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La mejora reciente más notable del papel kraft ocurrió a fines de la década de 1950, cuando se
"actualizó térmicamente".
El proceso de mejora térmica implica el tratamiento químico del papel con un compuesto a base
de nitrógeno, como diciandiamida, Ford et al (4). Estos tratamientos químicos estabilizan los
radicales hidroxilos presentes en la molécula de celulosa, lo que reduce la tendencia a la hidrólisis.
Este proceso de actualización térmica aumenta la temperatura de operación continua sugerida por
IEEE C57.91 de 95C a 110C (2)
El uso comercial de papeles de celulosa como aislamiento eléctrico por más de 100 años es
testimonio de sus méritos. De hecho, a pesar de la resistencia mejorada a la degradación térmica,
muchos de los papeles sintéticos y películas que están disponibles comercialmente tienen una o
más deficiencias en comparación con kraft. Por ejemplo, algunos tienen altas constantes
dieléctricas, aumentando el estrés del campo eléctrico en otras áreas de la estructura de
aislamiento. Algunos son difíciles (o imposibles) de impregnarse con fluidos dieléctricos, o pueden
atrapar aire durante el llenado de aceite. Algunos carecen de rigidez en comparación con el papel
kraft del mismo espesor, que puede ser un desventaja en los devanados del tipo de capa. Algunos
se ablandan a las altas temperaturas que ocurren durante el corto plazo cargando más allá de la
calificación de la placa de identificación.
Por el contrario, el papel kraft tiene una constante dieléctrica favorable, se impregna fácilmente y
tienen propiedades mecánicas cuando es nuevo (tracción, desgarro, rigidez, etc.) La exposición
breve a altas temperaturas tiene un efecto acumulativo en la vida útil del aislamiento, pero en
general no tiene consecuencias inmediatas.
Kraft conserva sus propiedades dieléctricas muy bien, incluso después de un envejecimiento
térmico severo, siempre que permanezca intacto y impregnado con fluido. No perturbado, un
dispositivo puede continuar funcionando mucho más allá del final teórico de la vida de la
conexión. Sin embargo, la pérdida de la resistencia mecánica es debido al envejecimiento térmico
deja el aislamiento de celulosa susceptible a fallas mecánicas. Por ejemplo, las fuerzas generadas
durante una corriente de falla pueden causar una ruptura física en el aislamiento degradado,
precipitando un colapso dieléctrico. Para mejorar su rendimiento de envejecimiento térmico a
largo plazo, el concepto fue desarrollado para reforzar el papel kraft con un alto temperatura fibra
sintética.
Revista-papel
Hay tensiones eléctricas y térmicas que percibe el transformador de potencia en servicio, esto
produce una descomposición del aislamiento aceite-papel que da como resultado una serie de
gases relacionados con la causa y el efecto de varias fallas.
Los gases producidos por descomposiciones de petróleo son hidrógeno (H2), metano (CH4),
acetileno (C2H2), etileno (C2H4) y etano (C2H6), mientras que el monóxido de carbono (CO) y
dióxido de carbono (CO2) se producen principalmente por descomposiciones de papel y puede
usarse como una fuente de activación para la supervisión del papel [7-9].
Metanol
Con el nuevo papel mejorado térmicamente y el uso de aceite vegetal como alternativa al
aceite mineral, el uso de 2FAL como indicador de degradación del aislamiento de celulosa
podría ser cuestionable. Varias observaciones y estudios [5, 20, 43-45] muestran que la
detección de 2FAL para papel actualizado térmicamente es demasiado baja. El estudio de
campo en Manitoba Hydro [46] muestra que algunas de las muestras de aceite de los
transformadores de falla no contienen 2FAL o la cantidad de 2FAL es demasiado baja y
no detectable. Hace unos años, algunos investigadores investigaron la posibilidad de usar
metanol como un marcador de degradación química para el aislamiento de papel. A partir
de las pruebas de envejecimiento térmico realizadas por Jalbert et al. [13], se demostró
que entre las moléculas detectadas, el metanol tiene la posibilidad de ser utilizado para
controlar la despolimerización del papel bajo el funcionamiento normal del transformador.
condiciones Jalbert et al. [43] informó que el 94% de las muestras de aceite recogidas en
un transformador de servicio muestran la presencia de metanol. Este resultado ha sido
respaldado por una investigación adicional realizada por Gilbert et al. [33] y Annelore
Schaut et Alabama. [5]. Las pruebas de estabilidad y envejecimiento en [5] demostraron
que el MeOH no es un producto de oxidación y que se forma como resultado del papel
degradación. La observación también muestra que el MeOH no se ve afectado por las
condiciones de envejecimiento del aceite [47]. El estudio comparativo entre MeOH y 2FAL
muestra que MeOH da más rápido indicación para las primeras etapas de la degradación
del papel en lugar de 2FAL [5]. Annelore Schaut et al. informó que existe una correlación
lineal entre DPV y la formación de MeOH, incluso en las primeras etapas de su formación
[5].
Entre todas las técnicas de diagnóstico químico, el valor DP es
lo mejor para evaluar la condición de aislamiento de papel en el poder
transformador. Sin embargo, esta técnica no es práctica para ser
implementado para el transformador en servicio ya que no es práctico
adquirir muestras de papel de un transformador de operación. Ya que
La concentración de CO / CO2 y el análisis de furano se miden usando
análisis de aceite, ambos diagnósticos químicos son ampliamente utilizados en
industria durante las últimas tres décadas. Recientemente, algunos estudios que
se llevaron a cabo en papel térmicamente actualizado utilizado en el poder
transformador reveló el uso potencial de metanol como un
indicador químico para el control del aislamiento del papel. Sin embargo,
este hallazgo todavía está en fase de investigación y aún no está completamente
madurado