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Aprendiz : CARLOS ENRIQUE ACUÑA

Celular : 3217919309
Email : Hastafin1975@hotmail.com
Instructora : JORGE ENRIQUE OLIVEROS OPSINA
Curso : Economía Solidaria No. 1728513
Celular : 8-2709600
Email : joliverose@misena.edu.co

Foro Primera Actividad

¿Por qué la economía solidaria es una alternativa económica?

La economía solidaria, orientada hacia la persona y su desarrollo, es una alternativa frente a la crisis
económica internacional, particularmente la europea, afirmó el director general de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), GuyRyder.

"En tiempos de crisis la austeridad es la respuesta más extendida, pero desde la OIT la consideramos un
riesgo. En cambio, la economía solidaria ofrece seguridad y crea oportunidades de empleo en un marco
sostenible", explicó Ryder al inaugurar en la sede de su institución unas jornadas de reflexión sobre el
potencial y los límites de este tipo de economía.

Concepto relativamente reciente pero que ha emergido con más fuerza por la gravedad de la crisis, la
economía solidaria resulta de un movimiento socioeconómico que busca erigir un modelo económico centrado
en las personas.

Su fundamento son las prácticas de cooperación y solidaridad entre las comunidades y grupos, por encima de
las acciones individuales o de espíritu empresarial.

Según Ryder una muestra de la utilidad de este enfoque es que "en los dos últimos años países como Grecia,
Ecuador, México, Portugal o España han adoptado mejoras en el marco legal de este tipo de economías".

Comentó que también Brasil ha profundizado en ese modelo, por lo que "dispone de ministros especializados
en el ámbito de la economía social y solidaria".

Un ejemplo práctico de la aplicación e impacto de la economía social y solidaria se observa en el Reino Unido,
donde 62.000 empresas sociales contribuyeron con 37.000 millones de dólares (unos 28.000 millones de
euros) a la economía nacional y dieron empleo a 800.000 personas (1).

¿Cuáles son sus principios, mencione por lo menos cinco?

PRIMERO: ADHESIÓN VOLUNTARIA Y ABIERTA Las cooperativas son organizaciones, abiertas a todas las
personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las responsabilidades de ser asociados, sin
discriminación social, política, religiosa, racial o de sexo. LIBERTAD La libertad como principio de la
cooperación, se considera en dos aspectos. El primero es la libertad individual de hombres y mujeres que
llegan a ser miembros de una cooperativa: no sólo la libertad para unirse o integrarse, sino también para
retirarse de la misma cuando lo deseen, así como disfrutar la libertad de pensamiento y acción mientras
forman parte de ella. El segundo es la libertad de las instituciones cooperativas dentro de la estructura de la
sociedad colmo un todo y también dentro del marco de los movimientos cooperativos nacionales e
internacionales de los cuales forma parte. La conexión entre estos dos aspectos está implícita en la rotunda
afirmación hecha y respaldada por sucesivas autoridades de la Alianza Cooperativa Internacional entre 1949 y
1951, a saber: “En países donde se niega el derecho de libre asociación y libertad de expresión, no pueden
existir las organizaciones cooperativas libres e independientes”. Obviamente el tema de este capítulo no es la
libertad civil en el amplio sentido, ni siquiera la libertad de asociación, que es la condición fundamental del
propio movimiento cooperativo, sino la libertad, individual y colectiva, requerida por las organizaciones
cooperativas como una condición esencial para su funcionamiento efectivo. (103) El doctor William King
declaró como verdad evidente, que “la cooperación es un acto voluntario y ningún poder del mundo puede
hacerla obligatoria”. Podría decirse, con cierta razón, que esta expresión es una mera simplificación retórica.
Lo que la cooperación exitosa demanda de sus integrantes no es un acto simple sino una acción voluntaria
consistente, que implica incontables acciones y decisiones dirigidas en un periodo ilimitado para el logro de
fines comunes aceptados a conciencia. La adhesión personal, implícita en el término asociación – expresada
en la libertad incondicional de muchos asociados hacia sus cooperativas-, sólo puede resultar del compromiso

