Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
ABREVIATURAS
ÍNDICE
BIBLIOGRAFÍA..............................................................................................................................iv
4. PETITORIO..............................................................................................................................32
Equipo 247
BIBLIOGRAFÍA
humanos: entre el Estado de Derecho y la sociedad democrática. EN: Acosta Alvarado, Paola y Manuel Núñez
Corte Interamericana de Derechos Humanos. En: Instituto de estudios constitucionales Carlos Restrepo
Piedrahita. Apuntes sobre el Sistema Interamericano II. Bogotá D.C.: Universidad Externado, 2009. Pág. 17.
- Carlson, Neil R. Fundamentos de psicología fisiológica. Pearson, Prentice hall. Tercera edición. Pg. 402. Cfr.
procesales. Instituto interamericano de Derechos Humanos (IIDH). San José. 1999. Págs. 4, 6, 28, 29, y 30.
- Faúndez, Héctor. Medidas cautelares y medidas provisionales: acciones urgentes en el Sistema Interamericano
de Protección de los Derechos Humanos, en Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Pg. 28.
- O. Alcoverro Fortunya , J.E. Rojo Rodésb y M. Ibarra Jatoa. Tipos de amnesia post-TEC y factores implicados.
- Van Dijk, Pieter, Van Hoof, Fried, Van Rijn, Arjen y Zwaak, Leo. Theory and practice of the european
Documentos legales
sobre Derechos Humanos. San José, Costa Rica, 22 de noviembre de 1969. Págs. 7, 9 y 14.
SIDH. Para ello, tiene funciones tanto consultivas como contenciosas. Su sede está ubicada en
Casos contenciosos
- Corte IDH, Caso Ricardo Canese Vs. Paraguay. (Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 31 de agosto de
Págs. 4 y 5.
- Corte IDH, Caso Tristán Donoso Vs. Panamá (Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 24 de noviembre de 2006. Serie C No. 158. Pág. 8.
Equipo 247
- Corte IDH, Caso Tibi vs. Ecuador. (Excepciones preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia del 7
Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 27 de febrero de 2012. Serie C No. 240. Pág. 9.
- Corte IDH, Caso Gonzáles y otras (Campo algodonero) Vs. México. (Excepción preliminar, Fondo,
4 y 5.
- Corte IDH, Caso Genie Lacayo Vs. Nicaragua. ( Fondo, Reparaciones y Costas) Sentencia de 29 de enero de
- Corte IDH, Caso Gelman vs. Paraguay (Fondo y Reparaciones) Sentencia de 24 de febrero de 2011. Págs. 4 y
12.
- Corte IDH, Caso García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú. (Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas).
1991. Pág. 3.
- Corte IDH, Caso Furlán y familiares Vs. Argentina. (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas).
C No. 6. Págs. 4 y 5.
- Corte IDH, Caso Escué Zapata vs. Colombia. (Fondo, Reparaciones y Costas).Sentencia de 2 de Julio de 2007.
Reparaciones y Costas). Sentencia de 25 de noviembre de 2007. Serie C No. 170, Pág. 19.
Equipo 247
- Corte IDH, Caso Castillo Páez Vs. Perú. (Fondo) Sentencia de 3 de noviembre de 1997. Serie C No. 34. Pág.
26.
- Corte IDH, Caso Castañeda Gutman Vs. Estados Unidos Mexicanos. (Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas). Sentencia de 6 de Agosto de 2008. Serie C No. 184. Págs. 8, 9 y 18.
- Corte IDH, Caso Cantoral Benavides Vs. Perú, (Excepciones Preliminares). Sentencia del 3 de septiembre de
Reparaciones y Costas). Sentencia del 26 de noviembre de 2006. Serie C No. 220. Págs. 4 y 12.
- Corte IDH, Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. (Excepciones Preliminares, Fondo y Costas). Sentencia de 24 de
febrero de 2012,. Serie C No. 239. Págs. 12, 13, 17, 18 y 22.
- Corte IDH, Caso Artavia Murillo y otros (“Fecundación invitro”) vs. Costa Rica. (Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia 28 de noviembre de 2012. Serie C No. 257. Págs. 5, 12 y 23.
- Corte IDH, Caso Apitz Barbera y otros (“Corte primera de lo contencioso administrativo”) vs. Venezuela
(Excepción preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas) Sentencia de 5 de agosto de 2008 Serie C. No. 182.
Págs. 17 y 25.
- Corte IDH, Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile. (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Opiniones consultivas
- Opinión Consultiva OC-17/02. Condición jurídica y derechos humanos del niño. 28 de agosto de 2002. Serie A
- Corte IDH, Voto concurrente del Juez Sergio García Ramírez. en el caso Kimel vs. Argentina, (Fondo,
Reparaciones y Costas). Sentencia de 2 de mayo de 2008, Serie C No. 170. Pág. 18.
- Corte IDH. Voto disidente del Juez Fernando Vidal Ramírez en el Caso Cantoral Benavides Vs. Perú,
(Excepciones Preliminares). Sentencia del 3 de septiembre de 1998. Serie C No. 40. Pág. 7.
Medidas provisionales
- Corte IDH. Medidas provisionales respecto de Venezuela. Asunto Liliana Ortega y otras. Resolución del 27 de
de 2009. Pág. 14
- Corte IDH. Medidas provisionales respecto de Venezuela. Asunto Marta Colomina y Liliana Velásquez.
origen haitiano en la República Dominicana. Resolución del 7 de septiembre de 2012 Pág. 29.
Equipo 247
continente americano. Para ello la CIDH monitorea las condiciones de derechos humanos
en los Estados y además está encargada del proceso inicial de las peticiones individuales.
Fue creada por la OEA en 1959 y tiene su sede en Washington D.C., EEUU.
- CIDH. Demanda ante la Corte IDH en el casoAtala Riffo y niñas vs. Chile. Septiembre 17, 2010. Pág. 18.
- CIDH. Informe Nº 15/08, Petición 1163-05 Inadmisibilidad. Alex Solis Fallas vs. Costa Rica,4 De Marzo De
2008. Pág. 6.
- CIDH. Informe anual 1997. Recomendaciones a los Estados miembros en áreas en las cuales deben adoptarse
medidas para la cabal observancia de los derechos humanos. OEA/Ser.L/V/II.98 Doc. 6, 17 de febrero de 1998.
Pág. 24.
La Corte Internacional de Justicia es el órgano judicial principal de la ONU, que tiene como
función primordial resolver controversias entre Estados que hayan reconocido su competencia.
internacional que tengan los órganos de la ONU. Se encuentra establecida en La Haya, Países
Bajos.
- ICJ. Case concerning the Military and Paramilitary Activities in and against Nicaragua (Nicaragua Vs. United
autoridad para interpretar el Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las
miembros del Consejo de Europa a velar por el cumplimiento de los derechos humanos. Se
- T.E.D.H Caso Keegan Vs. Irlanda, (No. 16969/90), Sentencia de 26 de mayo de 1994. Pág. 13.
- T.E.D.H Caso Kroon y otros Vs. Países Bajos, (No. 18535/91), Sentencia de 27 de octubre de 1994. Pág. 13.
- T.E.D.H Caso Schalk y Kopf Vs.Austria, (No. 30141/04), Sentencia de 24 de junio de 2010. Págs. 13 y 15.
- T.E.D.H Daktaras v. Lithuania, no. 42095/98 (Sect. 3) (bil.), ECHR 2000-X – (10.10.00), § 30. Pág. 26.
- T.E.D.H. Caso Dudgeon Vs. Reino Unido, (No. 7525/76), Sentencia de 22 de octubre de 1981. Pág. 23.
- T.E.D.H. Caso E.B. vs Francia, (No. 43546/02), Sentencia de 22 de enero de 2008. Pág. 12.
- T.E.D.H. Caso Niemietz Vs.Alemania, (No. 13710/88), Sentencia de 16 de diciembre de 1992. Pág. 23.
- T.E.D.H. Caso Peck Vs. Reino Unido, (No.44647/98), Sentencia de 28 de enero de 2003. Final, 28 de abril de
Pág. 13.
- T.E.D.H. Fey v. Austria, judgment of 24 February 1993, SeriesAno. 255-Ap. 8, § 28. Pág. 25.
- T.E.D.H. Handyside vs. UK. Judgment, of December 7, 1976. Págs. 11 y 14.
- T.E.D.H. Pullar v. the United Kingdom, judgment of 10 June 1996, Reports of Judgments and Decisions 1996-
La Corte Constitucional de Colombia es una de las Altas Cortes de la Rama Judicial del Estado
- Corte Constitucional de la República de Colombia, sentencia C-006 de 2012, Magistrada ponente María Victoria
La OEA es un organismo regional creado en 1948 con el fin de conservar la paz entre los Estados
del continente americano, función que desarrolla con base en la democracia, los derechos
- OEA, “Programa Interamericano para el Registro Civil Universal y ‘Derecho a la Identidad”, resolución
de junio de 2008 y resolución AG/RES. 2602 (XL-O/10), sobre seguimiento al programa, de 8 de junio de
http://www.oas.org/dil/esp/tratados_B32_Convencion_Americana_sobre_Derechos_Humanos_firmas.ht
m. Pág. 11.
- OEA. Cuarto Informe de Progreso de la Relatoría sobre Trabajadores Migratorios y Miembros de sus
Familias en el Hemisferio, OEA/Ser.L/V/II.117, Doc. 1 rev. 1, Informe Anual CIDH 2002, 7 de marzo de
Está compuesta por varios órganos que velan por distintos asuntos internacionales según su
competencia.
- Naciones Unidas, Comité de Derechos Humanos, Observación General No. 18, No discriminación, 10 de
- ICJ. Opinión “sobre el alcance del derecho a la identidad”, resolución CJI/doc. 276/07 rev. 1, de 10 de
agosto de 2007, párrs. 11.2 y 18.3.3, ratificada mediante resolución CJI/RES.137 (LXXI-O/07), de 10
Elizabetia es un Estado democrático ubicado en el continente americano. Desde la década de los sesenta el país
goza de una sólida reputación internacional en materia de respeto a los derechos humanos. El 1 de enero de 1990
Elizabetia ratificó la CADH y aceptó la competencia contenciosa de la Corte IDH, además, ratificó todos los
En el 2009 la Cámara Constitucional de la CSJ declaró la inconstitucionalidad de la frase “entre un hombre y una
mujer” del art. 406 del CCE, sobre la unión de hecho. En el 2010 el Poder Legislativo modificó el art. 406, al que
agregó que la unión de hecho conformada por dos personas del mismo sexo tiene todos los efectos descritos en el
art. 397 del CCE, es decir, los mismos del matrimonio civil. Frente a este cambio, encuestas realizadas
demostraron que un 59 por ciento de los elizabetinos aprueba el reconocimiento continuado de la unión de hecho
entre personas del mismo sexo, pero un 76 por ciento desaprueba que ésta sea equiparada al matrimonio.
