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Catastro de equipos
Es la identificación clara y precisa de cada equipo instalado, conteniendo datos particulares de todos los
equipos, sometidos o no a algún tipo de mantenimiento, como única forma de llevar un registro de costos,
ubicación e historial del equipo.
Consideraciones:
- Todos los equipos que tienen condiciones similares se consideran dentro de un mismo tipo de equipo.
- En determinadas condiciones o tipos de industrias existen equipos que pueden subdividirse en
distintos tipos.
- Un tipo de equipo tiene una única clase de falla y una misma tabla de características.
- Todo tipo de equipo tiene una tabla de características similar, lo que permite designar una cantidad
de campos para datos en común.
- Los equipos pueden clasificarse como simples o complejos, según la cantidad y complejidad de
elementos factibles de falla.
Misión de mantenimiento
Actuar durante todo el ciclo de vida de un bien desde el proyecto hasta su desactivación, con el objeto de mejorar
continuamente la disponibilidad operativa y los costos globales de mantenimiento.
1. Reparar: Resolver las averías que se generan en la planta, para devolverle el estado de funcionamiento.
2. Preservar: Realizar las intervenciones establecidas para su correcta conservación y, así, incrementar la vida útil
de la misma. (Intervenciones menores, véase lubricación, limpieza, etc.)
3. Mantener: Programar la forma más adecuada de intervención en la máquina, individualizando los componentes
sobre los cuales se debe actuar de forma preventiva con reemplazos o revisiones, en vez de esperar simplemente
a que se produzca la avería, para minimizar el costo global del mantenimiento.
5. Proyectar: Asegura que, en el proyecto de una nueva máquina o en la modificación de una existente, se tengan
en cuenta los factores que en cada caso inciden en el mantenimiento, tanto para evitar que se descomponga
como para facilitar las operaciones de mantenimiento.
Hemos definido la misión del mantenimiento. Hemos dicho que su centro de interés es el funcionamiento eficiente y
eficaz de los aparatos, máquinas e instalaciones durante todo el ciclo de vida tecnológico. Tal afirmación podría reducirse
a un simple eslogan si no somos capaces de traducirla en objetivos específicos y concretos. Podemos también decir que
los objetivos del mantenimiento son numerosos y variados, desde el control de costos al mejoramiento de las
prestaciones con eficiencia y eficacia.
En realidad, todo mantenimiento, o, para ser más exactos, todo mantenimiento entendido como función, debe primero
definir los objetivos, contextualizándolos en la situación de la propia realidad productiva para luego ir en pos de ellos.
Debiendo sin embargo hacer una reflexión de carácter general, nos parece estimulante el hecho de delinear objetivos
estratégicos que exalten el carácter dinámico de un mantenimiento que nunca se da por satisfecho con los objetivos
alcanzados y que mantiene una tensión continua para su mejoramiento.
Objetivos del mantenimiento
No puede existir gestión excelente de mantenimiento si el personal del mismo no tiene la capacidad
profesional adecuada, que por lo tanto, debe fomentarse y valorizarse.
- Mantenimiento de las condiciones operativas y ambientales que se han tomado como referencia
durante el proyecto: Ellas no mejoran la fiabilidad, pero ciertamente permiten obtener resultados de
fiabilidad al menos parecidos a los que se definen en la etapa de proyecto.
- Registro y elaboración de los datos de las fallas: Conocer la evolución de la fiabilidad a lo largo del
tiempo permitirá en efecto tener una confirmación objetiva sobre las mejoras realizadas,
verificándolas periódicamente en términos de impactos sobre el estado de las fallas. Paralelamente,
una tendencia creciente puede señalar la necesidad de intervenciones extraordinarias para restaurar
la condición fisiológica de funcionamiento de una máquina.
Mejoramiento continuo de la mantenibilidad
Tiempos de diagnóstico de las fallas: Depende en gran medida de la capacidad profesional del
personal de mantenimiento y de la complejidad del diseño.
El personal de mantenimiento capacitado debe, ante todo, ver los problemas de su área profesional pero sin
perder nunca de vista la repercusión de sus tareas en el proceso/producto y los nexos profundos que existen
entre los problemas técnicos y la eficiencia general.
