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03) Cardona, P. (1999). En busca de las competencias directivas. Revista de Antiguos Alumnos.

Sin
volumen (sin número), 19-26. Recuperado en http://www.ee-iese.com/76/afondo2.html
A FONDO

El nuevo paradigma que está revolucionando la dirección de personas

En busca de las
competencias
directivas
RESUMEN DEL ARTÍCULO Pablo Cardona
Las competencias directivas son una
herramienta esencial para asegurar la
competitividad de las empresas. Una vez
definidas conviene diseñar un sistema de
evaluación que permita detectar las carencias
y necesidades de desarrollo en sus directivos.
El autor analiza los diferentes sistemas que se
utilizan en estos momentos: la evaluación por
objetivos, el Cuadro de Mando Integral, la
evaluación en 360 o y el coaching. El autor
concluye que el proceso de desarrollo de
competencias requiere un contexto
profesional adecuado y una labor de
entrenamiento por parte del superior
jerárquico. Las empresas que hayan
aprendido a evaluar y a desarrollar las
competencias de sus directivos se podrán
llamar a sí mismas empresas competentes.

EXECUTIVE SUMMARY

Management abilities represent an essential


tool to ensure a company's competitiveness.
Once they have been defined, it is important
to design a system of evaluation which will
allow one to detect any requirements and
shortcomings in management development.
The author analyses the different systems in
use at the present time: evaluation through
objectives, Balanced Scorecard, 360o
evaluation and coaching. He concludes that
the ability development process requires the
appropriate professional context and training
by one's immediate superiors. Companies
which have learned to evaluate and develop
the abilities of their management team are
companies which can call themselves
competent.

T
odo parece indicar que los directivos son conscientes de

que el valor diferencial de su negocio está en las perso-

Pablo Cardona es Profesor Adjunto del IESE en el nas y que ya no se puede dirigir sin pensar en el desarrollo
Departamento de Comportamiento Humano en la
Organización. profesional de los subordinados.