El 10 de marzo de 2005 la CIDH declaró a Elizabetia responsable internacionalmente por la violación de varios
arts. de la CADH. Lo anterior, en razón de una petición individual interpuesta por Serafina Conejo Gallo, una
mujer transexual, quien señaló que se le había vulnerado su identidad de género. En diciembre de 2005, la
presidenta de Elizabetia declaró que acataría todas las recomendaciones de la CIDH y anunció la presentación de
un proyecto de Ley sobre identidad de género, que en marzo de 2007 entró en vigencia. El 13 de enero de 2007
Serafina fue la primera mujer transexual en obtener el reconocimiento de su identidad de género en Elizabetia.
En el año 2010, Serafina inició una relación sentimental con Adriana Timor, con quien el 15 de marzo y tras un
año de convivencia, acudió a la SNF a solicitar una autorización para contraer matrimonio. El 29 de mayo de
2011 la SNF denegó la solicitud mediante un acto administrativo que tuvo como fundamento legal el art. 396 del
CCE, el cual contempla el matrimonio solamente para parejas heterosexuales. Serafina y Adriana interpusieron
un recurso de reposición ante la misma autoridad, que también fue denegado, basado en los mismos
negativamente el 5 de agosto de 2011 por el JCA No. 7, quien señaló que el acto administrativo impugnado no
adolecía de ilegalidad. El 18 de noviembre de 2011, la pareja interpuso un recurso de amparo contra la decisión
1
Equipo 247
del JCA No.7. Dicho recurso fue resuelto el 18 de febrero de 2012 por el JFA No. 3 de forma negativa, alegando
que el recurso de amparo sólo procede contra decisiones judiciales en casos de arbitrariedad manifiesta, situación
que no se comprobó en el caso. Esta decisión fue apelada y el 16 de mayo de 2012 el TCJGD No.5 en funciones
El 1 de febrero de 2012 el movimiento Mariposa interpuso una petición ante la CIDH, la cual inició el trámite el
10 de mayo de 2012. En la etapa de admisibilidad el Estado planteó que la petición no caracterizaba violaciones a
los derechos humanos y que ésta no era admisible en tanto no había agotamiento de los recursos internos. Lo
anterior, pues los peticionarios no habían interpuesto la acción de constitucionalidad y porque el recurso de
amparo aún se estaba sustanciando en el orden interno. El 22 de septiembre de 2012 la CIDH emitió el informe
de admisibilidad 179-12. El 3 de enero de 2013 la Comisión emitió el informe de fondo 1-13 donde declaró la
violación de los art.s 11, 17, 8.1, 24 y 25 en relación con el art. 1.1 de la CADH y, en virtud del principio iura
procesales que exigían de un pronunciamiento previo por parte de ésta, pues podían impedir el análisis de fondo.
Al respecto alegó, primero, que la CIDH había violado el derecho de defensa del Estado al incorporar la violación
del art. 2 en el informe de fondo. Segundo, que el hecho de que la Comisión no hubiera tomado en cuenta la
inconstitucionalidad, condujo a que ésta analizara erróneamente el requisito del agotamiento de recursos internos.
El 13 de febrero de 2013 la Corte IDH emitió una Resolución incidental en la cual sostuvo que los planteamientos
procesales establecidos por el Estado debían ser tratados como excepciones preliminares. La Corte IDH convocó
a audiencia sobre excepciones preliminares, y eventuales de fondo, reparaciones y costas, para mayo de 2013.
Seis días antes de la audiencia convocada por la Corte, Adriana Timor ingresó a un hospital público donde perdió
el sentido y entró en estado de coma. Tras ser estabilizada, el doctor especialista en neurología informó a Serafina
que Adriana había sufrido un aneurisma cerebral congénito y que la hemorragia interna había sido controlada. El
especialista informó también la existencia de dos opciones para enfrentar los efectos de la hemorragia. La
2
Equipo 247
primera, realizar una cirugía intracraneana en el término máximo de una semana, para lo que se requería el
Frente a la primera opción, la probabilidad de vida de la paciente es de un 15 por ciento, mientras que la segunda
opción proporciona una probabilidad de vida del 85 por ciento, pero puede generar Amnesia Anterógrada.
Serafina manifiesta que Adriana había padecido la misma situación anteriormente, y que prefería ser operada.
Debido a que los padres de Adriana fallecieron, que es hija única y no tiene contacto con otros familiares, no hay
nadie legalmente facultado para firmar el consentimiento informado, por lo que la decisión sería adoptada por el
Comité Médico Regional. Así las cosas, tres días antes de la audiencia convocada por la Corte IDH, Mariposa
interpone una solicitud de medidas provisionales en favor de Serafina, para que ésta pueda otorgar el
De conformidad con los arts. 46.1.a de la CADH, 42 del Reglamento de la Corte IDH, y la Resolución incidental
del 13 de febrero de 20131, el Estado interpone ante esta H. Corte las excepciones preliminares de no agotamiento
de los recursos internos y de violación al derecho de defensa. Elizabetia está facultada para interponer ambas
excepciones preliminares, en tanto ambas fueron presentadas oportunamente en el trámite de admisibilidad ante
la CIDH2, por lo que no se dio una renuncia tácita por parte del Estado frente a ellas3.
De conformidad con el art. 46.1.a de la CADH, uno de los requisitos de admisibilidad de las peticiones
individuales es el previo agotamiento de los recursos internos. Al respecto, la Corte ha determinado que esta regla
permite que el Estado resuelva la controversia según su derecho interno antes de enfrentar un proceso
1
Hecho del caso. No. 56.
2
Hecho del caso No. 52
3
Corte IDH. Caso Gangaram Panday vs. Surinam, (Excepciones Preliminares). Sentencia del 4 de diciembre de 1991, párr. 40. Cfr.T.E.D.H.,
Caso Deweer Vs. Belgium, Sentencia del 27 de febrero de1980, párr. 26; T.E.D.H., Caso DeJong,BaljetandvandenBrinkVs.Holanda, Sentencia
22 de mayo de 1984, párr. 36, y T.E.D.H., Caso Paksas versus Lituania, Sentencia 06 de enero de 2011, párr. 75.
3
Equipo 247
sino también un derecho del Estado5, de conformidad con el principio del Derecho Internacional de soberanía de
los Estados. Este principio no sólo ha sido considerado como un pilar fundamental del SIDH 6, sino que además
comprende que “el Estado es el principal garante de los derechos humanos de la personas, de manera que, si se
produce un acto violatorio de dichos derechos, es el propio Estado quien tiene el deber de resolver el asunto a
nivel interno y, [en su caso,] reparar, antes de tener que responder ante instancias internacionales como el Sistema
Interamericano (…)”7.
En este orden de ideas, el previo agotamiento de los recursos internos por parte de las peticionarias no debe ser
visto únicamente como un requisito de admisibilidad, sino como una garantía de la facultad y el derecho que tiene
En el presente caso las peticionarias no hicieron uso de la acción de inconstitucionalidad consagrada en el art. 110
de la CPE. Esta H. Corte ha establecido que cuando un Estado alega el no agotamiento de recursos internos, sobre
él recae la obligación de señalar los recursos que debían agotarse y probar su efectividad y adecuación8. Por ende,
4
Corte I.D.H., Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. (Fondo). Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4, párr. 61; Caso Godínez Cruz
Vs. Honduras. (Fondo). Sentencia de 20 de enero de 1989. Serie C No. 5, párr. 64, y Caso Fairén Garbi y Solís Corrales Vs. Honduras. (Fondo).
Sentencia de 15 de marzo de 1989. Serie C No. 6, párr. 85
5
Faúndez, Héctor. El sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos: aspectos institucionales y procesales. Instituto
interamericano de Derechos Humanos (IIDH). San José. 1999, pág. 300.
6
Corte IDH. Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile. (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y costas). Sentencia de 26 de
septiembre de 2006. Serie C No. 154, párr. 124; Caso Gomes Lund y otros (Guerrilha do Araguaia) Vs. Brasil. (Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 24 de noviembre de 2010. Serie C No. 219, párr. 176; Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs.
México. (Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C No. 220, párr. 225; Caso
Gelman Vs. Uruguay. (Fondo y Reparaciones.) Sentencia de 24 de febrero de 2011 Serie C No. 221, párr. 193
7
Corte IDH,Masacre de Santo Domingo Vs. Colombia (Excepciones Preliminares, Fondo y Reparaciones) Sentencia de 30 de noviembre de
2012. Serie C. No. 259. Pár. 142
8
Corte IDH, Caso Cantoral Benavides Vs. Perú, (Excepciones Preliminares). Sentencia del 3 de septiembre de 1998. Serie C No. 40. Párr. 31;
Caso Fairén Garbi y Solís Corrales (Excepciones Preliminares), Sentencia de 26 de junio de 1987. Serie C No. 2. Párr. 87; Caso Neira Alegría y
otros, (Excepciones Preliminares) Sentencia de 11 de diciembre de 1991. Serie C No. 13. Párr. 30; Caso del Pueblo Saramaka. Vs. Surinam.
(Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas) Sentencia de 28 de noviembre de 2007. Serie C No. 172. Párr. 43; y Caso Salvador
Chiriboga Vs. Ecuador. (Excepción Preliminar y Fondo). Sentencia de 6 de mayo de 2008. Serie C No. 179. Párr. 40
4
Equipo 247
Elizabetia procede a demostrar que la acción de inconstitucionalidad es un recurso tanto efectivo como adecuado,
por lo que su no agotamiento por parte de las peticionarias trae como consecuencia la inadmisibilidad del caso.
En cuanto al requisito de efectividad, esta Corte ha determinado que un recurso es efectivo cuando es capaz de
producir el resultado para el que ha sido concebido9. La acción de inconstitucionalidad es un recurso efectivo
pues el resultado para el que ha sido concebido consiste en armonizar las leyes y otras disposiciones internas que
infrinjan algún precepto de carácter constitucional. Es por tanto, un recurso que concede la posibilidad a cualquier
ciudadano10 de cuestionar la presunción de constitucionalidad de la que gozan las leyes internas 11. De esta forma,
en caso que las peticionarias hubiesen interpuesto tal acción, ésta habría tenido la facultad de producir como
resultado la posible declaratoria de inconstitucionalidad del art. 396 CCE, siempre y cuando la Cámara
Constitucional de la CSJ hubiera encontrado que tal norma era contraria a la CPE. Adicionalmente, en caso que la
conducido a que Serafina Conejo Gallo y Adriana Timor pudieran realizar el procedimiento para contraer
matrimonio.
