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“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACION NACIONAL”

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

TEMA:

“FASES DE LA RESPUESTA SEXUAL HUMANA”

INTEGRANTE:
MAURICIO HUAMAN, EFRAIN
CURSO:
DESARROLLO AFECTIVO SEXUAL
CICLO
VI
SECCION:
“B”
DOCENTE:
PS. VIZCARRA CANGALAYA MARISOL

AYACUCHO – PERÚ
2018
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DEDICATORIA

A mis queridos padres: Juan


Mauricio, Clotilde Huamán quienes
me brindan apoyo en mi estudio
día a día para lograr las metas y
objetivos.
3

AGRADECIMIENTO

A la UNIVERSIDAD LA CATÓLICA LOS ÁNGELES DE CHIMBOTE, quien nos


brinda la oportunidad de estar dentro de ella y poder realizar este trabajo de
investigación.

A la FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD y a sus docentes quienes nos trasmiten


sus valiosas enseñanzas y consejos para alcanzar nuestras metas trazadas.

Asimismo agradecer a nuestra docente VIZCARRA CANGALAYA Marisol


por darnos conocimiento de realizar investigaciones que nos ayudara más adelante.
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ÍNDICE
Pág.
I. DEDICATORIA…………………………………………....………………………….…..……......2

II. AGRADECIMIENTO…………………………………………………..……....…...….……....…3

III. RESUMEN………………….…………………………..........…...…………..………………...…6

IV. ABSTRAC…………………………………………...………..…….……………….…………….7

1. INTRODUCCIÓN……………………….………………...……….…………..….…...…………..8

2. CAPITULO I: FASES DE LA RESPUESTA SEXUAL HUMANA………….…......…9

1.1. Componentes de la respuesta sexual……...………………………….……...….…9

1.2.Estructura y Función Basal de los Órganos Genitales Femeninos Implicados en

la Respuesta Sexual………………………………………………………..........……10

1.2.1. Vagina…………………………………….………………………….…...……10

1.3. La Pirámide erótica vulvar………………………………………………….……11

1.4. Importancia de las Relaciones Sexuales en la pareja…………….………...……13

1.5.Las Relaciones Sexuales insatisfactorias…………………………………...……13

3. CAPITULO II: FASES DE LA RESPUESTA SEXUAL…………...….………….15

2.1. Deseo……………………………………………………………………………………15

 Mujer…………………………………………………………………………………15

 Hombre……………………………………………………………………………….16

2.2. Fase de Excitación……………………………………………………………….….…..16

 Mujeres….…………………………………………………………………….….…..16

 Hombres…………….…………………………………………………………..……17

2.3. Fase de Meseta…………………………………………………………………………..17

 Hombres…………………………………………………………………………...…18
5

 Mujeres…………………………………………………………………………...…..18

2.4. Fase del Orgasmo……………………………………...…………………………………18

 Mujer…………………………………………………………………………………19

 Hombre…………………………………………………………………………….…19

2.5. Fase de Resolución…………………………………………………………………...….19

 Hombre…………………………………………………………………………...…..20

 Mujer………………………………………………………………………………....20

4. CAPITULO III: MECANISMO DE LA RESPUESTA SEXUAL……...…....….21

3.1. Mecanismos vasculares de la respuesta sexual………………..……...……………..21

3.2 Mecanismos neurales de la respuesta sexual………………………….……………..22

3.3 Influencias hormonales…………………………….…………………...….………...23

V. CONCLUSIONES…………………………………………………..…………………..24

VI. RECOMENDACIONES…………………………………….……..…………………..25

VII. ANEXO………………………..………………….……………………….………..….26

VIII.BIBLIOGRAFIAS………………………...……………..…………………....………28
6

RESUMEN

La respuesta sexual humana se caracteriza por una secuencia bien definida

de ETAPAS que se pueden expresar de forma diferente en el HOMBRE y en la MUJER.

Para cada una de estas etapas existen una serie de CAMBIOS PSICOFISIOLÓGICOS.

Constituye una experiencia sumamente compleja en la que la valoración subjetiva del

placer es lo fundamental y este no tiene por qué correlacionarse con la intensidad objetiva de

los cambios fisiológicos. Está influida por la integración de factores orgánicos, circunstanciales

y elementos cognitivos.

