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Unidad 3
Obligaciones
Sesión 5
El deber jurídico y la obligación
Texto de apoyo
Módulo 3. Persona, familia, bienes y sucesiones
Unidad 3. Obligaciones
Sesión 5. El deber jurídico y la obligación
Texto de apoyo
Índice
Presentación.......................................................................................................................................... 3
Las obligaciones en el Derecho Romano ............................................................................................... 4
Schuld y haftung ................................................................................................................................ 6
Elementos de las obligaciones en Derecho Romano.......................................................................... 7
Clasificación de las obligaciones ........................................................................................................ 8
Fuente de las obligaciones en el Derecho Romano ......................................................................... 11
Obligaciones en el derecho contemporáneo ........................................................................................ 13
Elementos de la obligación............................................................................................................... 14
Clasificación de las obligaciones ...................................................................................................... 16
Modalidades de las obligaciones ......................................................................................................... 17
Obligaciones condicionales .............................................................................................................. 18
Obligaciones de plazo ...................................................................................................................... 19
Obligaciones respecto al modo o carga............................................................................................ 22
Modalidades que afectan al objeto ................................................................................................... 23
Obligaciones conjuntivas .............................................................................................................. 23
Obligaciones alternativas .............................................................................................................. 23
Obligaciones facultativas .............................................................................................................. 24
Modalidades que afectan a los sujetos ................................................................................................ 24
Mancomunidad ............................................................................................................................. 24
Solidaridad.................................................................................................................................... 26
Cierre................................................................................................................................................... 26
Fuentes de consulta ............................................................................................................................ 27
Presentación
Desde el inicio de la ciencia jurídica y de su objeto de estudio –el derecho–, se pueden reconocer de
manera inmediata los términos obligación y, por supuesto, derecho, con los cuales no es posible
entender al mundo jurídico; por lo que, en la labor formativa del futuro abogado, es indispensable
adentrarse en la definición y la evolución del concepto obligatio iuris (como en un primer momento se
le conoce), advirtiendo las influencias germánicas posteriores del schuld y el haftung, que se verían
enriquecidas por la tradición jurídica francesa en el caso específico de los Estados Unidos Mexicanos.
Con el estudio particularizado del concepto, se habrán de derivar los estudios correspondientes a las
fuentes de la obligación desde el legado histórico, en específico de los pensadores y jurisconsultos
romanos, en la incorporación realizada por Gayo y Justiniano y de los vocablos resultantes en
latinismos que hasta la fecha la legislación mexicana no sólo contempla sino aplica en la solución de
casos concretos.
Las instituciones del corpus iuris civilis del Derecho Romano constituyen la médula de derechos y
obligaciones tanto en la doctrina como en la legislación contemporáneas. El origen del concepto
obligaciones nace en el campo del Derecho Penal, toda vez que la víctima tenía un derecho de
venganza en contra del infractor, es decir, cada familia, cada grupo se hacía justicia por propia mano
que, en muchos de los casos era más grave la venganza al ejercitar la reacción, que la propia ofensa.
Por lo que surgió la necesidad de limitar la venganza, creándose así la Ley del Talión, que se resume
en la vieja fórmula: “Ojo por ojo y diente por diente”, lo cual significó que el ofendido sólo tenía derecho
equivalente al de la magnitud del daño que hubiere sufrido.
Con el tiempo, el ofensor podría comprar al ofendido o a su familia el derecho de venganza, lo que
entrañaba un pago. Si el ofensor lo realizaba en forma inmediata se extinguía la obligación, pero como
en pocas ocasiones el pago no se efectuaba, se requirió instrumentar un procedimiento de tal
prestación. Entonces, un miembro de la familia quedaba ob-ligatus, o sea “atado” o “ligado” en la
domus (casa) de la víctima en calidad de rehén. En esta forma, la obligación antigua era una “atadura”,
o sea, “en garantía del cumplimiento y prestaciones nacidas de delito”, como nos recuerda el Maestro
Guillermo Floris Margadant (1985:308). De lo anterior se infiere que existía una equiparación entre un
delincuente y una persona que incumplía una legislación civil. Tanto el delincuente como el que pedía
un préstamo monetario respondían con su propia persona y eran reducidos a condición servil.
Al establecerse que en primer lugar debía pedirse el pago y que solamente faltando éste el acreedor
podría accionar la vía ejecutoria sobre la persona, por primera vez la obligatio (garantía del pago
futuro) tomó un significado eminentemente patrimonial, por lo que se hizo objeto de la acción y del
pago, no así del corpus y, así, la reducción a la condición servil se tradujo en una institución del
procedimiento ejecutivo, resultante en la acción directa contra la persona.