En la etapa de proyecto se define el ciclo de vida útil, caracterizado por la evolución de la fiabilidad a lo largo
del tiempo. Si las condiciones de funcionamiento durante el ciclo de vida son más severas que lo que se ha
deducido en la fase de proyecto, la fiabilidad podría ser muy distinta de aquella consignada por el proyectista
y podremos tener más fallas, así como una vida útil más breve.
Por el contrario, un enfoque sabio del mantenimiento podría corregir parcialmente algunos datos del proyecto
(Sustituir un componente por otro de características mecánicas superiores, mejorar las condiciones de
funcionamiento respecto de aquellas previstas en el proyecto, etc.) y hacer que la maquina funcione con una
fiabilidad superior y con un mayor tiempo de vida útil respecto de lo proyectado.
Cuando se persigue el objetivo de contener los costos de mantenimiento, corresponde considerar no sólo los
costos propios, representados por costos directos (Materiales, mano de obra interna, prestaciones de
terceros) y costos indirectos (Costos de estructura, gestión de materiales técnicos, servicios auxiliares,
administrativos e informáticos), sino también los costos inducidos.
Mejoramiento de la estabilidad de los procesos productivos
Después de haber individualizado todas las variables que caracterizan al proceso, estando las mismas
conectadas con la posible aparición de una anomalía, el mantenimiento debe definir el plan de inspección
para monitorearlas y el plan de mantenimiento para prevenir la desviación del valor de referencia.
Identificar y analizar las situaciones de mayor riesgo, de daño al medio ambiente o las personas.
Preparar y efectuar los programas de inspección y los diagnósticos sobre las máquinas, a fin de
eliminar o reducir la posibilidad de daño al medio ambiente, a las personas y a las instalaciones.
Realizar, en estrecho acuerdo con las exigencias productivas, los planes de mantenimiento preventivo
y sobre condición, desarrollados con el mismo objetivo.
Las principales tareas que el mantenimiento debe asumir para garantizar y/o mejorar la seguridad son las
siguientes:
Definir los procedimientos de diagnóstico y reparación de fallas que reduzcan el riesgo para los
trabajadores (Ya sea mantenimiento o, frecuentemente, de producción) durante el desarrollo de sus
tareas.
Vigilar y actuar para que todos los dispositivos de seguridad con los que cuenten los aparatos
conserven sus funciones originarias de modo que no se vean afectadas la seguridad y la salud de los
trabajadores ni la higiene del medio ambiente.
Definiciones
Confiablidad: Es la probabilidad de estar funcionando sin fallas durante un determinado tiempo en las
condiciones de operación dadas.
Disponibilidad: Es el porcentaje del tiempo considerado en que el equipo está disponible para la
producción.
La política de mantenimiento correctivo requiere algunos requisitos organizativos previos para poder
asegurar la respuesta inmediata requerida.
La gestión de los repuestos debe coordinarse adecuadamente con la definición de los planos de
mantenimiento cíclico, por lo que es importante disponer de un buen sistema informativo de soporte
de la programación y de gestión de la actividad de mantenimiento.
En general, el concepto que está en la base de esta política es no llevar a cabo ningún tipo de
mantenimiento mientras las condiciones operativas del equipo sean estacionarias y no
alcancen un nivel de alerta. Desde este momento, que es solamente un nivel en el cual
comienzan a surgir las señales que preanuncian el deterioro potencial, en adelante, uno se
debe preocupar por efectuar un control más frecuente del deterioro, de modo de seguir “más
de cerca” la tendencia del mismo y poder anticipar su eventual aceleración antes de que sea
demasiado tarde.
El impacto (o efecto) – Es un factor de elección que se refiere al efecto que produce una falla o
deterioro cuando se presenta. En orden de prioridad puede ser un riesgo de accidente y de daño
ambiental, una incidencia sobre la calidad del producto entregado al cliente, una parada de
producción en línea, una reducción de la producción y un costo alto de reparación o de sustitución del
bien.
La frecuencia – Es otro factor relevante de elección y representa el tiempo medio que corre entre dos
falla, o de otra forma, el número de fallas que ocurren en un determinado intervalo. Se lo mide para
las típicas prestaciones de fiabilidad, tales como el MTBF.