La estimulación de los impulsos sexuales es diferente para cada sexo, aunque comparte

el origen psíquico para activar la respuesta sexual: los pensamientos son inducidos por las

percepciones sensoriales, durante esta fase, principalmente a través de la visión, que estimulan

áreas del cerebro relacionadas con la fantasía e imaginación. A su vez existen conexiones con

centros de control hormonal que secretan testosterona y hormona luteinizante, capaces de

incrementar el deseo sexual.

Las dificultades sexuales en la fase de deseo sexual son cada vez más frecuentes en

nuestra sociedad. Esto es debido sobre todo al estilo de vida que llevamos. Siempre se ha

pensado que afectan más a la mujer; sin embargo, la realidad que vivimos los terapeutas

sexuales en nuestras consultas nos dice que el número de casos de DSI (deseo sexual

inhibido) en hombres se incrementa cada vez más.

PALABRAS CLAVES: Sexual, Hormonas, Etapas, Fases, sexo.


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ABSTRAC

The human sexual response is characterized by a well-defined sequence of STAGES that can

be expressed differently in MAN and in WOMEN.

For each of these stages there is a series of PSYCHOPHYSIOLOGICAL CHANGES.

It is a highly complex experience in which the subjective assessment of pleasure is the

fundamental and this does not have to correlate with the objective intensity of physiological

changes. It is influenced by the integration of organic, circumstantial and cognitive elements.

The stimulation of sexual impulses is different for each sex, although it shares the

psychic origin to activate the sexual response: the thoughts are induced by sensory perceptions,

during this phase, mainly through vision, which stimulate areas of the brain related to Fantasy

and imagination. At the same time there are connections with hormonal control centers that

secrete testosterone and luteinizing hormone, capable of increasing sexual desire.

The sexual deficultades in the sexual desire phase are more and more frequent in our

society. This is due mainly to the lifestyle we lead. It has always been thought that they affect

women more; However, the reality that sex therapists live in our consultations tells us that the

number of cases of DSI (inhibited sexual desire) in men is increasing more and more.

KEY WORDS: Sexual, Hormones, Stages, Phases, sex.


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INTRODUCCION

Cada época, cada cultura, cada sociedad tiene una manera de entender la sexualidad,

muy relacionada con los valores predominantes en ese momento. Podríamos decir, por tanto,

que existen tantos modelos explicativos de sexualidad como modelos de sociedad han existido.

El concepto de sexualidad se ha ido transmitiendo y modificando de generación en generación.

Esta transmisión, si bien no se ha hecho de manera formal, es decir, impartida por

profesionales, sistemática y con unos objetivos definidos, se ha ido realizando informalmente,

a través de las actitudes, formas de pensar, valores, opiniones...dando lugar a diferentes

modelos de educación sexual. En el lenguaje corriente la palabra sexo se usa con frecuencia

para aludir al varón o a la hembra (sexo biológico) o para referirse a una actividad física en la

que interviene el aparato genital (hacer el acto sexual). Por regla general, la palabra sexualidad

se emplea con un significado más amplio que el vocablo “sexo”, ya que pretende abarcar todos

los planos del ser sexual. Al hablar de sexualidad nos referimos a una dimensión de la

personalidad y no exclusivamente a la aptitud del individuo para generar una respuesta erótica.

Somos sexuados desde el punto de vista biológico, psicológico y social.

En este trabajo tuve que leer y recoger datos de internet, libro y un poco de todo: el tema fue

parte de fases de la respuesta sexual humana, pero sin olvidar que cada fase es distinta y que

todo sirve relativamente. Para cumplir mi propósito de esta monografía lo hice en tres

capítulos: CAPITULO I: componentes y estructuras y la importancia. CAPITULO II: las fases

de la respuesta sexual CAPITULO III: mecanismos de las fases de la respuesta sexual humana.
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CAPITULO I

FASES DE LA RESPUESTA SEXUAL HUMANA

1.1.- COMPONENTES DE LA RESPUESTA SEXUAL.

