueron peatonales. EPM en articulación
con la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres, el Dapard, la Cruz Roja, el Ejército
Nacional y los Bomberos trabajan en la atención de los afectados proporcionándoles lo necesario
para la subsistencia.
Entre el 13 y el 17 de mayo sucede que, el tercer túnel se volvió a taponar y el agua volvió a
represarse; la casa de máquinas sufre los daños previstos. Actualmente, “el agua represada en
el proyecto Hidroituango está bajando por una galería, y no solo por el cuarto de máquinas como
esperaba EPM”, según informa el gerente de la entidad, Jorge Londoño de la Cuesta, quien
reafirmó que no tienen control de esta situación y por eso mantienen las máximas alertas
mientras Antioquia es declarada en calamidad pública. Por ello, Cuesta reiteró a las comunidades
ubicadas aguas abajo de la presa, en los municipios de Ituango, Briceño, Valdivia, Cáceres,
Tarazá, Caucasia y Nechí permanezcan alertas y sigan las indicaciones de los organismos de
atención.
Rescate de fauna silvestre y los espacios afectados
Como un compromiso con el cuidado del ambiente, profesionales de EPM, Corantioquia, Área
Metropolitana del Valle de Aburrá y la hidroeléctrica hacen recorridos por el río para evaluar ,
ayudar y rescatar animales afectados, estos son valorados por médicos veterinarios en el Centro
de Atención de Fauna Silvestre del proyecto hidroeléctrico Ituango para determinar si el animal
debe permanecer en el lugar hasta estabilizarse o si está en buenas condiciones para ser
liberado en su medio natural. Hasta la fecha, se han atendido más de 6.131 animales, entre los
que hay peces, iguanas, guacos, serpientes, lagartijas, ranas, sapos, martejas, osos perezosos,
aves, zarigüeyas y ratones.
Por su parte, EPM en articulación con otros entes públicos, ofrece jornadas de prevención y
promoción en salud, atención psicosocial a la comunidad, limpieza de vías, remoción de barro y
materiales pesados; se encuentra restableciendo del servicio de acueducto y energía; además
trabajan en la instalación de puentes peatonales para reemplazar los destruidos. A su vez, se
revisa la recuperación del puente vehicular afectado, con la articulación del Instituto Nacional de
Vías (Invías) y EPM. Finamente, con la Unidades Municipales de Asistencia Técnica
Agropecuaria (UMATA) se hará un censo de las posibles afectaciones al sector agropecuario.
Cronología de lo sucedido:
Sábado 28 de abril: primer derrumbe en una galería auxiliar del proyecto Hidroituango
Domingo 29 de abril: EPM reporte represamiento en el río Cauca
Lunes 30 de abril: ocurre un derrumbe en uno de los túneles del proyecto
Martes 1, 2 y 3 de mayo: se toman las primeras medidas preventivas y se entregan planes de
contingencia entre las autoridades locales
Lunes 7 de mayo: se produce un nuevo derrumbe provocando el taponamiento total del túnel
de desviación del Rio Cauca
Jueves 10 de mayo: EPM desvía el agua por cuatro de los ocho túneles a la casa de
maquinas de la Central Hidroituango
Sábado 12 de mayo: las autoridades alertan a la comunidad por crecida del río Cauca debido
al destaponamiento del tunel y la emergencia durante la noche en el corregimiento del pueblo
de Valdivia
Domingo 13 de mayo: 544 personas fueron evacuadas del corregimiento del pueblo de
Valdivia y 6000 metros cubicos por segundo alcanzó el caudal del río Cauca en su paso
Lunes 14 de mayo: el gobernador Luis Pérez Gutiérrez declara calamidad pública durante 30
días
Martes 15 de mayo: se realizan diagnósticos de dignificados, rescate de fauna, se da atención
psicosocial a la comunidad, limpieza de vías, remoción de barro y materiales pesados.
Miércoles 16 de mayo: obstrucción en casa de máquinas que produjo que el agua saliera por
las galerías de tránsito, cuatro trabajadores del consorcio sufrieron heridas leves y una persona
sufrió un golpe en la cabeza y perdió el conocimiento temporalmente.
Jueves 17 de mayo: El gerente de las Empresas Públicas de Medellín (EPM), Jorge Londoño,
manifestó que “Seguimos trabajando en forma conjunta con todas las autoridades con el peor
escenario de que no aguante la presa”, dijo Londoño, y agregó que ante este panorama, “el
proyecto se pondría en una situación irreversible”.

