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MATERIA
DOCENTE I
ELABORADO POR:
KATHERINE ALVARADO 4-771- 835
LEONELA GARCIA 1-725-1259
ALLERSHA CHIU 1-710-1067
ZUJEIDY QUIROZ 1-739-2393
PRES#12
PROFESORA:
MERCEDES AGUIRRE
FECHA DE ENTREGA
15 DE JUNIO DE 2018
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Introducción
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INDICE
Introducción ............................................................................................................. 2
CONCLUSIONES.................................................................................................. 19
BIBLIOGRAFÍA. .................................................................................................... 20
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LA JORNADA DE EVALUACIÓN Y PRÁCTICA DOCENTE
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No se puede decir que nos falten datos. Todo lo contrario. Podemos hablar
de un gran y complejo sistema de evaluación que actúa sobre todos los niveles
del sistema educativo (macro, meso y micro) y en el que todas las partes están
relacionadas. Una prueba como PISA puede acabar determinando la
metodología de enseñanza de un maestro en un pequeño colegio rural. Una
reválida o una prueba como la Selectividad determina no sólo los contenidos
sino las formas de enseñar y aprender de un todo un curso como 2º
Bachillerato. Por eso hablar de evaluación para el aprendizaje (la evaluación
entendida como un instrumento para la mejora de los aprendizajes de los
alumnos) requiere entender y atender todo el sistema.
El siguiente texto es una reflexión que responde a la invitación que recibí del
grupo de trabajo Avaluar per aprendre de la Asociación de maestros Rosa
Sensat para acompañarles en la Jornada sobre el evaluación formativa que
organizaron en Barcelona el pasado sábado 19 de noviembre. Desde aquí
aprovecho para mostrarles mi agradecimiento por su invitación y por su
calurosa acogida, así como darles la enhorabuena por la jornada. Fue un gran
honor y un enorme reto. Incluyo al final la presentación que utilicé: El fin de la
evaluación.
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¿Es la evaluación importante para el proceso de enseñanza/aprendizaje?
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Evaluar es importante
El fin de la evaluación
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es un buen evaluador. Y también, que un buen aprendiz es alguien capaz
de evaluar y evaluarse.
Pero la evaluación no debe ser nunca el momento final de un proceso. La
evaluación no es el objetivo sino el medio. El fin de la evaluación no es ser el
fin de nada. No debe ser el producto sino el comienzo de un proceso más rico
y fundamentado (Miguel Ángel Santos Guerra. Una Flecha en la diana).
Cuando evaluamos, por tanto, no sólo deberíamos estar interesados en saber
si se han alcanzado los fines buscados sino por qué no o por qué sí se han
conseguido.
La evaluación no es neutra
Evaluar no es un proceso técnico sino ético. La evaluación no es neutra,
tampoco lo es la educación, por cierto. No existe algo así como una evaluación
objetiva. No podemos despojar a la evaluación, como algunos pretenden, de
sus dimensiones éticas, políticas y sociales. “Es una actividad social marcada
por valores y no hay nada que se parezca a una evaluación independiente de
las culturas; la evaluación no mide objetivamente lo que hay, sino que crea y
configura lo que mide: es capaz de componer personas; la evaluación influye
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directamente en lo que aprendemos y en cómo lo aprendemos y puede limitar
o promover el aprendizaje”, sostiene Gordon Stobart en su
recomendable Usos y abusos de la evaluación (Morata. 2010).
La evaluación determina nuestra forma de vernos como aprendices y
como personas. La evaluación, en forma de tests y exámenes, tiene un
amplio poder para configurar la manera que tienen las sociedades, los grupos y
los individuos de entenderse a sí mismos y de aprender.
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Evaluar la educación
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La evaluación puede servir para muchas
Miguel Ángel Santos Guerra, por su parte, las agrupa en cuatro funciones:
1. La función formativa; 2. La función sumativa para la selección y la
certificación; 3. La psicológica o sociopolítica para buscar la motivación e
incrementar el conocimiento y 4. La administrativa para ejercer la autoridad.
Y si bien es cierto, como acabamos de ver, que muchas de estas finalidades
nos vienen impuestas por el propio sistema educativo también lo es que en el
aula elegir entre una función formativa y otra sumativa o combinar ambas
depende en gran parte de nosotros como docentes.
