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ADULTEZ INTERMEDIA

Se define como el periodo comprendido entre los 40 y los 65 años. Sin embargo,
también es posible definirla desde el punto de vista contextual. Uno de los contextos es
la situación familiar: puede definirse a una persona de edad adulta intermedia como la
que tienen hijos mayores o padres entrados en años.
Muchas personas sienten que están en la edad adulta intermedia al arribar a los 50 años,
momento tan crucial como la adolescencia, cuando los colegas más jóvenes los llaman
“señora” “señor”, experimentan problemas de artritis, de la próstata, o alguna otra
dolencia física asociada con la edad; los hijos se quedan calvos, las hijas le dan nietos,
se dan cuenta de que son los de más edad en la oficina.
Sin embargo, hay quienes afirman que esos años son los mejores de la vida. En general,
las personas de edad adulta intermedia mantienen buena condición física y psicológica,
su salud física es buena gracias a los avances médicos y a los cuidados preventivos. En
la edad adulta intermedia las personas se dan cuenta de que su cuerpo ha cambiado. En
una sociedad como la nuestra, que privilegia la juventud y la buena condición física, las
arrugas, la flacidez y los músculos débiles con signos molestos de envejecimiento.
Esta época es un periodo de inventario, de reevaluación de las aspiraciones y de qué tan
bien se han logrado las metas. Algunas personas modifican sus objetivos, y algunas
veces se dirigen hacia rumbos completamente nuevos. En vez de pensar en función de
los años que han vivido, los individuos empiezan a pensar en términos del tiempo que
han dejado de vivir. Quizá se dan cuenta de que no pueden hacer lo que desean y están
ansiosos por hacer lo máximo en el tiempo que les resta la vida.

1.- Desarrollo físico: De la edad adulta temprana a la edad adulta intermedia, los
cambios biológicos que se presentan son graduales. Quizá sea imposible percibirlos
hasta cuando un día, a los 45 años, el hombre se da cuenta de que no puede leer sin
lentes en el directorio telefónico, o la mujer descubre que no puede moverse con la
misma rapidez de antes.
Aunque el funcionamiento físico y la salud son buenos, no alcanzan el nivel máximo de
la edad adulta temprana. La mayoría de las personas aceptan con serenidad los cambios
en su capacidad sexual y reproductora (menopausia y climaterio masculino); algunas
experimentan cierto tipo de renacimiento sexual; otras, sin embargo en especial las
mujeres siente que su atractivo físico disminuye.

2.-Cambios físicos en la edad adulta intermedia

a) Funcionamiento Sensorial y Psicomotor


En general, los cambios que se presentan en la capacidad psicomotora y sensorial son
bastante pequeños, y la mayoría los compensa con éxito. No obstante, estos cambios
son reales y afectan el autoconcepto de las personas y su interacción con los demás.

b) Vista, oído y olfato


El cristalino del ojo pierde flexibilidad y disminuye su capacidad para enfocar los
objetos.
Este fenómeno se descubre en la primera época de la edad adulta intermedia.
Muchas personas necesitan anteojos para leer, debido a la presbicia (hipermetropía
asociada a la vejez). En esta edad, las personas también necesitan cerca de un tercio de
mayor luminosidad para compensar la pérdida de luz que llega a la retina.
Durante la edad adulta intermedia se produce una disminución de la capacidad auditiva,
en especial de los sonidos de frecuencia más alta, la cual se conoce como presbiacusia.
La pérdida de la capacidad auditiva es mayor en los hombres

c) Fuerza, coordinación y tiempo de reacción: Las personas que son activas desde
tempranas épocas de la vida tienen mayor vigor y resistencia después de los 60 años, las
que llevan vida sedentaria pierden la tonicidad y la energía muscular, y se vuelven
menos inclinadas a realizar ejercicios físicos. Un estilo de vida sedentario está más
correlacionado con las muertes causadas por ataques al corazón.
El tiempo de reacción simple disminuye (como la velocidad para pulsar una tecla con el
dedo índice) como promedio del 20%, entre los 20 y los 60 años. Las habilidades
motoras complejas (como las que se necesitan para conducir un automóvil), que se
incrementan en la niñez y la juventud, declinan de modo gradual después de que la
persona alcanza el desarrollo completo. Sin embargo, esta disminución no significa
desempeño deficiente.

d) Cambios fisiológicos: Algunos de los cambios fisiológicos que se presentan en esta


edad son producto del envejecimiento. Sin embargo, los factores de comportamiento y
el estilo de vida que datan de la juventud afectan con frecuencia el ritmo y el alcance de
dichos cambios. Cada persona tiene su propio ritmo de envejecimiento y el deterioro del
sistema corporal es gradual. Los cambios más comunes son la disminución de la
capacidad de bombeo de sangre, la reducción en el funcionamiento renal, menos
secreción de enzimas en el sistema gastrointestinal lo cual origina indigestión y
estreñimiento, debilitamiento del diafragma y, en los hombres, el agrandamiento de la
próstata, lo cual puede causar problemas sexuales y renales.

