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Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD - Vicerrectoría Académica y de Investigación - VIACI

Escuela: ECAPMA Programa: Zootecnia


Curso: Sistema de producción apícola Código : 201518

TRABAJO COLABORATIVO

Presentado por:
Yonar Gabriel España cabrera

Presentado a:
BORIS DANIEL VELÁSQUEZ
Tutor

SISTEMA DE PRODUCCION APICOLA


GRUPO: 201518_3

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA UNAD


ESCUELAS DE CIENCIAS AGRÍCOLA, PECUARIAS Y DEL MEDIO AMBIENTE.
PROGRAMA DE ZOOTECNIA - CEAD PASTO
SEPTIEMBRE DE 2016
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Realizar una identificación y reconocimiento de la Cadena productiva de las abejas


en Colombia

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Investigar en los contenidos de la Unidad uno en lo que respecta a la


historia de la apicultura en Colombia, su cadena productiva y metas a
futuro.

 Determinar individualmente el estado actual de la cadena apícola en


Colombia en base a un ensayo.

.
Metas al futuro de la apicultura

Al ser uno de los países más ricos en flora, Colombia tiene todo el potencial
para convertirse en uno de los principales abastecedores de productos
derivados de la miel en el mundo

Las abejas han sido tradicionalmente asociadas al orden y a la laboriosidad,


adjetivos con los que también podrían describirse los apicultores colombianos que
se han encargado, a través de sus proyectos, de impulsar esta actividad en el
país. Sin embargo, pese al esfuerzo de algunos campesinos, en Colombia se
sigue importando miel, polen y propóleos de Argentina, México y Perú.

Según Arturo Silva Pérez, quien junto a su familia crearon la empresa Apisred en
Huila, la cual se encarga de la elaboración de productos derivados de la miel, el
problema del país es que “falta que las personas tecnifiquen la actividad para que
puedan obtener el registro Invima y entrar a los grandes mercados” pues la
producción y la comercialización de artículos se hace de manera informal y sin
tener en cuenta herramientas técnicas. Otra de las dificultades para los
fabricantes, dice Apisred, es que en el país hay un alto índice de falsificación
especialmente de la miel, el propóleo y la jalea real, lo cual afecta el mercado.

Sin embargo, Silva agrega que en Colombia hay un gran potencial ya que se
puede tener abejas en todos los pisos térmicos desde el desierto de la Tatacoa en
Huila, donde se creería que no se podría tener estos insectos porque no hay
abundancia de flores, hasta en Sesquilé, Cundinamarca, donde el clima es frío.
Aunque los lugares óptimos para la producción se encuentran en los llanos
orientales y el eje cafetero.

Desde Huila, Apisred se propuso desarrollar el potencial de la apicultura y para


esto realizaron un proyecto para generar valor agregado a la miel con el fin de
diversificar el mercado de este elemento y que los campesinos pudieran obtener
más ingresos. Así, se dieron a la tarea de realizar una planta de producción de
bebidas fermentadas de calidad, por lo cual buscaron asesorías de parte de la
academia y de diversas instituciones como Colciencias. La idea era que, al
tecnificar el proceso, pudieran recibir certificación del Invima y vender los
productos que fabricarán, como la hidromiel. Aunque aún están en el proceso de
obtener la certificación, Apisred no sólo desarrolló la planta, sino que se convirtió
en un centro de formación en apicultura.

Por eso, los integrantes de la empresa familiar Apisred destacan la importancia de


programas estatales que incentiven a los pequeños apicultores, quienes han sido
impulsados por la Universidad Nacional y Colciencias que con el programa A
Ciencia Cierta, han obtenido estímulos para el desarrollo del negocio. Por ejemplo,
en este momento están concentrados en la fabricación de hidromiel, una bebida
fermentada a partir de la miel y para 2016 esperan estar produciendo cervezas de
tipo artesanal con este producto y continuar capacitando a las personas que
quieran tener un cultivo de abejas.

Según Silva, “la apicultura puede ser un elemento importante de la economía


familiar para garantizar la seguridad alimentaria en las regiones, pero además es
vital para la producción de otros productos y para el cuidado de los ecosistemas”.
Al respecto explica que en el mundo el veneno de la abeja o apitoxina sirve como
medicina para algunas enfermedades como la artritis por sus propiedades
analgésicas y antiinflamatorias y que en Europa esta actividad la apicultura es
promovida para el mantenimiento de la biodiversidad del viejo continente, pues se
calcula que más del 90 por ciento de los cultivos necesitan insectos para una
polinización óptima.