De igual manera, la acción de inconstitucionalidad cumple con el requisito de adecuación. La función de este
requisito consiste en establecer si, frente a la situación concreta, el recurso en cuestión permite determinar si se
incurrió en una violación a los derechos humanos, y además provee lo necesario para remediarla 12. La acción en
comento también cumple con el requisito de adecuación pues los efectos de la declaración de
inconstitucionalidad, en el supuesto de que la norma fuese contraria a la CPE, llevarían al reconocimiento del
derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, por lo que las peticionarias estarían facultadas para
contraer matrimonio. En este sentido, el recurso de inconstitucionalidad habría sido capaz de tutelar la situación
9
Corte IDH, Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. (Fondo). Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4. Párr. 66; Caso Godínez Cruz
Vs. Honduras. (Fondo). Sentencia de 20 de enero de 1989. Serie C No. 5. Párr., 69 y Caso Fairén Garbi y Solís Corrales (Excepciones
Preliminares), Sentencia de 26 de junio de 1987. Serie C No. 2. Párr. 91; Caso Artavia Murillo y otros (“Fecundación invitro”) vs. Costa Rica.
(Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia 28 de noviembre de 2012. Serie C No. 257. Párr. 22.
10
Hecho del caso No. 14.
11
Corte Constitucional de la República de Colombia, sentencia C-006 de 2012, Magistrada ponente María Victoria Calle Correa
12
Corte IDH, Caso Ivcher Bronstein vs. Perú, (Reparaciones y costas). Sentencia del 6 de febrero de 2001. Párr. 136 Cfr. Corte IDH, Caso de la
Comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni vs. Nicaragua, (Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia del 31 de agosto de 2001. Párr.113 y
Faúndez, Héctor. El sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos: aspectos institucionales y procesales. Instituto
interamericano de Derechos Humanos (IIDH). San José. 1999, págs. 304-305
5
Equipo 247
jurídica objeto de las pretensiones de las peticionarias que consistía, primordialmente, en afirmar la
inconstitucionalidad del art. 396 del CCE por considerarlo contrario al art. 9 de la CPE 13. Adicionalmente, la
hechos del caso14, donde se establece que en el año 2009 a “raíz de una sentencia de la Cámara Constitucional de
la Corte Suprema de Justicia, [se] declaró la inconstitucionalidad de la frase ‘entre un hombre y una mujer’ en la
los recursos internos dentro del Estado sino únicamente aquellos que puedan efectivamente solucionar la
situación. En atención al carácter sui generis de la acción de inconstitucionalidad 15, debe tenerse en cuenta lo que
ha dispuesto la CIDH mediante sus informes de admisibilidad, en donde ha establecido que en los casos en que la
acción de inconstitucionalidad es verdaderamente efectiva, tales como el que nos compete, ésta sin duda debe ser
agotada16.
Por todo lo anterior, es incomprensible para el Estado de Elizabetia el por qué las peticionarias no acudieron a la
acción de inconstitucionalidad, cuando éste ha sido el mecanismo más significativo frente al reconocimiento y
ampliación de los derechos de la población LGBTI en el orden jurídico interno. Consecuentemente, se solicita
Es oportuno resaltar que al momento en que el Estado fue comunicado de la petición instaurada por el
movimiento Mariposa, el 1 de febrero de 201217, en el orden interno aún se estaba sustanciando la primera
instancia del recurso de amparo, que fue resuelto el 18 de febrero de 2012 18. Posteriormente, las peticionarias
apelan el fallo de amparo de primera instancia, que fue resuelto 6 días después de la fecha en que la Comisión
13
Hechos del caso No.42,44 y 48.
14
Hechos del caso No. 16 y 17.
15
Respuesta aclaratoria No. 12.
16
CIDH. Informe Nº 15/08, Petición 1163-05 Inadmisibilidad, Alex Solis Fallas,Costa Rica,4 De Marzo De 2008.
17
Hecho del caso No. 50
18
Hecho del caso No. 48
6
Equipo 247
inició la etapa de admisibilidad de la petición 19. En esta medida, es evidente que no se tuvo en cuenta la
tramitación interna de los recursos interpuestos por las presuntas víctimas tanto en el trámite inicial de la petición
como en la etapa de admisibilidad del caso. Lo anterior, incluso cuando es obligación de la CIDH 20 la evaluación
del agotamiento de los recursos internos en el trámite inicial y también en la etapa de admisibilidad, y rechazar o
anteriormente, es indudable que el recurso de amparo cumple con dicho requisito en tanto el mismo tiene como
finalidad última tutelar eficientemente los derechos fundamentales, cuando se considera que éstos han sido
violados por la acción u omisión de las autoridades públicas22. Debido a que en el caso concreto el propósito de
las accionarias al interponer el recurso de amparo era que se tutelara su derecho a la igualdad y no
resultado para el que ha sido concebido: la tutela de derechos fundamentales. Cabe afirmar lo anterior debido a
que, según la ley elizabetina, este recurso debe resolverse de forma inmediata por el juez de conocimiento y, en
casos de especial complejidad, cuenta con el término razonable de tres meses24. Asimismo, el recurso de amparo
no sólo está establecido en la ley25 sino que efectivamente tiene una aplicación en la práctica. Esto está claro, ya
que los ciudadanos pueden acceder a él fácilmente y sin necesidad de abogado, como efectivamente lo hicieron
adecuado o efectivo, sino por la falta de elementos probatorios suficientes por parte de las peticionarias que
19
Hechos del caso No. 49 y 50
20
Arts. 46.1.a de la CADH y 29, 30 y 31 del Reglamento de la CIDH.
21
Corte IDH, Voto disidente del Juez Fernando Vidal Ramírez en el Caso Cantoral Benavides Vs. Perú, (Excepciones Preliminares). Sentencia
del 3 de septiembre de 1998. Serie C No. 40, párr. 2.4.
22
Corte Constitucional de la República de Colombia, sentencia T-100 de 1997, Magistrado ponente Vladimiro Naranjo Mesa
23
Hechos del caso No. 44 y 48
24
Hecho del caso No. 48.
25
Pregunta aclaratoria No. 41
26
Hecho del caso No. 48
7
Equipo 247
permitieran cumplir con los requisitos de forma, para que así pudiera darse un pronunciamiento de fondo27. El
requisito formal que se exige es que se pruebe la arbitrariedad manifiesta de las actuaciones judiciales, toda vez
que el recurso de amparo no procede contra decisiones judiciales salvo en estos casos. Como lo ha expresado esta
H. Corte “el requisito de que la decisión sea razonada, no es equivalente a que haya un análisis sobre el fondo del
asunto, estudio que no es imprescindible para determinar la efectividad del recurso. La existencia y aplicación de
causales de admisibilidad de un recurso resulta compatible con la Convención Americana y la efectividad del
recurso implica que, potencialmente, cuando se cumplan dichos requisitos, el órgano judicial evalúe sus
méritos”28.
Por lo tanto, el recurso de amparo, para el caso objeto de revisión, cuenta con los requisitos de adecuación y
efectividad, por lo que las peticionarias debían haberlo agotado antes de presentar la petición ante la CIDH 29. En
consecuencia, el Estado solicita respetuosamente a esta H. Corte que inadmita el presente caso, toda vez que en el
caso sub lite no se cumplió uno de los requisitos fundamentales de admisibilidad, a saber, el agotamiento de los
recursos internos.
2.1.2. SEGUNDA EXCEPCIÓN PRELIMINAR: Violación del derecho de defensa del Estado
La segunda excepción preliminar que se solicita sea evaluada y estimada por este H. Tribunal, gira en torno a la
violación al derecho de defensa del Estado por la conducta de la CIDH. Concretamente, es indispensable que se
realice un control de legalidad al trámite surtido por la Comisión, como le corresponde a esta Corte30, debido a
que mediante el uso del principio iura novit curia, se violó flagrantemente el derecho a la defensa del Estado, al
27
Hecho del caso No. 48
28
Corte IDH,Caso Castañeda Gutman Vs. Estados Unidos Mexicanos. (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de
6 de Agosto de 2008. Serie C No. 184. Párr. 94 yCaso Trabajadores Cesados del Congreso(Aguado Alfaro y otros) Vs . Perú. (Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 24 de noviembre de 2006. Serie C No. 158. Párr. 126
29
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Reglamento oficial, Aprobado por la Comisión en su 137° período ordinario de sesiones,
celebrado del 28 de octubre al 13 de noviembre de 2009 y modificado el 2 de septiembre de 2011. Art. 28.8
30
Control de Legalidad en el Ejercicio de las Atribuciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (arts. 41 y 44 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-19/05. Control de Legalidad en el Ejercicio de las Atribuciones de
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (arts. 41 y 44 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos), deL 28 de
noviembre de 2005 Serie A No. 19, puntos resolutivos primero y tercero; y Caso Grande Vs. Argentina. (Excepciones Preliminares y Fondo).
Sentencia de 31 de agosto de 2011. Serie C No. 231. Párr. 45, y Caso González Medina y familiares Vs. República Dominicana, párr. 28.
8
Equipo 247
no permitirle defenderse previamente respecto de la presunta violación, de conformidad con los principios
principio iura novit curia en sí. El Estado reconoce que el carácter “cuasi-judicial” de la Comisión, reiterado in
extenso por esta Corte32, la faculta para hacerlo. No obstante, en el presente caso ocurrió una vulneración grave al
derecho a la defensa del Estado, toda vez que la inclusión del art. 2 de la CADH en el informe de fondo 33 impidió
que el Estado se pronunciara y demostrara que en el presente caso no hay una violación del mismo.
Lo anterior se fundamenta en los numerales a y b del art. 48 de la CADH, que establecen que es a partir del
informe de admisibilidad que el Estado puede formular objeciones a las presuntas violaciones y aportar
información que sustente su postura, la cual será tenida en cuenta por la CIDH con el fin de determinar si los
motivos de la petición “existen o subsisten”34. Esto último es vital, ya que el paso a seguir es archivar la petición, o
proceder a elaborar el informe de fondo. De esta forma, si el Estado hubiera tenido conocimiento de que se le iba
a justiciar por motivos vinculados al art. 2 de la CADH, habría aportado todo en su poder para demostrar que
defensa del Estado pues: “El Estado tuvo conocimiento de los hechos que sustentan la presunta violación del art.