Con éste se designa el conjunto de cambios psicofisiológicos asociados con la realización

de actos sexuales. Comprende un conjunto de cambios físicos que afectan a la totalidad del

organismo (por lo que la RS se considera un paradigma de “respuesta integrada” fisiológica),

así como mentales, que incluyen alteraciones del estado de conciencia y percepciones

sensoriales generalmente muy placenteras, lo que suele reforzar poderosamente la motivación

para repetir la experiencia.

La RS suele describirse, en la actualidad, tras abandonar los primitivos modelos lineares,

como una secuencia cíclica de etapas o fases características: deseo; Excitación, y orgasmo (y

la fase de resolución que le sigue), cuyos mecanismos interactúan, reforzándose o inhibiéndose

recíprocamente. Se llama deseo, libido o apetito sexual al estado mental de atención a estímulos

eróticos y motivación, Para responder a ellos para gratificarse, que precede la realización de

actos sexuales y/o la acompaña.

Dicho fenómeno es más frecuente y relevante en la mujer, particularmente en el

contexto de una relación prolongada y de buena calidad afectiva que en varón a su vez, en la

excitación sexual se distinguen ahora 2 componentes: los cambios fisiológicos, que se

describen posteriormente, y la excitación subjetiva que motiva tratar de intensificar la

estimulación sexual y desarrollar completamente el ciclo de la RS.


10

La RS fisiológica propiamente dicha conlleva una serie de cambios neurofisiológicos,

hemodinámicos y hormonales; los más pronunciados y específicos tienen lugar en los órganos

genitales, por lo que se comentan con más detalle.

1.2.- ESTRUCTURA Y FUNCIÓN BASAL DE LOS ÓRGANOS GENITALES

FEMENINOS IMPLICADOS EN LA RESPUESTA SEXUAL.

1.2.1 VAGINA

La vagina es un órgano que pertenece al sistema genital femenino y la cual sirve de

puente entre el útero y las regiones externas del cuerpo, en su capa más externa se encuentra

recubierta por un tejido mucoso que sirve para mantener equilibrada tanto la acidez como la

humedad de la misma, evitando que se produzcan infecciones de cualquier tipo, por otro lado

el orificio de ella, se localiza entre el ano y la uretra. Gracias a este órgano las excreciones

como la menstruación son desechadas del cuerpo, además de ello, es a través de ella que se

pueden llevar a cabo acciones como el nacimiento y el coito. Desde el nacimiento las mujeres

cuentan con una protección para la vagina denominado himen, estructura que puede romperse

al realizar acciones como la masturbación, coito, etc.

Es un conducto aplanado en forma de sigmoide alargada, cerrado en su extremo

superior por el fondo vaginal posterior a 8-10 cm del orificio vulvar; en la pared anterior, más

corta (1-2 cm menos) se inserta el cuello del útero. Su sección transversal, de unos 2-3 cm de

ancho, tiene forma de “H” o “W”, de modo que sus superficies luminares anterior y posterior

se tocan, por lo que, en su estado quiescente, su luz constituye una cavidad virtual. Las paredes

vaginales son muy distensibles, lo que hace válido el viejo aserto de que “la capacidad de la

vagina se mide por las dimensiones del cuerpo extraño que se inserte en ella”. Su porción

inferior, la cara posterior y los bordes laterales están rodeados por los potentes músculos del

suelo pélvico, y es especialmente importante la rama pubovaginal del componente


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pubococcígeo del músculo elevador del ano. Su cara anterior se encuentra en contacto, en la

porción más profunda, con la vejiga urinaria; entre ambos órganos se interpone la fascia de

Halban; en la mitad más externa, se relaciona íntimamente con la uretra que, de hecho, discurre

prácticamente en todo su trayecto embebida en la pared vaginal anterior.