3.- Sexualidad

a) Actividad Sexual
Los mitos acerca de la sexualidad en la edad adulta intermedia con frecuencia se
convierten en un obstáculo para la felicidad. Sin embargo, recientes avances en la salud,
actitudes más liberales de la sociedad hacia el sexo y algunos nuevos estudios hacen que
las personas estén más conscientes acerca de que el sexo es un elemento vital. Las
personas de edad adulta intermedia con frecuencia están mucho más comprometidas en
actividades sexuales y en formas más variadas que las de edades anteriores.
El funcionamiento sexual es diferente en la edad adulta intermedia; la mayoría de los
hombres no experimentan deseos sexuales con tanta frecuencia como cuando estaban
jóvenes: los que deseaban, mantener relaciones sexuales cada dos días ahora se contenta
con tenerlas cada tres o cinco días. Las mujeres puedes sentir deseos por periodos más
prolongados, útiles para lograr el orgasmo. La capacidad de las mujeres para dar a luz
llega a su fin. Aunque los hombres todavía pueden engendrar hijos. Las causas de la
disminución de la actividad sexual no son fisiológicas, entre las causas se encuentran:
La monotonía en la relación, preocupación, fatiga mental o física, depresión, no tener el
sexo entre las prioridades debido a las exigencias de tiempo, temor a no tener erección.
Entre las físicas se hallan las enfermedades crónicas, cirugías, algunos medicamentos o
comer demasiado o ingerir mucho alcohol.
b) Menopausia: La menopausia es un evento biológico en el que la mujer deja de
ovular y menstruar, y ya no puede dar a luz más hijos. En general se considera que la
mujer ha llegado a la menopausia un año después del último periodo menstrual.

c) Climaterio masculino: Aunque los hombres pueden engendrar hijos hasta edad
avanzada, al llegar a la edad adulta intermedia algunos experimentan una reducción de
fertilidad y la frecuencia del orgasmo, y un aumento de la impotencia. Además, en la
edad adulta intermedia parecen tener fluctuaciones cíclicas en la producción de
hormonas.
El climaterio masculino (algunas veces mal denominado menopausia masculina) es un
periodo de cambios fisiológicos, emocionales y psicológicos que involucran el sistema
reproductor del hombre y otros sistemas corporales. En general, comienza diez años
después del climaterio femenino y sus efectos físicos varían. Una pequeña minoría de
hombres en edad adulta intermedia experimenta depresión, fatiga, deseo sexual bajo,
impotencia y molestias físicas vagamente definidas.

d) Apariencia
A pesar de que los dos sexos están sometidos al culto que nuestra sociedad rinde a la
juventud, las mujeres llevan la peor parte debido al doble estándar de envejecimiento. El
cabello cano, la piel áspera y las “patas de gallo” se consideran atractivos en los
hombres, así como indicadores de experiencia, maestría y poder, pero en las mujeres se
ven como señales de que está “entrada en años”. La apariencia femenina ideal es “sin
arrugas, esbelta, lampiña, tersa y sin músculos desarrollados, o sea la apariencia de los
muy jóvenes, características de lo débil, lo vulnerable”.