http://ieu.unal.edu.co/noticias-del-ieu/item/crisis-social-ambiental-y-economica-en-el-proyecto-
energetico-mas-grande-el-pais

Avenidas torrenciales, inundaciones y derrumbes: este sería el peor escenario ante una
catástrofe por Hidroituango

Publicado el Miércoles, 06 Junio 2018, en Destacados, Noticias

El riesgo en la zona de influencia de la Hidroeléctrica de Ituango, en el noroeste de Colombia,


sigue siendo alto. Con el paso de las horas, aumenta la posibilidad de una ruptura de la presa
que arrasaría con por lo menos una decena de municipios, afectando a más de 200 mil personas
aguas abajo y unas 180 mil aguas arriba.
Hidroeléctrica Ituango / foto Twitter @hidroituango

Según un estudio realizado por el profesor Germán Vargas Cuervo, Geólogo PhD, del
Departamento de Geografía, de la Universidad Nacional de Colombia, el seguimiento del
embalse a través de imágenes de satélite de alta resolución espacial, PlantScope muestra el
alarmante crecimiento del embalse día a día (1-2m/día), cuyo espejo de agua ha cambiado
notablemente, alcanzando una longitud de 35 km y un ancho entre 261 metros y 1,02 km.
Teniendo en cuenta los parámetros de diseño, la altura máxima de la presa es de 220 metros,
con un embalse de 70 km de longitud y un volumen de agua de 2.720 millones de metros cúbicos,
no obstante, la situación actual muestra una altura de la presa cercana al diseño y una longitud
de embalse de 35 km; se considera un volumen de agua almacenado de por lo menos 1000
millones de metros cúbicos, que en caso de romperse la presa generaría una ola estimada entre
20 y 100 metros de altura.
Esta gigantesca ola afectaría a los municipios de Valdivia, Cáceres, Tarazá, Caucasia, Nechí
(Antioquia), San Jacinto del Cauca, Achí, Pinillos (Bolívar) y Guaranda (Sucre), río abajo de la
presa. No obstante, Isabel Cristina Zuleta, del Movimiento Ríos Vivos (Antioquia), considera que
la población de los municipios de Ituango y Briceño, sobre los cuales está ubicado el proyecto,
también son víctimas de esta emergencia. A ellos se suman, los habitantes de los municipios río
arriba de la presa (ubicados en el cañón del río Cauca) que se han visto damnificados en su
economía, pues sus actividades tradicionales de barequeo y pesca fueron alteradas desde el
inicio de la construcción de la Hidroeléctrica.
De acuerdo con Zuleta, en estos municipios viven personas con destacadas capacidades para
habitar en un bosque centro tropical con un ancestral conocimiento del río Cauca y todo su
ecosistema y de los cambios que se producen en las diferentes épocas del año, tanto así, que
fueron los habitantes de esta región los primeros en advertir de los riesgos inminentes de la
construcción de este proyecto y los impactos sociales, culturales, ambientales e incluso
técnicos que podría tener. “La cultura del agua está asociada a la comprensión de sus dinámicas
y no es eso lo que pone en riesgo a la población, es la alteración de los ciclos del agua lo que
está provocando una situación de peligro en estos municipios”, afirmó.
Adicional a los problemas a los que se enfrentan esta región por la alteración del río Cauca,
Isabel Cristina Zuleta afirma que más del 60% de esta población es víctima del conflicto
armado, por la presencia de actores como las Farc (o sus disidencias), diferentes grupos
paramilitares, el ELN y la seguridad privada que ronda por estos días la zona. Esto hace evidente,
la ausencia de control territorial por parte del Estado, paralelo a la falta de capacidad técnica
y de recursos de las alcaldías municipales que ven mermada su autonomía ante proyectos
de gran impacto como la Hidroeléctrica de Ituango.
El río Cauca ante un desastre

