Вы находитесь на странице: 1из 9

RESPONSABILIDAD CIVIL Y CÁLCULO DE INDEMNIZACIONES.

INTERESES DE
DEMORA

A) Regulación

Para evitar la pérdida de valor del crédito que se ostenta frente al o a los responsables
de un pago la Ley impone intereses a quienes se demoren en el cumplimiento. El artículo
1108 del CC indica con carácter general que si la obligación consiste en el pago de una
cantidad de dinero y el deudor incurriere en mora, la indemnización de daños y perjuicios,
no habiendo pacto en contrario, consistirá en el pago de los intereses convenidos y, a falta
de convenio, en el interés general. Y si ha existido reclamación y se ha resuelto por vía
judicial, el artículo 576.1 de la LEC hace constar que desde que fuera dictada, en primera
instancia, toda sentencia o resolución judicial que condene al pago de una cantidad de
dinero líquida determinará, en favor del acreedor, el devengo de un interés anual igual al
del interés legal del dinero incrementado en dos puntos o el que corresponda por pacto de
las partes o por disposición especial de la Ley.

El interés legal del dinero fijado hasta el 31 de diciembre de 2011 por la disposición
adicional decimoctava de la Ley de Presupuestos Generales del Estado es del 4%.

En materia de seguros y también de accidentes de circulación se ha impuesto una


regla aún más rigurosa en el caso de dilación en el pago de la indemnización con el fin de
evitar retrasos injustificados y confrontaciones judiciales innecesarias. Esta regla especial
afectará sólo a la Compañía de seguros como responsable solidaria (o única en el caso
de acción directa), pero no al causante del accidente ni al propietario del vehículo.

El artículo 9 de la LRCySCVM regula esta mora del asegurador y establece que: "Si el
asegurador incurriese en mora en el cumplimiento de la prestación en el seguro de
responsabilidad civil para la cobertura de los daños y perjuicios causados a las personas
o en los bienes con motivo de la circulación, la indemnización de daños y perjuicios
debidos por el asegurador se regirá por lo dispuesto en el 20 de la LCS, con las siguientes
singularidades:
a) No se impondrán intereses por mora cuando el asegurador acredite haber
presentado al perjudicado la oferta motivada de indemnización a que se refieren los
artículos 7.2 y 22.1 de esta Ley, siempre que la oferta se haga dentro del plazo previsto
en los citados artículos y se ajusten en cuanto a su contenido a lo previsto en el artículo
7.3 de esta Ley.

La falta de devengo de intereses de demora se limitará a la cantidad ofertada y


satisfecha o consignada.

b) Cuando los daños causados a las personas hubiesen de sufrirse por éstas durante
más de tres meses o su exacta valoración no pudiera ser determinada a efectos de la
presentación de la oferta motivada a que se refiere el párrafo a) de este artículo, el órgano
jurisdiccional correspondiente, a la vista de las circunstancias del caso y de los
dictámenes e informes que precise, resolverá sobre la suficiencia o ampliación de la
cantidad ofrecida y consignada por el asegurador, atendiendo a los criterios y dentro de
los límites indemnizatorios fijados en el anexo de esta Ley. Contra la resolución judicial
que recaiga no cabrá recurso alguno. En este caso, el artículo 18 del RRCSCVM ofrece
también la solución de dar una respuesta motivada con pagos parciales y el compromiso
de presentar oferta motivada cuando se cuantifique el daño.

c) Cuando, con posterioridad a una sentencia absolutoria o a otra resolución judicial


que ponga fin, provisional o definitivamente, a un proceso penal y en la que se haya
acordado que la suma consignada sea devuelta al asegurador o la consignación realizada
en otra forma quede sin efecto, se inicie proceso civil en razón de la indemnización debida
por el seguro, será aplicable lo dispuesto en el artículo 20.4 de la LCS, salvo que
nuevamente se consigne la indemnización dentro de los 10 días siguientes a la
notificación al asegurado del inicio del proceso".