REVISTA DE ANTIGUOS ALUMNOS, diciembre de 1999 • IESE 19

Material compilado con fines académicos, se prohíbe su reproducción total o parcial sin la autorización de cada autor.
T
RAS VEINTE AÑOS EN BUSCA Podemos distinguir dos tipos funda-
de la e x c e l e n c i a, m u c h a s mentales de competencias: las com-
e m p resas se han convencido petencias técnicas o de puesto, y las
de que para cambiar una cul- competencias directivas o genéricas.
tura no basta con credos y misiones,
sino que es necesario cambiar los Las competencias técnicas se refie-
comportamientos de las personas ren a aquellos atributos o rasgos dis-
clave. Esas empresas van ahora en tintivos que re q u i e re un trabajador
busca de un nuevo objetivo: el desarro- excepcional en un puesto de trabajo
llo de las competencias directivas. Cada d e t e rminado. Las competencias técnicas
vez son más los que están adoptando un siste- suelen incluir conocimientos, habilidades o
ma de dirección por competencias: ¿A qué actitudes específicas necesarias para desempeñar
La dirección por responde este fenómeno? ¿Es una moda una tarea concreta. Por ejemplo, determ i n a d o s
competencias con- más o una exigencia de la empresa del puestos pueden requerir cierto dominio del inglés
siste en conseguir nuevo siglo? o mecanografía. En estos casos, dominio del
los “qués” sin des- inglés o el saber escribir a máquina serían compe-
cuidar los “cómos”, Todo parece indicar que los directivos son tencias técnicas para esos puestos. En este artícu-
en cambiar la men- cada vez más conscientes de que la dife- lo no me referiré a este tipo de competencias, que
talidad de jefe por rencia está en las personas y de que ya no pueden llegar a ser muy específicas para cada
la mentalidad se puede dirigir sin pensar en el desarrollo caso particular.
de entrenador p rofesional y en el compromiso de los
(o coach) s u b o rdinados (hoy llamados, con razón, Las competencias directivas son aquellos com-
colaboradores). portamientos observables y habituales que justifi-
can el éxito de una persona en su función
Así lo explica uno de los grandes entendidos directiva. Estas competencias son más genéricas
de la dirección de empresas, J. Pfeffer(1): «El éxito y, aunque cada empresa pueda destacar más unas
no procede de diseñar una buena estrategia, sino que otras, pueden estudiarse de manera conjunta.
de su correcta implantación. Esta capacidad de
implantación depende en gran medida de la gente Del análisis de la función directiva(2) se dedu-
que compone la organización, de cómo son trata- cen dos tipos de competencias directivas: las
dos, de sus capacidades y competencias, y de sus competencias estratégicas (competencias orienta-
esfuerzos por contribuir a la empresa». das a la obtención de resultados económicos) y
las competencias intratégicas (competencias
La dirección por competencias consiste en diri- orientadas a desarrollar a los empleados e incre-
gir desarrollando, en conseguir los “qués” sin des- mentar su compromiso y confianza con la empre-
cuidar los “cómos”, en cambiar la mentalidad de sa). A estos dos tipos de competencias directivas
jefe por la mentalidad de entrenador (o coach). propiamente empresariales, habría que sumar las
Este artículo pretende explicar brevemente en competencias de eficacia personal.
qué consisten las competencias, cómo se evalúan
y cómo se pueden desarrollar. Las competencias de eficacia personal son
aquellos hábitos que facilitan una relación eficaz
Definición y tipos de competencias de la persona con su entorno(3). Estos hábitos se
refieren tanto al equilibrio y desarrollo personal
Las competencias son comportamientos obser- como al mantenimiento de una relación activa,
vables y habituales que posibilitan el éxito de una realista y estimulante con el entorno. Las compe-
persona en su actividad o función. Las competen- tencias de eficacia personal miden la capacidad
cias son objetivas en cuanto que tienen conse- de autodirección, capacidad imprescindible para
cuencias externas, pero son también subjetivas en dirigir a otras personas(4). Por ello, estas compe-
cuanto que la percepción de las mismas depende tencias potencian la eficacia de las competencias
del observador. estratégicas e intratégicas y deben considerarse
también como competencias directivas.
No ocurre de este modo con los objetivos, que
son cuantificables e independientes de la persona En la literatura científica abundan listados de
que los mide. Por ello, la evaluación de las com- competencias(5). Cada empresa debe decidir cuá-
petencias requiere un procedimiento más cuida- les son aquellas que necesita desarrollar en sus
doso que la evaluación de los objetivos, ya que directivos para conseguir sus fines específicos, sin
hay que tener en cuenta su subjetividad. Las com- olvidar dimensiones importantes, pero sin ahogar
petencias deben ser comportamientos habituales, el sistema con demasiadas competencias. Un
no esporádicos. Son precisamente los hábitos los n ú m e ro recomendable de competencias puede
que dan a las competencias su carácter predictivo. variar entre siete y doce. El perfil de competen-

20 IESE • REVISTA DE ANTIGUOS ALUMNOS, diciembre de 1999


Cuadro 1
Competencias

Técnicas Directivas

Atributos o rasgos distintivos que Comportamientos observables y


requiere un trabajador excepcional habituales que justifican el éxito de
en un puesto de trabajo una persona en su función directiva.
determinado.

Empresariales Eficacia personal


Competencias que hacen referencia Hábitos que facilitan una relación
al perfil directivo en sentido estricto. eficaz de la persona con su entorno.