1. Método costo-beneficio
Los equipos se clasifican en tres grupos respondiendo al tipo de mantenimiento a ser desarrollado:
ii. Basado en la condición actual y tiempo de uso: Para los equipos “B” se utilizan
técnicas simples para la determinación de la condición de uso.
iii. Basados en el tiempo de uso: Los equipos “C” tienen controles de verificación básica
realizados por el operador del equipo
Criterios de selección
a. Calidad
b. Seguridad
c. Producción
d. Costo de mantenimiento
16: Debajo de un alto riesgo se deben tomar acciones. Se realiza una evaluación selectiva para
implantar mejoras específicas.
32-64: Debajo de un riesgo crítico, se deben realizar cambios significativos del sistema. Modificaciones
en el diseño y mejora de la fiabilidad de cada uno de los componentes.
El proceso de elección de las políticas de mantenimiento
La fiabilidad
Fiabilidad: Aptitud de un bien para mantenerse en condiciones de correcto funcionamiento (como resultado
de su aptitud intrínseca para el funcionamiento sin fallas).
El mantenimiento puede actuar principalmente sobre dos palancas: una es la mejora de la fiabilidad y otra el
control (o mantenimiento) preventivo.
- Las acciones están orientadas a lograr algunas mejoras graduales sobre su diseño a fin de
reducir la frecuencia intrínseca con la que se producen fallas.
Se registran, en principio, dos eventos: La falla anterior y la falla siguiente, en correspondencia de las
cuales se inicia el período de indisponibilidad del bien averiado. Además se registra otro evento: La
reparación, es donde termina el estado de avería del bien y vuelve, por lo tanto, a estar en estado de
funcionamiento y disponibilidad para su uso operativo.
- Mean Time Between Maintenance (MTBM)
A los eventos de falla y del final de la reparación, al término del período de avería, después de la falla,
se agregan los eventos de inicio y de fin del mantenimiento preventivo al término del período de dicho
mantenimiento. Este puede ser, en particular, diferente, según la política elegida (inspección,
reemplazo, etc.) y puede realizarse dentro o fuera del tiempo requerido de producción.
En el caso de un bien no reparable, se habla más exactamente de Time to Failure. Este indicador nace
de un registro correspondiente a partir del momento del inicio de la vida operativa del bien hasta el
término de la misma.
Los mecanismos de deterioro y de generación de fallas son los que minan la base de la fiabilidad de un bien,
reduciendo progresivamente los tiempos relativos de ocurrencia entre una falla y la que sigue. Son éstos los
fenómenos que se desea contrarrestar, tener bajo control o incluso, si fuera posible, eliminar mediante la
elección de las intervenciones adecuadas de mantenimiento preventivo o de mejora.
Mecanismos de desgaste
Se define al desgaste mecánico como el daño a una superficie, como resultado del movimiento relativo con
respecto a otra sustancia. El desgaste mecánico está asociado a diversos mecanismos que involucran el daño
a una superficie, bien sea por la pérdida, adición o redistribución de material de la superficie. En desgaste las
fallas ocurren siempre en o cerca de la superficie.
El desgaste se puede clasificar en mecanismos básicos y combinados, aunque la descripción de los procesos
reales involucra la combinación de mecanismos simultáneos o en secuencia.
Mecanismos básicos
- Desgaste adhesivo.
- Desgaste abrasivo.
- Fatiga de contacto.
- Desgaste corrosivo.
Mecanismos combinados
- Desgaste erosivo.
- Desgaste por fretting.
- Desgaste por impacto.
1. Desgaste adhesivo: Es el resultado del movimiento relativo de deslizamiento entre dos superficies,
bajo carga normal de contacto sin lubricación o lubricación marginal. Las asperezas superficiales en
contacto forman puntos de unión de soldadura, que generan el desgaste cuando se separan y una de
ellas arrastra material de la otra.
Para evitar este tipo de desgaste, se recomiendo lubricar cuando sea posible, utilizar materiales de
distinta naturaleza, utilizar superficies con bajos niveles de rugosidad.
