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Reseña Histórica

El Comando General de la Reserva Nacional y Movilización Nacional, fue creado en


fecha 02 de Abril de 2005 por Decreto Nº 3.567, publicado en Gaceta Oficial de la Republica
Bolivariana de Venezuela de fecha 4 de Abril de 2005, identificada con el Nº 38.158. Y sus
definiciones nacieron con la Reforma Parcial de la LOFAN 2005, publicada en Gaceta
Oficial Nro. 38.280 de fecha 26 de septiembre de 2005.

Posteriormente, el Comando sufrió un cambio de denominación, por lo que en la actualidad


nos llamamos Comando General de la Milicia Bolivariana, según se evidencia en
Resolución Ministerial Nro. 009768 de fecha 11 de abril de 2009. Denominación esta prevista
en la Ley de Reforma Parcial de Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana, publicada en Gaceta Oficial Nro. 5.933 Extraordinaria
de fecha 21 de octubre de 2009 y reimpresa por error material de 02 de febrero 2010,
publicada en Gaceta Oficial Nro. 39.339

Finalmente, dada la valoración adoptada en la Resolución Ministerial que resuelve en su


único aparte cambiar, la denominación de Comando General de la Reserva Militar y
Movilización Nacional, por Comando General de la Milicia Bolivariana. El día 13 de abril,
fue declarada por Decreto Nro. 7.362, publicada en Gaceta Oficial de la Republica
Bolivariana de Venezuela Nro. 39.401, como “Día de la Milicia Bolivariana”.

Vista la anterior reseña documental, necesario es resaltar que: en fecha 01 de febrero de


2007, la Asamblea Nacional de la republica Bolivariana de Venezuela entre otros
particulares, ACORDÓ, según publicación en Gaceta Oficial Nro. 38.618 de fecha 02 de
febrero de 2007, exhortar al Ejecutivo Nacional a decretar el cuatro de febrero de cada año,
como Día de la Dignidad e Integración Cívico-Militar de la Republica Bolivariana de
Venezuela.

OTRA……

Es la figura más antigua de Defensa de la nación que se conoce, cuyo primer origen lo
podemos encontrar en los grupos de resistencia indígenas (básicamente de la civilización
Caribe y sus descendientes, que se ganaron la fama de ser valientes, astutos y temerarios)
que a los largo de los siglo XVI, XVII y XVIII, lucharon contra la dominación colonial
española.

De todas formas, el 13 de julio de 1797, dos milicianos, Manuel Gual y José María España,
se rebelan contra España. La conspiración de Gual y España contó con la participación de
todas las clases de la sociedad colonial; fue el primer movimiento que contó con raíces
populares.

Luego en la primera mitad del siglo XIX, agrupaciones de campesinos se unieron a la causa
libertadora, constituyéndose en elementos auxiliares en los ejércitos libertadores formados
por soldados y oficiales medianamente o grandemente formados académicamente.

Ya en la segunda mitad del siglo XIX, aparecen las Milicias, por lo general grupos de
montoneros que reunían los caudillos locales en las provincias, entrono así para su
protección, estas fueron reglamentadas mediante Leyes de Milicias.

El G/B Marco Pérez Jiménez, dispuso la creación de un Cuerpo de Reserva para las Fuerzas
Armadas Nacionales.

Según resuelto N. E-2424 del 25 de marzo de 1987 por disposición del ciudadano
Presidente de la Republica y resolución del Ministerio de la Defensa se activo el Comando
General de la Reserva del Ejercito, dependiendo del Comando General del Ejercito con la
siguiente organización: un Comando, un Estado Mayor, una Compañía de Comando y
unidades de Reserva.

A partir de 19 de noviembre de 1989 hasta el 18 de junio de 1991 se crearon los Batallones


de Reserva: Victoria, Maracaibo, Los Horcones, Bocachica, Vigirima, Quesera del Medio,
Maturín y Táchira.

Pasaron 100 años aproximadamente, para volver a recurrir a la figura de las Reservas, como
fuerzas autónomas y auxiliares de los restantes componentes. El 29 de septiembre del 2003
según Directiva Ej. AGEJ Dir 13-03 se activó el Séptimo Cuerpo de Reserva del Ejercito
con cuatro Regimientos de Reserva, durante la gestión del G/J (EJ) Jorge Luís García
Carneiro.