Y el referido artículo 20 de la Ley de Contrato de Seguro reitera y pormenoriza las


obligaciones extraordinarias de las aseguradoras en materia de intereses: "Si el
asegurador incurriere en mora en el cumplimiento de la prestación, la indemnización de
daños y perjuicios, no obstante entenderse válidas las cláusulas contractuales que sean
más beneficiosas para el asegurado, se ajustará a las siguientes reglas:
1.º Afectará, con carácter general, a la mora del asegurador respecto del tomador del
seguro o asegurado y, con carácter particular, a la mora respecto del tercero perjudicado
en el seguro de responsabilidad civil y del beneficiario en el seguro de vida.

2.º Será aplicable a la mora en la satisfacción de la indemnización, mediante pago o


por la reparación o reposición del objeto siniestrado, y también a la mora en el pago del
importe mínimo de lo que el asegurador pueda deber.

3.º Se entenderá que el asegurador incurre en mora cuando no hubiere cumplido su


prestación en el plazo de tres meses desde la producción del siniestro o no hubiere
procedido al pago del importe mínimo de lo que pueda deber dentro de los cuarenta días
a partir de la recepción de la declaración del siniestro.

4.º La indemnización por mora se impondrá de oficio por el órgano judicial y consistirá
en el pago de un interés anual igual al del interés legal del dinero vigente en el momento
en que se devengue, incrementado en el 50 por ciento; estos intereses se considerarán
producidos por días, sin necesidad de reclamación judicial.

No obstante, transcurridos dos años desde la producción del siniestro, el interés anual
no podrá ser inferior al 20 por ciento.

5.º En la reparación o reposición del objeto siniestrado la base inicial de cálculo de los
intereses será el importe líquido de tal reparación o reposición, sin que la falta de liquidez
impida que comiencen a devengarse intereses en la fecha a que se refiere el apartado 6.º
subsiguiente. En los demás casos será base inicial de cálculo la indemnización debida, o
bien el importe mínimo de lo que el asegurador pueda deber.

6.º Será término inicial del cómputo de dichos intereses la fecha del siniestro.

No obstante, si por el tomador del seguro, el asegurado o beneficiario no se ha


cumplido el deber de comunicar el siniestro dentro del plazo fijado en la póliza o,
subsidiariamente, en el de siete días de haberlo conocido, el término inicial del cómputo
será el día de la comunicación del siniestro.
Respecto del tercero perjudicado o sus herederos lo dispuesto en el párrafo primero de
este número quedará exceptuado cuando el asegurador pruebe que no tuvo conocimiento
del siniestro con anterioridad a la reclamación o al ejercicio de la acción directa por el
perjudicado o sus herederos, en cuyo caso será término inicial la fecha de dicha
reclamación o la del citado ejercicio de la acción directa.

7.º Será término final del cómputo de intereses en los casos de falta de pago del
importe mínimo de lo que el asegurador puede deber, el día en que con arreglo al número
precedente comiencen a devengarse intereses por el importe total de la indemnización,
salvo que con anterioridad sea pagado por el asegurador dicho importe mínimo, en cuyo
caso será término final la fecha de este pago. Será término final del plazo de la obligación
de abono de intereses de demora por la aseguradora en los restantes supuestos el día en
que efectivamente satisfaga la indemnización, mediante pago, reparación o reposición, al
asegurado, beneficiario o perjudicado.

8.º No habrá lugar a la indemnización por mora del asegurador cuando la falta de
satisfacción de la indemnización o de pago del importe mínimo esté fundada en una
causa justificada o que no le fuere imputable.