2. Desgaste abrasivo: Ocurre cuando una protuberancia dura de una superficie o una partícula dura,
atrapada entre dos superficies, produce un rayado, marca, etc.
a. Abrasión de dos cuerpos: Protuberancias duras de una superficie son presionadas dentro de
una superficie blanda.
b. Abrasión de tres cuerpos: Partículas desprendidas son atrapadas entre dos superficies que
deslizan, las cuales transmiten fuerza a través de dichas partículas. La velocidad de desgaste
por este mecanismo está fuertemente relacionada con la forma, tamaño y dureza de las
partículas.
La lubricación no tiene la misma influencia que en el desgaste por deslizamiento. Si bien bajo ciertas
condiciones puede retirar las partículas de la zona de contacto y reducir el desgaste, es posible
también que no se logre este objetivo y retire las partículas de los valles y las disponga nuevamente
entre las dos superficies.
3. Fatiga de contacto: Se produce cuando la superficie experimenta ciclos de tensión que generan fisuras
superficiales que se propagan e intersecan entre ellas y la superficie, generando partículas libres.
Puede producirse por deslizamiento, rodadura o impacto repetido.
a. Fisuras superficiales.
b. Fisuras sub superficiales.
4. Desgaste corrosivo: Se produce cuando el ambiente interactúa químicamente con las superficies
deslizantes. El proceso se desarrolla en dos etapas:
En ausencia de movimiento relativo, los productos de la corrosión forman una capa superficial que
tiende a disminuir, y en algún caso frenar, la velocidad del proceso corrosivo. Sin embargo, la acción
deslizante de desgaste remueve la película y el ataque corrosivo continúa.
La velocidad de crecimiento del óxido es función de la temperatura y del tiempo de exposición del
área desnuda.
5. Desgaste erosivo: Es la pérdida progresiva de material de una superficie sólida por el impacto de un
fluido o de partículas sólidas. Puede desarrollarse mediante distintos procesos:
6. Desgaste por fretting: Es causado por el desplazamiento oscilatorio de pequeña amplitud (1-100um)
entre superficies en contacto. El desplazamiento puede ser tangencial (deslizamiento) o radial
(impacto).
7. Desgaste por impacto: Desgaste de una superficie sólida expuesta a contacto dinámico repetitivo con
otro cuerpo.
La fiabilidad y las fallas esporádicas y crónicas
- Fallas esporádicas: Son aquellas que generalmente pueden provocar graves daños en las
máquinas e incluso importantes paradas de los equipos. Se imputan por lo general a una
única causa fácil de detectar. Dado el impacto que producen, tales fallas exigen, por lo
general, numerosos recursos y medios. La solución implica el retorno a las condiciones
existentes antes de la aparición de una falla. Se trata de fallas que tienen una evidencia
intrínseca y que, por lo general, son difíciles o imposibles de prever, pero que tienen
impactos productivos relevantes.
- Fallas crónicas: Se repiten con elevada frecuencia y, por lo tanto, duran en el tiempo.
Estas permanecen en un estado latente que hace difícil su solución, incluso porque una
falla crónica puede generarse por una combinación de diversas fallas que complican la
definición del problema. Se trata de una problemática con una especificidad precisa: Las
fallas crónicas son sutiles, en cuanto a que su repetición es poco visible y, por lo general,
no surgen al mismo tiempo que los eventos de falla, se escapan de la percepción, pero
se las puede localizar después de un detallado análisis.
Es necesario el registro histórico de las fallas. A partir de este, se puede construir una ley estadística de
fiabilidad.
Esta ley sirve para disponer de un modelo para hacer las estimaciones preventivas de medidas técnicas
(principalmente MTBF, MTTF) y económicas. Éstas son todas estimaciones útiles para una elección preventiva.
Fiabilidad
Se puede, entonces, definir la ley de fiabilidad. Para su definición se parte de la hipótesis de que un bien puede
encontrarse sólo en 2 estados posibles: Puede fallar dentro de un tiempo T o puede sobrevivir más allá.