5 de la Convención en perjuicio de Sebastián Furlán y sus familiares desde el inicio del trámite del proceso ante la
Comisión, por lo que habría podido expresar su posición de haberlo considerado pertinente.”35 En el presente
caso no es factible sostener que ocurra lo mismo, pues las pretensiones formuladas por Serafina Conejo Gallo y
31
Artículos 41 y 44-51, CADH. Cfr. Opinión Consultiva OC-19/05. Control de Legalidad en el Ejercicio de las Atribuciones de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (arts. 41 y 44 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos), deL 28 de noviembre de 2005
Serie A No. 19y Caso Grande Vs. Argentina. (Excepciones Preliminares y Fondo). Sentencia de 31 de agosto de 2011. Serie C No. 231.
Párr.56.
32
Corte IDH, Caso Castañeda Gutman Vs. Estados Unidos Mexicanos. (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia
de 6 de Agosto de 2008. Serie C No. 184. Párr. 65; Opinión Consultiva OC-19/05. Control de Legalidad en el Ejercicio de las Atribuciones de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (arts. 41 y 44 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos), deL 28 de noviembre
de 2005 Serie ANo. 19, Párr. 13.
33
Hecho del caso No.53
34
Corte IDH. Caso Grande Vs. Argentina. (Excepciones Preliminares y Fondo). Sentencia de 31 de agosto de 2011. Serie C No. 231. Párrs.
44-46
35
Corte IDH. Caso Furlán y familiares Vs. Argentina.(Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 31 de Agosto
de 2012. Serie C No. 246. Párr. 59.
9
Equipo 247
Adriana Timor no consistieron en debatir la normatividad interna. Esto se evidencia en el hecho de que las
peticionarias jamás acudieron al recurso interno de acción de inconstitucionalidad, que es el recurso interno
la comunidad LGBTI, no era posible que el Estado previera que de los hechos expuestos por las peticionarias
pudiera haber controversia respecto al art. 2 de la CADH. Por lo anterior, se le solicita a esta H. Corte que declare
la inadmisibilidad del presente caso por la violación al derecho a la defensa del Estado.
En caso de que la Corte desestime las excepciones preliminares aquí presentadas, el Estado procederá a demostrar
por qué no violó las disposiciones de la CADH alegadas por las peticionarias.
2.2.1. Elizabetia sugiere a esta H. Corte utilizar como criterio interpretativo la doctrina del margen
de apreciación.
La doctrina del margen de apreciación supone que los Estados tienen un espacio de discrecionalidad según el
cual pueden fijar el alcance de los derechos según su realidad social, siempre y cuando no atenten contra sus
obligaciones convencionales37. De lo anterior se desprende que el fundamento principal de esta doctrina, consiste
en que el derecho no puede ser ajeno a las realidades sociales de los Estados.
Según lo dispuesto por el TEDH, es válido que los Estados hagan uso de un margen de apreciación en cuanto a la
aplicación de los derechos convencionales en casos en que no haya un consenso interestatal frente al tema de
referencia, y cuando el Estado sea un Estado de Derecho y cuente con una sociedad democrática 38. En el presente
caso se cumple con estos dos elementos, toda vez que i) no hay un consenso interamericano frente al matrimonio
de parejas homosexuales, pues de los 34 Estados del continente americano 39únicamente dos lo permiten en todo
su territorio -Argentina y Uruguay- y tres lo permiten en algunos de sus estados federados -Brasil, México y
36
Hechos del caso 16 y 17 y Respuesta aclaratoria No. 11
37
T.E.D.H. Handyside vs. UK. Judgment, of december 7, 1976.
38
Barbosa Delgado, Francisco R. El margen nacional de apreciación en el derecho internacional de los derechos humanos: entre el Estado de
Derecho y la sociedad democrática. EN: Acosta Alvarado, Paola y Manuel Núñez Poblete (Coords.) El margen de apreciación en el SIDH:
proyecciones regionales y nacionales. http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/libro.htm?l=3160
39
OEA, Información general del tratado B-32. Serie sobre Tratados, OEA, No. 36. Encontrada en: http://www.oas.org/dil/esp/tratados_B-
32_Convencion_Americana_sobre_Derechos_Humanos_firmas.htm
10
Equipo 247
Estados Unidos de América-; y ii) según se desprende de los hechos del caso, Elizabetia ha sido un Estado
democrático de Derecho desde 1960, caracterizado por el imperio de la ley, el respeto por la persona humana y la
separación de poderes40.
Es pertinente señalar que la Corte IDH también se ha referido a la doctrina del margen de apreciación en casos
contenciosos41, y especialmente en la OC-4/84 donde se expresó la utilidad de esta doctrina, estableciendo que
debía aplicarse en casos de una eventual evaluación del derecho a la igualdad y no discriminación42.
De todo lo anterior es posible concluir que las condiciones particulares de Elizabetia, la falta de consenso
interestatal, y debido a que la doctrina del margen de apreciación ha sido reconocida en ocasiones por esta H.
Corte, Elizabetia sugiere respetuosamente a este H. Tribunal que recurra a la doctrina del margen de apreciación
2.2.2. Elizabetia respetó la obligación contraída en el Art. 17 de la CADH en relación con el Art. 1.1
El numeral primero del art.17 garantiza el derecho a la familia y a vivir en ella, al establecer que el Estado está
obligado a favorecer, de la manera más amplia, el desarrollo y la fortaleza del núcleo familiar 43. El numeral
segundo, por su parte, consagra el derecho al matrimonio. Elizabetia no violó ninguno de estos derechos, toda
vez que el Estado concibe la unión de hecho del art. 406 del CCE como otra figura jurídica a través de la cual se
reconoce otras formas de familia, y porque el art. 396 del CCE que consagra el matrimonio civil persigue la
40
Hechos del caso 2-4, Respuestas aclaratorias: 3, 23, 24, 37.
41
Corte IDH. Caso Herrera Ulloa Vs. Costa Rica (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 2 de julio de 2004.
Serie C No. 107. Párr. 161. Corte IDH. Caso Barreto Leiva Vs. Venezuela (Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 17 de noviembre de
2009. Serie C No. 206. Parr. 90. Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros Vs. Costa Rica (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas). Sentencia de 28 de noviembre de 2012. Serie C No. 257. Parrs. 237-240
42
Opinión Consultiva OC-4/84. Propuesta de modificación a la Constitución Política de Costa Rica relacionada con la naturalización. 19 de
enero de 1984. Serie A No. 04. Párrs. 58 y 62.
43
Opinión Consultiva OC-17/02. Condición jurídica y derechos humanos del niño. 28 de agosto de 2002. Serie A No. 17. Párr. 66, Caso de
las Hermanas Serrano Cruz Vs. El Salvador. (Fondo, Reparaciones y Costas.) Sentencia de 01 de marzo de 2005. Serie C No. 120. párr. 141
y Caso Gelman vs. Paraguay (Fondo y Reparaciones) Sentencia de 24 de febrero de 2011. Párr. 125
11
Equipo 247
Respecto al derecho a la familia, la Corte IDH ha precisado que la Convención no tiene un concepto cerrado de
familia ni protege sólo un modelo “tradicional” de la misma44. Esta interpretación del art. 17 de la CADH se
fundamenta en la jurisprudencia del TEDH, a la que es posible referirse en virtud del corpus iuris del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, el cual abarca desde tratados y convenios hasta resoluciones y
declaraciones45, que sirven para fijar el contenido y los alcances de las normas de la CADH46. Así, es oportuno
apuntar que el TEDH ha determinado la importancia de reconocer la existencia de distintos modelos de familia.
Lo anterior teniendo en cuenta que no toda familia proviene de la institución del matrimonio47, pues ésta se puede
establecer también a través de otras instituciones legales 48. De conformidad con estos parámetros, el Estado
Elizabetia, es la del matrimonio49. No obstante, Elizabetia sí permite que las peticionarias, y en general las parejas
homosexuales, sean reconocidas como familia dentro del ordenamiento jurídico interno a través del art. 406 del
CCE. Esta norma reformada en el 2010, amplió la institución jurídica de la unión de hecho para parejas del
mismo sexo50, y estableció que los efectos de esta unión son todos los descritos en el art. 397 del mismo Código.
En efecto, este art. consagra en su primera frase que “los integrantes de un matrimonio comparten la
44
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. (Excepciones Preliminares, Fondo y Costas). Sentencia de 24 de febrero de 2012,. Serie C
No. 239. Párr. 94. Cfr. T.E.D.H. Caso E.B. vs Francia, (No. 43546/02), Sentencia de 22 de enero de 2008, párr. 145.
45
Corte IDH. Caso Cabrera García y Montiel Flores vs. México, (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia del 26
de noviembre de 2006. Serie C No. 220. Párr. 48
46
Opinión Consultiva OC-17/02. Condición jurídica y derechos humanos del niño. 28 de agosto de 2002. Serie A No. 17
47
T.E.D.H Caso Schalk y Kopf Vs. Austria, (No. 30141/04), Sentencia de 24 de junio de 2010. Caso Keegan Vs. Irlanda, (No. 16969/90),
Sentencia de 26 de mayo de 1994. Párr. 44, y Caso Kroon y otros Vs. Países Bajos, (No. 18535/91), Sentencia de 27 de octubre de 1994. Párr. 30
y Caso Salgueiro da Silva Mouta Vs. Portugal, (No. 33290/96), Sentencia de 21 de diciembre de 1999. Tomado de: Van Dijk, Pieter, Van Hoof,
Fried, Van Rijn, Arjen y Zwaak, Leo. Theory and practice of the european convention on human rights. Intersetia, Antwerpen Oxford.. 2006. Pg.
843
48
T.E.D.H., Caso Keegan Vs. Irlanda, (No. 16969/90), Sentencia de 26 de mayo de 1994, Párr. 44, y Corte IDH, Caso
Atala Riffo y niñas Vs. Chile. (Excepciones Preliminares, Fondo y Costas). Sentencia de 24 de febrero de 2012,. Serie C No. 239. Párr. 142.
49
Hecho del caso No. 44.
50
Hechos del caso No. 16 y 17.
51
Respuesta aclaratoria No. 17.
12
Equipo 247
Se evidencia, entonces, que al concederle a la unión de hecho los mismos efectos que al matrimonio civil, y
explícitamente el gobierno de la familia, es claro que la unión de hecho también es reconocida como una forma
de familia dentro de Elizabetia. Por tanto, es incorrecto afirmar que la institución matrimonial es la única que
permite el reconocimiento de una familia dentro del Estado, ya que incluso antes de que esta Corte determinara el
concepto amplio de familia en el 201252, Elizabetia modificó su legislación para ampliar el derecho a la familia
El art. 17.2 de la CADH estipula que “se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a
fundar una familia si tienen la edad y las condiciones requeridas para ello por las leyes internas, en la medida en
respetuosa petición previamente elevada por el Estado, relacionada con la utilización de la doctrina del margen de
apreciación como criterio de interpretación en el presente caso, se solicita a esta H. Corte que reconozca que el
derecho al matrimonio está regulado en Elizabetia de acuerdo a su realidad social, y que ésta regulación es válida
tiempo. En razón de esto, y de conformidad con el principio de soberanía 55 y el margen de apreciación, algunos
Estados han ampliado el matrimonio para que éste pueda abarcar también a parejas del mismo sexo. Lo anterior,
puesto que el margen de apreciación supone que los Estados cuentan con un espacio de discrecionalidad según el
cual pueden fijar el alcance de los derechos convencionales atendiendo a su realidad social, siempre y cuando no
52
Corte IDH, Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. (Excepciones Preliminares, Fondo y Costas). Sentencia de 24 de febrero de 2012,. Serie C
No. 239. Par. 142.