En corresponsabilidad con los principios de independencia, democracia, igualdad, paz,


libertad, justicia, solidaridad, promoción, conservación ambiental y afirmación de los
Derechos Humanos, establecido en el Art. 326 de nuestra Carta Magna, el señor Presidente
de la Republica Bolivariana de Venezuela y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada
Nacional(FAN) creó el Comando General de la Reserva Nacional y Movilización Nacional.

Se rige como órgano desconcentrado del Despacho de Presidente de la Republica, con


autonomía presupuestaria del cual dependerán a su vez administrativa y
presupuestariamente, además de las dependencias y unidades orgánicas del Comando
General, las Guarniciones, cuya creación se ordeno mediante Decreto Presidencial número
3.560, publicado en G.O. N.338.084 el 04 de abril de 2005 y nombra al G/D (EJ) Julio
Ramón Quintero Viloria, comandante general de la Reserva Nacional.

La Milicia Nacional Boliviariana ha tenido hasta los momentos, cuatro comandantes


generales:

 G/D (EJ) Julio Ramón Quintero Viloria, primer comandante.


 G/D (EJ) Gustavo Rangel Briceño, quien llegaria al grado de General en Jefe y sería
Ministro de la Defensa.
 M/G (EJ) Carlos Freites Reyes.
 M/G (EJ) Félix Antonio Velásquez, actual comandante.

OTRO……
Historia
Mientras el territorio fue una colonia española, la defensa de Venezuela, como ocurrió en la
mayoría de las posesiones hispanas, no recayó en unidades de línea o en un ejército regular,
sino en un sistema de fuerzas milicianas. De manera que a inicios del siglo XVII existían en
la entonces provincia 33 unidades de milicia (compañías). La pertenencia a estas unidades se
basaba en una estricta discriminación o encasillamiento de la tropa, en función de su
condición racial o étnica dentro del sistema de castas vigente en la sociedad colonial. Así
existían milicias diferenciadas para blancos, "pardos" (mulatos), "morenos" (negros) e indios.
El 13 de julio de 1797, dos milicianos, Manuel Gual y José María España, se rebelan contra
España. La conspiración de Gual y España contó con la participación de todas las clases de
la sociedad colonial; fue el primer movimiento que contó con raíces populares. Luego en la
primera mitad del siglo XIX, agrupaciones de campesinos se unieron a la causa libertadora,
constituyéndose en elementos auxiliares en los ejércitos libertadores formados por soldados
y oficiales medianamente o grandemente formados académicamente. Ya en la segunda mitad
del siglo XIX, aparecen las Milicias, por lo general grupos de montoneros que reunían los
caudillos locales en las provincias, entrono así para su protección, estas fueron reglamentadas
mediante Leyes de Milicias. Pasaron 100 años aproximadamente, para volver a recurrir a la
figura de las Reservas, como fuerzas autónomas y auxiliares de los restantes componentes.
El Comandante General de la Milicia Nacional es el M/G (Ejercito) Carlos Augusto Leal
Tellería.

OTRO….

La Milicia en Venezuela
La Milicia en Venezuela

La definimos como una organización moderna, dinámica, flexible y altamente capacitada,


integrada por el recurso popular nacional, para maximizar el apresto operacional de la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana, mediante la incorporación del pueblo organizado, bajo el principio
constitucional de corresponsabilidad entre el Estado y la Sociedad, orientado a garantizar la defensa
integral de la nación.

En armonía con la Ley de Reforma Parcial del Decreto N°6.239 con Rango, Valor y Fuerza de Ley
Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, depende directamente del Presidente o
Presidenta de la República Bolivariana de Venezuela y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada
Nacional Bolivariana en todo lo relativo a los aspectos operacionales a través del Comando
Estratégico Operacional y para los asuntos administrativos dependerá del Ministerio del Poder
Popular para la Defensa.
por la milicia territorial y los cuerpos combatientes, es un cuerpo especial, como hemos sostenido,
con la misión de complementar a la Fuerza Armada Bolivariana en la Defensa Integral de la
Nación, contribuyendo así a su independencia y soberanía.

Gaceta Oficial Nº 39.359, de fecha 02 de Febrero de 2.010.