9.º Cuando el Consorcio de Compensación de Seguros deba satisfacer la


indemnización como fondo de garantía, se entenderá que incurre en mora únicamente en
el caso de que haya transcurrido el plazo de tres meses desde la fecha en que se reclame
la satisfacción de la indemnización sin que por el Consorcio se haya procedido al pago de
la misma con arreglo a su normativa específica, no siéndole de aplicación la obligación de
indemnizar por mora en la falta de pago del importe mínimo. En lo restante, cuando el
Consorcio intervenga como fondo de garantía, y, sin excepciones, cuando el Consorcio
contrate como asegurador directo, será íntegramente aplicable el presente artículo.

10.º En la determinación de la indemnización por mora del asegurador no será de


aplicación lo dispuesto en el artículo 1108 del Código Civil, ni lo preceptuado en el párrafo
cuarto del artículo 921 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, salvo las previsiones contenidas
en este último precepto para la revocación total o parcial de la sentencia".

B) Consignación
Para evitar la imposición de intereses, o bien se paga la indemnización antes de que
hayan transcurrido tres meses desde la fecha del siniestro o, si ello no es posible porque
exista litigio o porque no se ha podido concretar la cuantía, se debe proceder a la
consignación. La regulación de oferta y respuesta motivada da a la consignación un
carácter accesorio para los supuestos en que no se acepta la oferta.

1.º Que se declare la suficiencia de la cantidad consignada o, cuando menos, que no


exista oposición o alegación en contra del perjudicado.

2.º Que se ponga a disposición del perjudicado.

Si no se dieran estas premisas la sentencia que finalmente se dicte podría imponer los
intereses moratorios por ese tiempo intermedio, por lo menos, respecto a la diferencia
entre la cantidad fijada como indemnización y la consignada.

La SAP de Cáceres de 15 de noviembre de 2005 hace un estudio exhaustivo de esta


cuestión: "Por tal motivo, la doctrina jurisprudencial mayoritaria se decanta por considerar
que la consignación liberatoria de la penalidad derivada de la mora del asegurador ha de
ser una consignación solutoria o en pago. Así, y como meros ejemplos obviamente no
exhaustivos, podemos citar la sentencia de la AP Valladolid, Sección 2.ª de 10 de mayo de
2003, Ponente Torre Aparicio ("La consignación realizada por la aseguradora en junio de
2001 no puede tener el efecto, que ella pretende, de liberarse de esos intereses
moratorios ya que no se hizo con finalidad de pago, oponiéndose expresamente la parte a
que se entregase dicha cantidad a los perjudicados en su momento pidiendo que debían
quedar consignadas únicamente a efectos de enervar los intereses y a las resultas del
juicio. Esta interpretación, explicitada en el auto de esta Sala de fecha 4 de diciembre de
2001 que resolvió el incidente surgido sobre este particular en las actuaciones, no es
novedosa sino que viene siendo sustentada desde los últimos años de forma reiterada y
pacífica por esta Sala. De ahí que tal planteamiento, aunque sea legítimo por la parte, no
tiene virtualidad para liberarse del interés moratorio pues en definitiva no se está poniendo
a disposición de las víctimas las indemnizaciones a que viene obligado en el plazo de los
tres meses marcados en la Ley"); la Sentencia de la AP de Ciudad Real, sec. 1.ª de 29 de
mayo de 2003, ponente Torres Fernández de Sevilla ["Esta consignación, prevista en el
artículo 20 de la Ley de Contrato de Seguro y disposición adicional de la Ley sobre
Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos de Motor, es una
consignación para pago, al menos del importe mínimo de lo que pueda deber (artículo
20.3.º), que en las lesiones de más de tres meses ha de ir acompañada de Auto en el que
el Juez se pronuncie sobre su suficiencia (Disposición Adicional, párrafo 2.º), y se erige en
pieza clave del sistema. Así, cuando se produce, y se hace además con esta finalidad, el
proceso y la decisión final, caso de oposición del acreedor a recibirla, gira en torno a si tal
consignación produjo o no efectos liberatorios, por estar bien o mal hecha (artículos 1176
a 1181 del Código Civil), con la consecuencia, en el primer caso, de declarar que el
acreedor no tiene otro derecho que a retirar la consignación como pago íntegro, y en el
segundo, de declarar la ineficacia de tal consignación"]; o la Sentencia de la AP Sevilla,
sec. 8.ª de 25 de junio de 2003, ponente Márquez de Prado y Pérez ("la consignación no
se efectuó como exigen el precepto citado y los artículos 1157 y 1176 y siguientes del
Código Civil, pues no cabe duda que el primer precepto citado, regula el pago o
consignación con la finalidad de resarcir lo antes posible al perjudicado, y no con la sola
intención de poner fin a la posible mora, lo que exige que lo consignado se ponga a
disposición de aquél, ya que en otro caso estaríamos en presencia de un simple depósito
que no impediría la aplicación de los intereses cuestionados").