Las paredes vaginales están formadas, en su mayor parte, por una túnica de fibras

musculares lisas y elásticas, que le confieren su gran distensibilidad; está recubierta por una

serosa que contacta con los órganos y las cavidades que la circundan. La superficie interna de

la pared vaginal está tapizada por un epitelio estratificado escamoso no queratinizado, de 10 a

20 células de espesor en continua descamación y cuya renovación desde la capa basal es

estimulada potentemente por los estrógenos. Entre el epitelio y la capa muscular se encuentra

una capa de tejido conjuntivo (lámina propia), ricamente vascular izada y con abundantes

capilares. Además, en su segmento inferior, y especialmente en la pared anterior, posee una

importante inervación sensorial que, junto con la de la uretra y la fascia de Halban, confiere a

esta zona una mayor sensibilidad erótica, por lo que recibe la denominación de “complejo

erótico de la pared anterior”, expresión que parece más apropiada que la tan popular, como

inexacta, “punto G”. Cabe señalar, sin embargo, que un estudio reciente no ha detectado

diferencias en la densidad de la inervación de distintas zonas de la vagina humana.

1.3 LA PIRÁMIDE ERÓTICA VULVAR

Se puede llamar así al conjunto de forma aproximada de poliedro piramidal, cuyo

vértice más alargado se sitúa bajo la sínfisis pubiana, constituido por el clítoris, los bulbos

vestibulares (o bulbos del clítoris), los labios menores y las porciones distales de la vagina y la

uretra. Estas estructuras tienen en común 2 importantes características:

a) una rica vascularización, con densas redes capilares y, en algunos de ellos, espacios

sinusoidales, que le permiten acomodar una importante cantidad de sangre, base de su aumento

de volumen durante la RS.


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b) una importante inervación sensorial, con receptores al tacto y la vibración que les hace

especialmente sensibles a la estimulación erótica.

Hay, sin embargo, diferencias entre ellos en cuanto a la estructura exacta del referido tejido

vascular y la densidad de inervación sensorial, como se comentan posteriormente.

El clítoris consta de un cuerpo de 2-4 cm de longitud, con sección longitudinal a modo

de “V” invertida; esta forma se debe a la fijación de su mitad posterior a la sínfisis pubiana y

la línea blanca abdominal por medio del ligamento suspensorio que lo rodea. Está formado

fundamentalmente por 2 cuerpos cavernosos adosados, cada uno envuelto en una túnica

albugínea fibrosa que se fusiona en la línea media formando un septo (tabique pectiniforme),

que separa ambos cuerpos, aunque tiene interrupciones en algunos puntos que permiten la

comunicación entre ellos. En el tejido subcutáneo, por encima de la cara dorsal de los cuerpos

cavernosos, discurren los gruesos nervios dorsales del clítoris (sensitivos), las ramas terminales

del nervio pudendo interno; aunque dan algunas ramificaciones finas a la dermis que cubre la

superficie de los corpora, donde terminan en corpúsculos de Pacini, la mayor parte de sus fibras

terminan en el interior del glande.

Por lo demás, el tejido eréctil del clítoris es similar al del pene, y está formado por un

entramado de espacios vasculares intercomunicados (sinusoides o lagunas), donde desembocan

las arteriolas derivadas de las arterias cavernosas, que son drenados hacia la superficie por

vénulas comunicantes. Las paredes o trabéculas de los sinusoides están formadas por músculo

liso, fibras colágenas y elásticas, y un revestimiento endotelial.

El glande del clítoris envuelve al extremo anterior, cerrado, de los corpora. Es la porción

anterior y más visible de esta estructura, aunque, en ausencia de excitación, suele estar cubierto

por la fusión del extremo anterior de los labios menores (capuchón o prepucio del clítoris). Las

dimensiones del glande son, en las nulíparas, de unos 2-4 mm de ancho y de 3-5 mm de

diámetro anteroposterior, aunque aumentan de tamaño en el embarazo. En el glande hay más


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proporción de músculo liso entre los espacios lacunares, por lo que son de menor volumen que

en los corpora clitorídeos.

1.4.- IMPORTANCIA DE LAS RELACIONES SEXUALES EN LA PAREJA

Además de su función procreadora, las relaciones sexuales son una forma esencial de

expresión de la vida en pareja. De hecho, frecuentemente se consideran como un indicador de

la marcha global de la relación de convivencia entre dos personas. El ser humano busca la

felicidad y el bienestar, y en este sentido, múltiples estudios han concluido que unas relaciones

sexuales satisfactorias producen los siguientes beneficios:

 La relación sexual adecuada, actúa sobre el sistema nervioso y el metabolismo del ser

humano, favoreciendo un estado de equilibrio y de bienestar físico y psicológico.