Los tratadistas en historia del Derecho Romano coinciden que el contrato formal más antiguo en la
sociedad romana fue el nexum. No obstante, se enfrentó la particularidad de que un ciudadano romano
fuera esclavo de otro y por lo tanto, los nexa (nexos) fueron considerados como servorum loco,
(ocupar el lugar de un siervo).
Hasta el año 326 a. C., se emitió la Lex Poetelia Papiria, se prohibió el encadenamiento de un
ciudadano, su venta o su muerte, disponiendo que el deudor respondiera solamente con sus bienes
(peculium), salvo que derivara de la comisión de un delito.
Schuld y haftung
El Derecho Germano adquiere una gran relevancia al producirse en el siglo XV la recepción romanista,
en la cual se logra la distinción de la obligación en dos aspectos: deuda (schuld, que corresponde al
debitum del ius civilis) y responsabilidad (haftung, que corresponde a la obligatio del Derecho
Romano). La deuda consiste en el deber de cumplir con la prestación por parte del sujeto pasivo de la
obligación (debitor) y la responsabilidad que deriva ante el incumplimiento del deudor que le confiere al
acreedor (creditor) un medio de ejecución, a través de una acción.
En esta forma, la deuda es un deber de prestación del deudor. No obstante, en el antiguo lenguaje
jurídico se utiliza también la palabra “deuda” para expresar el deber por parte del acreedor de recibir la
prestación. Profundizando en lo anterior, Webner aclara que: “En el derecho antiguo, schuld no
entrañaba ninguna idea de compulsión; ésta resultaba de haftung que se añadía a aquella asegurando
su ejecución, pero conservando ambas su respectiva independencia” (citado por Schilman, 1967:123).
La responsabilidad era una garantía; por ella se debía suministrar una satisfacción en caso de
incumplimiento del schuld, conservando no obstante su independencia, al extremo de que
históricamente la responsabilidad del tercero ha precedido a la responsabilidad propia.
Sujetos: Cualquiera de los siguientes (podía estar integrado por una o más personas):
- Activo o acreedor (creditor): Es el titular del derecho subjetivo relativo sobre la conducta del
deudor.
- Pasivo o deudor (debitor): Es quien tiene la carga o deber jurídico de cumplir con su conducta,
a “pagar”, con un hacer, no hacer o dar al acreedor.
Objeto: Entendida la obligación como un lazo (liga-vinculum) entre dos o más personas con
consecuencias de derecho, se puede simplificar la obligación del sujeto pasivo (debitor), en
prestar únicamente ciertas acciones u omisiones consistentes en un dar, hacer, no hacer (dare,
facere, praestare, y pati). Por lo tanto, el contenido de la obligación se reducía en la antigua Roma
a:
- Dar (dare): Hacer propietario o constituir un derecho real, rendir o prestar servicios.
- Hacer (facere): Todo acto que implique observar un determinado comportamiento,
comprendiendo la abstención y devolución de una cosa a su propietario.
- Prestar (praestare): Responder de algo o garantizar de algo.
- Pati: abstenerse de algo, tolerar algo.
En esta forma, el obligado o deudor, contraerá una deuda u obligación que deberá satisfacer a favor
del acreedor, en los términos de la deuda.
Ahora bien, para su estudio, las obligaciones tanto en las Instituciones de Justiniano como en la
actualidad, se han clasificado de la siguiente manera:
Obligaciones unilaterales y sinalagmáticas: En las primeras, los deberes corren a cargo de una
sola de las partes; mientras que en las segundas se presentan obligaciones y derechos para
ambas partes.
Obligaciones stricti iuris y bonae fidei: Las obligaciones stricti iuris venían del derecho quiritario y
la característica es que el deudor debía cumplir de forma estricta con lo pactado en ellas, a
diferencia de las obligaciones bonae fidei en donde el juzgador tenía la facultad de interpretar la
obligación del sujeto pasivo y fundar su fallo atendiendo a la equidad. Esto da como consecuencia,
que el derecho se suavice al tomar en cuenta no sólo las obligaciones pactadas sino también la
voluntad de las partes y otras circunstancias.
Obligaciones divisibles e indivisibles: Las obligaciones son divisibles cuando la prestación se
puede ejecutar en partes, sin alterar su esencia. Son indivisibles cuando no es susceptible ni
material ni jurídicamente de ser ejecutada en partes.