53
Hecho del caso No.17
54
Artículo 17.2 CADH
55
Corte IDH, Medidas provisionales respecto de Venezuela. Casos: Liliana ortega y otras; Luisiana Ríos y otros; Luis Uzcátegui; Marta
Colomina y Liliana Velásquez. Resolución de 04 de mayo de 2004.
56
T.E.D.H. Handyside vs. UK. Judgment, of december 7, 1976.
13
Equipo 247
Como ya fue demostrado, no hay un consenso interestatal frente al tema, ya que de los 34 Estados americanos
únicamente dos permiten el matrimonio de parejas del mismo sexo en todo su territorio. Adicionalmente, la
institución del matrimonio existente en Elizabetia es congruente con su realidad social, pues el 76 por ciento de la
población desaprueba que la unión de hecho sea equiparada con el matrimonio o la familia 57. La estadística
mencionada proviene de una encuesta realizada en enero de 2010 dentro del Estado, y goza de una credibilidad
significativa en tanto no sólo el gobierno aceptó los resultados como válidos, sino que ésta ha sido ampliamente
aceptada también por la sociedad civil y la academia, que han manifestado que los resultados de la encuesta
reflejan con exactitud las percepciones sociales en Elizabetia58. Además, según lo dispuesto por la Corte
Internacional de Justicia, este tipo de estadísticas pueden ser consideradas como un hecho notorio, por lo que
constituyen prueba suficiente de las circunstancias fácticas existentes en Elizabetia59. Como se observa, Elizabetia
ha utilizado el margen de apreciación para determinar que dentro de su ordenamiento el matrimonio es una
realidad social. En segundo lugar, por la falta de consenso interestatal que hay frente al tema. Por último, la
validez se sustenta en la medida en que dicha conducta en ningún momento atenta contra la CADH. Lo anterior
es verídico puesto que el art. 396 del CCE reproduce literalmente el art. 17.2 de la Convención, toda vez que
hombre y una mujer. En este mismo sentido se ha pronunciado el TEDH al establecer que: “The Court notes that
Article 12 grants the right to marry to `men and women´. […] The applicants argued that the wording did not
necessarily imply that a man could only marry a woman and vice versa. The Court observes that, looked at in
isolation, the wording of Article 12 might be interpreted so as not to exclude the marriage between two men or
two women. However, in contrast, all other substantive Articles of the Convention grant rights and freedoms to
57
Hecho del caso No. 40
58
Respuestas aclaratorias 1 y 2.
59
ICJ. Case concerningtheMilitary and ParamilitaryActivitiesin and against Nicaragua (Nicaragua Vs.UnitedStates of America)(Merits)
Judgment of 27 June 1986.
14
Equipo 247
`everyone´or state that no one´ is to be subjected to certain types of prohibited treatment. The choice of wording in
Article 12 must thus be regarded as deliberate. Moreover, regard must be had to the historical context in which the
Convention was adopted. In the 1950s marriage was clearly understood in the traditional sense of being a union
normas establecen como receptores de este derecho únicamente a parejas compuestas por un hombre y una
mujer, a diferencia de los demás arts. de la Convención establecen como receptores a personas en general, sin
hacer distinción alguna. Además, y teniendo en cuenta el contexto histórico en que fue redactada la norma,
previamente a su creación en 1969, cabe establecer que ésta distinción fue realizada intencionalmente. De esta
forma, la institución del matrimonio civil existente en Elizabetia es congruente con la Convención, pues en su
primera frase dispone que: “Toda pareja compuesta por un hombre y una mujer mayores de 18 años puede, por
mutuo consentimiento, contraer matrimonio”61. Así las cosas, el Estado no comprende por qué se le acusa de
violar el art. 17.2 de la CADH, si éste al igual que el art. 369 reproducen exactamente el mismo derecho para los
mismos sujetos.
En virtud de las características del derecho al matrimonio y de la doctrina del margen de apreciación, se solicita a
esta H. Corte que no encuentre violado el art. 17.2 de la CADH, no sólo el art. 396 del CCE es congruente con la
CADH, sino porque no se le puede imponer a un Estado el modelo jurídico a través del cual se regula la unión de
parejas del mismo sexo, ajeno a la realidad social y respecto del cual no hay un consenso regional.
Así las cosas, habiendo comprobado que la normatividad elizabetina es congruente con los numerales primero y
segundo del art. 17 de la CADH, se solicita nuevamente que se determine que el Estado no es responsable
60
T.E.D.H Caso Schalk y Kopf Vs. Austria, (No. 30141/04), Sentencia de 24 de junio de 2010, 22 de noviembre de 2010. Párrs. 54-55
61
Hecho del caso No. 15
15
Equipo 247
2.2.3. Elizabetia respetó la obligación contraída en el Art. 24 de la CADH en relación con el Art. 1.1
El derecho a la igualdad y no discriminación se encuentra protegido por los arts. 24 y 1.1 de la CADH62. El art. 24
prohíbe la discriminación de hecho o de derecho en relación a las leyes estatales y su aplicación, y el art. 1.1
“prohíbe la discriminación en cuanto al respeto y garantía de cualquier otro derecho convencional” 63. No
obstante, la Corte IDH ha establecido que son conceptos difíciles de desligar el uno del otro, en la medida en que
existe un ‘vínculo indisoluble’ entre ellos64. Por esto, el Estado los analizará de forma conjunta para demostrar que
las peticionarias i) no fueron sujetos de tratos discriminatorios de iure o de facto por parte de las autoridades
elizabetinas, y ii) no fueron sujetos de tratos discriminatorios respecto de la aplicación de otros derechos
convencionales65.
Al respecto, la Corte ha determinado que “(…) el principio de igualdad ante la ley, igual protección ante la ley y
no discriminación, pertenece al jus cogens, puesto que sobre él descansa todo el andamiaje jurídico del orden
público nacional e internacional y es un principio fundamental que permea todo el ordenamiento jurídico” 66. Es
por esto que el derecho a la igualdad, y por correlación el derecho a no ser discriminado, tienen una
preponderancia especial dentro del Estado de Elizabetia. En efecto, frente a la comunidad LGBTI, el Estado ha
impulsado una serie de iniciativas con el fin de cumplir las obligaciones a las que voluntariamente se acogió al
ratificar la CADH. Muestra de ello, en marzo de 2007 entró en vigencia la ley de Identidad de Género, que tiene
62
Corte IDH. Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek vs. Paraguay. (Fondo, Reparaciones y Costas) Sentencia de 24 de Agosto de 2010.
Serie C. No. 214. Parr. 268. Opinión Consultiva OC-18/03.Condición Jurídica y Derechos de los Migrantes Indocumentados. 17 de septiembre
de 2003. Serie ANo. 18. Parr. 85.
63
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. (Excepciones Preliminares, Fondo y Costas). Sentencia de 24 de febrero de 2012,. Serie C
No. 239. Parr. 82 Caso Apitz Barbera y otros (“Corte primera de lo contencioso administrativo”) vs. Venezuela (Excepción preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas) Sentencia de 5 de agosto de 2008 Serie C. No. 182, Párr.174.
64
Corte IDH,Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek vs. Paraguay. (Fondo, Reparaciones y Costas) Sentencia de 24 de Agosto de 2010.
Serie C. No. 214. Parr. 268.
65
Cárdenas Cerón, María Alejandra. Aproximación conceptual al derecho de igualdad en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos. En: Instituto de estudios constitucionales Carlos Restrepo Piedrahita. Apuntes sobre el Sistema Interamericano II. Bogotá
D.C.: Universidad Externado, 2009. pp. 47-81. Cuarto Informe de Progreso de la Relatoría sobre Trabajadores Migratorios y Miembros de sus
Familias en el Hemisferio, OEA/Ser.L/V/II.117, Doc. 1 rev. 1, Informe Anual CIDH 2002, 7 de marzo de 2003, párr. 87 y Estándares jurídicos
vinculados a la igualdad de género y a los derechos de las mujeres en el sistema interamericano de derechos humanos: desarrollo y aplicación
OEA/Ser.L/V/II.143 Doc. 60 3 noviembre 2011. Párr..
66
Opinión Consultiva OC-18/03.Condición Jurídica y Derechos de los Migrantes Indocumentados. 17 de septiembre de 2003. Serie A No. 18.
Párr. 101. Corte IDH. Caso Yatama vs. Nicaragua. (Excepciones preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia del 23 de junio de
2005.Serie C. No. 127. Parr. 184.
16
Equipo 247
como fin salvaguardar los derechos a la identidad 67 y la honra de la población transexual de Elizabetia, al
facilitarles un mecanismo para el cambio de nombre y la rectificación registral de género68. Además, en el 2009 se
declaró la inconstitucionalidad de la frase “entre un hombre y una mujer” en la regulación civil de la unión de
hecho69, por lo que la figura se amplía para amparar a parejas del mismo sexo. Estas acciones demuestran el
compromiso de Elizabetia con los derechos humanos de la población LGBTI, dada la preponderancia del
derecho a la igualdad.
Si bien el Estado reconoce la importancia del derecho a la igualdad y no discriminación, también considera
pertinente recordar que “los derechos consagrados en la Convención no son absolutos, en el sentido de que su
ejercicio se halle exento de límites y controles legítimos”70. De lo anterior se desprende que no todas las
diferencias de trato están prohibidas, por lo que la Corte ha distinguido entre “discriminaciones” y “distinciones”.
Las primeras constituyen diferencias arbitrarias que vulneran derechos humanos71, mientras que las segundas son
diferencias compatibles con la Convención Americana por ser razonables, proporcionales y objetivas 72. Para
determinar lo anterior, la jurisprudencia de la Corte IDH y de otros organismos internacionales, han estipulado
que toda medida restrictiva de derechos debe cumplir con ciertos requisitos fundamentales a saber: que se persiga
un fin legítimo, y que la medida sea idónea, necesaria, y proporcional en sentido estricto73.
