Hubo un hombre que murió en la tierra de Betania y Lázaro se llamó.

Dice en la biblia que Jesús a él amaba pero sus hermanas lloraban de dolor.
Marta y María esperaban por Jesús, que viniera a levantar a su hermano pues ellas lo
amaban tanto; pero Cristo tenía un plan que ninguno conocía y que muy pronto
quitaría su dolor. Ellas no sabían que Jesús al llegar diría:
Lázaro, Lázaro, Lázaro ven fuera.

Al morir, él fue a un lugar junto a los santos de Dios, grandes héroes que fueron
fieles al Señor.

Allá, él vio a Elías, Moisés, Samuel, también a Rut y todos los otros reunidos en un
lugar. Miró a su alrededor y vio a Gedeón parado y contento, fue hacia él y le preguntó:
dime hermano ¿qué hace este grupo aquí? Gedeón le contestó: es reunión de
testimonio. Toma asiento hermano, nuestro culto empieza ya.
Mientras Marta y María lloraban solo por: Lázaro, Lázaro, Lázaro ven fuera.

Moisés golpeó su vara y dijo: el culto ya comenzó, ¿quiere alguien testificar de Cristo
en este momento?
Abraham se apresuró y dijo: quiero que sepan que le conocí, Él le dio un hijo a mi
esposa que era estéril.
Isaac batió sus manos y dijo: hey! papi, yo también le conocí.
Jacob dio un salto y dijo: amén abuelo, predique.
El gran Salomón, arreglando su capa, dijo: yo lo conocí, Él me dio tanta sabiduría que
hizo de mí un maestro.
Ezequiel dijo: yo le conocí como una rueda dentro de otra rueda.
Job dijo: Él me sanó cuando estaba casi muerto.
Sansón dijo: yo le conocí cuando los filisteos me cayeron encima, cogí una quijada de
burro y le rompí la cabeza a unos cuantos.
Sadrac, Mesac y Abed-nego dijeron: le conocimos en un horno de fuego.
Jonás dijo: Él me dio otra oportunidad.
Daniel gritando dijo: le conocí en medio de leones hambrientos.
El Espíritu Santo se apoderó del rey David y comenzó a danzar.

Lázaro se emocionó tanto y pegó un grito diciendo: hey! hey! Por favor, yo también
le conocí. Moisés bajó su vara y preguntó: ¿quién es este jovencito?

De repente hubo un gran silencio en aquel lugar cuando Lázaro dijo: Pero yo le conocí
de la manera que ninguno de ustedes le conoció, óiganme por favor. Yo anduve con
Él y hablé con Él. Pude ver la multitud fascinada por su enseñanza, aquellas lágrimas
de compasión me parece verlas. Usualmente, Él iba a mi casa después de culto, y mis
hermanas le daban de comer. Todos los meses yo ofrendaba para su ministerio. Vi
cuando encaró a los fariseos, estuve allí cuando alimentó a los cinco mil. Vi
a la gente asombrada cuando sanó al paralítico.

Aún recuerdo pequeñeces que muchos olvidarían, como la simple y amorosa manera
que Él decía mi nombre (Lázaro) (Lázaro) ¿Se dan cuenta? (Lázaro) Hasta me
parece oír su voz (Lázaro)

(Lázaro) ¿Jesús? (Lázaro) ¿Jesús? (Lázaro) ¿Jesús?

(Lázaro) ¿Jesús? (Lázaro) ¿Jesús? (Ven fuera)

Perdonen hermanos, es la voz de mi Señor, (Ven fuera) me está llamando.

Me tengo que ir, hasta otra oportunidad. (Yo te lo ordeno, ven fuera)
Hasta luego, hermanos.

Lázaro, Lázaro, Lázaro ven fuera. Lázaro, Lázaro, Lázaro ven fuera.

El que cree en mí, aunque esté muerto vivirá

Lázaro, Lázaro, Lázaro ven fuera. Lázaro, Lázaro, Lázaro ven fuera.