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ÍNDICE

ÍNDICE 2

INTRODUCCIÓN 3

DESARROLLO 4

LA RESPONSABILIDAD Y LA TOLERANCIA COMO FUNDAMENTO

ÉTICO Y DEONTOLÓGICO EN LA VIDA PROFESIONAL. 4

1.- ÉTICA PROFESIONAL Y DEONTOLOGÍA 4

1.2.- TOLERANCIA Y RESPONSABILIDAD DESDE UN ENFOQUE

INTELECTUAL. 5

1.2.1.- EL PLANO PERSONAL DE LA TOLERANCIA. 8

1.3.- LA RESPONSABILIDAD DENTRO DE LA ETICA PROFESIONAL. 9

CONCLUSIÓN 14

BIBLIOGRAFÍA 16
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo monográfico busca fundamentar el adecuado uso de dos grandes

valores tales son; la responsabilidad y tolerancia en el campo profesional desde una

perspectiva ética y deontológica, hoy en día , los profesionales altamente calificados,

directores o administradores se encuentran en el mero centro del dilema moral, Son estos

empleados los que desarrollan nuevos productos,

tecnología, estrategias de comercialización y abren nuevos mercados.

Sus decisiones influyen en el ambiente, las condiciones de trabajo y los consumidores. Lo

que parece tener sentido económico en el ámbito individual puede, en la peor hipótesis,

derrochar recursos naturales, dañar al medio ambiente, destruir empleos, perjudicar a los

consumidores o evadir embargos.

En el presente trabajo vemos una definición de profesión, sus características y como

también una definición de ética empresarial así también que son los códigos de conductas y

como se presenta una nota exploratoria en la que se hace el cómo se relacionan ética y

deontología en el ámbito empresarial.


LA RESPONSABILIDAD Y TOLERANCIA COMO FUNDAMENTOS

ÉTICO Y DEONTOLÓGICO EN LA VIDA PROFESIONAL

1.- ÉTICA PROFESIONAL Y DEONTOLOGÍA.

La Ética Profesional abarca al conjunto de normas y valores que hacen y mejoran el

desarrollo de la actividad de los profesionales y es la encargada de ir marcando las pautas

éticas del desarrollo de su actividad mediante valores universales reconocidos por cada ser

humano. Aunque ésta se centre en estos valores, se especifica más en el uso de ellos dentro

de un entorno plenamente laboral. Básicamente, la Ética Profesional es fundamental para la

persona que desee trabajar en cualquier ámbito , ya que ésta implica la práctica de valores

como la responsabilidad, el estudio, constancia, carácter, concentración, formación,

discreción, entre otras en función de la importancia del sujeto al que sirven, el ser humano.

Suelen aparecer conflictos cuando existen discrepancias entre la Ética Profesional y la ética

personal. En esos casos, las personas deben tomar medidas, como la objeción de conciencia,

si se cree que no se está actuando correctamente. Para que un profesional sea ético es

necesario que posea una naturaleza o personalidad que componga el sentido de la

responsabilidad y la libertad, además estar de acuerdo con la moral y compartir el deseo del

bien común. No imprescindiblemente deben ser leyes o normas ante situaciones específicas,

si no actitudes frente a contextos que muestren si el profesional realiza un desempeño en

concordancia a la ética de su profesión. El principal objetivo de la Ética Profesional es crear

conciencia de responsabilidad, en cada individuo que ejerce una profesión particular, para el

mejor rendimiento de este. No obstante, la Ética Profesional también determina cómo debe

actuar un profesional en una situación determinada. En un sentido más bien estricto,


podríamos solo señalar las carreras que son de nivel universitario o superior, porque son las

que otorgan categoría de profesional, pero también deben considerarse los oficios y cualquier

otro trabajo permanente. La Ética Profesional no es coactiva es decir no impone sanciones

legales o normativas pero se reconoce estrechamente relacionada con la Deontología y puede

hallarse en los códigos deontológicos que normalizan una actividad profesional. La

deontología es parte de lo que se conoce como ética normativa y comparte un conjunto de

reglas y principios que deben cumplirse de manera obligatoria. La Deontología o teoría

deontológica se puede considerar como una teoría ética que se ocupa de regular los deberes,

traduciéndolos en preceptos, normas morales y reglas de conducta, dejando fuera de su