En su investigación, el profesor Vargas analizó el cañón del Río Cauca, entre el sitio de presa y
el lugar denominado como El Cinco, localizado a 60 km de esta. En este espacio los municipios
que están en riesgo son Ituango, Briceño y Valdivia (más exactamente Puerto Valdivia).
Entre Ituango y Briceño se encuentra localizada la presa. El primero, según el Igac, está
localizado a 195 km de Medellín, cuenta con los corregimientos de La Granja y Santa Rita,
además de 5 caseríos y un centro poblado. Para el primero de enero de 2016 registra 1.058
predios urbanos y 735 rurales. La topografía del terreno es montañosa en su mayor parte y
corresponde a las serranías de San Jerónimo, Abibe y Ayapel, ramificaciones de la cordillera
Occidental que tienen su origen en el nudo de Paramillo, al sur del municipio. La población total
estimada es de 20.273 habitantes (Dane 2017), de los cuales 5.808 se encuentran en la cabecera
y 14.465 en el área rural.
Briceño, por su parte, está a 174 km por vía terrestre de la capital antioqueña. Tiene dos
corregimientos, Berlín (Pueblo Nuevo) y Las Auras y la inspección de policía El Roblal. Para el
primero de enero de 2016 registra 5.259 predios urbanos y 3.568 rurales; la topografía del terreno
es montañosa en su mayor parte y corresponde a la cordillera Central. La población total
estimada es de 8.682 habitantes, de los cuales 2.588 se encuentran en la cabecera y 6.094 en
el área rural (DANE 2017).
Puerto Valdivia, hoy en alerta roja, es uno de los dos corregimientos del municipio de Valdivia,
ubicado a unos 18 kilómetros del casco urbano municipal. Valdivia tiene una población estimada
de 23.333 habitantes (DANE 2017), de los cuales 6.908 se encuentran en la cabecera y 16.425
en el área rural. La topografía del terreno es montañosa y corresponde a la cordillera Central, en
donde se destacan las cuchillas Santa Bárbara y Raudal.
Siguiendo el estudio del profesor Vargas, Puerto Valdivia (30 km) y El Quince (47 km) son dos
poblaciones que construyeron sus viviendas sobre el borde extremo del río, por lo tanto, serían
totalmente destruidos por una avenida torrencial de una masa de agua, sedimentos y escombros.
En la boca del cañón y la llanura, lo que el doctor en Ciencias de la Tierra llama zona de
transición, presente entre las poblaciones de El Cinco (60 km), Puerto Antioquía (65 km), Cáceres
(70 km), y Tarazá, el río pasa de un sector estrecho y se abre a la llanura, por tanto, ante la
ruptura de la presa, se generaría un comportamiento similar al de un tsunami con una ola que
superaría los 100 metros, esto destruiría totalmente estas poblaciones.
Cáceres cuenta con los corregimientos de El Jardín (Tamaná), Guarumo, Manizales, Piamonte
y Puerto Bélgica, la inspección de policía Nueva Esperanza, además de un caserío. Para el
primero de enero de 2016 registra 14.918 predios urbanos y 5.074 rurales. En el territorio se
identifican dos unidades morfológicas, una al sur montañosa con alturas que no alcanza los 500
metros sobre el nivel del mar, que corresponde a las estribaciones de la cordillera Central, y otra
al norte, plana a ondulada que corresponde a la cuenca baja del río Cauca. La población total
estimada es de 39.918 habitantes, de los cuales 9.204 se encuentran en la cabecera y 30.714
en el área rural (DANE 2017).
Del otro lado del río, se ubica Tarazá a 214 km por vía terrestre de Medellín. Cuenta con los
corregimientos de Barro Blanco, El Doce, La Caucana y Puerto Antioquia (el sector de mayor
riesgo) además de 2 centros poblados. Para el primero de enero de 2016 registra 9.040 predios
urbanos y 2.225 rurales. La topografía del terreno es en su mayor parte ondulada y corresponde
a las estribaciones de la serranía de Ayapel. La población total estimada es de 45.083 habitantes,
de los cuales 28.835 se encuentran en la cabecera y 16.248 en el área rural (DANE 2017).
El profesor Vargas aseguró que en esta zona entre Cáceres y Tarazá el agua se expandiría por
toda la llanura con restos de tronco, piedras y parte de la montaña lo que causaría una avenida
torrencial, formando un gran abanico fluvio –torrencial; el efecto de esta descarga veloz afectaría
gran parte de las poblaciones. Aunque Tarazá está sobre el río que lleva su mismo nombre, a
unos 10 kilómetros aproximadamente, el efecto del depósito presionaría el cauce del río Tarazá,
lo cual podría ser represado aguas arriba de la población y seguramente el cauce del río Cauca
perdería su curso en este sector.
Posterior a este tramo, el río cambia de noroeste a noreste, de tal forma que el lecho mayor del
Cauca en este sector se presenta limitado por terrazas aluviales, con un ancho de
aproximadamente 1,8 km. A 55 kilómetros de Cáceres está ubicado el municipio de Caucasia,
donde el río hace un cambio de casi 90 grados y gira de Oeste a Este; en esta zona están
asentados varios caseríos al borde del río hasta llegar al municipio de Nechí. Según el
académico, en esta curva el río no va a tener la capacidad de ocupar su lecho mayor, sino que