 Producen un efecto de rejuvenecimiento.

 Previenen la aparición del estrés y de los trastornos psicosomáticos (fobias, ansiedad,

alergias, alteraciones digestivas, etc.).

 Protegen contra enfermedades como el infarto de miocardio y la hipertensión.

 Disminuyen la frecuencia del cáncer de útero en la mujer y del adenoma de próstata en

el hombre.

 Consolidan la relación de pareja.

1.5.- LAS RELACIONES SEXUALES INSATISFACTORIAS

Es frecuente que una pareja, a lo largo de su vida, sufra algún tipo de problema en sus

relaciones sexuales. Las causas pueden ser múltiples, pero vamos a centrar la atención en un

problema concreto, las relaciones sexuales insatisfactorias. Este es el caso de las parejas cuya

relación sexual se limita a realizar el coito de forma rápida, mecánica y rutinaria, con el objeto

de alcanzar el orgasmo (el hombre en mayor medida que la mujer). Debido a que la mujer, por

su fisiología, tiene un ritmo sexual más lento que el del hombre, se hace difícil que ella pueda
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alcanzar el orgasmo en poco tiempo, lo que le genera frustración. A veces, la mujer finge el

orgasmo para que el hombre acabe cuanto antes con algo que a ella le genera rechazo. Algunos

hombres pueden, por egoísmo o desinformación, no preocuparse siquiera de procurar que la

mujer obtenga satisfacción sexual. A menudo, la situación descrita va acompañada de una falta

de muestras de afectividad (besos, caricias, gestos y palabras de cariño y sensibilidad). El

resultado de mantener este tipo de relaciones es la frustración e insatisfacción, especialmente

de la mujer. A la larga, se resienten el bienestar personal y la relación de pareja.


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CAPITULO II

FASES DE LA RESPUESTA SEXUAL HUMANA

2.1. EL DESEO

El deseo aparece en nuestra existencia en general, y en concreto en nuestra sexualidad,

como una percepción física y mental que nos impulsa hacia el sujeto o el objeto de nuestro

deseo. A veces surge de forma involuntaria, nos sorprende, tomamos conciencia del mismo sin

haberlo previsto, por ejemplo cuando lees la escena de una novela y notas un cosquilleo en tu

interior y te dices: pues me gustaría probarlo. El deseo también se provoca deliberadamente

mediante una acción erótica voluntaria, excitante, atractiva o sugerente que pueda ponerlo en

marcha.

El deseo se siente, se percibe y nos lleva a buscar su satisfacción. Cuando el deseo inicial crece,

empezamos a notar los cambios que provoca en nuestro cuerpo el fenómeno de la excitación.

El deseo suele desencadenar el inicio de nuestra respuesta sexual y nos acompaña, lleno de

matices, a lo largo de todo este proceso erótico.

 MUJERES.

En las mujeres se suele asociar deseo con disponibilidad a iniciar un encuentro sexual, cuando

en realidad esto es falso. El deseo en las mujeres puede ir asociado a las ganas de tener

intercambios eróticos diferentes a un encuentro sexual tradicional, y estos pueden ir desde un

beso o unas caricias sensuales a un encuentro excitante y explícito, pero sin penetración, por

ejemplo. La diversidad en los matices de qué desean las mujeres cuando desean es inmensa.
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 HOMBRES.

En general, se suele asociar el deseo y la excitación masculinos con la erección del pene,

aunque, si bien en muchas ocasiones esta asociación se cumple, siempre hay excepciones y

puede haber deseo sin erección e incluso excitación sin deseo.

Por supuesto muchos hombres rompen moldes y sorprenden a sus parejas con deseos originales

e ideas innovadoras. En definitiva, cada hombre y cada mujer pueden tener sus propios

desencadenantes del deseo, y estos pueden ser diferentes al de otras personas. La búsqueda de

la normalidad, o el deseo estandarizado socialmente, suele ser un gran enemigo del deseo

sexual.