Por ejemplo, un caballo del cual dos hermanos son copropietarios, no podrán partirlo
a la mitad para dividirlo entre ambos, porque ello no es naturalmente posible.
Obligaciones civiles, honorarias y naturales: De acuerdo con Padilla las obligaciones civiles:
…son las que están protegidas por una acción para el caso de incumplimiento, lo que significa que tienen
un respaldo procesal que emana del Derecho, el cumplimiento de estas obligaciones se exige con base
en un oportere, es decir, un deber jurídico reconocido y sancionado por el ius civile (2008:150).
Las obligaciones honorarias son las que reciben su sanción de los edictos de los magistrados:
…otorga la acción con base en un hecho (factum), que no está reconocido por el ius civile, esto es,
carece de oportere; sin embargo, para evitar que alguien se vea afectado por carencia de disposición
legal, el magistrado concede una acción, lo que se anuncia en el edicto con la expresión “iudicium dabo”
(daré juicio) (2008:150).
Por otra parte, las obligaciones naturales no se encontraban provistas de una acción, sin embargo,
este tipo de obligaciones aun así producían consecuencias jurídicas:
…son las que se generan por los actos negociales de los alieni iuris, como los esclavos, hijos e hijas de
familia, las obligaciones de los sui iuris que se convierten en alieni iuris se conservan como naturales; sin
embargo, producen en ocasiones determinados efectos jurídicos, de manera que si se paga alguna
deuda contraída por alguno de éstos, el acreedor podrá hacer la soluti retentio (retención del pago), sin
que pueda el deudor alegar después que pagó lo que no debía (indebiti solutio), por lo que no podrá
ejercitar la condictio para recuperar lo pagado (Padilla, 2008:150).
Las obligaciones también se clasificaban de acuerdo con los sujetos que en ella intervienen:
En estas obligaciones el acreedor tiene derecho a exigir el crédito integro total y cada deudor deberá
cubrir la deuda en su totalidad. Con el tiempo se otorgó una acción al deudor que pagaba el crédito
total para perseguir a los demás cuando no habían llegado a un convenio respecto del pago.
A mediados del siglo II d. C., Gayo en las Institutas establece que las
obligaciones pueden nacer de los contratos y de los delitos. Sin embargo, es
de destacar que el elemento del consentimiento ya aparece en la obra del
autor citado, toda vez que en las obligaciones se opone tal concepto al del
delito.
Al tiempo Gayo (1845) observa que en la clasificación antes mencionada existe una gran cantidad de
causas generadoras de obligaciones, las cuales no se pueden clasificar como contratos ni como
delitos, por lo que la perfecciona incluyendo varias especies de causa, como son el comodato, la
fiducia, el depósito, la prenda etcétera. Esta fuente adicional de causas generadoras de obligaciones
aparecen en la obra de Gayo bajo el título Res cottidianae o librerum cottidiarum sive aureorum, (De
las cosas cotidianas o Libro diario o de las cosas de oro).
Floris (1985) comenta que en el Corpus Iuris Civiles se encuentran varias citas, ilustrando que para los
bizantinos estas cuatro fuentes no agotaban la materia en cuestión. Es el caso de la pollicitatio y el
votum (ofertas unilaterales hechas de forma espontánea y libre a una ciudad o un templo), esto es, la
declaración unilateral de la voluntad.
Por otra parte, tenemos una clasificación justiniana de las obligaciones, tomando como base la
gayana, a partir de la cual realiza una división cuatripartita, conforme a su forma de nacimiento:
Ex contractu: De un contrato.
Quasi ex contractu: De un cuasicontrato.
Ex maleficio: De un delito.
Quasi ex maleficio: De un cuasidelito.
En realidad lo que Justiniano llama cuasicontratos son negocios en los que falta un consentimiento
bilateral y que a pesar de ello surgen obligaciones, aun cuando alguna de las partes no las hubiera
deseado, tal es el caso de la tutela, en donde se generan obligaciones entre tutor y pupilo; o el caso de la
indebiti solutio (pago de lo indebido), en donde una persona que ha recibido un pago de lo que no se le
debía, está obligada a restituir lo que recibió sin causa. En ambos casos las partes han quedado
vinculadas jurídicamente sin existir un acuerdo previo.
Por lo que se refiere a los llamados cuasidelitos, son hechos ilícitos que desde época clásica fueron
considerados delitos por el pretor, pero que Justiniano los encuadra en sus Instituciones como
cuasidelitos, atendiendo a la diferenciación, al parecer, de que los delitos son hechos dolosos y
cuasidelitos son culposos (2008:153-154).