“La unión, hace la fuerza para mejorar nuestra calidad de vida”


de su voluntad. En 1947, cuando la Cooperativa de Consumidores de Hanover en Alemania, reconstituida
hace poco, sólo contaba con un pequeño almacén, los asociados caminaban millas enteras a través de la
ciudad, desvastada por la guerra, para hacer sus compras allí. (105) El compromiso del Movimiento
Cooperativo por la Libertad, se ilustra mejor con el cuidado tomado para asegurar que las libertades de los
individuos y organizaciones no se restrinjan innecesariamente sino sólo hasta donde lo requieran las
necesidades de la empresa común. Esta es la explicación y justificación de la llamada neutralidad de las
instituciones cooperativas en política y religión. Siendo el propósito de toda Cooperativa promover
económicamente a sus asociados, todo lo que se requiere de ellos, cuando se adhieren, es que estén de
acuerdo en ajustarse a sus estatutos. Esta sería la única disposición que podría considerarse como una
restricción a la libertad personal y aún aquí, todos los asociados tienen derecho a gestionar enmiendas o
supresión de reglas que consideren fastidiosas, inexactas o fuera de época. Los asociados no están obligados
a suscribirse a una doctrina particular, sea religiosa, política o social, ni aceptar principios que no sean
inherentes a la práctica de la Cooperación misma. Nadie compromete su libertad de pensamiento u opinión
para asociarse a una Cooperativa – realmente es a la inversa porque si una sociedad logra mejorar la
capacidad y la independencia económica de sus integrantes, muchas veces lo estimula para expresar una
mayor audacia y libertad de expresión en general.

ASOCIACIÓN O UNIDAD El principio estudiado en este capítulo aparece bajo dos nombres, por la sola razón
de que muchas veces es más conveniente utilizar uno que otro, según el contexto. Asociación es quizás el
más apropiado al considerar los orígenes y primeras etapas del Movimiento Cooperativo en todo lugar, esto
es, la reunión de personas o grupos sociales hasta ese momento separados o independientes mutualmente.
Unidad, por otro lado, parece el término más a mano cuando se habla, como este capítulo loo hará antes de
concluir, de las estructuras y las políticas de las organizaciones Cooperativas. En todo momento, sin embargo,
el significado es el mismo; la idea de los individuos o entidades que se reúne, se unen, combinan, integran y
permanecen unidos para satisfacer necesidades comunes, lograr fines comunes u obtener ventajas mutuas
de su asociación. Históricamente, la necesidad de una afirmación consciente de la Asociación como doctrina
surge del hecho de que cuando la Revolución Industrial de los siglos XVIII y XIX irrumpió en Europa, no
estaba suficientemente entendida la naturaleza social del hombre. La ciencia económica estaba en su
infancia, pero desafortunadamente se la tomó como reveladora de más verdad de la que había en realidad
descubierto. Otras ciencias sociales que podrían haber corregido o modificado las doctrinas de los
economistas y sus popularizadores en exceso simplistas, no existían antes. El hecho real es que la sociedad
parecía desvanecerse en la mente de los hombres deslumbrados por nuevas invenciones técnicas y su
promesa de riqueza ilimitada. Pero si las ciencias aún no existían, los hechos estaban ahí – la lucha
competitiva por la riqueza y las consecuencias de la codicia y la ignorancia, la explotación, la degradación y la
miseria de los más débiles económicamente, camino trillado en la batalla por la subsistencia. El siglo XX,
paralelo de esta sociedad atomizada, podemos verlo ahora en los grandes puertos, en los centros industriales
y en los asentamientos mineros de los países en desarrollo, donde se encuentra el nuevo proletariado, creado
por el impacto de la organización económica moderna sobre viejas formas de vida. (38) La Asociación da
fuerzas a los menos poderosos económicamente, dotándolos de medios para hacer que sus cifras hablen.
Bajo las mismas circunstancias, esto es asumiendo la competencia en la organización y la política comercial,
a mayores cifras, mayor capacidad y mejores beneficios para distribuir. Las asociaciones Cooperativas son
por lo tanto, casi invariablemente, asociaciones abiertas, y la posibilidad se asociarse se mantiene
deliberadamente abierta en todos aquellos que pueden usar los servicios que ofrecen. En el caso de
consumidores interesados en los artículos de primera necesidad, la relación es obvia y la tendencia, a medida
que el movimiento cooperativo de consumidores crece, es facilitar el ingreso, reduciendo las formalidades y el
aporte económico. Por ejemplo, a menudo, las acciones se pagan según el mínimo valor prescrito por el
estatuto, reteniéndolo de los dividendos que el socio recibe por sus compras, en lugar de hacerlo en efectivo.
Por razones obvias, normalmente, las sociedades se reservan el derecho a protegerse de personajes
indeseables o proclives a crear problemas, pero en general, se aplica sin discriminación la regla de adhesión
libre.