Tasa de falla
En general, el modelo al cual se hace mayor referencia para representar la tendencia de la tasa de falla en la
fase de vida de un bien, es aquel conocido como la curva de la bañera. La curva de la bañera se caracteriza
por tres fases distintas en la vida del bien:
a) La primera es la fase de las fallas infantiles o de rodaje. La curva presenta una alta tasa de falta inicial
(es decir, una mayor propensión a la falla). Durante este periodo inicial, los elementos más débiles
fallan, por lo tanto, se los detecta y sustituye o se repara su defecto inicial. La tasa de falla continúa
disminuyendo hasta estabilizarse en un valor casi constante en determinado momento. Las fallas
infantiles se manifiestas, por lo tanto, en la primera fase del ejercicio de un bien, después de su
instalación o después de las intervenciones de mantenimiento que han incluido el desmontaje. A
menudo, se los puede relacionar con una carencia estructural (defectos de diseño), a defectos de
construcción (fabricación, montaje), de instalación o a una mala elección de los materiales empleados.
b) La segunda fase es la fase de la vida útil. Después del rodaje, la población adquiere su valor más bajo
de tasa de fallas. Tal valor permanece aproximadamente constante por un determinado período al
cual se denomina vida útil. En este período, la propensión a la falla por parte del bien, no cambia con
la edad. En esta fase de la vida, se manifiestan las fallas de naturaleza aleatoria/accidental. Las fallas
aleatorias en la fase de vida útil se deben a las imperfecciones del proceso productivo. También
pueden deberse al uso/funcionamiento normal del bien, durante el cual, los esfuerzos accidentales,
no previsibles y diversos respecto de los nominales del proyecto pueden ponerlo a dura prueba,
produciendo alteraciones inevitables, con la consiguiente pérdida de su capacidad operativa (por
ejemplo, los golpes accidentales).
c) La tercera es la fase del desgaste o deterioro por envejecimiento. Cuando un bien llega al final de su
vida útil, su propensión a la falla aumenta porque comienzan a presentarse las fallas por desgaste,
debidas a fenómenos de envejecimiento estructural y material. La talla de fallas empieza a crecer
tanto más rápidamente cuanto más sujeto se encuentra el bien al envejecimiento. El periodo de la
tasa creciente de fallas corresponde, por lo tanto, a una degradación irreversible de las características
del equipo, proyectada a término para una determinada duración de vida útil.
Modelo de curva real de tasa de falla
Se observa que la curva A, que también reproduce la curva clásica, representa sólo el 4% de los equipos y que
sólo las primeras tres curvas muestran una tendencia creciente de tasa de fallas, representado sólo el 11% del
total.
La tasa de fallas aproximadamente constante en la vida útil se puede lograr en realidad, solamente, gracias a
las intervenciones de mantenimiento preventivo, en la hipótesis de que después de dichas intervenciones el
bien quede como nuevo y que, además, no se introduzcan otros deterioros que aumenten la tasa de falla.
Mantenimiento predictivo y tecnologías de diagnóstico
Con estas técnicas es posible realizar los controles en ejercicio, siguiendo periódicamente y, en algunos casos,
de manera continua el desarrollo de la vida del componente bajo examen, e interviniendo para repararlo o
sustituirlo en el momento en que dé señales manifiestas de deterioro crítico.
- Corrientes inducidas.
- Emisión acústica.
- Líquidos penetrantes.
- Partículas magnéticas.
- Métodos ópticos.
- Radiografía.
- Detección de fugas.
- Termografía.
- Ultrasonido.
- Análisis de vibraciones.
Las corrientes inducidas se crean mediante un proceso conocido como inducción electromagnética.
Cuando se aplica una corriente alterna a un conductor, por ejemplo un cable de cobre, se crea un
campo magnético en el conductor y a su alrededor. Este campo magnético se expande a medida que
la corriente alterna aumenta hasta llegar al máximo y se contrae cuando la corriente se reduce a cero.
Si se sitúa otro conductor eléctrico muy cerca de este campo magnético variable, se induce una
corriente en este segundo conductor. Estas corrientes inducidas son corrientes de Foucault que fluyen
en círculos.
Las sondas internas se insertan en productos huecos, tales como tuberías, para inspeccionarlos desde
el interior. Las sondas internas tienen un alojamiento que mantiene la sonda centrada en el interior
del producto y la orientación de la(s) espira(s) relativamente constante con respecto a la superficie
que se desea examinar. Las espiras suelen estar enrolladas alrededor de la circunferencia de la sonda
para que esta inspeccione a la vez toda la zona del objeto que rodea la circunferencia.