67
OEA, “Programa Interamericano para el Registro Civil Universal y ‘Derecho a la Identidad’”, resolución AG/RES. 2286 (XXXVII-O/07) de 5
de junio de 2007; resolución AG/RES. 2362 (XXXVIII-O/08) de 3 de junio de 2008 y resolución AG/RES. 2602 (XL-O/10), sobre seguimiento
al programa, de 8 de junio de 2010. Comité Jurídico Interamericano, Opinión “sobre el alcance del derecho a la identidad”, resolución CJI/doc.
276/07 rev. 1, de 10 de agosto de 2007, párrs. 11.2 y 18.3.3, ratificada mediante resolución CJI/RES.137 (LXXI-O/07), de 10 de agosto de 2010.
68
Hecho del caso No. 37.
69
Hechos del caso No. 16 y 17.
70
Corte IDH, Voto concurrente del Juez Sergio García Ramírez. en el caso Kimel vs. Argentina, (Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 2
de mayo de 2008, Serie C No. 170. Parr. 10.
71
Naciones Unidas, Comité de Derechos Humanos, Observación General No. 18, No discriminación, 10 de noviembre de 989, CCPR/C/37.
72
Corte IDH, Caso Castañeda Gutman Vs. Estados Unidos Mexicanos. (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia
de 6 de Agosto de 2008. Serie C No. 184. Parr. 211 Cfr. Opinión Consultiva OC-17/02. Condición jurídica y derechos humanos del niño. 28
de agosto de 2002. Serie A No. 17. Párr.84.
73
CIDH. Demanda ante la Corte IDH en el caso Atala Riffo y niñas vs. Chile. Septiembre 17, 2010. Naciones Unidas, Comité de Derechos
Humanos, Toonen Vs. Australia, Comunicación No. 488/1992. Corte IDH. Caso del Tribunal Constitucional vs. Perú. (Fondo, Reparaciones y
Costas). Sentencia del 31 de enero de 2001. Serie C. No. 71; Caso Kimel vs. Argentina, (Fondo, Reparaciones y costas) Sentencia de 2 de mayo
de 2008, Serie C No. 170, Parr. 58 ; y Caso Ricardo Canese Vs. Paraguay. (Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 31 de agosto de 2004.
Serie C No. 111.Naciones Unidas, Comité de Derechos Humanos, Observación General No. 18, No discriminación, 10 de noviembre de 989,
CCPR/C/37.
17
Equipo 247
La discriminación de iure se configura mediante la emisión de leyes, en sentido amplio, que discriminan a un
determinado grupo de personas74. En el presente caso no se está frente a este tipo de discriminación pues,
contrario a lo que alegan las peticionarias, el art. 396 del CCE no viola el derecho a la igualdad y no
tanto cumple con los tres requisitos del test mencionado, por lo cual la restricción que realiza la norma es una
la institución del matrimonio para parejas heterosexuales. Lo anterior es así, debido a las particularidades de la
sociedad de Elizabetia, las cuales se ven reflejadas en la encuesta que muestra que el 76 por ciento de la población
elizabetina está en contra del matrimonio de parejas homosexuales76. Ello constituye un fin legítimo por dos
motivos: i) porque el Estado cuenta con un margen de apreciación que le da la facultad de regular esta institución
jurídica de conformidad con su realidad social, como se demostró en el acápite correspondiente; y ii) porque la
manera en que el Estado utilizó dicha facultad no generó, como ya se demostró, una violación al art. 17.2 de la
adecuado para contribuir a la obtención de una finalidad compatible con la Convención”77, porque en efecto la
norma sólo determina que las parejas heterosexuales son las receptoras del derecho al matrimonio y, como ya ha
sido ampliamente elaborado, esto es compatible con la CADH. En cuanto al requisito de necesidad, que radica
en que no existan otras alternativas para alcanzar el fin78, es factible afirmar que se cumple en tanto ninguna otra
medida, no lesiva de derechos humanos, lograría este cometido de forma efectiva. Por último, la
74
Opinión Consultiva OC-18/03.Condición Jurídica y Derechos de los Migrantes Indocumentados. 17 de septiembre de 2003. Serie A No. 18.
Párr. 101. Corte IDH. Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República Dominicana.(Fondo, Reparaciones y Costas) Sentencia de 24 de octubre de
2012. Serie C No.251. Parr. 236
75
Corte IDH, Caso Escher y otros Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, (Fondo, Reparaciones y Costas.) Sentencia de 6 de julio de 2009. Serie
C No. 199. Parr. 116.
76
Hecho del caso No. 40, Respuestas aclaratorias 1 y 2.
77
Corte IDH, Caso Kimel vs. Argentina, (Fondo, Reparaciones y costas) Sentencia de 2 de mayo de 2008, Serie C No. 170, Parr. 24
78
Corte IDH, Caso Chaparro Alvarez y Lapo Iñiguez Vs. Ecuador. (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 25
de noviembre de 2007. Serie C No. 170, Parr. 93.
18
Equipo 247
proporcionalidad en sentido estricto por parte de la norma debe considerarse cumplida si “el sacrificio inherente a
[la restricción] no resulta exagerado o desmedido frente a las ventajas que se obtienen mediante tal limitación” 79.
Este requisito se cumple en el presente caso ya que la norma no genera una restricción desmedida para las parejas
homosexuales, pues éstas cuentan con la institución legal de la unión de hecho consagrada en el art. 406 del CCE,
que tiene los mismos efectos del matrimonio, los cuales incluyen: responsabilidad y gobierno de la familia, crear
una comunidad de bienes, decidir y administrar los asuntos domésticos, compartir la seguridad social y, en caso
de muerte intestada, contar con el primer grado de prioridad frente a los bienes del causante80.
En este orden de ideas, habiendo comprobado que el art. 396 del CCE cumple con los tres requisitos del test, es
claro que el trato diferenciado de las parejas homosexuales no constituye una discriminación sino una mera
distinción, por lo que no se configura discriminación de iure. Por ende, se solicita a esta H. Corte que no
encuentre violado el derecho a la igualdad y no discriminación en perjuicio de Serafina Conejo Gallo y Adriana
Timor.
Por su parte, la discriminación de facto opera cuando el Estado favorece “actuaciones y prácticas de sus
funcionarios, en aplicación o interpretación de la ley, que discriminen a determinado grupo de personas en razón
de su raza, género, color, u otras causales”81. En el presente caso tampoco ocurre discriminación de este tipo, en
tanto las actuaciones de las autoridades elizabetinas tuvieron como fundamento el art. 396 del CCE, que como se
art. 396 del CCE82. Asimismo, el JFA No. 3 y el TCJGD No. 5 ambos en funciones de amparo, rechazaron el
79
Corte IDH, Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, (Reparaciones y Costas). Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135, Párr.
197, y Caso García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú. (Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 25 de noviembre de
2005. Serie C No. 137, Párr. 106.
80
Hecho del caso No. 17, Respuesta aclaratoria No. 7
81
Corte IDH,Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek Vs. Paraguay. (Fondo, Reparaciones y Costas) Sentencia de 24 de Agosto de 2010.
Serie C. No. 214. Párr. 271
82
Hechos del caso No. 44 y 45.
19
Equipo 247
recurso de amparo pues no se probó la “arbitrariedad manifiesta” de las decisiones impugnadas, requisito de
que es compatible con la CADH, las peticionarias no fueron sujetos de una discriminación de facto. Además, en
los hechos del caso se evidencia claramente que en la tramitación de los recursos no medió ningún tipo de
valoración peyorativa frente a la orientación sexual de las accionantes. Por ende, nuevamente se solicita a esta H.
Corte que no encuentre violado el derecho a la igualdad y no discriminación en perjuicio de Serafina Conejo
2.2.4. Elizabetia respetó la obligación contraída en el Art.11 de la CADH en relación con el Art. 1.1
El art. 11 de la CADH protege la honra y la dignidad, al prohibir todo ataque ilegal contra la honra y la reputación
de las personas84. De esta norma derivan dos obligaciones que deben cumplir los Estados. En primera instancia, el
Segundo, el respeto del derecho a la vida privada, que incluye la prohibición de realizar injerencias arbitrarias o
abusivas en la vida privada de las personas, y la posibilidad de que todas las personas puedan desarrollarse como
individuos. El Estado demostrará que no ha incumplido ninguna de las dos obligaciones contenidas en el art. 11
de la CADH.
De conformidad con los hechos, los funcionarios administrativos y judiciales de Elizabetia que intervinieron en el
presente caso, nunca fomentaron una actitud de desprecio o desprestigio85 hacia las peticionarias Serafina Conejo
Gallo y Adriana Timor, ni realizaron declaraciones públicas que pudieran ser consideradas como ofensivas. Al
83
Hecho del caso No. 48-49, Respuesta aclaratoria No. 41.
84
Corte IDH, Caso Escher y otros Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, (Fondo, Reparaciones y Costas.) Sentencia de 6 de julio de 2009. Serie
C No. 199, párr. 117; Caso Gonzáles y otras (Campo algodonero) Vs. México. (Excepción preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia
de 16 de noviembre de 2009. Párr. 444
85
Corte IDH, Caso Tristán Donoso Vs. Panamá (Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 27 de enero de 2009. Serie
C No. 193. Párr. 82.
20
Equipo 247
respecto cabe anotar que ni los pronunciamientos de la SNF, ni los del JCA No. 7, ni los del JFA No. 3, como
tampoco el del TCJGD No. 5 se pronunciaron lesivamente sobre la orientación sexual de las peticionarias. Por el
contrario, sus declaraciones en las decisiones, como ya se demostró, estuvieron únicamente motivadas con
fundamentos de derecho86. Asimismo, es posible establecer que las acciones del Estado de Elizabetia se han
concentrado en modificar los obstáculos que impedían la plena integración de la población LGBTI a la sociedad
unión de hecho para las parejas del mismo sexo 87. Además, la jurisprudencia de esta Corte ha resaltado que
“quien se considere afectado en su honor recurra a los medios judiciales que el Estado disponga para su
protección”88. Frente al particular hay que advertir a este H. Tribunal, que las peticionarias en ningún momento
judiciales del Estado de Elizabetia, así como que éstas no acudieron dentro del orden interno a los recursos
efectivos para hacer valer su derecho a la honra, el Estado solicita al H. Tribunal que determine que en el presente
2.2.4.2. Elizabetia respetó el derecho a la vida privada de las peticionarias consagrado en el art. 11
de la CADH
El art. 11 de la CADH incluye también la protección del derecho a la vida privada 89, que ha sido entendida como
un concepto que “comprende, entre otros ámbitos protegidos la vida sexual y el derecho a establecer y desarrollar
relaciones con otros seres humanos”90. Como ya fue mencionado, la Corte IDH ha desarrollado este derecho
frente a la prohibición del Estado a realizar injerencias arbitrarias o abusivas en la vida privada de las personas, y
86
Hechos del caso No. 42-49.