*Gaceta oficial Nº 5.933 Extraordinario de fecha 21 de Octubre de 2.009.
Articulo 43.
La Milicia Bolivariana depende directamente del Presidente o Presidenta de la República y
Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en todo lo relativo a los aspectos
operacionales a través del Comando Estratégico Operacional.
Administrativa
Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, de Gaceta Oficial Nº 39.359, de fecha 02
de Febrero de 2.010.
*Gaceta oficial Nº 5.933 Extraordinario de fecha 21 de Octubre de 2.009
Articulo 43.
La Milicia Bolivariana depende directamente del Presidente o Presidenta de la República y
Comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y en todo lo relativo a los asuntos
administrativos dependerá del Ministro o Ministra del Poder popular para la defensa

Origen

La Milicia es la figura más antigua de Defensa de la nación que se conoce, cuyo primer origen lo
podemos encontrar en los grupos de resistencia indígenas (básicamente de la civilización Caribe y
sus descendientes, que se ganaron la fama de ser valientes, astutos y temerarios) que a los largo de
los siglo XVI, XVII y XVIII, lucharon contra la dominación colonial española. Ya en la segunda
mitad del siglo XIX, aparecen las Milicias formalizadas.
A partir de la vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela del año 1999,
nuestro país se encuentra en un proceso de Refundación de la Patria.
En tal sentido, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana como Institución organizada por el Estado
para garantizar la independencia y soberanía de la Nación, dio paso a un proceso de revisión de su
estructura y funcionamiento para adaptarse a este nuevo principio de corresponsabilidad nacional,
defensa y desarrollo integral.
Es así como en el año 2008, el Ejecutivo Nacional Vía habilitante, publica el Derecho de Rango,
Valor y Fuerza de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Bolivariana, dando paso a una nueva
organización, adaptada a las nuevas exigencias, con una visión geopolítica orientada a un Estado
Social

CATEDRA

ENCUENTRO CON SIMÓN RODRÍGUEZ Y HUMBOLTD


En 1801 Simón Rodríguez se halla en Bayona (Francia), de donde pasa a París y
allí traduce, ese mismo año, la Atalade Chateuabriand. En esta ciudad se encuentra
de nuevo con Simón Bolívar en, convirtiéndose a partir de este momento en una
figura decisiva en el rumbo que tomará la vida del futuro Libertador de América. En
tal sentido, juntos parten en abril de 1805. Hicieron parte del recorrido a pie, al
cruzar los Alpes. En Roma, un día de agosto de 1805, subieron a la cima del Monte
Sacro. Tras una visita a Nápoles, Bolívar regresa a París donde a comienzos de
1806 se afilia por breve tiempo a la masonería. A fines de ese mismo año se
embarca en Hamburgo en un buque neutral que toca Charleston en enero de 1807;
recorre una parte de los Estados Unidos, y regresa a Venezuela a mediados del
mismo año. Durante su permanencia en la República del Norte - según lo declaró
más tarde - vio por primera vez en su vida el ejercicio de la "libertad racional". En
Milán presencian la coronación de Napoleón Bonaparte como rey de Italia.
Finalmente, la gira culmina en Roma, donde el 15 de agosto del mismo año, Bolívar,
junto a Rodríguez y Fernando Toro, jura dedicarse por completo a la causa de
independencia de Hispanoamérica.
HUMBOLFD
Alexander Von Humboldt fue el gran viajero, geógrafo y naturalista alemán, estudió
la flora, la fauna, geología y arqueología de muchos países sudamericanos.
Humboldt finalizó su viaje al continente americano en Estados Unidos, donde fue
recibido por el presidente Thomas Jefferson, un aficionado a los estudios
geográficos.
El polifacético científico almacenó para siempre importantes datos sobre el clima,
los recursos naturales, la orografía, fauna y flora de la región y a partir de 1804,
cuando llegó a París, volcó todo ello en una obra de 34 tomos: Viaje a las regiones
equinocciales del Nuevo Continente. Necesitó sin embargo casi 30 años para sacar
las conclusiones de sus investigaciones.
A finales de 1803 Bolívar desembarcó en Cádiz y de allí se dirigió a Madrid. Para
los primeros días de mayo de 1804 se traslada a París, donde coincidió con el
viajero Alejandro Von Humboldt donde se conocieron. Desde entonces el Libertador
solía decir que el alemán era "el descubridor científico del Nuevo Mundo, cuyo
estudio ha dado a América algo mejor que todos los conquistadores juntos".
A Cuba legó sus estudios valiosos acerca de la Isla, además de su afán por apreciar
los grandes valores de su geografía, flora y fauna que a las actuales generaciones
de cubanos nos toca preservar.