Este ensayo se basa en la captación de las ondas acústicas que producen los micro fenómenos
dinámicos provocados por los defectos de los materiales. Por ejemplo: es capaz de detectar: fisuras,
efectos de la corrosión (incluyendo fisuras producidas por la misma corrosión o fluencia localizadas,
dislocaciones cristalinas, fragilización por disolución de gases, marcas o estrías, problemas de
laminación, etc.) sin necesidad de desarmar, limpiar o introducir elemento dentro del sistema
ensayado.
Esta tecnología utiliza sensores capaces de detectar las señales de alta frecuencia emitidas por el
deterioro en una estructura bajo esfuerzo, que pueden ser el resultado de una concentración excesiva
de esfuerzos, crecimiento de grietas o fisuras, corrosión o descohesión
Los ensayos de Emisión Acústica se realizan generalmente mediante un aumento controlado del
esfuerzo o bien durante cambios también controlados de temperatura, cuando los esfuerzos térmicos
son significativos.
En razón de que sólo los defectos y el deterioro activo producen Emisión Acústica, no se pierde tiempo
en la evaluación de los defectos inactivos ya que los mismos no amenazan la integridad estructural del
elemento ensayado.
3. Ensayo de termografía
La termografía sirve para estudiar la temperatura de un objeto determinado. La principal ventaja que
aporta es que no es necesario el contacto directo con el objeto para poder comprobar su temperatura.
Gracias al espectro electromagnética del objeto a estudiar podremos identificar su temperatura,
aunque el equipo no se encuentre en contacto directo con los objetos que se identifican.
Estos ensayos no provocan ningún tipo de daño o alteración permanente en el objeto que se
inspecciona.
La termografía capta la información de forma inmediata volcándola en una base de datos. Estos datos
permiten realizar un seguimiento de la evolución de la temperatura de una forma mucho más fácil y
sencilla. Al acelerar el proceso de registro de la temperatura y volcando de los datos, es posible
elaborar una comparativa mucho más rápida y eficaz.
4. Análisis de vibraciones
El análisis de vibraciones, permite diagnosticar el estado de las máquinas y sus componentes mientras
funcionan normalmente dentro de una planta de producción, es una de las tecnologías más utilizadas en
el mantenimiento predictivo de las máquinas rotativas.
Todas las máquinas generan vibraciones como parte normal de la actividad, sin embargo, cuando falla
alguno de sus componentes, las características de estas vibraciones cambian, permitiendo bajo un estudio
detallado identificar el lugar y el tipo de falla que se está presentando, su rápida reparación y
mantenimiento.
El análisis de vibraciones está basado en la interpretación de las señales de vibración tomando como
referencia los niveles de tolerancia indicados por el fabricante o por las normas técnicas.
Las fallas que se pueden detectar en las máquinas por medio de sus vibraciones son las siguientes:
- Desbalanceo.
- Desalineación.
- Defecto de rodamientos.
- Ejes torcidos.
- Desajuste mecánico.
- Defectos de engranajes.
- Problemas eléctricos.
Debido a que las máquinas están formadas por múltiples piezas que trabajan en conjunto para lograr
determinado objetivo, las vibraciones presentes en éstas, no son más que la suma de todas las señales
de vibración provenientes de cada una de sus partes.
La correcta utilización de esta tecnología en términos de cantidad de pruebas (tendencia), y el análisis
espectral aportan información valiosa en el diagnóstico prematuro de fallas en los elementos
rodantes, engranajes, bombas, compresores, ventiladores y muchas otras máquinas rotativas.
Se toman mediciones de amplitud vs. Frecuencia de vibración, en las direcciones horizontal, vertical y
axial, en cada punto y en las siguientes unidades de:
Velocidad
En (mm / seg) para analizar problemas de desalineación, desbalanceo, solturas mecánicas, lubricación,
problemas estructurales, base, resonancia, etapa de falla en un rodamiento etc.
Aceleración
(G´s) para analizar problemas a altas frecuencias piñones, cajas reductoras, daño de rodamientos etc.
Enveloping
(Ge) para analizar problemas de rozamientos mecánicos, desgastes en bujes, filtrar frecuencias
específicas para análisis de rodamientos (frecuencias de pista exterior, interior, bolas, canastilla) etc.