SEGUNDO: GESTIÓN DEMOCRÁTICA POR PARTE DE LOS ASOCIADOS. Las cooperativas son
organizaciones administradas democráticamente por los asociados, los cuales participarán activamente en la
fijación de políticas y la toma de decisiones. Los hombres y mujeres elegidos para representar y administrar
las cooperativas son responsables ante los asociados.

DEMOCRACIA Las diferencias entre Cooperación y otros sistemas económicos, reveladas en el estudio de
sus principios de asociación y economía se perciben con más claridad al considerarse el principio de la
democracia. Estas diferencias han llevado a muchos cooperadores a considerar la democracia como el más
vital de los principios. En el capítulo correspondiente sugerimos las razones por las que no aceptamos esta
opinión y tomamos a la asociación como el verdadero fundamento. Sin embargo, debemos conceder que la
democracia es la diffetentia o el rasgo principal que distingue a la cooperación como un sistema de

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organización económica. A pesar de que los experimentos comunitarios de Robert Owen se condujeron
bajo líneas paternalistas antes que democráticas, apenas se puede concebir la existencia o actuación de
sociedades cooperativas bajo otro sistema que no sea un sistema democrático de gobierno. Los trabajadores
británicos, que lanzaron el primer Movimiento Cooperativo bajo la inspiración de Robert Owen y el Dr. William
King, estuvieron acertados en seguir sus instituciones de constituciones democráticas. Después de todo, la
Cooperativa existe para promover los intereses del total de sus asociados. Debe ser administrada con el
consentimiento y aprobación de sus integrantes, de lo contrario se derrumbará. Por ende, deben acordarse
métodos para indagar los deseos de los asociados, así como salvaguardas contra la posibilidad de que la
sociedad sea administrada o manipulada de acuerdo a los intereses de una minoría o de un individuo, o más
aún, de algún poder externo, autoridad o institución. La solución más simple para estos problemas es dar a los
asociados igual capacidad de voto y hacer que la administración sea exclusivamente responsable ante ellos.
El comité de la A.C.I. de hace 50 años adoptó la fórmula “Control democrático – un hombre, un voto”. En la
práctica sin embargo y especialmente en las organizaciones cooperativas grandes y complejas de hoy, se
necesita mucho más que la regla de “un hombre, un voto” para asegurar la realidad de la administración
democrática. Realmente las reglas, aunque indispensables, no son por sí mimas suficientes para mantener el
carácter democrático de una sociedad cooperativa, como esperamos aclarar seguidamente. (70) Cuando
Abraham Lincoln describe la democracia como el gobierno de pueblo, por el pueblo y para el pueblo, expresa
la esencia de la democracia política, pero es demasiado simple aplicarla directamente en asociaciones cuyos
objetos y funciones son primariamente económicos. No se trata de gobernar a los asociados de una
cooperativa, sino de administrar sus negocios comunes. La capacidad de la sociedad para promover los
intereses económicos de sus integrantes, debe usarse sabia y efectivamente para su conveniencia, según
ellos la conciben. Necesariamente comprende procesos técnicos que no pueden operarse por algunos o cada
asociado. La más simple de las sociedades de crédito de un pueblo necesita un tesorero-secretario. Una
reunión común de asociados difícilmente puede conducirse sin un presidente. En resumen, hay operaciones
inevitables que deben confiarse a comités o funcionarios individuales, en quienes se delega la autoridad que
reside en el conjunto de sus integrantes. El presente estudio sobre la democracia en las organizaciones
cooperativas requiere por ende, un examen de los poderes reservados y ejercidos por los asociados como un
conjunto., los poderes ejercidos por los funcionarios elegidos o designados, las instituciones a través de las
cuales se canalizan estos poderes y sus relaciones y reacciones mutuas. En razón de que el Movimiento
Cooperativo está en evolución continua, este examen no debe interesarse sólo en las estadísticas o solidez
de las organizaciones cooperativas, sino también en su dinámica. (70) Normalmente, el órgano a través del
cual la voluntad general se expresa es la Asamblea General, a la cuál todos los asociados tienen el derecho
de asistir y en la que cada uno tiene un voto y no más de uno. Los casos especiales de las federaciones y de
las grandes sociedades administradas por una junta representativa, serán consideradas más adelante. En las
sociedades primarias, con constitución simple –que son la mayoría en el mundo- los miembros convocados a
una Asamblea general, son soberanos en la sociedad. Por esta razón, la convocatoria a las Asambleas
generales usualmente está sujeta a reglas precisas y su procedimiento se rige por disposiciones establecidas.