seguiría derecho en una gran parte, entre otras cosas, porque se acaban las terrazas aluviales y
porque el río sobre su margen izquierda está más alto que sobre la derecha.
El municipio de Caucasia cuenta con los corregimientos de Cacerí, Campo Alegre, Cuturú, El
Pando, La Ilusión, Margento, Palanca, Palomar, Puerto Colombia, Puerto Triana y Santa Rosita,
además de un caserío y 6 centros poblados. Para el primero de enero de 2016 registra 4.922
predios urbanos y 3.253 rurales. La topografía del terreno es plana en su mayor parte y
corresponde a la cuenca baja del río Cauca. La población total estimada es de 117.670
habitantes, de los cuales 97.386 se encuentran en la cabecera y 20.284 en el área rural (DANE
2017). Una tercera parte de la población, se localiza sobre el lecho mayor y otra sobre cubetas
de inundación de antiguas ciénagas que fueron urbanizadas, por lo cual sufrirían inundaciones;
igualmente las zonas de terrazas bajas al borde del río podrían ser afectadas por los flujos
torrenciales.
Nechí cuenta con los corregimientos de Colorado y Las Flores y las inspecciones de policía de
Bijagual, Cargueros y La Concha. Para el primero de enero de 2016 registra 1.499 predios
urbanos y 3.467 rurales. En el territorio se identifican dos unidades morfológicas, una al este,
quebrada corresponde a las estribaciones de la cordillera Central y otra al oeste, plana. La
población total estimada es de 27.915 habitantes, de los cuales 14.912 se encuentran en la
cabecera y 13.003 en el área rural (DANE 2017). Este municipio fue construido en el lecho mayor
del río y otra sobre cubetas de inundación de antiguas ciénagas que fueron urbanizadas, dicho
de otro modo, por la misma zona donde está hoy ubicada su población pasó el río Cauca
históricamente, por lo cual sufrirían inundaciones, igualmente las zonas de terrazas bajas al
borde del río podrían ser afectadas por los flujos torrenciales.
Desde Nechí hasta el municipio de San Jacinto del Cauca (Bolívar) es propenso sobre su
margen izquierda a los rompederos. Desde este último territorio hacia los municipios
de Guaranda, Sucre (sobre la margen izquierda) y Achí, Bolívar (sobre la derecha) el río ya está
en su parte más baja, ya ha amortiguado sus aguas por llanuras de inundación y ciénagas.
Después llega al municipio de Pinillos donde desemboca al río Magdalena: el delta del río Cauca
al río Magdalena se realiza a través de un meandro que está en proceso de cierre quedándole
tan solo 20 metros, por tanto, ante una creciente por la ruptura de la presa, la presión cerraría el
meandro, lo cual producía inundaciones en Pinillos.
Reubicación
Pensar en reubicar a tanta población, unas 200 mil personas de distintos municipios, es casi un
absurdo. De acuerdo con Zuleta, del Movimiento Ríos Vivos, la reubicación de estas poblaciones
es imposible, ya que hay una forma de vida establecida asociada a las dinámicas de los ríos que
las rodean, con la cual han aprendido a vivir desde sus orígenes. Es decir, hay un arraigo
sociocultural que no permitiría que esta generación lograra readaptarse. “Para esta
generación es una catástrofe reubicar a la población porque pierde su conexión con el territorio
y su cohesión social, lo que implica un alto grado de vulnerabilidad”, dijo.
Por su parte, el profesor Vargas explicó que algunos municipios como Caucasia, Cáceres y
Tarazá cuentan con zonas de montaña en los que se podría reubicar a la población, sin embargo,
es consciente de las graves afectaciones que causaría el cambio de ambiente para los
habitantes. Para otros municipios como Nechí, San Jacinto, Guaranda y Pinillos la situación es
mucho más difícil porque están sobre la llanura de inundación.
El mejor escenario: control
Tanto Isabel Zuleta como el profesor Germán Vargas coinciden en que el mejor escenario tiene
que ver con retomar el control del proyecto. La líder social manifestó que la población espera que
se desmantele de manera controlada la hidroeléctrica, pues el solo hecho de terminar con
relativo éxito la obra no garantiza que las poblaciones de al menos una decena de municipios no
se vean afectados.
Por su parte, el doctor en Ciencias de la Tierra indicó que el mejor escenario es que se logre
controlar el río a partir de la presa, porque en este momento el que tiene el control es el río; es
decir, que la descarga del río sea controlada por las obras de ingeniería. “Es más fácil controlar
el agua que estabilizar las laderas, esto requiere de tiempo, recursos y estudios. Lo más probable
es que en las zonas que ya están inestables puedan accionarse los deslizamientos de forma
controlada”, explicó.
En consecuencia, aseguró que es necesario evaluar la sostenibilidad del proyecto para no
generar riesgos y que esta situación se convierta en el quehacer de cada periodo invernal; “puede
suceder que los estudios técnicos de las condiciones actuales determinen que el proyecto no es
viable y entonces se tiene que desmontar”, finalizó.