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LA PRÁCTICA DOCENTE
Por lo tanto, es preciso descubrir los principios y valores que posee el docente,
el sentido de pertenencia y el grado de compromiso moral y ético necesario
para proyectar su visión hacia una práctica eficiente; además se requiere
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comprender que factores intervienen para lograrla, contextualizar el entorno y
como se promueve la creatividad para maximizar los recursos, combinados con
las estrategias para el aprendizaje que utiliza durante la práctica educativa.
En el siglo XXI el rol del docente no se define solamente por su saber o sus
competencias, sino esencialmente por aportar pautas de reflexión para pensar
y actuar las relaciones entre el sujeto y el entorno social, El marco de la
Enseñanza para la Comprensión, desarrollado en un proyecto de investigación
del Proyecto Cero a comienzos de los años 90, enlaza lo que Perkins (2006)
ha llamado los "Cuatro pilares de la pedagogía" con cuatro elementos de
planeación e instrucción:
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¿Es evidente el impacto de los diferentes niveles de formación de los maestros
en sus clases? Pareciera que no. Los estudiantes siguen recibiendo clases
aburridas, descontextualizadas, alejadas de sus sentires y sobre todo la
escuela, cada día se aleja más de las necesidades de su comunidad
convirtiéndose en unos saberes y unas prácticas cada día más cuestionadas.
Entendemos que estos procesos de formación permanente no tienen la
suficiente fuerza de transformación porque en su mayoría son entendidos
como instancias puntuales de capacitación y no logran romper con los
supuestos del modelo pedagógico tradicional en los que los maestros fueron
formados anteriormente.
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que ha acumulado durante sus años de aprendizaje, tanto durante la carrera
como, paralelamente, fuera de ella. La práctica docente bien enfocada puede
despertar en el alumnado algo tan importante y positivo como la necesidad de
aprender y el gusto por buscar nuevos retos dentro de los estudios.
En definitiva, esto quiere decir que el profesor y el alumno van por el mismo
camino de forma paralela y que estos dos elementos se retroalimentan. Por un
lado el profesor aumenta los conocimientos del alumno y, por otro lado, el
alumno también, de alguna forma, enseña al profesor. La práctica docente
también implica que el profesor se ha de adaptar al tipo de colegio, alumnado,
etc., en el que va a ejercer su trabajo.
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función compleja, de clara significación social cuyo sentido y significado no
está claramente definido en tanto hay tantos conceptos relativos e ella como
concepciones acerca de la educación podamos encontrar” (Suñer, pág. 128).
Cada evento de la práctica educativa es un motivo para entender, comprender,
analizar y reflexionar, porque dependerá del lugar, espacio, tiempo, posición en
la que se encuentran cada uno de los actores para interpretar o reinterpretar el
hacer de la práctica docente en la vida cotidiana.
El espacio educativo es un lugar de conflicto en el que se juegan luchas de
poder y donde las pulsiones personales o formativas no se hacen esperar
cuando las relaciones entre los sujetos se dan. La posición de cada uno de
ellos le hacen actuar desempeñando diferentes roles según momentos y
espacios, también haciendo diferencias entre unos y otros por el vínculo
afectivo o laboral en el que se encuentren y, son ahí donde las palabras con
los discursos de cada uno de los sujetos cobran sentido. “Los trabajos de
Agnes Heller sobre la vida cotidiana, con su esfuerzo por rescatar las tramas
de sentidos cotidianos, donde los sentimientos y las emociones tienen un
enorme peso” (Cullen, 2007, pág. 15), los significados que cada uno de los
docentes posea respecto a la práctica docente no se hacen esperar ya que
determina el tipo de acciones que realiza en el actuar regulado por lo que cada
profesor cree, sabe y supone.
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CONCLUSIONES
Por otra parte La evaluación es un proceso que tiene por objeto determinar en
qué medida se han logrado los objetivos previamente establecidos, que supone
un juicio de valor sobre la programación establecida, y que se emite al
contrastar esa información con dichos objetivos.
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BIBLIOGRAFÍA.
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