Por la calidad y la innovación de sus productos, Aspired es en la actualidad una


empresa referente en el mercado de apicultura. Sin embargo su valor agregado no
es la comercialización de la miel y sus derivados sino el trabajo educativo que
realizan con los campesinos colombianos, en especial con los de Huila. No en
vano su lema “educando y formando para el futuro”. En un caso poco común en el
ámbito empresarial, ellos quieren fomentar la apicultura y enseñarles a pobladores
rurales los beneficios que está actividad podría traer no solo para el aumento de
sus ingresos y mejoramiento de la economía familiar, sino para el fomento de la
seguridad alimentaria y el cuidado del medioambiente
Apicultura en colombia

El cultivo y manejo de abejas en nuestro país, es una actividad de tipo


agropecuaria que se viene desarrollando desde la época precolombina. Algunas
referencias históricas datan que dentro de las actividades que tenían los Muiscas
en el altiplano oriental, estaba el cultivo de abejas, de las cuales se supone que se
trataban de abejas sin aguijón puesto que la introducción de abejas melíferas
(Apis mellífera) se realizó posteriormente a la llegada de los españoles. Estos
indígenas utilizaban la miel para endulzar algunas bebidas y otros alimentos y en
la orfebrería trabajaban con la cera. Los Tayronas, quienes se ubicaban en la
Sierra Nevada de Santa Marta, eran apicultores muy destacados y también
aprovechaban la miel en alimentos y la cera en orfebrería. De igual forma, los
Chibchas cazaban abejas y se beneficiaban de los nidos silvestres que hallaban
en las riberas de la cuenca del Río Cauca, también cosechaban la fina miel y
colectaban la cera, según lo enuncia el español Pedro de Espinel

Así mismo, Juan de Santa Gertrudis en 1775, menciona varias clases de abejas
de donde los indígenas producían grandes cantidades de cera y aún más de miel.
Desafortunadamente, algunos de los documentos para confirmar tales
afirmaciones de esta época, no son suficientes o no se encuentran disponibles.
Durante los siglos siguientes, el curso de la Apicultura siguió desarrollándose
aisladamente de forma rústica6, en pocas regiones del país y con un crecimiento
muy bajo. El primer avance de la Apicultura colombiana, se presenta a finales del
siglo XIX y primeros años del siglo XX, al darse un paso de importancia en el
desarrollo técnico de la Apicultura, gracias al trabajo en el tema realizado por el
sacerdote italiano Remigio Rizzardi perteneciente a la orden de los Salesianos. De
igual forma, el Ministerio de la Economía, inició en la época la importación de
abejas de diferentes razas (italianas, alemana, holandesa, caucasiana, carniola)
permitiendo con el ingreso de las abejas el fomento de esta actividad en nuestro
país.

Más adelante Rizzardi seria reconocido como el precursor de la Apicultura


nacional, luego de fundar el primer apiario científico de abejas italianas en el
Noviciado de Mosquera - Cundinamarca y de promover todo tipo de actividades
apícolas. Unos años más tarde, en 1912 fallece Remigio Rizzardi y
lamentablemente nadie continuo con la actividad apícola de la misma intensidad
como el sacerdote la venia realizando. Rizzardi, años antes de su muerte escribe
el libro Apicultura Racional, con el ánimo de difundir los conocimientos de
Apicultura en el campo colombiano gracias al apoyo ofrecido por el Gobierno
Nacional. Finalmente, Apicultura Racional es publicada en 1933 como el manual
de Apicultura en el cual Rizzardi, escribe especialmente para Colombia y deja su
obra de estudios con abejas para los agricultores del país. Posteriormente, la
Apicultura se convierte en una actividad exclusivamente del clero.