http://ieu.unal.edu.co/noticias-del-ieu/item/avenidas-torrenciales-inundaciones-y-derrumbes-
este-seria-el-peor-escenario-ante-una-catastrofe-por-hidroituango

Hidroituango, la mentira por encima de lo técnico y lo ético: Suárez Bernal


Ecologistas dicen que lo sucedido en Hidroituango demuestra que las licencias ambientales no
deben darse irresponsablemente y que deben tardarse todo lo que sea necesario para evitar
tragedias.

Por Germán Enrique Nuñez


La Hidroeléctrica de Ituango, Hidroituango es quizás el proyecto hidroeléctrico de mayor
envergadura en la historia de Colombia. Esta obra que inició obras en 2010 es también la que
mayores problemas ha tenido tanto técnicos como políticos.

Algunos expertos en temas ambientales precisan que la obra nació espuria y cuestionan el
permiso para operar sobre el río Cauca, desconociendo riesgos e impactos ambientales, hoy
cuando el brioso Cauca reclama su espacio y se torna en una amenaza surgen varias inquietudes
que hablan de lo malo y lo bueno de un plan eléctrico que tiene a las comunidades del bajo
Cauca antioqueño en corto circuito porque está muy cerca de pasar lo peor, calamidad que
aseguran, tan solo evita un milagro.

La idea de Hidroituango es de vieja data y surgió por allá en 1960 y 1970, pero cuando el
almanaque mostraba 1979, fueron adelantados los primeros estudios de factibilidad del proyecto.
En 1997, la Asamblea de Antioquia le dió vida a la Sociedad Promotora de la Hidroeléctrica
Pescadero S.A., sus dueños actuales son la gobernación de Antioquia y la reconocida firma
Empresas Públicas de Medellín, EPM.