Obligaciones en el derecho contemporáneo Es por esta razón que Borja Soriano considera que
Fuente: http://bit.ly/2iwPDSo
para alcanzar una definición acabada de obligación,
es necesario incluir no solamente a los sujetos sino también al objeto y a la relación jurídica, por lo que
se puede definir la obligación en los siguientes términos: “es la relación jurídica por virtud de la cual
un sujeto llamado deudor queda vinculado jurídicamente respecto de otro sujeto llamado acreedor a
realizar una conducta que puede consistir en un dar, en un hacer o en un no hacer” (Borja, 2014:752).
Elementos de la obligación
Se compone por los sujetos (activo y pasivo), una relación jurídica personal y un objeto.
Sujetos: El activo es el acreedor, es decir, el titular del derecho y el pasivo es el obligado (deudor).
No puede haber acreedor sin deudor y viceversa, no puede haber deudor sin acreedor. No
obstante, sobre un derecho puede haber varios acreedores y varios deudores, o bien, tener un
solo acreedor y tener varios obligados, así como haber varios acreedores y un solo deudor.
Relación jurídica personal: Ésta debe estar amparada y reglamentada por la ley, a diferencia de la
relaciones de etiqueta o morales que carecen de sanción y no se puede instrumentar la coacción
para exigir su cumplimiento. El acreedor cuenta con una facultad legal llamada derecho subjetivo,
que lo faculta para exigir del deudor o deudores el cumplimiento de una obligación, esto también
es conocido como la facultas exigendi. Puede consistir en un dar, un hacer o un no hacer cuando
se trata de derechos personales, o bien, el derecho que la ley otorga al acreedor para el efecto de
aprovechar en forma inmediata y directa un derecho real (erga omnes, es decir, contra cualquier
persona).
Para el caso de incumplimiento por parte del deudor, las autoridades competentes se encuentran
facultados para sancionar, inclusive ejecutar sobre ellos el uso de la fuerza pública De ahí la
importancia de insistir en que se trata de relaciones jurídicas vinculatorias y que ante su
incumplimiento puede utilizarse la vía coactiva que la ley le otorga al acreedor.
El objeto de la relación jurídica: Consiste en lo que el acreedor puede exigir al deudor, lo cual
puede ser una prestación (dar una cosa o prestar un hecho) o una abstención (obligación del
deudor de no hacer o prestar algún un hecho). En todo caso, el objeto de la obligación siempre
será una conducta.
- Obligación de dar: Esta obligación se encuentra regulada por el artículo 2011 del Código Civil
de la Ciudad de México, antes Distrito Federal, que a la letra dice:
Sobre la enajenación temporal del uso o goce de cosa cierta, se puede ejemplificar
con la renta de un departamento en condominio por el plazo de un año al ser el
mínimo permitido por la legislación en la Ciudad de México.
- Obligaciones de hacer y no hacer: En el primer caso, el obligado debe prestar un hecho, tal
como los servicios profesionales de un abogado, para lo que las partes fijan en común acuerdo
la retribución debida (artículo 2606 del CCF). Respecto a la obligación de no hacer, al obligado
se le exige una abstención, en caso contrario, deberá responder por los daños y perjuicios
(artículos 2027 y 2028 del CCF).
Como ejemplo, para las obligaciones de no hacer tenemos una unidad condominal
en un centro turístico frente al mar, donde sólo se puede construir hasta cierta altura,
porque se impedirían la vista panorámica al vecino. Si el infractor construye a una
altura mayor de lo autorizado, el acreedor podrá exigir que sea destruida a costa del
obligado.
Existen diversas clasificaciones de las obligaciones, pero aquí analizaremos sólo algunas de ellas:
Atendiendo a la materia o relaciones que regula: Civiles, cuando los sujetos son o actúan en su
calidad de particular. Mercantiles, cuando tienen por objeto un acto de comercio o bien las partes
son comerciantes. Mixtas, cuando para una de las partes es mercantil y para la otra civil. Al
respecto, pueden observarse los artículos 4° y 5° en relación con el artículo 75°, todos del Código
de Comercio vigente.
De dar, aquéllas en las que el sujeto pasivo deberá entregar un bien (entregar las llaves de la
casa que se vendió). Hacer, cuando la prestación consiste en la realización de un servicio (una
asesoría jurídica). No hacer, cuando el objeto implica una abstención (no invadir el predio vecino
con árboles, no construir bardas que impidan u obstaculicen la visión, no construir encima de la
banqueta pues es una vía pública, no instalar medidores trucados o diablitos en el medidor de luz).