Existe, cómo no, alguna postura intermedia, como la mantenida por la AP Baleares,
Sec. 2.ª, en su Sentencia de 22 de mayo de 2003, ponente Calderón Susín: "Las posturas
al respecto son encontradas porque, frente a quienes estiman que la consignación
referida en el artículo 20 de la Ley de Contrato de Seguro es el simple depósito judicial de
una cantidad (sin correlativo ofrecimiento de pago), los hay que sostienen lo contrario, o
sea, que la consignación necesariamente ha de hacerse con fines solutorios,
fundamentándose en una interpretación sistemática de aquellas disposiciones (las del
dicho artículo 20), al ponerlas en relación con las que se contienen en el Código Civil
(respecto de la consignación). En esa Sala venimos manteniendo que debe buscarse la
solución caso por caso, sin necesidad de radicalizarse en una u otra postura,
admitiéndose que en determinados supuestos la entidad aseguradora pueda oponerse a
la entrega del dinero consignado (como ocurrirá, por ejemplo, cuando la negativa tenga
una base sólida, y no si se reputa injustificada, infundada o basada en una endeble o fútil
argumentación)".

La postura de esta Sala es clara en este particular: La consignación que evita que el
asegurador incurra en mora es la consignación solutoria o en pago, al igual el aval
solidario de duración indefinida y pagadero a primer requerimiento emitido por entidad de
crédito o sociedad de garantía recíproca o el medio que, a juicio del tribunal, garantice la
inmediata disponibilidad, en su caso, de la cantidad consignada, han de ser otorgados a
favor del perjudicado (y no a favor del Juzgado como erróneamente consideran algunos),
refiriéndose la expresión legal "en su caso" no al caso de que se declare la
responsabilidad de la aseguradora por resolución judicial como dice la recurrente, sino al
caso de que el perjudicado solicite que se le haga entrega de la cantidad avalada o cuya
disponibilidad ha sido garantizada.

Señala la aseguradora recurrente que la ley lo que quiere es que la posible


indemnización que pueda resultar del accidente de tráfico salga del patrimonio de la
aseguradora para entregar de manera inmediata al perjudicado; no es así, pues nada
gana el perjudicado por el hecho de que la aseguradora tenga inmovilizado un capital que
sólo produce intereses a favor del Estado en la Cuenta de Consignaciones o abone las
comisiones de un aval, puesto que no es previsible que, condenada una aseguradora, no
haga efectiva de inmediato la condena. Lo que la ley quiere es que el perjudicado reciba
su indemnización cuanto antes y, por tal motivo, fija unos intereses punitivos para el caso
de que ésta no sea percibida en el plazo legalmente marcado. No hay ninguna diferencia
sustancial entre la Disposición Adicional de la Ley 30/1995 y el artículo 20 de la ley del
Contrato de Seguro; tan solo especialidades derivadas del hecho de que, normalmente,
en los tres meses siguientes al accidente ya hay un juzgado conociendo del asunto
(regulando la posibilidad de consignación en ese juzgado y sus peculiaridades) así como
que, también en multitud de ocasiones, en ese plazo no es posible conocer el alcance de
los perjuicios (fijando reglas de "suficiencia" que eviten la mora aunque la indemnización
final difiera de la provisionalmente abonada en ese momento) y de la posibilidad de que el
procedimiento penal en que se consignó en forma legal no acabe en resolución
condenatoria y deba acudirse a otro civil (estableciendo cuándo debe consignar la
compañía en éste para no perder el beneficio de la falta de mora que había obtenido en el
primero). Al margen de estas especialidades en nada se diferencian ambos preceptos (y
de hecho uno se remite al otro) por lo que la esencia de la exención de la mora sigue
siendo el cumplimiento de su prestación por parte de la aseguradora".