Por causas que aún no son precisadas, en abril de este año empezaron los incidentes tras la
obstrucción en los túneles de desvío del río Cauca, lo anterior provocó un llenado súbito y no
controlado de dicho embalse convirtiéndose en una amenaza ya que hay obstrucción con el
municipio de Ituango, afectando las inundaciones los corregimientos de Oro Bajo y Barbacoas
en el sitio conocido como Peque.

Hoy la gran obra, pero la advertencia más grande está en una enorme encrucijada toda vez que
los problemas aumentan pues amenaza ciudades como Puerto Valdivia, Tarazá, Caucasia y
cascos urbanos importantes como Nechí, Cáceres y otros sitios habitados y con actividad
económica, minera y comercial. Cabe precisar que el incidente ya provocó desplazamiento y
abandono del terruño en vista que hay temor toda vez que no se descarta que el nivel de las
aguas sobrepase la represa.
La amenaza de tragedia se ha controlado de alguna manera porque los ingenieros optaron por
inundar la casa de máquinas con lo que el río retomó su cauce natural haciendo que lo peor
pasara, pero dejando pérdidas considerables en el proyecto.

Esta emergencia nacional se agudizó con el destaponamiento natural de uno de los túneles de
desviación que ocasionó una creciente inesperada del afluente y aumentando el nivel de riesgo,
asunto que obligó a toda la comunidad del eje del bajo Cauca a abandonar la zona ante el
inminente riesgo.

El presidente de la Confederación Colombiana de Esmeralderos, Confedesmeraldas, Germán


Suárez Bernal, le dijo a Diariolaeconomia.com, que lamentablemente Hidroituango es la tesis
de que las decisiones políticas pasan por encima de las decisiones técnicas. Aseveró que lo
propio ocurrió en la represa de San Carlos que demandó bombas especiales traídas de México
para evacuar agua y evitar así un colapso en ese proyecto. Deploró que en este caso la mentira
haya estado por encima de lo técnico y lo más grave, de lo ético.

En Hidroituango, explicó, está pasando lo mismo porque los túneles de control del cauce para el
llenado, que debe llevar compuertas decidieron taponarlos, pasando por encima de la ingeniería
a sabiendas de todo el mundo y dejando en gravísimo riesgo a más de 300.000 personas y a
una región completa porque se trata de casi media cuenca del Cauca.

“Este problema es muy delicado y hay que decir que la prensa perdió su rol y su papel en el
control social puesto que no pocos sectores informativos se han amañado y han permitido que
pasen estas cosas sin decirle la verdad a la comunidad. Los habitantes del Bajo Cauca venían
haciendo estas advertencias desde el comienzo cuando presagiaron una gran tragedia que es lo
que está pasando, más con el riesgo de que los municipios desaparezcan totalmente”, declaró
el ingeniero Suárez Bernal.

Agregó que desde el punto de vista técnico también la represa puede colapsar por una decisión
totalmente técnica en el sentido de no construir las compuertas para regular los vertimientos y
los cauces del río. Sostuvo que la empresa prefirió adelantarse y hacer una cosa con matiz
totalmente político, obviando lo técnico, realidad que fue omitida por la prensa que se acomodó
después de alcahuetear los errores y las precarias disposiciones.

Suárez recalcó que preocupantemente no se la ha dicho la verdad a Colombia con el caso de


San Carlos y menos con Ituango, Reficar, puente Chirajara y otras obras que se hicieron mal o
simplemente se pagaron y no se hicieron.

“Esto que está pasando es una muestra que la sociedad se ha degradado a tal punto que el peso
de los problemas no permitirán seguir diciendo mentiras. Aquí en ingeniería dos más dos es igual
a cuatro, eso no es de otra manera y no se le puede pagar a nadie para que diga que la operación
es diferente porque la naturaleza cobra y con intereses más terribles que los del Emisor”, dijo el
también presidente de la Asociación de Mineros del Norte de Boyacá.