Humboldt se instaló en capital francesa, hasta 1827, en la cual se expresaba del


libertador venezolano Simón Bolívar, quien diría de él: "Fue el verdadero
descubridor de América... sus estudios beneficiaron a América más que todos
los conquistadores juntos."
CORONACIÓN DE NAPOLEÓN
El imperio
Con la esperanza de consolidar su puesto, Fouché le sugirió a Bonaparte que la
mejor forma de apaciguar conspiraciones sería transformar el consulado vitalicio en
un imperio hereditario, el cual, dado que tendría un heredero, quitaría toda
esperanza de cambiar el régimen por asesinato. Bonaparte acoge la sugerencia y
en 28 de mayo 1804 se proclama el imperio.
La heterogénea oposición a su gobierno fue desmantelada mediante drásticas
represiones a derecha e izquierda, a raíz de fallidos atentados contra su persona;
el ejemplo más amedrentador fue el secuestro y ejecución de un príncipe
emparentado con los Borbones depuestos, el duque de Enghien, el 21 de marzo de
1804. El corolario de este proceso fue el ofrecimiento que le hizo el Senado al día
siguiente de la corona imperial. La ceremonia de coronación se llevó a cabo el 2 de
diciembre en Notre Dame, con la asistencia del papa Pío VII, aunque Napoleón se
ciñó la corona a sí mismo y después la impuso a Josefina; el pontífice se limitó a
pedir que celebrasen un matrimonio religioso, en un sencillo acto que se ocultó
celosamente al público, una nueva Constitución el mismo año afirmó aún más su
autoridad omnímoda.
Bolívar regresó a Venezuela en 1807 después de una breve visita a los Estados
Unidos. En 1808 Napoleón instaló a su hermano, José, como Rey de España. Esto
instigó una gran revolución popular en España conocida como la Guerra
Peninsular. En América, como en España, juntas regionales se formaron para
luchar contra el nuevo rey. A diferencia de las juntas españolas, las juntas
americanas lucharon contra el poder del rey, no solo la persona de José Bonaparte.
VIAJE A ROMA
El segundo viaje llega por propósito la distracción de la viudez temprana dura 3 años
en los cuales disipa una cuantiosa fortuna material en su segundo viaje también se
observa una faceta diferente a la del primer viaje; aquí el interés era evidentemente
político, le atrae el dominio en el manejo de los bienes del estado y el bienestar de
su patria. Puso especial atención a la relación de influjo y veneración que había
logrado Napoleón con el pueblo Francés en esos días de gloria, de Francia, Bolívar
pasó a Italia, y en Roma rodeado de los recuerdos de la época republicana se
consolidó su convicción plena de que debía lucha por la libertad de los pueblos
americanos y de que esa tarea a ejecutar de ahí en adelante. Esto culmina en el
Monte Sacro y en el juramento definitivo: Es el viaje de aprendizaje con Rodríguez
visita España Inglaterra, Francia, Portugal, Italia y parte de Australia y Alemania a
su regreso desembarca en los Estados Unidos. El tercer viaje a Europa, va de
diplomático a la Gran Bretaña, como interprete de una de las primeras embajadas
venezolanas. Bolívar tiene ocasión de gusta calmadamente la vida Inglesa, siente
una admiración extraordinaria por el pueblo ingles y también estabilidad respeto,
dignidad, sensatez, sentido práctico, le produce la más alta y viva impresión.
Afiliado a la masonería y empapado de las ideas liberales, ya en 1805 juró en Roma
que no descansaría hasta liberar a su país de la dominación española. Y, aunque
carecía de formación militar, Simón Bolívar llegó a convertirse en el principal
dirigente de la guerra por la independencia de las colonias hispanoamericanas.
Además, le proporcionó al movimiento una base ideológica mediante sus propios
escritos y discursos.
El mundo de la Ilustración, el militarismo y la ruptura con el pasado que
representaba Napoleón, el romanticismo como espíritu poético, y la racionalidad en
su trato directo con intelectuales y científicos como Von Humbolt y Bonpland . Cierto
o leyenda, tiene sentido que de alguna forma todo ello se resuma en el supuesto
compromiso asumido por Bolívar cuando poco después viaje hasta Roma con su
preceptor venezolano, con el que coincide en Paris, Simón Rodríguez, En Roma,
un día de agosto de 1805,
JURAMENTO EN EL MONTE SACRO
En esa época Con él estaban sus amigos Simón Rodríguez, quien contaba entonces