EQUIDAD Los pioneros de Rochdale proclamaron que su sociedad era “equitativa”, incluyendo esa palabra en
su denominación. Muchos grupos de cooperadores británicos de la primera generación siguieron su ejemplo.
Una de las más antiguas y conocidas de las sociedades de producción inglesa mantiene hasta hoy el título de
“Equity shoes”. La idea de equidad y su realización práctica fue de mucha importancia para estos pioneros. El
significado que le dan al término no es el de los juristas, que tienen que rectificar divergencias entre la ley y la
justicia natural; ni aún el de empresario, quien está más comprometido con el derecho al lucro de los
accionistas de la sociedad anónima, que con el aspecto distributivo de la justicia, que el filósofo griego
Aristóteles debatiera en le libro V de Nicomachaen Ethics, que comprende el intercambio de productos del
trabajo de un hombre con los realizados por otros. (85) Los trabajadores no habían aprendido aún la
disciplina, y su violencia daba a las autoridades la excusa para eliminar a los sindicatos. Especialmente sus
líderes, no estaban capacitados y eran inexpertos en organización y negociación. Los empleadores muchas
veces se negaban a reconocer a los sindicatos y cuando podían, los destruían o suprimían. Durante un cuarto
de siglo, entre 1799 y 1824 los sindicatos fueron realmente ilegales. Por otro lado, un gran empleador, en
condiciones de ocupar a cientos de trabajadores, en palabras del economista Nassau Señor, era una
“combinación en sí misma”. En estas circunstancias, operaba inevitablemente la Ley de hierro de los salarios
y el pago de los trabajadores tendió el nivel de subsistencia, en lugar de elevarse con la productividad, cuyos
rendimientos interceptaba el empresario. Los trabajadores más sagaces y preparados entendieron el
problema y se sintieron resentidos no sólo por la desigualdad, sino por la injusticia en la división del producto
de la industria.

TERCERO: PARTICIPACIÓN ECONÓMICA DE LOS ASOCIADOS Los asociados contribuyen


equitativamente al patrimonio de sus cooperativas y lo administran de manera democrática. Por lo menos
parte del patrimonio es de propiedad común de la cooperativa. ECONOMÍA El poder que los cooperadores
obtienen con la Asociación se ejerce principalmente en el campo económico y para fines económicos. La