ámbito específico de interés otros aspectos de la moral. El término deontología fue acuñado

por primera vez por Jeremy Bentham, que la define como la rama del arte y de la ciencia

cuyo objeto consiste en hacer en cada ocasión lo que es recto y apropiado. Cuando esta teoría

se aplica al estricto campo profesional hablamos de Deontología Profesional y es ella, en

consecuencia, la que determina los deberes que son mínimamente exigibles a los

profesionales en el desempeño de su actividad. Estos deberes, es habitual que se codifiquen

sistemáticamente para regir la actuación de los representantes de la profesión con el fin de

que a través del buen hacer se obtengan resultados deseables y se prestigie su labor. Cuando

se habla de Deontología Profesional se entiende por tal los criterios compartidos por el

colectivo profesional convertidos en un texto normativo, un código deontológico. La

deontología profesional es por tanto una ética aplicada, aprobada y aceptada por el colectivo

profesional, lo que entraña un código de conducta, una tipificación de infracciones, un

sistema de recepción y análisis de consultas, propuestas o quejas, un procedimiento de

enjuiciamiento, y finalmente, si procede aplicarlo, un sistema de sanciones.


1.2.- TOLERANCIA Y RESPONSABILIDAD DESDE UN ENFOQUE

INTELECTUAL.

El presente material plantea algunas ideas referentes a la Tolerancia y

Responsabilidad intelectual desarrolladas por Karl Pooper.

Inicia mencionando la relación que Voltaire -el padre de la Ilustración- argumenta

ante la tolerancia.

Pero, ¿Qué es la tolerancia?

Para Voltaire “Tolerancia es la consecuencia necesaria de constatar nuestra

falibilidad humana: errar es humano, y algo que hacemos a cada paso…”

Aquí Voltaire apela a la honestidad intelectual: debemos admitir nuestros errores,

nuestra falibilidad, nuestra ignorancia; la razón en apoyo a la tolerancia es que

todos hemos de perdonarnos mutuamente las insensateces, pero si concedemos a

la intolerancia el derecho de ser tolerada, se destruye la tolerancia.

Ahora se comparará el relativismo con una posición que siempre se confunde

con él, el pluralismo crítico, para iniciar a analizar la cuestión de la verdad.

El relativismo es la posición según la cual puede afirmarse todo, o prácticamente

todo, y por lo tanto nada. Todo es verdad, o bien nada. La verdad es por lo tanto

un concepto carente de significado.

El pluralismo crítico es la posición según la cual debe permitirse la


competencia de todas las teorías en aras de la búsqueda de la verdad. Esta

competencia consiste en una discusión racional de las teorías y en su examen

crítico. La discusión debe ser racional, lo cual significa que debe tener que ver

con la verdad de las teorías en concurrencia: será mejor la teoría que, en el curso

de la discusión crítica, parece estar más cerca de la verdad; y la teoría mejor es la

que sustituye a las teorías inferiores. Por eso, lo que está en juego es la cuestión

de la verdad.

En la actualidad hay muchos filósofos que piensan que la verdad sólo puede

ser significativa si la poseemos; es decir, la conocemos con certeza, entonces

ahora los científicos no sólo buscan, también encuentran.

Los principios éticos constituyen la base de la ciencia, la idea de verdad como

principio regulador fundamental puede considerarse un principio ético.

PRINCIPIOS ÉTICOS

Los principios que constituyen la base de toda discusión racional, es decir, de

toda discusión emprendida a la búsqueda de la verdad, constituyen los

principios éticos esenciales, los cuales se enumeran a continuación:

 El principio de falibilidad: “quizá yo esté equivocado y quizá tú tienes

razón, pero es fácil que ambos estemos equivocados”.