unos 36 años y había sido su maestro en Caracas, y Fernando Rodríguez del Toro,
de 32. Habían salido de París el 6 de abril anterior, y por la vía de Lyon, Chambéry,
Turín, Milán, donde vieron a Napoleón coronarse como Rey de Italia, Montichiari,
Venecia y Florencia, llegaron hacia el mes de julio a Roma. Ahí, según la tradición,
se alojaron en una posada de la plaza España, cerca de la imponente escalinata
que conduce al templo de Santa Trinitá dei Monti.
Durante varias semanas recorrieron la ciudad, visitando sus monumentos y sus
ruinas llenas de evocaciones históricas, testimonios de la grandeza y la decadencia
de los imperios. El 15 de agosto se dirigieron los 3 al llamado Monte Sacro, situado
entonces fuera del recinto de la ciudad, a orilla del río Anio. Ese lugar era célebre
en la historia de la antigua Roma, que los 3 venezolanos conocían bien, porque allí
se habían retirado los plebeyos en sus desavenencias con los patricios en la época
de la República.
Es muy probable, como lo insinuó el mismo Bolívar años más tarde, que al dirigirse
al Monte Sacro tanto él como sus compañeros tuvieran el propósito de realizar un
gesto simbólico, como venezolanos que deseaban la independencia de la patria
nativa y de toda la Américaentonces dominada por España. Ascienden por las
laderas de la colina, y en la cima conversan sobre la sucesión de las civilizaciones,
su apogeo y su declinación a través de los siglos. Son hombres penetrados por el
espíritu de la Ilustración racionalista, que creen en el progreso indefinido del género
humano, influenciados también por el nacionalismo y el romanticismo presentes ya
en la Europade aquellos años.
Simón Bolívar es un joven madurado por el infortunio: la aún reciente muerte de su
esposa; la presencia de su antiguo maestro, convertido ahora en consejero y amigo,
es un poderoso estímulo intelectual. Simón Rodríguez Bolívar llamará más tarde «El
Sócrates de Caracas», usa un método similar al de este filósofo de la
Grecia antigua, basado en preguntas que poco a poco conducen a su interlocutor a
descubrir las realidades. Es cuando Bolívar pronuncia a viva voz lo siguiente:
¡Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por
mi honor, y juro por mi Patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a
mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del
poder español!
Juramento hecho por Simón Bolívar en Roma el 15 de agosto de 1805, cuando
era un joven de 22 años de edad.
REGRESO A VENEZUELA
Bolívar regresó a Caracas convencido de la misión que decidió atribuirse. Miranda
no tardaría en seguirlo; su figura era algo mítica entre los criollos, tanto por el largo
tiempo que pasó en el exterior como por su participación en la Independencia de
Norteamérica y en la Revolución Francesa. Casi nadie lo conocía, pero Bolívar,
convencido de la utilidad de este hombre para la empresa que se iniciaba, lo
introdujo en la Sociedad Patriótica de Agricultura y Economía (creada en agosto de
1810). Ganados ambos a la idea de proclamar una Independencia absoluta para
Venezuela, instaron a los miembros de la Sociedad a pronunciarse a favor de ello
ante el Congreso Constituyente de Venezuela, reunido el 2 de marzo de 1811. Fue
a propósito de ello que Bolívar dictó su primer discurso memorable: "Pongamos sin
temor la piedra fundamental de la libertad suramericana. Vacilar es perdernos". El
5 de julio de 1811 el Congreso declaró la Independencia de Venezuela y se
aprobó la Constitución Federal para los estados de Venezuela.
La primera República se perdió como consecuencia de las diferencias de criterios
entre los criollos, de los resentimientos entre castas y clases sociales, y de las
incursiones de Domingo Monteverde, capitán de fragata del ejército realista, en
Coro, Siquisique, Carora, Trujillo, Barquisimeto, Valencia y, finalmente, Caracas.
Estaba claro que una guerra civil iba a desatarse de inmediato, pues la empresa en
cuestión era todo menos monolítica. Bolívar tomaría conciencia del carácter clasista
de la guerra y reflexionaría sobre ello a lo largo de todas sus proclamas políticas.
En esta oportunidad, sin embargo, le tocó defender la República desde Puerto
Cabello. A pesar de su excelente labor política y militar en defensa del castillo, todo
fue inútil; las fuerzas del otro bando eran superiores, y a ello se le sumaba la ruina