2. 2. FASE DE EXCITACIÓN

En la fase de excitación, nuestra tensión sexual va en aumento, crece alimentada por los

estímulos eróticos que nos rodean. Esta excitación sexual creciente se manifiesta en una serie

de cambios característicos de nuestra anatomía y nuestra fisiología, y a su vez en un aumento

de nuestro deseo. Por supuesto, esta fase puede ser corta o prolongada, todo dependerá de

nuestro organismo, nuestros sentimientos y las circunstancias.

A lo largo de esta fase.

Tanto en hombres como en mujeres, el ritmo cardiaco se acelera, nos sube la presión arterial y

nuestra musculatura se va tensando cada vez más.

 MUJERES

El clítoris se hincha, o lo que es lo mismo, queda en erección, y los labios mayores y

menores también se hinchan y su color se hace más intenso, ya que la sangre afluye hacia su

interior.
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Conforme avanzamos en esta etapa, el glande del clítoris la parte visible de este órgano del

placer se retrae y queda cubierto por el capuchón. Esto es importante ya que puede suponer que

deseemos un cambio en el modo de estimularnos. Además, la vagina se lubrica y se ensancha,

el útero experimenta una elevación, y los pezones se endurecen y aumentan de tamaño.

 HOMBRES

El vaso congestión de la zona genital masculina provoca la erección del pene, además el

escroto se hincha y los testículos se elevan. Algunos hombres, como en el caso de las mujeres,

también experimentan un endurecimiento de los pezones y un incremento de su sensibilidad.

Conforme avanzamos en esta fase, y la excitación va en aumento, se intensifica la dureza

del tronco del pene y el glande, y su color se vuelve más violáceo. Todo ello es debido a la

afluencia de sangre hacia los cuerpos cavernosos, que son el tejido eréctil del pene. Las

glándulas de Cowper o glándulas bulbo uretrales segregan el líquido pre seminal para

acidificar la uretra y prepararla para el paso del semen durante la fase orgásmica.

2.3. FASE DE MESETA.

Manteniendo una adecuada estimulación, la persona alcanzaría el nivel de meseta, que

podemos definir como una fase producida inmediatamente antes del orgasmo y caracterizada

por la percepción de unas sensaciones muy específicas que avisan y predisponen al orgasmo

(sensaciones pre orgásmicas). La percepción a nivel cerebral y psicofisiológico de dichas

sensaciones estaría alterada en dificultades sexuales como la eyaculación precoz.

Tanto en el hombre como en la mujer, se observa un notable incremento de la tensión

muscular y de las reacciones fisiológicas antes descritas.


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 HOMBRES

Se produce además la lubricación y limpieza de la uretra de posibles restos de orina

(para permitir el paso de espermatozoides vivos) mediante un líquido producido por

las glándulas de Cowper o glándulas bulbo uretrales.

- El pene se agranda, adoptando un color oscuro debido al acumulo de sangre.

- Secreción de las glándulas de Cowper. Se segregan gotas, que a veces contienen

espermatozoide.

- Cierre del esfínter interno de la vejiga.

- Contracciones vesículas terminales.

 MUJERES

El clítoris se retrae bajo su capuchón, el pecho sigue aumentando su tamaño y la areola se

dilata. La vagina continúa dilatándose y aumenta la congestión vascular de los labios menores,

mientras que los mayores, se van separando más. En esta fase, es característico el llamado rubor

sexual en determinadas zonas de la piel, debido al aumento de la circulación sanguínea. La

duración de esta fase puede ser muy variable.

- El clítoris se retrae y reduce su longitud.

- Los labios menores se engrosan y enrojecen.

- Aumento del pecho.

2.4. FASE DEL ORGASMO

Si la actividad sexual prosigue, se alcanza el clímax deseado: el orgasmo. En los dos sexos

hay una sensación de no vuelta atrás, y de pérdida de control de los músculos, donde se libera

toda la tensión tanto física como psicológica.


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 MUJERES

- Contracciones del útero y de la plataforma orgásmica. De duración variable. Una mayor

contracción se asocia con orgasmos de mayor intensidad.

- Orgasmo como respuesta total del organismo con cambios cardíacos, respiratorios y

musculares.