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ventaja económica es el motivo que atrae el Movimiento Cooperativo a la gran mayoría de sus adherentes
y su acción económica, es la medida para juzgar la valoración que la entidad les merece. A menos que
asociarse a una Cooperativa les permite realizar ahorros, que de otra manera no podrían hacer, o les reditúe
una entrada de dinero o les brinde un servicio que no encontrarían en otro lado, casi no habría ventaja en ser
Cooperadores, cualesquiera sean los beneficios sociales o morales que la Cooperación ofrezca. Por regla
general, deben existir dos razones económicas apremiantes para la mayor parte de la gente que se toma la
molestia de formar, unirse o dirigir sociedades Cooperativas. En este sentido, es verdad (aunque no la verdad
total), que la Cooperación es el resultado de la pobreza y la escasez. (53) La esencia de la economía
cooperativa es la asunción por una asociación de las funciones de la propiedad, la organización y los riesgos
que usualmente cumple un individuo, una sociedad o compañía de empresarios. Se opone de diferentes
maneras al sistema de especialización en que se basa el desarrollo económico moderno. En particular implica
que grupos de personas, sin capacitación especializada o experiencia, pueden entrar al comercio, la industria,
la banca y el seguro, y mantenerse en el terreno elegido, al lado de empresas dirigidas y administradas por
gente de oficio, con años de capacitación técnica. Así, los consumidores crean sus propios negocios
minoristas, obreros industriales sus propias fábricas, campesinos sus propios depósitos y plantas
procesadoras, aspirantes a prestatarios sus propios banco s, inquilinos sus propias sociedades de vivienda,
etc. Para adaptar las palabras del Dr. Samuel Jonson, el prodigio no es que lo hagan bien, sino que lo hagan.
Obviamente, aunque las funciones del empresario las asume una sociedad, en realidad algunas las ejercen
las cooperativas por delegación o son delegadas en un grado creciente, a medida que las tareas Cooperativas
aumentan en magnitud y complejidad.
Aún así, no pone fin al hecho extraordinario, sorprendente de que, en el análisis final, el gerente o director o
administrador especialista, es responsable ante los asociados y está sujeto a su autoridad y decisiones.

CUARTO: AUTONOMIA E INDEPENDENCIA Las cooperativas son organizaciones autónomas de autoayuda,


administradas por sus asociados. Se firman acuerdos con otras organizaciones, incluidos los gobiernos o si se
consiguen recursos de fuentes externas, lo hacen en términos que aseguren la administración democrática
por parte de los asociados y mantengan su autonomía.

QUINTO: EDUCACIÓN, CAPACITACIÓN E INFORMACIÓN Las cooperativas proporcionan educación y


capacitación a los asociados, representantes elegidos, directivos y empleados para que puedan contribuir de
manera eficaz al desarrollo de sus cooperativas. Informan a la comunidad especialmente a los jóvenes y
líderes de opinión acerca de la naturaleza y beneficios de la Cooperación.

EDUCACIÓN Experiencia docet (la experiencia enseña) decían los romanos. La vida educa, decía J.H.
Pestalozzi, el gran pedagogo suizo, repitiendo a los romanos con alguna diferencia. La Cooperación, como
parte de la vida y de las experiencias, también educa en el mismo sentido. Sin embargo, este sentido está
más restringido de lo que a primera vista parece. La experiencia enseña a aquellos y sólo a aquellos que
deseen aprender de ella y dentro de los límites de su propia experiencia. La vida educa, pero igualmente
puede educar mal debido a los malos ejemplos y aún, volver a la gente incapaz de educarse por la privación,
la desilusión o la desesperanza o quizás, la prosperidad inmerecida o inesperada. La Cooperación educa
cuando formula exigencias a sus participantes que sólo podrán satisfacer si son capaces de adquirir nuevos
conocimientos y adoptar nuevas formas de comportamiento. Esta educación puede ser efectivamente algunas
veces, aunque el esfuerzo por aprender no sea consciente. No obstante, si bien puede ilustrar sobre la
estrecha afinidad entre la Cooperación y la educación, no es lo que surge de debatir la educación como
principio cooperativo. La educación es un principio, un elemento indispensable de la Cooperación porque es
esencial para la existencia de las Cooperativas, para el entendimiento y aplicación práctica de otros principios
cooperativos, para el crecimiento de las organizaciones cooperativas y el progreso del Movimiento
Cooperativo, un movimiento que debe empezar y continuar en la mente de los hombres y mujeres. No puede
haber Cooperación sin cooperadores y los cooperadores, a diferencia de los poetas, no nacen se hacen. La
Cooperación por lo tanto, no puede confiar solamente en la educación inconsciente; por el contrario
conscientemente debe emplear formas y métodos adecuados de educación como instrumentos para lograr
sus fines. (131) Desde que la cooperación implica no solo conocimiento, sino hacer (y hacer efectivamente),
para que logre sus propósitos la educación debe tener una significación muy amplia que incluya mucho más
de lo que se acepta generalmente como instrucción académica. En sentido global, es equivalente a la suma
de los actos y experiencias que promueven el crecimiento moral y mental de los cooperadores y el desarrollo
de su capacidad para trabajar con otros, de acuerdo a los principios cooperativos. El trabajo colectivo del
hombre, observó un eminente sociólogo contemporáneo, no puede elevarse por encima de su escala personal
de valores. El progreso de la Cooperación no puede continuar a menos que los cooperadores estén resueltos
y sean capaces de alcanzar pautas continuas y más altas de eficiencia y moralidad. No tienen que ser
simplemente educados para la Cooperación, deben ser continuamente reeducados en la Cooperación. El
Movimiento Cooperativo no puede considerar a la educación como otra cosa que una experiencia de toda la
vida.