87
Hechos del caso No. 16, 17, 36, 37.
88
Corte IDH, Caso Ricardo Canese Vs. Paraguay. (Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 31 de agosto de 2004. Serie C No. 111, párr. 101
y Caso Kimel Vs. Argentina. (Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 2 de mayo de 2008 Serie C No. 177, párr. 55
89
Corte IDH. Caso Rosendo Cantú y otras Vs. México. (Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 31 de agosto de
2010. Serie C No. 216, párr. 119
90
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. (Excepciones Preliminares, Fondo y Costas). Sentencia de 24 de febrero de 2012,. Serie C
No. 239. Parr. 162.
21
Equipo 247
en relación a la posibilidad de que todas las personas puedan desarrollarse como individuos, en tanto la vida
privada va ‘más allá de la privacidad’, e involucra también varios aspectos de la dignidad del ser humano.
Elizabetia procederá a demostrar que no se violó el derecho a la vida privada de Serafina Conejo Gallo y Adriana
correspondencia y vida familiar de las personas91. En el presente caso, sólo se analizará la inexistencia de una
injerencia arbitraria en relación a la vida familiar de las peticionarias, toda vez que de los hechos del caso no se
haya realizado una injerencia arbitraria en la vida familiar de las peticionarias al no permitirles acceder a la
institución del matrimonio lo que, a su juicio, derivó en que no se les permitió ser consideradas familia. No
obstante, como ya fue demostrado en los acápites correspondientes i) la restricción de la institución del
matrimonio dentro de Elizabetia es compatible con la CADH, y ii) no hay una violación del derecho a la familia
de las peticionarias, pues en el Estado existen otras formas de reconocimiento de familia como lo es la unión de
hecho, contemplada en el art. 406 del CCE. Por ende, no cabe afirmar que haya habido una injerencia arbitraria
aspiraciones, determinar su propia identidad y definir sus propias relaciones personales 92, debe afirmarse que
tampoco fue violado por el Estado. Lo anterior se fundamenta en que en Elizabetia se ha venido creando una
plataforma jurídica encaminada a proteger derechos de la comunidad LGBTI y, por tanto, el libre desarrollo de la
personalidad de éstas personas. Al respecto es pertinente resaltar la Ley de Identidad de Género creada en
91
Corte IDH.Caso Fontevecchia y D’Amico vs. Argentina. (Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 29 de Noviembre de 2011. Serie C
No. 238. Parr. 71. Caso Escher y otros Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, (Fondo, Reparaciones y Costas.) Sentencia de 6 de julio de 2009.
Serie C No. 199, párr. 117. Caso Familia Barrios vs. Venezuela. (Fondo, Reparaciones y Costas).Sentencia de 24 de Noviembre de 2012. Serie C
No. 237. Parr. 147. Caso Escué Zapata vs. Colombia. (Fondo, Reparaciones y Costas).Sentencia de 2 de Julio de 2007. Serie C No. 165. Parr. 97.
92
Corte IDH.Caso Artavia Murillo y otros (“Fecundación invitro”) vs. Costa Rica. (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas).
Sentencia 28 de noviembre de 2012. Serie C No. 257. Cfr. Caso Rosendo Cantú y otra Vs. México. (Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones
y Costas). Sentencia de 31 de agosto de 2010. Serie C No. 216, párr. 119, T.E.D.H., Caso Dudgeon Vs. Reino Unido, (No. 7525/76), Sentencia
de 22 de octubre de 1981, párr. 41; Caso X y Y Vs. Países Bajos, (No. 8978/80), Sentencia de 26 de marzo de 1985, párr. 22; Caso Niemietz Vs.
Alemania, (No. 13710/88), Sentencia de 16 de diciembre de 1992, párr. 29; Caso Peck Vs. Reino Unido, (No.44647/98), Sentencia de 28 de
enero de 2003. Final, 28 de abril de 2003, párr. 57; Caso Pretty Vs. Reino Unido,(No. 2346/02), Sentencia de 29 de abril de 2002. Final, 29 de
julio de 2002, párr. 61.
22
Equipo 247
Elizabetia, así como el reconocimiento de la unión de hecho para parejas del mismo sexo junto con todos los
derechos que ésta trae consigo93. Muestra de lo anterior es que las peticionarias llevan más de un año de
convivencia sin que se haya presentado algún tipo de injerencia por parte del Estado. Lo anterior le brinda a esta
población un blindaje jurídico dentro del cual pueden desarrollar libremente su personalidad. Por todo lo anterior,
se solicita a esta H. Corte que no encuentre violado el derecho a la vida privada protegido por el art. 11 de la
CADH.
2.2.5. El Estado de Elizabetia respetó las obligaciones contraídas en los Arts. 8.1 y 25 de la CADH en
Como lo ha señalado este H. Tribunal, el derecho consagrado en el art. 8.1 de la CADH es aquel que consagra los
lineamientos generales del debido proceso, en el sentido de que ninguna actuación judicial o administrativa debe
darse sin los presupuestos mínimos de esta institución94. Entonces, las garantías judiciales del art. 8 de la CADH
sirven para proteger95 los derechos de los individuos a ser oídos con las debidas garantías, dentro de un plazo
razonable, y por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, y que se encuentre establecido en la
ley96. El Estado de Elizabetia en ningún momento actúo en contravía de estas normativas esenciales de cualquier
Estado de derecho, ya que los todos los funcionarios que conocieron de las acciones contaban con los requisitos
ser juzgadas por tribunales de justicia ordinarios con arreglo a procedimientos legalmente establecidos97. Así,
debido a que los procedimientos de los recursos interpuestos por las peticionarias y también la competencia de las
93
Hechos del caso No. 16, 17, 36, 37
94
Corte IDH, Caso Mohamed Vs. Argentina. (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas) Sentencia de 23 de noviembre de
2012. Serie C No. 255, párr. 82 y Caso Masacres de Río Negro Vs. Guatemala. (Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas) Sentencia
de 4 de septiembre de 2012. Serie C. No. 250, párr. 191.
95
Corte IDH, Caso Álvarez Iñiguez Vs. Ecuador. (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas) Sentencia de 21 de noviembre de
2007. Serie C No. 170, párr. 54 y Caso Yvon Neptune Vs. Haití. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de mayo de 2008, Serie C No.
180. Párr. 91
96
Corte IDH, Genie Lacayo Vs. Nicaragua. ( Fondo, Reparaciones y Costas) Sentencia de 29 de enero de 1997, Serie C No. 30, párr. 74;
CIDH. Informe anual 1997. Recomendaciones a los Estados miembros en áreas en las cuales deben adoptarse medidas para la cabal observancia
de los derechos humanos. OEA/Ser.L/V/II.98 Doc. 6, 17 de febrero de 1998.
97
Corte IDH, Caso Apitz Barbera (“Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) vs. Venezuela. (Excepción preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas.) Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C. No. 182. Pár. 50.
23
Equipo 247
competencia en el presente caso. Además, las accionarias en ningún momento interpusieron excepciones
únicamente por el derecho99. En el caso concreto, los recursos interpuestos fueron debidamente motivados y se
basaron únicamente en fundamentos de carácter jurídico. El recurso de la SNF tuvo como fundamento el art. 396
del CCE, por su parte el JCA No. 7 fundamentó su decisión en el art. 396 del CCE y en la inexistencia de
ilegalidad del acto impugnado. Asimismo, el JFA No. 3 y el TCJGD No. 5, motivaron sus sentencias basados en
un requisito formal de procedencia de la acción. Este requisito se refiere a que el amparo contra decisiones judicial
sólo procede en casos de arbitrariedad manifiesta que tiene que estar debidamente acreditada 100. Así, queda claro
interviene en una contienda particular se aproxim[a] a los hechos de la causa careciendo, de manera subjetiva, de
todo prejuicio y, asimismo, ofreciendo garantías suficientes de índole objetiva (…)”101. En el caso se cumplió con
el requisito, pues en los procesos tanto judiciales como administrativos llevados a cabo, no consta ninguna
recusación sobre la imparcialidad de los funcionarios. Asimismo, los pronunciamientos de las autoridades no
conllevaron consideraciones sobre la orientación sexual de las presuntas víctimas, como fue demostrado en el
acápite sobre el art. 11. Al respecto, la Corte EDH, ha explicado que la imparcialidad personal o subjetiva se
presume a menos que exista prueba en contrario102.Con base en esto, debido a que en los hechos del caso no
consta prueba alguna de la falta de imparcialidad de los funcionarios de Elizabetia, se sustenta la conducta de
98
Hechos del caso No. 42-49 y pregunta aclaratoria No. 41
99
Corte IDH, Caso Reverón Trujillo Vs. Venezuela. (Excepción preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.) Sentencia de 30 de junio de 2009.
Serie C. No.1 97. Pár. 146
100
Hechos del Caso No. 48 y 49.
101
Corte IDH, Caso Apitz Barbera(“Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) Vs. Venezuela. (Excepción preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas.) Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C. No. 182. Pár.56 y T.E.D.H. Cfr. Pullar v. the United Kingdom, judgment of
10 June 1996, Reports of Judgments and Decisions 1996-III, § 30, y Fey v. Austria, judgment of 24 February 1993, Series A no. 255-A p. 8, § 28.
102
T.E.D.H Daktaras v. Lithuania, no. 42095/98 (Sect. 3) (bil.), ECHR 2000-X – (10.10.00), § 30
24
Equipo 247
En igual sentido, el Estado expone que los otros requisitos emanados del art. 8.1 de la CADH, a saber el derecho a
ser oído103 y el derecho a que el proceso se lleve a cabo en un tiempo razonable104, también fueron garantizados
por el Estado a Serafina Conejo y Adriana Timor. En efecto, las resoluciones tomadas por los funcionarios
siempre estuvieron dentro de los términos establecidos para las mismas en la legislación elizabetina. Así, mientras
la SNF expidió el acto administrativo en un mes y quince días, el recurso contencioso administrativo fue
sustanciado en dos meses y el de amparo fue fallado en un término de tres meses. Por lo anterior, se solicita a esta
Corte que determine que la obligación consagrada en el art. 8.1, sobre garantías judiciales, no fue violada por
Elizabetia.