Proactividad: iniciativa, crea-


tividad y autonomía
A u t o g o b i e rno: d i s c i p l i n a ,
Estratégicas Intratégicas concentración y autocontrol
Competencias orientadas a la Competencias orientadas a fomen- Gestión personal: gestión del
obtención de resultados económicos. tar el desarrollo de los colaboradores tiempo, del estrés y del riesgo
e incrementar su compromiso con la
Visión de negocio empresa. Desarrollo personal: autocrí-
Resolución de problemas tica, autoconocimiento y cam-
Gestión de recursos Comunicación bio personal
Orientación al cliente Organización
Red de relaciones efectivas Empatía
Negociación Delegación
Coaching
Trabajo en equipo

cias elegido es una expresión clara y específica de competencias, pues las personas sólo se preocu-
la cultura que la empresa quiere promover y pan del qué consiguen y no del cómo lo consi-
puede utilizarse, por tanto, como herramienta de guen. En el caso extremo se pueden llegar a
cambio cultural. A modo de guía pueden servir fomentar modos de hacer que son inconsistentes
algunas de las competencias básicas que hemos con las competencias que la empresa desea desa-
seleccionado en el Cuestionario de competencias rrollar en sus empleados.
directivas (veáse Cuadro 1)(6).
Por este motivo, cada vez son más las empresas
Modelos de evaluación interesadas en evaluar no sólo los objetivos, sino
también las competencias que están desarrollan-
Desde hace años, muchas empresas han evalua- do sus empleados. Un posible procedimiento pro-
do a sus empleados en términos de resultados u puesto últimamente por Kaplan y Norton (7) es lo
objetivos. Esta evaluación se centra en qué se con- que se conoce como Cuadro de Mando Integral
sigue: tantas unidades vendidas, tanto incremento (Balanced Scorecard). En éste se añaden indica-
en cuota de mercado, tanta mejora en rentabilidad dores de competencias a los indicadores de resul-
o calidad, etc. Dado que los objetivos son fácil- tados y se hace una media ponderada para
mente cuantificables y medibles, la valoración obtener un indicador final, el cual suele estar liga-
puede hacerse de manera bastante objetiva. La do a una retribución variable.
consecución de los objetivos suele recompensarse
con diversos incentivos económicos. A pesar de las ventajas que tiene enriquecer la
evaluación de los objetivos tradicionales con los
La dirección por objetivos, sin embargo, mira a de otra naturaleza, este procedimiento tiene el
los resultados pasados y no ayuda necesariamente problema de que, al mezclar realidades tan dife-
a desarrollar las competencias que la empre s a rentes como son los objetivos y las competencias,
necesita para conseguir los resultados futuro s . puede producir percepciones de falta de justicia
Una valoración exclusivamente centrada en resul- comparativa. Además, las competencias son varia-
tados puede llegar, incluso, a ser contraproducen- bles más difíciles de medir que los objetivos, y su
te a la hora de fomentar el desarr ollo de d e s a r rollo re q u i e re un tipo de motivación más

REVISTA DE ANTIGUOS ALUMNOS, diciembre de 1999 • IESE 21


Cuadro 2

Procedimientos para evaluar la labor de los colaboradores


Método Destacar Precaución con

Evaluación por • La valoración puede hacerse de manera bas- • Los objetivos miden el pasado, no el futuro.
objetivos
tante objetiva. • Se evalúa el qué y no el cómo.

• Más completa que la evaluación por objeti- • Mezcla parámetros de distinta naturaleza.
Cuadro de vos porque añade indicadores de competen- • Puede producir percepciones de injusticia com-
Mando Integral
cias a los indicadores de resultados. parativa.

• Una persona es evaluada por su jefe, sus • Es recomendable no ligar la mejora de las compe-
compañeros de trabajo y sus colaboradores o tencias directivas a la retribución.
Evaluación s u b o rdinados. Este procedimiento analiza • Se debe desarrollar en un entorno de confianza,
en 360º
tanto los objetivos conseguidos como los garantizando la confidencialidad de los datos.
medios que se utilizan para conseguirlos.

