Como Enseñar a tus Hijos a Tomar Decisiones

Cuando somos padres sabemos que nosotros tenemos el control de muchas cosas, conforme
crecen comienzan a intentar tomar decisiones, pero muchas veces nosotros como padres les
“evitamos la fatiga” o directamente se lo prohibimos y nos molesta que traten de hacer cosas
que no sean exactamente lo que nosotros dijimos.
Y de pronto un día decidimos que “ya son mayores” y esperamos que tomen decisiones
independientes e inteligentes, o que sepan discernir o negarse a algo que pudiera meterlos
en problemas.

¿Cómo podemos ayudarlos?

1) Agradece que se involucren
A veces estas haciendo hot cakes y te dicen ¿”te ayudo?? y uno “nonono que vas a tirar todo,
no, no toques eso, se rompe, te vas a ensuciar, sal de la cocina, cuando esté listo te aviso” ,
la segunda o tercera vez ya pasan de largo aunque te vean muy afanada en la cocina.
Dejalos que decidan cosas pequeñas, que ropa, si se ponen el suéter ahora o después, que
te ayudan en pequeñas cosas aunque derramen parte del azúcar o te tardes un poco mas en
limpiar el desorden, con el tiempo tendrán mas habilidad y ya te ayudarán por impulso sin
que lo pidas.

2) Que intenten una y otra vez

Para que se logren las cosas hay que practicar, servir la leche en el vaso, sin que se derrame,
lavar los trastes, atarse uno mismo los tenis, peinarse, no lo van a hacer bien a la primera, así
que hay que ser paciente y dejarlos, a veces se frustrarán un poco de que no les sale, pero
poco a poco irán aprendiendo, mientras nosotros los animamos a intentarlo otra vez. (Esa es
la “tolerancia a la frustración”, no frustrarlos a propósito o esperar que nunca se molesten
de algo que no les sale, la cosa es enseñarlos a persistir)

3) Da el ejemplo que quieres ver

Los niños nos escuchan a veces, pero nos ven todo el tiempo, si quieres paciencia, da ejemplo
de paciencia, si quieres orden, da ejemplo de orden, la forma como tratas a la gente, cómo
te expresas de ellos, o que decides hacer ante algo que pasa es ejemplo para tus hijos de
que hacer o no ante determinadas situaciones.

4) Respeta su individualidad y pon límites con amabilidad.

Hay decisiones que no nos van a gustar, es una ley de la vida que en el momento que un ser
humano empieza a tomar decisiones habrá algunas que no nos gusten, aveces podemos
dejarlo pasar, a veces tenemos que intervenir, por ejemplo, mi hija quiere una paleta de
hielo, pero no quiere comer, pero le podemos explicar que una paleta de hielo no es una
opción saludable para la comida, tal vez pueda comer un poco de sopa o alguna otra cosa, y
tomar la paleta después de la comida.

5) Revisa las opciones

A veces si un niño pequeño tienen demasiadas opciones puede confundirse, limítalas un poco
según la edad y las que pueda manejar tu niño, conforme crezcan, ellos ya podrán manejar
más opciones y más consecuencias.

6) Apóyalos pero no los rescates

A nadie nos gusta ver a nuestros hijos tomar una mala decisión, que fracasen o sentir su
frustración pero no es bueno para ellos si SIEMPRE intervenimos y salvamos el día, ojo que
digo SIEMPRE, no estoy diciendo que miremos impávidos a nuestros hijos mientras sufren o
mas si nos piden ayuda. Hay que apoyarlos, impulsarlos y esperar que ellos lo arreglen, si
vemos que definitivamente no podrán o es imperativo que hagamos algo intervenimos.
Las frustraciones también son un momento de mucho aprendizaje, aprendemos como no
salen bien las cosas, y hay que aprovecharlo.

7) Da un paso atrás y confía

Para que nuestros hijos tomen buenas decisiones, tenemos que dar un paso atrás y dejarlos
tomarlas. Esta es una forma de criar niños seguros y competentes, estas pequeñas
elecciones, como que camiseta llevar, el color de los tenis son las oportunidades que nos
ayudarán a construir confianza cuando tengan que tomar decisiones mas grandes.
Expectativas realistas, de acuerdo a la madurez de cada niño en particular, muchísimo apoyo,
darles un espacio donde puedan encontrar, hacer y crear soluciones, darles seguridad y
hacerles saber con nuestras palabras y actitudes que confiamos en ellos y su capacidad de
elegir bien.