Simples, aquéllas en donde existe un sujeto activo, un sujeto pasivo, respecto de un objeto
específico, bien determinado y que su nacimiento y su extinción se dan casi en forma instantánea.
Son los elementos accidentales de una obligación que afectan la existencia y exigibilidad de éstas. La
doctrina reconoce tres tipos de modalidades:
Condición
Término (plazo)
Modo o carga
En nuestra legislación –en específico el Código Civil Federal (CCF).– únicamente en el libro cuarto,
“De las Obligaciones”, en su título segundo, se reglamentan las modalidades de las obligaciones y en
Paco dona una casa de su propiedad a Toño, pero con la condición de que el
donatario no muera antes que el donante. Se trata de una obligación de pleno
derecho, pero está sometida a una condición resolutoria que depende de que Toño
no muera antes que Paco, que es un hecho futuro e incierto. Si el hecho llegara a
realizarse, se extinguiría la relación y quedaría sin ningún efecto y Paco estaría en
aptitud de disponer libremente de su propiedad.
Obligaciones de plazo
Para su cumplimiento se ha señalado un día cierto; estas obligaciones están reguladas por los
artículos 1953-1960 del CCF. Tal como las condicionales, las de plazo tiene la modalidad de que la
obligación no se cumple de inmediato si no que se establece un día futuro cierto. Su término es el
lapso entre la fecha que se celebra el convenio y el día futuro de su cumplimiento (artículo 1954 del
CCF). Al vencimiento del plazo, se cumple la obligación.
Por otra parte, el plazo se presume establecido a favor del deudor, a menos que resulte de la
estipulación o de las circunstancias, que ha sido establecido a favor del acreedor o de las dos partes
(artículo 1958 del CCF). No obstante, comúnmente el plazo se estipula a favor del deudor, pero si éste
no conocía ese beneficio y paga antes, no puede pedir la devolución, sólo el pago de intereses o
frutos, de la cosa. En cambio sí se estipula a favor del acreedor, éste puede exigir el pago
anticipadamente, dando por concluido el plazo.
Si el plazo se estableció a favor de ambos contratantes, uno de ellos no puede hacer uso del plazo
para perjudicar al otro, o sea, el deudor no puede pagar antes del vencimiento ni el acreedor puede
exigir su cumplimiento antes de vencer el plazo en perjuicio del deudor.
- Término cierto: Del primero, el veintiuno de octubre del año dos mil veinte.
- Término incierto: A la muerte de X persona.
Plazo voluntario: Es el que convienen las partes en el contrato o cuando es creado por la voluntad
del emisor del acto unilateral que crea la obligación.
El plazo voluntario puede ser tácito o expreso, conforme a los artículos 2079 y 2080, respectivamente.
Mientras el artículo 2079 establece el plazo, que aunque voluntario, es expreso, en el 2080 se fija
unilateralmente a voluntad, que es como se entiende la designación tácita.
Plazo extintivo: Es el que reconoce la validez de la obligación y la eficacia de todos los efectos que
se derivaron de ella hasta el día de su realización, fecha a partir de la cual se extingue toda
realización y sus efectos.
Es exclusivo de los actos gratuitos, es decir, de aquellos actos donde los provechos son para una sola
de las partes y los gravámenes para la otra. Consiste en realizar un acto a cambio de recibir una
liberalidad. En términos de Bejarano:
Quien recibe un regalo, una liberalidad, el beneficiario de un acto gratuito no tiene normalmente
obligación alguna que cumplir. Los contratos o actos gratuitos sólo obligan al que concede el beneficio y
regularmente no crean compromiso alguno a quien lo recibe; por ello, suelen ser también unilaterales.
Sin embargo, y por excepción, –y en ello estriba la razón de que el modo sea una forma de ser de las
obligaciones– se impone al adquirente favorecido por el acto alguna prestación a su cargo o mejor dicho
una contraprestación cuyo valor no es equivalente al valor de la que recibe y debe ser cumplida
(1997:476).
No todos los autores la consideran una modalidad, sino sólo una cláusula de un
contrato, similar a la cláusula penal.
Características:
Impone una obligación excepcional, ya que no la tienen todos los actos gratuitos.
El adquirente de un derecho recibirá una liberalidad a cambio.
Te dono mi casa con la carga de que dejes vivir en el cuarto de la azotea a Juan.