profundo que el puramente extrínseco del bonus a una misma persona hacer el papel de juez y edu-
fin de año. Por ello, es recomendable que reciban cador al mismo tiempo (10).
un tratamiento diferenciado tanto a la hora de ser
evaluadas como a la hora de ser recompensadas. Es recomendable, por tanto, no ligar la mejora
de las competencias directivas a la re t r i b u c i ó n .
Evaluación 360º de las competencias directivas Además, la práctica demuestra que la utilización
de las competencias como criterio de promoción
Un procedimiento que se ha venido utilizando motiva suficientemente para que los directivos se
con éxito en los últimos años para evaluar las esfuercen en desarrollarlas.
competencias directivas es la llamada evaluación
360o, que consiste en que una persona sea evalua- Para que la herramienta sea fiable se requiere
da por su jefe, sus compañeros de trabajo y sus un entorno de confianza. Para ello resulta impres-
colaboradores o subordinados (8). cindible que se conozcan bien los límites de la
confidencialidad de los datos y del anonimato de
También pueden añadirse otras personas a la los evaluadores. Resulta vital que tanto los evalua-
evaluación, como, por ejemplo, los clientes o los dores como los evaluados confíen en las perso-
proveedores, dependiendo del tipo de puesto. En nas, departamentos o instituciones que van a
la mayoría de los casos, sin embargo, puede bas- tener acceso a los datos de la evaluación.
tar con una evaluación multifuente, aunque
no llegue a ser estrictamente de 360 o. Lo Cómo desarrollar competencias directivas
Para que la eva- que parece importante es complementar la
luación en 360º subjetividad de la evaluación tradicional, en Las competencias, por ser comportamientos
sea fiable la que únicamente participa el jefe, con habituales, son un resultado de las características
se requiere un otros puntos de vista. innatas, conocimientos, actitudes y habilidades de
entorno de la persona. Las características innatas son aquellos
confianza La evaluación 360o no está exenta de riesgos aspectos genéticos que afectan al comportamien-
y de malas interpretaciones. Por ello, con- to y son difíciles de cambiar. Por tanto, al hablar
viene considerar detenidamente los pro p ó s i t o s de desarrollo de competencias nos vamos a con-
que se persiguen al utilizarla y comunicarlos muy centrar en el desarrollo de conocimientos, actitu-
bien. No es lo mismo utilizar la evaluación 360 o des y habilidades. Las vías para conseguir cada
para el desarrollo profesional que para tomar uno de estos progresos son, respectivamente: la
decisiones de promoción o retribución. información, la formación y el entrenamiento (11).

Por un lado, los evaluadores tienden a puntuar Los conocimientos se obtienen a través de la
de distinto modo en función del uso que se haga adquisición de nuevos datos: información cuanti-
de los resultados(9). Así, por ejemplo, esta herra- tativa y cualitativa sobre la realidad. Esto se consi-
mienta es mucho menos fiable cuando la evalua- gue habitualmente a través de la asistencia a
ción de competencias está ligada a la retribución. cursos o con la lectura de libros especializados.
Por otro lado, si el jefe toma decisiones retributi- Así pues, para desarrollar cualquier tipo de com-
vas según las competencias, queda limitada su petencia –por ejemplo, negociación, trabajo en
capacidad de coaching, pues es muy difícil para equipo, o gestión del tiempo– es conveniente

22 IESE • REVISTA DE ANTIGUOS ALUMNOS, diciembre de 1999


Por ejemplo, para desarrollar la
competencia de gestión del
tiempo, una persona debe
adquirir varias habilidades.
Una de ellas es la utilización
eficaz de la agenda, que se
compone a su vez de varios
hábitos: programar las
distintas actividades,
anotarlas corre c t a-
mente, consultar la
agenda fr e c u e n t e-
mente, etc. El desa-
r rollo de esta
habilidad
re q u i e re un
e n t re n a m i e n-
to constante
hasta adquirir
esos hábitos.