causada por los terremotos ocurridos en marzo de 1812. El 25 de julio se produjo la
capitulación del generalísimo Francisco de Miranda; si bien necesaria en su opinión,
esta acción llenó de ira a Bolívar, quien, al enterarse de los planes de Miranda de
abandonar el territorio, participó en su arresto en el puerto de La Guaira: "Yo no lo
arresté para servir al rey sino para castigar a un traidor".
La estrategia de Bolívar fue entonces huir hacia Curazao, desde donde partió a
Cartagena. Su intención, arropada en el manto de un discurso deslumbrante, era
encontrar apoyo en las fuerzas neogranadinas para emprender en Venezuela la
reconquista de la República. "Yo soy, granadinos, un hijo de la infeliz Caracas,
escapado prodigiosamente de en medio de sus ruinas físicas, y políticas": con estas
palabras prosiguió el Manifiesto de Cartagena, carta de presentación de Bolívar
ante el Soberano Congreso, en el cual hace un diagnóstico de la derrota al tiempo
que ofrece sus servicios al ejército de esa región. Los vecinos lo acogieron
otorgándole el rango de Capitán de Barrancas.
Bolívar libró unas cuantas batallas, incluso desobedeciendo órdenes, y bajo el
mismo procedimiento emprendió su arremetida hacia Venezuela. Se inició en mayo
de 1813 la Campaña Admirable, gesta que consistió en la reconquista de los
territorios del occidente del país y en forma simultánea los de Oriente a cargo de
Santiago Mariño hasta entrar triunfalmente en Caracas en agosto del mismo año.
¡Vuelve la República! A su paso por Mérida le llamaban "el Libertador", y con ese
nombre fue ratificado por la municipalidad de Caracas, que le nombró, además,
capitán general de los ejércitos de Venezuela.
19 DE ABRIL DE 1810
Lo que aconteció el 19 de Abril de 1810 fue un movimiento revolucionario y popular
ocurrido en la ciudad de Caracasel jueves santo del 19 de abril de 1810, iniciando
con ello la lucha por la Independencia de Venezuela. El movimiento se originó por
el rechazo de los caraqueños al nuevo gobernador Vicente Emparan quien había
sido nombrado por el hermano de Napoleón Bonaparte, José I de España, quien se
desempeñaba como rey de turno debido al derrocamiento del rey Español,
Fernando VII, tras lainvasión napoleónica en España. El jueves santo del 19 de
abril mientras el capitán general Emparán se dirigía a misa un grupo perteneciente
a la aristocracia y burguesía criolla, miembros del Cabildo de Caracas, desconoce
entonces alCapitán General de Venezuela. El, no estuvo de acuerdo con esto, y
cuando desde la ventana del ayuntamiento le preguntó al pueblo que se había
reunido en la plaza mayor (plaza Bolívar) si quería que el siguiera mandando, el
presbítero José Cortés de Madariaga, le hizo signos a la multitud para que
contestaran que "NO". Y eso fue lo que ocurrió. Emparan dijo que entonces, el
tampoco quería el mando, renunció y se fue a España. Se firma también el Acta del
19 de abril de 1810, se aduce que actuaban en nombre de Fernando VII, rey
depuesto de España, y en desobediencia de José I. Se establece una Junta de
Gobierno que toma las siguientes iniciativas: establecer juntas similares en las
provincias de Cumaná, Margarita, Barinas, Barcelona, Trujillo y Mérida; además de
liberar el comercio exterior, prohibir el comercio de esclavos negros, crear la
Sociedad Patriótica (para fomentar la agricultura y la industria), así como la
Academia de Matemáticas. Se envía delegaciones diplomáticas a los países que
podían apoyar la insurrección: Inglaterra, Estados Unidos y Nueva Granada. Tres
provincias permanecen leales al gobierno establecido en España: Maracaibo, Coro
y Guayana.
Este desconocimiento a la autoridad del Capitán General de Venezuela es un paso
al 5 de julio de 1811, con la firma del Acta de la Declaración de Independencia de
Venezuela, en la que Venezuela declara formalmente su independencia.
Este aniversario se celebra como el Día de la Proclamación de la Independencia de
Venezuela. El Libro de Actas original del primer Cabildo de Caracas se encuentra
en la Capilla Santa Rosa de Lima en Caracas.
ACTA DEL 19 DE ABRIL DE 1810
En la ciudad de Caracas a 19 de abril de 1810, se juntaron en esta sala capitular los
señores que abajo firmarán, y son los que componen este muy ilustre Ayuntamiento,
con motivo de la función eclesiástica del día de hoy, Jueves Santo, y principalmente
