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María Josefa Mujia fue una de las primeras poetas románticas de Bolivia que escribió en el siglo XIX a pesar de quedar ciega a los 14 años. Adela Zamudio fue una poetisa y activista boliviana del siglo XIX que luchó por la igualdad de género y la emancipación de la mujer a través de su enseñanza y poesía.
María Josefa Mujia fue una de las primeras poetas románticas de Bolivia que escribió en el siglo XIX a pesar de quedar ciega a los 14 años. Adela Zamudio fue una poetisa y activista boliviana del siglo XIX que luchó por la igualdad de género y la emancipación de la mujer a través de su enseñanza y poesía.
María Josefa Mujia fue una de las primeras poetas románticas de Bolivia que escribió en el siglo XIX a pesar de quedar ciega a los 14 años. Adela Zamudio fue una poetisa y activista boliviana del siglo XIX que luchó por la igualdad de género y la emancipación de la mujer a través de su enseñanza y poesía.
La Metodología de la investigación lingüística ofrece un análisis del valor
formativo de la investigación en el campo educativo como proceso riguroso, reflexivo, cuidadoso, metódico y sistematizado en el que se intenta resolver problemas de modo que se obtenga el conocimiento organizado de la realidad objeto de estudio. Pretende contemplar de una manera integrada los contenidos, poniendo énfasis no tano en la adquisición de conocimientos puramente conceptuales sino en la capacitación del estudiantes para la realización concreta de las tareas que le introduzcan en el método científico indicándoles el camino que ha de realizar para llevar a cabo la indagación y las técnicas que precisa para recorrerlo. Así mismo es necesario seguir unas fases, ya conocidas, estas son:
1) Planteamiento del problema,
2) Formulación de la hipótesis
3) Validación de la hipótesis
4) Generalización de los resultados a través de, ejemplo, tratamientos estadísticos
o descripción y explicación de los datos a través, x ejemplo, de un análisis de contenido
5) Planteamiento de nuevos problemas.
Así en concordancia con las tendencias actuales de los métodos de investigación,
se prepara al estudiante para que sea capaz de dominar cada una de las técnicas de investigación para saber decidir en cada caso la más óptima y habituarse a trabajar con las herramientas básicas de las que dispone el investigador.
La Metodología de la investigación lingüística constituye una reflexión teórica
sobre la actividad propia de la ciencia lingüística y los productos resultantes de esta actividad tanto desde un punto de vista sincrónico como diacrónico Biografía de María Josefa Mujia
María Josefa Mujia nació en Chuquisaca
(Bolivia) en 1812 y falleció en 1888. Se la considera una de las primeras mujeres que cultivó la poesía romántica en su tierra y su obra se encuentra enmarcada en lo que se conoce como Romanticismo en el siglo XIX. Su nombre se encuentra a la altura de otros prestigiosos como el de Néstor Galindo, Ricardo Mujía, Adela Zamudio y Nataniel Aguirre. Una de las cosas por las que se la ha valorado más ha sido su fortaleza para continuar escribiendo pese a las innumerables complicaciones a las que debió enfrentarse; cabe mencionar que en Bolivia se la conoce como la Alondra del dolor. Cuando tenía sólo 14 años quedó ciega; pese a ello, cultivó un mundo exquisito y bello que supo mostrar al mundo a través de sus poesías.
Biografía de Adela Zamudio
(La Paz, 1854 - Cochabamba, 1928)
Poetisa boliviana. Como homenaje y reconocimiento a su labor en pro de la igualdad de géneros, Bolivia celebra el día de la mujer en la fecha de su nacimiento (el 11 de octubre). La constante evocación de su activismo, sin embargo, no ha llegado a oscurecer el valor intrínseco de su obra poética, que se sitúa en la transición del romanticismo al modernismo
Entre su dedicación a la enseñanza y su actividad literaria, Adela Zamudio
desarrolló una significativa labor sociocultural en pro de la emancipación intelectual y social de la mujer. Dirigió la primera escuela laica de Bolivia en La Paz, y fundó asimismo la primera escuela de pintura para mujeres (1911) y posteriormente para niños, en uno de los arrabales de la capital.
Junto su actividad docente, repartida entre el magisterio y la pintura, a las que
dedicó numerosos estudios y conferencias, Adela Zamudio luchó con firmeza por la emancipación social e intelectual de la mujer, por dar prestigio a la idea de feminidad; y aunque su rebeldía estuvo inextricablemente ligada a unos altos principios cristianos, fue combatida de forma feroz tanto por las autoridades eclesiásticas como por las civiles, hasta suscitar una célebre polémica nacional en la pacata sociedad boliviana que le valió el solidario apoyo de gran parte de los mayores escritores de su país.
Sus inicios creativos fueron la publicación de algunos poemas bajo el seudónimo
de «Soledad», con una lírica fluida en la que aparecían la naturaleza y los sentimientos como temas principales, elementos que después terminaron por ser fundamentales en su obra, donde supo expresarse sirviéndose de todos los géneros y formas retóricas. Las primicias poéticas de la autora, al igual que las de la poetisa cubana Juana Borrero, sorprenden por su precocidad: a los dieciséis años había publicado su primer poema, titulado Dos Rosas (1860). El lugar más destacado entre la producción poética de Zamudio lo ocupa la obra Ensayos poéticos, publicada en Buenos Aires en 1887, con un prólogo de Juan José García Velloso. En las veinticuatro composiciones contenidas en este poemario aparecen reflejados todos los temas recurrentes de la escritora -la vida, la naturaleza, las cuestiones filosóficas, los sentimientos y la mujer-, expresados en el estilo armonioso y espontáneo que caracterizaron una escritura entre tierna y pesimista, aunque también altiva y rebelde. Su siguiente libro de poemas, Ráfagas, se publicó en París en 1913. Como culminación de su trayectoria literaria, la poetisa fue reconocida como «la más elevada exponente de la cultura femenina» por el presidente de la República, en un homenaje celebrado en 1926; muchos de sus poemas merecieron también el honor de ser musicados y cantados por el pueblo. Obtuvo así el reconocimiento que también alcanzaron, en un periodo de la lírica hispanoamericana sumamente fértil en voces femeninas, otras poetisas como la dominicana Salomé Ureña, la argentina Alfonsina Storni, la salvadoreña Claudia Lars y las uruguayas María Eugenia Vaz Ferreira, Delmira Agustini y Juana de Ibarbourou.
El año 1926 el gobierno la coronó en justo reconocimiento a su obra literaria.
Adela Zamudio, murió en Cochabamba (Bolivia), el 2 de junio del año 1928 a la edad de 74 años