El desar rollo d e
competencias, como
el de cualquier hábito,
empezar por adquirir conocimientos teóricos requiere muchas veces un esfuerzo personal para
s o b re el tema. Sin embargo, la transmisión de desarraigar el hábito contrario. En este caso, la
conocimientos no es un proceso automático. Para persona debe tomar una decisión que ve racio-
incorporar efectivamente la nueva información al nalmente deseable a pesar de que su
repertorio de conocimientos ya existente, se motivación espontánea le dirija hacia el Antes de desarrollar
requiere claridad de exposición por parte del emi- hábito antiguo (véase una explicación cualquier tipo de
sor, un medio de transmisión adecuado y un cier- más detallada de este proceso en: «Eva- competencia con-
to grado de apertura mental y esfuerzo intelectual luación y desarrollo de las competencias viene adquirir cono-
por parte del receptor. directivas» (12)). Este proceso no es senci- cimientos teóricos
llo, y puede llegar a ser frustrante. Para sobre el tema. Para
Las actitudes son aquellas motivaciones que ello, se hace muy recomendable la ayuda ello resulta impres-
una persona tiene frente a la acción. El desarrollo de una persona externa, llamada c o a c h cindible adoptar
de actitudes adecuadas re q u i e re un proceso de (entrenador). una actitud positiva
formación que capacite a la persona para antici-
par las consecuencias de sus acciones y omisio- El coach natural de un empleado es su
nes. De este modo, su capacidad para evaluar la superior jerárquico, porque es la persona que, en
realidad adquiere mayor profundidad. Como con- principio, conoce mejor sus aptitudes y áreas de
secuencia, la persona puede tener nuevos moti- mejora, y le puede orientar y proporcionar expe-
vos para la acción. Por ejemplo: una persona que riencias profesionales adecuadas a sus necesida-
disponga de los conocimientos teóricos de cómo des de desarrollo.
trabajar en equipo, no necesariamente va a querer
trabajar así. Para ello, necesita primero entender Coaching: dirección por competencias
la conveniencia del trabajo en equipo en algún
caso concreto, a través de una formación adecua- La dirección por competencias necesita, ade-
da que puede ayudarle a descubrir las consecuen- más de un sistema bien diseñado, una labor eficaz
cias positivas que tiene el trabajo en equipo, tanto de coaching por parte de los directivos. El coa -
para ella como para los demás. Sólo si quiere tra- ching consiste en proponer a las personas que
bajar en equipo se puede desarrollar esa compe- queremos que progresen en ciertas competencias
tencia. Lo mismo se podría decir para cualquier aquellos trabajos y retos profesionales adecuados
competencia. para el desarrollo de esas competencias. Es decir,
para que la persona pueda desarrollar una com-
Las habilidades son aquellas capacidades operati- petencia debemos concederle la oportunidad de
vas que facilitan la acción. El desarrollo de habilida- que la ponga en práctica. No podríamos preten-
des requiere un proceso de entrenamiento. A través der, por ejemplo, que una persona desarrollara la
de la repetición de actos se van adquiriendo nuevos competencia de delegación antes de tener perso-
hábitos y modos de actuar que resultan más eficaces. nas a quienes delegar.

REVISTA DE ANTIGUOS ALUMNOS, diciembre de 1999 • IESE 23


diseñar un sistema de evaluación de las mismas
que permita detectar las carencias y necesidades
de desarrollo en sus directivos.