 El principio de discusión racional: “deseamos intentar sopesar, de

forma impersonal como sea posible, las razones a favor y en contra de

una teoría: una teoría que es definida y criticable”.

 El principio de aproximación a la verdad: “en una discusión que evite

los ataques personales, casi siempre podemos acercarnos a la verdad.

Puede ayudarnos a alcanzar una mejor compresión; incluso en los

casos en que no alcanzamos un acuerdo”.

Estos tres principios son tanto epistemológicos como éticos, pues

implican, entre otras cosas, la tolerancia “Si yo espero aprender de ti, y si

tu deseas aprender en internes de la verdad, yo tengo no sólo que tolerarte

sino reconocerte como alguien potencialmente igual.

Se puede ejemplificar lo anterior con el ejemplo de una ética para el

intelectual, y en especial para las profesiones intelectuales: una ética para

científicos, médicos, abogados, ingenieros, arquitectos, para funcionarios

y para los políticos.

Tanto la ética profesional antigua como la nueva se basan, sin duda, en

los conceptos de verdad, la racionalidad y de responsabilidad intelectual.

Pero la ética antigua se basaba en la ideas de conocimiento personal y de

conocimiento cierto y, por ello, en la idea de autoridad; mientras que la

nueva ética se basa en la idea de conocimiento objetivo e incierto.

Suponiendo entonces, un cambio fundamental en la forma de pensar, en


la forma de operar las ideas de verdad, de racionalidad y de honestidad y

responsabilidad intelectual (RISO, Walter).

1.2.1.- EL PLANO PERSONAL DE LA TOLERANCIA.

En el plano personal, la intolerancia se manifiesta principalmente en actitudes y

posturas conceptuales que por rígidas consideramos incuestionables, y obligan al

individuo a sacrificar la oportunidad de avanzar mediante la evolución, la

cualificación o la refutación de las propias ideas.

Otro comportamiento de intolerancia en el plano personal lo encontramos en

quienes se reprochan a sí mismos errores o situaciones bochornosas ocurridas hace

mucho tiempo, lo cual les impide hacer una aproximación feliz al pasado, quebrantan

su bienestar presente y menoscaban su autoimagen a través de un hecho

inmodificable.

Un ejemplo de esto es la actitud de una persona que aún hoy a sus 54 años de edad

se indispone cuando recuerda aquella fiesta de su infancia en la que intentó mostrar

sus dotes de bailarín y cayó de espaldas, provocando la risa de los asistentes.

La tolerancia en el plano personal nos permite mirar el pasado sin rencores y

fortalecer la autoimagen como sostén del bienestar presente y el crecimiento futuro.

La convivencia diaria en el trabajo es una prueba definitiva a nuestra capacidad de

tolerar las diferencias.


A decir de los expertos, es común que pasemos más tiempo conviviendo con los

colegas de la oficina que con la familia.

Frente a este hecho, la comunidad empresarial puede formar un ambiente

agradable que facilite el trabajo. Sin embargo, en muchas ocasiones, las relaciones

entre colaboradores pueden tornarse difíciles.

Con cierta frecuencia, las diferencias entre colegas suelen derivarse precisamente

de la falta de aceptación a las diferencias.

1.3.- LA RESPONSABILIDAD DENTRO DE LA ETICA PROFESIONAL.

Se dice de una persona que es responsable cuando está obligada a responder de sus

propios actos. Aunque algunos autores mantienen que la libertad es definida por

la responsabilidad, la gran mayoría de estos están de acuerdo en que el fundamento de la

responsabilidad es la libertad de la voluntad.

Una vez admitida la libertad que fundamenta la responsabilidad, se plantea todavía

varias cuestiones importantes: ante todo, se trata de saber si la responsabilidad afecta

solamente a algunos actos de la persona o bien si afecta a todos.

En segundo lugar se plantea el problema de los grados de responsabilidad y finalmente

se plantea el problema de la entidad o entidades ante la cual es responsable (debe de ser

de carácter personal).
El sentimiento de responsabilidad es un sentimiento personal que compromete a cada

persona y le hace comprender que no puede simplemente abandonarse a sus conveniencias

individuales.