Después de los años 30, se comienza a implementar en el país la famosa


Apicultura Moderna, lo cual le genera un cambio considerablemente en el tipo de
aprovechamiento rústico que se venía realizando. Un papel importante en esta
actividad, lo cumplió el Ministerio de la Economía con los programas periódicos de
exportación de abejas, en colaboración con algunas empresas y entidades. Este
auge de la Apicultura moderna, permitió que algunas personas como la familia
Díaz Granados, en el municipio de Fontibón en Cundinamarca, iniciaran la
fabricación de todos los elementos y materiales indispensables (colmenas,
portanúcleos, marcos, láminas de cera estampada, etc.) para la nueva técnica
moderna, surtiendo así, en gran parte las necesidades de los apicultores a nivel
nacional. El Ministerio de Agricultura mediante la Dirección de Agricultura, hacia
los años 50 crea la granja experimental La Picota, en la cual se hacía una
exposición frecuente de los diferentes tipos de producción agropecuaria con
especies menores. Gracias al trabajo en Apicultura desarrollado en esta granja por
el señor Manuel Vicente Cadena, posteriormente se crea en este Ministerio, la
División de Apicultura en la Oficina de Industria Animal, la cual desarrolla la
Campaña Apícola Nacional en 1953, con la que se logró capacitar a nivel nacional
grupos considerables de nuevos apicultores en la época y formular nuevos
proyectos de producción en Apicultura.

CADENA PRODUCTIVA DE LAS ABEJAS Y LA APICULTURA EN COLOMBIA

CONSUMIDORES

En Colombia, es escasa la cultura de consumo de miel de abejas y de otros


productos apícolas (polen, propóleos, jalea real). Entre los factores más
importantes que explican esta situación, están la falta de seguridad que el
consumidor tiene sobre la autenticidad de los productos y la percepción sobre los
mismos, además que existe un alto desconocimiento sobre los beneficios y
bondades de los productos de las abejas. Por lo mismo, es importante promover y
publicitar los productos apícolas, con el propósito de generar un cambio gradual
en los hábitos de consumo en el país, para aumentar significativamente el
consumo a corto plazo. Actualmente, el Ministerio de la Protección Social estudia
la normatividad que proteja al consumidor, frente a productos que sugieren ser
miel de abejas y en realidad son jarabes de glucosa comercial, o están
adulterados. Se espera que la resolución correspondiente entre en vigencia cuanto
antes posible, en la cual se establezcan los requisitos sanitarios que debe cumplir
la miel de abejas para consumo humano. En el país, el consumo de miel de abejas
se caracteriza porque los consumidores la aprecian por su valor medicinal, aunque
con poco conocimiento sobre las demás propiedades nutricionales y terapéuticas
del producto, así como la diferenciación de la miel de abejas de otros productos
que se presentan como tales, ejemplo, los edulcorantes industriales.

COMERCIALIZADORES

Los comercializadores en la cadena apícola articulan los acopiadores y


agroindustriales con los consumidores, además de ser especialistas en el
desempeño de las distintas tareas de distribución. Los comercializadores reducen
el número de transacciones entre compradores y vendedores, y equilibran las
discrepancias de la oferta y la demanda. El lugar de mayor aceptación para la
adquisición de productos apícolas son las tiendas naturistas con un 53%, este tipo
de comercialización genera confianza en la autenticidad de lo comprado. Luego,
siguen los supermercados y grandes superficies, con 19% y 14%,
respectivamente. Cadena Productiva de Abejas y Apicultura.

PRODUCTORES

Según FAO (2009), se estima que en Colombia existían, en el año 2007, cerca de
115.000 colmenas. La potencialidad apícola de la flora es de más de 1.000.000 de
colmenas, lo que indica que es necesario impulsar esta actividad para que se
convierta en un renglón económicamente viable, con base en el material genético
existente.

Conclusiones
Este trabajo nos permitió investigar y recolectar datos desde su historia hasta el
desarrollo de esta actividad, que en otros departamentos es muy difundida y en
nuestra zona son muy pocos los apicultores que se benefician de dicha actividad,
a pesar de tener un clima propicio.

Por otro lado, el conocimiento adquirido nos deja inquietudes para seguir
indagando más y también poder iniciarnos en esta actividad productiva, que puede
llegar a ser una posibilidad de trabajo.

Hay una evidente falta de formación y es necesario desarrollar enseñanzas


regladas y difundir las buenas prácticas.

bibliografia

http://www.semana.com/economia/articulo/colombia-quiere-explotar-la-
apicultura/455643-3

http://www.bdigital.unal.edu.co/46818/1/07790793.2014.pdf

http://datateca.unad.edu.co/contenidos/201518/contLinea/unidad_1_desarrollo_de
_la_apicultura.html

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