con el de atender a la salud pública de este pueblo que se halla en total orfandad,
no sólo por el cautiverio del señor Don Fernando VII, sino también por haberse
disuelto la junta que suplía su ausencia en todo lo tocante a la seguridad y defensa
de sus dominios invadidos por el Emperador de los franceses, y demás urgencias
de primera necesidad, a consecuencia de la ocupación casi total de los reinos y
provincias de España, de donde ha resultado la dispersión de todos o casi todos los
que componían la expresada junta y, por consiguiente, el cese de su funciones. Y
aunque, según las últimas o penúltimas noticias derivadas de Cádiz, parece haberse
sustituido otra forma de gobierno con el título de Regencia, sea lo que fuese de la
certeza o incertidumbre de este hecho, y de la nulidad de su formación, no puede
ejercer ningún mando ni jurisdicción sobre estos países, porque ni ha sido
constituido por el voto de estos fieles habitantes, cuando han sido ya declarados,
no colonos, sino partes integrantes de la Corona de España, y como tales han sido
llamados al ejercicio de la soberanía interina, y a la reforma de la constitución
nacional; y aunque pudiese prescindirse de esto, nunca podría hacerse de la
impotencia en que ese mismo gobierno se halla de atender a la seguridad y
prosperidad de estos territorios, y de administrarles cumplida justicia en los asuntos
y causas propios de la suprema autoridad, en tales términos que por las
circunstancias de la guerra, y de la conquista y usurpación de las armas francesas,
no pueden valerse a sí mismos los miembros que compongan el indicado nuevo
gobierno, en cuyo caso el derecho natural y todos los demás dictan la necesidad de
procurar los medios de su conservación y defensa; y de erigir en el seno mismo de
estos países un sistema de gobierno que supla las enunciadas faltas, ejerciendo los
derechos de la soberanía, que por el mismo hecho ha recaído en el pueblo,
conforme a los mismos principios de la sabia Constitución primitiva de España., y a
las máximas que ha enseñando y publicado en innumerables papeles la junta
suprema extinguida. Para tratar, pues, el muy ilustre Ayuntamiento de un punto de
la mayor importancia tuvo a bien formar un cabildo extraordinario sin la menor
dilación, porque ya pretendía la fermentación peligrosa en que se hallaba el pueblo
con las novedades esparcidas, y con el temor de que por engaño o por fuerza fuese
inducido a reconocer un gobierno legítimo, invitando a su concurrencia al señor
Mariscal de Campo don Vicente de Emparan, como su presidente, el cual lo verificó
inmediatamente, y después de varias conferencias, cuyas resultas eran poco o nada
satisfactorias al bien político de este leal vecindario, una gran porción de él
congregada en las inmediaciones de estas casas consistoriales, levantó el grito,
aclamando con su acostumbrada fidelidad al señor Don Fernando VII y a la
soberanía interina del mismo pueblo; por lo que habiéndose aumentado los gritos y
aclamaciones, cuando ya disuelto el primer tratado marchaba el cuerpo capitular a
la iglesia metropolitana, tuvo por conveniente y necesario retroceder a la sala del
Ayuntamiento, para tratar de nuevo sobre la seguridad y tranquilidad pública. Y
entonces, aumentándose la congregación popular y sus clamores por lo que más le
importaba, nombró para que representasen sus derechos, en calidad de diputados,
a los señores doctores don José Cortés de Madariaga, canónigo de merced de la
mencionada iglesia; doctor Francisco José de Rivas, presbítero; don José Félix
Sosa y don Juan Germán Roscio, quienes llamados y conducidos a esta sala con
los prelados de las religiones fueron admitidos, y estando juntos con los señores de
este muy ilustre cuerpo entraron en las conferencias conducentes, hallándose
también presentes el señor don Vicente Basadre, intendente del ejército y real
hacienda, y el señor brigadier don Agustín García, comandante subinspector de
artillería; y abierto el tratado por el señor Presidente, habló en primer lugar después
de su señoría el diputado primero en el orden con que quedan nombrados, alegando
los fundamentos y razones del caso, en cuya inteligencia dijo entre otras cosas el
señor Presidente, que no quería ningún mando, y saliendo ambos al balcón
notificaron al pueblo su deliberación; y resultando conforme en que el mando