Para mí, según las investigaciones que he recopilado de diversas fuentes he llegado a

la conclusión del concepto de responsabilidad, el sentimiento de responsabilidad nace y

se desarrolla a través de los años. Este sentido nos enseña la importancia de las cosas, a

valorarlas y cuidarlas.

Todo individuo o persona lleva una responsabilidad sea personal o para otra, pero esta

la lleva a cabo dependiendo de sus criterios

Al existir el concepto de Ética profesional, es necesario clarificar lo que es la profesión:

a. Un servicio a la sociedad único, definido y esencial: es decir, primero, el

profesional reclama el monopolio de la actividad que realiza, oponiéndose al

intrusismo; segundo, el usuario sabe que dicha actividad está bien definida y

delimitada frente a otras; tercero, es un servicio del que ni la sociedad en su

conjunto ni ninguno de sus ciudadanos puede prescindir sin grave perjuicio para

su bienestar;

b. Considerado como una vocación. Se espera del profesional que se dedique en

exclusividad y que se identifique con los ideales de la misma (prestando

más atención al servicio ofrecido que a las ganancias que le reporta) y se vincule

solidariamente con el resto de miembros de la profesión, incorporándose a

su organización propia (colegio o asociación);


c. Basado, fundamentalmente, en conocimientos y técnicas de carácter

intelectual. Socialmente se demanda del profesional una actitud inquisitiva,

capacidad de obtener datos, elaborar diagnósticos y proponer soluciones de una

manera supuestamente objetiva, distante y crítica.

d. Que requiere un periodo previo de preparación especializada y

habitualmente formal, en una institución educativa. Esta intensa y larga

formación, que se prolonga a lo largo de toda la actividad profesional de diversas

maneras -formación permanente, reciclaje- parece justificar la posterior

exigencia de compensaciones de carácter económico, a través de unos honorarios

elevados;

e. Demanda un amplio campo de autonomía, tanto personal como del colectivo

en su conjunto, cuyo correlato es la asunción de las responsabilidades inherentes

al desarrollo de la actividad.

Teniendo en cuenta todas estas características, se puede hablar, de un proceso de

"profesionalización", de adquisición progresiva por parte de alguna actividad humana

de la condición de profesión. Los sucesivos pasos en esta evolución serían los

siguientes: primero, la ocupación en cuestión se convierte en una actividad con plena

dedicación; a continuación, demanda unos conocimientos específicos en un centro

especializado (que termina siendo habitualmente una Escuela Superior

o Universidad); posteriormente se constituye una asociación profesional que abarca a

quienes desarrollan la ocupación y han pasado previamente por el proceso formativo

requerido; luego será esta misma organización profesional quien sucesivamente se


encargue de obtener una regulación por ley de su actividad y por último,

la redacción de un código ético o de conducta.

En resumen, entenderemos por PROFESIÓN una ocupación, cuya práctica influye

directamente en el bienestar humano y requiere el dominio de una parte compleja del

conocimiento y habilidades especializadas, que asume una educación regular y una

experiencia práctica. En este contexto un "profesional" es una persona que está

autorizada para practicar una condición particular reuniendo todos los requisitos de

la ley. Esta autorización, esto es, qué cosas puede hacer un profesional en Turismo

que no puede hacer cualquier otro ciudadano, es un tema que afecta a la carrera

profesional y dista mucho de estar resuelto en la actualidad, en España, en Europa y

también en USA. Mientras este tema se resuelva, retengamos la idea de que la práctica

profesional en un territorio depende de la autorización que esté establecida en cada

lugar.

Lo anterior implica una RESPONSABILIDAD PROFESIONAL, un caso

paradigmático de responsabilidad moral que proviene del conocimiento especial que

cada uno posee. Como hemos dicho, debe dominar una parte especial del

conocimiento avanzado, particularmente conocimiento que tiene que ver con el

bienestar de los otros, que demarcan una profesión. Como guardianes del

conocimiento especial que influye en el bienestar humano, los profesionales están

obligados por responsabilidades morales especiales, que son, requerimientos morales

a aplicar a su conocimiento, de forma que beneficien al resto de la sociedad.