Según el experto, la obra de Ituango tuvo todo tipo de reparos y de desencuentros porque
inclusive muchos aseguraban que la obra no era viable técnicamente, que representaba un
riesgo e inclusive hay cuestionamientos en el sentido que el llenado de la represa podría estar
enterrando unos delitos de lesa humanidad. Así las cosas, expuso, las obras se hicieron en unos
terrenos en donde legitimamente los jueces de la República debieron haber intervenido.
Suárez Bernal dijo que la responsabilidad por lo que pueda pasar le cabe a los ministerios de
Minas y Energía, al de Ambiente, a la gobernación de Antioquia y básicamente a las directivas
de EPM.

Sobre EPM, Suárez dijo que tristemente esta empresa perdió el valor prevalente que era su
responsabilidad técnica y lo que la tenía en la cumbre de las empresas de ingeniería y
desarrolladoras de soluciones hídricas así como de energía. Hoy, consideró, EPM, es una firma
politizada en donde las decisiones ya no son técnicas sino de otro tipo lo cual queda ratificado
con la emergencia de Hidroituango y con San Carlos.

Si el agua supera los niveles de la presa, la región y el país estarían en serios líos porque EPM
no tiene el control de la falla en este momento si se tiene en cuenta que uno de los túneles de
desviación se destapó solo y luego se taponó por sí mismo.

“Hoy dependemos de un milagro y en ingeniería eso es grave porque si hay fallas en los túneles
y se desocupa la represa, no hay manera de pararla, desaparecerían los pueblos. En medio de
todo, la decisión de evacuar inmediatamente la zona es muy sabia porque no hay control de la
crisis y ello sería lo más barato porque sin pérdida de vidas humanas lo más grave sería
reconstruir los municipios, pero lo más delicado y terrible es que se perdió el carácter técnico de
EPM”, insistió Suárez Bernal.

En opinión del Ingeniero, el caso Ituango es tan delicado porque además de responsabilidades
civiles hay de por medio aspectos penales porque fueron vulnerados derechos fundamentales
tutelables, tema que debe revisar la Fiscalía y los Tribunales.

“En este momento la sociedad y la ingeniería colombiana quedaron por el suelo porque no tiene
como salir a decirle al mundo que no somos los parias del universo, y todo porque nos
acomodamos y vendemos la ética, la verdad y porque la moral se volvió más relativa que
cualquier cosa, aquí el problema es de carencia de honestidad y probidad en todos los sectores
que terriblemente se acomodan por el dinero que se les ofrece, por esa remuneración asquerosa
para dejarse manosear”, apuntó Suárez Bernal.

Un lío grande lo tiene toda la minería del Bajo Cauca, principalmente Conalminercol que agrupa
a todos los mineros de esa región los cuales están en el limbo porque no hay actividad minera,
y si algo pasa, el daño social sería, según Suárez, irreparable. Manifestó que la minería está
atravesando muy malos momentos porque hasta hace poco la satanizaron y ahora la quieren
ahogar.

Licencias ambientales demandan más cuidado

Un sector ambientalista del país cuestionó igual lo sucedido con Hidroituango y señaló que si hay
una tragedia, los daños ambientales, medidos en fauna y en flora son incalculables e
irreparables.

La dirigente campesina y defensora del medio ambiente, Amanda Muñoz, dijo en este medio que
Hidroituango obliga a replantear las licencias ambientales que no se pueden otorgar a cualquiera
o para cualquier obra, porque debe haber un estudio muy juicioso del impacto de la obra.

Con esta presa, dijo, quedó muy claro que no se tuvo en cuenta el impacto del cambio climático
porque al parecer desestimaron la pluviometría que ha venido aumentando tal y como pasó con
la ola invernal de 2010.
“La electricidad es algo muy importante para el desarrollo, pero su generación no puede estar
por encima de las personas y de la vida como tal porque la misma ingeniería está demostrando
que no tiene control sobre sus obras, las cuales son una amenaza para el ecosistema y para la
especie humana. Con las obras que generalmente se caen, o no funcionan, se están atropellando
derechos y todo con una mirada pasiva e indiferente, como si lo que pasa no fuera grave”, dijo
la ecologista.