Onda en el tiempo
(Tiempo / seg) para analizar problemas de engranajes, piñones con dientes picados, daño de
rodamientos etc.
Los instrumentos que analizan la vibración capturan las señales por medio de sensores. Estos sensores
se colocan directamente sobre la máquina en aquellos puntos susceptibles a fallas.
Por lo general, los ejes, son una de las piezas que se dañan con mayor frecuencia, por lo que un buen
sitio para colocar los sensores está sobre los apoyos de los rodamientos puesto que por éstos se
transmiten las vibraciones.
Un factor muy influyente en la calidad de las medidas, está en la conexión de los sensores, de forma
tal, que está debe de estar perfecta y hacer un buen contacto con la estructura de la máquina para
que se puedan tomar las lecturas en las tres direcciones, dos radiales: vertical y horizontal y una axial.
La toma de medidas debe ejecutarse manteniendo iguales las condiciones de operación de la
máquina, la ubicación de los sensores y el tiempo entre una medición y otra con el fin de que los
datos obtenidos se puedan comparar entre sí.
Con los datos obtenidos de las mediciones, se realiza su interpretación usando técnicas de análisis que
permitan conocer el estado de la máquina. Las técnicas más utilizadas son:
Análisis de frecuencia: Este análisis se hace en base al espectro obtenido de la señal de vibración. El
espectro está conformado por una gráfica cuyo eje horizontal corresponde a la frecuencia y el eje
vertical a cualquiera de los siguientes parámetros: desplazamiento, velocidad o aceleración. Aunque
la gráfica de estos tres parámetros son equivalentes entre sí, en alguna de ellas resulta más sencillo
hacer su interpretación; en el caso de las máquinas rotatorias, la gráfica que más se utiliza es la de la
velocidad. En este tipo de gráficas, la frecuencia es un indicativo de la causa que produce la vibración
mientras que la amplitud indica la gravedad de la falla.
Análisis de tiempo: Este análisis es un complemento al análisis de frecuencia puesto que sirve para
confirmar diagnósticos en aquellas fallas que poseen espectros muy parecidos, estos problemas
pueden ser, el desbalance, el desalineación y la holgura. También se utiliza cuando se presentan
impactos, frotación y holgura, además de las máquinas de baja velocidad y cajas de cambio.
El análisis de aceite es una técnica simple, que realizando medidas de algunas propiedades físicas y
químicas proporciona información con respecto a:
• Desgaste de la maquinaria
El análisis de aceite no sólo va a permitir monitorear el estado de desgaste de los equipos, detectar
fallas incipientes, sino también establecer un programa de Lubricación basado en Condición.
La contaminación es la principal razón de la disminución de la vida útil de los aceites y de fallas en los
equipos. Para la mayoría de los equipos, la contaminación por sólidos es la causa número uno de fallas
originadas por desgaste. Existen además otros contaminantes como humedad y partículas que
contribuyen al deterioro del aceite. En estos análisis, los tipos y niveles de partículas pueden indicar
la fuente de la contaminación, ayudando a identificar el problema del equipo, reduciendo de esta
manera los costos de reparación.
- Pruebas de desgaste y extrema presión: Por un lado, la prueba de desgaste determina las
propiedades anti desgaste de los lubricantes en superficies metálicas deslizantes que
operan a condiciones extremas de lubricación. Por otro lado, las pruebas de extrema
presión evalúan las características para soportar cargas en una grasa o aceite lubricante.
ii. Punto de soldadura: Indica el punto en el que el límite de extrema presión del
lubricante es excedido.
El ensayo puede ser realizado con viscosímetros Saybolt y Furol para obtener un
equivalente de viscosidad cinemática, o pueden utilizarse viscosímetros rotacionales para
obtener de manera directa la viscosidad dinámica del lubricante.
- Análisis de acidez total (TAN): Tanto los ácidos minerales como algunos aceites sintéticos
poseen una cierta cantidad de ácidos libres, los cuales se pueden incrementar por la
oxidación o contaminación del aceite con productos ácidos.
Este incremento en la acidez total del aceite puede alterar sus propiedades lubricantes,
provocando una mala lubricación del sistema.