Dicho lo anterior, podemos hablar de la existencia tanto de una ética como de

una deontología profesional. La primera se centraría sobre todo en perfilar y definir

el bien de una determinada profesión (no sólo el personal del propio profesional, sino

especialmente su aportación al bien social o común), mientras que la segunda se

ocuparía de las obligaciones propias de dicha actividad. Dicho de otra manera: la ética

profesional sería la expresión de las diversas y plurales éticas de máximos existentes

en todos y cada uno de los profesionales de una determinada especialidad, mientras

que la deontología expresaría la ética de mínimos que todas las anteriores comparten

y están obligadas a cumplir a pesar de sus diferencias.


CONCLUSIÓN

Los profesionales en general tienen un importante número de exigencias en todos los

niveles de su ejercicio profesional que conllevan un alto grado de responsabilidad. La

Deontología que rige para los que se desempeñan en el ámbito agrupa normas y principios

que inspiran y guían el trabajo profesional en cumplimiento de los principios éticos y las

organizaciones que las agrupan, Colegios Profesionales, tienen como misión fundamental

promoverla y desarrollarla para aleccionar a los profesionales actuales y futuros. El

profesional tendrá en cuenta en su praxis los principios de vulnerabilidad, de dignidad, de

autonomía y de integridad. No perderá de vista que la persona mayor y/o dependiente es un

sujeto de derechos, una persona que tiene una dignidad inherente y que, más allá de su aspecto

y grado de dependencia, merece la máxima atención y cuidado. El cultivo de las virtudes es

esencial en la práctica profesional. La virtud es una cualidad del carácter, un hábito que

perfecciona al profesional y que le hace más apto para desarrollar su labor. Además del

respeto a los principios, la excelencia profesional exige el cultivo de las virtudes como el

respeto, la paciencia, la escucha, la amabilidad, la confidencialidad y la tolerancia, entre

otras. Dado que las virtudes juegan un papel determinante en el desarrollo excelente de la

vida profesional y de las organizaciones, resulta fundamental la reflexión sobre la vida

virtuosa en la profesión del turismo. El respeto al principio de autonomía implica que los

profesionales y los otros miembros del equipo de juntamente con otras personas implicadas

que intervienen en la acción de ayudar, deben escuchar las peticiones y demandas de los

clientes en especial a las personas mayores o en situación especial. La persona atendida tiene

derecho a estar informada sobre sus responsabilidades y sus derechos. El profesional tiene
que asegurar que su destinatario comprenda toda la información siempre y cuando sea capaz.

Una persona en situación de dependencia desde un punto de vista funcional necesita de otra

para realizar las funciones básicas de la vida. Esta dependencia funcional no significa,

necesariamente, que no tenga competencia ética para decidir libre y responsablemente. El

conjunto de normativas, explicitas o implícitas, se hallan en los Códigos de Ética que actúan

como inhibidores absolutos de las malas prácticas que pueden surgir en el ejercicio de la

profesión y su conocimiento y respeto animará a los que forman parte de los equipos a

desempeñarse de manera adecuada buscando siempre el bien del cliente, siendo

responsabilidad de los Colegios Profesionales no solo su redacción sino de su estricto

cumplimiento para servir al cliente y dignificar la profesión.


BIBLIOGRAFÍA:

 RISO, Walter, “La asertividad: el arte de decir no”, en Revista Nueva No. 679,

 Deontología y ética personal Periódicos Asociados, Santafé de Bogotá, Julio 31 de

1999.

 Pooper, Karl, “En busca de un mundo mejor” Tolerancia y Responsabilidad

intelectual

 Universidad de Deusto. http://courses.ncsu.edu:8020/classes-a/computer_ethics/

 Doménech Melé Profesor Ordinario de Ética Empresarial. IESE, Universidad de

Navarra

 Rodríguez Alejandra, www.monografias.com

 Mauricio Matute. “Ética y deontología en el campo ocupacional”

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