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El Sahara occidental es un territorio no autónomo situado al oeste de la costa norte

africana. La calificación de territorio no autónomo supone que es un terreno


dependiente de la Organización de Naciones Unidas y que está siendo parte de un
proceso de descolonización. Este programa de descolonización se crea con la propia
entidad supranacional en 1945 con el objetivo de incentivar y apoyar la consecución de
la autonomía de ciertos pueblos que estaban bajo la administración de grandes colonias.
Este tipo de territorios autónomos encuentran explicación en el ambiente de postguerra
de 1945 en la que tras el fracaso de la Sociedad de Naciones se hizo evidente la
necesidad de una organización supranacional, universal que consiguiera regir objetivos
y pautas mundiales a nivel social, cultural, económico, bélico… En este contexto la
ONU creó organismos para guiar la descolonización de numerosos países
(especialmente africanos y del sudeste asiático).

Históricamente la zona del Sáhara Occidental quedó configurada ya en el siglo XI por


los almorávides y por tanto la población nativa, bereber, de la zona quedó rápidamente
islamizada. Pocos siglos después el expansionismo español del siglo XV ya apuntó a
esta zona del Norte de África (como a muchas otras) pero no fue hasta el final del siglo
XIX cuando las pretensiones españolas en éste no se cumplieron.

En este momento las tierras saharauis no estaban dominadas por ningún europeo, hasta
mediados del siglo XIX las relaciones entre los pueblos del Sáhara Occidental y España
se habían limitado a delimitar zonas pesqueras, la protección del las islas Canarias… Ya
en 1860, en la firma del Tratado de Wad-Ras, España intenta conseguir el dominio de
este territorio desértico. A pesar de que casi veinticinco años después, 1884, se declara
zona de protectorado la comprendida por Río de Oro y Saguia el Hamra; la Conferencia
de Berlín no tuvo en cuenta este supuesto protectorado español, pues fue considerado un
país de “segunda fila” que no tenía grandes intereses en el continente africano.

Históricamente los nativos de la zona fueron realmente hostiles a la llegada de


extranjeros colonos y, a pesar de que los acuerdos franco-españoles se prolongaron
desde 1900 a 1912, la efectiva ocupación del territorio por parte de España no se llevó
exitosamente a cabo hasta 1934; cuando son los propios jefes tribales los que aceptan
ser dirigidos por los españoles de forma “amistosa” aunque no sin conflictos como el de
la Guerra del Ifni que hizo que en 1958 el Sáhara Occidental se convirtiera en una
provincia española de ultramar y dejara de ser una simple agrupación de colonias como
hasta entonces.

El interés de España en este desértico territorio norafricano radicaba,


fundamentalmente, en la riqueza de algunas de estas tierras en fosfatos (como el
yacimiento de Bucraa). Los fosfatos son utilizados como abobos minerales y sirven para
aumentar el tamaño de las plantas, al parecer los yacimientos saharauis eran de gran
cantidad y calidad y por tanto sería un importante punto a favor del mantenimiento de la
colonia española en el Sáhara Occidental y supuso un importante crecimiento
demográfico y económico para la ciudad más importante de la zona, el Aaiún.1

España consigue su entrada en la ONU en el año 1955, esta inclusión supuso el inicio de
una serie de presiones por parte de la Organización en materia de descolonización.
Fueron en estas dos décadas, la de 1950 y 1960, cuando la mayoría de los países que
seguían bajo dominio europeo consiguieron fraguar su independencia gracias al impulso
que la ONU decidió realizar en esta materia. Fue precisamente en 1967 cuando las
Naciones Unidas recomendaron la descolonización del Sahara Occidental, como ya
hicieron los franceses con Marruecos, Mauritania y Argelia. Precisamente Marruecos,
descolonizado a mediados de la década de 1950 fijó sus aspiraciones territoriales en la
zona occidental, intentando culminar su Gran Marruecos, lo que se culminaría veinte
años después con la renuncia de la soberanía española del territorio en Mauritania y
Marruecos.

En 1967 surge el Movimiento para la liberación del Sáhara que consiguió aglutinar
algunas manifestaciones e incluso un conato de rebelión independentista en la capital en
1970 que fue duramente reprimido. Este movimiento será el germen del futuro Frente
Polisario a partir de 1973 (que aún a día de hoy trabaja para conseguir la
descolonización y autodeterminación del Sáhara Occidental). Gracias a las presiones de
la ONU desde 1970 España accede cuatro años después a celebrar un referéndum de
autodeterminación gracias a la presión ejercida por las propias gentes saharauis y las
acciones revolucionarias del Frente Polisario. Hassán II, rey de Marruecos se opuso a tal
referéndum y obligó a llevar la cuestión al Tribunal de Justicia de la Haya, que falló a
favor a la consulta. El monarca, contrariado por la decisión del organismo de la ONU,
decidió dar comienzo a la marcha verde (invasión de un número cercano a los 300.000
civiles marroquíes del territorio entonces español).

Poco después se celebra en Madrid un tratado España, Marruecos y Mauritania en el


que el rey Juan Carlos I, como jefe de Estado (por el mal estado de salud de Franco) se
compromete a abandonar definitivamente el Sáhara Occidental y cede su administración
a Mauritania y Marruecos. La consecuencia directa de este acuerdo fue el éxodo masivo
de población saharaui de las grandes ciudades, que fueron progresivamente ocupadas
por los dos países vecinos, y la oposición frontal del Frente Polisario que un día después
del abandono español en 1976 declaró la República Árabe Saharaui.

A partir de entonces el Frente Polisario comenzó una guerra de guerrillas contra


Marruecos y Mauritania de tal magnitud que ésta segunda firmó la paz en 1979
renunciando a sus posibles territorios en el Sáhara Occidental. Marruecos sin embargo
reclamó los territorios abandonados por los mauritanos y se mantuvo en disputa. En la
década de 1980 la Républica Árabe Sáharaui consigue el reconocimiento de unos

1
http://www.libertaddigital.com/opinion/historia/los-fosfatos-del-sahara-occidental-1276239940.html
(consultado el 24/2/2017)
sesenta países y formar parte de la Organización para la Unidad Africana, sin embargo
Marruecos recrudeció el conflicto con el Frente Polisario llegando incluso a crear un
muro de arena que protegía ciudades importantes y puntos estratégicos de los ataques de
la población desterrada saharaui.

Desde 1988 la ONU establece un plan para la pacificación de la zona, tras más de diez
años de conflictos, que estipula un alto el fuego y la celebración de un futuro
referéndum. Sin embargo surgen dificultades porque las autoridades marroquíes exigían
que se celebrara entre la población que habitaba en ese momento el territorio
(predominantemente marroquí), mientras que el Frente Polisario proponía que se hiciera
con el censo de población de 1974. La ONU creó la delegación de MINURSO en 1992
pero fue absolutamente imposible celebrar un referéndum por la severa oposición
marroquí incluso a día de hoy; con sucesivas renuncias de los comisionados de dicha
misión para la celebración del referéndum.

Bibliografía

www.porunsaharalibre.org (consultado 24/2/2017)

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