4.- Problemas de salud

a) Enfermedades y desórdenes
Los padecimientos crónicos más comunes de esta etapa son el asma, la bronquitis, la
diabetes, los desórdenes nerviosos y mentales; la artritis y el reumatismo deterioran la
visión y el oído, y contribuyen al mal funcionamiento de los sistemas circulatorio,
digestivo y genitourinario. Sin embargo, estas enfermedades no necesariamente
aparecen en la edad adulta intermedia: dos quintas partes de las personas de 45 y 64
años padecen una o más de ellas, así como dos quintas partes de las personas entre 15 y
44 años. Uno de cada seis hombres entre 45 y 64 años sufren algún tipo de
enfermedades cardíacas o de los vasos sanguíneos, en tanto que una de cada nueve
mujeres en este grupo de edad padece alguna clase de enfermedades cardíacas o
apoplejía.
La hipertensión (presión sanguínea alta) es el problema principal de la edad adulta
intermedia. Con frecuencia este trastorno predispone a las personas a sufrir ataques
cardíacos o apoplejía. Con frecuencia este trastorno predispone a las personas a sufrir
ataques cardíacos o apoplejía (accidentes cerebrovasculares” en que un coágulo
disminuye el flujo de sangre al cerebro lo cual, a menudo, deja discapacitadas a las
personas). A medida que las mujeres llegan a la edad adulta intermedia, aumentan los
riesgos de padecer enfermedades coronarias, en especial en la menopausia.
b) El impacto del estrés en la salud
El estrés es la respuesta fisiológica y psicológica del organismo ante las exigencias que
se le hacen. Las causas que lo producen son infinitas.
Los síntomas físicos más comunes del estrés son los dolores de cabeza, de estómago y
musculares, o la tensión muscular y la fatiga. La mayor parte de los síntomas
psicológicos son el nerviosismo, la ansiedad, la angustia, la ira, la irritabilidad y la
depresión

5.- Desarrollo intelectual

a) Inteligencia y cognición
Los diversos estudios relacionados con la inteligencia muestran que la inteligencia se
incrementa, por lo menos hasta los 50 años.
La inteligencia fluida es la capacidad de aplicar las habilidades intelectuales a nuevas
situaciones; comprende el proceso de percepción de relaciones, la formación de
conceptos, el razonamiento y la abstracción. Se cree que la inteligencia fluida depende
del desarrollo neurológico y está relativamente libre de la influencia del aprendizaje, la
educación o una cultura previa.
La inteligencia cristalizada es la capacidad para recordar y emplear la información
aprendida. Depende de la educación y del acervo cultural. Para medirla se emplean
pruebas de vocabulario, información general y respuestas a situaciones y dilemas
sociales. La inteligencia cristalizada representa el conocimiento adquirido durante toda
la vida. La inteligencia fluida requiere capacidad para procesar nueva información. La
inteligencia cristalizada depende del uso de la información almacenada y cómo funciona
el procesamiento automático de la que posee una persona, especialmente en tareas
complejas, como leer, que exige un gran número de operaciones mentales.

b) Pensamiento Integral
Los adultos tienden a pensar de modo integral. En particular, las personas de edad
adulta intermedia tienden a interpretar lo que leen, ven o escuchan según el significado
personal y psicológico que tengan para ellos. En vez de aceptar lo que leen según lo
establecido, lo comparan con sus propias experiencias de vida y aprendizaje, y actúan
en consecuencia. Esto tiene implicaciones para todos los aspectos de sus vidas.
En pensamiento integral conlleva implicaciones emocionales y sociales. La capacidad
de interpretar con madurez los eventos posibilita que muchos adultos comprendan los
sucesos de la niñez que alguna vez lo perturbaron, en parte por su capacidad limitada
para interpretarlos. La sociedad se beneficia de este cambio en el pensamiento adulto.
Con frecuencia las personas en edad adulta intermedia crean mitos y leyendas
inspiradoras, y establecen verdades sobre la condición humana a través de símbolo a
que las generaciones jóvenes pueden convertir en guías para su propia vida.

c) El adulto aprendiz: Casi las dos terceras partes de los adultos que toman clases de
tiempo parcial lo hacen por razones relacionadas con el trabajo. Algunos estudian para
estar al día en los nuevos adelantos de su campo. Otros estudian para ascender en el
escalafón de la carrera o prepararse para desempeñar diversos tipos de trabajo. Algunas
mujeres que se dedicaron al hogar y a criar hijos, regresan para matricularse en carreras
nuevas. Los adultos cercanos a la jubilación desean ampliar su capacidad y sus
habilidades para hacer más productivo e interesante el uso del tiempo libre. Y hay
quienes simplemente, gozan aprendiendo y desean hacerlo durante toda la vida.
Los estudiantes maduros suelen estar más motivados de los que estudian a la edad
tradicional. Ellos se han dado cuenta de que el aprendizaje no se limita al salón de clase,
sino que también ocurre de modo informal en el hogar, el trabajo o en cualquier lugar.
Las habilidades que no les brinde la academia pueden encontrarlas en la variada y rica
experiencia vital.

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