Anotó la experta, que el país no aprendió la lección porque la naturaleza está exacerbada y sigue
reclamando sus espacios, ejemplo que se vio con la laguna de Fúquene que recuperó en el
momento su espejo de agua. Demandó de las autoridades ambientales mayor oficio y eficacia
porque ríos y cuencas están arrinconados con los desarrollos que impulsan las multinacionales
y algunas firmas colombianas.

Exigió del ejecutivo ponerle mayor atención a las licencias ambientales y tardar todo lo que sea
necesario porque en el llamado progreso del país los que están llevando del bulto son los
ecosistemas que ven en franco riesgo la fauna y la flora.

En ese sentido la ambientalista exigió la revisión del contrato de explotación de maderas en el


Chocó, al parecer a espaldas del pueblo colombiano, toda vez que la multinacional Colombia
Hardwood, ya habría iniciado la tala de árboles en Bahía Solano.

Ésta madera que sería exportada a la China abarca las especies de árboles más finas del Chocó
en vista que la firma mencionada llevará al país asiático algarrobo, sande, cedro amargo,
bálsamo, caimito, chanul y virola.

Según se conoció, la empresa que llevará los árboles colombianos a la China es propietaria de
Rem Forest Products, del archimillonario canadiense Frank Giustra, quien obtuvo de manera
increíble, una licencia de aprovechamiento forestal, otorgada ni más ni menos que por
Codechoco a través de la resolución 2293 de 2006.

Hay que aclarar que la licencia rige por quince años y compromete más de cinco millones de
metros cúbicos de madera. Este negocio, totalmente perjudicial para Colombia es motivo de
desazón y furia porque ese bosque indebidamente negociado, se suma a las miles de hectáreas
perdidas en Colombia en donde no solamente se van los árboles sino la vida de las especies de
fauna que allí habitan.

Para la ambientalista, esa tala de árboles es un motivo más que el ser humano y
desgraciadamente, el colombiano le da a un ecosistema que depende de esos bosques y de
esas selvas.

Generadores dan parte de tranquilidad

Como un hecho lamentable calificaron los generadores de energía lo acontecido con el proyecto
Hidroituango ya que se trata de un megaproyecto de 2.400 megavatios que le será útil al país de
lograse afianzar. Aclaró que es preocupante que dentro del plan cada solución explorada es
paradójicamente un problema adicional en dicha ejecución.

El Presidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras, Andeg, Alejandro


Castañeda, declaró que el grupo de empresas agremiadas espera que el inconveniente se
solucione de la mejor manera, que la empresa pueda valorar cuales fueron los daños y
posteriormente seguir con el cronograma del proyecto, ya ajustado a la nueva realidad.
Explicó que desde el punto de vista del sistema como un todo, hay un parte de tranquilidad
porque la energía firme que tenía Hidroituango comprometida con el sistema en los primeros
años, hasta 2022, no era muy grande, es decir que con la generación existente se cubre de
manera firme ese requerimiento de confiabilidad del sistema.

“Este año, adicionalmente, entrarán al sistema dos nuevas plantas térmicas que son Gecelca 3.2
y Termonorte con una capacidad de 250 megavatios la primera y 80 megavatios la segunda, lo
cual hace que el sistema tenga esa holgura hasta 2022”, apuntó el dirigente gremial.

Dejó claro que antes de hacer cualquier comentario, hay que analizar a profundidad qué fué lo
que originó el problema en Hidroituango, precisando que en ese tipo de obras nadie está exento
de algunas eventualidades las que reiteró hay que revisar y corregir, de todas maneras sí
considero prudente y urgente hacer una evaluación exhaustiva de lo que pasó.

Con respecto al cambio climático, Castañeda escribió que los eventos cada vez son más
extremos y dramáticos porque las sequías son cada vez más pronunciadas y las lluvias
igualmente intensas, tema que obliga a todo un país y a todo el planeta a buscar las maneras
más eficientes de enfrentarlo, es decir que se viene un trabajo aún más complejo y de mayor
compromiso.

http://diariolaeconomia.com/mineria-y-petroleo/item/3704-hidroituango-la-mentira-por-encima-
de-lo-tecnico-y-lo-etico-suarez-bernal.html

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