Obligaciones conjuntivas
En este tipo de obligaciones, el objeto o prestación se integra por diversas acciones y hasta que no se
cumpla con todas y cada una de ellas, no se libera el deudor de su obligación acumulativa (artículo
1961 del CCF).
Obligaciones alternativas
En éstas también hay pluralidad de acciones u objetos, sólo que el deudor se libera de la obligación,
cumpliendo uno solo de varios objetos establecidos. La existencia de diversas formas de cumplir con la
obligación facilita al deudor consumar la prestación, ya que el pago puede ser en dinero o en especie,
como la cantidad de cincuenta mil pesos, o bien, la entrega de un caballo pura sangre.
Esta alternativa también beneficia al acreedor porque tiene mayor certidumbre en el cumplimiento de la
obligación. Por otra parte, la elección para cumplir la obligación corresponde al deudor, si no se ha
pactado otra cosa. Si fuese el acreedor quien tuviere la opción de elegir, no tendría sentido que el
deudor tenga varias opciones para hacer el pago (artículo 1963 del CCF).
Obligaciones facultativas
En éstas también hay pluralidad de objetos. Una obligación facultativa consiste en que en el momento
de concertarse la obligación, el deudor queda facultado por el acreedor a liberarse de la obligación con
un objeto distinto, del objeto principal de la obligación. Estas obligaciones no se encuentran reguladas
por el CCF, en virtud de que el código hasta el momento a través del legislador continúa considerando
que debe existir la “autonomía de la voluntad” por lo que las partes son libres para determinar el
cumplimiento.
Los $1000.00 mil pesos que me debes me los pagas en efectivo pero si no tienes
me pagas con cheque.
Mancomunidad
El CCF en el artículo 1984 establece que las obligaciones mancomunadas se dan “cuando hay
pluralidad de deudores o de acreedores, tratándose de una misma obligación”. Es decir, la obligación
se encuentra en manos comunes (más de un sujeto activo y/o más de un sujeto pasivo). Pueden
presentarse de las siguientes formas:
La simple mancomunidad consiste en que independientemente de que existan varios sujetos, éstos
deberán cumplir con la obligación en su conjunto, y cada uno de ellos responderá sólo en la parte
proporcional que le corresponda y/o los acreedores cobrarán sólo la parte proporcional que les
corresponde. Entendiéndose desde luego que existe igualdad entre todas y cada una de las partes,
salvo pacto en contrario.
Juan, Pedro, Cristian y Carlos prestan cien pesos a Carmen y Carolina. En este
caso, la simple mancomunidad consistirá en que cada uno de los acreedores sólo
podrá cobrar la parte proporcional que le corresponda, es decir, veinticinco pesos
cada uno. Por otra parte, los deudores o sujetos pasivos estarán obligados a pagar
cincuenta pesos respectivamente, lo cual corresponde a la parte proporcional a la
que están obligados.
Solidaridad
Al igual que en la mancomunidad, en este tipo de modalidad existe la pluralidad de acreedores y/o
pluralidad de deudores respecto a una misma obligación, sin embargo, la diferencia consiste en que en
ésta el objeto de la obligación no se divide, sino que deberá ser pagado por entero, ya sea por la
naturaleza misma del objeto, mandato legal o por convención, y no se presume (artículo 1988 del
CCF), por lo que el pago realizado a uno solo de los acreedores libera de la deuda. A continuación se
exponen los tipos de solidaridad:
Cierre
Cierre
Fuente: Flaticon
En esta sesión has podido constatar el nacimiento del término obligación, a través de sus
antecedentes e influencia del Derecho Germánico. Asimismo, es de considerarse el conjunto de
elementos conceptuales, económicos, políticos y sociales que han propiciado la construcción de dicho
También has estudiado cuáles son las fuentes de las obligaciones (principales y eventuales),
determinando, además, las “otras fuentes de las obligaciones” que más que accesorias, devienen
jurídicamente válidas en virtud de contenerse dentro de la propia legislación y a las que el legislador
les otorga plenos efectos jurídicos, en caso de surtirse los supuestos enunciados dentro de la ley
sustantiva.
De lo anterior, se desprende una correcta preparación de las fuentes de las obligaciones actuales.
Constantemente deberás referirte a la fuente como al efecto, a fin de entender (ya en materia civil o
mercantil) la necesidad imperante de colocar al acto jurídico y las fuentes obligacionales en un primer
término para el correcto acuerdo de voluntades cuando así sea necesario.
Fuentes de consulta
Fuentes de consulta
Fuente: Flaticon
Legislación