- Contracciones del esfínter rectal.

 HOMBRE

El orgasmo masculino se desencadena con:

- Contracciones que dan lugar a la eyaculación. Sensación de inevitabilidad, el semen

sale al exterior, a intervalos de contracciones de unos 0’8 segundos.

- Contracciones del pene, uretra y esfínter.

- Contracciones del esfínter del recto y de los músculos de la base del pene.

2.5. FASE DE RESOLUCIÓN

En esta etapa de la respuesta sexual, el organismo comienza a recuperar progresivamente

los niveles normales o basales. Suelen aparecer sensaciones de relajación (muscular y mental)

bienestar, placidez o incluso sueño. Estas sensaciones se deben a los cambios hormonales y a

la secreción de serotonina.

En el hombre, comienza el período refractario. El periodo refractario es la imposibilidad

de alcanzar otro orgasmo durante un tiempo determinado. Esto varía en cada hombre según su

edad, estado de salud, etc. Asimismo, se producen la pérdida de la erección, la disminución del

tamaño y descenso de los testículos y la reducción del grosor del escroto.

Biológicamente, la mujer no necesita un período refractario. Potencialmente, esto le permite

alcanzar nuevos orgasmos. Sin embargo, esto depende directamente del estado (físico, mental,
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emocional) de cada mujer en ese momento. En cuanto a las manifestaciones fisiológicas

femeninas, destacan la recuperación de la posición, estado vascular y tamaño del útero, vagina,

clítoris y labios mayores y menores.

Los cambios fisiológicos y anatómicos vuelven a la normalidad. Relajación muscular y mental.

 HOMBRE.

- Flacidez del pene.

- El escroto adelgaza y recupera su tamaño.

- Descenso de los testículos.

Este período tiene una duración aleatoria: Diferencias individuales y sobre todo la edad más

madura influyen en la duración.

 MUJERES.

Pueden saltarse este período hacia la consecución de un nuevo orgasmo.

- El útero vuelve a su posición de reposo.

- Clítoris a su posición normal.

La serotonina da paso a una necesidad de placidez y ganas de dormir


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CAPITULO III

MECANISMOS DE LA RESPUESTA SEXUAL

3.1. MECANISMOS VASCULARES DE LA RESPUESTA SEXUAL.

El aumento de aporte sanguíneo a las sinusoides de los órganos eréctiles (clítoris y

bulbos), y al plexo vascular de las paredes vaginal y uretral, y al interior de los labios menores,

característico de la fase de excitación, es consecuencia de la relajación de las células

musculares lisas de las trabéculas y/o las arteriolas que los irrigan. La regulación de su actividad

contráctil se hace mediante fibras nerviosas pos - ganglionares parasimpáticas y simpáticas,

presentes en las trabéculas y las paredes de las arteriolas, que actúan coordinadamente con las

células endoteliales adyacentes. Así, las células musculares lisas de los tejidos eréctiles y los

vasos sanguíneos que los irrigan están sometidos a la influencia de numerosos mediadores

químicos de origen neural.

La acción pro-eréctil de estos fármacos se debe a que prolongan la vida que se haya

producido fisiológicamente. Su espectacular éxito en los varones llevó a que pronto se

intentasen utilizar estos fármacos en la disfunción sexual femenina. Los estudios controlados,

indispensables, dado el considerable efecto placebo observado con estos tratamientos,

muestran que, aunque este tipo de fármacos aumenta efectivamente el flujo sanguíneo vaginal

o clitorídeo en mujeres expuestas a estímulos eróticos, en la mayoría de las usuarias ello no se

suele acompañar de una mayor satisfacción sexual, lo que ilustra la complejidad de la RS

femenina.
22

3.2. MECANISMOS NEURALES DE LA RESPUESTA SEXUAL

La RS es el resultado de una sucesión de reflejos neurovegetativos y somáticos,

modulados a su vez por multitud de factores que incluyen desde los valores sanguíneos de

diversas hormonas hasta procesos cognitivos y estados emocionales. Todo ello es regulado por

el sistema nervioso.