supremo quedase depositado en este Ayuntamiento muy ilustre, se procedió a lo
demás que se dirá, y se reduce a que cesando igualmente en su empleo el señor
don Vicente Basadre, quedase subrogado en su lugar el señor don Francisco de
Berrío, fiscal de Su Majestad en la real audiencia de esta capital, encargado del
despacho de su real hacienda; que cesase igualmente en su respectivo mando el
señor brigadier don Agustín García, y el señor don José Vicente de Anca, auditor
de guerra, asesor general de gobierno y teniente gobernador, entendiéndose el cese
para todos estos empleos; que continuando los demás tribunales en sus respectivas
funciones, cesen del mismo modo en el ejercicio de su ministerio los señores que
actualmente componen el de la real audiencia, y que el muy ilustre Ayuntamiento,
usando de la suprema autoridad depositada en él, subrogue en lugar de ellos los
letrados que merecieron su confianza; que se conserve a cada uno de los
empleados comprendidos en esta suspensión el sueldo fijo de sus respectivas
plazas y graduaciones militares; de tal suerte, que el de los militares ha de quedar
reducido al que merezca su grado, conforme a ordenanza; que continuar las
órdenes de policía por ahora, exceptuando las que se han dado sobre vagos, en
cuanto no sean conformes a las leyes y prácticas que rigen en estos dominios
legítimamente comunicadas, y las dictadas novísimamente sobre anónimos, y sobre
exigirse pasaporte y filiación de las personas conocidas y notables, que no pueden
equivocarse ni confundirse con otras intrusas, incógnitas y sospechosas; que el muy
ilustre Ayuntamiento para el ejercicio de sus funciones colegiadas haya de asociarse
con los diputados del pueblo, que han de tener en él voz y voto en todos los
negocios; que los demás empleados no comprendidos en el cese continúen por
ahora en sus respectivas funciones, quedando con la misma calidad sujeto el mando
de las armas a las órdenes inmediatas del teniente coronel don Nicolás de Castro y
capitán don Juan Pablo de Ayala, que obraran con arreglo a las que recibieren del
muy ilustre Ayuntamiento como depositario de la suprema autoridad; que para
ejercerla con mejor orden en lo sucesivo, haya de formar cuanto antes el plan de
administración y gobierno que sea más conforme a la voluntad general del pueblo;
que por virtud de las expresadas facultades pueda el ilustre Ayuntamiento tomar las
providencias del momento que no admitan demora, y que se publique por bando
esta acta, en la cual también se insertan los demás diputados que posteriormente
fueron nombrados por el pueblo, y son el teniente de caballería don Gabriel de
Ponte, don José Félix Ribas y el teniente retirado don Francisco Javier Ustáriz, bien
entendido que los dos primeros obtuvieron sus nombramientos por el gremio de
pardos, con la calidad de suplir el uno las ausencias del otro, sin necesidad de su
simultánea concurrencia. En este estado notándose la equivocación padecida en
cuanto a los diputados nombrados por el gremio de pardos se advierte ser sólo el
expresado don José Félix Ribas. Y se acordó añadir que por ahora toda la tropa de
actual servicio tenga press y sueldo doble, y firmaron y juraron la obediencia a este
nuevo gobierno.
Vicente de Emparan; Vicente Basadre; Felipe Martínez y Aragón; Antonio Julián
Alvarez; José Gutiérrez del Rivero; Francisco de Berrío; Francisco Espejo; Agustín
García; José Vicente de Anca; José de las Llamosas; Martín Tovar Ponte; Feliciano
Palacios; J. Hilario Mora; Isidoro Antonio López Méndez; licenciado Rafael
González; Valentín de Rivas; José María Blanco; Dionisio Palacios; Juan Ascanio;
Pablo Nicolás González, Silvestre Tovar Liendo; doctor Nicolás Anzola; Lino de
Clemente; doctor José Cortes, como diputado del clero y del pueblo; doctor
Francisco José Rivas, como diputado del clero y del pueblo; como diputado del
pueblo, doctor Juan Germán Roscio; como diputado del pueblo, doctor Félix Sosa;
José Félix Ribas; Francisco Javier Ustáriz; fray Felipe Mota, prior; fray Marcos
Romero, guardián de San Francisco; fray Bernardo Lanfranco, comendador de la
Merced; doctor Juan Antonio Rojas Queipo, rector del seminario; Nicolás de Castro;
Juan Pablo Ayala; Fausto Viana, escribano real y del nuevo Gobierno; José Tomás
Santana, secretario escribano.

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