C) Imposición transcurridos dos años

Tradicionalmente han existido dos posturas:


1.ºTeoría del tramo único: el interés moratorio del 20% se aplica automáticamente, una
vez transcurrido el segundo año, desde la fecha del siniestro. Los partidarios de esta
teoría alegaban razones sancionadoras y disuasorias para las compañías de seguros. El
legislador buscó de esta manera una rápida y eficaz reparación de los daños y perjuicios
derivados de la circulación de vehículos a motor, razón por la que se impuso a las
aseguradoras un deber especial de diligencia en el pago, con la consecuencia de que si
no se cumplía dentro de los tres meses siguientes a la producción del accidente o no se
consignaba y transcurrían más de dos años sin haberlo realizado los intereses de demora
serían al menos del 20% desde la fecha del accidente y no a partir de los dos años. Y si el
tiempo transcurrido fuera inferior a los dos años se aplicaría sólo el del interés legal del
dinero incrementado en un 50%.

2.ºTeoría del doble tramo: hasta los dos años se devengará el interés legal del dinero
incrementado en un 50% y transcurrido este tiempo se aplicará, por lo menos, el 20%. Los
intereses se devengarán por días cualquiera que fuera el tipo aplicable, lo que impide una
aplicación retroactiva por cuanto ello supondría modificar los ya devengados en los dos
años anteriores, aplicando únicamente el más gravoso a partir del tercer año. Este criterio
tiene en cuenta el carácter restrictivo con el que ha de interpretarse toda norma
sancionadora, y la literalidad del término "transcurridos", en conexión con la expresión de
futuro "no podrá ser", ambas del artículo 20.4 de la LCS, indicativa de que sólo entonces,
cumplidos los dos primeros años y a partir del primer día del tercero, es cuando se
produce el agravamiento del interés.

Defendiendo cada una de estas posturas han corrido ríos de tinta y se han dictado
numerosas resoluciones en ambos sentidos, manteniendo unas una teoría y otras la
contraria, con igual énfasis.

Afortunadamente, por lo que supone de trato igualitario a todos los ciudadanos con
independencia de dónde sean juzgados, el pleno de la Sala de lo Civil del Tribunal
Supremo ha puesto fin a esta discusión con la Sentencia 251/2007, de 1 de marzo, que
fija definitivamente la doctrina de esta Sala sobre el devengo y cuantía de los intereses
moratorios previstos en el artículo 20 de la LCS: "Durante los dos primeros años desde la
producción del siniestro, la indemnización por mora consistirá en el pago de un interés
anual igual al del interés legal del dinero al tipo vigente cada día, que será el
correspondiente a esa anualidad, incrementado en un 50 por ciento. A partir de esa fecha
el interés se devengará de la misma forma, siempre que supere el 20 por ciento, con un
tipo mínimo del 20 por ciento, si no los supera, y sin modificar por tanto los ya
devengados diariamente hasta dicho momento". Esta doctrina se mantiene en la STS
116/2009, (Sala 1.ª) de 25 de febrero y en la STS 333/2009, (Sala 1.ª) de 19 de mayo.

Вам также может понравиться