Los órganos genitales femeninos están inervados por las 2 grandes divisiones del

sistema nervioso autónomo. Las fibras simpáticas proceden del plexo hipogástrico y tienen su

origen en la columna intermedia lateral de la médula espinal; su actividad produce

vasoconstricción de los órganos eréctiles y la vagina. Las fibras parasimpáticas, originadas en

los niveles medulares sacros, forman los nervios pélvicos o erectores, cuya actividad produce,

mediante la liberación de vasodilatación de los órganos eréctiles y lubricación vaginal.

Por el momento, hay pocos registros de neuro-imagen funcional obtenido durante el

orgasmo en mujeres. Los mejor documentados son los realizados en mujeres parapléjicas, con

lesiones medulares relativamente altas, que se auto-estimulaban mecánicamente el cuello

uterino. Su estudio muestra que, a medida que progresa la estimulación sexual, se va

produciendo la activación progresiva de la corteza singular, la amígdala, los ganglios basales

y la ínsula. Al alcanzar el orgasmo se añade la activación del hipotálamo, el hipocampo y el

cerebelo. Además, la aplicación de presión sobre el cuello uterino produjo la activación del

núcleo bulbar del tracto solitario, relevo sensorial del nervio vago, lo que prueba la implicación

de este nervio como vía de transmisión de sensibilidad vaginocervical. Es previsible que en un

futuro próximo aumente considerablemente la información acerca de los correlatos cerebrales

de la función sexual femenina.


23

3.3. INFLUENCIAS HORMONALES

A la función sexual humana se le reconoce un importante soporte hormonal; especialmente

por parte de los esteroides gonadales. Así, desde hace tiempo se conoce el papel fundamental

de los estrógenos en el manteniendo del estado trófico de la vagina y su capacidad de respuesta

a estímulos sexuales, con una eficiente vasodilatación y un aumento de lubricación, y se ha

comentado en las secciones precedentes.

El papel de los andrógenos en la función sexual femenina es más controvertido. En el varón,

está bien establecido que los andrógenos testiculares (fundamentalmente, testosterona)

contribuyen de modo importante a promover el deseo sexual y al mantenimiento del estado

funcional de los tejidos eréctiles. En la mujer, hay muchos datos que indican un papel similar

de los andrógenos, tanto en estimular el apetito sexual como en el desarrollo y mantenimiento

de parte de los órganos sexuales más relevantes para la RS, como el clítoris. Por otra parte, hay

algunos estudios que cuestionan la acción facilitadora del deseo sexual femenino atribuida a

los andrógenos.

Las discrepancias pueden deberse a las dificultades que supone su estudio, por diferencias

de diseño y variadas características de las mujeres evaluadas (jóvenes normales, pre-

menopáusicas disfuncionales, menopausia inducida, menopausia natural, etc.), a las

limitaciones técnicas, para medir fiablemente unos valores sanguíneos de testosterona

considerablemente inferiores (de 10 a 20 veces) a los de los varones, al desacuerdo en cuáles

son los indicadores bioquímicos de actividad androgénica más idóneos, etc. Por esto, el debate

permanece abierto y se están desarrollando diversas investigaciones que serán objeto de una

discusión más amplia en el artículo siguiente.


24

CONCLUSIONES

 En este trabajo que realice llegue a una conclusión que los cambios que se producen

tanto a nivel psicológico como biológico, cuando nos sentimos motivados sexualmente.

 También hay un proceso físico, emocional y mental mediante el cual las personas

responden ante la estimulación sexual.


25

RECOMENDACIONES

 Para que nosotros como jóvenes tengamos un poco de responsabilidad sobre nuestra

sexualidad creo que es importante que nuestros padres nos orienten y nos den valores.

Otra cosa que también a veces influye es el ambiente en el que nos desarrollamos y la

cultura de nuestra familia.

 Actualmente algunos adolescentes y jóvenes creen que ya saben todo respecto al sexo

y que si tiene sexo no va a pasar nada, pero la realidad es que no saben nada entonces

contraen enfermedades, o las chicas simplemente se embarazan.


26

ANEXO
27
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BIBLIOGRAFIAS

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 www.facmed.unam.mx/deptos/familiar/compendio/Primero/I_SM_242-259.pdf.

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