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SEXTO: COOPERACIÓN ENTRE COOPERATIVAS Las cooperativas sirven a sus asociados lo más
eficazmente posible y fortalecen el movimiento cooperativo trabajando conjuntamente mediante estructuras
locales, nacionales, regionales e internacionales.

RESPONSABILIDAD O FUNCIÓN El sexto principio está señalado por los términos alternativos
responsabilidad o función, porque tales términos significa aspectos distintos pero complementarios de un
concepto. Lo que se considera función, desde el punto de vista de la sociedad, es responsabilidad cuando se
ve desde el lado del individuo. El lema tradicional Cooperativo “Uno para todos y todos para uno”, significa
almos más que comunidad o mutualidad de intereses. Implica acción, no sólo actitudes. En la clásica
explicación del “espíritu” de la Cooperación dada por el Dr. William King en el Nro. 7 de su “cooperador” se
indica claramente la base moral de la responsabilidad del cooperador. “Cuando un hombre entra a una
sociedad cooperativa, comienza una nueva relación con su prójimo”, escribió el Dr. King. En su opinión, la
amistad y la camaradería, no deben permanecer en el plano del sentimiento vagamente difuso, ni deben
dejarse crecer por accidente o casualidad. Se transforma en un “deber y una obligación superior”, que debe
reforzarse en cada determinación de la comunidad cooperativa. Las sociedades humanas, Cooperativas o de
otro carácter, si van a vivir, sobrevivir y lograr sus propósitos, no tienen otra alternativa que organizarse a sí
mismas o ser organizadas. Esto significa algo más que la simple división económica del trabajo, aunque por
supuesto, está incluida. La sociedad forma con su propia sustancia – los hombres y las mujeres asociados-,
grupos especiales para prestar servicios particulares no sólo para su propio beneficio, sino para todos los
otros miembros, esto es para el bienestar de la sociedad en su conjunto. Cualquier servicio ilustrará sobre la
forma en la que “todos” cuidan los intereses de “cada uno”, encomendando a “cada uno” proveer a los
intereses de “todos”. Una sociedad cooperativa sirve a sus asociados cumpliendo funciones que son de
interés, pero no podrá hacerlo efectivamente a aún de manera alguna, a menos que ellos a su vez, cumplan
enteramente con sus responsabilidades hacia ella. Los hombres de Rochdale, cuando inscribieron en su
“Primera Regla” la frase “para ordenar las fuerzas de producción, distribución, educación y administración”,
nombraron las funciones vitales que iban a cumplir cuando establecieran sus comunidad ideal. Las funciones
serían ejecutadas por la autoridad de la comunidad, en su nombre y de acuerdo a sus propósitos, y no en
beneficio de la ganancia, la ambición y el engrandecimiento individual. Los pioneros no compartieron el
optimismo infundado de aquellos economistas o filósofos morales de una generación anterior, quienes
enseñaban que a través de una armonía preordenada, el seguimiento irrestricto de los intereses individuales
serviría mejor a los intereses de la comunidad. Su experiencia como trabajadores y consumidores les había
enseñado otras lecciones. No negaban ni reducían la responsabilidad del hombre y de la mujer hacia sí
mismos, de otra manera no hubieran propagado tan ardientemente la autoayuda, pero creían que un sentido
correcto de la responsabilidad, si esclarecía, ayudaría a que los hombres y mujeres se organizaran en
acciones mancomunadas para logara el bienestar colectivo. No hay motivo para pensar que los pioneros no
aplicaran, en la sociedad que realmente fundaron, el funcionalismo que intentaban adoptar para la comunidad
en la que deseaban creciera la sociedad.