El proceso de desarrollo de competencias se


Además de proporcionar la experiencia profesio- alimenta de información, formación y entre n a-
nal adecuada en cada caso, el coach debe realizar un miento, y requiere un contexto profesional ade-
seguimiento suficiente de cómo el subordinado reali- cuado y una labor de coaching por parte del
za esa tarea, para poderle apoyar o aconsejar cuando superior jerárquico. Las empresas que hayan
sea necesario. aprendido a evaluar y a desarrollar las competen-
cias de sus directivos estarán más capacitadas
Varios autores han estudiado diversas experien- para afrontar los continuos retos que el entorno
cias profesionales que han ayudado a desarrollar vaya presentando. Y por ello se podrán llamar a sí
competencias directivas (por ejemplo, las descri- mismas empresas competentes.
tas por McCall, Lombardo y Morrison en 1988(13) y
Pearson y McCauley en 1991 (14). Estas experien-
cias se pueden agrupar en seis categorías: 1. Pfeffer, J., «The human equation», Harvard Busi-
ness School Press, Boston, 1998.
• Poner en práctica un nuevo proyecto: una fábri- 2. Cardona, P. y Chinchilla, N., «Intrategia. En busca
ca, una filial en el extranjero, un nuevo produc- del alto rendimiento y de la supervivencia a
to o proceso, etc. largo plazo», Harvard Deusto Business Review,
• Resolver una situación problemática o que Bilbao, julio-agosto, 1998, págs. 36-41.
necesita una reorganización profunda. 3. Covey, S. R., «Los 7 hábitos de la gente eficaz»,
• Asumir la responsabilidad de una misión, ope- Paidós Empresa, Barcelona, 1997.
ración o proyecto en marcha. 4. Goleman, D., «Inteligencia emocional», Editorial
• Cambiar de función de un puesto staff a uno de Kairós, Barcelona, 1996.
línea, o viceversa. 5. Levy-Leboyer, C., «Gestión de las competencias»,
• Aumentar la responsabilidad de la propia fun- Ediciones Gestión 2000, Barcelona, 1997.
ción, asumiendo nuevos productos o merc a- 6. Cardona, P. y Chinchilla, N., «Cuestionario de
dos, o creciendo en los que ya se tienen. Competencias Directivas (CCD)», IESE, Barcelo-
• Trabajar junto a una persona que posea un alto na, 1998.
grado de la competencia buscada. 7. Kaplan, R. S. y Norton, D. P., «The Balanced Score-
card», Harvard Business School Press, Boston,
Además de estas experiencias pro f e s i o- 1996.
Se puede aprender
nales, la persona puede utilizar otro s 8. Tornow, W. W. y London, M., «Maximizing the
bastante de los
tipos de experiencias personales para ir value of 360 o d e g ree feedback», Jossey-Bass
propios errores y de
d e s a r rollando diversas competencias: Inc., San Francisco, 1998.
las situaciones
experiencias familiares, experiencias en 9. London, M. y Smither, W., «Can multi-sourc e
problemáticas con
distintas asociaciones, experiencias espe- feedback change self-evaluations, skill develop-
personas dentro y
cíficas con personas en el trabajo, etc. En ment, and performance? Theory-based applica-
fuera de la empresa
general, se puede aprender bastante de tions and directions for research», P e r s o n n e l
los propios erro res y de las situaciones Psychology, Houston, 1995, págs. 48, 803-839.
problemáticas con personas dentro y fuera de la 10. Meyer, H. H., Kay, E. y French, J., «Split roles in
e m p resa. Y también se puede aprender de las p e rf o rmance appraisal», H a r v a rd Business
personas que nos rodean: de sus habilidades ope- Review, nº 43, Boston, 1965, págs. 123-129.
rativas, de sus modos de comportarse y reaccio- 11. Gómez-Llera, G. y Pin, J.R., «Dirigir es educar»,
nar en distintas circunstancias, de sus valores, etc. McGraw-Hill, Madrid, 1994.
En cualquier caso, la labor del directivo como 12. Cardona, P. y Chinchilla, N., «Evaluación y desa-
coach es difícilmente sustituible. rrollo de las competencias directivas», Harvard
Deusto Business Review, Bilbao, abril-mayo de
Conclusión 1999, págs. 10-19.
13. McCall, M. W., Lombardo, M. M. y Morrison, A.
Las competencias directivas son una herra- M., «The lessons of experience: How successful
mienta esencial para asegurar la competitividad executives develop on the job», The Free Press,
de las empresas en la nueva economía global. Nueva York, 1988.
14. Pearson, A. W. y McCauley, C. D., «Job demands
Cada empresa debe definir las competencias and managerial learning in the research and
que considere necesarias para desarrollar su com- development function», Human R e s o u rc e
petencia distintiva y cumplir así su misión. Una Development Quarterly, 2, San Francisco,
vez definidas las competencias, la empresa debe 1991, págs. 263-275.

26 IESE • REVISTA DE ANTIGUOS ALUMNOS, diciembre de 1999

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