En cuanto al art. 25, la H. Corte IDH ha indicado que la garantía de un recurso efectivo “constituye uno de los
pilares básicos, no sólo de la Convención Americana, sino del propio Estado de Derecho en una sociedad
democrática (…)”105. Como tal lo entiende el Estado de Elizabetia, que en el caso ofreció a las peticionarias
recursos sencillos, efectivos y rápidos que permitían la tutela de los derechos presuntamente violados, como lo es
el recurso de nulidad y el recurso de amparo. Este H. Tribunal ha establecido que “para que el Estado cumpla con
lo dispuesto en el citado art. 25.1 de la Convención no basta con que los recursos existan formalmente, sino es
preciso que sean efectivos, es decir, se debe brindar a la persona la posibilidad real de interponer un recurso
sencillo y rápido que permita alcanzar, en su caso, la protección judicial requerida” 106. De los hechos del caso se
desprende que las accionarias sí pudieron impetrar los recursos a los cuales acudieron, y que éstos fueron resueltos
de manera expedita, por lo que no es posible que se arguya que el Estado de Elizabetia incumplió con la
obligación contraída en el art. 25.1 de la CADH. Además, una prueba de la sencillez de los recursos, es que no
era necesario que las peticionarias accedieran a ellos por medio de un abogado, sino que pudieron hacerlo ellas
103
Acosta Alvarado, Paola. El derecho al acceso a la justicia en la jurisprudencia Latinoamericana. Departamento de Publicaciones, Bogotá,
Colombia, 2010. Pg. 27
104
Corte IDH, Caso Suárez Rosero Vs. Ecuador. (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas) Sentencia de 12 de noviembre de
1997. Serie C No. 35, párr. 70
105
Corte IDH, Caso Castillo Páez Vs. Perú. (Fondo) Sentencia de 3 de noviembre de 1997. Serie C No. 34, párr. 82, y Caso Reverón Trujillo
Vs. Venezuela. (Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 30 de junio de 2009. Serie C No. 197, párr. 59.
106
Corte IDH. Caso Tibi vs. Ecuador. (Excepciones preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia del 7 de noviembre de 2004.
Párr. 131. Corte IDH. Caso del Tribunal Constitucional vs. Perú. (Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia del 31 de enero de 2001. Serie C.
No. 71, párr. 89. Corte IDH, Caso las Palmeras vs Colombia. Sentencia del 6 de diciembre de 2001. Serie C No. 90 Párr. 58.
25
Equipo 247
mismas.107 Por lo anterior, se le solicita esta H. Corte que establezca que el Estado no es responsable
Convención, para garantizar los derechos en ella consagrados. La Corte IDH ha establecido que este deber
implica la adopción de medidas en dos vertientes; de una parte, la supresión de las normas y prácticas de cualquier
naturaleza que vulneren las garantías previstas en la Convención; por otra, la expedición de normas y el desarrollo
Como fue demostrado en los acápites anteriores, en Elizabetia no existen normas o prácticas que atenten contra las
garantías previstas en la CADH. El art. 396, la norma cuestionada constantemente por las peticionarias, no es violatorio de
la Convención en la medida en que reproduce lo dispuesto en el art. 17.2 de la misma, y porque contiene una restricción
que no constituye una discriminación sino una distinción. De la mano de esto, no existen en Elizabetia prácticas que
atenten contra las garantías convencionales, pues las conductas de las autoridades se guían por lo dispuesto en la
normatividad interna que, se reitera, es compatible con la CADH. También es imperioso rescatar que como se determinó
en el acápite sobre el respeto del derecho a la honra y la dignidad, Serafina Conejo y Adriana Timor jamás se vieron
Adicionalmente, Elizabetia ha cumplido con la obligación de expedir normas y desarrollar prácticas conducentes a la
efectiva observancia de las garantías convencionales. Esto se ha realizado mediante la reforma de la figura de la unión de
hecho contemplada en el art. 406 CCE, ampliada para abarcar también parejas del mismo sexo, y también por medio de la
legislación creada en beneficio de la identidad de género de la comunidad LGBTI. Esto demuestra que, de manera
paulatina y ajustándose a su realidad social, Elizabetia impulsa y garantiza el respeto de los derechos de la comunidad
LGBTI. Consecuentemente, es evidente el cumplimiento de la obligación contenida en el art. 2 de la CADH por parte de
Elizabetia.
107
Corte IDH. Caso Hilaire, Benjamin y Constantine Vs. Trinidad y Tobago. (Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia del 21 de junio de
2002. Párr. 143.
108
Corte IDH, Caso Mohamed Vs. Argentina. (Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas) Sentencia de 23 de noviembre de
2012. Serie C No. 255. Párr. 113.
26
Equipo 247
3. MEDIDAS PROVISIONALES
El art. 63.1 de la CADH, establece los requisitos de necesario cumplimiento 109 para que las medidas provisionales sean
otorgadas, son: i) la extrema gravedad, ii) la urgencia y iii) que la medida busque evitar daños irreparables. Por extrema
gravedad se ha entendido que debe tratarse de un hecho o situación que ponga en peligro los derechos humanos
fundamentales, es decir, aquellos que bajo ningún respecto puedan verse menoscabados o limitados en su ejercicio, ni
siquiera en situaciones de emergencia constitucional”110. Respecto a la urgencia de la medida, esta debe comprenderse
como “la amenaza inminente de un daño irreparable, de modo que cualquier demora resulta peligrosa”111. Por último, por
daño irreparable se entiende que debe tratarse de un daño que posteriormente no tendrá arreglo. Si se atiende al tenor de
los requisitos mencionados, se concluirá que en el caso objeto de revisión las medidas provisionales no son procedentes,
toda vez que la “tres condiciones deben estar presentes en toda situación en la que se solicite la intervención del Tribunal, y
deben persistir para que la Corte mantenga la orden de protección (…)”112. Por consiguiente, el Estado de Elizabetia
solicita a esta H. Corte que desestime la solicitud de medidas provisionales interpuesta por Mariposa.
Los requisitos de extrema gravedad y urgencia se tratarán conjuntamente toda vez que “(…) la gravedad y urgencia de un
caso parecen ir de la mano”113. En la situación bajo examen no se configura el requisito de gravedad extrema, ya que la
medida provisional no tiene como fin salvaguardar el derecho a la vida de Adriana Timor. Por el contrario, ésta pretende
que se faculte a Serafina Conejo para que otorgue su consentimiento, con el fin de que a Adriana se le practique una cirugía
intracraneana en la que las posibilidades de supervivencia son de un 15 por ciento 114. Esta pretensión no protege el
derecho a la vida pues, en caso de que no se practique la cirugía por la que las peticionarias abogan, las posibilidades de
109
Faúndez, Héctor. El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos: aspectos institucionales y procesales. Instituto
Interamericano de Derechos Humanos (IIDH). San José. 1999. Pág. 387
110
Concepto del ex juez de la Corte Interamericana Asdrúbal Aguiar-Aranguren; en Faúndez Ledesma. Medidas cautelares y medidas
provisionales: acciones urgentes en el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, en Revista de la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Políticas.
111
Faúndez, Héctor. Medidas cautelares y medidas provisionales: acciones urgentes en el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos
Humanos, en Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, ob. cit., p. 544.
112
Corte IDH. Caso Carpio Nicolle. Medidas Provisionales respecto de Guatemala. Resolución de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos de 6 de julio de 2009, Considerando decimo cuarto, y Asunto José Luís Galdámez Álvarez y otros. Medidas Provisionales respecto
de Honduras. Resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 24 de octubre de 2012, Considerando cuarto.
113
Faúndez, Héctor. El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos: aspectos institucionales y procesales. Supra nota 51 .
Pág. 380
114
Hecho del caso. No. 59.
27
Equipo 247
supervivencia ascienden a un 85 por ciento. Como se ve, entonces, la situación subyacente a la petición de las medidas
provisionales no reviste de extrema gravedad, toda vez que Adriana Timor tiene una mayor probabilidad de vida en caso
de que no se den las medidas provisionales, y en todo caso, en el supuesto fáctico de que las medidas provisionales no se
otorguen, la vida de la señora Timor no corre peligro pues tiene el 85 por ciento de probabilidad de conservar su vida.
En cuanto a la urgencia, se debe entender que dado que la situación subyacente a la petición de las medidas provisionales
no reviste, como ya se probó, de gravedad extrema, la misma no tiene el carácter de urgencia que se exige para la
procedencia de las medidas provisionales. Esto, en tanto la vida de Adriana Timor no depende de la aprobación de las
irreparables, es preciso aclarar que el supuesto de irreparabilidad tampoco se cumple en el caso concreto. Esto, ya que de
continuarse con el monitoreo de la situación, la consecuencia principal para Adriana seria el padecimiento de Amnesia
Anterógrada, consistente en “la dificultad de aprender nueva información”115. Sin embargo, esta consecuencia no puede
ser considerada un perjuicio irreparable, en tanto se trata de una condición médica que puede ser completamente superada,
en tanto “Generalmente, se resuelve en cuestión de semanas, con un promedio de 72 días”116, situación que además se
evidencia primordialmente en el hecho de que la misma Adriana ya padeció esta condición en el pasado, y se recuperó
totalmente117.
Dado que se demostró que la petición de las medidas provisionales no cumple con ninguno de los tres requisitos exigidos
por la Convención, se solicita respetuosamente a la H. Corte IDH que decrete la improcedencia de las mismas. Además,
en todo caso, las víctimas pueden denunciar el riesgo ante la jurisdicción interna, para que ésta lo estudie y determine si se
les debe dar o no protección especial118. Es por lo anterior que en el presente caso la Corte IDH no debe conceder las
115
Carlson, Neil R. Fundamentos de psicología fisiológica. Pearson, Prentice hall. Tercera edición. Pg. 402. Cfr. OMS. Glosario de términos de
alcohol y drogas. 1994. Encontrado en: http://www.who.int/substance_abuse/terminology/lexicon_alcohol_drugs_spanish.pdf
116
Tipos de amnesia post-TEC y factores implicados O. Alcoverro Fortunya , J.E. Rojo Rodésb y M. Ibarra Jatoa Encontrado en:
http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/pdf/46/46v12n04a13078157pdf001.pdf
117
Hecho del caso No. 61, Respuesta aclaratoria No. 4,
118
Faúndez, Héctor. El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos: aspectos institucionales y procesales. Supra nota. Pág.
537
28
Equipo 247
4. PETITORIO
Por lo expuesto anteriormente, el Estado de Elizabetia solicita a esta H. Corte que concluya y declare:
i) la procedencia de las excepciones preliminares interpuestas por el Estado y, consecuentemente, la inadmisibilidad del
caso, ii) Que, en caso de que nos sean admitidas las excepciones preliminares, el Estado no es responsable
internacionalmente por la violación de los derechos consagrados en los arts. 2, 8.1 11, 17, 24, y 25 de la CADH, todos en
relación con el art. 1.1. de la misma en perjuicio de Serafina Conejo Gallo y Adriana Timor, iii) que de conformidad con
el art. 63.1, se determine la no procedencia de reparaciones y iv) que no se condene en gastos y costas al Estado.
29