SÉPTIMO: INTERES POR LA COMUNIDAD Las cooperativas trabajan para conseguir el desarrollo sostenible
de sus comunidades a través de políticas aprobadas por sus asociados. 1 Responsabilidad social corporativa
La responsabilidad social corporativa (RSC), también llamada responsabilidad social empresarial (RSE),
puede definirse como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por
parte de las empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación competitiva y valorativa y su valor
añadido.

El sistema de evaluación de desempeño conjunto de la organización en estas áreas es conocido como el triple
resultado. La responsabilidad social corporativa va más allá del cumplimiento de las leyes y las normas, dando
por supuesto su respeto y su estricto cumplimiento. En este sentido, la legislación laboral y las normativas
relacionadas con el medio ambiente son el punto de partida con la responsabilidad ambiental. El cumplimiento
de estas normativas básicas no se corresponde con la Responsabilidad Social, sino con las obligaciones que
cualquier empresa debe cumplir simplemente por el hecho de realizar su actividad. Sería difícilmente
comprensible que una empresa alegara actividades de RSE si no ha cumplido o no cumple con la legislación
de referencia para su actividad. Bajo este concepto de administración y de management se engloban un
conjunto de prácticas, estrategias y sistemas de gestión empresariales que persiguen un nuevo equilibrio
entre las dimensiones económica, social y ambiental. Los antecedentes de la RSE se remontan al siglo XIX en
el marco del Cooperativismo y el Asociacionismo que buscaban conciliar eficacia empresarial con principios
sociales de democracia, autoayuda, apoyo a la comunidad y justicia distributiva. Sus máximos exponentes en
la actualidad son las empresas de Economía social, por definición Empresas Socialmente Responsables.
(Tomas, 2003, red). La responsabilidad social de la empresa (RSE) pretende buscar la excelencia en el seno
de la empresa, atendiendo con especial atención a las personas y sus condiciones de trabajo, así como a la
calidad de sus procesos productivos. Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la responsabilidad

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social de la empresa es el conjunto de acciones que toman en consideración las empresas para que sus
actividades tengan repercusiones positivas sobre la sociedad y que afirman los principios y valores por los que
se rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos como en su relación con los demás actores. La
RSE es una iniciativa de carácter voluntario.1 Para el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) la
Responsabilidad Social Empresarial es el compromiso consciente y congruente de cumplir integralmente con
la finalidad de la empresa tanto en lo interno, como en lo externo, considerando las expectativas de todos sus
participantes en lo económico, social o humano y ambiental, demostrando el respeto por los valores éticos, la
gente, las comunidades y el medio ambiente y para la construcción del bien común.2 Las principales
responsabilidades éticas de la empresa con los trabajadores y la comunidad son: " Servir a la sociedad con
productos útiles y en condiciones justas. " Crear riqueza de la manera más eficaz posible. " Respetar los
derechos humanos con unas condiciones de trabajo dignas que favorezcan la seguridad y salud laboral y el
desarrollo humano y profesional de los trabajadores. " Procurar la continuidad de la empresa y, si es posible,
lograr un crecimiento razonable. " Respetar el medio ambiente evitando en lo posible cualquier tipo de
contaminación minimizando la generación de residuos y racionalizando el uso de los recursos naturales y
energéticos. " Cumplir con rigor las leyes, reglamentos, normas y costumbres, respetando los legítimos
contratos y compromisos adquiridos. Procurar la distribución equitativa de la riqueza generada.

EDUCACIÓN. Es un derecho fundamental, y debe ser una prioridad de toda organización social que pretenda
favorecer el desarrollo comunitario, en otras palabras, la educación debe constituirse en una de las principales
herramientas de los agentes que tengan como objetivo contribuir al mejoramiento del hombre en todos sus
aspectos. El principio de la educación cooperativa, a medida que transcurre el tiempo, cobra aún mayor
vigencia, dada la complejidad y celeridad con que ocurren los cambios socio económico y tecnológico a nivel
global, que obligan a incorporar dinámicas transformaciones a nivel de las empresas sin importar su género.
Por ello para aprender a actualizar y proyectar el adecuado desenvolvimiento de las empresas solidarias, la
educación y capacitación en el manejo de estas entidades se hace imprescindible. En las empresas solidarias
debe cumplirse una acción educativa permanente que cubra a los asociados, a los funcionarios, a los
directivos y a los comités de la entidad, así como programas especiales dirigidos a la comunidad en general,
empleando estrategias y metodologías apropiadas en cada caso. Las áreas que debe comprender un
programa educativo para las empresas solidarias no sólo deben atender la parte cooperativa propiamente
dicha, es decir, lo referente a la filosofía, doctrina y características de la empresa cooperativa o asociativa,
sino también debe cubrir las diversas áreas del manejo empresarial: “administrativa, económica, financiera, de
mercadeo, gerencial, empresarial, tributaria, legal, social y doctrinaria”. La educación es un factor
transformador de mayor importancia que la misma tecnología, porque la productividad del conocimiento se ha
convertido en la clave de la productividad global, de la capacidad competitiva, del éxito económico de acertar
en las decisiones que conducen a brindar satisfacción y oportunidad de mejoramiento a las empresas, a
través de la puerta en el mercado de servicios o bienes de calidad. Los programas educativos que se impartan
a los asociados estarán orientados a la interpretación de beneficios económicos y sociales, teniendo en
cuenta siempre que el ejercicio económico de la entidad de obtener excedentes aplicará un porcentaje con
una destinación específica para su fondo de educación, por consiguiente se considera que la educación
cooperativa es de carácter obligatorio. Lo anterior se fundamenta en el artículo 88 de la Ley 79 de 1988.

¿Qué es persona jurídica y que es natural?

Persona Natural

Son personas naturales todos los individuos de la especie humana, cualquiera que sea su edad, sexo, estirpe
o condición y que tiene responsabilidad ilimitada, es decir responde por sus actos por la via civil y/o con
indemnizaciones según el caso que se dé.

La Constitución colombiana en el artículo 14 establece que toda persona tiene el derecho a su reconocimiento
de su personalidad jurídica.

Las personas naturales tienen, por el solo hecho de existir, atributos dados por el Derecho.
La persona desde el punto de vista jurídico tiene muchos atributos como lo son el nombre, el domicilio, la
nacionalidad, etc.

“La unión, hace la fuerza para mejorar nuestra calidad de vida”


Todas las personas poseen un patrimonio que es inalienable, es decir, que no se puede separar de su
dueño, el cual puede contraer nuevas obligaciones o derechos y ser cedidos entre unos y otros pero el
patrimonio continuara vinculado indefinidamente a la persona mientras subsista, el patrimonio es lo único que
las personas nunca pierden sea cual sea.

Persona Jurídica

Persona jurídica es la que está constituida por papeles, es decir escritura pública o formato de constitución,
tiene responsabilidad limitada, es decir responde por obligaciones solamente por la vía monetaria con
indemnizaciones.

Se llama persona jurídica a un ente de creación legal, ficticio, capaz de contraer obligaciones y ejercer
derechos y de ser re representada judicial y extrajudicialmente. Las personas jurídicas tienen en su historia
varios nombres y han atravesado por diversas etapas, bien sean estas teóricas o prácticas. El nacimiento de
esta institución tiene lugar en Roma, y específicamente en el derecho romano, donde los primeros Peritos y
Pretores le dan nacimiento jurídico a una institución que sin saber perduraría por decenas de siglos y aún dos
mil años después seguiría hablándose de ésta y perfeccionándose en el sistema jurídico.

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